Telémaco extraviado

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Telémaco extraviado
Jorge Elías Gil
sobre todo los atardeceres que allí presencié dejaron en mí huellas
que hoy permanecen.
Navegar en aguas de un mar interior evocando viejas sagas
Telémaco
extraviado
puede conducirnos a reinos maravillosos, propios o ajenos,
presentes y antiguos, como el de Penélope y su hijo. Muchas
Ítacas, desde entonces y hasta hoy, han inspirado poemas porque
la isla añorada se reubica constantemente en aquellos y otros
mares.
Éstos versos están dedicados a los que hemos festejado la
Odisea de nuestras vidas, del valor y el miedo a quedarse, a partir y
a regresar que no es otra cosa que el miedo y el valor a vivir lo
Edición de autor
que nos ha tocado. Pero sobre todo está dedicado a Ítaca, la que
nos vio nacer, la nuestra.
Ilustraciones
Jorge Elías Gil
En agosto de 1989 viajaba a través del Mediterráneo sin
sospechar que veinte años más tarde ésta experiencia sería la
puerta hacia “Telémaco extraviado”. El mar de Odiseo, sus islas y
Jorge Elías Gil
Ítaca llora.
Canto I
y se disuelve.
Canto II
Otros puertos tomaron nuestras naves
el vigía del lastre inevitable
indicando afanoso los destinos
y la espuma y las olas
y las fundas de espadas
retempladas al fuego
en los días vibrantes de diciembre
y las alas abriéndose siniestras
con la suerte fecunda
de la tenue sonrisa
revelando traiciones sin destino
en su esencia de sesgo permanente
Canto III
una piedra que flota en su caída
Telémaco
Telémaco
el sueño dura más que una tiniebla
la vida tuerce firme donde siempre
a la vuelta del borde tenebroso
las tribunas tempranas de diciembre
con las olas revueltas de la siesta
y las alas golpeándote la frente
Telémaco
Telémaco
Odiseo se pierde en la distancia
Entre dudas y marchas
Entre abriles y suertes
Telémaco
Telémaco
Odiseo se ha ido para siempre.
Canto IV
Ítaca no es la misma
Penélope tejiendo
le faltan mariposas
plañideras
navíos
las sístoles
las diástoles
Atenea fingiendo
promesas navegando
partiendo y regresando
como trozos que cuelgan
inútiles remeros
barcazas zozobrando
las arterias ausentes.
hermanos pereciendo
Poseidón se relame.
Canto V
Canto VI
del tiempo
Itaca es un poema
de éstas lágrimas
dejó de ser la isla
del puerto
rodeada por las aguas
de ser otro poema
Ítaca es una espera
sencillo y verdadero.
de aquellos que marcharon
de aquellos que murieron
de los que se quedaron
Ítaca es una huella
silente
desteñida
solo la salva el cielo
el reflejo
de ser otro poema
con versos que no queden
lavados por las aguas
Canto VII
Tesoro de guerreros
Telémaco extraviado
espartanos
en la ruta del cielo
troyanos
en el puerto
el tesoro del templo
en el templo
de Ítaca y sus dioses
en si mismo
de los bellos recuerdos
en el fuego
de las madres pidiendo
de su viejo Odiseo
por sus hijos y esposos
y los pliegues del puerto
de los hijos que esperan
que dejaron los bárbaros
por sus padres que han muerto.
para irse muy lejos
Telémaco extraviado
Telémaco extraviado
Odiseo ya viejo
Telémaco extraviado
Canto VIII
Odiseo
un recuerdo.
Telémaco no espera
de su viejo el regreso
Telémaco no espera
por el viejo regreso
Telémaco no espera
observa
los guerreros
en su huida
en su sesgo
en su viaje
en silencio
Telémaco extraviado
Telémaco ya viejo
como el viejo Odiseo
Canto IX
Telémaco navega
Telémaco sujeto
Telémaco zozobra
Telémaco está preso
Odiseo lo sabe
Odiseo está lejos
Telémaco y un beso.
Canto X
Telémaco ante el mar.
Canto XI
con el vino y el queso
y la sal con su pan
Un recuerdo
junto al fuego el abuelo
un deseo
y ésta isla de Ítaca
Telémaco y el mar
en el mar los remeros
un recuerdo
en el campo las flores
Odiseo
en el templo guerreros
si no te hubieras ido
los altares
si no estuvieras lejos
las manos
hoy sería diciembre
el incienso
diciembre salvo
los cielos
diciembre ahora y luego
si no te hubieras ido
esperando su enero
seríamos un sello
si no estuvieras ido
el escudo
estarías enero
las armas
la mesa esperaría
tu sonrisa
Odiseo
Canto XII
estarías conmigo
y mi madre tranquila
Ante el mar
tejería de nuevo.
Odiseo.
Canto XIII
soy sólo un viejo débil
sin su pan ni su queso
en eneros
Y la brisa
viviendo sus nostalgias
y las nubes
tras los vinos ajenos
las palabras
soy de Ítaca un alma
secretos
que vaga sin regreso
la pregunta constante
Telémaco no esperes
en el viento
no soy más que un recuerdo
en el suelo
mi reino eran tus ojos
Telémaco no sufras
tus patios
yo no soy un guerrero
tus eneros
soy sólo un rey cansado
mi reino eran los días
encorvado
de tus pasos primeros
en la sombra
mi reina era tu madre
exiliado
tu regazo
no mires al pasado
no busques del recuerdo
no hallarás nada nuevo
Los dioses en silencio.
tu padre no es un héroe
no esperó por febreros
no cuidó de las copas
no plantó más viñedos
no aprendió de los dioses
tu padre tuvo miedo.
Canto XIV
Canto XV
Callaron para siempre
Atenea triunfante.
la estampida
Canto XVI
del templo rasga el velo
Despiértate Odiseo
estremeciendo orillas
terminó tu cansancio
bajo huellas que parten
regresó tu deseo
solsticio tras solsticio
tu reino
las naves en silencio
viñedos
para no oírse ni el susurro sordo
Telémaco te espera
del corazón que late
no importa si estás viejo
por Ítaca que queda a las espaldas
sólo quiere a su padre
del ojo vítreo que no llora
yo lo he visto ante el mar
del polvo en las sandalias
preguntándole al viento
del escudo que arrastra en la partida
ante el mar te hemos visto
de la espada en el suelo.
hablándole al silencio
distancia tras distancia
recuerdo en el recuerdo.
Aguas que sienten
roce bello de barcas regresando
las lágrimas
las manos temerosas
hijo y padre cercanos
no lo creen
miran sin ver
escuchan el canto de los vientos
a lo lejos
Penélope inmóvil.
Canto XVII
Jorge Elías Gil Viant
Jorge Elías Gil Viant
La Habana, 1971.
Ciudad de La Habana
4 de enero de 1971.
Pintor y poeta
“En agosto de 1989 viajaba a través del Mediterráneo sin
sospechar que veinte años más tarde ésta experiencia sería la
Tel. 262-3123
Móvil: 053607018
puerta hacia “Telémaco extraviado”. El mar de Odiseo, sus
islas y sobre todo los atardeceres que allí presencié dejaron en
254 No. 3750 apto. 15 entre 37 y 51
San Agustín. La Lisa. La Habana.
C.P.13600. CUBA
Telémaco extraviado
Edición de autor
Ciudad de la Habana
2009
mí huellas que hoy permanecen.”
Telémaco extraviado
Edición de autor
Ciudad de la Habana 2009
JORGE ELÍAS GIL
TELÉMACO
EXTRAVIADO
EDICIÓN DE AUTOR
CIUDAD DE LA HABANA
2009
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