Estamos a finales de marzo y mi experiencia está a punto de acabar. Llegué aquí el 6 de enero, ya conocía a mi “compañero de aventura” porque vino el primero a Italia, a mi casa. Ya conocía a su madre también porque vino a verle. Los días antes de irme estaba muy nerviosa, triste y preocupada... me daban miedo muchas cosas, sobretodo la idea de tener que estar lejos de mi familia y no ver a mis padres y mis hermanos por mucho tiempo. Era una preocupación muy tonta, si ahora lo pienso. Aquí he encontrado a una familia que me quiere un montón, tengo a una segunda madre, a un hermano y a una hermanita muy cariñosa. Me acogieron como una hija, una hermana y su casa la considero mi casa. Además salía con la madre y sus amigos, es como una grande familia. En el insituto desde el principio me encontré fenomenal. El español lo controlo bien y siempre he podido entenderlo todo, los compañeros se han preocupado por nosotras y nos han apoyado siempre. Por supuesto como en cada grupo hay divisiones y gente que se encuentra mejor con determinadas personas o con otras... pero yo creo que es normal. El primer día de clase el timbre, osea la canción, me asustó un poco, fue una novedad. En Italia toca un simple y común timbre. Me costó un poco acostumbrarme a las seis o siete horas de clase, porque suelo tener solo cinco por día. Nosotros tenemos clase el sábado, pero no es tan feo o imposible como pensáis vosotros. Además es cómodo porque por la tarde tenemos más tiempo, ya que cenamos mucho más pronto (a las 20:30 o 21:00 como mucho). Me pareció raro no poder salir del instituto o entrar tranquilamente solos. En mi instituto si llegas tarde, entras tú solo y ponen un sello en tu “libretto” (como una agenda donde se escriben sólo notas y comunicaciones). Si tienes que salir antes lo puedes hacer si tus padres te recoger o si llaman para dar permiso y si falta un profesor sales si.n controles. Si faltas un día por lo que sea, es mucho más fácil comparado con aquí: los padres justifican en tu “libretto” poniendo la razón (razones personales, médicas, de familia...) y lo que aquí es justificante médico es necesario solo si faltas 5 o más días. Hay muchísimos exámenes orales en media donde asignaturas diferentes por día y por eso nuestras mañanas son más duras y tensas. En el recreo podemos salir del instituto, quedarnos en las clases o estar en el patio... hay más libertad. Nos dirigimos a los profesores con “usted” por eso me pareció rara toda la confianza que aquí los alumnos tienen con los profesores. Estos siempre se han demostrado amables y muy disponibles. Siempre nos han tenido en cuenta y nos han ayudado si era necesario o han tomado algunas medidas para exámenes, deberes… Me he encontrado muy bien,no me puedo quejar por nada. Las tardes me han parecido mucho más largas que las de Italia y mucho más tranquilas. Suelo correr para llegar al entrenamiento, volver y estudiar muchísimo, mientras que aquí entre la comida (que se hace muy tarde), la siesta y los pocos deberes tengo más tiempo. Los contenidos de las clases aquí son más ligeros, suelo dar muchos más temas (menos de matemáticas y física). Cada fin de semana me he relajado y poder dormir el sábado por la mañana es un sueño. En estos tres meses he aprendido muchas cosas, he crecido muchísimo y casi me parezco otra persona. Los miedos que tenía (y que cada uno puede tener) son normales, pero se van enseguida. Las preocupaciones o las cosas que antes representaban problemas gordos ahora son tonterías. He aprendido a moverme sola por una ciudad muy grande, a hablar sin indecisiones un idioma diferente, a enfrentarme a nuevas costumbres, a nuevas personas, una nueva cultura... una nueva vida. Me he dado cuenta de lo grande que es el mundo, de lo corto que es el tiempo y de cómo es necesario aprovechar de cada segundo en cada situación. Ahora todo me parece más simple, más posible... ¡¡Aconsejo esta experiencia a todos!!! Si tenéis miedo no os preocupéis que es solo un pequeño inconveniente y merece la pena enfrentarse a estos miedos, porque las recompensas son muy grandes... Me he encontrado tan bien que este verano volveré... dejar esta vida va a ser difícil. Chao Alexia