Filosofía de la materia

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Colegio Salesiano San Pedro Claver
Filosofía
(Filosofía de la Materia)
11−A #34
Cartagena.
Julio 18 de 2001
Filosofía de la Materia.
Se le da este nombre al conjunto de filósofos naturalistas, puesto que consideraban al hombre como parte
integrante de la naturaleza.
Rudolf Carnap: (1891−1970), figura destacada del movimiento filosófico conocido como positivismo o
empirismo lógico. Nació el 18 de mayo de 1891 en Ronsdorf, Alemania. Estudió en las universidades de Jena
y de Friburgo y se especializó en matemáticas, física y filosofía. Fue miembro destacado del Círculo de Viena,
un grupo de científicos y filósofos positivistas. En 1935 se trasladó a los Estados Unidos huyendo del nazismo
y fue profesor en la Universidad de Chicago. En 1954 aceptó un puesto en la Universidad de California, en
Los Angeles. Murió en Santa Mónica, California, el 14 de septiembre de 1970.
Carnap interpretó la filosofía como un proceso de análisis lógico. Se interesó sobre todo por el análisis del
lenguaje de la ciencia ya que consideró que las afirmaciones empíricas de la ciencia eran las únicas en verdad
significativas. Son testimonio de su concepción global, resumida en que los problemas de la filosofía se
pueden reducir a los problemas del lenguaje, sus libros La estructura lógica del mundo (1928) donde intenta
reducir todas las demandas del conocimiento al lenguaje de los datos; La sintaxis lógica del lenguaje (1934),
donde muestra su preferencia por el lenguaje que describe la conducta (lenguaje fisicalista) y su trabajo sobre
la sintaxis del lenguaje científico, así como sus estudios sobre la capacidad de verificar, probar y confirmar las
proposiciones empíricas.
El principio de tolerancia de Carnap, o la convencionalidad de las formas del lenguaje, afectó a la libertad y
variedad en la construcción del lenguaje. Estaba interesado de una forma muy acusada por las construcciones
de sistemas formales, lógicos. También llevó a cabo un trabajo significativo en el campo de la probabilidad,
distinguiendo entre estadística y lógica en su obra Fundamentos lógicos de la probabilidad (1950).
Carnap ayudó a fundar y participó en la edición del diario Erkenntnis y la International Encyclopedia of
Unified Science.
Bertrand Russell: tercer conde de Russell (1872−1970), filósofo y matemático británico, galardonado con el
premio Nobel, cuyo énfasis en el análisis lógico repercutió sobre el curso de la filosofía del siglo XX. Nacido
en Trelleck (Gales), el 18 de mayo de 1872, Russell estudió en el Trinity College de la Universidad de
Cambridge. Tras graduarse en 1894, viajó a Francia, Alemania y Estados Unidos, y luego fue nombrado
miembro del consejo de gobierno del Trinity College. Desde muy joven mostró un acusado sentido de
conciencia social; al mismo tiempo se especializó en cuestiones de lógica y matemáticas, áreas de las que dio
conferencias en muchas instituciones de todo el mundo.
Russell alcanzó el éxito con su primera gran obra Principios de matemáticas (1902), en la que intentó
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trasladar las matemáticas al área de la filosofía lógica y dotarlas de un marco científico preciso. Russell junto
con Whitehead demostró que los números pueden ser definidos como clases de un tipo determinado, y en este
proceso desarrollaron conceptos racionales y una anotación que hizo de la lógica simbólica una
especialización importante dentro del campo de la filosofía occidental.
En su siguiente gran obra, Los problemas de la filosofía (1912), Russell recurrió a la sociología, la psicología,
la física y las matemáticas para refutar las doctrinas del idealismo, la escuela filosófica dominante en ese
tiempo, que mantenía que todos los objetos y experiencias son fruto del intelecto; Russell, una persona
realista, creía que los objetos percibidos por los sentidos poseen una realidad inherente al margen de la mente.
Russell condenó a ambos bandos en la I Guerra Mundial y por su posición íntegra fue encarcelado y privado
de su puesto de trabajo en Cambridge. En la cárcel escribió Introducción a la filosofía matemática (1919),
donde combina las dos áreas del saber que él consideraba inseparables. Después de la guerra visitó la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y en su libro Práctica y teoría del bolchevismo (1920) mostró su
desacuerdo con la forma en que allí se llevaba a cabo el socialismo. Consideraba que los métodos utilizados
para alcanzar un sistema comunista eran intolerables y que los resultados obtenidos no justificaban el precio
que se estaba pagando.
Desde 1938 fue profesor en varias instituciones de los Estados Unidos. Allí escribió Historia de la filosofía
occidental (1945). Sin embargo, la Corte Suprema de Nueva York le prohibió dar clases en el College de esta
ciudad por lo que consideraban sus ataques a la religión contenidos en textos como Lo que creo (1925) y su
defensa de la libertad sexual, manifestada en Modales y morales (1929). Russell recibió en 1950 el Premio
Nobel de Literatura y fue calificado como "un campeón de la humanidad y de la libertad de pensamiento".
Además de sus primeros trabajos, Russell contribuyó al desarrollo del positivismo lógico. El más importante
pensador autriaco de aquellos tiempos, Ludwig Wittgenstein, que fue alumno de Russell en Cambridge,
recibió su influencia en sus primeros estudios filosóficos por su original concepto del atomismo lógico. En su
búsqueda de la naturaleza y límites del conocimiento, Russell desempeñó un gran papel en el resurgir del
empirismo dentro del campo más amplio de la epistemología. En Sobre el conocimiento del mundo exterior
(1926) e Investigación sobre el significado y la verdad (1962), intentó explicar todo el conocimiento objetivo
como construido a partir de las experiencias inmediatas.
Karl Raimund Popper: (1902−1994), conocido por su teoría del método científico y por su crítica del
determinismo histórico. Nació en Viena y se doctoró en filosofía por la universidad de esa ciudad en 1928.
Aunque no fue miembro de la llamada escuela de filosofía de Viena, Popper simpatizó con su actitud
científica, pero criticó algunos de sus postulados. Murió el 17 de septiembre de 1994.
La contribución más significativa de Popper a la filosofía de la ciencia fue su caracterización del método
científico. En su Lógica del descubrimiento científico (1934) criticó la idea prevalente de que la ciencia es en
esencia inductiva. Propuso un criterio de comprobación que él denominó falsabilidad, para determinar la
validez científica, y subrayó el carácter hipotético−deductivo de la ciencia. Las teorías científicas son
hipótesis a partir de las cuales se pueden deducir enunciados comprobables mediante la observación; si las
observaciones experimentales adecuadas revelan como falsos esos enunciados, la hipótesis es refutada. Si una
hipótesis supera el esfuerzo de demostrar su falsedad, puede ser aceptada al menos con carácter provisional.
En La sociedad abierta y sus enemigos (1945), Popper defendió la democracia y mostró reparos a las
implicaciones autoritarias de las teorías políticas de Platón y Karl Marx. Criticó la idea de que las leyes
descubridoras del desarrollo de la historia hacen inevitable su curso futuro y por tanto predecible.
Augusto Comte: (1798−1857). Nació en Montpellier el 19 de enero de 1798. Desde muy temprana edad
rechazó el catolicismo tradicional y también las doctrinas monárquicas. Logró ingresar en la Escuela
Politécnica de París desde 1814 hasta 1816, pero fue expulsado por haber participado en una revuelta
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estudiantil. Durante algunos años fue secretario particular del teórico socialista Claude Henri de Rouvroy,
conde de Saint−Simon, cuya influencia quedaría reflejada en algunas de sus obras. Los últimos años del
pensador francés quedaron marcados por la alienación mental, las crisis de locura en las que se sumía durante
prolongados intervalos de tiempo. Murió en París el 5 de septiembre de 1857.
Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, se desprendía una ley que denominó de los tres
estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su voluminosa obra Course of
Positive Philosophy. Dada la naturaleza de la mente humana, decía, cada una de las ciencias o ramas del saber
debe pasar por "tres estadios teoréticos diferentes. En el estadio teológico los acontecimientos se explican de
un modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un dios. En el estadio metafísico los
fenómenos se explican invocando categorías filosóficas abstractas. El último estadio de esta evolución, el
científico, se empeña en explicar todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la
atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de llegar a
generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones observacionales y comprobables. La obra de Comte es
considerada como la actitud de quien afirma que tan sólo las ciencias empíricas son la adecuada fuente de
conocimiento.
Cada uno de estos estadios, afirmaba Comte, tiene su correlato en determinadas actitudes políticas. El estadio
teológico tiene su reflejo en esas nociones que hablan del Derecho divino de los reyes. El estadio metafísico
incluye algunos conceptos tales como el contrato social, la igualdad de las personas o la soberanía popular. El
estadio positivo se caracteriza por el análisis científico o "sociológico" de la organización política. Bastante
crítico con los procedimientos democráticos, Comte anhelaba una sociedad estable gobernada por una minoría
de doctos que empleara métodos de la ciencia para resolver los problemas humanos y para imponer las nuevas
condiciones sociales.
Aunque rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor de la religión, pues
contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de Política Positiva, propone una religión de la
humanidad que estimulara una benéfica conducta social.
Neopositivismo
En los años que transcurren entre las dos guerras, la reflexión sobre el método científico recibe un impulso
decisivo. Durante ese período el centro principal de la filosofía de la ciencia fue la universidad de Viena,
donde un grupo de científicos filósofos dieron vida al Círculo de Viena. El pensamiento de los miembros del
círculo se conoce con el nombre de "neopositivismo" o "positivismo lógico", y se caracteriza por una actitud
decididamente antimetafísica y por toda una serie de profundos análisis de gran relevancia acerca del
lenguaje, la estructura y los métodos de las ciencias naturales, y los fundamento de la matemática, se
diferencia del positivismo clásico (la ciencia lo es todo), en que consideran a la ciencia como un lenguaje. Los
neopositivistas quieren ser antifilosóficos y se aferran exclusivamente a las investigaciones científicas. Para
ellos la sensación es la única fuente de conocimiento.
Los orígenes y la formación del Círculo de Viena
El neopositivismo inició su andadura cuando el físico y filósofo Moritz Schlick (1882−1936) fue llamado
desde Kiel a la universidad de Viena, para encargarse de la cátedra de Filosofía.
Viena constituía un terreno especialmente idóneo para el desarrollo de las ideas neopositivistas, dado que allí,
el liberalismo representó la orientación política predominante. Además la universidad de Viena, a diferencia
de la mayoría de las universidades alemanas y debido al influjo de la Iglesia católica, se había mantenido
básicamente incontaminada por el idealismo.
Schlick fue llamado a Viena en 1922, sin embargo, narra Herbert Feigl, ya antes de la guerra de 1914−1918,
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un grupo de jóvenes doctores de filosofía se reunía para discutir sobre todo cuestiones de filosofía de la
ciencia.
Estas reuniones anteriores a la primera guerra mundial se recordarán como la época "prehistórica" del
neopositivismo, cuya historia comienza en 1924, cuando Feigl y Friederich Waismann se entrevistaron con
Schlick con la idea de formar un grupo de debate. Schlick aceptó la iniciativa, y como consecuencia comenzó
los coloquios del viernes por la noche. Este fue el inicio del Círculo de Viena, que contó entre sus primeros
miembros con el matemático Hahn, el sociólogo Neurath y su esposa Olga (hermana de Hahn y también
matemática), Kaufmann (entonces profesor de filosofía del derecho), Kraft (filósofo versado en historia e
interesado por la metodología científica) y el matemático Reidemeister, quien en 1924 propuso leer y discutir
el Tractatus logico−philosophicus de Wittgenstein. En 1926 también Carnap fue llamado a la universidad de
Viena. Hahn y Schlick mostraron sus preferencias por él, en lugar de Reichenbach, quien por su parte en
Berlín había fundado la Sociedad para la Filosofía científica, cuyos objetivos eran análogos a los del Círculo
de Viena.
El manifiesto programático del Wiener Kreis
En 1929 se publico, firmado por Neurath, Hahn y Carnap, el manifiesto del Círculo vienés: La concepción
científica del mundo. Frank dice que hacia 1929 los miembros del círculo caímos en cuenta de que estaba
surgiendo una nueva filosofía, por lo tanto decidimos en primer lugar publicar una monografía sobre nuestro
movimiento; Más tarde, organizar un debate; Por último, fundar una revista filosófica para difundir los
trabajos del grupo.
Las líneas esenciales del programa neopositivista, expuestas en el escrito programático antes citado, eran las
siguientes: 1)constitución de una ciencia unificada, que abarcase todos los conocimientos proporcionados por
la física, las ciencias naturales, la psicología, etc.; 2) el medio para lograr dicho propósito debía consistir en el
uso del método de análisis lógico elaborado por Peano, Frege, Whitehead y Rusell; 3) los resultados de la
aplicación de ese método al material de las ciencias empíricas permitirían augurar: a) la eliminación de la
metafísica; b) una clarificación de los conceptos y de las teorías de la ciencia empírica, así como de los
fundamentos de matemática.
Las teorías fundamentales del neopositivismo
En cuanto a las tesis fundamentales de la filosofía neopositivista se afirma lo siguiente: 1) el principio de
verificación constituye el criterio distintivo entre proposiciones sensatas y proposiciones insensatas, de
manera que dicho principio se configura como criterio de significación que delimita la esfera del lenguaje
sensato con respecto al lenguaje carente de sentido, que sirve para expresar el mundo de nuestras emociones y
nuestros miedos; 2) basándose en ese principio, sólo tienen sentido las proposiciones que pueden verificarse
empírica o fácticamnte, esto es, las aserciones de las ciencias empíricas; 3) la matemática y la lógica
constituyen únicamente conjuntos de tautologías, estipulados de forma convencional e incapaces de decir algo
acerca del mundo; 4) la metafísica, junto con la ética y la religión, al no estar constituidas por conceptos y
proposiciones verificables de modo fáctico, son un conjunto de preguntas aparentes que se basan en
pseudoconceptos; 5) la labor que debe realizar el filósofo serio consiste en un análisis de la semántica (la
relación entre lenguaje y realidad a la que se refiere aquél) y de la sintaxis (relación recíproca entre los signos
de un lenguaje) del único discurso significativo: el discurso científico; 6) por lo tanto, la filosofía no es una
doctrina, sino una actividad: actividad esclarecedora del lenguaje. Carnap proclama la posibilidad de hablar
del lenguaje, para lo cual requiere del Metalenguaje (otro lenguaje); una serie de signos gráficos que
remplazarían a las palabras en el lenguaje de las ciencias.
Schlick y el principio de verificación
Se ha dicho que los primeros miembros del Círculo de Viena leyeron y comentaron el Tractatus
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logico−philosophicus de Wittgenstein. Este había escrito que "comprender una proposición quiere decir saber
cómo están las cosas en el caso de que sea verdad". Para Schlick esto quería decir que "el significado de una
proposición es el método de su verificación. El criterio de verdad o falsedad de una proposición consiste en el
hacho de que, bajo determinadas condiciones, algunos acontecimientos se produzcan o no.
Las palabras sólo tienen significado cuando indican algo factual, los acertos sólo tienen un sentido cuando
expresan un estado de cosas posible. Si no es así, en el primer caso habrá un pseudoconcepto, y en el segundo
una pseudoproposición.
El transplante del neopositivismo a América
Desde alrededor del 1930 hasta 1938, año en que tiene lugar la anexión nazi de Austria, se puede asistir a la
fase de "despegue internacional" del Círculo de Viena. Dicha fase se caracteriza por autorizadas aceptaciones
y por adquisiciones doctrinales relevantes, así como por la desaparición de Schlick −fue asesinado en 1936
por un ex alumno suyo, y Hahn había muerto dos años antes− por la progresiva diáspora del grupo originario,
con el consiguiente trasplante del movimiento de pensamiento que ya se conoce con el nombre de
neopositivismo, positivismo lógico o empirismo lógico, al otro lado del Atlántico, sobre todo en los Estados
Unidos, Carnap, en su Autobiografía intelectual, evoca así el oportuno crédito concedido en América al
neopositivismo por parte de algunos jóvenes estudiosos, tanto filósofos como científicos.
El Neorrealismo.
Los neorrelistas eran provenientes de Inglaterra, los cuales se encontraban contra el Idealismo, y no aceptaban
el realismo inmediato. Para ellos la realidad se puede captar no solo como las representaciones síquicas sino
además como la realidad transubjetiva de modo directo. Según ellos la mayoría de nuestro conocimiento
procede de la experimentación y esta es totalmente sensible. Su interés son las ciencias de la naturaleza, y el
método que estas utilizan en sus procesos. Los neorrealistas son antisistemáticos.
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