Felinos

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A mucha gente les gusta la dignidad y belleza del gato, pero también puede ser juguetón y gracioso. Muy
pocos gatos aprenden a obedercer las órdenes del amo como cualquier otro animal doméstico. No siempre
acudirán cuando se les llame, simplemente prefieren permenecer sentados. Tampoco son tan cariñosos como
otros animales, pero lo cierto es que demustran un cálido afecto ronroneando, arqueando el lomo, y frotándose
contra las piernas de su amo.
Este tipo de animal necesita muy pocos cuidados y son adecuados para permanecer en pisos pequeños. Se les
educa fácilmente a hacer sus necesidades fuera de casa y cada día se limpian cuidadosamente con su propia
lengua.
Muchos pueblos tienen extrañas creencias o supersticiones acerca de preever el futuro y que tienen poderes
mágicos. En la Edad Media se creía que eran compañeros de las brujas. Muchos gatos se tomaron por brujas
metemorfoseadas y por ello se les sometieron a crueles tormentos. A los gatos negros se les creía malignos, y
en otros sitios, portadores de buena suerte.
Hay muchísimas clases distintas de gatos, de diferentes tamaños, pero en general son pequeños. Algunos
poseen cola y otros no. También varían la longitud, y el color del pelaje, y a pesar de todo esto, todos los gatos
se parecen entre ellos.
El cuerpo del gato es esbelto y largo; tiene quinientos músculos diferentes, que saber emplear con habilidad.
Un anatomista hace años afirmó que los músculos del gato son casi tan elásticos como la goma. Este
conveniente les permite deslizarse por los agujeros más pequeños. El gato es un hábil trepador y puede andar
por los reprechos de las ventanas y por las delgadas ramas de los árboles sin perder el equilibrio.
Al contrario de muchos animales, el gato no puede correr grandes distancias, pero si que es capaz de dar
grandes brincos y saltos y de esta forma puede coger ratas, ratones, y pájaros.
Andan sobre los dedos en lugar de sobre la planta de los pies. Cada dedo posee una fuerte y afilada uña que se
desliza adelante y atrás de un pliegue de piel que parece la vaina de un cuchillo de caza. De normal, los gatos
llevan escondidas las uñas en el interior de las zarpas que en esa condición tienen el tacto aterciopelado. Pero
cuando se espantan o estan cazando, sacan las uñas que entonces se convierten en armas afiladas. Les gusta
tener siempre las uñas bien afiladas, lo cual lo hacen arañando la corteza de los árboles.
A la luz brillante de las pupilas del gato se contraen hasta convertirse en unas estrechas ranuras verticales. De
esta forma impiden la entrada en sus ojos de la mayor parte de la luz y los preservan de la ceguera. Y cuanto
más ténue es la luz, más se abren las pupilas. En la oscuridad de la noche son muy grandes y casi redondas,
como las pupilas de un hombre. Los gatos pueden ver satisfactoriamente muy poca luz.
Los gatos domésticos se dividen actualmente en dos clases principales: los de pelo corto y los de pelo largo.
Los primeros son más comunes. Se cree que descienden del gato salvaje de Kaffir, domesticado en el Egipto
de los faraones. Su pelaje es corto, espeso y recto. Son de cuerpo largo, esbelto y recuerda mucho a sus
parientes los tigres y los leones. Casi todos los gatos errantes, o lamados gatos callejeros, son de pelo corto.
Pero incluso hasta este tipo de gatos, se convierten en unos bellos animales si se les da buenos alimentos y
casa limpia.
Los gatos de pelo largo, son los de Angora y los persas. Ambos tiene pelaje largo y sedoso, colas pobladas y
unos largos pelos llamados collar alrededor de la garganta. En lo general, son mucho más pesados que los de
pelo corto.
Los colores del pelaje pueden ser los mismos en unos y en otros: negro, gris humo, gris plateado, gris azulado,
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blanco puro, blanco amarillento, pardo y anaranjado. Algunos sólo poseen un color para todo el cuerpo. Otros
tienen rayas o manchas.
Dos razas muy conocidas de gatos de pelo corto son los de la isla Man y los siameses. Algunos de los
primeros carecen de cola y otros tienen sólo un pequeño apéndice romo; ademas, sus patas posteriores son
largas. Cuando corren a gran velocidad parecen dar saltos como los conejos. El siamés está apreciado por su
inteligencia y belleza. Sus ojos son de color azul profundo y su cuerpo suele ser leonado claro, con la cara,
orejas, patas y cola castaño oscuro.
La altura estimada de un gato doméstico es de entre 20 a 25 cm de altura. La distancia desde la punta de su
nariz hasta la base de su cola es sobre 46 a 51cm y tan solo la cola mide entre 25 a 38 cm de largo. Las gatas
suelen pesar de 2.7 a 4.5 kg y los machos de 4.5 a 6.8 kg, dependiendo siempre del tamaño de su esqueleto.
La cabeza es grande si lo comparamos al resto del cuerpo. La nariz y las garras son cortas, y las orejas son
grandes y punteagudas.
En los gatos, como en los humanos, en la parte interna del oído contiene un mecanismo complicado, y es este
mecanismo el que no permite al animal el caer en sus pies cuando se cae, y no la cola como la mayoría de las
personas piensa.
Los gatos mueven la cabeza entera, y no los ojos solamente, para seguir a los movimientos ajenos a él. Son
muy alertos a todo lo que les rodea pero probablemente no distingue el color.
Sus piernas son cortas pero muy buenas para otro tipo de cosas. Fuertes músculos producen instantáneamente
las fuerzas necesarias para cazar a sus presas.
Los gatitos pueden nacer en cualquier época del año. Normalmente depende del tipo de gato y el clima de la
zona. La gata permanece preñada durante 65 días y mientras se va acercando la hora del parto, ella busca un
lugar tranquilo, y seguro para los nuevos seres.
De normal la cabeza sale primero. La media de gatitos nacidos se estima en 4 por parto y nacen cada uno a su
tiempo con unos 30 minutos de diferencia entre ellos. Las gatas siamesas pueden tener de 8 a 12 crías. En el
transcurso de su vida cada gata puede llegar a tener 120 gatitos y aún más.
Cuando nacen, no tienen dientes y los ojos permanecen cerrados, las orejas tumbadas contra la cabeza. Al
principio son unos seres inofensivos que duermen o maman la mayor parte del tiempo. La cola la tienen muy
cortita y triangular, y su pelaje es extremadamente suave y delicado. Los primeros dientes salen al cabo de las
dos semanas y a los dos meses ya tienen sus 26 dientes que componen su mandíbula. Estos dientes son
reemplazados por otros 30 cuando el gatito cunple sus sies meses. Por lo general, empiezan a abrir los ojitos a
los 8− 13 días de su nacimiento y todos ellos tienen la pigmentación del ojo azul.
Los gatitos tienen un maullido agudo y chillón. Antes de que hayan andado lo suficiente para ensuciarlas, las
almohadillas inferiores de sus zarpas son del color de las franbuesas maduras. Los gatitos aprenden a
ronronear a las 2 semanas de nacer. Empiezan a jugar a las 3 semanas y pronto se les ve retozar. Cuando
tienen 7 semanas se les puede empezar a dar carne picada cruda ; poco después ya podran pasarse sin la leche
de la madre. Pero aún seguirán necesitando leche tibia de vaca para beber.ç
La gata madre cuida celosamente de sus hijuelos y es capaz de luchar fieramente para protegerlos. Si no los
considera seguros en un lugar, los lleva a otro. Para transportarlos los coge por la piel de la nuca. Con su
lengua, la gata limpia y peina a cada uno de ellos y procura que su yacija esté limpia en todo momento.
Los juegos de los gatitos constituyen un adiestramiento para sus futuras actividades de cazadores fe ratones.
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Casi indefectiblemente saltarán sobre un pedazo de cordel arrastrado por el suelo o golpearan con sus zarpas
un ovillo o una pelotita colgados del extremo de un cordel. Los gatitos siempre se acercan a investigar el
origen de cualquier ruidillo ténue, parecido al que produciría un ratón.
En América suele decirse que el gato murió por curioso. En efecto, los gatos se ven a veces en peligro por
culpa de su curiosidad. Les gusta explorar los pequeños rincones obscuros, o encerrados en baúles, cajones de
la cómoda, y hasta en los cubos de basura.
Los gatos adultos no suelen ser tan revoltosos como los gatitos, pero también les gusta jugar y disfrutan
corriendo tras la punta de un largo bastón o de una caña de pescr que arrastran por el suelo. Pero en general,
los gatos son muy tímidos y nada violentos. Prefieren que les froten suavemente alrededor de las orejas y
entre las paletillas. No siempre un gato tiene ganas de jugar o de ser mimado.
Un gato bien alimentado y cuidado puede vivir unos 14 años. Se han dado casos de llegar a vivir hasta 31
años.
Al gato se le puede dar indistivamente carne cruda o cocida. Nunca tocino, queso, o carnes especiadas o
demasiado saladas como el jamón serrano o las salchichas. Les suele gustar el corazón, los riñones, los
pulmones y la tripa. La leche es buena para gatos y gatitos, pero no se mantendrían sanos mucho tiempo.
Necesitan, por otra parte, agua limpia y fresca para beber.
A los gatos les gusta mucho la hierba llamada gatuña. El sabor o el olor de la gatuña les vuelve locos de
contento. Es un buen tónico para los gatos, pero en cantidad excesiva los torna alborotados y pendencieros.
A los gatos se les puede permitir salir al exterior aun con tiempo frçio, pero no debe nadie obligarles a
permanecer fuera contra su voluntad.
Cuando se laven, y se peinan con la lengua, pueden tragar pelos sueltos, los cuales causan gran perjuicio a los
gatos de pelo corto. Pero los pelos largos pueden llegar a formar grandes pelotas de palo (bezoares) en el
estómago y el animal enfermar de gravedad. Por consiguiente, los gatos deber ser cepillados y peinados a
menudo para sacar de su pelaje los pelos sueltos.
Nadie ha sabido con exactitud cuándo ni cómo los gatitos primero aparecieron en la Tierra. A pesar de esto,
muchos investigadores afirman que el primer gato ancestor de todos fue el llamado Miacis, el cual vivió hace
40− 50− millones de años.
El gato ha sido uno de los temas favoritos de los artistas y escritores desde hace cientos de años. Esculturas y
dicujos mostraban imágenes de cabezas de un gato. La gente por entonces pensaba que si tenías colgado en tu
casa una de estas figuras o pinturas en las casas o templos, mantenía a los ratones y ratas lejos del lugar. Estos
animales se han podido ver retratados en el trabajo de artistas como Leonardo da Vinci, Éduord Manet y
Pablo Picasso.
Probablemente el gato más conocido sea Félix el gato, una estrella de los dibujos animados, o Tom(de Tom y
Jerry). También dentro de los cuentos de niños y fábulas, son parte de la cultura de la gente,
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