TITULO: APROXIMACIÓN A LOS PRINCIPALES CONFLICTOS GENERADOS ENTRE ABUELOS QUE CUIDAN A SUS NIETOS Y LOS PADRES: UNA PROPUESTA DE MEDIACIÓN. Autor: Antonio Luis Martínez Martínez. Investigador del Seminario Luis Olariaga de Política Social y Doctorando del Departamento de Sociología y Política Social de la Universidad de Murcia. Institución: Universidad de Murcia. Correo electrónico: [email protected] Resumen: La Mediación familiar como vía alternativa a la resolución de los conflictos generados entre los abuelos cuidadores de nietos y los padres. la mediación familiar, se puede definir como una alternativa a los mecanismos adversariales de resolución de conflictos, donde una tercera persona neutral interviene guiando a las partes y canalizando el proceso para lograr que estas alcancen un acuerdo satisfactorio, el objetivo primordial del mediador consiste en intentar que se abran canales de comunicación y de cooperación entre las partes facilitando así el dialogo entre ellas, con el objetivo de resolver los problemas de reorganización surgidos en momento de crisis. Y donde las partes adquieren un gran protagonismo, puesto que son estas las que deben integrar de forma armoniosa las decisiones para poder desarrollar un acuerdo viable y satisfactorio, que sea capaz de responder a las necesidades de todos los miembros. La tipología de las problemáticas que pueden abordarse desde el ámbito de esta novedosa disciplina como es la mediación familiar, son múltiples destacando básicamente las enumerados a continuación: conflictos o problemáticas derivadas de problemas de convivencia entre abuelos hijos y nietos, asistencia y cuidados a los conjuntos poblacionales más desfavorecidos, tales como personas que presentan edades avanzadas, discapacitados y enfermos, ante casos de separación y divorcio protección de menores, estipulación de determinados acuerdos con el propósito de equilibrar los tiempos de carácter productivos y reproductivos de los miembros de la familia, problemáticas surgidas en los denominados sistemas familiares reconstituidos o con miembros añadidos, en esta tipología de familias, la intervención se focaliza tanto en los componentes del sistema, como en los miembros que posteriormente han ingresado en el mismo de manera paulatina, conflictos generados por la inadecuada asignación de 1 roles, tareas y responsabilidades, así como por la inequidad en el reparto de bienes patrimoniales sin necesidad de recurrir a instancias judiciales, presentación de otros conflictos de índole económico, presentación de problemáticas en familias homoparentales, monoparentales y demás tipología, así como en el entorno donde se establecen, en el caso de acogimiento de menores, adopciones y encuentros familiares una vez concluida la tramitación de la misma, gestionar las diversas problemáticas acontecidas entre la familia adoptiva y los progenitores biológicos del menor etc. Constituye el objeto de esta comunicación la aproximación conceptual de los principales conflictos acontecidos entre abuelos y padres, cuando los primeros ejercen el cuidado de sus nietos y el interés depositado en el proceso de la mediación como vía alternativa de resolución de conflictos, a través del empleo de una metodología cualitativa (grupos de discusión y entrevistas semiestructuradas). Palabras clave: abuelos cuidadores, relaciones paterno-filiales, conflictos intergeneracionales, mediación, alternativa resolución de problemáticas. 1. Introducción al concepto de Mediación Familiar. La mediación familiar puede definirse como una alternativa a los mecanismos adversariales de resolución de conflictos, donde una tercera persona neutral interviene guiando a las partes y canalizando el proceso para lograr que estas alcancen un acuerdo satisfactorio. La finalidad de la mediación es facilitar la comunicación y cooperación entre las personas involucradas en un conflicto para que estas integren de forma armoniosa las decisiones adoptando un acuerdo viable y satisfactorio que responda a sus necesidades (Ripoll-Millet, 2001). La mediación como facilitador del diálogo intenta mostrar un camino hacia la solución de los problemas familiares, comprometiéndose a restaurar los canales comunicativos, para solucionar las cuestiones planteadas y actuar siempre conforme a la buena fe, el uso y la ley (Torrero, 2000). Estas son las razones por las cuales la mediación es especialmente idónea para la resolución de los conflictos familiares en general y en los casos de separación o divorcio en particular. El papel de los profesionales de la mediación familiar consiste en posibilitar a que las personas alcancen un acuerdo justo, duradero y aceptable para todos, en el sentido de velar por los derechos de las personas y proporcionar respuestas y actuaciones adecuadas a las necesidades de cada uno de los miembros de la familia. (Mayer, 1995). 2 Un mediador que trabaja discusiones de familia, debería ser capaz de analizar no sólo las dimensiones del conflicto y las soluciones propuestas, sino también la perspectiva de la familia y como se mueve cada miembro dentro del sistema familiar (Taylor, 2002). Entre los principios fundamentales de la mediación familiar podemos encontrar: - Fortalecimiento del poder de decisión de las partes (Empowerment). - Autoresolución de los conflictos. - Proceso flexible y de participación voluntaria. - Búsqueda de la máxima eficacia y equidad. - Es un proceso creativo. - Imparcialidad del mediador. - Revelación de cualquier conflicto de intereses por parte del mediador. - Respeto de los individuos y de la diversidad cultural. - Seguridad personal y protección frente al riesgo. - Confidencialidad. - Enfoque al futuro y no al pasado. - Énfasis en los intereses mutuos en lugar de los derechos individuales. - Transformación de las posiciones frente a un conflicto. - Proceso que gestiona las emociones de las partes. - Refuerzo y propicia el diálogo, comunicación, coherencia y participación de los miembros familiares. - Consideración de las necesidades de los interesados. - Destaca la competencia del mediador. Por mucha experiencia que puedan tener los mediadores en otras disciplinas profesionales afines, necesitan recibir una formación especial antes de hacer participar a niños y jóvenes en el proceso de mediación (Parkinson, 2005). Por ello, el ámbito de la mediación familiar está compuesto por muchos matices, al igual que lo está la familia en si misma. La tipología de las problemáticas que pueden abordarse desde la mediación familiar, son múltiples (García-Longoria y Sánchez Urios, 2004) destacando básicamente las enumerados a continuación: conflictos o problemáticas derivadas de problemas de convivencia entre abuelos hijos y nietos, asistencia y cuidados a los conjuntos poblacionales más desfavorecidos, tales como personas que presentan edades 3 avanzadas, discapacitados y enfermos, ante casos de separación y divorcio protección de menores, estipulación de determinados acuerdos con el propósito de equilibrar los tiempos de carácter productivos y reproductivos de los miembros de la familia, problemáticas surgidas en los denominados sistemas familiares reconstituidos o con miembros añadidos, en esta tipología de familias, la intervención se focaliza tanto en los componentes del sistema, como en los miembros que posteriormente han ingresado en el mismo de manera paulatina, conflictos generados por la inadecuada asignación de roles, tareas y responsabilidades, así como por la inequidad en el reparto de bienes patrimoniales sin necesidad de recurrir a instancias judiciales, presentación de otros conflictos de índole económico, presentación de problemáticas en familias homoparentales, monoparentales y demás tipología, así como en el entorno donde se establecen, en el caso de acogimiento de menores, adopciones y encuentros familiares una vez concluida la tramitación de la misma, gestionar las diversas problemáticas acontecidas entre la familia adoptiva y los progenitores biológicos del menor etc. 1.1. Las Etapas de la Mediación. Las principales etapas que componen el proceso de resolución de problemas en la mediación son las siguientes: (Moore,1995). El autor estima conveniente el establecer una fase de premediación antes de iniciar el proceso, estableciendo unos contactos iniciales con las personas involucradas en la disputa, con el propósito de generar un ambiente distendido y de confianza, fomentando de esta manera la cooperación entre las partes y su participación activa en el proceso, al mismo tiempo que establece que él es una persona neutral e imparcial, que les ayudará a generar acuerdos pero la toma de decisiones recae en las partes. Pero además ese contacto inicial refuerza la confianza entre ambos propiciando que se establezca la estructura y la enmarcación de la intervención, aunque una de las partes haya tomado la iniciativa de participar en el proceso es necesario que ambas entiendan que comparten el poder y la legitimación (Haynes, 1981). Las diversas acciones desarrolladas en esta fase son básicamente en primer término elegir una estrategia para orientar la mediación, en segundo término la recopilación y análisis de la información y finalmente en tercer término idear un plan detallado que guiará las sucesivas fases de la mediación. La segunda fase demonizada de Explicación y situación es cuando comienza realmente la sesión mediadora donde las partes en primer lugar definen el problema 4 exponiendo cada una su versión compartiendo de esta manera la información a veces pueden surgir datos ocultos desconocidos por uno de los involucrados. En la Mediación Familiar ante la presentación de casos de separación y divorcio entre los cónyuges, durante la recogida y ordenación de la información está debe desarrollarse atendiendo a las siguientes categorías Funcionamiento de los miembros de la familia después del hecho causante del conflicto, atención a los miembros dependientes y los Recursos. (Irving y Benjamin, 1995). En segundo término una vez centrado el problema se clasifica y ordena las temáticas más importantes, identificando los conflictos más relevantes a partir de la información que se dispone, en tercer lugar se procede a establecer una categorización de las mismas constituyendo la base de la agenda de los conflictos. El mediador no valora ni juzga, solamente dirige el proceso facilitando la comunicación y el intercambio de información propiciando que las partes elaboren una definición compartida y conjunta del problema aceptada por ambas. La tercera fase denominada de Acuerdo las partes con la ayuda del profesional elaboran definitivamente la agenda de los conflictos y a partir de las opciones planteadas eligen cuáles son aceptadas pudiendo funcionar y cuáles son desechadas, evaluando para ello las ventajas e inconvenientes presentados de cada propuesta así como el grado de dificultad para llevarlas a la práctica, estableciendo las partes ¿Quién hace qué? ¿Cuándo, Como y Dónde? Las opciones consideradas válidas constituirán la base para la obtención del acuerdo final, donde el mediador debe realizar la prueba de los tres criterios, que consiste en saber si el acuerdo propuesto es justo, si realmente satisface a las partes y si no se opone a la ley. (Marlow, 1999). La cuarta fase demonizada de Arreglo o Negociación. Las partes proponen las opciones de respuesta al problema planteado y el mediador elabora una lista con múltiples opciones, reformulando las posiciones e intereses para que los participantes seleccionen las opciones más beneficiosas de forma conjunta. 2. Material y Método. Constituye como objeto principal de este artículo en primer término el establecer una tipología de los conflictos más frecuentes generados entre abuelos e hijos, durante el transcurso de la asunción de los cuidados con sus nietos, por parte de los primeros, en segundo término establecer una tipología de los procedimientos empleados por ambos conjuntos poblacionales para la resolución de los conflictos y finalmente mostrar el grado de motivación presentado tanto por abuelos cuidadores como por hijos por 5 participar en el proceso de la mediación, considerándola como una vía alternativa de resolución de los conflictos de forma satisfactoria. Esta investigación ha requerido la utilización de métodos cualitativos (el grupo de discusión y entrevistas semiestructuradas) como instrumentos de obtención de datos Una de las ventajas que presenta la muestra no probabilística es la utilidad para determinar un diseño de estudio que no requiere tanto una representatividad de elementos de una población, sino una cuidadosa y controlada elección de sujetos, que presenten unas características específicas por parte del investigador, previamente en el planteamiento del problema. Nuestro tema de investigación que consiste en un estudio exploratorio, se ha basado en un muestreo no probabilístico, es decir no responde a criterios estadísticos sino estructurales y cualitativos, puesto que nuestro diseño no precisaba que la unidad de análisis fuera representativa de la población. Por el contrario, esta “muestra” está sometida y obedece ya a relaciones, puesto que buscábamos tener representados en nuestro estudio a determinados abuelos cuidadores de nietos eventuales y con bastante asiduidad, así mismo como a profesionales conocedores de la temática de la investigación. 2.1. Características de la muestra. La elección de las personas entrevistadas y los participantes de los Grupos de Discusión, responden a criterios muy concretos que pueden responder algunas de las cuestiones planteadas en este trabajo de investigación. Siendo la elección de dichas personas para desarrollar el trabajo de campo, las que respondían a los siguientes criterios. 1. Experiencia profesional en intervención con personas mayores, a través de centros de día para personas mayores y centros sociales de personas mayores. 2. Conocimiento de los profesionales de establecer una tipología de los conflictos que surgían, entre los abuelos cuidadores y sus hijos, porque los primeros asumían las labores de cuidado bien de forma eventual o con bastante frecuencia. 3. Conocimiento de los profesionales de describir las posibles alternativas que se proponen los abuelos cuidadores y sus hijos, para solventar los conflictos acontecidos. 6 4. Información aportada por los profesionales de los conocimientos que poseen los abuelos cuidadores, referente al proceso de la mediación y el grado de su motivación para participar en el mismo considerándolo como una alternativa a la resolución de los posibles conflictos que se generaran entre ellos y sus hijos, cuanto los abuelos ejercen las funciones de cuidado con sus nietos. En relación a los grupos de Discusión: La elección de los participantes a los grupos de discusión responde a criterios muy concretos, que son básicamente los enunciados a continuación: - Experiencia de los abuelos cuidadores, en el cuidado de los nietos, de forma eventual o con bastante frecuencia. - Personas mayores, que fuesen abuelos y que no presentarán ninguna discapacidad ni trastorno psíquico. - Conocimiento por parte de los abuelos cuidadores, de los posibles conflictos que pudieran surgir, con sus hijos cuando estos ejercían labores de cuidado. - Experiencia y conocimiento de padres y madres de los posibles conflictos que pudieran surgir, cuando los abuelos ejercían labores de cuidado. 2.2 Perfil de los Entrevistados. Se procedió a la realización de diez entrevistas, cuatro en centros de día de personas mayores y seis en centros sociales para personas mayores correspondientes a diez municipios de la cuidad de Murcia, donde no especificamos el nombre de los mismos por motivos de confidencialidad, pero le asignamos un número a cada centro para facilitar de esta manera la transcripción y el análisis de los datos. Las entrevistas y los grupos de discusión fueron realizados entre los días 27 de junio y 6 de septiembre de 2012. El contacto se realizó mayoritariamente por vía telefónica y por la presencia del investigador a los lugares convenidos por los participantes. Todo el trabajo de campo fue grabado, con grabadora de voz. El Grupo de Discusión, en primer término nos ha permitido obtener información en profundidad acerca de las relaciones paterno-filiales mantenidas entre los abuelos cuidadores e hijos, en segundo término y a consecuencia del conocimiento de los patrones relaciones entre ambos nos ha permitido establecer una categorización de la tipología de los conflictos o situaciones problemáticas acontecidas cuando los abuelos 7 ejercen el cuidado de sus nietos bien de forma eventual o con bastante asiduidad, en tercer término nos ha permitido también establecer una categorización de cuáles son principalmente los mecanismos o alternativas de resolución de conflictos, empleados ante el surgimiento de los mismos y finalmente el grado de motivación que presentan tanto los abuelos cuidadores como los hijos, por participar en el proceso de la mediación en el caso que estimen oportuno, para resolver sus problemáticas de forma satisfactoria. 2.3.Perfil de los participantes de los Grupos de Discusión. Se establecieron tres grupos de discusión. A continuación describiré las características de los participantes, que han formado cada uno de los grupos de discusión. Grupo de Discusión de abuelos cuidadores número 1. - Seis mujeres, con edades comprendidas entre los 55 a 75 años. - Cuatro hombres con edades comprendidas entre los 69 a 75 años. - Tienen nietos con edades comprendidas entre 14 años a cinco meses. - Ejercen los cuidados de sus nietos, de forma eventual o esporádica. Grupo de Discusión de abuelos cuidadores número 2. - Cuatro hombres, con edades comprendidas entre 60 a 80 años. - Cuatro mujeres, con edades comprendidas entre 60 a 80 años. - Tienen nietos con edades comprendidas entre los veinticuatro años a dos meses. - Ejercen los cuidados de sus nietos, con bastante asiduidad o de forma diaria. Grupo de discusión de padres y madres. - Cinco mujeres, con edades comprendidas entre 30 a 45 años. - Tres hombres, con edades comprendidas entre 35 a 49 años. - Tienen hijos, con edades comprendidas entre quince años y ocho meses. - Sus hijos, están siendo cuidados por sus abuelos con bastante asiduidad o de forma diaria, por motivo laboral de los progenitores. Se elaboró un guión con las principales cuestiones a tratar, con el consentimiento de los participantes, el grupo de discusión fue grabado por una cámara de video para poder recoger los datos más exhaustivamente, y así poder recoger la comunicación no verbal. En cuanto a su análisis en primer lugar, se recopilaron todos los materiales 8 producidos en él teniendo en cuenta el encuadre general de todo el proceso. A posteriori se tuvieron en cuenta las palabras, el tono, el contexto, la comunicación no verbal, la consistencia interna de las respuestas, el grado de imprecisión de éstas y las grandes ideas básicas. Se emplearon técnicas de reducción de datos, a través de un cuidadoso y planificado examen, clasificación e interpretación de los datos. La unidad de análisis fundamental fueron las palabras y las frases. Tanto en el grupo de discusión como en las entrevistas se informa a los participantes de la confidencialidad de sus datos y la no utilización o aparición de nombres en el informe final ni durante todo el proceso de análisis. Las principales temáticas que se plantearon durante el desarrollo de los grupos de discusión fueron los siguientes: - Problemáticas surgidas entre abuelos e hijos, cuando los primeros asumen las actividades de cuidado con sus nietos. - Procedimientos o alternativas empleadas tanto por los abuelos cuidadores como por los hijos, para resolver las posibles problemáticas acontecidas entre ellos, durante el transcurso de los cuidados. - Conocimiento del proceso de la mediación como resolución alternativa a los conflictos familiares, derivados del desarrollo de las actividades de cuidados. - Grado de confianza o motivación depositada en el proceso de la mediación, para participar en la misma, como alternativa para resolver los conflictos de forma satisfactoria. 3. Resultados. A continuación procedemos a desarrollar los principales resultados obtenidos tras la elaboración del trabajo de campo. El conocer las relaciones paterno-filiales es una cuestión de suma importancia que nos servirá como base permitiéndonos conocer a posteriori la existencia de conflictos surgidos entre los abuelos cuidadores y sus hijos, cuando los primeros asumen los roles de cuidados. En el trascurso de los grupos de discusión, tanto el constituido por abuelos cuidadores como el de padres y madres ha quedado de manifiesto que mantienen unas buenas relaciones paterno-filiales. “No son buenas, son demasiado buenas…” (Hombre GD 1). 9 “Las nuestras son tan buenas que cuando uno dice voy, van todos” (Mujer GD 1). “Yo también mantengo muy buena relación con mis hijos” (Mujer GD 2). “Sí por lo que me comentan aunque tengan ciertos problemas con los hijos, como tenemos todos, la verdad es que son bastante buenas” (Entrevista director centro de día 3) “Muy buena, entre nosotros hay mucha confianza” (Hombre GD 3). “Tiene razón… son tus padres y… sabes qué siempre van a estar ahí, se desviven por ti, por tus hijos… Pero por lo general las relaciones con mis padres, son ¡no buenas, excelentes!” (Hombre GD 3) “La verdad es que casi todos los usuarios del centro, por no decir todos mantienen unas excelentes relaciones con sus hijos” (Entrevista director centro de día 1. En referencia a como son las relaciones paterno-filiales mantenidas entre los abuelos cuidadores y sus hijos, ha quedado de manifiesto que mantienen unas buenas relaciones observándose que cuando hacemos mención a los diferentes conflictos surgidos, tanto en el conjunto poblacional de los abuelos cuidadores como el de padres, mayoritariamente no los consideran graves, ni siquiera se refieren a ellos empleando el término “conflicto” simplemente los definen como tensiones o momentos tensos, originados entre ambos en momentos puntuales. Pero a pesar de que mantienen buenas relaciones si surgen determinadas “situaciones tensas” que en un principio no suelen generar conflictos graves, solamente “pequeños roces” como manifiestan los propios participantes. Procediendo a continuación a especificar las múltiples situaciones originadas entre ambos conjuntos poblacionales: Cada progenitor emplea un procedimiento educativo distinto con sus hijos, pero dictan un conjunto de normas que hacen mención al cumplimiento de horarios de estudio, deberes escolares, hora de acostarse, alimentación y realización de actividades de ocio y tiempo libre tales como jugar o ver la televisión y los abuelos cuando asumen el cuidado de sus nietos deben cumplirlas, pero como tendencia general se muestran más flexibles y permisivos con sus nietos que sus propios hijos y en determinadas ocasiones incumplen las citadas normas actuando como un desencadenante de múltiples situaciones tensas entre abuelos e hijos, cuando los primeros consienten en exceso a sus nietos. 10 “Que cuando están con ellos, a veces les consientes cosas, que nosotros no haríamos. Por ejemplo… yo les digo a mis padres, no les des, esto para merendar… dulces por ejemplo, y luego me entero que le han comprado un bollicao o una ensaimada o gusanitos… y eso me enfada. O también la hora para acostarse o para ver la tele en mi casa se cumplen unos horarios estrictos (…) y tú le dices papa, o mama, los niños, tienen un horario para acostarse, tienen que merendar esto o lo otro. Por mucho que te digan… tienen que acostarse a esa hora” (Mujer GD 3). “Sí yo como abuelo también consiento algunas veces a mis nietos, les compro chuches, juguetes y me gustaría comprarle la fín del mundo, pero me tengo que contener porque sé que a mis hijos no les gusta demasiado y podemos tener problemas” (Entrevista presidente centro social personas mayores 2) “En mi caso también los abuelos, consienten un poco a sus nietos, un poco bastante. Están esperando a que mis hijos abran la boca para tapársela, ¡abuelo, abuelo, quiero una pelota! y va el abuelo y se la compra… ¡Sí tienen mil pelotas en casa!... No es por el dinero… es por el hecho de comprársela, con los cromos, con las canicas. Es con todo igual Yo me enfado con mis padres y les digo no le compréis todo lo que pidan (…) y luego la contestación es ¿Hija, que quieres? ¡Están con nosotros deja que disfruten! ¡Es que no es así! Y mira que se lo tengo dicho que cuando te pidan algo, de lo que ya tengan en casa, una pelota, canicas ¡o lo que sea! ¡No se lo compres! Para eso estamos mi marido y yo ” (Mujer GD 3). “Yo se que los abuelos consentimos en exceso, en mi caso también yo me incluyo” (Entrevista presidente centro social personas mayores 6) “Aquí por lo que me comentan los socios, generalmente están con los nietos que se les caen la baba, como se suele decir y si, se les consienten a veces, porque no paran de comprarles golosinas, dulces, muñequitos y todo lo que ellos quieran, en mi caso también tengo que reconocerlo, y si eso a veces me genera conflicto con mis hijas, pero como yo digo los padres están para educar y los abuelos para disfrutar” (Entrevista presidente centro social personas mayores 4) “Mis hijos a veces me regañan, cuando les compro a los crios gusanitos o bollos para merendar a ellos les gusta que coman bocadillos” (Entrevista presidente centro social personas mayores 5) “Cada vez que mi madre se queda con la cría esta viene con un muñequito, o con un peluche de esos pequeños, un osito o lo que sea… y mira que se lo tengo dicho 11 ¡No le compres más juguetes, que tiene de todo! ¡Pues nada no me hace ni caso!” (Hombre GD 3). “Muchas veces me enfado, porque consienten algunas cosas (…) No creo que solamente depende de los permisivos que puedan ser o no, sino de recalcarles que los padres somos nosotros y que educar a nuestros hijos, es obligación nuestra, que ellos pueden cuidar a sus nietos de la forma que quieran, pero siempre respetando nuestras pautas y normas” (Mujer GD 3) La segunda causa propiciatoria de situaciones tensas, es cuando los abuelos observan una excesiva demanda para que asuman los roles de cuidado produciéndose una situación de abuso, pudiéndose acentuar aún más el conflicto cuando se les pide que cuiden a sus nietos no por causas de fuerza mayor como puede ser por motivos laborales de los hijos, ante esa situación los abuelos no presentan ningún inconveniente de asumir los cuidados, pero si la demanda se solicita los fines de semana o días festivos para la realización de actividades de ocio y tiempo libre por parte de los progenitores, los abuelos no están dispuestos a asumir los cuidados, porque ellos también demandan el disponer de tiempo propio, para el desarrollo de actividades de ocio bien con su cónyuge o con su grupo de amigos. “Pero eso si lo tenemos claro, que una cosa es estar… os ayudamos en el momento que necesitéis cualquier cosa, pero no abuséis… Nosotros tenemos nuestra vida, si podemos hacerlo lo hacemos ¡Pero si no! ¡no! Eso de que todos los fines de semana ¡eso no!” (Hombre GD1). “Los padres estamos para ayudar a nuestros hijos en todo lo que podamos, pero también queremos tener nuestra vida, salir a cenar por ahí… pasear y estar con nuestros amigos cuando podamos, Siempre que nos necesiten vamos a ayudarles, pero no podemos estar todos los fines de semana cuidando a nuestros nietos por mucho que los queramos ¡Eso de todos los sábados no! Si ellos salen y nosotros podemos quedarnos con los crios si” (Mujer GD 1). “Mayoritariamente los usuarios del centro, ejercen como abuelos cuidadores pero es verdad que algunas veces por la comodidad de los hijos, se les suele sobrecargar… considero que los abuelos están ahí siempre dispuestos a cuidar a sus nietos pero no debería hacerse tanto uso de ellos porque tienen ya cierta edad y ciertas 12 molestias para estar corriendo y jugando con los nietos” (Entrevista director centro de día 4) “Yo también quiero salir con mi mujer los sábados por ahí a darme un paseo, no tengo la obligación de quedarme todos los fines de semana en casa” (Hombre GD 3). “Por alguna circunstancia especial sí no tenemos ningún problema, una enfermedad, un viaje… pero que no se convierta en una costumbre de todos los fines de semana ¡Por qué entonces… no!” (Hombre GD 1). “La mayoría de los usuarios que ejercen el cuidado de sus nietos, están cuando la situación familiar lo requiere, pero no debería abusarse de ellos ni convertirlos en abuelos esclavos porque también demandan el poder realizar actividades de ocio y tiempo libre” (Entrevista director centro de día 3) “Nosotros también tenemos derecho a hacer nuestra vida, si es verdad que estamos encantados de cuidar de nuestros nietos, pero una cosa es que sea por algo justificado como es… el trabajo de los hijos… pero otra cosa, es que todos los fines de semana por sistema te encasqueten a los nietos porque tus hijos quieran salir y ¿tú que haces? Tenias pensando salir con tu mujer y mira la papeleta que te toca” (Entrevista presidente centro social personas mayores 6) “Cuidamos a nuestros nietos entre semana porque nuestros hijos trabajan, pero los fines de semana ellos tan libres al igual que nosotros y a nosotros nos apetece salir a dar una vuelta o a tomar algo, porque tenemos que estar cuidándolos” (Entrevista presidente centro social personas mayores 1) Otra situación qué puede considerarse como fuente de conflictos, se produce porque los abuelos mayoritariamente las abuelas desempeñan las actividades del ámbito domestico y el cuidado de los menores de forma diferente a cómo las ponen en práctica sus hijos. “Tensiones sí que hay, sobre todo porque yo hago mis cosas a mi manera y ella las hace de otra (…)” (Mujer GD 3) “Sí, porque en una ocasión… una de mus hijas comento mama y tal… Digo ¡Mira!, cuando me dejes al niño conmigo tienes que tener la seguridad y la confianza que como abuela que soy, quiero al niño y lo voy a hacer bien… si tienes la más mínima duda en cualquier momento a mí no me lo dejes” (Mujer GD 1). “A veces si hay tensiones entre nosotros y los hijos, pero sobre todo porque ellos pertenecen a otra generación, educan a los niños con los tiempos que corren hoy en día 13 y hacen las cosas de forma diferente a como las hacíamos nosotros eran otros tiempos” (Entrevista presidente centro social personas mayores 5). “Aunque me enfade siempre hablamos, es porque tengo más confianza, si hace algo que no me gusta le digo ¡Mama, haz esto así!, (…) pero es que cada uno tiene una forma y una manera de hacer las cosas, Que aunque ella lo haga con toda la buena intención del mundo tú a veces te quedas como… ¡Yo no lo haría así!” (Mujer GD 3). “Si mi hijo tiene ocho meses, y aún no tiene dientes y por ejemplo el pescado no es hasta los nueve meses, el huevo hasta el año y yo no le voy a dar ahora pescado y mi madre se empecinaba en darle pan y yo le decía ¡no! Que es malo, no lo veo conveniente dárselo con tan poco meses además es algo que él no echaba de menos porque aún no lo había probado. Y le repetía a mi madre ¡Que no se lo voy a dar! Y eso me costaba disgustos con ella” (Mujer GD 3). “Yo creo que los roces que hay, es por eso, que nosotros como padres queremos que se hagan las cosas de una manera y ellos lo hacen de otra” (Hombre GD 3). La cuarta causa generadora de frecuentes conflictos, se origina cuando los abuelos deciden inmiscuirse en las conversaciones cuando sus hijos están regañando a sus nietos, de manera que sus hijos ven esta intromisión por parte de sus padres como un acto que les resta autoridad, delante de sus propios hijos, llegando incluso a afirmar la mayoría de padres y madres que han participado en el grupo de discusión que ellos son los encargados de educar a sus hijos y que sus propios padres deberían mantenerse al margen cuando se mantengan determinadas conversaciones. “No te puedes meter, porque si uno de tus hijos, se pone a regañarle por lo que sea o a decirle lo que sea a tu nieto, tú no puedes meterte por medio y decir ¡pues no hagas tal cosa!, mejor déjalo porque a mí me parece un error gordísimo” (Mujer GD 1). “Dejarlos que regañen a sus hijos, aunque luego lo cojas por la oreja a tu propio hijo y luego le digas ¡que burro eres!” (Mujer GD 1). “Yo también pienso, que los abuelos deberían mantenerse un poco al margen… cuando estamos riñendo a nuestros hijos, no deberían meterse, conozco casos de mis amigas que sus padres, están muy encima de los nietos e incluso cuando ellas tienen que chillarle o regañarle a sus hijos, los abuelos enseguida le dicen ¡nena, que te has 14 pasado con el crio! Y eso no debería ser así. Considero que tus padres, por mucho que quieran a tus hijos nunca deben entrometerse” (Mujer GD 3). “La que me puede reñir es ella a mí…, ella me dice ¡mamá, tú te callas!... Entonces yo tengo que callarme y darme media vuelta porque comprendo que lleva la razón porque no le puedo quitar autoridad” (Mujer GD 1). “No, no debes meterte en las conversaciones cuando tus hijos están regañando a los nietos, si los castigan por algún motivo tú no debes después levantarle el castigo por mucho que los crios te diga ¡abuelo, déjame salir a la calle! ¡Déjame que me vaya a jugar! tú debes mantenerte a un lado porque después viene los problemas con tus hijos y ¿Por qué los has dejado salir, no sabias que estaban castigados?”(Entrevista presidente centro social personas mayores 2) “En una ocasión me metí, levantándole el castigo a mí nieto y mi hijo me echo una bronca a partir de ese día hago caso en todo lo que me digan, si veo que le están regañando yo me callo” (Entrevista presidente centro social personas mayores 3) “Es igual te metas o no te metas” (Hombre GD 2). “Cuando mis hijas o mis yernos están regañando a mis nietos, no se me ocurre abrir la boca, yo me doy la vuelta, aunque vea que no tengan razón y aparte si cojo a mis hijas y les comentó esto no me ha parecido bien, o lo otro tal… ¡pero intervenir no!” (Entrevista presidente centro social personas mayores 4) “Los abuelos deben mantenerse al margen cuando castigamos o discutimos con nuestros hijos, porque si se entrometen nos quitan autoridad y los niños están esperando a que el abuelo diga cualquier cosa para hacerle caso a él y no a ti” (Entrevista presidente centro social personas mayores 1) Una vez que hemos conocido las diversas situaciones tensas, que pueden generar discrepancias entre los abuelos cuidadores y sus hijos es trascendente conocer, cuáles son los procedimientos empleados con más asiduidad por ambos grupos poblacionales, para resolver dichos conflictos. En un porcentaje muy elevado todos los participantes y las personas entrevistadas, han señalado que el diálogo, es una constante constituyendo de esta manera el procedimiento más empleado y al mismo tiempo más eficaz para resolver una problemática acontecida, evitando la escalada de la misma, observándose de forma paralela que existe una tendencia en que son las madres las que suelen tener más conversaciones y diálogos con los hijos en mayor proporción que los padres. 15 “Conversaciones, explicaciones… y… a nivel de mujeres, estas cosas se resuelven con más facilidad y siendo conversaciones y a veces conversaciones serias (Mujer GD 1). “Utilizamos razonamientos” (Hombre GD 1). “Aunque me enfade muchas veces con ella, siempre hablamos, es porque tengo mucha confianza, si hace algo que no me gusta le digo ¡Mama, haz esto así o no se…! hay momentos en los que yo he dicho ¡Uff! Madre mía, vamos a ver… pero es más porque cada uno tiene una forma de hacer las cosas” (Mujer GD 3). “Hablar, hablar y hablar” (Mujer GD 3). “Los usuarios del centro cuando tienen un problema intentan hablar con sus hijos, para solucionarlo, pero es mayoritariamente las madres las que hablan con los hijos y más con las hijas entre mujeres se entienden a las mil maravillas” (Entrevista director centro de día 2) “Yo también hablo con los míos” (Mujer GD 3). “¿No se que paso con una nieta mía? Y entonces le reñí… fui a hablar con mi hija estuvimos hablando y se resolvió la cosa” (Hombre GD 2.) “Cuando tienen algún problemilla con sus hijos, ellos hablan largo y tendido… yo considero, que es lo más fácil, es hablar con la otra persona cuando tienes un conflicto, un problema una preocupación ¿Hablando se entiende la gente, no?” (Entrevista director centro de día 1). “Por eso cuando surge un conflicto, lo mejor es hablar con tus hijas… y así se podrá resolver de la mejor manera para eso nosotros somos ya mayores y tenemos experiencia en criar a nuestros hijos y tratar a cada uno de la forma que sabemos que hay que tratarlo” (Hombre GD 2). Un dato a destacar es que aunque el diálogo sea una constante entre los abuelos y sus hijos, este no se produce de igual manera, cuando se refieren a la familia política en sentido extenso tales como yernos, nueras, suegros y suegras. Los participantes de los grupos de discusión tienden a hablar en menor proporción con su familia política por temor a que se desencadenen “situaciones tensas”, adoptando una postura de silencio y según las palabras de los propios participantes, “prefieren callarse, dejando pasar” determinados comentarios y acciones realizadas, porque sobre todo los abuelos cuidadores, opinan que si se entrometen en determinadas conversaciones, con los 16 cónyuges de sus hijos podrían surgir situaciones tensas que afecten directamente a sus hijos perjudicándolos. “No, no tampoco fue tensa mi nuera no le gusta porque yo le digo princesa a la niña y ella dice que es muy cursi, y entonces yo ya no le digo princesa. Pero siempre amigablemente” (Mujer GD 1). “Yo no tengo nueras pero tengo yernos, claro… en todo caso con mis hijas. Son más cercanas… cualquier cosa que surja en la convivencia, los yernos están más al margen, además ahí ya me cuido yo mucho de mantenerme al margen, es una cosa en la que no participo” (Mujer GD 1). “A mi nuera, no se me ocurriría nunca en la vida, en todo caso si la cosa llega ya a muy, muy…” (Mujer GD 2). “Yo creo que le pueden sentar mal… porque si a mi hija le sienta mal me lo dice y no pasa nada a mí no me pasa nada ni a ella tampoco… si a mi nuera le sienta mal me lo dice entonces, si me pasa a mí le pasa a ella… si se puede evitar, se evita” (Mujer GD 2). “Pero eso le puede molestar, que tu le digas… ella te podría decir, y ¿a ti que te importa?” (Mujer GD 1). “Con mi hija si tengo la confianza suficiente para decirle lo que sea” (Mujer GD 2). Otro mecanismo empleado para prevenir los conflictos que puedan generarse por el desempeño de las actividades de cuidado, consiste en que los abuelos cuidadores, llevan a la práctica las ordenes o directrices que les imponen sus hijos, e incluso pidiéndoles consejo o preguntándoles en momentos puntuales, si pueden realizar una determinada actividad, por ejemplo, levantarles el castigo a los nietos. También los progenitores imponen las normas y ordenes que deban cumplir los menores, cuando están en casa de sus abuelos, de esta manera, no pierden autoridad en sus propios domicilios, y no son generadores de situaciones tensas que pueden ocasionar conflictos con sus hijos. “Nosotros les explicamos a mis padres, que es lo que deben hacer cuando se quedan con los niños, les explicamos las normas que tenemos encasa y que esas normas ¡Hay que cumplirlas!” (Hombre GD 3). “Mis padres si les tienen que regañar lo hace, y sí le digo, no les dejéis que coman cualquier cosa antes de comer, pues no lo hacen porque saben que luego me 17 enfado y con todo es así. Si a mis padres yo les doy ordenes, las siguen a rajatabla es más si yo castigo a los niños sin ver la tele, mis padres dicen Ellos dicen que no, porque tu madre me ha dicho que estáis castigados” (Mujer GD 3). “Los abuelos algunas veces les preguntamos a nuestros hijos, ¿oye os parece que le “levantemos el castigo”” (Hombre GD 1). “En mi caso también pedimos permiso a nuestros hijos, para que decidan si nosotros le quitamos el castigo o siguen castigados” (Mujer GD 1). “Entre nosotros y mis padres, jamás ha habido conflictos. Mi mujer y yo, solemos poner normas que los abuelos de los niños, tanto mis padres, como mi suegra las cumplen. Nosotros, sabemos muy bien donde están los límites y que es lo que pueden y no deben hacer los abuelos con los nietos” (Hombre GD 3). “En mi caso tampoco ha habido conflictos” (Mujer GD 3). Se ha observado que aunque cada participante emplea un estilo diferente, para enfrentarse a las situaciones tensas, que se originan dentro de los núcleos familiares tales como la evitación, diálogo, colaboración etc. un gran porcentaje muestra una gran motivación por participan en el proceso de la mediación, depositando una gran confianza en la misma, considerándola como una vía alternativa que les permita resolver los conflictos originados de forma satisfactoria. Aunque un dato significativo es que aún considerando la mediación como una herramienta eficaz en la gestión de conflictos, los participantes de los grupos de discusión y los entrevistados al hacer mención a los conflictos acontecidos como señalábamos anteriormente, se refieren a tales problemáticas como situaciones tensas o pequeños roces, no estimando conveniente de momento participar en la mediación para gestionar tales disputas, porque emplean el dialogo previamente entre ellos, pero sí aceptan de sumo agrado en un futuro, participar en el proceso cuando se ocasionen problemáticas más graves que requiera la ayuda de una tercera persona, neutral ante la imposibilidad de resolución de forma previa. “Sí, sí” (Hombre GD 3). “Sí, la considero por lo que estoy escuchando una idea muy buena, para intentar que la gente, solucione sus problemas, de forma pacífica. ¿No dicen que hablando se entiende la gente?” (Mujer GD 3). “De hecho aquí en el centro si hemos tenido algún tipo de conflicto, no entre hijos, pero sí entre usuarios y se ha intentado entre las trabajadoras sociales, la técnico 18 del voluntariado que si había algún problema solucionarlo como si fuésemos mediadores, siempre un poco haciendo el papel de la mediación entonces se ha intentado solucionar las cosas de la mejor manera posible, para que no se llegue al caso de ¡pues me enfado y me voy a mi casa!, por ello pienso que si tienen buena opinión de la mediación y sí estarían motivados por participar en ella, siempre que surgiera un conflicto grave, porque primeramente intentarían entre ellos solucionarlo” (Entrevista director centro de día 4) “¿No sé tendría que ponerme en el caso?, pero supongo que sí si me pongo en situación y tengo un conflicto con mis padres, pero no conseguimos resolverlo y no encuentro la solución ¡Sí acudiría!” (Mujer GD 3) “Sí yo creo que acudiría a mediación para resolver un conflicto que tuviera con mis padres de forma satisfactoria” (Mujer GD 3). “¿Supongo que sí?, no tendrían los socios ningún problema de acudir a la mediación si es bueno para que podamos solucionar los problemas con nuestros hijos, ¿no veo porque no?, en mi caso no tendría ningún motivo para no ir, pero si se da el caso primero para solucionar el problema tendríamos que hablar en privado, si veo que no funciona entonces sí acudiría a la mediación” (Entrevista presidente centro social de personas mayores 3) “No tengo ningún problema de acudir a la mediación, si surge un conflicto grave con mis hijos, si realmente la mediación es una… ¡técnica! que ayuda a que la gente hable y solucione sus problemas bien, ¡la verdad es que lo veo muy bien!” (Hombre GD 2) “Hay algunos que si son mas conscientes porque digamos que no son tan mayores, entonces los que tenemos que son abuelos cuidadores, están metidos en muchas actividades y entonces si ha oído hablar de la mediación, porque se han realizado en el centro charlas, de conciliación familiar, habilidades sociales… ¡La escucha activa, empatía, comunicación verbal y no verbal, sí disponen de un poco de información! (…) ¡Hombre! Hablando se entiende la gente, qué además es una frase que ellos emplean mucho Y si se puede solucionar las cosas de una forma pacífica como propone la mediación mucho mejor, para que no se llegue a problemas mayores, considero que piensan que es útil, la percepción que tengo de los usuarios con respecto a la mediación es muy buena porque la respetan” (Entrevista director centro de día 2) 19 4. Conclusiones. En este último apartado denominado conclusiones, posee la finalidad de integrar de forma definitiva, todo el trabajo desarrollado en fases precedentes (marco teórico, recogida de información, trabajo de campo y análisis de los datos). Se ha podido comprobar a partir de la realización del trabajo de campo, que cuando los abuelos ejercen como cuidadores de sus nietos bien de forma eventual, permanente o con bastante asiduidad, se producen determinadas situaciones tensas entre ellos y sus hijos, que pueden derivar en conflictos familiares. Tales tensiones se originan fundamentalmente por las siguientes circunstancias: La primera de ellas motivada, cuando los abuelos se inmiscuyen en las conversaciones mantenidas entre padres e hijos, cuando los progenitores están discutiendo o “regañando” a los nietos. De manera que si los abuelos se entrometen a los hijos les produce la sensación, de que les están quitando autoridad ante sus propios hijos. Aunque cuando finaliza la conversación normalmente los abuelos hablan en privado con sus hijos, exponiendo los puntos que no están de acuerdo, o les dan la razón, pero el desarrollo de estas conversaciones se producen a solas, sin la presencia de los nietos. La segunda causa propiciatoria de situaciones tensas, corresponde cuando los abuelos consienten en exceso a los nietos, incumpliendo en cierta manera alguna de las normas que los progenitores tienen impuestos a sus hijos, como pueden ser los horarios de hacer los deberes, ver la televisión, no comer chucherías o dulces antes de las comidas o no merendar bollería industrial etc. La tercera causa de conflicto es cuando los abuelos, mayoritariamente las abuelas al asumir las actividades de cuidados y la ejecución de las labores domésticas, las desarrollan de forma diferente a como las ponen en práctica sus hijas, y finalmente la cuarta causa pero no menos importante, corresponde cuando los abuelos observan o perciben una excesiva demanda por parte de sus hijos, para que asuman el cuidado de los nietos, produciéndose una situación de abuso, y donde expresan su disconformidad, porque no están dispuestos a cuidar de forma permanente a sus nietos. Con respecto a los mecanismos o procedimientos empleados, para resolver las problemáticas acontecidas, mayoritariamente los abuelos emplean el dialogo con sus hijos, evitando de esta manera la escalada de los conflictos, observándose al mismo tiempo dos tendencias, la primera de ellas es que son las mujeres, las madres en este caso, las que mantienen más conversaciones con sus hijos que los padres, y la segunda 20 es que las conversaciones, aunque represente una constante entre ambos conjuntos poblacionales, no se produce de manera equitativa, cuando hacemos mención a la familia política en sentido extenso incluyendo otros miembros tales como yernos, nueras, suegros y suegras. En este caso los abuelos cuidadores, tienden a comunicarse en menor proporción con los cónyuges de sus hijos, y demás miembros de la familia política, por temor al surgimiento de situaciones tensas adoptando la postura del silencio y la no intromisión porque si se inmiscuyen en dichas conversaciones pueden propiciar el surgimiento de desavenencias afectando directamente a sus hijos. Y concerniente a la consideración de participar en el proceso de la mediación, mayoritariamente no presentan ninguna objeción, considerándola como un mecanismo eficaz y útil para gestionar idóneamente los conflictos acontecidos, favoreciendo de esta manera su resolución satisfactoria. Pero se observa que a pesar de considerar al proceso de la mediación como una alternativa positiva, de momento solo se someterían en el caso hipotético de que surgiera un conflicto muy grave entre los abuelos y sus hijos y ante la imposibilidad de resolución previa. 21 5. Bibliografía. García-Longoria, M. 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