1 PLAN DE ATENCION DE ENFERMERÍA VALORACIÓN El profesional de enfermería recoge información de la salud del paciente DIAGNOSTICO El profesional de enfermería analiza los datos de valoración para determinar los diagnósticos. El profesional de enfermería identifica los resultados individuales esperados en el paciente PLANIFICACIÓN El profesional de enfermería desarrolla un plan de cuidados que prescribe las actuaciones, o intervenciones, para alcanzar los resultados esperados EJECUCIÓN El profesional de enfermería ejecuta las intervenciones identificadas en el plan de asistencia EVALUACIÓN El profesional de enfermería evalúa el progreso del paciente hacia la consecución de los resultados. 2 VALORACIÓN IDENTIFICAR EL RIESGO DE QUE EL PACIENTE DESARROLLE ÚLCERA DE DECÚBITO Determinar la necesidad de instaurar asistencia preventiva y emplear tratamiento tópico para las úlceras preexistentes Parálisis o inmovilización causada por dispositivos restrictivos. Paciente incapaz de darse la vuelta o cambiar de posición por sí mismo. Déficit sensorial. El paciente no experimenta la incomodidad causada por la presión Alteraciones circulatorias Reduce la perfusión de estratos tisulares de la piel. 3 los VALORACIÓN Nivel de conciencia reducido, sedación o anestesia. Paciente incapaz de percibir la presión para darse la vuelta o cambiar de posición por sí mismo. Fuerzas de cizallamiento Hace que la piel y las capas subcutáneas subyacentes se agarren a la superficie de la cama, de modo que se produce traumatismo de los tejidos subyacentes. Humedad: incontinencia, sudor, drenaje de heridas o vómito. Reduce la resistencia de la piel a la presión resultante de las fuerzas de cizallamiento 4 VALORACIÓN Mal estado nutritivo. Anemia Infección. Puede producir pérdida de peso, atrofia muscular y disminución de la masa tisular. Existe menos tejido que acolche entre la piel y los huesos subyacentes. La deficiente ingesta de proteínas, vitaminas y calorías limita la capacidad de cicatrización de las heridas Un nivel disminuido de hemoglobina reduce la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre, así como la cantidad de oxígeno disponible para los tejidos. Produce un aumento de las necesidades metabólicas de los tejidos. La diaforesis acompañante humedece la piel. 5 VALORACIÓN Obesidad. El tejido adiposo excesivo, escasamente vascularizado, es más susceptible a la presión. El peso corporal aplicado sobre las prominencias óseas coloca a la piel subyacente en situación de riesgo Caquexia. El tejido edematoso tiene un aporte sanguíneo reducido, por lo que tolera peor la presión, la fricción y las fuerzas de cizallamiento. La piel deshidratada es menos elástica y la turgencia cutánea es deficiente. Paciente de edad avanzada. Ulcera de decúbito preexistente. Piel menos elástica y más seca; masa tisular reducida. Limita las superficies disponibles para cambiar de posición, colocando los tejidos restantes en una posición de mayor riesgo. 6 VALORACIÓN VALORAR LA SITUACIÓN DE LA PIEL EN LAS REGIONES EXPUESTAS A PRESIÓN Hiperemia reactiva normal Hiperemia reactiva anormal Determinar la necesidad de instaurar asistencia preventiva y emplear tratamiento tópico para las úlceras preexistentes • Es una respuesta fisiológica normal a la hipoxemia • En zonas sometidas previamente a presión dura menos de 1 hora. • La zona afectada empalidece al aplicar presión con la punta del dedo • La hiperemia dura más de 1 hora y los tejidos subyacentes no palidecen 7 VALORACIÓN Empalidecimiento. El empalidecimiento es respuesta normal esperada la Induración Edema localizado por debajo de la superficie cutánea; la induración se produce habitualmente en caso de hiperemia reactiva anormal Palidez y presencia de motas. La hipoxia persistente en tejidos sometidos a presión previamente es una respuesta fisiológica anormal. 8 VALORACIÓN Ausencia de las capas superficiales de la piel. Costras, ampollas. Corresponde a las fases tempranas de formación de úlceras de decúbito. Signos precoces de lesión cutánea, pero las lesiones de los tejidos subyacentes pueden ser más progresivas 9 VALORACIÓN VALORAR AL PACIENTE CON RELACIÓN A ZONAS DE PRESIÓN POTENCIAL Nariz. Lengua, labios. Los pacientes de riesgo elevado presentan múltiples focos de necrosis presural. La presión puede estar producida por una sonda nasogástrica o una sonda nasal para ventilación Las vías aéreas orales y los tubos endotraqueales constituyen zonas de alto riesgo 10 VALORACIÓN Puntos de venoclisis (especialmente los accesos venosos de larga duración). Tubos de drenaje. Catéter de Foley. En los puntos de salida de los catéteres se producen tensiones. Se produce tensión contra el tejido en los puntos de salida. Se produce presión contra los labios, especialmente en presencia de edema. 11 VALORACIÓN OBSERVAR LAS POSICIONES PREFERIDAS DEL PACIENTE CUANDO SE ENCUENTRA EN CAMA O SENTADO. OBSERVAR LA MOVILIDAD Y LA CAPACIDAD DEL PACIENTE PARA INICIAR LOS CAMBIOS DE POSTURA, AYUDANDO A LOS MISMOS. El peso corporal reposará sobre las prominencias óseas. Las contracturas (flexión y fijación de las articulaciones) pueden dar origen a que se ejerza presión en lugares insospechados. La mejor manera de valorar este fenómeno es la observación. La probabilidad de fricción y cizallamiento es mayor en los casos en los que el paciente depende completamente de terceros para cambiar de postura 12 VALORACIÓN ESTABLECER PUNTUACIÓN DE RIESGO: ESCALA DE NORTON ESCALA DE BRADEN La puntuación de riesgo depende del instrumento empleado e indica las necesidades de asistencia preventiva del paciente. 13 VALORACIÓN CONTROLAR EL TIEMPO DE PERSISTENCIA DE CUALQUIER ZONA DE ENROJECIMIENTO: Determinar el intervalo adecuado para darle la vuelta al paciente, que debe ser: intervalo de cambio - tiempo de hipoxia = intervalo recomendado. El enrojecimiento persiste habitualmente durante la mitad del tiempo que duró la hipoxia. Por ejemplo, si el enrojecimiento dura 15 minutos, la hipoxia duró unos 30 minutos. Por ejemplo, el intervalo de cambio es de 2 horas; el tiempo de hipoxia es de 30 minutos. 2 horas - 30 minutos = I,5 horas de intervalo de cambio recomendado. 14 VALORACIÓN Emplear dispositivos de alivio de la presión cuando estén indicados. Tubos de drenaje. Catéter de Foley. Los intervalos cortos de cambio de postura (p. ej., 1-2 horas) quizá no sean realistas, por lo que en tales casos se recomienda el empleo de dispositivos. Se produce tensión contra el tejido en los puntos de salida. Se produce presión contra los labios, especialmente en presencia de edema. 15 VALORACIÓN OBTENER LOS DATOS DE VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRITIVO EVALUAR LA COMPRENSIÓN DEL PACIENTE Y SU FAMILIA ACERCA DE LOS RIESGOS DE FORMACIÓN DE ÚLCERAS DE DECÚBITO. REGISTRAR POR ESCRITO LOS HALLAZGOS DE LA VALORACIÓN El estado nutritivo deficiente reduce la tolerancia de la piel y tejidos subyacentes a la presión, la fricción y las fuerzas de cizallamiento. Proporciona una posibilidad de comenzar la educación preventiva. Proporciona datos basases acerca de la integridad cutánea y del riesgo de desarrollo de úlceras de decúbito. 16 DIAGNÓSTICO DE ENFERMERÍA Estímulos térmicos, químicos, mecánicos o secreciones irritantes para la piel Movilidad, circulación, sensibilidad o percepción están alteradas. Los pacientes con un diagnóstico de enfermería de: Alto riesgo de alteración de la integridad cutánea Se encuentran en una situación en la que su piel está en peligro 17 PLANIFICACIÓN El profesional de enfermería planifica las actuaciones terapéuticas para aquellos pacientes con riesgo presente o potencial de la integridad cutánea. Estos tratamientos se establecen en función de la gravedad del riesgo del paciente, y el plan de actuación es individualizado de acuerdo con la fase de desarrollo y estado de salud. Además, el profesional de enfermería debe definir objetivos específicos para el paciente, encaminados a prevenir o reducir la alteración de la integridad cutánea. El plan de cuidados es personalizado, tomando en consideración las necesidades más inmediatas del paciente. Otros factores relacionados con el paciente que han de tomarse en cuenta en el momento de establecer las prioridades comprenden la actividad cotidiana, la familia y la fase del desarrollo. Es posible que el profesional de enfermería precise la colaboración de otro miembro del equipo asistencial, tales como un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional, en lo que a las necesidades de movilidad concierne. 18 PLANIFICACIÓN El plan de alta empieza en el momento en que un paciente entra en el sistema de asistencia sanitaria. Si se anticipa el alta del paciente, su remisión a una institución asistencial de enfermería experimentada o a una agencia de salud a domicilio puede ser necesaria para ayudar al paciente a conservar o recuperar la movilidad en su hogar. El plan asistencial se elabora con la participación del paciente y otras personas allegadas, centrado en uno o más objetivos individualizados. Los objetivos, al igual que los diagnósticos, deben ordenarse por prioridades y se establecen basándose en la valoración de enfermería. 19 PLANIFICACIÓN OBJETIVO RESULTADOS Identificación de los pacientes de riesgo que precisan prevención, así como los factores específicos que los sitúan en riesgo (AHCPR, 1992, 1994). •Se conserva la circulación tegumentaria del paciente. La piel del paciente se halla exenta de hiperemia reactiva anormal. •El paciente o su familia muestran las medidas de asistencia cutánea adecuadas. El paciente mantiene y mejora la tolerancia tisular a la presión, con vistas a evitar la aparición de lesiones (AHCPR, 1992, 1994). •El paciente no presenta zonas de desintegración cutánea. •La piel del paciente se halla exenta de fricción, humedad o fuerzas de cizallamiento y presión excesivas El paciente evita los efectos nocivos de las fuerzas mecánicas externas: presión, fricción y fuerzas de cizallamineto •La piel del paciente se halla intacta. •La lesión cutánea del paciente está limpia y se encuentra en fase de cicatrización. •La piel del paciente no presenta hiperemia reactiva anormal. La ingesta de nutrientes del paciente mejora. •Los valores de laboratorio del paciente correspondientes al estado nutritivo se encuentran dentro de límites normales o normalizándose. •El peso del paciente retorna al peso corporal ideal. El paciente no presenta edema. 20 EJECUCIÓN Cuando el paciente se halla inmovilizado, el mayor riesgo para la piel es la formación de úlceras de decúbito. Las actuaciones de enfermería se centran en la PREVENCION Y TRATAMIENTO de las úlceras de decúbito. 21 EJECUCIÓN PROMOCIÓN DE LA SALUD Y PREVENCIÓN DE LAS ÚLCERAS DE DECÚBITO Primero identificar los factores de riesgo • Disminuir los factores ambientales que aceleran la formación de úlceras de decúbito - temperatura elevada de la habitación (causa sudoración) - existencia de arrugas en la ropa de cama. La detección precoz de los pacientes de alto riesgo y de los factores de riesgo contribuye a que el profesional de enfermería prevenga las úlceras de decúbito. La prevención reduce al mínimo el impacto que los factores de riesgo o los coadyuvantes puedan tener sobre el desarrollo de las úlceras de decúbito. 22 EJECUCIÓN PREVENIR Los principales campos de actuación de enfermería para PREVENIR las llagas de decúbito La higiene y Tratamiento tópico de la piel REPOSICIONAMIENTO Empleo de camas y colchones terapéuticos. 23 LA HIGIENE CUTÁNEA Y TRATAMIENTO TÓPICO OBJETIVOS • orina • heces • exudación de heridas Mantener Piel limpia y seca • Debe limpiarse la zona • Aplicar una barrera cutánea de petrolato (p. ej., vaselina) u óxido de zinc. • empleo de apósitos absorbentes, tales como pañales para adultos Estos productos alejan la humedad de la piel del paciente. CAUSAN Evitar los jabones y lociones alcohólicas Hidratación de la piel desecación de la piel dejan tras de sí un residuo alcalino que dificulta el crecimiento de las bacterias normales de la piel, favoreciendo así el crecimiento excesivo de bacterias oportunistas que, seguidamente, pueden penetrar en las heridas abiertas 24 LA HIGIENE CUTÁNEA Y TRATAMIENTO TÓPICO •Examine el estado de la piel a diario. •Mantenga la piel del paciente en todo momento limpia y seca. •Utilice jabones o sustancias limpiadoras con potencial irritativo bajo. •Lave la piel con agua tibia, aclare y realice un secado meticuloso sin fricción. •No utilice sobre la piel ningún tipo de alcoholes (de romero, tanino, colonias, etc.) •Preferentemente se utilizará lencería de tejidos naturales. •Para reducir las posibles lesiones por fricción podrán servirse de apósitos protectores (poliuretano, hidrocoloides,...) •No realizar masajes sobre prominencias óseas. 25 LA HIGIENE CUTÁNEA Y TRATAMIENTO TÓPICO Hidratación de la piel OBJETIVO • Epidermis bien lubricada • Sin sobresaturación, (asegurarse que se absorba) Hidratantes protectores almidón de maíz es un buen lubrificante seco fricción 26 REPOSICIONAMIENTO OBJETIVOS • La posición del paciente inmovilizado debe cambiarse en función del nivel de actividad, la capacidad perceptiva y la rutina diaria. •Un intervalo estándar de reposicionamiento cada 1h y 1/2 a 2 horas no pueda evitar el desarrollo de úlceras de decúbito en ciertos pacientes LA PRESIÓN SOBRE LA PIEL LAS FUERZAS DE CIZALLA SOBRE LA PIEL Mantener la cabecera de la cama del enfermo a un ángulo de menos de 30 grados 27 REPOSICIONAMIENTO a b • Cambios de posición • Posiciones preventivas c a) Supina b) Décubito lateral c) Décubito prono 28 REPOSICIONAMIENTO • La duración precisa del intervalo debe individualizarse • Limitar el tiempo de permanencia en la misma a 2 horas o menos • Estando sentado, la presión sobre las tuberosidades isquiáticas es mayor que en decúbito supino •Enseñarle o ayudarle a desplazar el peso corporal cada 15 minutos. ¿qué enseñar al paciente? •El desplazamiento del peso corporal proporciona un alivio pasajero de la presión ejercida sobre las tuberosidades isquiáticas •El paciente debe sentarse también sobre un cojín de gel o de aire, para redistribuir el peso de tal modo que no se aplique en su totalidad sobre el ísquion • Los cojines rígidos y anulares están contraindicados • LAS ZONAS ENROJECIDAS NO DEBEN MASAJEARSE JAMÁS 29 CAMAS Y COLCHONES TERAPÉUTICOS • Se ha diseñado una amplia variedad de camas y colchones especiales destinados a reducir los riesgos de la inmovilidad • Ninguno de ellos elimina la necesidad de unos cuidados de enfermería meticulosos • No existe ni un solo dispositivo que por sí mismo elimine los efectos de la presión sobre la piel. • Es preciso enseñar a los pacientes y sus familias la razón de emplear estas camas o colchones especiales y el modo correcto de emplearlos. • Si se emplean correctamente, estos colchones y camas especiales ayudan a reducir las úlceras de decúbito en pacientes de alto riesgo. 30 CAMAS Y COLCHONES TERAPÉUTICOS 31 CAMAS Y COLCHONES TERAPÉUTICOS 32 CAMAS Y COLCHONES TERAPÉUTICOS 33