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CUARTO MANDAMIENTO, 1
Primer mandamiento de la “segunda tabla”:
de los siete que se concretan en el “amor al
prójimo”.
Ex 20, 12: “Honra a tu padre y a tu madre,
para que se prolonguen tus días sobre la
tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar”
(cfr. Dt 5, 16).
Este primer mandamiento de la segunda tabla es la práctica del amor
en el ámbito de la familia. Ello indica el orden de la caridad que se
inicia con aquellos “prójimos” que están más “próximos”: esposos,
hijos, padres, hermanos, abuelos, tíos, etc.. Por extensión, se estudia
también la relación con las autoridades (maestros, gobernantes, etc.).
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CUARTO MANDAMIENTO, 2
La familia es una institución natural. La constitución somática y
psíquica del hombre y de la mujer están no sólo orientados el uno
al otro, sino que tienden a formar una pareja estable. La poligamia
y el divorcio no son fenómenos originarios, sino originados.
Mc 10, 5-9: “Al principio de la creación los
hizo Dios varón y mujer; por eso dejará el
hombre a su padre y a su madre, y serán los
dos una sola carne. De manera que no son
dos, sino una sola carne. (...) Lo que Dios
unió, no lo puede separar el hombre”.
El matrimonio es uno e indisoluble: “uno
con una y para siempre”.
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CUARTO MANDAMIENTO, 3
La primera familia cumple el proyecto
inicial de Dios: bendijo a Adán y Eva
y les dijo: “Creced y multiplicaos”
(Gn 1, 28). La bendición divina iba
orientada a la procreación.
CCE 2205: “La familia cristiana es una comunión de personas, reflejo e imagen de la comunión del Padre y del Hijo en el Espíritu
Santo. Su actividad procreadora y educativa es reflejo de la obra
creadora de Dios. Es llamada a participar en la oración y el sacrificio de Cristo. La oración cotidiana y la lectura de la Palabra de
Dios fortalecen en ella la caridad. La familia cristiana es evangelizadora y misionera”. “Iglesia doméstica”.
El matrimonio es para el hombre y la mujer una verdadera
vocación.
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CUARTO MANDAMIENTO, 4
Deberes de caridad de los esposos entre sí
Deben amarse como “Cristo ama a su Iglesia”.
Los esposos deben conservar, fomentar
y aumentar el amor humano. Siempre,
pero sobre todo cuando el amor humano
decrece, los esposos han de recurrir al
amor sobrenatural mediante la oración
y la recepción de los sacramentos.
Pueden pecar contra los deberes de caridad: - por omisión (si desatienden el cuidado del afecto mutuo), - internamente (cuando fomentan pensamientos y sentimientos contrarios a la caridad),
- externamente (cuando se insultan y no se respetan mutuamente).
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CUARTO MANDAMIENTO, 5
Deberes de justicia de los esposos entre sí
Primer deber de justicia: superar las dificultades que se pueden
presentar en la vida conyugal. Obliga a poner los medios adecuados
para custodiar la fidelidad conyugal.
Pecados más frecuentes de los esposos
contra la justicia: - Negarse a prestar
el débito conyugal; - No respetar a los
bienes propios patrimoniales; - No
respetar a otros bienes personales (la
intimidad psicológica, la vida religiosa personal, los derechos de conciencia y aquellos ámbitos de libertad como los gustos y aficiones personales,
los ideales políticos y culturales, etc.).
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