125879 - Colegio de Abogados de Bahía Blanca

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Exp. 125.879
CCPLENBB
“Banco de la Provincia De Bs. As. c/ Troncoso Daniel Alberto y otra s/ cobro
ejecutivo”
En la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, a los veintitres
días del mes de marzo de 2006, reunidos en acuerdo plenario (art. 37 de la
Ley 5827) los Señores Jueces de la Excelentisima Cámara Primera de
Apelación en lo Civil y Comercial de este Departamento Judicial Doctores
Gustavo Jorge Salvatori Reviriego, Horacio Carlos Viglizzo, Guillermo Emilio
Ribichini, Abelardo Angel Pilotti, Miguel Angel Diez y Leopoldo Luis Peralta
Mariscal y para pronunciarse en los autos caratulados: "BANCO DE LA
PROVINCIA DE BS. AS. c/ TRONCOSO Daniel Alberto y otra S/ COBRO
EJECUTIVO" (Expediente Nro. 125.879), y practicado el sorteo pertinente
(arts. 168 de la Constitución de la Provincia y 263 del Código Procesal),
resultó que la votación debía tener lugar en el siguiente orden: Doctores
Ribichini, Diez, Salvatori Reviriego, Viglizzo, Pilotti y Peralta Mariscal,
resolviéndose plantear y votar las siguientes
CUESTIONES
1ra.) ¿Queda notificada por ministerio de la ley la primera providencia que se
dicte después que un expediente haya vuelto del archivo para la parte que
tenía constituido el domicilio en los estrados del juzgado?
2da.) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
VOTACION
A LA PRIMERA CUESTION EL SR.JUEZ DR. RIBICHINI, DIJO:
En verdad, considero que correspondería abordar una cuestión previa a la
propuesta, que es la de la apelabilidad de la resolución cuya impugnación ha
motivado el llamado a plenario. En este sentido, no advierto que la dictada a
fs. 199 y mantenida a fs. 204, cause al recurrente agravio irreparable
habilitante de la apelación concedida (art. 242, inc. 3 C.P.C.). Porque de
ningún modo puede entenderse que lo cause, la decisión que le impone
notificar la providencia de fs. 155 -primera dictada tras el desarchivo del
expediente- en el domicilio real de los ejecutados. Las conjeturadas
dificultades con que pueda tropezar el apelante para efectivizarla -"no
encontrar a nadie;; haberse mudado; etc."- no () importan un gravamen al
que pueda atribuirse, seriamente, la calidad de "irreparable" que menta
aquel dispositivo.//De todos modos, y según el alcance que la Suprema Corte de la Provincia
ha dado a los fallos plenarios -conforme al cual no corresponde a ellos
dirimir el caso concreto sometido a decisión de la sala convocante, sino que
es ésta la que procederá en consecuencia una vez establecida la doctrina
sobre el punto objeto de decisiones encontradas (v. Ac. 49.780 del 23-06-92;
Ac.87.750 del 18-06-03; P. 33.389 del 17-12-85)- corresponde que me
adentre en el tratamiento de la cuestión propuesta.En tal sentido, creo que se impone revisar el criterio que sostuviéramos en el
precedente que se invoca para justificar la convocatoria. Es por cierto exacto
que la expresión utilizada por el legislador mueve a confusión, y que sobre
su base, un sector ya minoritario de la jurisprudencia, sigue entendiendo que
se exige la efectiva expedición de la cédula y su fijación en las tablillas del
juzgado correspondiente. Cuando en rigor, todo lo que la ley hace, es remitir
al régimen de notificación automática del art. 133 del rito, en cuyos términos
habrán de operar las notificaciones que según el código corresponda
efectuar
en
el
domicilio
constituido
(v.MAURINO,
"Notificaciones
procesales", ed. Astrea, p. 190/193). De hecho, la reforma del código
procesal nacional, efectivizada por la ley 22.434, se hizo cargo de esa
impropiedad, modificando con ese alcance el anterior texto legal que todavía
exhibe el régimen bonaerense.Pero del hecho de que la notificación no reclame la observancia de aquel
anacrónico procedimiento -sino sólo la aplicación del régimen de notificación
automática- no se sigue que quede marginado de los límites y restricciones
previstos en el art. 42. Porque está muy claro que el modo de operar automáticamente los días de nota- no le quita el carácter de domicilio
constituido ficto por imperio de la ley, en defecto del voluntariamente elegido
por quien tenía la carga de hacerlo (arts. 40 1er. párr. y 41 1er. párr. C.P.C.).
En esa medida, no veo cómo pueda excluirse este supuesto de la abarcativa
denotación del primer párrafo del art. 42, que limita la vigencia de "los
domicilios a que se refieren los artículos anteriores" -y que en ausencia de
toda especificación no puede sino entenderse comprensivo tanto del
constituido voluntaria y efectivamente, como del fictamente establecido en
los "estrados del juzgado-" a "la terminación del juicio a su archivo". Es una
directiva inconcusa de hemeneútica legal -recogida pacíficamente por la
doctrina de la Corte Nacional y de la Casación bonaerense- que la primer
fuente de exégesis es el texto de la ley, y que cuando el sentido del mismo
es claro e inequívoco -y a este respecto lo es- no cabe sino aplicarlo
directamente, sin el recurso a consideraciones que conducen a prescindir de
él, sin declarar su inconstitucionalidad (v. CS., Fallos 313:1009; 324:2780;
324:2603; SCBA., Ac. 69271 del 29-02-00; Ac. 74.856 del 19-02-02).Voto entonces por la NEGATIVA.A LA MISMA CUESTION EL SR. JUEZ DR. DIEZ, DIJO:
Compartiendo en un todo los argumentos expuestos por mi estimado colega
Doctor Ribichini, a la presente cuestión doy mi voto en el mismo sentido.ASI LO VOTO.A LA MISMA CUESTION EL SR. JUEZ DR. SALVATORI REVIRIEGO
DIJO:
Compartiendo la observación efectuada por mi estimado colega preopinante
Dr. Ribichini, debo manifestar que, a mi criterio, el recurso que motivó esta
convocatoria no habría debido superar el juicio de admisibilidad. Porque la
apelación sólo procede contra providencias simples cuando el gravamen que
ocasionan es irreparable (art. 242 inc. 3ro. C. Proc.). Y es sabido que una
providencia sólo ocasiona ese tipo de gravamen cuando sus efectos no
podrán subsanarse o enmendarse en el curso del proceso, sea que impida o
tenga por extinguido el ejercicio de una facultad o de un derecho procesal,
sea que imponga el cumplimiento de un deber, o que aplique una sanción
(Palacio, "Derecho Procesal Civil", t.V, p. 14; Hitters, Juan C., "Técnica de
los Recursos Ordinarios", p.292. La Plata, 1988). De manera que el decreto
que dispone la notificación por cédula de una resolución, frente a la
pretensión del recurrente de que se tenga por operada la notificación
automática, en tanto sólo impone al recurrente una demora aún menos
gravosa que la que determina esta convocatoria, no queda incluido en esa
categoría (Palacio, Lino E. , op.cit.,t.V, p. 91, nota 21).De todos modos, la precedente observación no empece al tratamiento de la
cuestión traida a plenario. Porque en la doctrina legal de la Excma. Suprema
Corte, el fallo plenario no debe resolver un caso concreto, y la sentencia
plenaria no es la que corresponde a un proceso determinado. Por ende, no
deben tratar los jueces todas las cuestiones sometidas a su conocimiento,
sino sólo el tema con relación al cual existen resoluciones contradictorias y
que ha sido materia de la convocatoria. Y una vez producido el fallo plenario,
a la sala que interviene en el caso concreto que motivó el llamado a plenario,
le corresponderá dictar sentencia, ajustándose a la doctrina enunciada por la
Cámara en pleno (SCBA., Ac. 49.780 del 23/6/92, Ac. 87.750 del 18/6/2003,
P.33.389 del 17/12/85). Ergo, frente a la convocatoria efectuada por la Sala
II de esta Cámara, y a despecho de nuestro parecer sobre la inapelabilidad
del proveido que dio motivo al recurso que habilitó la competencia del
Tribunal, no corresponde que nos pronunciemos sobre la admisibilidad de la
apelación -cometido que incumbe a la Sala ante la que quedó radicada la
causa-, sino que debemos limitarnos a dar respuesta a la cuestión que ha
sido materia de convocatoria.-
Con esta aclaración, procedo a pronunciarme sobre el tema en controversia.
En este punto, y reconsiderando la posición que habíamos adoptado los
integrantes de la Sala I de la Cámara en el precedente que se individualiza
en la convocatoria que nos ocupa, advierto que si los domicilios constituidos
o denunciados no subsisten más allá del archivo de las actuaciones (art.42
C. Proc.), no puede sostenerse la subsistencia del constituido en los
estrados del juzgado una vez que el expediente fue archivado.Porque en definitiva, lo que implementa el art. 41 primer párrafo del código
de rito no deja de ser un sistema de constitución automática de domicilio
procesal, que pasa a localizarse en los estrados del juzgado que produjo la
resolución que debe comunicarse, con apoyo en una ficción legal que
supone la presencia del interesado los días de nota en la sede judicial
tornando operativa de esta manera la notificación automática prevista por el
art. 133 C.Proc. En tanto que el art. 42 C. Proc., al poner un limite a la
virtualidad de los domicilios "a que se refieren los artículos anteriores", sienta
una regla que se extiende también al constituido en los estrados del juzgado,
que es precisamente uno de los regulados por el art. 41 del mismo cuerpo
legal. De manera que no corresponde hacer una distinción allí donde la ley
no distingue y mucho menos en detrimento del derecho de defensa. Por lo
demás, me parece evidente que una vez archivada la causa, cesa para las
partes la carga de constituir y mantener domicilios. Pues no sería razonable ni siquiera como un imperativo de su propio interés- requerir a quien ha
omitido hacerlo antes o que habiéndolo hecho pretende mudarlo, que solicite
el desarchivo de las actuaciones con la única finalidad de constituir un
domicilio que le asegure que podrá llegar a enterarse de la eventual
reanudación del trámite del proceso.Por ende, entiendo que el domicilio que se tiene por constituido en los
estrados del juzgado por incumplimiento de la carga impuesta por el art. 40
C. Proc., no subsiste más allá del archivo del expediente; y que su
desarchivo determina que por aplicación del art. 135 inc. 7mo. C. Proc., la
primera providencia que se dicte deba notificarse personalmente o por
cédula en el domicilio real del interesado.Por lo expuesto, doy mi voto a esta primera cuestión por la NEGATIVA.LA MISMA CUESTION EL SR. JUEZ DR. VIGLIZZO DIJO:
Que en lo que hace al meollo de la cuestión que ha motivado este Acuerdo
Plenario, lo que viene dicho en los votos que anteceden expresa lo que es
mi criterio al respecto. Consecuentemente presto a ellos mi adhesión.A LA MISMA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PILOTTI DIJO:
La convocatoria a plenario ha sido efectuada ante la existencia de
pronunciamientos opuestos de ambas salas de este Tribunal expresamente
invocadas por la actora del proceso que solicitó su realización.Si bien es cierto que la cuestión traída a la alzada pudiera ser considerada
inapelable, siéndolo únicamente en supuestos en que se debatiera -vía
incidente de nulidad- la validez de tal notificación, lo cierto es que la
existencia de opiniones opuestas de ambas Salas y la posibilidad del agravio
referido justificaron la convocatoria, cuestión que por lo demás, efectuado el
llamado, ya no forma parte del tema a resolver.En lo atinente al fondo de la cuestión, dado que lo que viene votado en
primer término es el criterio que vengo sosteniendo como integrante de la
Sala II, adhiero al mismo dando mi VOTO POR LA NEGATIVA.A LA MISMA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PERALTA MARISCAL DIJO:
Como señaló el Dr. Pilotti en su voto, lo atinente a la apelabilidad o
inapelabilidad de la cuestión traída a esta alzada no forma parte del tema a
resolver en el plenario. Sin embargo, los distinguidos colegas de la Sala I de
este Tribunal abordaron el punto, expresando que no debió haberse
concedido el recurso respectivo, circunstancia que me lleva a efectuar unas
breves consideraciones sobre el particular.Coincido en que, a priori, la resolución que motivó la convocatoria a plenario
es insusceptible de revisión por la vía del recurso de apelación. Sin
embargo, resoluciones similares han sido apeladas y las dos salas de este
tribunal -antes de que el suscripto lo integrara- han abierto los recursos
respectivos y abordado la cuestión. Más aún, esos análisis llevaron a
soluciones disímiles para casos idénticos, generándose precedentes
contradictorios que desembocaron en la convocatoria a plenario.Cuando propicié el llamado a plenario no dejé de advertir la antedicha
inapelabilidad, que a priori sostengo; pero no la pude mantener a posteriori.
Y no pude porque estimé imperativo sopesar también que no obstante
tratarse de una resolución en principio inapelable, en ocasiones anteriores el
recurso fue abordado por las dos salas del tribunal, generándose
precedentes contradictorios. Entonces, hacer valer mi juicio apriorístico
hubiera llevado a que la divergencia de opiniones entre las dos salas del
tribunal no tenga solución, manteniendo sumidos en la perplejidad a
litigantes, abogados y jueces de primera instancia, cuestión que no sólo este
plenario viene a solucionar sino que ello ocurrirá por unanimidad -con lo que
adelanto mi voto a la cuestión central- en virtud del cambio de punto de vista
de los jueces de la Sala Primera, emergente de sus respectivas votaciones a
esta primera cuestión.Es cierto, la resolución es en principio inapelable; pero en oportunidades
anteriores se apelaron otras similares y los recursos fueron abordados,
generándose soluciones contradictorias, por lo que se impone un nuevo
tratamiento del punto para aunar criterios en un tema que, paradójicamente,
no reviste complejidad.Es que el art. 42 del Código Procesal, bajo el rótulo "Subsistencia de los
domicilios", estatuye que "Los domicilios a que se refieren los artículos
anteriores subsistirán para los efectos legales hasta la terminación del juicio
o su archivo, mientras no se constituyan o denuncien otros". Esos "artículos
anteriores" se refieren -entre otros- al domicilio que queda constituido en los
estrados del juzgado o tribunal, automáticamente si no se constituyere uno
distinto o voluntariamente si se optare expresamente por constituir domicilio
en los estrados del juzgado; ergo, el caso que motivó la convocatoria a
tribunal plenario no escapa a la regla general del art. 42, que hace fenecer
todos los domicilios referidos en los artículos 40 y 41 ante el archivo de las
actuaciones.Se advierte así que no hay confusión posible que emerja de la letra de la ley;
pero si la hubiera, igualmente debería imponerse la respuesta negativa a la
cuestión planteada. Es que, a la hora de tomar una decisión, los jueces no
debemos prescindir de las consecuencias que naturalmente habrán de
derivar de ella toda vez que su valoración constituye uno de los índices más
seguros para verificar la razonabilidad de la interpretación y su congruencia
con el sistema en que está engarzada la norma (Corte Suprema de Justicia
de la Nación; Fallos: 302-1284); y veo claro que la solución otrora sostenida
por la Sala Primera prescinde de esas consecuencias porque no es
razonable pretender que mientras el expediente se encuentre archivado,
quien tuvo constituido su domicilio en los estrados del juzgado durante el
trámite de la causa tenga que concurrir todos los días de notificación
automática a la Secretaría, quizá durante muchos años, a solicitar el
expediente para comprobar si se desarchivó o no;; y si no opta por concurrir
a pedir el expediente al juzgado todos los días de notificación automática
mientras perdure el archivo, entonces nunca habrá de conocer el desarchivo
porque las resoluciones que se dicten (entre ellas el "por devueltos")
quedarían notificadas por ministerio de la ley, conculcándose de manera
inaceptable el derecho de defensa en juicio, celosamente custodiado por el
art. 18 de la Constitución Nacional.-
Quiero decir, en resumen, que si la normativa en análisis (arts. 40, 41 y 42
del Código Procesal) fuera ambigua -como dije, no lo es desde mi óptica-,
igualmente se impondría la respuesta negativa a la cuestión planteada
puesto que la afirmativa derivaría en las consecuencias disvaliosas
precedentemente reseñadas.En definitiva, doy mi voto por la negativa.A LA SEGUNDA CUESTION EL SR. JUEZ DR. RIBICHINI DIJO:
Por lo acordado al votarse la cuestión anterior, corresponde fijar como
doctrina plenaria, la de que no queda notificada por ministerio de la ley la
primera providencia que se dicte después del desarchivo de un expediente,
en el que el destinatario de esa comunicación tenga su domicilio constituido
en los estrados del juzgado.ASI LO VOTO
Los Señores Jueces Doctores Diez, Salvatori Reviriego, Viglizzo, Pilotti y
Peralta Mariscal, votaron en igual sentido.Con lo que terminó este plenario dicándose la siguiente
PRONUNCIAMIENTO
Bahía Blanca, 23 de marzo de 2006.Y VISTOS: CONSIDERANDO: atento lo que resulta de la votación anterior,
fíjase como doctrina plenaria la siguiente: "No queda notificada por ministerio
de la ley la primera providencia que se dicte después del desarchivo de un
expediente, en el que el destinatario de esa comunicación tenga su domicilio
constituido en los estrados del juzgado". Comuníquese a los Juzgados de
Primera Instancia.Guillermo Ribichini
Miguel Angel Diez
Gustavo Salvatori Reviriego
Horacio C. Viglizzo
Abelardo Antel Pilotti
Leopoldo L. Peralta Mariscal.
Ante mi:
Elena G. Longás (secretaria)
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