METODOLOGÍA DEL CANTO PARA LA ESCUELA PRIMARIA 2013

Anuncio
UNIVERSIDAD DE PANAMÁ
METODOLOGÍA DE LA ENSEÑANZA DEL CANTO.
1. OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN MUSICAL
Desde EL punto de vista formativo, la Educación Musical posee en la actualidad una gran
importancia, acrecentada por las inmensas posibilidades que ofrecen los modernos medios
de comunicación social como el cine, la radio, la televisión, internet, y otros más.
Además de su condición de arte, tiene un gran valor como instrumento de socialización,
aspecto este que se ha utilizado muchas veces para orientar la sensibilidad colectiva, sobre
todo mediante el canto coral, pues, sin duda alguna, la conjunción de voces contribuye a
aumentar, en los niños, el sentimiento de colaboración.
Una buena educación musical, en definitiva, debe preparar la sensibilidad del escolar para
conocer y hacer gustar de la música, pero este también tendrá que proporcionarle un repertorio de posibilidades que llenen sus necesidades de expresión emocional. Tradicionalmente se pensaba de un modo absoluto que el solfeo y el canto eran los dos componentes ideales para la educación musical; pero la verdad es que esos medios pueden llegar a
ser no sólo inadecuados, sino perjudiciales.
El canto es, quizás, una de los recursos más conocido de la música, recurso que permite
trabajar con los sonidos y hará que los niños gocen de la interpretaciones cantadas y de las
creaciones musicales.
Los niños sienten una espontánea afición hacia la música, incluyendo en ella el canto, que,
en todo caso debe fomentarse de una manera selectiva. Así, el recorrido en esta enseñanza debe consistir en el paso gradual desde pequeños ejercicios rítmicos, acompañados de
bailes y cantos populares, hasta escuchar obras compuestas especialmente para la mentalidad infantil. El último tramo de este proceso educativo tendrá que ser la audición de obras
selectas de compositores nacionales, extranjeros y de los grandes maestros dela música.
Esta iniciación puede complementarse, más adelante, con el estudio de compositores famosos y de los estilos más característicos de la historia de la música.
La educación musical debe iniciarse en los niños desde temprana edad aprovechando la
flexibilidad de su voz y oído. No obstante, hay momentos en la vida infantil en que el gusto
y aptitud por la música suelen entrar en crisis como es entre los 3 y 4 años; alrededor de
los nueve y en la pubertad. El maestro, en consecuencia, debe extremar siempre su tacto
para conseguir que la evolución del aprendizaje musical coincida con los intereses del niño
en las distintas etapas. Al principio no hay grandes dificultades, ya que, es precisamente la
música, la primera manifestación artística que el niño es capaz de captar. Al igual que en
la enseñanza del lenguaje, el niño comienza por hablar antes de aprender reglas, también
en la educación musical se ha de empezar por en canto, o dicho de otras manera, es necesario que el maestro debe partir del conocimiento de la realidad musical para poder llegar a
la educación de la voz, el oído y el ritmo.
Por consiguiente, en primer término, el maestro debe practicar el canto, y en segundo lugar,
cuando el oído del niño posea la suficiente sensibilidad para captar la belleza musical, puede emprenderse el aprendizaje del canto entonado, al igual que ocurre en el lenguaje, nunca se podrá aconsejar una práctica a la inversa, pues a la diferencia sonora y rítmica se
llega siempre a través del sonido y no mediante un sistema de escritura o notación musical.
2. ROL DEL MAESTRO EN LA ENSEÑANZA DEL CANTO
El maestro es, sin duda, el factor más importante en la educación musical del niño. De la
forma o manera en que lleve la clase y utilice los recursos dependerá los resultados que se
obtengan. De ahí, por lo tanto, que no resulta en vano la recomendación de que los maestros procuren acrecentar sus conocimientos, ya sea en teoría, cultura y de importancia
esencial el conocimiento, dominio y ejecución de un instrumento musical. Por supuesto,
no se trata de aceptar la vieja justificación, sobre la falta de aptitud para dirigir una clase de
educación musical. En realidad, todo maestro, puede perfectamente impartir y garantizar
una lección de esta asignatura; pero ello exigirá que el docente, en todo momento, tiene
que reforzar, renovar y practicar esos conocimientos.
La educación musical requiere entonces por parte del los maestros, además de sus conocimientos generales psicopedagógicos, ciertas cualidades específicas, entre las cuales
pueden destacarse dos que son básicas: entonación y oído musical. Si el maestro es
capaz de entonar bien y pueda apreciar que, al cantar los estudiantes, repiten correctamente lo que les ha enseñado, entonces, se logra una gran eficiencia y tiene gran parte del
trabajo asegurado. Por supuesto, es imprescindible por parte del maestro, como se ha hecho énfasis anteriormente, el dominio de la teoría musical, solfeo, armonía, teoría coral,
técnica del canto, conocimientos que puede adquirir en la escuela de Música, en la Facultad de Bellas Artes del Centro Regional Universitario de Veraguas.
Paralelamente a estas cualidades técnicas, el maestro debe lograr una clase práctica y
atrayente que capte la atención de sus alumnos desde el primer momento. En este sentido, la utilización del juego y la ronda como un recurso del trabajo que efectúa en las clases
de educación musical. El docente tratará de realizar una clase variada y no rutinaria en la
que solo tiene un canto o una ronda. Los textos de pedagogía musical escolares ofrecen
una gran variedad de temas y actividades para poder seleccionar desde los juegos rítmicos
hasta la creación de frases musicales, cantos escenificados, improvisaciones en instrumentos de percusión o viento, audiciones y otros más.
Siempre hay actividades para cada momento de forma tal que, el niño se encuentre a gusto
y espere con alegría el momento de comenzar la clase de Educación Musical.
Es importante que el maestro domine un instrumento musical para presentar una clase
dinámica y pueda desarrollar, sin problema alguno, las actividades propias de la clase.
3. EL CANTO.
La necesidad del canto dentro de los programas educativos en las escuelas primarias ha
sido repetida múltiples veces. Tiene la ventaja en la formación estética del niño, pues con
estas enseñanzas adquiere un incuestionable sentido de lo bello y una percepción particular acerca de los sonidos que deben se verdaderamente admirados. También, está fuera
de duda que el canto contribuye a fijar en la mente infantil, ideas generosas y limpias, sobre
todo los aspectos que conforman la vida humana. El canto da lugar a una serie de habilidades y crea ciertos tipos de comportamientos que figuran en un alto plano dentro de la
educación nacional.
La elección del canto es un aspecto muy delicado ya que decide el buen desarrollo de la
clase y el beneficio para los niños. La pedagoga María Elena González ha reducido a cinco
las exigencias para una buena elección del mismo y se presentan de la siguiente manera:
a. El tema de las canciones
Debe de estar acorde con la edad e intereses infantiles en una gradación lógica de los contenidos concretos a los abstractos. De la habilidad del maestro dependerá el encontrar los
temas que respondan también a las finalidades de la educación que se está impartiendo al
niño. Los valores morales, estéticos y espirituales pueden y deben ser cultivados a través
de los cantos y rondas en las escuelas primarias.
b. Debe existir una estrecha relación entre música y letra.
Es lógico que, en este sentido, ambas deben tener el mismo carácter y los mismos acentos.
Si la poesía es alegre y cantarina, la música que le acompañe debe coincidir ampliamente
con esta misma característica, y no sólo en lo que concierne a la melodía sino que el ritmo
que se le impone debe cumplir este requisito. Sabido es que, así como las palabras tienen
sus acentos, en música existen éstos y consisten en reforzar los acentos de las notas de un
tema o una frase; estos acentos musicales no pueden estar en contraposición con los
acentos lógicos de las palabras, porque si no ocurre que, al ser más fuete el acento musical, queda desvirtuado el del vocablo, o viceversa.
c. La melodía debe ser simple.
De esta manera, se plantea que la melodía no debe presentar complicaciones ni dificultades con el fin de que resulte fácil la memorización al niño; esto no indica que haya que
desmejorar la calidad del canto. La melodía debe estar en una tonalidad que le permita al
niño poder cantarla; los límites de la altura, o sea la tesitura, será la que permitirá que el
niño pueda interpretarla sin dificultad. El ritmo debe estar de acuerdo con las aptitudes.
Las melodías deben ser simples, frescas, pegajosas a la sensibilidad infantil, observando
que, a veces, los niños, inconscientemente, suelen hacer modificaciones en cuanto a la
música y letra.
d. Tesitura de la canción.
Con frecuencia una canción adecuada para algunos alumnos, no lo es para la totalidad de
la clase. El maestro, por tanto, debe conocer la técnica del transporte, es decir, poder subir
o bajar de tono la canción para adecuar la tonalidad al registro de la voz de los alumnos,
con el fin de que todos puedan cantar dicha melodía sin esfuerzo alguno para la totalidad
de los participantes. Es necesario tener cuidado al escoger o realizar este trabajo. Lo primero que debe hacer el maestro es revisar si la canción permite o se adapta a este transporte, por que puede ser que al bajar la tonalidad los sonidos graves queden muy bajos o
que al subir la tonalidad de la misma los agudos resulten muy altos para los niños.
e. La forma musical.
Se debe utilizar canciones que permitan el máximo de instrumentos y recursos musicales,
para conseguir así, una auténtica clase de música, uniendo y coordinando el canto, la interpretación y el ritmo en una sola actividad. Para poder seleccionar las canciones por su
forma musical será imprescindible que el maestro posea conocimientos sobre formas musicales y no olvide, en ningún momento, que todo el material musical que maneja tiene que
ser considerado como una pequeña obra de artes, ya que una de las finalidades de la clase
de música debe ser el cultivo del sentimiento estético a través de la música, y esto sólo se
logrará poniendo al alcance del niño obras musicales que contribuyan a la formación y cultivo del buen gusto.
Sea cual fuera el método utilizado no se puede olvidar que en este proceso de enseñanza y
aprendizaje juega un papel de gran importancia la imitación que el alumno hace del maestro; por consiguiente, el niño canta lo que canta el maestro y como lo canta el maestro; de
ahí, el gran cuidado que el maestro debe tener en esta tarea.
Al niño se le enseñará a cantar por el método más simple, o sea, el de imitación. El maestro
deberá entonces, motivar el interés de sus alumnos presentando la canción que va a enseñar en forma de una experiencia viva, real y con importancia para el niño Antes de enseñar la melodía, se toma la poesía o letra , sobre todo cuando ésta es narrativa. Se puede
recurrir también al cuento, a la charla, a los juegos, etc. Todo esto debe estar revestido con
la hábil fantasía o habilidad que el maestro le de al asunto.
Todo este trabajo que desarrolla el maestro, como preparación al aprendizaje, o sea, la
presentación, toma de interés o de motivación propiamente dicha, además de atraer y despertar la atención del niño, contribuye a fijar la letra del canto que se enseñará. Como el
canto se enseñará por imitación, debemos recordar que el niño es imitador por excelencia,
entonces, aprovechando esta cualidad, debemos tener mucho cuidado al hacer uso de ella,
porque del ejemplo o modelo del canto que le presentamos dependerán los resultados.
No se le puede explicar al niño, en los primeros grados, el funcionamiento del aparato de
fonación, ni exigirle áridos ejercicios de entonación y respiración; para él será suficiente
que el maestro cante con naturalidad, con voz agradable por trasmitirle el deseo de cantar,
para que, mediante la imitación, el niño trate de repetir y luego cantar el ejemplo del maestro.
Del modelo o ejemplo depende el canto del niño. Si el maestro canta con naturalidad tratando de ser agradable, así será el canto del niño y, si lo hace con alguna tensión, así será
el resultado.
Los cantos pueden enseñarse siguiendo varios métodos por imitación y estos son los siguientes:
3.1. Aprendizaje de la letra primero y la melodía después.
3.2. Aprendizaje de la letra y melodía juntos.
3.3. Aprendizaje de frases musicales por memorización.
3.4. Aprendizaje por memorización de la obra completa.
3.5. Aprendizaje por el método de la lectura global.
3.1.
Aprendizaje de la Letra Primero y Melodía después
Este procedimiento es el más usado y consiste en separar dos dificultades de aprendizaje,
letra y música, Se le da primacía a la poesía o letra. Esto se hace mediante una conversación o charla hábilmente llevada por el maestro para que en el transcurso de la misma
surjan los términos o palabras cuyos significados no se conocen y que sirven para ampliar
el vocabulario. Estas nuevas palabras serán escritas en el tablero para que se hagan leer,
y se usen en oraciones para fijar su significado.
Después de la introducción al tema de la letra, se procede a enseñarla por el método de
repetición y aprovechando la fijación de las palabras nuevas que han sido escritas en el
tablero. El maestro dice una frase y los niños la repiten; el maestro dice la segunda y los
niños la repiten, y así, sucesivamente, hasta el final, varias veces antes de enseñar la melodía. Cuando se ha enseñado la letra se canta la canción completa, tomando en cuenta
todo lo que se ha dicho con respecto al modelo o ejemplo que luego tendrán que imitar los
alumnos.
3.2. Aprendizaje de letra y melodía juntas
Cuando la letra y la melodía son cortas y de fácil memorización, se puede enseñar las dos
simultáneamente.
Estas canciones cortas son para los grados inferiores, canciones que presentan temas de
interés infantil y que dan lugar a las dramatizaciones que gustan a los niños.
La interpretación con mímica que hace el maestro frente al grupo tomando la misma canción, como medio para despertar la atención del grupo, le da a estas clases un carácter
distinto a la de la simple repetición. Por medio de este método, el niño adquiere la impresión de palabra y sonidos íntimamente relacionados.
En las repeticiones del ejemplo que da el maestro, los alumnos deben agregarse al canto
en la medida que vayan tornando las palabras de la canción hasta llegar al momento que
todo el grupo canta con el maestro sin necesidad de haber enseñado la letra y la melodía
por separado.
3.3.
Aprendizaje por memorización de frases musicales
Usando este procedimiento, el maestro canta la canción completa para que el alumno tenga una idea general de la obra. Después cantará las frases que componen la pieza musical. Letra y melodía juntas, varias veces para que el alumno repita la frase para su memorización, se puede recurrir a varias actividades como son, por ejemplo, descubrir las frases
musicales, el juego de levantar la mano donde termina cada frase, también dividir el grupo
para que unos canten una frase y los otros, la siguiente y, así, sucesivamente. Este procedimiento debe usarse cuando se presentan canciones que son un poco largas y que no
permiten al maestro hacer repeticiones de la canción completa, es decir, repetirla, de arriba
hacia abajo para su memorización. Con este método se enseña la canción completa, pero
por partes, es decir, por frases musicales.
3.4.
Aprendizaje por memorización de la obra completa
Este procedimiento permite al maestro enseñar la canción completa, memorizando la letra y
la melodía simultáneamente. Este método se recomienda para los grados superiores y
puede hacerse a través de discos o grabaciones o del ejemplo que presenta el maestro.
Las canciones deben ser adecuadas y no estrictamente largas, pues podrían perder su calidad de canción infantil escolar. La canción se presenta completa, ya sea por medio de la
grabación o cantada por el maestro varias veces antes que los alumnos la repitan. A medida que la canción se escucha una y otra vez, irá quedando grabada en la memoria y luego
el grupo podrá repetirla.
3.5.
Aprendizaje por el método global.
En la enseñanza general, se habla de la globalización de la enseñanza por medio del método global. En la Educación Musical se puede y se debe recurrir, a veces, a este procedimiento para obtener buenos resultados, no sólo en las canciones sino también en la escritura musical constituye un verdadero problema en la clase de Educación Musical. Por medio de este procedimiento, se presenta y se enseña una canción completa, no sólo por medio del oído y su imitación, sin que también por la música escrita de la canción. En esta
forma, el alumno relaciona palabras, sonido y la escritura musical de un canto. Este método
debe usarse con melodías sencillas que no posean más de ocho compases, es decir de
dos frases musicales. Cuando el niño canta la letra escrita y memoriza en forma conjunta la
escritura musical y el sonido. Para la aplicación de este método, el maestro de grado debe
tener los conocimientos necesarios en cuanto a la música, sin los cuales se le haría difícil el
uso individual, la escritura que el alumno debe usar.
En resumen, los métodos y procedimientos para enseñar el canto en la primaria pueden
variar con cada maestro, cada uno será capaz de tener sus propios métodos, pero estos
sólo serán válidos si mantienen presente y firme los principios psicológicos y pedagógicos
de la educación panameña.
Los pedagogos han señalado las sugerencias que se presentan a continuación y que debieran seguir los maestros con respecto a la enseñanza de los cantos escolares.
a. El maestro debe saber perfectamente la canción que va a enseñar.
b. Debe cantar en tono alto, tanto como lo permita el grupo de niños a quienes enseña.
c. Debe cantar con voz suave, de modo que los niños tengan que escuchar atentamente,
pero no en voz tan baja que pierdan el interés.
d. No debe empezar a cantar hasta que tenga la atención de todos los niños.
e. Para presentar la canción, el maestro debe copiarla en el tablero o pisaron, cuando los
niños saben leer.
f.
Debe cantarla completa; después se comenta la canción y se explican las frases o palabras desconocidas.
g. Según la clase de música que se presenta, los niños toman diferentes actitudes: de
alegría, de tristeza, de melancolía, etc., que en ocasiones se manifiestan por movimientos rítmicos con las manos y los pies. Al discutir la letra, debe hacerse notar por
qué la canción es triste, alegre o melancólica, etc.
h. Los niños la cantarán varias veces. El maestro debe tener cuidado de que aprendan
bien la música.
i.
Los errores, si los hay, deben corregirse inmediatamente. Para esto, se canta bien
despacio la parte que ofrece la dificultad ayudándose con movimientos de la mano siguiendo el compás.
j.
Para la repetición necesaria, al aprenderla y que no sea aburrida, puede hacerse de
distintas maneras como:
 El maestro canta la primera palabra y los niños completan la frase.
 El maestro canta una frase, los niños cantan la otra.
 Un grupo canta una frase, el resto canta la que sigue.
 Cada fila canta una estrofa;
 Los niños cantan una frase o una estrofa y las niñas cantan las otras.
 Un niño o grupo de niños se paran al frente y cantan una frase o estrofa; los demás
terminan.
 Un grupo entona la melodía sin palabras. Los otros la cantan con las palabras.
 Un grupo canta; otro lleva el ritmo con golpecitos o con movimientos de la mano.
Cuando un niño es desentonado, porque no ha tenido preparación anterior o porque es dis-
traído, hay que darle atención individual, enseñándole la melodía poco a poco hasta que
pueda unirse al grupo. Es muy aconsejable sentar a este niño entre dos que entonen bien.
4.
EL CANT0 ESCOLAR
El canto escolar ha de ser, ante todo, un acto higiénico. Las precauciones y cuidados del
educador tienen justificación como medidas higiénicas. Cantar mal no sólo es feo, sino antihigiénico.
La mejor posición para cantar es de pie. Los niños no deben, sin embargo, ser obligados a
permanecer de pie hasta el cansancio, sino por intervalos, para cantar.
El maestro cuidará que los alumnos no adopten posiciones inconvenientes, como encorvar
el cuerpo hacia adelante o bajar la cabeza mientras cantan, por estar leyendo la letra del
canto.
Hay que vigilar, también, que las indicaciones no conduzcan al alumno a adoptar posiciones incómodas por exageración. Las actitudes rígidas del cuerpo son también inconvenientes.
La respiración es la base, indispensable, del canto.
Hay que demostrar al niño que la voz depende del aire que se expele de los pulmones y
que si no almacena suficiente aire allí, no puede producir sonidos largos ni fuertes. Hay que
enseñar al alumno que la resistencia que tiene en los actos de nadar, correr, luchar, trepar
y cantar, dependen de la manera cómo respira mientras nada, corre, lucha, trepa y canta.
El canto no debe comenzar bruscamente sin preparar la respiración. Los niños deben ser
pacientemente acostumbrados a hacer aspiración de aire suficiente (no exagerada) antes
de emitir la voz y se les debe enseñar en cada canto a aprovechar el instante oportuno para hacer respiraciones que les permitan mantener la voz sin desfallecimientos.
La respiración en el canto de los niños merece un cuidado especial. El maestro debe observar a los alumnos mientras cantan y, bondadosamente, corregir la posición del cuerpo e
insistir en forma adecuada que los niños renueven el aire en dosis suficiente mientras cantan.
Durante la enseñanza de la canción, sería mejor demostrar cómo y cuándo se respira.
La voz del niño es el sonido más delicado que existe. El educador debe considerarle así.
Este instrumento musical que es el ser humano mismo, sólo puede emitir cierto número
limitado de sonidos, al igual que todos los aparatos inventados por el hombre para producir
sonidos musicales.
5.
DEFECTOS DE LA VOZ INFANTIL
El maestro tiene, además, que esforzarse para conseguir de los alumnos una voz infantil
natural y hermosa exenta de defectos graves. Los defectos más graves son:

La voz nasalizada (voz de ñato),

La voz gutural (voz tragada)

Y la voz gritada.
La tendencia a emitir la voz cantada por la nariz es frecuente entre los escolares de nuestro
país y ello puede tener su origen, muchas veces, en enfermedades o defectos físicos; pero
es evidente. que ella se puede contrarrestar, en muchos casos, por la simple corrección del
niño en la escuela.
La voz gutural es también frecuente, y generalmente causada por la posición de la lengua
en el canto; muchos niños al cantar recogen la lengua hacia atrás, con lo cual obstruyen la
salida de la voz y reducen la resonancia en la boca. Por eso, conviene enseñar a los alumnos a cantar sonidos de vocales largas, preferentemente la A con un solo sonido y pedirles
que abran la garganta, y traten de mantener la lengua “acostada” en la boca. Ejercítense
las siguientes palabras en canto lento:
A
O
OÁ
MAMA
COCO
ULE
PANAMÁ
COROZO
JAQUÉ
TABASARÁ
COCOSOLO
DIVALÁ
Hágase en la siguiente forma:
a. Tómese aire.
b. Empiece a cantar suavemente y auméntese la fuerza terminando suavemente hasta
agotar el aliento.
c. Empiece suavemente y termínese fuerte.
d. Sin cansar a los niños, varíen las vocales en diferentes días y usen los efectos de fuerte al débil y viceversa.
Los alumnos deben ser llevados a comprender que la boca es cámara de resonancia y de
amplificación y que, mientras no abran la garganta y la boca en la forma conveniente, la
voz del canto será pobre en sonoridad.
Aquí urge hacerles distinguir entre la voz sonora y la voz sonora gritada.
El canto gritado es uno de los defectos más frecuentes de los alumnos sin educación musical. Es preciso despertar, en los niños, aprecio por su propia voz y conducirles al cuidado
higiénico que ellos pueden tener en un futuro cercano.
El hablar a gritos y el cantar gritando puede ser voces parecidas o iguales . El niño que habla a gritos y grita mucho en sus juegos, generalmente canta con una voz estropeada y difícil de embellecer. Con frecuencia las voces infantiles, por lo delicadas y las voces gritonas, que se distinguen por su fuerza, son erróneamente tenidas por mejores.
El maestro a veces obliga a los niños a cantar gritando. Ello ocurre cuando los niños se ven
forzados a emitir sonidos muy altos, que sólo pueden obtener haciendo violencia con la voz.
Este hecho ocurre a diario. Es necesario hacer conscientes a los maestros de que ellos
obligan a los chicos a cantar gritando cuando la canción está en un tono muy alto. Habría
un remedio radical: Usar la voz de cabeza en el canto escolar. Buen remedio, por cierto.
Pero hay que acostumbrar a los varones, desde los grados bajos, a cantar con voz de cabeza para obtener resultados satisfactorios. También hay que contrarrestar la influencia del
ambiente, ya que el canto popular de nuestro país da lecciones distintas a nuestros niños.
6.
ETAPAS DEL DESARROLLO MUSICAL DEL NIÑO
a. Ritmo: La actividad rítmica del niño se inicia en los jardines de infancia a través de la
realización de movimientos, marchas, adivinanzas, cuentos, rondas, diálogos, dramatizaciones, etc. El maestro debe concebir esta actividad rítmica en forma de juego para crear situaciones imitativas con intención de desarrollar aptitudes formativas positivas.
Las propias canciones de los niños deben ser utilizadas por el maestro como contenidos temáticos apropiados para iniciar el aprendizaje de la actividad rítmica.
En esta clase de metodología del canto se debe utilizar el ritmo, en todos los cantos
que se van ha enseñar. Se utilizarán las manos y pies para marcar el compás.
Se puede recurrir también al uso de instrumentos de percusión (palitos, triángulos,
panderetas, etc.) para llevar el ritmo.
El maestro debe utilizar todos los recursos que estén a su alcance para que el niño
practique realmente actividades rítmicas apropiadas y medidas a su edad.
b. Melodía: En la segunda etapa, llamada “etapa de la melodía”, el niño presta mayor
atención a la belleza melódica. Esta es la etapa adecuada para cultivar el oído e iniciar el adiestramiento vocal de los escolares. Ahora corresponde exigir, en el canto de
los niños, estricta afinación.
El repertorio musical, a partir, de esta etapa, ha de contener cantos melódicamente
bellos, aunque no tan interesante en lo rítmico. Este es el tiempo indicado para echar
las bases de la lectura musical entonada.
c. Armonía: La tercera etapa es aquella en la cual los niños perciben con mayor interés
los efectos armónicos producidos por la mezcla de diferentes sonidos musicales; es
decir, por la armonía y la polifonía. En esta etapa corresponde iniciar a los escolares
en el canto a dos, a tres o más; voces y constituir grupos corales seleccionados.
Lógicamente, en esta época revelan los escolares sentir mayor interés por las audiciones
de música de orquestas, bandas, coros y demás conjuntos musicales.
d.
Formas: La cuarta etapa se distingue por la capacidad que los escolares revelan
para percibir las formas elementales. Esta es, desde luego, resultado del desarrollo
anterior, y requiere la acción continuada de educadores musicales especializados.
Dadas las circunstancias de la Escuela Panameña, arriba señaladas, no pretendemos alcanzar la ansiada meta, Bástenos establecer que podemos aspirar a las dos primeras etapas del desarrollo musical de los niños, es decir, que podemos aun sin maestros especiales, hacer buena labor cultivando la sensibilidad rítmica y melódica, aunque con modestos
recursos. Ello requiere un esfuerzo mayor, una mayor conciencia del problema y un repertorio musical escolar constantemente renovado y enriquecido.
Por medio de la melodía se cultiva el oído y se debe iniciar el adiestramiento de vocalización de los alumnos.
Al terminar un canto, el estudiante debe tener pleno conocimiento de la melodía.
7.
EL CANTO CORAL ESCOLAR
El canto coral escolar, vehículo inapreciable de cultura y expresión comunitaria, adquiere
en la primera etapa de la enseñanza una gran importancia como factor de educación general y musical. A través de la práctica el niño se sensibiliza a canciones adecuadas a sus
necesidades espirituales y aprende a integrarse con sus compañeros en pos de la consecución de un ideal de belleza, que la hace apreciar intensamente la pequeña obra de arte
lograda merced al esfuerzo común.
A primera vista, resaltan tres factores muy importantes:
a. El docente musical.
b. Los integrantes del coro.
c.
Los medios y el tiempo disponibles para organizar un coro, prepararlo vocalmente y
formar su repertorio escolar.
Estos tres elementos se complementan y conjugan íntimamente, formando un todo integral
y armónico pero, el profesor de música constituye el elemento humano primordial, determinante en la gran mayoría de los casos del éxito o del fracaso del trabajo coral propiamente
dicho.
a.
El maestro de música
Se considera, en primer término, las condiciones que debe reunir el profesor de música,
director de un coro de niños o adolescentes, dispuesto a abocarse a esta tarea. Las características o cualidades que debe reunir un profesor de música son:
1. Percibir la afinación de las distintas voces que integran una composición coral escolar,
como partes independientes entre si o como integrantes del conjunto.
2. Percibir las desafinaciones o errores que cometen sus alumnos.
3. Poder cantar con afinación exacta cualquier voz de la obra coral, solo o acompañado
por las otras voces, el piano y / u otros instrumentos.
4. Percibir exactamente el conjunto armónico de Los acordes o la superposición de las
diversas líneas contrapuntisticas de la obra coral que enseña.
5. Clasificar correctamente la voz de sus alumnos.
6.
Conocimiento de la forma correcta de respirar y de emitir la voz, como así también de los recursos pedagógicos necesarios para educar y corregir los defectos vocales de sus alumnos.
7.
Conocimiento de los principios básicos de la armonía y del contrapunto, de los elementos constitutivo del ritmo de la frase y de las formas musicales.
8.
Criterio acertado para la elección de las obras corales que va a enseñar, adecuadas a su capacidad y a la de sus alumnos, privando para ello un gran sentido didáctico
a la par que estético y musical.
9.
Capacidad para actualizarse constantemente, mediante la participación en cursos de
dirección coral, extensión pedagógica, conferencias, seminarios, audición de ensayos
y de conciertos corales a cargo de directores experimentados, lectura de libros especializados sobre la materia, intercambio de experiencias con otros docentes, etc.
10. Sentido afinado de la autocrítica, alerta y vigilante, que le permita evaluar con exacta
objetividad y claridad los resultados de su propio trabajo y del de otros directores de
coro.
11. Correcto ordenamiento y planeamiento de los objetivos propuestos y elección de la
metodología apropiada para lograr su concreción.
12. Cultivo de una cultura general amplia, complemento de su cultura musical.
13. Espíritu entusiasta y positivo,. amor por sus alumnos y por el trabajo que realiza. Sano
equilibrio físico, mental y espiritual.
Con estas condiciones humanas y técnicas pueden conformar muy bien en su integridad el
perfil del Director de un Coro Escolar
b.
LOS INTEGRANTES DEL CORO
El segundo factor, los integrantes del coro (niños y jóvenes concurrentes a escuelas primarias, secundarias y la universidad integrantes de diversos núcleos sociales) conforma un
núcleo si se quiere heterogéneo, pero sumamente dócil y maleable a los estímulos de un
buen profesor de música.
Se ha podido comprobar que en todos los ambientes sociales y en las distintas regiones del
país encuentra eco favorable la práctica de la educación musical a través del canto coral,
cuando el profesor posee los medios y las condiciones necesarias para llegar al corazón, a
la sensibilidad y a la inteligencia de sus alumnos.
c.
LOS MEDIOS Y EL TIEMPO DISPONIBLE
El tercer factor, los medios y el tiempo de que se vale y se dispone para trasmitir la enseñanza, está condicionado a la mayor o menor capacidad en este sentido, incidiendo también en el material didáctico audiovisual, el lugar y el tiempo dedicado al trabajo coral.
Se debe considerar el lugar donde se dictará la clase. Debe ser un salón lo suficientemente
amplio como para acoger cómodamente el número de integrantes del coro, poseer luz y
ventilación adecuada y estar alejado o protegidos de los ruidos exteriores, estar dotado de
gradas y/o sillas, de preferencia las dos cosas, ya que muchas veces conviene realizar el
trabajo de preparación previo sentados, sobre todo si la clase es larga, o se dicta a las últimas horas del quehacer escolar. Es casi imprescindible contar con un piano en buenas
condiciones de uso, afinado “al corista,” En caso de no poseerse un piano en esas condiciones, es preferible abstenerse de él.
Los medios de que se vale para este fin han sido especificados en primer término al
enumerar las condiciones que debe reunir el profesor de música. Ellas serán completadas
con el material audio-visual que se requiere para este trabajo; diapasón cromático de silbato o de horquilla; láminas con la escritura de la partitura coral completa o partes individuales
para cada corista, también completas. Es muy conveniente también poseer un grabador
para reproducir las interpretaciones del coro en forma completa o parcial, ya que este medio constituye un poderoso auxiliar corrector, tanto para el profesor como para los alumnos.
El tiempo es otro factor de suma importancia en este tipo de trabajo. Desgraciadamente es
muy breve el que se destina a la clase de música en nuestras escuelas, tanto primarias
como secundarias. Es sabido que la enseñanza de obras corales a veces reales demanda
siempre un tiempo mayor que al unísono. Ello motiva que el profesor con inquietudes artísticas deba buscar fuera del horario escolar el tiempo necesario para realizar voluntariamente un trabajo coral más completo y de mayores proyecciones, Si pretendemos formar una
agrupación coral bien organizada, que posea homogeneidad de sonido y afinación, con un
repertorio mínimo, deberemos necesariamente dedicar por lo menos de dos tres horas por
semana a esta actividad. El ideal sería, desde luego, una clase diaria de una hora. De otra
forma, si los ensayos son irregulares y poco frecuentes, se perderá en el cambio de una
clase a otra la continuidad y los beneficios del aprendizaje. De lo expuesto se observa como de estos tres factores que integran los diversos aspectos de la enseñanza musical y
coral. Cobran primerísima importancia el docente con conocimiento musical, quien poseyendo las aptitudes y conocimientos enumerados precedentemente podrá abordar con gran
seguridad la organización y preparación coral.
Descargar