ME 13 de 141 PRIMER MANDAMIENTO, 8 La moral cristiana es la “moral del amor”. Sus preceptos se reducen a uno solo: amar (a Dios y al prójimo). Col 3, 14: la caridad “es el vínculo de la perfección”. 1 Jn 3, 11. 18: “El mensaje que habéis recibido es éste: que nos amemos unos a otros (...). Hijos, no amemos de palabra ni con la boca, sino con obras y de verdad”. 1 Cor 13, 13: “Ahora perduran estas tres virtudes: la fe, la esperanza y la caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad”. ME 14 de 141 PRIMER MANDAMIENTO, 9 Pecados contra el amor a Dios - Indiferencia (se descuida o se rechaza el amor con Dios); - Ingratitud (no se reconoce el amor que Dios nos tiene o no se le devuelve ese amor); - Tibieza (se trata con negligencia y descuido las cosas referentes a Dios); - Acedia (pereza espiritual: desecha el gozo de la entrega a Dios, se siente tristeza en seguirle); - Odio a Dios (razón última: orgullo, ocasión: suele ser el hecho de que Dios condene el pecado y lo castigue); - Odio al prójimo (supone un agravio directo a Dios, se incluyen murmuración, crítica, etc.); - Escándalo (falta grave cuando por acción u omisión se induce deliberadamente a otro a pecar). ME 15 de 141 PRIMER MANDAMIENTO, 10 Virtud de la religión: “Es la virtud que postula y exige que se dé a Dios el culto debido” (II-II, q. 81, a. 5). La razón para dar culto a Dios es doble: Por parte de Dios: a causa de su inmensa grandeza (se manifiesta en la creación). El culto es el reconocimiento de la majestad creadora divina. Por parte del hombre: el culto es la aceptación agradecida hacia esa inmensa grandeza. Lleva a constatar que nuestra existencia es don de Dios al cual retornaremos al final de la vida terrena. ME 16 de 141 PRIMER MANDAMIENTO, 11 Triple etimología de la palabra “religión”, según los autores: 1 Religare (atar): el hombre religioso es un ser estrechamente unido (“religado”) a Dios. 2 Reeligere (re-elegir): el hombre religioso es aquel que en su existencia siempre elige a Dios, al cual ama sobre todas las cosas. 3 Relegere (re-leer): la condición racional del hombre le permite interpretar (“leer”) las incógnitas de la existencia desde Dios. Esa triple etimología permite ver hasta qué punto la religión da sentido a la vida del hombre. ME 17 de 141 PRIMER MANDAMIENTO, 12 Actos de la virtud de la religión: adoración, desagravio, acción de gracias y petición. Adoración El AT abunda en invitaciones a que se adore al Señor y se le dé culto. Para Jesús, los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad (Jn 4, 23-24). Invita a sus discípulos a que adoren al Padre (Lc 4, 8), y Él mismo es adorado por sus discípulos (Lc 5, 8-9). Los Apóstoles confiesan la gloria de Dios (1 P 4, 11: “En todo sea Dios glorificado por Jesucristo. Para Él es la gloria y el poder por los siglos de los siglos”). El Apocalipsis rememora el culto a Dios y a Jesucristo en términos solemnes (Ap 15, 3-4). ME 18 de 141 PRIMER MANDAMIENTO, 13 Desagravio Al reconocer la grandeza de Dios y adorarle, el hombre reconoce sus pecados y siente la necesidad de desagraviar por ellos. El desagravio por los propios pecados es una práctica generalizada en el AT y el NT. Jesús inicia su predicación con la llamada a la conversión y a la penitencia (Mt 4, 17). El Bautista le presenta como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29). Jesús advierte a menudo acerca de la necesidad de hacer penitencia. Encarga a los Apóstoles que “prediquen en su nombre la penitencia para la remisión de los pecados a todas la naciones” (Lc 24, 47). ME 19 de 141 PRIMER MANDAMIENTO, 14 Acción de gracias Cuando el hombre descubre la grandeza de Dios, se reafirma en que todas sus cosas son un don divino, por lo que entona un himno de acción de gracias. En el AT frecuentes acciones de gracias: cánticos de Moisés (Ex 15, 1-20), de Débora y Baraq (Jue 5), de David (2 Sam 22, 2-51), etc.. En el NT: Magnificat, cántico de Simeón... Diversas acciones de gracias de Jesús: resurrección de Lázaro (Jn 11, 41), al Padre que “haya ocultado aquellas cosas a los sabios y prudentes y las haya revelado a los humildes” (Lc 10,21)... También acciones de gracias en los escritos de los Apóstoles. Eucaristía.