****** JEFE DE LINEA: MANDE DESCANSO. Excelentísimo Señor General Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Excelentísimas e Ilustrísimas Autoridades Civiles y Militares, Militares profesionales, Caballeros y Damas alumnos, Personal Funcionario y Laboral, Damas de Loreto, Queridos familiares, Amigos y Compañeros: Sean mis primeras palabras para agradecer la presencia hoy entre nosotros, presidiendo este Acto, del Teniente General Ibarreta, en su condición de Segundo Jefe del Estado Mayor, pues contribuye muy especialmente con su presencia a darle realce, muchas gracias mi General. Gracias, igualmente, a las autoridades civiles y militares que nos acompañan y que acreditan la importancia de la labor docente de este centro y de este Acto castrense. Un año más este Centro se une al resto del Ejército del Aire para celebrar su Patrona. No es ésta una rutina, una fecha más del Calendario, sino el día en el que todos los que vestimos el Uniforme de Aviación hacemos un alto en el camino para declarar solemnemente y en voz alta nuestro orgullo de ser aviadores, con cometidos en vuelo o en tierra, y reafirmarnos en nuestra voluntad de ser dignos de la confianza que en nosotros han puesto nuestros conciudadanos al habernos encomendado la misión de la seguridad y defensa de España y de los españoles desde el aire. Para todos los miembros del Ejército del Aire, acostumbrados a mirar al cielo y habituados a ver las cosas 1/6 420300877.doc desde una perspectiva en la que todo, sobre todo los problemas, quedan pequeños, resulta fácil un contacto cercano con lo espiritual, con ese azul en el que la Virgen de Loreto es nuestra referencia y guía. A ella pedimos su protección y que acaricie en su seno a nuestros compañeros fallecidos, a los que tanto echamos de menos. En este día de fiesta hemos asistido con emoción a la Jura de Bandera de los Alumnos de nuevo ingreso de esta Academia. Más allá de la fiesta misma, del acto entrañable que concentra en esta Plaza de Armas a familiares y amigos de nuestros alumnos, más allá de los himnos y el paso marcial ante la Bandera, hay, en el acto de hoy, un significado profundo que no debe pasar desapercibido. Hoy, ante los vuestros, ante vuestros jefes, pero sobre todo ante España, representada aquí por su Bandera, habéis asumido con vuestra palabra, como hacen los grandes hombres y mujeres, un profundo compromiso como Soldados. La Bandera es hoy el centro de este Acto, y ello porque simboliza todo aquello que habéis jurado custodiar, incluso con vuestra vida. En un día como el de hoy parece, por ello, pertinente explicar qué representa esa Bandera ante la que habéis expresado vuestra promesa. La enseña de la Patria no simboliza una vaga referencia a una España mítica, teórica, que nadie sabría definir. Ella encarna, eso es verdad, el alma de nuestro pueblo, pero ese alma ni pertenece a nadie, ni se fundamenta en una historia que, por definición, siempre tendrá el color de aquél que la escribe. 2/6 420300877.doc Tampoco es la Bandera el reflejo de un sentimiento, pues los sentimientos pueden o no sentirse, ni mucho menos es el emblema de una ideología, que puede o no compartirse. La Bandera representa, nunca lo olvidéis, lo que en común tienen todos los hombres y mujeres de España. Se trata, pues, del símbolo de algo concreto, el símbolo de un pacto de convivencia entre todos los españoles. Por eso, la Bandera ante la que habéis jurado no es propiedad de los hombres de uniforme, ni de la Academia General del Aire. Nosotros, miembros de las Fuerzas Armadas, somos meros depositarios de los símbolos de la Patria, nunca dueños, porque nadie puede pretender poseer a un pueblo. La Bandera, queridos alumnos, representa, pues, a todos y cada uno de los españoles, con sus diferencias, con sus diversas opiniones, con sus variadas procedencias. Nos representa a todos, no excluye, no diferencia, porque si excluyera a un solo español, ya no sería la Bandera de España, sino la de una España. En ella estamos todos por igual, en su abrazo cabe toda ideología y condición, con ella hemos dado el último adiós a tantos y tantos héroes anónimos… Por eso, jurando la Bandera, os comprometéis a poneros al servicio de todos y cada uno de los españoles. Nuestra Bandera de España, que comparte hoy ilusión con la Bandera de Europa, de la que es parte inseparable, como común voluntad de un proyecto compartido, es hoy, más que nunca, un grito desgarrado contra la exclusión, el símbolo visible de lo que, en nuestra diversidad, todos nosotros somos. Por ella se puede morir, y por ella, por nuestra España, merece la pena vivir…. 3/6 420300877.doc Quizá lo que sobran en este día son demasiadas palabras grandilocuentes, vagas referencias a compromisos huecos, fáciles de manipular. El vuestro es un compromiso concreto, del que se derivan las misiones que mañana nos encomendarán todos los españoles, a través de sus representantes legítimos. Vuestro contrato con España no se limita a unos horarios de trabajo, a unas tareas más o menos complejas, a unos resultados mensurables en términos de coste/eficacia o de eficiencia…. Vuestro contrato con España va mucho, mucho más allá. Consiste, por encima de todo, en estar permanentemente atentos a la llamada de la Patria, a la llamada de los españoles que vean peligrar su vida o sus derechos, allá donde se encuentren. Llegado el caso, no dudaréis en dejarlo todo para acudir donde España os necesite, y por tanto vuestra actitud será siempre la de estar alerta, a disposición de nuestro Gobierno, pendientes de las órdenes de vuestros jefes. En un mundo en que todo parece cada día más relativo, vuestro paso adelante de hoy, vuestro beso a la Bandera supone una entrega incondicional a un ideal, una genuina vocación de servicio. Queridos amigos, con vuestra entrega, rendís además homenaje a nobles ideales de tolerancia y libertad, a esos mismos ideales por los que no pocos compatriotas han entregado su vida a lo largo de la historia. Por eso decía que el Acto de hoy, más que una mirada al pasado es una apuesta de futuro, la esperanza en un futuro de concordia para nosotros, nuestros hijos y nietos, en el que la Bandera de España sea un punto de encuentro para 4/6 420300877.doc todos, la expresión de nuestra voluntad de compartir un proyecto. Enhorabuena, queridos alumnos, desde lo más profundo de mi corazón. Pasead vuestros uniformes con orgullo, dedicad a esta vocación toda vuestra vida, disfrutad en destinos y misiones y no olvidéis nunca que vuestra condición de oficiales no representará jamás privilegio, sino que os obligará a ser, además, ejemplo y guía de vuestros hombres, no sólo en el heroísmo del combate sino, sobre todo, en el tedio del día a día. Cumplid y haced cumplir las órdenes de vuestros Jefes, conscientes, como os he comentado que, llegado el caso, estáis llamados a ser, en íntima armonía con vuestros compañeros de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la última garantía de la libertad de todos los españoles. Quiero agradecer públicamente los desvelos de todo el profesorado de esta Academia, haciéndoles partícipes del éxito que supone vuestra jura. Quiero, por fin, felicitar efusivamente a vuestros padres, por haber sabido educar en un mundo difícil, a unos hijos que están dispuestos a consagrar su vida al servicio de un ideal. Llevaros, queridos amigos, para terminar, en la memoria la letra de la marcha que habéis escuchado hoy al pasar ante la Bandera, “El día en que yo muera, si estoy lejos de mi Patria, solo quiero que me cubran con la Bandera de España”. JEFE DE LINEA: MANDE FIRMES 5/6 420300877.doc Militares profesionales, Caballeros y Damas Alumnos, Personal Funcionario y Laboral, Familiares, Amigos y Compañeros, Españoles, como reafirmación en los compromisos y en los valores en los que nos reconocemos, os invito a gritar conmigo: ¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA EL REY! ¡VIVA EL EJÉRCITO DEL AIRE! 6/6 420300877.doc