Asignatarios

Anuncio
INTRODUCCIÓN
Como sabemos, en la vida del ser humano, éste puede adquirir una
diversidad de derechos y obligaciones; así como poseer bienes muebles e
inmuebles, todo esto para la satisfacción de intereses propios o familiares. Es
así como este sujeto, al momento de llegar su fallecimiento, necesita auxiliarse
del derecho para poder saber cual será el destino de todos sus bienes, y es
que todo ser humano siente esa necesidad de apoderarse de sus cosas y a la
vez de tener una disposición absoluta de éstas, llegando al punto de querer
dominar éstos hasta después de su muerte.
Como podremos apreciar en el presente trabajo, el derecho sucesorio se
interrelaciona con ciertas situaciones que son comunes al ser humano; como
es la necesidad de testar, a la vez nos enfocamos en el lugar de la persona que
sobrevive a la muerte de otra, que ha decidido trasladarle sus bienes, ya sea a
titulo universal o a titulo singular, ésta persona se ve envuelta en un cúmulo de
decisiones que deberá tomar y que afectarán su patrimonio, ya sea
aumentándolo o generándole una serie de obligaciones que son parte de la
sucesión.
A la vez explicaremos el derecho de transmisión del derecho de opción,
que es doctrinariamente llamado derecho de transmisión, que es palabras
sencillas es cuando el heredero o legado cuyos derechos a suceder fallece y
no a prescrito la sucesión, y no acepto o repudio la herencia o legado, se
trasmite a sus herederos el derecho de aceptar o repudiar la herencia o legado.
Esto también se dará cuando el asignatario muere y no sabe de la existencia
de la sucesión. Primero se debe de aceptar la herencia de la persona que le
trasmite el derecho de la otra sucesión.
OPCIONES DE ASIGNATARIO
Sabemos que en el momento de la muerte de una persona se abre su
sucesión “mortis causa” y en ese mismo momento se realiza la declaración de
la herencia, También existe un tercer momento el de la aceptación o
repudiación de la herencia o legado por el heredero.1
Definición:
Es aquella persona que se llama a suceder a otro, aquel a quien se le ha
hecho la declaración porque tiene vocación sucesoria, que como ya se dijo
puede venirle del testamento o la ley. Este tiene dos caminos o actitudes a
tomar (Art. 957):2

La aceptación o adición es el acto por el cual el asignatario expresa su
voluntad de tomar la calidad de heredero o legatario.

La repudiación es el acto por el cual el asignatario la desecha o rechaza,
rengándose a asumir las calidades de heredero o legatario y las
responsabilidades inherentes.

El legatario tiene la alternativa de aceptar o repudiar; el heredero tiene,
aun, una tercera alternativa: aceptar con beneficio de inventario.
Cualquiera que sea su decisión este derecho de opción produce efecto
retroactivo. (Art. 1161 CC) Así, si repudia se reputa que nunca ha tenido
derecho alguno en la asignación y acepta se entiende que es heredero o
legatario desde que se defirió la asignación.
ZEA Arturo, “Derecho Civil Sucesiones” Tomo V1, Tercera Edición, Editorial Temis, Bogota
Colombia, 1968
2
ROMERO CARRILLO, Roberto, “Nociones de Derecho Hereditario” Tercera Edición, Pág. 75
1
La aceptación completa la trilogía (apertura, delación y Aceptación) que en
la transmisión de la herencia que se ha verificado a favor del aceptante desde
aquel momento que se defiere la herencia, aun cuando la aceptación se haya
hecho mucho después.
La calidad de heredero se hace fija, esto es si acepta la asignación, pues
opera la tradición de la herencia (Art. 669 CC)
El asignatario es libre de aceptar o repudiar, lo cual puede hacerlo cuando
quiera, a menos que sea obligado a pronunciarse en virtud de demanda de
cualquier persona interesada, pues en tal caso deberá hacerlo en el plazo de
40 días (Art. 1155 CC)
El asignatario nunca a tenido derecho alguno de la asignación y si acepta
se entiende que sus derechos como heredero o legatario los tiene el momento
mismo en que la asignación se le difirió, excepto cuando se trate de un
legatario de genero. Cuando la adición se haya hecho mucho tiempo después,
no obstante, en el caso de que sean varios los herederos el derecho real de
herencia subsiste hasta que se procede a la partición. La calidad de heredero
se fija en el sucesible hasta que acepta antes de ello solo es un heredero
presunto o sucesible.
El asignatario es libre de aceptar el derecho a una opción, tal caso debe
manifestar si acepta o repudia en el plazo que la ley le fija. Ya no existen los
herederos forzosos de que nos hablan los textos de derecho Romano. Cual
fuera que tome la decisión el asignatario no puede retroceder, salvo en los
casos que haya sido inducido por fuerza o dolo a pronunciarse en determinado
sentido.
Capacidad para aceptar o repudiar:
La
aceptación
es
un
acto
de
trascendencia,
por
las
serias
responsabilidades que impone particularmente al heredero. La repudiación no
es menos trascendental, porque priva al asignatario de las ventajas de la
asignación, comprometiendo sus intereses y los terceros.
Es lógico que estos actos no puedan ejecutarlos sino las personas
capaces. A los incapaces le está vedado aceptar o repudiar “sino por medio o
con el consentimiento de sus representantes legales” Art. 1149 Inc. 2do CC.
Por si solos no pueden aceptar ni aun con beneficio de inventario Art. 1149
Inc. 2do parte final CC.
Los representantes legales no pueden libremente aceptar o repudiar, o
autorizar a sus representados o para que acepten o repudien:
a) El tutor o curador está obligado, en caso de aceptar la herencia, de
aceptarla con beneficio de inventario;
b) El padre de familia no puede aceptar o repudiar la herencia deferida al
hijo sino en la forma y con las limitaciones impuestas a los tutores y
curadores. Tampoco podrá repudiar los legados de bines raíces o de
muebles que valgan mas de quinientos colones, sin autorización judicial,
con conocimiento de causa.
La indivisibilidad de la aceptación y repudiación tiene diversas
consecuencias:

No se puede aceptar una parte o cuota de una asignación y repudiar el
resto Art. 1152 Inc. 1 CC.

Por ejemplo no podrá el heredero del total de la herencia aceptar
solamente la mitad o un tercio.

Sin embargo, si en la asignación suceden varios herederos por derecho
de transmisión, puede cada uno de estos aceptar o repudiar su cuota
Art. 1152. Inc. 2do CC.
Casos de pluralidad de asignaciones. Si son varias las asignaciones, el
asignatario puede repudiar una y aceptar otra. Art. 1153 primera parte CC.
Pero esta regla tiene una excepción: “no se podrá repudiar la asignación
gravada y aceptar las otras, a menos que se defiera separadamente por
derecho de acrecimiento o de transmisión, o de sustitución vulgar; o a menos
que se haya concedido al asignatario la facultad de repudiarla separadamente”.
Art. 1153 parte final CC.
Forma de Aceptación: la aceptación es expresa Art. 1162, el Código así lo
formula “la aceptación de la herencia, para que produzca efectos legales, ha de
ser expresa, pidiendo al juez del domicilio de la sucesión la declaración de ser
tal heredero.
Formas de Repudiación: la repudiación debe ser generalmente expresa. El
Art. 1157 dispone “la repudiación no se presume de derecho sino en los casos
previstos por la ley” uno de esos casos es el Art. 1156 donde se presume la
repudiación.
Cuando puede hacerse la aceptación y la repudiación.
La aceptación o la repudiación de una herencia o legado generalmente
se realizan en un momento posterior al de la apertura y delación.
La delación3 es el llamamiento de la ley a aceptar o repudiar la herencia o
legado, su realización exige un proceso distinto al de la apertura y la delación
se verifican automáticamente de pleno derecho, en el instante mismo en que
fallece el causante, en cambio la aceptación o la repudiación en ningún caso se
realiza de pleno derecho sino mediante una declaración de voluntad.
Es así, como a la vez, la aceptación y la repudiación difieren en cuanto a
la oportunidad en que pueden verificarse.
La aceptación de una asignación no puede tener lugar “sino después
que se ha deferido” Art. 1150 Inc. 1. Por consiguiente, si la asignación está
subordinada a una condición suspensiva, deberá esperase que se cumpla la
condición.
VALLETA, María Laura, “Diccionario Jurídico”, Valleta Edición, 2004, Corte Suprema de
Justicia.
3
En cambio para la repudiación, dispone el articulo 1150 Inc. segundo
“después de la muerte de la persona de cuya sucesión se trata, se podría
repudiar toda asignación, aunque sea condicional y este pendiente la
condición.
En resumen, la aceptación solo puede hacerse desde que la asignación
se defiere, mientras que la repudiación puede verificarse desde que se abre la
sucesión.
El
asignatario
conserva
su
derecho
para
aceptar
o
repudiar
indefinidamente.
Pero la indecisión del asignatario puede causar perjuicios a un tercero, como
serian los acreedores o donatarios mortis causa. Por este motivo, “todo
asignatario será obligado, en virtud de demanda de cualquier persona
interesada en ello, a declarar si acepta o repudia” Art. 1155 Inc. 1.
a) El asignatario deberá optar en el plazo de cuarenta días desde la fecha
de la demanda Art. 1155 Inc.;
b) Este plazo puede prorrogarse por el juez, pero nunca por mas de seis
meses, en caso de ausencia del asignatario, por estar los bienes
situados en lugares distantes o por otro grave motivo.
c) Al asignatario ausente se le designará un curador de bienes que le
represente, y acepte con el beneficio de inventario
d) Durante el plazo de cuarenta días, o el que señale el Juez, debe decidir
el asignatario si opta por aceptar o repudiar. Se denomina este término.
Por lo mismo, plazo para deliberar para formarse un cabal concepto
podrá inspeccionar el objeto asignado, examinar las cuentas y papeles
de la sucesión; podría impetrar las medidas conservativas aconsejables
y no será naturalmente, obligado al pago de las deudas hereditarias o
testamentarias; pero podrá serlo el curador de la herencia yacente; y
e) El Art. 1156 dispone “el asignatario constituido en mora de declarar si
acepta o repudia, se entenderá que repudia”
Características de la Aceptación y Repudiación de la Herencia
El principio de nuestro derecho es que la aceptación o repudiación deben
ser libres, puras, ciertas, totales, y con carácter retroactivo.
 Son libres en dos sentidos: porque nadie está obligado a aceptar o
repudiar una herencia, y porque debe aceptarse o repudiarse sin
violencia física o moral, puede nulificar la aceptación o repudiación.
 Deben ser ciertas: es decir, el heredero no debe ser victima de un error,
por cuanto que ignore la existencia de un testamento, o porque
pensando que la sucesión es legítima, haya además parte testada; pero
el error del heredero en cuanto al calculo de los bienes y deudas, es
decir el error aritmético, no vicia la aceptación o repudiación.
 Puras: no dependerán de ninguna condición o término. Otro requisito es
que sean totales, no se puede aceptar en parte.
 Retroactivas: los efectos siempre se retrotraen, a la fecha de apertura.4
Tres sistemas en relación a la característica de retroactividad:
1º Que fue el del Derecho romano, según el cual entre tanto no hubiese la
aceptación, no se transfería la herencia y por consiguiente, había un periodo de
herencia vacante; los efectos de la aceptación no se retrotraían a la fecha de
la muerte.
2º Consiste en no requerir la aceptación, de tal suerte que la herencia se
entienda transmitida, y no hay prescripción hereditaria; no se pierde el derecho
de reclamar, aunque jamás se acepte, ni en forma expresa, ni en forma tácita,
porque la ley considera aceptada la herencia, no obstante que el heredero
guarde silencio y se abstenga de ejecutar actos que puedan
expresar la
ROJINA VILLEGAS, Rafael, “Derecho Civil: Sucesión Legitima y Problemas Comunes a
la Testamentaria e Intestados”, Editorial Jus, México, 1945. Pág.114
4
aceptación tácita. Según este sistema, podríamos definir la aceptación diciendo
que opera de pleno derecho, y que tácitamente se considera que hay
aceptación, cuando no se repudia.
3º El tercer sistema, que es el aceptado por los derechos latino-europeos, por
el Código Napoleón, consiste en establecer sólo una presunción de aceptación,
pero no un aceptación plena. La ley en el momento de la muerte presume que
se ha aceptado la herencia, pero requiere después una aceptación expresa o
tácita, de tal suerte que si no hay aceptación tacita, comienza a correr el
término de la prescripción, para que vencido ese plazo, se pierda la herencia.
La libertad de optar la aceptación o repudio se pierde en ciertos casos:
El asignatario es generalmente libre para aceptar o repudiar la
asignación.
El Art. 1149 consagra esta regla: “todo asignatario puede aceptar o repudiar
libremente”.
Pero la libertad para aceptar o repudiar tiene excepciones
a) Cuando el heredero sustrae efectos pertenecientes a la sucesión:
1. Pierde el derecho de gozar del beneficio de inventario, aunque éste se
haya verificado y
2. No tendrá parte alguna en los objetos sustraídos (Art. 1154 Inc. 1)
b) Cuando el legatario ha sustraído objetos pertenecientes a la
sucesión:
1. Pierde los derechos que como legatario pudiera tener sobre dichos
objetos y
2. No teniendo el dominio sobre ellos será obligado a restituir (Art. 1154
Inc. 2º)
c) El asignatario constituido en mora de declarar si acepta o repudia, se
entenderá que repudia (Art. 1156)
Prescripción de la Aceptación y repudiación de la Herencia
El Art. 2251 del Código Civil nos expresa que el derecho de herencia se
adquiere por prescripción extraordinaria de treinta años, exceptuando lo que
dice el Art. 1191, sobre el heredero putativo, dándole la opción de oponer la
prescripción de 10 años contados para la adquisición del dominio, según el Art.
748 Inc. Final, que manifiesta la declaración judicial del heredero putativo.
El beneficio de Inventario
Concepto y objeto: todo asignatario puede optar por aceptar o repudiar
la asignación; pero el heredero, además, puede aceptar con beneficio de
inventario.
El beneficio de inventario tiene por objeto poner un límite a la
responsabilidad del heredero que acepta la herencia; sin este beneficio la
responsabilidad es ilimitada y le obliga “ultra vires hereditatis”
La aceptación de la herencia no debe racionalmente ser un motivo de
ruina para el heredero. El beneficio de inventario concilia el interés del heredero
y de los acreedores del difunto; éstos no ven disminuidas las posibilidades de
pagarse de sus créditos porque conservan incólume su derecho; satisfechas
las deudas, el heredero puede aprovechar lo que reste de la herencia, sin
comprometer su propio patrimonio.
En el Art. 1169 dispone: “el beneficio de inventario consiste en no hacer
a los herederos que aceptan, responsables de las obligaciones hereditarias y
testamentarias, sino hasta la concurrencia del valor total de los bienes que han
heredado”
Es de orden publico el beneficio de inventario cede provecho del heredero; este
ha de ser quien decida si aprovecha de sus ventajas.
Transmisión del Derecho de opción
Evolución Histórica
Históricamente debe señalarse que el derecho romano clásico no
conoce la transmisión de la opción hereditaria, porque ésta era personalísima.
El principio era: hereditas delata non transmittitur ad heredes. El heredero no
tenía titulo sobre el patrimonio del causante, sino a una cualidad personal, que
le permitía suceder en una potestad. Es el derecho Justiniano, después de una
larga evolución, en que se admite la transmisión en forma general. Bello
recuerda esta situación, agregando además que la disposición adoptada por el
código es tomada del Art. 781 del Código Napoleón. Por lo demás, las
legislaciones posteriores al Código Francés consagraron el derecho de
transmisión, como también lo hace notar Bello. Lo mismo hacen notar algunas
legislaciones modernas. El derecho de la URSS, así lo establece una Directriz
de la asamblea plenaria del Trib. Supremo de 22 de junio de 1947.5
Algunos autores sostienen que no existe, técnicamente, una verdadera
transmisión. Los herederos del transmitente adquieren el derecho de opción
por el solo ministerio de la ley. Lo que es una ampliación del círculo de los
titulares de la vocación que es una sola. No se trata de que los transmisarios
adquieran la opción que correspondía al transmitente, como una más de los
bienes de su herencia. Ellos pasan a ser nuevos llamados pero, ya, con
anterioridad, tenían una vocación efectiva con la muerte del que está antes que
ellos. Pero entre nosotros, esa doctrina no puede admitirse pues al exigir la ley
que el transmisario acepte la herencia del transmitente, está indicando
justamente que aquellos adquieren el derecho de opción, de éste, como uno
5
DOMINGUEZ BERNAVENTE, Ramón y otros, “Derecho Sucesorio”, Consejo Nacional de la
Judicatura, Escuela de capacitación Judicial, Tomo I, Editorial Jurídica Chile, 1864.
más de sus bienes y no por tener vocación directa a la sucesión del primer
causante.
Definición del derecho de opción:
Cuando el heredero o legado cuyos derechos a suceder fallece y no a
prescrito la sucesión, y no acepto o repudio la herencia o legado, se trasmite a
sus herederos el derecho de aceptar o repudiar la herencia o legado. Esto
también se dará cuando el asignatario muere y no sabe de la existencia de la
sucesión. Primero se debe de aceptar la herencia de la persona que le trasmite
el derecho de la otra sucesión.6
Momento de realización
Producido el llamamiento legal el asignatario está en situación de
pronunciarse respecto a la asignación ya aceptándola ó repudiándola. Pero
puede suceder que después de deferida la asignación fallezca el asignatario,
dándole así 3 situaciones.
1. Que el asignatario antes de fallecer alcance a repudiar la asignación. En ese
caso, conforme al Art. 1116, es como si nunca hubiere sido asignatario y nada
transmite a sus herederos respecto a dicha asignación.
A = Causante---- B= heredero o legatario que repudia
2. Que el asignatario acepte la asignación antes de fallecer habiéndose
deferido la asignación. En tal caso transmite a sus herederos los bienes
comprendidos en la asignación como parte de su propio patrimonio.
A = causante--- B= heredero o legatario que acepta
(La tradición de la herencia se efectúa desde que es aceptada)
6
Articulo 958, Código Civil
3. (Situación propia del derecho de Transmisión), que el asignatario fallezca sin
haber aceptado o repudiado la herencia o legado que le ha sido deferido. Se
opera la transmisión de la opción o derecho de opción que no es otra cosa que
la facultad de aceptar o repudiar la asignación de parte del segundo sucesor.7
Este (el segundo sucesor) puede repudiar la herencia del primer
causante, la que le vino por derecho de transmisión y aceptar la del segundo
causante, pero no puede repudiar la del segundo causante sin repudiar la del
primer causante, pues le vine por transmisión. Esto funciona con los legados.
A = Primer causante
B = Asignatario y segundo causante
C = Asignatario del segundo causante
El derecho de transmisión lo consagra el Art. 958 del Código Civil. No
se puede ejercer este derecho sin aceptar la herencia de la persona que lo
transmite (se acumulan las dos herencias en una misma petición)
En síntesis, podemos decir que, mientras el heredero o legatario no
declara su voluntad, la asignación está en suspenso, no sabiéndose si se
incorporará o no al patrimonio del heredero o legatario; su derecho, la facultad
que tiene, de declarar que acepta o que repudia la asignación; y si fallece sin
haberlo declarado, sus herederos encuentran ese derecho en su sucesión; ese
derecho se les transmite y pueden usarlo como si la asignación les hubiese
sido deferida a ellos directamente.8
Es así como llegamos al derecho de transmisión de la opción:
URQUILLA BERMUDEZ, Carlos Humberto, “Derecho Sucesorio Salvadoreño”, Ministerio de
Justicia, Centro de Información Jurídica, Primera Edición, El Salvador. Pág.39
8
CLARO SOLAR, Luis “Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado”, Tomo décimo
tercero, imprenta Nacimiento, Santiago Chile, 1940.
.
7
Si la asignación ya había sido deferida y el asignatario fallece sin haber
expresado si aceptaba o repudiaba, esto es sin haber ejercido su derecho de
opción, ese derecho es para sus herederos. Es decir sus derechos a la
sucesión que fue llamado, pero esto siempre que la sucesión no haya prescrito.
(2256 CC). Un elemento transmisible del patrimonio del heredero o legatario
que falleció sin haber optado, el sucesor de este lo recibe como parte del
patrimonio de que su causante era titular, como cualquier otro derecho
personal transmisible que se encuentre en el caudal relicto.
La asignación a que pudo estar llamado quien falleció, y sin aceptarla o
repudiarla puede haber sido a titulo universal o a titulo singular, así mismo pudo
tratarse de una herencia o legado. No importando la clase de sucesión que
haya sido es decir la sucesión pudo haber sido testamentaria o abintestato, ya
que la trasmisión de derecho de opción o de derecho de transmisión tiene lugar
en la sucesión testamentaria como en la intestada.
Los legatarios no pueden ejercer el derecho de opción que a otro
pertenecía por que no son sucesores a titulo universal y así es imposible que
cumplan con los requisitos de aceptación de herencia. La transmisión de
derecho de opción es más propia para esta institución que la de derecho de
transmisión, ya que el llamado derecho de opción ya que se transmite la opción
que se tenía.
Los herederos pueden ser testamentaria o abintestato, y según sea la
que falleció sin aceptar ni repudiar así serán quienes tengan el derecho de
ejercer la opción que aquel pertenecía.
Art. 958 CC, dice que si el heredero o legatario cuyos derechos a la
sucesión no han prescrito, fallece antes de haber aceptado o repudiado la
herencia o legado, trasmitirá a su herederos el derecho de aceptar o repudiar la
herencia o legado.
Notamos que existen dos sucesiones, que se abren una después de la
otra, dando la existencia a un primer causante y segundo causante, lo que no
constituye una simple manera de designarlos, sino que indica el orden de sus
fallecimientos. El segundo estaba llamado a suceder al primer fallecido, y este
fallece sin haber aceptado o repudiado la herencia o legado y no a prescrito el
tiempo para reclamar la herencia, transmite sus herederos el derecho de
aceptar o repudiar la herencia o legado a la cual fue llamado.
Entonces el segundo causante es el que transmite el derecho de aceptar o
repudiar la asignación que se le había deferido en la sucesión del primero.
Se le llama transmitente o trasmisor el que transmite el derecho de
opción, y a las personas a quien se les trasmite este derecho se les llama
transmitidos.
Este derecho de opción es una de las dos formas de sucesión indirecta, la otra
es el derecho de representación, que solo tiene lugar en una sucesión
intestada.
Características del derecho de opción

Indivisible
El derecho de opción es indivisible en el sentido de que no se puede
aceptar una parte o cuota de la asignación y repudiar el resto. El asignatario no
puede adoptar distinta posición para cada parte de la asignación.
Esta regla se manifiesta, además en que, al asignatario se le tendrá aceptando
o repudiando respecto de todos los demás
interesados en la sucesión y
respecto de toda otra persona que tenga derechos a la sucesión o contra la
sucesión.
Pero esta particularidad se refiere a la propia asignación que el causante
ha dejado al instituido, a la cual se le ha llamado determinadamente. Si le viene
otra asignación, no dispuesta directamente en su favor, puede aceptar aquélla
y repudiar ésta.

Irrevocable
Una vez ejercitada la opción, sea aceptando o repudiando, no puede ser
dejada sin efecto. La aceptación y la renuncia son en principio irrevocables.

No está sujeta a modalidades
No puede aceptar o repudiar a término o condicionalmente.
Al ejercicio de la opción están ligados intereses de terceros, como los
acreedores hereditarios y testamentarios, que necesitan saber en forma cierta
el partido que tomará el asignatario.

Derecho absoluto
Cualquiera que sea el partido que tome el instituto, el ejercicio de la
opción no puede caer bajo el abuso de derecho. El asignatario no tiene que dar
razones para justificar su conducta.
Personas que intervienen en el Derecho de Transmisión:
1) El primer causante que instituye un legado o deja una herencia
respecto a la cual el asignatario no alcanza a pronunciarse (el
asignatario es la persona que genera dos cuestiones).
2) El transmitente o transmisor a quien el causante dejó la herencia o
legado y que falleció sin Heber pronunciado respecto a la asignación
3) El adquirente del derecho de transmisión, heredero del transmitente y
a quien pasa la facultad de aceptar o repudiar la asignación que
perteneció a su causante.
Requisitos que deben concurrir en el transmitente o transmisor
a) Debe haber fallecido sin haber aceptado o repudiado la asignación. Si se
ha pronunciado no opera la transmisión porque si la repudia es como si
no hubiera tenido derecho a ella y si la aceptó, porque transmite a sus
herederos la asignación misma como parte de sus propio patrimonio.
b) Debe ser heredero o legatario del primer causante. Tanto herencia como
legado se puede transmitir porque las personas son llamadas a suceder
a titulo universal y a titulo singular.
c) Es necesario que el derecho del transmitente no haya prescrito. Si ha
prescrito nada puede transmitir a sus herederos.
d) Debe ser digno y capaz de suceder al primer causante. Si no reúne
estas condiciones no tiene derecho a la asignación y nada puede
transmitir a sus herederos.
Requisitos que deben concurrir en el transmitido
a) Debe ser heredero del transmitente, quien puede ser heredero o
legatario del primer causante. Debe ser asignatario a titulo universal del
transmitente.
b) Debe aceptar la herencia del transmitente. Ellos es lógico, pues el
fundamento del derecho de transmisión es la facultad de pronunciarse
sobre la asignación. Va incluida en la universalidad de la herencia y si
ésta no es aceptada tampoco se puede adquirir el anterior derecho, no
hay inconveniente para aceptar la asignación propia y repudiar la que
se defiere por transmisión. La facultad de aceptar o repudiar la
asignación al transmitirse a sus herederos se hace divisible: así, los que
suceden por transmisión pueden aceptar o repudiar su cuota
libremente, conservando la asignación en la herencia de su causante.
Si una herencia se defiere, no se acepta una parte y se repudia otra
parte; pero en la transmisión si B (segundo causante) transmite a sus
tres hijos, uno de ellos puede repudiar la del A (primer causante) y
aceptar lo de B (segundo causante)

Herencia Directa : es indivisible

Herencia que se transmite: se puede dividir
Una incapacidad para suceder es no tener existencia al tiempo de
abrirse la sucesión, pero en el derecho de transmisión en Art. 963 indica
que si se sucede por transmisión se requiere tener existencia al tiempo de
la muerte del transmitente, sin importar que el asignatario haya carecido de
existencia al fallecer el primer causante.
La regla es lógica ya que el adquirente debe ser digno y capaz de
suceder a su causante, pero no tiene relación alguna con la persona de
quien este adquirió su derecho.
Aplicación del derecho de transmisión (de acuerdo al Art. 958)
a) Se aplica tanto a la sucesión testamentaria como a la sucesión intestada
b) Se aplica tanto a las herencias como a los legados. Esto indica que se
transmite una asignación a titulo universal (herencia) o una asignación a
titulo singular (legado).
c) El adquirente debe ser siempre heredero. Si por la transmisión se puede
adquirir un herencia o legado, el que adquiere dicha herencia o legado
deberá ser siempre heredero del transmitente porque el fundamento del
derecho de transmisión es que se adquiere el derecho de aceptar o
repudiar la asignación, por estar este derecho incluido en la
universalidad de la herencia y esta universalidad pasa a los herederos.
El derecho de representación se diferencia del derecho de transmisión:
Como se establece que el heredero o legatario que fallece antes de
haber aceptado o repudiado la herencia o legado que se le ha deferido
transmite a sus herederos el derecho de aceptar o repudiar dicha herencia o
legado, o sea los herederos encuentran dicho derecho en la herencia que se
les transmite.
Mientras tanto, el derecho de representación puede hacerse valer para
ocupar el lugar de un ascendiente en una sucesión en que éste no puede
suceder, a pesar de haber repudiado el que hereda por representación la
herencia de dicho ascendiente, porque la herencia a que es llamado el
representante nada tiene que ver con la herencia del representado, que se
halla excluido de ella precisamente por la causa jurídica (incapacidad,
indignidad, desheredación, repudiación) que ha dado lugar a la representación.
CASO
Fallece Alexander Ramírez Presentación, dejando como herederos abintestato
a su esposa Rosa María y a sus hijos legítimos Rolando Ramírez, Diego
Ramírez y Gabriel únicamente. Ninguno de ellos acepta ni repudia la herencia
de Alexander y en este estado fallece Rosa María, los hijos tampoco aceptan ni
repudian la herencia y entonces fallece Rolando. Diego y Gabriel deciden
aceptar esas tres herencias.
Para ello tienen que comenzar aceptando lo que les corresponde por derecho
personal en la herencia de Alexander, que es ¼ a cada uno, porque Alexander
dejó cuatro herederos; luego para seguir aceptando, ahora por derecho de
transmisión, la herencia de Alexander, tiene que aceptarse primero la herencia
de los transmitentes (Alexander y Rosa María) y por eso aceptan lo que les
corresponde por derecho personal en la herencia de su madre María, de lo que
le toca 1/3 a cada uno (el otro 1/3 correspondía a Rolando), y como Rosa
también tenía derecho personal en la sucesión de Alexander (1/4) lo aceptan
Diego y Gabriel por derecho de transmisión tocándole 1/12 a cada uno, porque
ese derecho se había dividido en tres partes (sus tres hijos). Enseguida
aceptan, por derecho personal la herencia dejada por su hermano Rolando,
porque ellos son sus únicos herederos, y de esa herencia corresponden ½
cada uno; y como Rolando tenia derecho personal equivalente a ¼ rn la
sucesión de Alexander porque era hijo de este, Diego y Gabriel aceptan por
derecho de transmisión lo que a Rolando le correspondía en la sucesión de
Alexander, también tenia derecho, por transmisión de su madre traía a otra
parte de la herencia de Alexander, que era 1/12, también lo aceptan ellos a
través de un derecho de transmisión tocándole de ese doceavo 1/24 a cada
uno. Por ultimo como Rolando tenia derecho personal en la sucesión de su
madre Rosa, que equivale a 1/3, Diego y Gabriel también aceptan por derecho
de transmisión de su mencionado hermano ese derecho en la sucesión de su
madre Rosa tocándole 1/6 a cada uno.
Entonces tenemos que como a Gabriel como a Diego les toca en herencia de
su padre Alexander: 1/4 por derecho propio o personal, 1/12 por derecho de
transmisión de María, 1/8 por derecho de transmisión de Rolando de lo que a
este le tocaba por derecho personal. En la sucesión de Alexander y 1/24
también por derecho de transmisión de Rolando de lo que a este le tocaba a su
vez por transmisión de María siempre en la herencia de Alexander.
CONCLUSIÓN
Como grupo hemos concluido que el asignatario tiene únicamente dos
alternativas sobre la herencia o legado, como son la aceptación y la
repudiación, la cual si se acepta la herencia todo lo contenido en ella se
adhiere a su patrimonio, al contrario de la repudiación que es el rechazo de la
herencia o legado.
Sobre el derecho de transmisión se entiende que es aquel en el cual el
asignatario fallece sin haber expresado si aceptaba o repudia la herencia esto
significa que no ha ejercido el derecho a la sucesión y por ello sus derechos de
sucesión se trasmiten a su herederos.
Identificamos tres sujetos que son el causante es el que deja una
herencia el cual a quien se la deja no puede aceptar ni repudiar dicha herencia
por causa de muerte, este se llama transmitente o trasmisor que es a quien se
le deja la herencia o legado, y encontramos al adquiriente del derecho de
transmisión que es a quien pasa la facultad de aceptar u repudiar la herencia.
Este derecho cuenta con ciertas características como que es indivisible
por que no se puede aceptar en partes o cuotas, es decir el asignatario no
puede solamente aceptar partes. También es irrevocable ya que desde una vez
iniciada la aceptación o repudiación no puede ser dejada sin efecto.
Bibliografía
URQUILLA
BERMUDEZ,
Carlos
Humberto,
“Derecho
Sucesorio
Salvadoreño”, Ministerio de Justicia, Centro de Información Jurídica, Primera
Edición, El Salvador.
CLARO SOLAR, Luis “Explicaciones de Derecho Civil Chileno y
Comparado”, Tomo décimo tercero, imprenta Nacimiento, Santiago Chile.
ZEA Arturo, “Derecho Civil Sucesiones” Tomo V1, Tercera Edición, Editorial
Temis, Bogota Colombia.
ROMERO CARRILLO, Roberto, “Nociones de Derecho Hereditario” Tercera
Edición.
VALLETA, María Laura, “Diccionario Jurídico”, Valleta Edición, 2004, Corte
Suprema de Justicia.
ROJINA VILLEGAS, Rafael, “Derecho Civil: Sucesión Legitima y Problemas
Comunes a la Testamentaria e Intestados”, Editorial Jus, México.
Descargar