La Emergencia Histórica por el rescate de la cultura indígena en el Aula. Articulo realizado por : Yorka Beltrán Rebolledo Ignacio Ruiz Álvarez Estudiantes de Historia Resumen : El valor histórico y el peso cultural de los pueblos indígenas desde una perspectiva de estudiantes de Historia y Geografía de la Universidad Metropolitana de ciencias de la Educación , considerando a la educación como pilar fundamental para fortalecer la integración, comprendimiento y sensibilización del que hacer pedagógico en aula y comprendiendo que el currículo escolar es una herramienta flexible, el cual nos permite conocer a los habitantes indígenas no solo en una dimensión histórica ,sino que una problemática actual ,de perdida de identidad y de rescate por su lengua y cultura. A los hombres que manejan el mundo: “Dime hombre ¿Por qué te quejas? ¿Tal vez la tierra no te ha dado nada? Le abriste las entrañas como animal muerto Para sangrar sus tesoros, Bebiste de sus ríos y secaste sus vertientes, Talaste cada árbol, Hasta dejarle madre infértil…” Tachi Pu Huentru Gunekelu Mapu: Fei pien ¿huentru chemu eten? Tachi pullu elukelaimu chemkun Nulalelfimi calechi culliñ Lale kafey molfun tami cume chemkun Putokoimi tami leufu ankutui tamipifkenko Katruimi tami kollam Eltuimi tami ñuke serfihuelai… Víctor Nauto Pezo. Estudiante Mapuche de la UMCE. Los pueblos indígenas que habitaban el territorio chileno tenían establecido sistemas de convivencia, comunicación, intercambio de productos de norte a sur y de este a oeste y transmisión de usos y costumbres dentro de sus comunidades, con la colonización empezaron los intercambios culturales con costumbres nuevas, que fueron combinándose para lograr una adaptación a los cambios. La convivencia pluricultural aporta una riquísima gama de posibilidades, tanto científicas como culturales que se van dando a través de los años en que esa nueva cultura se inserta en el país, y las adaptaciones que van surgiendo de ambas partes nos muestra una gran posibilidad de adaptación en proceso de aprendizaje hacia las cosas nuevas y diferentes. Desde la llegada de los españoles a nuestro continente se han producido procesos de mestizaje, de hibridación cultural y de transformaciones identitarias. A través de encuentros y desencuentros, pacíficos y violentos, los pueblos originarios, los colonos, los esclavos negros, los criollos se vieron involucrados en procesos de transformaciones socioculturales, de etnogénesis y de etnificación que desembocaron en la formación de Mundos Nuevos en nuestro continente, mundos con características y diferencias entre si. Los pueblos indígenas resistieron y se transformaron con el tiempo ,perdiendo algunas tradiciones , incorporando y creando otras nuevas, las identidades criollas se construyeron y los nuevos sujetos individuales y colectivos emergieron Más tarde o más temprano, los aborígenes fueron derrotados y sometidos, subordinados a la Corona española y a la religión católica, y hechos objeto de una dura explotación. Se estableció, pues, un conjunto de relaciones estructurales entre la metrópoli española y las sociedades americanas, en las cuales éstas fueron colocadas en una posición por completo subordinada. La educación -entendida como castellanización y cristianización- fue una herramienta clave en todo ese proceso y uno de los mecanismos para formar a los alumnos indígenas en la cultura "occidental", dejando de lado las suyas propias o, peor aún, negándolas. Al principio con la conquista, seguidamente la colonia, las guerras y luchas de la independencia en las cuales los pueblos originarios fueron la fuerza del motor con que los caudillos latinoamericanos pudieron lograr sus objetivos independentistas y finalmente los grupos descendientes que se establecieron en los gobiernos nacionales, con una política de dominación, y de rechazo a cualquier grupo que no tuviera características de una elite oligarca . Lentamente se fue dejando a los pueblos originarios marginados del sistema, haciéndoles ver un futuro negro y una posible desaparición de su cultura. Transformándose a si ,la educación ,en una forma o herramienta para destruir sus idiomas y culturas , formando parte de un mecanismo de asimilación de estructuras macros, de un proceso en el que se les niega el derecho a ser y sentirse indígenas, trayendo como resultados en la actualidad , que el nivel de rendimiento de los niños y niñas indígenas sea el mas bajo del área educativa. Los pueblos originarios de América Latina ,tienden a querer rescatar su cultura y sus propias tradiciones ,encontrándose obstaculizada por el sistema educacional, quien no brinda los elementos necesarios para dar cabida a las enseñanzas sobre el tema . En medio del actual y moderno “Reino de Chile” los pueblos indígenas tratan de sobrevivir, buscan instancias de participación y de expresión de una cultura que se resiste a morir, y en su intento por lograr esto, se encuentra con un arma de doble filo: La Globalización. Si, arma de doble filo, ya que por un lado esta globalización integra los pueblos a la nación Chilena, los fusiona, los vuelve mestizo, los inserta dentro de un mundo que tiene un sistema económico y social distinto del suyo, le da acceso a nuevos servicios de consumo, salud y educación. Forma profesionales tan eficientes que pueden llegar a ser un gran aporte para la sociedad. Y por otro lado, con todos estos logros, la globalización también trae consigo la perdida de identidad, y sin respetar diferencias, junta cada una de las particularidades presentes en medio de la diversidad y las mete en un mismo saco para lograr sus fines económicos e ir a la par con la modernidad. “Suena el cultrún en el paseo Ahumada. El centro de Santiago, del actual, moderno, globalizado, apresurado Reyno de Chile. Último año del siglo veinte. La trutruca trompetea sones de guerra; los antiguos sonidos depositados como cimientos de nuestro inconsciente colectivo. Recuerdos de las historias que nos contaban en el colegio. Una niña joven, vestida de Mapuche, baila junto a unos niños que posiblemente son sus hijos. El padre, uno podría suponer, toca la trutruca, ceñido su pelo con un trarilonco o cintillo de tela bordada. La gente hace un redondel. Van a ser las doce del día, de un día común de Santiago” 1[1] Bajo el panorama recién citado, del historiador José Bengoa, se ve reflejado el simbolismo de la cultura Mapuche aún latente y vivo que surge como un pequeño gran mundo dentro de otro que lo absorbe, que lo mira... lo entiende, pero no lo comprende. Si, ahí están ellos, buscando un espacio para mostrarle a ese mundo que, a pesar de la historia, de las brechas culturales y la selva de cemento que ha suplantado a su acogedor y amado hogar, la naturaleza, por esta ruidosa y contaminada ciudad a la cual han llegado en busca de oportunidades teniendo incluso que transar por ellas, a veces, hasta Bengoa, José. “Historia de un conflicto. El estado y los Mapuches en el siglo XX”, ed. Planeta, Santiago, 1999. P 17. parte de sus propias identidades, para así poder ser parte de este otro mundo que quizás se pueda compartir, todavía persisten sus esencias, y los lazos que los unen a sus raíces. Raíces que nosotros como Chilenos no podemos negar. La Educación intercultural en nuestro país, es una tarea que recién comienza. No así la propia interculturalidad que viene desde el periodo de la conquista y con mayor fuerza en la independencia de los países de nuestra América Latina y que se ha prolongado hasta llegar al siglo XXI. Por lo tanto, no hay que indagar demasiado para darnos cuenta que en el sistema de educación chilena, siguiendo la estrategia de dominación impuesta por los Españoles, a continuado el rumbo de querer asimilar las culturas primigenias de nuestro país a la lengua y culturas dominantes, in visibilizándolas a tal grado que corren el riesgo de desaparecer. La sociedad multicultural es una realidad del Chile en que vivimos y esta sociedad con estas nuevas características, genera nuevas formas de relación ya que los actores son otros y con nuevas problemáticas como: el individualismo manifiesto en un marcado aislamiento del individuo en sí mismo y la pérdida del interés por los demás; la reducción del horizonte de acción, la carencia de compromiso frente a los problemas sociales , el abanderizamiento por causas populares y la desvaloración del hombre ante la riqueza material y económica. Los cambios sociales, económicos o educativos pueden sumergir a las personas en una situación caótica de perdida de la valoración por lo originario que las coloca en un estado de inseguridad y miedo, provocando fenómenos de rechazo hacia otras culturas y reforzando artificialmente la propia cultura y los nacionalismos, es el caso del desprestigio que sufren los pueblos mapuches, los cuales son valorados por su heroico pasado ,pero sin embargo son rechazados , marginados en el Chile actual y catalogados como terroristas en incluso tachados por el historiador Sergio Villalobos como “simples burgueses” , basándose en la tesis que el pueblo indígena no tiene derecho a reclamo porque entregó tierras a cambio de baratijas, aguardiente, géneros, corvos y espadas. Las diferencias, la variedad cultural, son la expresión de la riqueza y extraordinaria capacidad de creación de la especie humana. Sin embargo, es imposible la supervivencia de una cultura que se encierra en sí misma sin asimilar elementos nuevos, lo que conlleva a una desaparición de la cultura , y el no reconocimiento de los habitantes del estado. La presencia en nuestros colegios y liceos de alumnos y alumnas , pertenecientes a etnias y culturas diferentes representa un grave problema para el que no se han previsto los medios necesarios que capaciten a la comunidad educativa para hacerle frente con garantías de un éxito medianamente eficientes. El Establecimiento Educacional debe constituirse en un espacio educativo común en el que quepan las diferencias, con un currículo abierto y adaptable a las necesidades de cada grupo social. Se deben considerar los valores como ejes centrales y articuladores e integrar los conocimientos, saberes y las habilidades a éste. La acción del colegio se debe guiar hacia el desarrollo de objetivos como la promoción de la identidad y la comprensión de la diversidad cultural, desarrollar competencias de razonamiento y comunicación, desarrollo de actitudes positivas y la capacidad de interacción, de tolerancia de uno y del otro. Las Ultimas Noticias, Viernes 22 de marzo de 2002 Diseñar un currículo con estos fundamentos exige un cambio radical en el sistema escolar, pero inevitablemente ha de ofrecer contenidos que a los alumnos los va a poner en contacto con su propio caudal cultural, capacitándolos para ejercer una vida democrática, tolerante y solidaria. No obstante, la educación intercultural bilingüe representa un paso muy significativo en el proceso de reconocimiento de la pluralidad lingüístico-cultural de los países de la región, plasmado ya en leyes y normas de nivel diverso. Su consolidación y generalización contribuirá a la viabilidad de auténticas interculturales, todavía lejanas. sociedades multiculturales o Ante esta situación, “vuelven a surgir las voces de los, por siglos, sin voz.” Que reclaman satisfacer sus necesidades básicas para el mantenimiento de su cultura, como son su lengua y tradiciones, sin dejar de lado la importancia de las tierras y el agua, las que se les quiere arrebatar, con o sin intención, inevitablemente en el desarrollo de la historia. Con el censo Nacional de población y vivienda realizado en el año 1992, se produjo el rompimiento del antiguo paradigma que por años persistió en las mentalidades del común de la población de nuestro país. Nos referimos a la creencia en que la población indígena de Chile vive principalmente en las áreas rurales, como al interior de la octava y novena región, o en el altiplano del norte de Chile . En nuestro país la ley indígena Nº 19.253 , en su artículo primero, señala que el Estado reconoce como principales etnias indígenas de Chile a la Mapuche, Aymara y Rapa Nuy, además de las comunidades Atacameñas, Quechuas, y Colla, del norte del País, y las comunidades Kawashkar y Yagán, de los canales australes. El resultado de esta medición Nacional revelo que la población de catorce años y más, que se auto identificó con los principales pueblos indígenas, se encuentra cercana al millón de habitantes (998.385 personas). A esto hay que sumar la población menor de catorce años que no figura en el censo y a las personas que por uno u otro motivo decidieron ocultar su origen étnico. Por otro lado, hay que tomar en cuenta la probabilidad de que hay personas, que no proviniendo de ninguna cultura originaria, se auto identifican con alguno de estos pueblos por inclinación política, tener aspiraciones ecológicas similares, por reivindicar un pasado histórico injusto o por simple simpatía. En términos numéricos, tomando en cuenta las características de la población censada recién mencionadas, se puede concluir que la población mayoritaria corresponde a la etnia mapuche con 928.060 personas, correspondientes al 93% del total de la población indígena del país, seguido de los Aymaras, con 48.477 personas y finalmente los rapa nui, con 21.848 personas, representando un 4,8% y 2,2% respectivamente. Siguiendo con los datos arrojados por el censo y sabiendo cuales son, según la originarias Ley de Indígena, nuestro las país principales y la etnias cantidad de y comunidades personas auto identificadas con ellas, nos encontramos con la gran sorpresa de que la mayoría habitan en las ciudades, siendo el 79,25% urbana y 20,75% rural, reflejo de los importantes procesos migratorios hacia las principales ciudades del país. Los descendientes de nuestros pueblos originarios, se concentran en los principales centros urbanos a lo largo del territorio, atraídos por diversos móviles, como por la perdida de tierras y aguas para la supervivencia, la búsqueda de mejores expectativas laborales, nuevas perspectivas educacionales, diversión y entretenciones, por los servicios y comodidades de la ciudad, o simplemente por querer cambiar de vida y dejar atrás un pasado y origen no gratos, en fin , un sin numero de motivaciones surgidas por la insatisfacción de necesidades infinitas. Las regiones IV, V, VI y Metropolitana, concentran cerca de 557.270 personas mayores de 14 años auto identificadas con alguna etnia originaria, lo que representa cerca del 56% del total del país. La población indígena de Chile no ha estado ajena a las migraciones campo - ciudad, lo que permite establecer que, del 80% de la población indígena que reside en los centros urbanos, más del 43% se concentra en la región metropolitana, predominando la etnia Mapuche. Cerca de 500 mil personas de origen indígena viven preferentemente en comunas como La Florida, Puente Alto, Maipú, Lo Prado y La Pintana. Esta situación ha provocado numerosas consecuencias socioeconómicas y culturales. La realidad cultural de nuestros hermanos indígenas urbanos, específicamente la educación, es el tema que nos preocupa y nos convoca en estas páginas. Es en este contexto, en que surge las siguientes interrogantes: ¿ Cómo mantener las tradiciones, sabéres y valores de nuestros pueblos primigenios cuando más del 50% de ellos se encuentra viviendo en los centros urbanos, tratando de sobrevivir en un nuevo territorio geográfico, con un sistema económico y cultural, donde el ánimo se orienta en mejorar el nivel económico de un sector predominante?. ¿se han considerado entre las reformas y leyes de educación, a las principales etnias originarias de nuestro país?. ¿se ha reconocido el respeto, tolerancia y valorización que merecen las tradiciones, saberes y valores primigenios emanados de nuestra diversidad cultural?. ¿ esta el sistema educativo de la región metropolitana, preparado para el desarrollo de una Educación Intercultural Bilingüe, orientado hacia los indígenas urbanos de las principales etnias?. Frente a estos cuestionamientos, sostenemos que las reformas y leyes educativas, teóricamente se han preocupado de incluir en el sistema educativo a las principales etnias del país. Esto se ve reflejado en la creación de la Ley Indígena Nº 19.253, en la creación de la Corporación Nacional De Desarrollo Indígena CONADI y algunas disposiciones emanadas de la reforma educativa en marcha. Con esto se ha pretendido sensibilizar a la población del país ante el reconocimiento y toma de conciencia respecto a la conformación mestiza y multicultural de nuestra actual asentando las bases para la implementación sociedad Chilena, de una educación intercultural Bilingüe, la cual aún se encuentra en pañales y sin una realización verdaderamente efectiva en las aulas de las comunas con mayor presencia indígena de la capital de Chile, planteándonos un gran desafió para el futuro de la educación. El sistema económico y educacional son las armas más fuertes que posee el macro sistema imperante en Chile, ya que sutilmente incorpora a los pueblos originarios e impone sus valores culturales tradicionales, les arranca el idioma y silenciosamente, va eliminando su cultura. Se puede decir que es la discriminación, considerada esta como un conjunto de estereotipos, la que invalidan al ser indígena urbano al desempeño exitoso al interior de la sociedad Chilena , ya que su permanencia cultural no juega un papel participación en las decisiones, en donde las organizaciones no cuentan con espacios físicos propios donde promover, difundir y fortalecer su protagónico de reunirse, recrear, cultura. Las practicas discriminatorias están profundamente internalizadas en la sociedad dominante, llegando a ser parte de la cultura. Un ejemplo de esto es que “Entre 1970 y 1990, 31.597 personas solicitaron cambio de nombre en Chile. De este número, más de mil solicitudes correspondieron a sujetos Mapuches, que deseaban eliminar su nombre propio o su apellido, aduciendo menoscabo moral, ridiculez o risibilidad (...) Más allá de las cifras el hecho en si es revelador. El cambio de nombre, como expresión de silencio o rechazo de la propia identidad, cuestiona la incapacidad histórica de estado chileno para valorar, o al menos la sociedad tolerar, y el a las culturas originarias.” Tanto al estado, como a la misma sociedad Chilena, nos cuesta comprender que nuestro país esta compuesto por más de una Salazar y Pinto “Historia contemporánea de Chile II. Actores, identidad y movimiento”. ED. LOM.1999.Santiago de Chile. P 172. cultura, cada una con su propia historia y territorio ancestral, dentro de un estado compartido. Pero tenemos la esperanza en que la historia sabrá compensar el tremendo e incalculable daño que le hemos hecho a quienes forman parte de la base de nuestra sociedad mestiza. Si bien es cierto, en las últimas dos décadas han habido intentos de reivindicación hacia las culturas oprimidas, ya sea con La Constitución Política vigente (Arts. 1° y 19°) , la LOCE (Ley N° 18.962, 1990), la dictación de la Ley Indígena N° 19.253 (1993), la creación de CONADI (1994) y políticas educativas derivadas de los fundamentos de la Reforma en marcha. Pero seria tapar el sol con un dedo, si no reconociéramos la precaria implementación que ha tenido la educación intercultural bilingüe en la practica de los establecimientos educacionales de nuestro país, en especial de la Región Metropolitana. Sin olvidarnos de la poca preparación que existe en las aulas formadoras de los futuros profesores, frente a los desafíos que nos impone, cada vez con más fuerza, la interculturalidad . Como estudiantes de Quinto año de la carrera de Historia y Geografía , sostenemos que la Educación Intercultural es un compromiso con la educación, con el respeto por el otro, es abrir el currículo de la enseñanza a algo tan nuestro ,como los pueblos indígenas ,su historia ,su presente y su latente emergencia por rescatar su cultura ,los estudiantes becados indígenas de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación , son un ejemplo, se sienten herederos de un pasado que no conocen ,que sus padres niegan en algunos casos ,pero son ellos ,los futuros educadores ,quienes se reúnen , se conocen entre si , buscan espacio ,para demostrar quienes son y que es el ser indígena. De alguna forma, nuestras palabras son un llamado de atención a la sociedad Chilena, por siglos opresora de nuestros primeros pueblos e incentivar la auto revisión de nuestros prejuicios y esquemas mentales añejos , en especial, a la comunidad educativa, para que haga realidad el dialogo entre culturas diferentes, materializándolo en el aula, con nuestros alumnos y alumnas, quienes serán parte de la futura sociedad Chilena. Deseamos haber contribuido a la discusión, reflexión y sensibilización ante la importancia de la valorización, respeto, permanencia y mantenimiento de los saberes, conocimientos y valores tradicionales que conforman el patrimonio intangible de nuestro país y que de paso colaboran con el mejor desarrollo de una democracia plena y más participativa, pluralista, justa, tolerante y libre. Sin exclusión étnica.,comprendiendo a la educación como valor universal de las sociedades y de vital importancia porque en ella se resumen los conocimientos y experiencias que se transmiten de una generación a otra en la permanente construcción de la cultura universal.
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