Los verdaderos sacrificios II - Iglesia Cristiana Luz de Cristo

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Los verdaderos Sacrificios
LOS VERDADEROS SACRIFICIOS
Parte II
Sacrificios que impresionan al Señor
2. EL SACRIFICIO GEOGRAFICO
“Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; sino que en el lugar que
Jehová escogiere” (Dt. 12:13-14). Dios es muy detallista acerca del sitio en que ofrecemos nuestro
sacrificio (nuestro servicio y adoración a Él). Únicamente acepta nuestro sacrificio cuando lo presentamos
en el lugar que Él ha seleccionado. De lo contrario, lo rechaza.
“Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te hare oír mis palabras” (Jer. 18:2). Es importante
encontrarnos en el debido punto geográfico, pues “allí” es en donde Dios podrá hablarnos al corazón. En
esa ubicación están exactamente las personas y situaciones correctas, designadas para nuestro
perfeccionamiento y aprendizaje. Si nos radicamos en otro lugar, ciertos aspectos de nuestras vidas
permanecerán sin desarrollo ni redención. En el lugar que Dios elige, Dios tiene las herramientas
especiales para alcanzar esas facetas “inaccesibles de nuestras vidas. Tal vez Dios nos pida abandonar
una organización o la iglesia en que hemos crecido. A veces, para continuar nuestro andar con Dios, se
necesita un cambio geográfico completo. Puede significar despedirse de amistades, parientes u otros
cariños. Conforme a su divino llamamiento, Abraham solo pudo avanzar con Dios cuando dejo la casa de
su padre (Gn. 12:1, Sal. 45:10). Tal vez esto no sea fácil al principio, pero con la gracia, es posible. Y
hallaremos el gozo del Señor en el sitio que Él escoja (Mr. 10:28-30). Este es un sacrificio de olor grato al
Señor y deleita su vista. Pero, cuando no tomamos el rumbo que Él señala, perdemos bendiciones y gozo.
Perdemos su favor (Mt. 10:37-38).
El lugar donde estamos radicados es muy importante porque acabaremos en la misma dirección que lleva
nuestra iglesia o denominación. Estaremos bajo las mismas bendiciones o juicios. En Apocalipsis 18:4, a
las personas vinculadas con una práctica religiosa errada, Dios les manda lo siguiente: “Salid de ella,
pueblo mío, para que no seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”. Algunos
de nosotros posiblemente necesitemos abandonar las viejas tradiciones en que crecimos.
Además, provisión se encuentra en el lugar escogido por Dios (1 R. 17:2-9). Elías fue enviado al arroyo de
Querit para que los cuervos lo alimentasen. Después, fue enviado a la casa de una viuda pobre. Cuando
Dios nos llama a servirlo, no acepta excusas como esta: “No me alcanza el dinero”. Si no nos movemos
cuando Dios habla, el enemigo aprovecha para atacar y enlazar a nuestros hijos. Movámonos cuando la
nube de Dios se mueve
(Nm. 9:16-23).
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3. EL SACRIFICIO DE JUSTICIA
El Salmo 4:5 nos exhorta: “Ofreced sacrificios de Justicia, y confiad en Jehová”. Hacer un sacrificio de
justicia significa proceder con integridad, no fijándonos en las consecuencias. Defender lo que es honesto
es un sacrificio porque a menudo no es lo que hace toda la gente, y se reciben críticas y visajes de
disgusto. A veces, hacer lo correcto trae como resultado la pérdida del apoyo económico, especialmente
cuando estamos en un ministerio. Pero a la larga, Dios reivindica a quienes ofrecen un sacrificio de justicia
y ponen su confianza en Él, no en el hombre. El propio Dios es justo y se deleita en la justicia (Sal. 84:1112).0.
4. EL SACRIFICIO DE ALABANZA / ACCION DE GRACIAS
“Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el nombre de Jehová” (Sal. 116-17; 107:22). La
alabanza y acción de gracias que Dios aprecia mayormente, no es la que recibe de los habitantes del cielo
en donde todo es gloria y dicha, sino la de aquellos que están en la tierra bajo terribles presiones. Es fácil
ser agradecido cuando nos rodea la prosperidad, pero la gratitud y la alabanza se vuelven un sacrificio
cuando las bendiciones han disminuido y nos encontramos ante la negrura de la noche. Cuando Job fue
reducido a cenizas, se postró en adoración, y dijo: “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de
Jehová bendito” (Job 1:20-22). ¡Cuánto se enterneció el corazón de Dios con estas palabras! Esta clase
de adoración es la que tiene el valor más alto. También, la gratitud mantiene nuestras fuentes fluyendo y
sin obstrucciones. Y el responder correctamente a los agravios, nos da ventaja sobre Satanás.
“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de
labios que confiesan su nombre” (He. 13:15). David dijo:”Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su
alabanza estará de continuo en mi boca” (Sal. 34:1). Los verdaderos sacrificios tienen un alto precio.
Alabar y agradecer es épocas de bienestar, no constituye ningún sacrificio. Pero, ¿Qué diremos de las
ocasiones en que estamos desanimados y bajo presión, cuando sinceramente queremos hacer lo
contrario? Hacer a un lado nuestros sentimientos para alabar y agradecer a Dios, es un sacrificio que le
complace en gran manera. De acuerdo con Isaías 61:3, la alabanza es una vestidura espiritual. El “espíritu
angustiado” es también una cobertura. Hasta cierto punto, nosotros tenemos la capacidad de ponernos o
quitarnos estas ropas espirituales. Esta capacidad radica en nuestro libre albedrio. Por medio de la gracia
que nos capacita, tomemos la decisión de ponernos la vestidura de alabanza y despojémonos del espíritu
angustiado.
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5. SACRIFICIO DE JÚBILO
“Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificare en su tabernáculo
sacrificios de júbilo” (Sal. 27:6). David estaba presionado, rodeado por enemigos. Pero dejo de
concentrarse en su situación y ofreció al Señor el sacrificio al Señor el sacrificio de júbilo, confiando en que
su Dios lo protegería. Dios respeta el sacrificio de júbilo. Esto genera fe y mueve su poderosa mano
libertadora. El sacrificio de júbilo puede contrarrestar la depresión y el desanimo. En vez de dejarnos
abrumar por una nube oscura al contemplar nuestras circunstancias, podemos poner atención en nuestro
Libertador, y comenzar a ofrecerle el sacrificio de júbilo con gritos.
Esta reacción produce fe y liberación. De nuevo, es un sacrificio, porque al principio quizás no nos
sintamos gozosos y debamos hacer un esfuerzo. Debemos disciplinarnos a responder con alegría a
quienes nos rodean, no agobiarnos con nuestra pesadumbre.
6. EL SACRIFICIO DE AMOR
“Y el amarle {a Dios} con todo el corazón, con todo el corazón, con todo el entendimiento con toda el alma,
y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y
sacrificios”
(Mr. 12:33). Este es el verdadero sacrificio que Dios busca – nuestro amor. Dios desea
que nuestros afectos, pensamientos, emociones y toda nuestra energía se coloquen sobre el altar.
Asimismo, quiere que amemos y sirvamos a los demás sin egoísmo, con un corazón puro. Este es el
verdadero sacrificio. El amor es la suma y cumplimiento de la ley (Ro. 13:8-10).
Ciertamente, Marcos 12:33 es el cumplimiento de la ofrenda encendida del capítulo uno de Levítico. Este
sacrificio se cortaba en cuatro partes: La cabeza, la grosura, los intestinos y las piernas (Lv. 1:6-9). Las
cuatro secciones debían ponerse sobre el altar para ser totalmente consumidas por el fuego de Dios. Para
que nuestras vidas se conviertan en una ofrenda encendida de olor grato para Jehová, deben colocarse en
el altar cuatro cosas:
1. Las piernas – El andar, los lugares que frecuentamos y los viajes que hacemos deben consagrarse a
Dios.
2. La Grosura – La energía. ¿Ocuparnos la energía y la fuerza en pasatiempos, o las ocupamos en
Dios?
3. Los Intestinos – Los afectos. Las cosas que amamos o aborrecemos deben ponerse sobre el altar.
4. Las piernas – El andar, los lugares que frecuentamos y los viajes que hacemos deben consagrarse a
Dios.
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Nuestros afectos (amor u odio) deben ponerse sobre al altar o no daremos en el blanco que Dios tiene
para nuestras vidas. Si solo hacemos lo que nos gusta, nunca seremos personas nobles. A veces, la gente
rehúye el campo misionero aduciendo que la comida de aquel lugar no es de su predilección. Una mujer
dijo que no asistiría a una determinada iglesia porque no le gustaba su música, a pesar de que la iglesia
era más espiritual que las demás. Nuestros agrados y desagrados deben clavarse en la cruz.
Debemos ejercitarnos en lo que no nos gusta. Si queremos ser eficiente en el reino de Dios, debemos
morir a nuestros propios deseos. Cierto día, Dios le habló a una adolescente con estas palabras: “Debes
comer lo amargo y también lo dulce”. La chica odiaba los quehaceres domésticos y solo quería pasar
afuera. Dios le dijo que no se disciplinaba a “comer lo amargo tanto como lo dulce” llegaría a ser una
esposa y ama de casa negligente. Ella estaba acostumbrada a hacer solo lo que le agradaba.
7. EL SACRIFICIO DE COMPRAR UNA HEREDAD
La mujer virtuosa de Proverbios 31:16 “compró una heredad”. También nosotros tenemos que comprar
una. Dios tiene un campo misionero para todos nosotros, pero debemos pagar por él. Muchos que van al
campo misionero quieren que todos los demás paguen por su tiempo. Y dicen: “No iré si no me
proporciona un vehículo y todo lo demás que deseo”. Muchas personas no quieren hacer ninguna
inversión, pero no recibirán ninguna recompensa. ¿Cuánto hemos pagado nosotros por nuestra
“heredad”?
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