http://www.defensapublica.org.ar/JUR...habeasdata.doc

Anuncio
SOLICITO SER TENIDO COMO AMICUS CURIAE
Al Sr. Juez titular del Juzgado
en lo Contencioso N° 1 del
Departamento Judicial La Plata
Dr. Luis ARIAS
Mario Luis CORIOLANO, en mi carácter de Defensor Oficial
ante el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos
Aires, constituyendo domicilio a los fines procesales en la Calle 48 N°
985, de la ciudad de La Plata, sede de la Defensoría en la que me
desempeño, me presento en el marco de la causa N° 3.885, autos
caratulados "Asociación Civil Miguel Bru y Otro c/ Ministerio de
Seguridad s/ Materia a categorizar", iniciada en razón de la acción
de habeas data incoada por las Organizaciones No Gubernamentales,
en calidad de Amicus Curiae, y respetuosamente digo:
I.OBJETO:
Por medio del presento escrito, solicito a V.S. sirva tenerme
constituido en carácter de Amigo del Tribunal, con el objeto de
acompañar a su consideración fundamentos de hecho y de Derecho,
que considero relevantes a fin de resolver adecuadamente sobre el
objeto procesal existente en el marco de las presentes actuaciones.
II.LEGITIMACIÓN ACTIVA:
En mi carácter de Defensor Público Provincial, en el marco de
las atribuciones que me confiere la ley de Ministerio Público (12.061),
cuento con la facultad de presentarme ante los diversos estrados
judiciales citados, con el objeto de representar a las personas que se
encuentran sometidas a enjuiciamiento penal, y bregar por la vigencia
de sus derechos fundamentales.
1
Como se desprende de la presentación, el modus operandi
articulado por las fuerzas policiales descripto en el marco del habeas
data interpuesto, en la mayoría de los casos, culmina con las personas
involucradas en el mismo, con procesos penales en trámite, con lo cual
considero más que oportuna esta intervención preventiva, en busca de
una tutela judicial continua de los derechos involucrados en el
conflicto.
Resulta una cuestión de público y notorio conocimiento, que
los Derechos Humanos, incorporados a partir de la reforma
constituyente de 1994 a la Carta Magna, forman parte del plexo
elemental de prerrogativas que en mi condición de Defensor Oficial
debo representar, a partir del juramento de ley que oportunamente
presté.
A ello debo sumar que, en el ámbito nacional, la ley marco
(concepto sobre el que luego retornaré) 25.236 -que reglamenta la
vigencia de las garantías consagradas en el art. 43 de la C.N.estatuye que en los casos en que la acción de habeas data sea
interpuesta a través de personas de existencia ideal, las mismas
ejercerán tal derecho a través de sus representantes legales1, extremo
a partir del cual -considero- mi legitimación activa en la presente es
incuestionable.
III.ADMISIBILIDAD DEL INSTITUTO DEL AMICUS CURIAE:2
El presente memorial guarda relación directa con una
prominente tradición jurídica existente en materia de derecho interno y
1
2
Art. 34, segundo párrafo, de la ley 25.236.
Al respecto, cfr. presentación efectuada por la Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos La Plata, en la causa N° 68.116, de trámite ante la S.C.B.A., caratulada
"Procuradora General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Bs. As. s/ Medida
cuatelar autónoma anticipada -acción de inconstitucional-", que sirviera de material de estudio
y marco de fundamentación de éste memorial.
2
–fundamentalmente- de derecho comparado –derecho internacional de
los derechos humanos-, en virtud de la cual sujetos ajenos al proceso
judicial que se encuentre en trámite, pero que posean un interés
legítimo en la cuestión que se ha sometido a juzgamiento, puedan
expresar sus opiniones al respecto, con el fin –como ya expusiese- de
brindar aportes trascendentes para la dilucidación del caso.
Con raigambre en el Derecho Romano, y profundo desarrollo
en el Derecho Anglosajón, el instituto de los Amigos del Tribunal ha
tomado relevancia en presentaciones efectuadas ante la Comisión y la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, fomentando un mejor
desarrollo de la democracia participativa, tratando de consagrar –de
manera adecuada- el acceso del pueblo a las decisiones que adopte
alguno de los poderes del Estado (en éste caso, el Judicial).
Es interesante destacar, en ésta línea de ideas, que diversos
tribunales nacionales han reconocido la vigencia en el derecho interno,
de la institución que vengo mencionando, y –sobre todas las cosas- en
causas judiciales con una trascendencia eminente en relación con la
vigencia irrestricta de los Derechos Humanos.
Vale resaltar, entre otros antecedentes relevantes, a la
admisión del Amicus Curiae en la causa “E.S.M.A.”, de trámite ante la
Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal del
Departamento Judicial La Plata; como así también, el proceso
caratulado “Sterla, Silvia s/ interrupción de la prisión preventiva”, del
registro del Juzgado de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional
Federal N° 2 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; las actuaciones
labrados en el marco del proceso “Felicetti, Roberto y otros s/ revisión”,
de la Cámara Nacional de Casación Penal; y un largo etcétera.
En ellos, los diversos órganos jurisdiccionales hallaron
sustento normativo a la actuación de los Amigos del Tribunal, en lo
normado por el art. 44 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, poniendo de resalto –en líneas generales- la importancia
3
de las Organizaciones no Gubernamentales en el reciente auge de la
democracia participativa, y el impulso valedero que esto ha producido
respecto de la labor de la sociedad civil en el ejercicio de sus derechos
–fundamentalmente, el derecho a la verdad-3.
No sobreabunda exponer que la C.S.J.N. ha tenido la
posibilidad de pronunciarse en relación con el instituto en examen,
sosteniendo al respecto que es “...un provechoso instrumento
destinado, entre otros objetivos, a permitir la participación
ciudadana en la administración de justicia...a fin de resguardar el
más
amplio
debate
como
garantía
esencial
del
sistema
republicano democrático”, para agregar –entonces- que “...debe
imperar un principio hermenéutico amplio y de apertura frente a
instituciones...que, por su naturaleza, responsan al objetivo de
afianzar
la
justicia
entronizado
por
el
Preámbulo
de
la
Constitución Nacional...” –resaltado propio-4.
Basamento normativo halló el Superior Tribunal en lo mandado
por el art. 33 de la C.N. –con antelación a la vigencia del art. 75 inc.
22° de la misma-, en el marco del ejercicio de los derechos implícitos
allí consagrados; y –después de 1994- en los arts. 44 y 48 de la
C.A.D.H. –ante el expreso reconocimiento que hiciera sobre el punto la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos- y en el art. 62.3 del
Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos5.
3
Así fue reconocido por la C.S.J.N. en el precedente "Espósito, Miguel Angel s/ incidente de
prescripción de la acción penal promovido por su defensa", en cuya resolución (del 23 de
diciembre de 2004), se reconoció ampliamente el derecho a la verdad, con arreglo a lo
sostenido al respecto por la Corte Internamerica de Derechos Humanos.
4
Acordada 28/2004 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
5
En la causa “Bussi, Domingo s/ recurso extraordinario”, ante el Amicus Cuariae presentado
por el C.E.L.S., la C.S.J.N. decidió agregarlo materialmente a las actuaciones, fáctico que dio
lugar –luego- al dictado de la acordada mencionada en la cita anterior –empero, cabe destacar,
el planteo no fue rechazado-.
4
Las mandas referidas exponen, en lo que interesa a ésta parte,
que cualquier persona puede presentar ante la Comisión mentada,
peticiones que contengan denuncias respecto de violaciones a la
C.A.D.H. por un Estado Parte -art. 44 del mismo-, debiendo la Corte
asumir el conocimiento de lo expuesto, por tratarse de la interpretación
y aplicación de las disposiciones garantizadoras que el pacto en
estudio contiene -art. 62, 3.-.
En razón de las consideraciones vertidas, es que solicito a
V.S. tenga por presentado el presente memorial, con la finalidad de
hacerle llegar argumentos jurídicos idóneos para la solución de la litis,
extremo que se halla en concordancia con la opinión vigente en
materia de la jurisprudencia nacional –y, con la del más Alto Tribunal,
específicamente-, debiendo darse acogida favorable al mismo, debido
a que ello garantizaría la efectiva palabra de quienes son vulnerables
al ejercicio de la potentia puniendi y –por ende- involucrados en el
caso de marras.
IV.ARGUMENTOS DE DERECHO APLICABLE Y
PROCEDENCIA DE LA PRETENSION ARTICULADA:
Sobre el punto, cabe sostener que la aplicación en materia de
derecho interno de la normativa vigente en derecho internacional ya no
se discute, desde el pronunciamiento de la C.S.J.N. al respecto en el
precedente “Ekmekdjian, Miguel Ángel v. Sofovich, Gerardo y otros”,
en el que se interpretase el contenido del art. 27 de la Convención de
Viena sobre Derechos de los Tratados.
La norma de referencia impone que no podrá alegarse, por
parte del Estado Argentino, que la vigencia de una norma de derecho
interno impide la aplicación de una de derecho internacional, a más de
resaltar el Supremo Tribunal Federal que la interpretación de la
prescripción garantizadora debe ser lo más amplia posible, siempre a
5
favor de los derechos del sujeto afectado por la acción de los agentes
estatales, en los diversos casos en concreto.
Sin perjuicio de lo cual, vale traer a colación que las
Constituciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires6, de la
Provincia de Buenos Aires, Córdoba (art. 50), Chaco (art. 19), Chubut
(art. 56), Jujuy (art. 23), San Juan (arts. 26 y 27), San Luis (art. 21),
Tierra del Fuego (art. 45), Corrientes (arts. 184 y 185), La Pampa (art.
17), Santa Cruz (arts. 15 y 18), Salta (art. 22), Catamarca (art. 11), La
Rioja (art. 30), Río Negro (arts. 20 y 26) y Formosa (art. 10),
comtemplan la vía adecuada para la salvaguarda de los derechos
elementales puestos en conflicto en el caso de marras7.
Ahora bien, es pertinente comenzar exponiendo que el habeas
data, como derivación específica de la garantía de amparo, tiene como
objeto, en primer término, el acceso de los particulares a los registros
de información, sean éstos públicos o privados, con la finalidad de
6
Artículo 16. Toda persona tiene mediante una acción de amparo, libre acceso a todo registro,
archivo o banco de datos que conste en organismos públicos o en los privados destinados a
proveer informes, a fin de conocer cualquier asiento sobre su persona, su fuente, origen,
finalidad o uso que del mismo se haga. También puede requerir su actualización, rectificación,
confidencialidad o supresión, cuando esa información lesione o restrinja algún derecho. El
ejercicio de este derecho no afecta el secreto de la fuente de información periodística.
7
Vale citar como ejemplo, por su aplicación al caso de autos, a la Constitución de las
provincias de Buenos Aires, que en su artículo 20 reza: “Se establecen las siguientes garantías
de los derechos constitucionales: [...] III. A través de la garantía de Hábeas data, que se regirá
por el procedimiento que la ley determine, toda persona podrá conocer lo que conste de la
misma en forma de registro, archivo o banco de datos de organismos públicos, o privados
destinados a proveer informes, así como la finalidad a que se destine esa información, y a
requerir su rectificación, actualización o cancelación. No podrá afectarse el secreto de las
fuentes y el contenido de la información periodística. Ningún dato podrá registrarse con fines
discriminatorios ni será proporcionado a terceros, salvo que tengan un interés legítimo. El uso
de la informática no podrá vulnerar el honor, la intimidad personal y familiar y el pleno
ejercicio de los derechos”.
6
tomar conocimiento de los mismos, ya sea para ratificar o rectificar los
datos allí existentes, o bien para conocer cuál es el objetivo por el que
aquellos son colectados. Todo ello guarda relación con el art. 43 de la
Constitución Nacional (y la normativa provincial citada).
Si bien es cierto que no existe aún normativa en el derecho
provincial que reglamente la cuestión relativa al habeas data, no es
menos cierto que, de sancionarse una ley al respecto, la misma deberá
tener en consideración los principios de: a) licitud y lealtad; b)
exactitud; c) finalidad; d) acceso a la persona interesada; e) no
discriminación; y f) control y sanciones8.
Además, sin perjuicio de la no reglamentación legal del
instituto en ciernes en la esfera provincial, será adecuado tener en
cuenta los principios referidos, en ocasión de resolver sobre el
particular.
Sobre el primero de los mismos (principio de licitud y
lealtad), es preciso indicar que aquel tiende a disponer que las
informaciones relativas a las personas no se deberían recoger ni
elaborar con procedimientos desleales o ilícitos, ni utilizarse con fines
contrarios a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones
Unidas.
En relación con el segundo (principio de exactitud), es
menester poner de manifiesto que las personas encargadas de la
creación de un fichero o de su funcionamiento deberían tener la
obligación de verificar la exactitud y pertinencia de los datos
registrados y cerciorarse de que siguen siendo lo más completos
posibles a fin de evitar los errores por omisión y de que se actualicen,
periódicamente o cuando se utilicen las informaciones contenidas en
un expediente, mientras se estén procesando.
8
Los mismos fueron desarrollados en la Resolución 45/95 de la Asamblea General de la
Organización de las Naciones Unidas, dictada el día 14 de diciembre de 1990.
7
Respecto del tercero (principio de finalidad), válido es dejar
en claro que el mismo tendrá en miras la finalidad del registro, y su
utilización en función de la misma, las que deberían especificarse y
justificarse y, en el momento de su creación, ser objeto de una medida
de publicidad o ponerse en conocimiento de la persona interesada a fin
de que ulteriormente sea posible asegurarse de que: a) todos los datos
personales reunidos y registrados siguen siendo pertinentes a la
finalidad perseguida; b) ninguno de esos datos personales es utilizado
o revelado sin el consentimiento de la persona interesada, con un
propósito incompatible con el que se haya especificado; y c) el período
de conservación de los datos personales no excede del necesario para
alcanzar la finalidad con que se han registrado.
El cuarto de aquellos (principio de acceso de la persona
interesada), brega por que toda persona que demuestre su identidad,
tiene derecho a saber si se está procesando información que le
concierne, a conseguir una comunicación inteligible de ella sin
demoras o gastos excesivos, a obtener las rectificaciones o
supresiones adecuadas cuando los registros sean ilícitos, injustificados
o inexactos y, cuando esta información sea comunicada, a conocer los
destinatarios.
Debería preverse una vía de recurso, en su caso, ante la
autoridad encargada del control. En caso de rectificación, el costo
debería sufragarlo el responsable del fichero. Es conveniente que las
disposiciones de este principio se apliquen a todas las personas,
cualquiera que sea su nacionalidad o su residencia.
En quinto orden (principio de no discriminación), cobra
especial importancia en el tema, la necesidad de establecer que los
registros no deberían contener datos que puedan originar una
discriminación ilícita o arbitraria, en particular información sobre el
origen racial o étnico, color, vida sexual, opiniones políticas,
8
convicciones religiosas, filosóficas o de otro tipo, o sobre la
participación en una asociación o la afiliación a un sindicato.
Por último (principio de control y sanciones), es necesario
estatuir a una autoridad que, de conformidad con el sistema jurídico
interno, se encargue de controlar el respeto de los principios
anteriormente enunciados. La misma debería ofrecer garantías de
imparcialidad, de independencia con respecto a las personas u
organismos responsables del procesamiento de los datos o de su
aplicación, y de competencia técnica.
En caso de violación de las disposiciones de la legislación
interna promulgada en virtud
de
los principios anteriormente
enunciados, deberían preverse sanciones penales y de otro tipo así
como recursos individuales apropiados, respecto de lo cual no deberá
dejarse de lado -claro está- la naturaleza de ultima ratio del derecho
penal.
Empero, es necesario que aquí retome las explicaciones con
relación al concepto de ley marco que -en oportunidad de fundar mi
legitimación activa- expusiera. Sobre el punto, vale decir que -en virtud
del sistema federal de gobierno que existe en nuestro país- la norma
federal existente (N° 25.236) debe operar como marco que brinda
un límite mínimo de garantías, que las provincias -lógicamentepueden ampliar, dándose leyes que admitan más ampliamente las
acciones de habeas data, pero nunca que las restrinjan más que
lo impuesto por las pautas federales9.
Con ésta base argumental, emana claramente del confronte de
los albumes de modus operandi existentes en las Comisarías de la
9
Sobre el concepto de ley marco y sus alcances en las diversas ramas del derecho con relación
al saber penal, cfr. Zaffaroni, Eugenio Raúl, Alagia, Alejandro, Slokar, Alejandro, Derecho
Penal. Parte General, Editorial E.D.I.A.R., Buenos Aires, 2000, pp. 163 y ss..
9
Provincia de Buenos Aires10, y el contenido de las pautas normativas
expuestas -tanto a nivel constitucional como de derecho internacional
de los derechos humanos-, la falta de adecuación de aquellos a lo
parámetros exigidos desde el marco de la Carta Magna.
Así, considerando como sustento normativo idóneo para
analizar la vigencia constitucional de los registros referidos, el brindado
por el art. 34 de la ley 25.236, en su juego armónico con lo dispuesto
por la Resolución de la Asamblea General de la O.N.U. antes citada,
comienzo por sostener que dichos álbumes fotográficos no
respetan el principio de licitud y lealtad, ya que la información se
obtiene mediante un proceder ilícito, y su uso es contrario a las
directrices de la Carta de las Naciones Unidas.
Asimismo, con la práctica referenciada tampoco se respeta el
principio de exactitud reclamado internacionalmente, debido a que
los registros no son revisados periódicamente con el objeto de relevar
la información que incorrectamente se encuentra vertido en ellos, sino
que -por el contrario- sólo se trata -por parte de la autoridad policial- de
aumentar el caudal de los registros sine die.
Con relación al principio de finalidad, el mismo se encuentra
violentado por estos bancos de datos, habida cuenta que sus fines no
se encuentran normativamente estatuidos, ni justificados en debida
forma, y -a diferencia de la pertinente publicidad- aquellos revisten prácticamente- el carácter de privados, ajenos al conocimiento de los
sujetos allí retratados -y, lo que es peor aún, en la actualidad se hallan
exentos de contralor jurisdiccional-.
El último de los puntos expuestos en el párrafo anterior,
guarda relación directa con la violación del principio de acceso de la
persona interesada, quien no sólo no cuenta con la posibilidad de
10
Sobre la práctica forense de los álbumes de modus operandi, la evolución histórica de los
mismos, cfr. el habeas data con el que guarda relación el presente amicus.
10
consultar la información existente en dichos registros, sino que también- nunca es preguntada sobre el consentimiento que podría
llegar a prestar para someterse al régimen de obtención de datos que
por medio del presente escrito se cuestiona.
Esto encuentra apego -además- en la necesidad de un
activismo judicial que ponga fin a estos abusos, a través del debido
contralor de tales prácticas por parte del órgano jurisdiccional con
atribuciones para ello, que no resulta ser otro que el que V.S.
encabeza11.
Por
su
parte,
la
vulneración
del
principio
de
no
discriminación es meridiana, ya que los datos existentes en tales
registros fueron obtenidos a través de una manifestación arbitraria del
ejercicio del poder punitivo, donde las agencias policiales, al margen
de la legalidad, discriminan a una parte de la población, evidentemente
vulnerable al sistema penal, por su mera calidad de posibles autores
de obras toscas de la criminalidad -ergo, por sus características
personales, en franca violación del derecho penal de acto-12.
Finalmente, en virtud del necesario respeto del principio de
control, es pertinente poner el acento en el carácter de autoridad de
contralor que V.S. posee sobre el particular, ya que ofrece sobradas
garantías de imparcialidad, de independencia con respecto a las
personas u organismos responsables del procesamiento de los datos o
de su aplicación, y de competencia técnica en la materia, cuestión que
es de público y notorio conocimiento.
Al respecto, pongo el acento en la posición que V.S. ha
adoptado en el marco de los precedentes in re "Y. L. A. c/ Caja de
Previsión Social y Seguro Médico de la Provincia de Bs. As. s/
11
Cfr. Gelli, María Angélica, Valores constitucionales, activismo judicial y habeas corpus,
Jurisprudencia Argentina, N° 5.904 (26 de octubre de 1994), pp. 22 y ss..
12
Cfr. Zaffaroni, Eugenio Raúl, Alagia, Alejandro, Slokar, Alejandro, ob. cit., pp. 3/29 y
62/65.
11
Amparo"13 y "G. E. L. c/ I.O.M.A s/ Amparo"14, donde dejó en claro a la
sociedad civil -la que busca participar en ésta litis a través del instituto
del Amicus Curiae-, que no es tributario de desandar senderos
judiciales en pos de esquivar la intervención del órgano jurisdiccional
en asuntos que afectan derechos federales15, tal como la C.S.J.N. lo
ha reclamado en reiteradas ocasiones, sino todo lo contrario.
En el mismo sentido que el propuesto en las presentes
consideraciones, remarco que se han pronunciado diversos tribunales
internacionales, a fin de brindar el debido entendimiento que debe
otorgársele al instituto del habeas data, jurisprudencia y doctrina cuya
aplicación a nuestro derecho interno es imprescindible, con la finalidad
de dar curso adecuado al proceso en que deseo constituirme como
Amigo del Tribunal.
En éste hilo conductor, traigo a colación –a mero título
ejemplificativo- la decisión del Supremo Tribunal Federal del Brasil,
cuando expuso –respecto a la naturaleza jurídica de la acción
articulada- que el habeas data es el remedio jurídico-procesal
adecuado, de naturaleza constitucional, destinado a garantizar el
ejercicio de la pretensión jurídica plasmada en un triple aspecto:
acceso a los registros; rectificación de los registros y complementación
de los mismos16.
13
Causa N° 1.647, resolución protocolizada en el Registro de Sentencias: 25/05, Folio 154.
14
Causa N° 993, resolución protocolizada en el Registro de Sentencias: 124/04, Folio 372.
15
Considerando 9°), segundo párrafo, de la disidencia de los Dres. Boggiano y Petracchi en
Fallos: 322:360, entre muchos otros.
16
Al decir del Superior Tribunal: “[t]rata-se de relevante instrumento de ativacao da
jurisdicao constitucional das liberdades, a qual representa, no plano institucional, a mais
expressiva reacao juridica do Estado as situacoes que lesem, efetiva ou potencialmente, os
direitos fundamentais da pessoa, quaisquer que sejam as dimensoes em que estes se projetem”
(Sentencia del 19 de septiembre de 1991, pronunciada por el Supremo Tribunal Federal
reunido en plenario).
12
Esta línea jurisprudencial, no es ajena a los tribunales
nacionales, quienes expresaron que “[e]l objeto tutelado por el hábeas
data es un derecho individual personalísimo: el derecho a la intimidad,
definido como el derecho a decidir por sí mismo en qué medio se
compartirán con los demás los pensamientos, sentimientos y los
hechos de la vida personal”17, siendo útil para “...tomar conocimiento,
actualizar, exigir la supresión, rectificación y/o confidencialidad de
datos o información del sujeto, tanto existentes en bancos de datos
públicos como privados, siempre y cuando estos últimos estén
destinados a proveer informes”18.
Es interesante destacar que, a diferencia de lo requerido por la
jurisprudencia respecto de otros institutos judiciales, “[s]i bien según el
texto constitucional el hábeas data es una especie de amparo, ello no
implica que todo lo regulado por la ley de amparo (Adla, XXVI-C, 1494)
sea aplicable a aquél, pues el objeto perseguido procesalmente difiere
en ambos casos. En efecto, para la procedencia del hábeas data no
se requiere, en principio, arbitrariedad o ilegalidad manifiestas,
dado que procede ante la mera falsedad en el contenido de los
datos o la discriminación que de ellos pudiere resultar”19.
Además, se ha dejado en claro que no es necesario,
previamente a concurrir a sede judicial buscando respuestas a lo
requerido, hacer uso de la solicitud de los datos al registro de que se
trate, toda vez que “...ni del art. 43 de la Constitución Nacional, ni del
citado art. 321, inc. 2º, se desprende que ello deba cumplirse de
17
Ver C.N.Civ., sala H, mayo 19 – 1.995, autos in re “Rossetti c. Dun y Bradstreet S. R. L.”,
publicado en LA LEY, 1995-E, 294.
18
Cfr. C.Fed. Bahía Blanca, sala I, enero 18 –1.995, in re “Gutiérrez, Héctor R. c. Casino
Militar del Personal Superior de la Base Naval Puerto Belgrano”, LA LEY, 1996-A, 316.
19
Así resolvió la Suprema Corte de la Provincia de Mendoza, el 17 de noviembre de 1997, en
la causa in re “Costa Esquivel, Oscar A. c. Co.de.me.”, publicada en DJ, 1998-3-864.
13
manera obligatoria para poder interponer la acción introducida en la
reforma constitucional de 1994”20.
Asimismo,
diversas
legislaciones
de
nuestro
margen
latinoamericano, han receptado favorablemente las pautas directrices
de la O.N.U. en relación con el habeas data21, siendo ejemplos
acabados de lo que el legislador provincial debe realizar al respecto, y
resultando situaciones análogas a las dispuestas en la ley marco
dictada en la esfera federal.
Es más, vale remarcar que –en la situación que se denunciael interés público se vislumbra reforzado, debido a que la violación a
los derechos humanos que la práctica cuestionada lleva a cabo –
derecho a la igualdad ante la ley, derecho al respeto de la propia
imagen, prohibición de la autoincriminación, entre otros22- posee
ribetes de sistematicidad.
Dicho carácter se comprueba por dos situaciones centrales.
Por un lado, afecta sistemáticamente a los sectores de la
población que más vulnerables son al ejercicio del poder penal
estatal, a través de la aplicación de medidas de privación de libertad
que importan un trato cruel, inhumano o degradante23. Por el otro,
debido a que compromete sistemáticamente a todos los actores
del sistema, toda vez que la participación en tales procesos de
selección criminalizante secundaria de todas las agencias del sistema
20
Así, Cámara Nacional Civil, Sala B, resolución dictada en la causa in re “Warksberg,
Herman”, LA LEY, 1998-C, 923.
21
Véase ley de habeas data de Perú, del 13 de noviembre de 1995; ley reglamentaria del
habeas data de Brasil, del 12 de noviembre de 1997; y los proyectos de ley sobre el punto de
las Repúblicas de Costa Rica y de Venezuela.
22
23
Tal como fuese explicitado en el habeas data al que el presente escrito se refiere.
Así lo entienden Rivera Beiras, Iñaki, Salt, Marcos, Derechos fundamentales de los
reclusos. España y Argentina, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999.
14
penal, es incuestionable (fuerzas policiales, jueces, fiscales, entre
muchos otros)24.
La gravedad del problema dista mucho de disminuirse, sino
todo lo contrario. Esta práctica ilegal de registro de datos, con las
características con que fuera descripta, se ha institucionalizado, y
ha encontrado –lo que es más grave aún- justificación en la labor
de los miembros de los distintos órganos jurisdiccionales25.
A éste marco de encuadre jurídico de la cuestión en
tratamiento, es pertinente agregar supuestos de hecho que sirvan de
basamento de aplicación a lo requerido en las presentes líneas,
aunque más no sea a simple título informativo, y como corolario de los
casos sometidos a su juzgamiento en el marco de la presentación que
diera lugar a éste escrito.
V.HECHOS RELEVANTES:
Es adecuado exponer que la labor desarrollada por las
autoridades policiales con relación a los álbumes de modus operandi,
no se circunscribe -ni se limita- al Departamento Judicial La Plata, sino
que en toda la Provincia de Buenos Aires encuentra ámbito de
aplicación.
Por
esto,
concibo
indispensable
sumar
a
los
casos
denunciados por las organizaciones no gubernamentales presentadas
en el legajo principal, la denuncia que se efectuase ante las
autoridades judiciales del Departamento Judicial San Nicolás.
24
Cfr. Zaffaroni, Eugenio Raúl, Alagia, Alejandro, Slokar, Alejandro, ob. cit., pp. 6/13.
25
Muestra de ello es la decisión adoptada por la Sra. Juez de Garantías del Departamento
Judicial San Nicolás, Dra. María Laura Vázquez, en el marco de la causa N° 1.671 del registro
del órgano a su cargo, en donde -mediante acción de amparo- se denunciase la afectación de
derechos fundamentales que práctica policial en análisis provoca, en pos de su salvaguarda;
ratificada por la Excelentísima Cámara de Apelación y Garantías del Departamento Judicial
Junín (de feria).
15
En éste supuesto fáctico, el Sr. Defensor General de dicho
Departamento, Dr. Gabriel E. H. Ganón, requirió a la Sra. Juez de
Garantías Dra. María Laura Vázquez, proponga al Sr. Fiscal General,
se aboque al estudio de la situación cuestionada, y -luego- dicte un
instructivo con relación a la confección, mantenimiento y exhibición de
los registros en cuestión, los que -vale decir- deben encontrarse, de
conformidad con lo peticionado, en el ámbito de las diversas sedes del
Ministerio Público Fiscal.
Más allá de la decisión que se adoptó al respecto por parte de
la magistrada mencionada (y su ratificación por el órgano de Alzada) 26,
"[a] fin de...poner en su justa dimensión el tema que nos ocupa, pasaré
a ejemplificar con algunos supuestos relevados en el Depto. Judicial
San Nicolás, los...cuatro grandes grupos de casos -en los que se
presentan situaciones como la denunciada en autos-..." -lo resaltado y
escrito entre guiones no es del original-27.
Ellos son, a saber: "...1) Aquellos en que las personas que
integran el álbum no registran, ni antecedentes penales, ni procesos
en trámite, y fueron incorporadas sus fotografías en ocasión de ser
demoradas por cualquier otro motivo (Averiguación de Identidad,
Contravención, etc.), quienes se ven así expuestos, a que en las
habituales diligencias de reconocimiento fotográfico se vean afectados
su buen nombre...su honor y su dignidad como seres humanos, ya que
la policía presenta estos libros como el registro de "malvivientes".
2) Aquellos casos en que las personas que integran el álbum
resultaron sobreseidas o absueltas en el proceso seguido en su
contra...3) [a]quellos...en que la participación del integrante del álbum,
en el hecho investigado, resulta materialmente imposible (personas
fallecidas; privados de libertad al momento del hecho; residentes en el
26
Actualmente, recurrida ante el Tribunal de Casación Provincial, mediante remedio casatorio
presentado el 25 de febrero de 2005 ante la Sala de Feria que decidiese.
16
exterior, etc.)...-y los- 4)...casos de evidente desactualización...por el
largo tiempo transcurrido...-que ante los cambios de fisonomía de los
retratados, no en pocos casos provocan detenciones arbitrarias-..." cursiva y agregados entre guiones no fieles al original-.
Con arreglo a lo reseñado en los párrafos anteriores, surge a
las claras que la práctica irracional, arbitraria e indiscriminada, llevada
a cabo por los miembros de la Policía Bonaerense se expande por
todo el territorio de la Provincia, con las consecuencias nefastas que
he relatado in extenso a través de las presentes líneas, las que insisto- deben tener coto mediante una decisión de V.S. al respecto.
VI.REMEDIO ADECUADO:
A partir de las consideraciones de hecho y de derecho que
vertí en páginas anteriores, es claro que V.S. se halla ante la
posibilidad concreta de hacer cesar las prácticas nefastas de recabado
de datos en los llamados álbumes de “modus operandi”, que
contradicen los lineamientos constitucionales aplicables al punto.
Tal como dejara en claro antes, el caso que le llega a
juzgamiento excede el simple conflicto entre partes y afecta a la
sociedad en su conjunto, la que puede verse involucrada en la
operatoria arbitraria del aparato de persecución penal estatal referida,
con la consiguiente lesión de garantías fundamentales que esto
implica.
Por ésta razón, es que V.S. deberá tomar en consideración,
especialmente, la necesidad de otorgarle transparencia al proceso de
toma de decisiones que se implemente, como así también se efectivice
una participación real y efectiva de los estamentos de la sociedad civil
más vulnerables a la potentia puniendi.
27
Cfr. Recurso de Casación mencionado en la nota a pie de página nro. 25.
17
Dado que el problema que se le plantea a V.S. tiene múltiples
dimensiones y aspectos controvertidos, y que –mediante la aplicación
del método de selección de datos que es cuestionado en los actuados
en que me presento- los presuntos autores de eventos criminosos son
víctimas sistemáticas de violación a sus derechos humanos, el rol de
intérprete de la Constitución Nacional que todo titular de órgano
jurisdiccional posee, debe aplicarse con toda rigurosidad al sub lite.
Por ello, la propuesta de intervención judicial que se propone
mediante éste Amicus Curiae, busca alcanzar un remedio efectivo y
comprometido para el problema que se le somete a juzgamiento,
admitiendo en forma expresa –entonces- que V.S. puede brindar una
solución definitiva y concreta al respecto, asumiendo el compromiso
republicano inherente a la función que ejerce, y vigilando el
cumplimiento de las obligaciones internacionales que el Estado ha
suscripto.
VII.MEDIDA EN CONCRETO SOLICITADA:
Ergo, me presento a V.S. en calidad de Amigo del Tribunal,
porque considero que el remedio jurisdiccional idóneo para el objeto
procesal en cuestión, es el dirigido a decretar la ilegalidad de la vía
de hecho que los funcionarios policiales miembros de la Policía
de la Provincia de Buenos Aires –que consiste en el registro de
datos e imágenes de ciudadanos sin apego alguno a la normativa
internacional- , suprimiendo y/o cancelando la información que en
los mismos se halla recabada.
Debe dejarse en claro, asimismo, que la única forma de
utilizar fotografías de personas en el marco de un proceso penal,
como medio probatorio, es la brindada por el reconocimiento en
rueda fotográfico, que se llevará a cabo a pedido de autoridad
judicial competente, y bajo el resguardo de las garantías
constitucionales del debido proceso y la defensa en juicio,
18
reconocidas por lo normado en los arts. 1, 18, 33 y 75 inc. 22 de la
C.N., en relación con los arts. XXVI de la D.A.D. y D.H., 10 de la
D.U.D.H., 8.1 de la C.A.D.H., 14 del P.I.D.C. y P., y 11 y 25 de la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires28.
VIII.PETITORIO:
En virtud de todo lo considerado, esperando que el aporte que
hago en éste litigio sea útil para una justa resolución del mismo, a V.S.
es que requiero:
I.- Se me tenga por presentado en los presentes obrados, y
admitido –luego- como Amigo del Tribunal.
II.- Se tengan en consideración los argumentos de derecho
expresados, los hechos relevados y la propuesta la solución
mencionada en el presente escrito, a fin de resolver a consecuencia de
ello.
III.- Luego, establezca V.S. la intervención del organismo que
represento en los diversos actos procesales que se han de llevar a
cabo en el marco de éste legajo, a sus efectos.
PROVEER DE CONFORMIDAD QUE,
SERA JUSTICIA
28
Cfr., por todos, Maier, Julio B. J., Derecho Procesal Penal. Tomo I. Fundamentos, segunda
edición, segunda reimpresión, Editores del Puerto, Buenos Aires, 2002, pp. 469 y ss..
19
Documentos relacionados
Descargar