Documento 3 XI Conferencia de Ejércitos Americanos [Conferencia de Prensa del Tte. Gral. J. C. Vadora; Montevideo, octubre de 1975] Las FF. AA. no ocupan posiciones que no les correspondan legítimamente El Comandante en Jefe del Ejército, Tte. Gral. Julio César Vadora afirmó que sin autoridad no puede haber libertad. En una reunión con los periodistas dijo que sólo un Estado Fuerte hará una nación libre y que no se permitirá la reiteración de negativos hechos del pasado. Vadora anunció que la Conferencia de Ejércitos Americanos tratará temas de seguridad y sobre el bienestar de los pueblos. La espontaneidad fue el signo definitorio del encuentro: durante una amable diálogo de 30 minutos, cumplido en la impecable y remozada sala del Hotel Carrasco que oficia de sede de las deliberaciones de la XI Conferencia de Ejércitos Americanos, el Comandante en Jefe de nuestro Ejército, Teniente General Julio César Vadora Rozier, respondió sin hesitar las consultas que le formularon doce periodistas nacionales y extranjeros. La reunión permitió al jerarca castrense, quien estuvo acompañado por el Jefe de Estado Mayor General Luis V. Queirolo y el Teniente Coronel Regino Burgueño, memorar los aspectos principales del proceso que vivió el país en el último lustro (“la acción delictiva de la conspiración contra la patria coaligada a partidos políticos sin sentido nacionalista provocó el caos político y social; las Fuerzas Armadas aparecieron para derrotar a la subversión y restablecer la autoridad”); denunciar una campaña internacional contra Uruguay; señalar la falsa oposición entre autoridad y libertad; precisar los objetivos de la Conferencia de Ejércitos (“trataremos temas de seguridad y referidos al bienestar de los pueblos”) y exponer la conveniencia de establecer un frente de países en desarrollo para luchar contra la agresión económica (léase barreras proteccionistas y otras distorsiones del comercio mundial) y defender las producciones básicas. Conjura internacional contra Uruguay El Teniente General Vadora saludó a cada uno de los periodistas y fotógrafos y señaló que se sentía honrado de contar con la presencia de la prensa nacional “que nos está ayudando a todos los orientales a forjar una nueva nación, una nueva mística, y colaborando con esa revolución nacional que hemos encarado en nuestro país.” Agregó que “nos resulta también muy grata la presencia de los corresponsales extranjeros, porque tenemos interés que colaboren con el esfuerzo del país. Esa colaboración debe darse a través de una información objetiva. Esa es una buena oportunidad para que conozcan nuestro país y su gente, informen objetivamente y destruyan esa conjura internacional, manejada por espúreos sentimientos de origen marxista, que a través de informaciones distorsionadas dentro de un mundo donde no todos son valientes para oponerse a sus nefastos propósitos, nos pretende mostrar a la opinión con una falsa imagen, que no encuadra dentro de la realidad de mi país.” El Comandante en Jefe del Ejército subrayó que como buenos periodistas profesionales deben “decir la verdad. Esta es nuestra mejor arma y a ella recurrimos para que se sepa la situación del país y los objetivos hacia los cuales marchamos.” Sin autoridad no hay libertad En sus palabras preliminares, el Teniente General Vadora también se refirió al rol de las Fuerzas Armadas en la recuperación del Uruguay: “Hay una falsa antinomia que parece difícil demostrar”, manifestó. “Es la antinomia entre la autoridad y la libertad, que en realidad no existe. Sin embargo, las fuerzas que se oponen a nuestra manera de pensar, de democracia y occidentalismo quieren asimilar la autoridad a la opresión y la libertad a la subversión. No podemos aceptar esa oposición. La autoridad es el estímulo de la libertad, Es el elemento capaz de obligar a los hombres a ser libres, de proporcionarles iniciativa, estímulos, impulsos para no estancarse, para ser crecientemente libres. Los conceptos de autoridad y libertad no pueden ser puestos en tela de juicio. Sin autoridad no hay libertad.” Añadió que “es diferente la autoridad de un gobierno legítimamente constituido y la opresión que se pretende adjudicarle”. El Teniente General Vadora explicó que durante los últimos cinco años “el país vivió un estado de conmoción de raíces muy profundas. Había falta de autoridad. Los centros de poder llegaron a constituirse en centros de poder político. Amparados en nuestra democracia e instituciones, hicieron que las autoridades fueran incapaces de gobernar. La acción delictiva de la conspiración contra la Patria, coaligada a partidos políticos sin sentido nacionalista y apoyados en la corrupción de ilegítimos centros de poder, provocaron el caos político, económico y social.” Sedición: aparato armado destruido Las Fuerzas Armadas aparecieron en el escenario nacional –acotó– para derrotar a la sedición y restablecer la autoridad. El aparato militar de los grupos subversivos está destruido y “el resto se mantiene latente, pero controlado”. Luego, ante una pregunta, el Teniente General Vadora amplió esta declaración al señalar que “la sedición fue derrotada en lo que respecta al aparato armado, pero no en cuanto a la capacidad económica y política, que sigue latente y puede reorganizarse. La parte más visible del movimiento está controlada o sea la parte más destructiva”. “En el proceso que se desarrolla en el Uruguay –sostuvo– de ninguna manera las Fuerzas Armadas ocuparon ningún lugar que no les hubiera correspondido legítimamente. Asimismo, devolvieron a los poderes, la autoridad de la que estaban huérfanos.” Seguridad y bienestar de los pueblos El Comandante en Jefe del Ejército accedió a responder todas las preguntas que le plantearon los periodistas. Respecto de la conferencia que comienza mañana, puntualizó que “contribuirá a un mayor entendimiento entre los Ejércitos para los logros de cada país”, al considerar un temario relacionado a dos puntos fundamentales: la seguridad y el bienestar de los pueblos. La Conferencia adoptará resoluciones y formulará recomendaciones, que serán remitidas a los gobiernos. Precisó que corresponde que los gobiernos tengan información de los resultados, aunque puede o no haber coincidencia con las recomendaciones. Controlar la infiltración marxista Una de las misiones de los Ejércitos –expresó– es tratar de controlar la infiltración marxista en el continente. Seguramente el tema figurará en la agenda de la conferencia, ya que es necesario mantener una actitud de alerta para impedir la acción marxista. En el campo de la sedición –indicó– debe haber un estrecho enlace entre los Ejércitos, que de hecho ya existe, para saber cuáles son las posibilidades del enemigo común. El intercambio de información permite a cada ejército luchar con más eficacia en el ámbito de su respectivo país. Defendernos de la agresión económica La acción armoniosa debe extenderse al área económica. El Teniente General Vadora considera que “la agresión económica ha constituido una forma de no permitir el desarrollo pleno de nuestros países. Los Ejércitos de cada país la tienen muy en cuenta como un enemigo a combatir en todos los terrenos.” Las políticas proteccionistas que aplican algunos bloques de naciones y otras distorsiones del comercio mundial pueden ser enfrentadas por los países de menor desarrollo relativo “constituyendo bloques que permitan defender sus economías, materias primas y producciones en condiciones de lucha favorables.” [“El País”, 19.10.1975, 1ª pág.] Información sobre los resultados Trascendente temario Las conclusiones de la conferencia no fueron difundidas oficialmente, en la víspera, ya que los temas específicos figuraban en una agenda reservada. A través de las declaraciones que formularon varios participantes, se estableció que una de las recomendaciones aprobadas establece la necesidad de impedir que gobiernos de ideología marxista integren el sistema de seguridad interamericano. En el encuentro que mantuvo ayer con la prensa, el delegado peruano indicó que el Ejército de su país no acompañaba este punto. Otro aspecto trascendente del temario fue la ratificación del principio de que cada país debe luchar individualmente contra la subversión y la infiltración marxista, aunque se afianzó un sistema de enlace de información, que lógicamente debe existir entre los Ejércitos. La conferencia también habría considerado temas económicos. En este capítulo se habría incluido la agresión económica (proteccionismo de bloques de países y otras distorsiones al comercio mundial) y la necesidad de defender las producciones principales de los países en desarrollo. [“El País”, 26.10.1975, pág. 10]