Happening N° 12 - Escuela de la Orientación Lacaniana

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HAPPENING
Boletín del Instituto Oscar Masotta
Nº12 Martes 9 de octubre 2001
Directores de la publicación: Samuel Basz, Jorge Chamorro, Germán García y Stella Palma
Responsable de la publicación el Comité de Iniciativa del IOM (S.Basz, J.Chamorro, G.García,
J.C.Indart, R.Mazzuca y M.Torres)
Editorial
COMITÉ DE INICITIVA
Un programa de psicoanálisis para el país
Cuando comience el curso lectivo del 2002 el IOM tendrá un programa común que se realizará en
cada Delegación en parte y, de manera detallada, gradual y sistemática, en cada Centro de
Investigación y Docencia (CID). Es el resultado de haber analizado cada uno de los programas que
el Comité de Iniciativa recibió, es la consecuencia de un año de trabajo en común.
Por otra parte, el IOM estrecha sus lazos con la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL) al
convertirse en responsable de su política, en cada una de las ciudades en las que realiza sus
actividades.
Es decir, que además del auspicio del Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de París VIII
y del Instituto del Campo Freudiano, se hace explícito el pacto tácito de trabajo con la EOL, lo que
implica una mayor responsabilidad tanto en el campo de la investigación como en el de la docencia.
Como desde el inicio, continuamos con la política de aceptar uno por uno a quien se dirige a una
Delegación o a un CID, sin tener en cuenta su pertenencia a tal o cual grupo local (en tanto no
existen relaciones vinculantes con ninguno de ellos, más allá del trabajo común con quienes aceptan
nuestra propuesta).
El Comité de Iniciativa evaluará, como lo ha hecho hasta el momento, el pedido de un docente
determinado, dentro de una política permutativa que se propone hacer que cada uno pueda conocer
algo de la red que configura el mapa del IOM.
Lo realizado hasta el momento confirma el valor de nuestra orientación para el psicoanálisis en la
Argentina. Las modificaciones que realizaremos, tanto en el programa como en la organización –
cuando alguna situación lo exija- no tendrá otra finalidad que la plena realización de nuestro
proyecto.
Noticias
CID-La Plata
Clase del 17 de agosto, a cargo de Marcelo Marotta: Transferencia y demanda de amor.
Marotta definió la transferencia perteneciendo a la estructura del discurso analítico porque tiene
como pivote el SsS. Se desarrolla la posición del analista y del que se dirige a un análisis a partir del
grafo de la comunicación de Lacan : S_A.
El analista en posición de oyente del discurso vía la asociación libre, decide el sentido de lo que allí
se dice. Quien consulta demanda un aval sobre la autoevaluación de su síntoma, tal como lo
desarrolla Miller en Introducción al método psicoanalítico.
La demanda inicial de ser admitido como paciente otorga un poder al analista, ya que a él se le
dirige la pregunta sobre el sentido del síntoma. A diferencia de la alternancia de lugares que existe
en toda comunicación, se repara en la disimetría que supone la situación analítica y la apertura que
con esta relación se hace a la transferencia, por el mismo hecho de que el paciente se entrega a la
asociación libre buscando la verdad sobre sí, en el analista. La transferencia es ya esta estructura
misma, es decir, la institución de esta relación disimétrica .
Se continúa la clase situando la complejidad que adquiere el tema en Lacan a partir del algoritmo de
la transferencia. Aquel que se acerca al análisis porta un significante que se dirige a alguien en el
lugar de un significante cualquiera, la intervención del que está en esta posición convierte a alguno
de esos significantes en el significante de la transferencia, significante que representa al sujeto del
malestar. La relación entre S y Sq genera la significación inconsciente que reenvía a todo lo que
estaba reprimido, es decir al saber no sabido por el paciente. Aquí se rescata la idea de un SsS, hay
un saber supuesto y a esto se le adjudica un sujeto. Se señala como ese SsS es adjudicado al
analista, el cual no debe identificarse a ese lugar. La transferencia queda definida entonces como la
relación misma de la cura, como el tiempo del análisis y la elaboración o trabajo en la experiencia
analítica.
Se tomó luego el tema de la transferencia en su relación con el registro imaginario, a partir de la
vertiente del sentido y del amor. En el Seminario I de Lacan lo imaginario jugaba un rol pivote,
mientras que en el Seminario XI el pivote era el SsS.
Para introducir el concepto de demanda de amor en su articulación con la transferencia se hizo
mención al escrito de Dirección de la cura, donde esta articulación es desarrollada. Toda necesidad
por pasar por los significantes del Otro se convierte en demanda, de ahí que toda palabra humana
sea demanda. En la demanda de amor se pide que el Otro dé lo que no tiene, que responda
alojando la demanda con su presencia. El analista no identificándose a este lugar permite abrir el
camino del deseo. Se contaron también dos viñetas clínicas para ilustrar lo anteriormente
mencionado.
Carolina Alcuaz
Clase del 21 de Septiembre, a cargo de Jorge Chamorro: Las diferencias neurosis-psicosisperversión, en las entrevistas preliminares.
Para desarrollar el tema propuesto, J. Chamorro ordenó separando por un lado “entrevistas
preliminares”, por otro, “estructuras clínicas” y ubicando como puente entre ambos “ la estructura del
acto analítico”.Como punto de partida, se situó que las entrevistas preliminares no implican solo un
ejercicio del diagnóstico, sino también la posición del analista. Aceptar o rechazar un paciente en
análisis es un acto y es en ese sentido que cobra especial importancia la distinción estructural.
Las entrevistas preliminares se dirigen a un desencadenamiento. En la neurosis, esto implica que
se produzca y precise un síntoma. Si no se ha precisado un síntoma que descompense la
estructura, no hay entrada, con lo cual no hay efectos ni una profunda transformación. Pero esto
mismo, nos enfrenta de lleno con un problema clínico crucial para el psicoanálisis: la psicosis no
desencadenada. Desencadena y es un hecho -recalcó - que la psicosis puede estar en la estructura
pero una vez producido el desencadenamiento el daño es irreversible. Se consolida una
contraindicación: es preciso entonces “retroceder con el dispositivo analítico frente a la pre-psicosis”.
Las entrevistas preliminares implican entonces un contrato con el inconsciente, que esté dispuesto al
trabajo, que sea permeable a su interpretación. Del lado del analista, queda situado un doble
trabajo: por un lado, el de alojar la intención de decir; por otro, el de recortar en los laterales los
dichos, provocando como efecto la construcción del síntoma. Para abordar la perversión, tomó dos
referencias en la enseñanza de Lacan: el Seminario X, donde es descripto como alguien que
angustia al otro, y el Seminario XVI, en el cual lo hace como alguien que hace gozar al otro.
Petrificado al lugar del objeto a, es el partenaire quien ocupa la posición de sujeto barrado. Una
viñeta clínica demuestra la inversión del acto analítico y la imposibilidad del perverso de ocupar el
lugar del sujeto barrado.
En cuanto a la psicosis, el docente partió de un interrogante: ¿el psicótico puede ser sujeto?,
tomando como referencia “ De una cuestión preliminar...” y la reformulación efectuada por Lacan en
la “ Introducción a la edición alemana de los Escritos”. El psicótico, coagulado con los significantes
neológicos, no es un sujeto que se divide: “si lo queremos dividir – afirmó Chamorro- lo partimos”.
Hay entonces, un tratamiento posible para la psicosis, que en la clase quedó planteado no como un
análisis sino como “respuesta analítica”, en la cual la construcción a partir de los puntos de fijeza
ocupa el lugar de la interpretación.
Ana Piovano
CID-Tucumán
El sábado 8 de septiembre en el Seminario Clínico del CID-Tucumán. Graciela Brodsky expuso el
tema: enunciación y enunciado en el acto analítico.
La exposición de Graciela Brodksy comenzó planteando tres preguntas que un sujeto en análisis
debe responder y solo puede hacerlo si el analista lo lleva a esos puntos. Las mismas son: 1) ¿Y
esto qué quiere decir? 2) ¿Por qué me lo dice? 3) ¿Quién habla?
La primera de estas preguntas atañe al síntoma, entendido como un significante, no como una
palabra. Así una parálisis histérica o la compulsión del Hombre de las Ratas no son palabras sino
significantes, es decir cualquier cosa a la cual se le supone una significación, aunque ésta no sea
conocida. El “que quiere decir” apunta a una significación que el analista va a responder con una
interpretación. La interpretación obliga al analizante a interpretar, a su vez, la interpretación del
analista. Así, la interpretación se presenta siempre como un enigma para el analizante.
La segunda pregunta se refiere a que hay un tiempo del análisis donde se progresa a no ya del “que
quiere decir”, sino del “por qué me lo dice”. La primera es una pregunta por la significación, en
cambio la segunda es una pregunta sobre el deseo del Otro. El sujeto responderá a ese enigma con
lo que Lacan llama el fantasma, donde pondrá en juego qué clase de objeto es para el Otro, es decir
que allí el analista es un representante de los Otros que han marcado la vida del sujeto. Justamente
en Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano, Lacan escribe esta
relación con un grafo donde el segundo piso toma la forma de un signo de pregunta indicando así
que allí se juega el fantasma y la clase de objeto que el sujeto cree ser para el Otro.
La tercera pregunta, “¿Quién habla?” es una paradoja porque supone que el que habla no es
necesariamente quien habla, ya que el sujeto puede ejecutar el acto pero quien habla es el discurso
familiar, lo que los otros han dicho de él. Esta diplopía, lleva a Lacan a recurrir a la lingüística donde
encuentra esos dos planos del enunciado y la enunciación. Esto le permite formular que la división
del sujeto no debe ser pensada en términos de adentro y afuera, sino que está en la frase misma.
Para ejemplificar esta división, Graciela Brodksy recurrió a explicar la función del “ne” espletivo en la
lengua francesa, que duplica la negación e indica el lugar del sujeto de la enunciación en el
enunciado.
Del mismo modo la paradoja de Epiménides, revela que cuando se dice “miento” es preciso precisar
quien habla allí. En un plano es el sujeto del enunciado, pero al mismo tiempo el sujeto de la
enunciación afirma que “confiesa la verdad”. Lacan también afirma que la diferencia entre el sujeto
del enunciado y la enunciación puede buscarse en las frases que no tienen pronombre personal. Si
alguien afirma “Llueve” ¿para qué me lo dice? ¿qué quiere decir?, ¿es una excusa o un alerta?
Igualmente la afirmación “Tengo tres hermanos. Pedro, Pablo y yo” donde el sujeto se excluye y a la
vez se cuenta dentro del conjunto.
Lo que plantea que el inconsciente toca el punto mas sensible de la naturaleza del lenguaje es el
sujeto, que no puede ser identificado con el que habla o con el pronombre gramatical de la frase. Así
existen muchos enunciados sin ningún índice que indique quien sostiene la enunciación, en tanto el
sujeto no puede ser siempre identificado al shifter que es el lugar reservado por los lingüistas para
alojar al sujeto de la frase.
El sujeto en psicoanálisis es mas bien ubicado en el traspié del aparato del lenguaje, allí donde falla.
Solamente en la discontinuidad, en el corte tenemos la sospecha de la ubicación del sujeto.
En el seminario De un otro al Otro (1969) Lacan afirma que para tener el coraje de decir yo no digo
lo que se enuncia hay que pagar el precio de estar en análisis. Y allí el sujeto encontrará la
interpretación, que ubicará su lugar y esto se deberá a la responsabilidad del analista.
Finalmente Graciela Brodsky se refirió a las dos formas de interpretación que Lacan comenta en el
seminario XVII: el enigma y la cita, con referencias a Jakobson y al caso de la alucinación del
Seminario III, “vengo del fiambrero”, para indicar que es en la psicosis donde se ve claramente la
distinción entre sujeto del enunciado y la enunciación. Asimismo, resumió valiosas indicaciones
sobre el papel de la interpretación en la psicosis.
Dos ejemplos clínicos de gran perspicacia cerraron la clase lo que motivó numerosas intervenciones
por parte de los asistentes.
En suma: claridad, precisión y justeza en el tratamiento de los conceptos es lo que debemos a
Graciela Brodsky en esta nueva fecha del Seminario Clínico en Tucumán.
Ricardo E. Gandolfo
CID-Pergamino-Junín
La clase dictada el 07/ 09/2001 por Oscar Zack se desarrolló a partir de dos textos de Lacan:
Apertura de la Sesión Clínica, La Dirección de la Cura y los Principios de su Poder.
A través de ellos se intentó dar cuenta de las herramientas que emplea el analista. Una de ellas es la
palabra pero usada de manera diferente al uso que le dan los demás seres humanos. Se la conoce
como interpretación y subvierte la estructura misma de la palabra ya que, según Lacan, toda
palabra es demanda, pero esto no se da cuando es el analista quien la emplea.
El analista es quien suministra lo que llamamos Psicoanálisis, es él quien dirige la cura aplicando al
paciente las reglas analíticas sabiendo cual es la enunciación de este sujeto, reconociendo la
posición que toma frente a sus enunciados.
Aquí comienzan a tener valor las entrevistas preliminares; definidas como un tiempo lógico donde se
ubicarán las coordenadas diagnósticas (neurosis, perversión y psicosis). Esto permitirá saber qué
estrategias se utilizarán para dirigir la cura.
En este momento el analista no debe dudar ya que se coloca en posición de objeto (dismetría entre
objeto <analista> y sujeto < analizante>)
En lo que respecta al psicoanálisis, se remarcó que es una práctica de lo real hacia donde se orienta
la clínica, se la definió como todo lo que se dice en análisis y es dirigida por el síntoma. Se dirá
cualquier cosa pero no desde cualquier lugar, sino desde el diván analítico. Con el empleo de esta
herramienta se intenta dejar por fuera la impronta imaginaria, favoreciéndose a la asociación libre.
Esto refuerza el hecho de que en psicoanálisis no se trata de dialogar ni de conversar ya que
debería haber dos sujetos para tales fines, pero solo hay uno: el analizante.
En una comunicación se supone que el emisor ( E ) sabe lo que dice y el receptor ( R ) entiende lo
que le están diciendo (esquema de la comunicación E
R)
Dicho esquema no funciona en psicoanálisis ya que el sujeto recibirá su propio mensaje de forma
invertida. El receptor dirá lo que el emisor le dice. Esto es la esencia misma de la interpretación
lograda mediante la asociación de significantes y no por el uso de signos (representan algo para
alguien)
Esto demuestra que no hay coincidencias entre el registro de lo imaginario y el registro de lo
simbólico ya que si no, el psicoanálisis, se vería reducido a una psicoterapia donde prevalece el
esquema de la comunicación tradicional, usado a diario por todos nosotros, pero llevado al
consultorio podría promover tendencias agresivas.
En la segunda parte de la clase se trató el tema de las psicosis. Freud nos enseña que en esta
estructura no se puede establecer la transferencia, pero Lacan dirá lo contrario: en las psicosis hay
transferencia pero ésta será erotomaníaca.
Nos marca una posición ética del psicoanálisis cuando dice que no hay que retroceder ante un
psicótico ya que lo mejor que le puede pasar a este sujeto es encontrarse con un analista. Entonces
deberá ser tratada pero de manera diferente al tratamiento de una neurosis (no se lo deberá
acostar en un diván, se tendrá más cuidado con las interpretaciones, etc.) Aquí establece una
diferencia con lo que proponía Melanie Klein. Era sostenía en una continuidad entre ambas
estructuras y por lo tanto ambas podrían ser tratadas de igual modo.
El desencadenamiento de la psicosis se produce con el encuentro de un padre en lo real. Es decir se
halla contingentemente en la vida con algo o alguien que ocupa ese vacío que no se puede llenar, a
saber: el de la función del Nombre- del- Padre.
Concluye la clase marcándonos que el psicótico muestra la estructura del inconsciente pero sin
mediación de lo simbólico. Posee certeza, una verdad no sabida y por esto hay que hacerla hablar.
M. Juliana Trebino
CID-Salta
Reseña del 4º Encuentro CID-SALTA (3 y 4 de Agosto de 2001).
Este cuarto encuentro mostró un trabajo provocado por la transferencia al Psicoanálisis de
Orientación Lacaniana y la aplicación de sus principios. Hacer como Lacan, sin imitarlo; así, el
análisis, la formación, la institución forman el nudo del que vamos extrayendo sus principios. Como
señala J.A.Miller, la enseñanza de Lacan “...no es una transmisión en masa (...) es una transmisión
por recurrencia, de uno a uno, no a una masa de otros, y se efectúa con el modelo de la experiencia
analítica.” Política Lacaniana Colección Diva, 1999.
En el encuentro anterior Graciela Musachi lanzó la siguiente pregunta: ¿qué es el psicoanálisis?,
respondiendo que, es lo que dice de eso que se escapa, a lo que la palabra quiere decir y que sólo
puede ser atrapado en el detalle. Este detalle permite hacer de lo mismo algo diferente cada vez. Un
mismo interrogante: qué quiere decir Lacan cuando dice “El inconsciente está estructurado como un
lenguaje”?, provocó cuatro respuestas diferentes, cuatro modos diferentes de decir de eso.
Acordamos qué es lo decisivo, cada uno lo dirá a su manera.
Alejandra Borla - Coordinadora CID-Salta
El Inconsciente estructurado como un lenguaje
Mercedes Saravia comenzó su exposición realizando una distinción entre la lingüística estructural y
el psicoanálisis señalando que para, este último, el sujeto encuentra su ubicación en la
discontinuidad de la cadena significante, fundamentando que el costo de no ser más que una
variable de esta cadena sitúa al sujeto del lado de la castración.
Posteriormente, situó en relación al texto de J-A. Miller Introducción al método psicoanalítico, las
cuestiones de la evaluación clínica y de las entrevistas preliminares señalando la relevancia de
ubicar un diagnóstico adecuado al comienzo de un tratamiento. Diagnóstico diferencial que orientará
la dirección de la cura. Finalizando su exposición con la distinción que efectúa Freud entre reglas y
condiciones en La iniciación del tratamiento
.
Alicia Aráoz se refirió al retorno a Freud que propone Lacan a partir del Discurso de Roma donde
supone la lectura de los textos freudianos con los instrumentos de la lingüística. Estableció una
distinción entre el signo de De Saussure y la transformación que del mismo produce Lacan. Resaltó
en la enseñanza de Lacan el predominio del significante sobre el significado en los efectos de
significación. Luego hizo referencia a R. Jacobson de quien Lacan toma las leyes del lenguaje:
metáfora y metonimia (condensación y desplazamiento en la obra de Freud).
De la metonimia expresó que, etimológicamente, se define como un cambio de nombre, una cosa es
designada a través de un término que no es el que la distingue habitualmente. Entre ambos términos
debe existir necesariamente una relación. Para Lacan la metonimia es la conexión que existe entre
un significante con otro significante en una relación de contigüidad y que no produce un nuevo efecto
de significado, fundamentalmente articulada con el deseo.
En relación a la metáfora, dijo que, para Lacan, se trata de un función de sustitución de un
significante por otro significante, donde la congruencia, la relación entre ambos, produce el
surgimiento de un nuevo sentido. Finaliza su exposición con un comentario del sueño de La bella
carnicera.
Alejandra Borla realizó un análisis del axioma “El inconsciente estructurado como un lenguaje”, a fin
de delimitar la noción de lenguaje en Lacan y De Saussure, para lo cual hizo un recorrido de los
puntos de la lingüística que interesan a la elaboración de Lacan: el ordenamiento del lenguaje a
partir de las leyes de la diacronía y sincronía, la noción de valor del signo (diferencias y
combinaciones) donde cada término se define por sus relaciones y no por lo que es en sí. No hay
elementos sino funciones y relaciones.
Realiza el mismo trabajo para diferenciar la noción de inconsciente y estructura en Lacan y LéviStrauss, poniendo el acento en la diferencia a partir del lugar dado al sujeto en la estructura y la
función de la ley. Articular este desarrollo al texto de Miller Introducción al Método Psicoanalítico en
relación a la localización subjetiva y la modalización: el lugar del sujeto en la estructura surge en la
posición que éste toma respecto de sus dichos, seleccionando el ejemplo de la negación
desarrollado por Miller.
Si bien la lingüística y la antropología introducen un principio ordenador de la estructura bajo la
forma de una ley, ésta funciona para completar la estructura y asegurar su continuidad invariante, a
diferencia del planteo del psicoanálisis lacaniano, donde la ley funciona descompletando al sujeto e
instalando la falta en ser.
Marta Verde ubica al lenguaje en el campo del Otro y al sujeto en el lugar de la palabra. Sitúa al
sujeto como respuesta, lo que implica la noción de responsabilidad. A esta responsabilidad la
aprehendemos en las entrevistas preliminares (J.A.Miller).
Posteriormente se refiere a R. Jacobson para formular que Lacan diferencia entre enunciado y
enunciación. Para Jacobson el enunciado es el discurso de hecho, la enunciación supone a un
partícipe, un lugar en el discurso. A este partícipe Lacan lo denomina “sujeto”, y se hace necesario
que el analista ubique a este sujeto en el discurso. Miller en Introducción al Método Psicoanalítico
ejemplifica esta cuestión cuando ubica al sujeto no del lado de esta mujer calificada como alcohólica
sino en el desplazamiento a una mujer histérica que bebe.
Hacia el final de la clase señaló que Lacan en es Seminario XI pone la pulsión del lado del sujeto, lo
que muestra a un sujeto no sólo en relación al lenguaje sino también a un empuje encarnado. En
consecuencia propone que la realidad del sujeto del inconsciente es la realidad sexual. No todo es el
lenguaje.
Oscar Montivero
Delegación Comodoro Rivadavia
EL INCONSCIENTE FREUDIANO Y EL NUESTRO
Los días 20 y 21 de setiembre, se llevó a cabo el quinto encuentro del Seminario de Introducción al
psicoanálisis que organiza la Delegación Comodoro Rivadavia del IOM.
En esta ocasión contamos con la presencia de Gerardo Maeso con quién tuvimos ocasión de
disfrutar de esa mezcla de sabiduría y sencillez que dan a la clínica y a los conceptos las múltiples
ocasiones en los que fueron puestos a prueba. La reunión comenzó por situar la historia,
comenzando por el momento en que Pichón pasó a Masotta aquella edición de los Escritos, en los
que el mito quiere ver restaurada la fractura entre la tradición y los cambios anunciados por Lacan.
Cambios que debieron desarrollarse por fuera de las Instituciones Oficiales depositarias de aquella
tradición. Que Pichón y Lacan hayan sido ambos expulsados de ellas no fue la única coincidencia
señalada por Maeso. La influencia de un surrealismo practicante fue generosamente ilustrada con
relatos que mostraban una práctica no limitada por standards y rituales rígidos, que devolvía al
psicoanálisis el potencial creativo del que lo había dotado su creador.
Pero la historia es llamada para retornarla a su lugar, Maeso traza el recorrido que hace Lacan
desde una conceptualización del Inconsciente como un sentido a restaurar, hasta el quiebre que lo
entiende como una discontinuidad. Momento situado en el Seminario Los Cuatro Conceptos, en los
que se diferencia de Freud, utilizando la formula que da título a nuestro encuentro.
En el comienzo entonces, el Inconsciente es considerado como hechos de historia sustraídos a
cierto orden. La represión opera produciendo esas “páginas de vergüenza que se olvidan o esas
páginas de gloria que obligan”. De todos modos no se trata de historia para el archivo, esos
acontecimientos olvidados son recordados en acto. La palabra como portadora de sentido es
convocada para restaurarlo. El sentido es la dimensión en la que se despliega todo el sistema. Ya
sea por la contradicción y el conflicto entre varios, o por lo inefable de otros.
Sin embargo esta tarea de reconstrucción arqueológica del sentido, se choca con la linealidad de su
estructura. Se hace necesaria una concepción del tiempo que permita dar cuenta de la influencia del
presente sobre los acontecimientos pasados. Lacan retoma de Freud el papel del après–coup, y se
sirve de él para romper con aquella linealidad y disponer de una mayor flexibilidad para explicar el
síntoma y también la influencia de la cura. La verdad es obtenida como resignificación del pasado.
T1------------------T2
La fenomenología le permite una concepción del tiempo en la que el presente es función del porvenir
y que privilegia el papel de la anticipación como clave de la economía deseante.
T1 ------------- T2 -------------?
El sujeto queda entonces suspendido entre Tl y T2. Se abre el lugar para un capítulo no reconocido
que demanda realizarse. De todos modos se alcanza el máximo de posibilidades que pueden
obtenerse dentro de la diacronía en la que se desarrolla esta etapa.
El próximo paso lo permiten los desarrollos de la lingüística. En ella se apoya para introducir el
concepto de que el sentido no solo es transportado por el Significante sino que es creado por él.
Toma de Jacobson el papel de la metáfora y la metonimia para describir los modos de producción
del sentido que no dependen del eje diacrónico.
f {S } ~ S (+) S
$
El sentido proviene de la fuerza de lo reprimido. Cuando no hay interrupción de la cadena y esta
circula
tampoco
se
produce
sentido.
Ff { S.....S’} S ~ S ( - ) S’
Esta formula se adapta a las condiciones del deseo, en tanto éste implica un querer más allá del
objeto. Maeso citaba el caso de la histeria, donde la imposibilidad de apropiarse de un significante
trae como consecuencia un problema con la identificación y con el goce de los objetos. También
permite operar con el síntoma, en tanto este depende de la sustitución metafórica, es posible ponerlo
en movimiento al diacronizar la cadena.
S ..... S’......S
Pero hasta aquí no hemos ido más allá del sentido. A partir del seminario XI, Lacan introduce una
noción del Inconsciente como discontinuidad. Maeso se refirió a la noción de la causa para dar
cuenta de ella. Señaló al respecto que la causa no mantiene una relación lineal, sino
fundamentalmente discontínua con los efectos. El síntoma no es efecto sino un resultado del
despliegue del deseo a través de la red de significantes que envuelve esa brecha, por donde lo real
del trauma va a manifestarse. Esa hiancia hace lugar a lo inconsciente que adquiere entonces el
carácter de lo no realizado pero que demanda serlo.
Es la discontinuidad la que hace surgir lo contínuo. Es por ello que el Inconsciente tiene un estatuto
ontológico débil, y ónticamente el de una hiancia. Hiancia que encuentra sus representantes en cada
uno de los tres registros: como objeto perdido en el registro Imaginario, como indeterminación,
brecha, ranura en el registro Simbólico y como ausencia de relación sexual en el registro de lo Real.
Maeso completó su exposición con datos clínicos de su experiencia y de aportes de los
concurrentes. Y también como no podría ser de otra manera con referencias a ese real que irrumpió
con el atentado en la ciudad de Nueva York.
El próximo encuentro será el día 27/10, con docentes locales con quienes abordaremos la dirección
de la cura en la histeria.
José Luis Tuñón
Delegación Río Gallegos
Reseña de la clase del 11/08/01
El 11 de agosto, la Delegación del IOM Río Gallegos reinició sus actividades abordando el tema de
las psicosis, tema trabajado a modo de introducción ya que el mismo será tomado en la clase
siguiente por Gustavo Stiglitz. La clase estuvo a cargo de Leonor Lozano y Mariana Filippo
Leonor Lozano situó el tema de la psicosis en el campo del lenguaje en la relación del sujeto con el
Otro. Marcando así la diferencia con la concepción de la psicosis como un déficit en la percepción
del sujeto y el tratamiento consecuente.
La psicosis, como manera de relación al Otro de la que resulta una estructuración subjetiva, quedó
ubicada como una cuestión preliminar para dar tratamiento a los fenómenos de esa estructuración
subjetiva. Se planteó entonces, como interrogante el lugar del psicoanálisis en tanto ética del Bien
Decir, ante el fenómeno psicótico.
En la segunda parte de la clase, Mariana Filippo ilustró lo trabajado con pasajes de la presentación
de enfermos Una Psicosis Lacaniana. Así también destacó la modalidad de Lacan en el indagatoria
a los pacientes, orientado por la búsqueda del fenómeno elemental.
Leonor Lozano
Reseña de la clase del 25/08/01 La clínica de las psicosis A cargo de: Gustavo Stiglitz
Durante su estadía en Río Galegos, Gustavo Stiglitz dio una charla en el Centro de Salud Mental, el
viernes 24 de agosto titulada: PSICOANALISIS Y SALUD MENTAL.
Mientras que al día siguiente, luego de ser presentado ante la asistencia del Seminario Clínico del
IOM, abordó como tema LA CLINICA DE LAS PSICOSIS.
En primer lugar destacó la novedad de la concepción freudiana pues
si bien Freud recurrió al saber psiquiátrico de su época, la aplicación de la teoría psicoanalítica al
estudio de las psicosis, produjo un pasaje de la “clínica del déficit” -propia de la psiquiatría, incluso
actualmente- a una “clínica de la producción”. Esta última le da un valor restitutivo a los fenómenos
de la psicosis. Esto llevó, a abordar el fenómeno psicótico en el mismo registro donde aparece, es
decir en el de la palabra.
Lacan, por su lado, avanzó sobre este punto cuestionando, además, la noción de la psicosis como
déficit en su discusión con Merleau Ponty, puesto que para Lacan lo percibido está estructurado por
la estructura significante. Esto supone hacer la diferencia entre la materialidad y el sentido de lo
percibido.
En la distinción que hace Lacan en el Caso Schreber sobre los fenómenos de mensaje y de código,
se puede notar cómo al psicótico le llega la materialidad de esa palabra, más que lo que significa. Y
cómo en los fenómenos de mensaje el complemento de sentido lo tiene que dar el sujeto.
Así mismo, planteó la diferencia entre fenómeno elemental y delirio, aunque ambos sean propios de
la psicosis.
En la segunda parte de la clase, G. Stiglitz desarrolló la diferencia entre causa y
desencadenamiento.
En el orden de la causa se ubica la falla de la Función Paterna (FP).La presencia o ausencia de la
operación de esta función es tomado como elemento diferencial entre neurosis y psicosis.
El padre es un significante o una función llamado Nombre del Padre (NP). El NP da respuesta a la
incógnita del Deseo de la Madre (DM).Al ser una función metafórica la función paterna es una
operación de significación que permite que los significantes se liguen entre sí.
Esta primera significación del DM, llamada significación fálica, introduce al sujeto en el orden del
sentido. Es por ello que en tanto esta función metafórica falla, no da lugar a la operación de
significación necesaria para la producción de la cadena significante, por lo cual los significantes
aparecen sueltos, no ligados, lo que Lacan llama la aparición de los significantes en lo real.
Lacan señala, en el Seminario V, la función del padre -en los tres tiempos del Edipocomo orientador del deseo de la madre y posibilitador de la separación de ésta con respecto al niño.
El mecanismo propio de la psicosis por el cual no hay inscripción del NP es la forclusión.
En relación a la estructura del lenguaje, el NP en tanto productor de sentido produce una detención
en la cadena significante: punto de basta o punto de capitón. La forclusión del NP trae como
consecuencia un fracaso en el campo del sentido, ya que no se da ese punto de “basta”, que el
delirio trata de suplir.
Así como la causa de la psicosis está en relación a la función del NP, el desencadenamiento
está ligado al encuentro con “Un padre” ,en lo real. Un ejemplo de esto es la transferencia de
Schreber hacia Fleschig. De aquí que si la causa está ligada a la función del NP, el
desencadenamiento lo está a “Un padre”.
A través de la exposición de un caso clínico, Stiglitz mostró en la última parte de la clase, la relación
entre los hechos y los conceptos, como así también la función del analista en la dirección de la cura
de la psicosis. En este sentido habló de las intervenciones del "si" y las intervenciones del "no". El
psicótico va a producir lo que lo establilice, por ello la escucha se orientará a detectar eso que lo
estabilice y alentarlo a seguir por ese camino.
Leonor Lozano y Mariana Filippo
Ida y Vuelta
Esta sección intenta abrir un verdadero intercambio, esperamos la vuelta.
El mes pasado el Comité de Iniciativa se reunió con los directores de los CID para organizar la tarea
del año próximo utilizando lo aprendido en este año de trabajo.
Antes de fin de año contarán con el nuevo programa unificado y la lista de docentes que viajarán en
el transcurso del 2002. Se les sugirió a los directores que antes de comenzar el año lectivo hicieran
una reunión con el conjunto de los docentes de cada CID para comunicarles el programa del
seminario clínico y el punto que le tocará desarrollar a cada uno, así como la fecha en que deberán
dar sus clases. Se le pedirá a cada docente que se comunique con el que viajará a continuación
para ponerlo al tanto de lo trabajado.
También se les pidió a los directores que cuando les toque viajar al CID del que son responsables
realicen una reunión con la Comisión Ejecutiva local.
Esperamos que estas sugerencias faciliten el trabajo en conjunto.
Como el nombre de esta sección lo indica esperamos vuestras sugerencias.
Stella Palma
El psicoanálisis y las ciudades
HOY: La Plata
En torno a la situación platense del psicoanálisis.
A partir de una serie de entrevistas y publicaciones ubicaremos brevemente acontecimientos para
observar una cierta situación del psicoanálisis en la ciudad de La Plata. A fines de construir una
historia como futuro anterior, fechamos un primer encuentro que fue una entrada, con una
conferencia brindada por Oscar Masotta en el Hospital de Niños el 25 de abril de 1970, invitado por
David Ziziemsky -psiquiatra interesado en la fenomenología-, titulada “Estructuralismo y
psicoanálisis” y cuyo resumen se publicara como “Aclaraciones en torno a Jacques Lacan”, en
Ensayos Lacanianos.
Anterioridad: En los 60 existía en La Plata un momento político-cultural que reflejaba –a la argentinalas novedades venidas de Europa y los Estados Unidos vía Buenos Aires. Se constituyen en la
ciudad algunos grupos de artistas plásticos: el de arte informalista “Si” entre los que se hallaban
Nelson Blanco, Carlos Pacheco, el de los llamados Geométricos con Rollié, Casas y los
Independientes, con Vigo, López Osornio. Dentro de éste marco los informalistas de “Sí” constituían
una vanguardia que propiciaba reuniones en el bar Capitol de la calle 51, mezclados con grupos de
jazz, de la Escuela de Teatro, el grupo Los Elefantes de poesía, estudiantes de la Facultad de
Humanidades, algunos de los cuales se analizaban con miembros de la APA. Entre ellos, Oscar
Masotta era un conocido, vinculado al los happenings y al Di Tella tanto como a la filosofía pero
también sería reconocido por algunos artistas como un semiólogo. Recién mas tarde será leído
como introductor de Lacan al castellano (esta transferencia artística se relata bien en Una historia
fechada, artículo de A. Izurieta en Revista VERSUS N°1 ).
En el medio hospitalario algunos psiquiatras del hospital Korn, de Melchor Romero se decían los
primeros psicoanalistas del hospital -Alfredo Painceira, Borelli- quienes se dedicaban a las técnicas
de psicodrama. En esa época iniciaron paralelamente un análisis didáctico con Celes Cárcamo, uno
de los fundadores de APA, el mismo nacido también en la ciudad de La Plata. Painceira se dedicará
luego a enseñar Psicología profunda en el Instituto Terero de la Universidad Católica.
En el año 1978 , en la época en que la Escuela Freudiana de Buenos Aires es disuelta por Masotta
ya en su exilio en Barcelona, algunos psicoanalistas que viajaban desde la capital entre los que se
encontraban José Matusevich, Alberto Franco y Jully Meroff, constituyeron la denominada Escuela
Sigmund Freud, pactada luego de varias conferencias brindadas por invitados como Raúl Sciarreta,
Rolando Karothy, Juan Carlos Indart y Roberto Harari. Dicha escuela dejó de funcionar sin dejar
explicita la causa, luego de un par de años. Matusevich contaba que siguió manteniendo una
relación con la ciudad a partir de supervisiones en hospitales como el de Berisso, e invitado por
algunas cátedras universitarias.
A mediados de los setenta y como consecuencia de la dictadura militar se produce el cierre de la
carrera de Psicología de la poderosa U.N.L.P. la cual funcionaba desde 1958, para reabrirse en
1984 durante el gobierno democrático. En el nuevo plan de estudios es cuando aparece el nombre
de Jacques Lacan vinculado a diversas materias entre las que se encuentran: Teoría psicoanalítica,
Psicoterepia I, Psicopatología I, asignaturas éstas dictadas por profesores platenses y los
provenientes de Buenos Aires: R.Karothy, G.Napolitano, C. Bruck, J. Zanghellini, entre
otros.(También nos enteramos que el conocido “programa Masotta” incidió en los programas de la
carrera aunque no sea citado.)
En el caso de Psicopatología I, dictada por Graziela Napolitano, quien se encuentra desde los inicios
de la carrera de Psicología como asimismo vinculada como docente en el hospitales, es un lugar
donde se toman explícitamente los textos de Lacan . En 1988 la cátedra inicia una publicación –
Extensión- boletín periódico que refleja los trabajos de docentes y alumnos. Napolitano decía en una
entrevista que había estado en Barcelona durante algunos años ligada a un grupo de Oscar Masotta
y al Campo Freudiano, que era un difuso horizonte- (Véase el articulo Consecuencias de una
entrada, A.A.V.V. en Conceptual N°2, La Plata, octubre del 2001)
En 1987, luego de su regreso a la Argentina y la fundación de la Biblioteca Internacional de
Psicoanálisis, Germán García es invitado a las Jornadas de Residentes de la Provincia de Bs.As.
Meses después interviene en la fundación en la Plata del G.E.A. -Grupo de Estudios Analíticos- que
desde sus estatutos propone la difusión y la trasmisión del psicoanálisis, su inscripción en el Campo
Freudiano desde la enseñanza de Jacques Lacan.
Durante unos años los módulos de investigación del grupo funcionaron como una alternativa por
fuera de las cátedras que se autorizaban en la enseñanza de Lacan, poniendo en juego el problema
de la formación de los analistas. La recepción democrática creaba condiciones para una “explosión
analítica” mientras la universidad creaba tanto entusiasmo como rechazo en un efecto de
retroalimentación de la enseñanza que reenviaba las cosas a grupos de estudios privados para un
mercado estudiantil ávido por la saber que prometía la “primavera lacaniana”.
De las consecuencias de ese núcleo inicial que fue el G.E.A. y siguiendo el espíritu de un
psicoanálisis “fuera de los claustros” en julio de 1992 se funda “Perspectiva Lacaniana – Biblioteca e
Investigación”, en el contexto mas general del movimiento que fundara la Escuela de la Orientación
Lacaniana. A fin de ese año, este grupo auspicia el primer numero de la revista Anamorfosis que
publica textos de analistas de La Plata, Madrid, Barcelona, Paris, Buenos Aires. Tres años después,
como un eco de los nombres masottianos se funda la Biblioteca Freudiana de La Plata, y
posteriormente toma la forma de Asociación de Psicoanálisis de La Plata, contando como asesores
a Germán García y Enrique Acuña entre otros. Esto condujo a el tema Escuela la inscripción de
carteles en la E.O.L., siendo institución asociada en el 2000 con acuerdo tácito, según relata
Germán Schwindt en una entrevista.
En 1998, José Matusevich promueve la fundación del grupo C.I.T.A. (pasaron veinte años del intento
de Escuela Sigmund Freud.) El Centro de Investigación y Trabajo Analítico realiza sus primeras
jornadas en 1999 y una publicación La Cita, además de un libro en el 2000, Las formulas del deseo,
que recopila conferencias de invitados de la EOL Tanto CITA como la Asociación ofrecen a la
comunidad una estructura de cursos , seminarios y atención clínica a la comunidad y una biblioteca
de psicoanálisis creciente. Hay analistas practicantes de la EOL, viajeros desde la Capital , mientras
que un analista platense de la APLP es adherente.
No tenemos datos de la sede local de la APA, que funciona con otros grupos freudianos, de
psicodrama, etc. En estos últimos tres años se observa una transformación de la regulación estatal –
paros en la universidad, cierre de residencias en el hospital, refuerzo de los colegios profesionales,
coorporativismo- seguida de una proliferación de instituciones lacanianas: Apertura, Lazos, Foros,
etc. ligados a grupos de la Capital Federal. Novedades que -como siempre- fueron bienvenidas por
los platenses en busca del retorno de la primavera de los ochenta, aunque se presenten como fuera
de la orientación lacaniana, con un “ir-contra-de”. Mientras tanto también se reabrió el Teatro
Argentino...
Futuro: En julio del 2.000, con J.-A. Miller dando un giño al nuevo siglo con el Instituto Oscar Masotta
nos conduce a unas jornadas promovidas por miembros de la EOL que están o viajan a la ciudad y
al comienzo efectivo del CID La Plata. Horizonte poco libre de anterioridades, diremos que es una
situación de retroacción (al menos en un nombre propio) de aquella entrada de Masotta con su
Lacan bajo el brazo en 1970 pero que es ocasión para la enunciación de cada uno de los agentes
del psicoanálisis en esta ciudad. Pasaron 30 años que no se puede decir que sea nada.
Entrevistas e investigación: Claudia Viccino, Anibal Izurieta (docentes y alumnos del CID-La Plata)
Enrique Acuña
Lecturas sugeridas
Conferencias de introducción al psicoanálisis (Parte III) (1916 – 1917) Volumen XVI Sigmund Freud
Editorial Amorrortu 1993.
La frescura de estas conferencias nos ubican temas fundamentales del psicoanálisis como:
psicoanálisis y psiquiatría, el sentido de los síntomas, los caminos de la formación de síntomas, la
angustia, la transferencia, la terapia analítica, etc.
La dirección de la cura y los principios de su poder Jacques Lacan Escritos I Editorial Siglo XXI
1971.
Este informe presentado en el Coloquio Internacional de Royaumont en julio de 1958 por invitación
de la Sociedad Francesa de Psicoanálisis, es un trozo escogido de las enseñanzas de Lacan. Es un
esquema que articula las direcciones propuestas para el campo del análisis y para su operación.
Nota:
Toda la información deberá ser enviada a [email protected] con copia a
[email protected]
Incluso las que son para La Carta de la Escuela y la EOL Postal.
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