Caro Baroja o la resistencia de los ilustrados JOSÉ LUIS PÉREZ CEBRIÁN engo la impresión de que la figura de esos vascos que mantuvieron una relación natural y Julio Caro Baroja, cuya vida ha fecunda con la capital de España, como es el caso terminado en su casa, Itzea, en Vera de del propio Savater (Julio Caro incluso nació en Bida-soa, se alarga más allá de su obra, Madrid), en donde, a la orilla del modesto importante y singular, sin duda, y dentro del Manzanares, arraigó el liberalismo que en el espíritu de los antiguos humanistas. Porque creo citado siglo soplaba desde Francia. que, desde su original personalidad, sabio solitario, caballero renacentista por las calles de A lo largo del azaroso tiempo español que vivió, Madrid, investigador de los Julio Caro Baroja ha sido pueblos de España y especialuna de las afortunadas mente del pueblo vasco, ha excepciones de nuestro «Desde su original sido uno de los actuales reprepanorama cultural, personalidad, sabio solitario, sentantes de la siempre escasa perseverando siempre y de caballero renacentista por aunque resistente Ilustración manera sorprendente en el las calles de Madrid, española ante los "antiguos que podríamos llamar camino investigador de los pueblos regímenes" enquistados, es legítimo de la cultura hacia la de España y especialmente decir, ante la prepotencia verdad, hacia la belleza y del pueblo vasco, ha sido política de cualquier tiempo y hacia la bondad y la justicia. uno de los actuales disfrazada de lo que sea. Muestra de ese espíritu son representantes de la siempre sus trabajos sobre las consescasa aunque resistente Pertenece Caro Baroja, según tantes de la vida espiritual de Ilustración española ante los Fernándo Savater, "a ese otro los pueblos de España, su "antiguos regímenes" tipo de vascos que hubo en el de las enquistados, es decir, ante la investigación siglo XVIII, ese vasco erudito, falsificaciones de nuestra prepotencia política de tolerante, del Siglo de las cualquier tiempo y disfrazada historia o la interpretación de Luces, frente al vasco brutal, los actuales nacionalismos que de lo que sea.» tradicionalista, intransigente". surgen, a su juicio, en las zonas económicamente más Forma parte, añadiría yo, de prósperas como una reacción T a la debilidad del Estado. otra. Industrializar bien está: Siempre crítico frente al pero a base de hacerlo bien. «La interesada y fanática poder, inteligente e incoVerdad de Pero-Grullo. Pero adulteración de la Historia rruptible, que son virtudes que aquí se ha era una de las preocupacio- es que forman parte de lo que industrializado mal y se ha nes intelectuales de Caro podríamos llamar el deconstruido peor". Baroja. Por sus consecuensencanto barojiano, en la cias trágicas.» famosa tertulia en casa de su Y se da cuenta de la resistentío en la calle Alarcón, de cia a rectificar sobre las falsifiMadrid, el joven Caro Baroja, allá por el año 50 y caciones históricas. Lo subraya con una según cuenta Juan Benet, se impacientaba por un anécdota, muy barojiana, cuando en una cambio como huida de la dictadura. Hacia exposición madrileña encuentra un cuadro cualquier parte. "Es lo único que quiero — atribuido su tío Ricardo y le dice a la encargada decía—, como el enfermo que sólo desea camde ventas que aquel cuadro no es de Ricardo biar postura porque en la que está, ya no soporta Baroja. La encargada no le hace caso y le ni su propio cuerpo". A lo que don Pío contesta que aquella obra ha salido de la casa replicaba: "Yo ya no veré más que esto". Desde del supuesto autor. "Eso no lo dudo —le aclara entonces, si no calculo mal, han pasado cuarenta y entonces Caro Baroja—: pero el caso es que cinco años y el desencanto ha vuelto a nublar ese cuadro no es de mi tío. Por una razón nuestro entorno. Y no sólo el político. El espacio sencilla: porque lo he pintado yo". Y concluye cultural, el de los intelectuales y escritores, viene que esta aclaración no valió para nada. estando sometido también a la compraventa, a la exaltación pública de figuras dudosas, Y la muerte. Se refiere a la tristeza de la vejez al'atrincheramiento de grupos con ideas por lo que ve que se hace y se deshace a su enquistadas. No han sido suficientes las voces alrededor. Dice: "Yo recuerdo que mis de algunos intelectuales dispuestas a decir sus mayores inmediatos, gente nacida ya avanzada verdades o sus dudas con modestia y sin la segunda mitad del XIX, solían contar que, reservas. cuando eran niños o adolescentes, había viejos que, contemplándolos, comentaban La interesada y fanática adulteración de la con tristeza: 'Estos verán las grandezas del Historia era una de las preocupaciones siglo XX; nosotros no...'. Optimismo y fe en el intelectuales de Caro Baroja. Por sus progreso. Pero ahora, cosa de un siglo después, consecuencias trágicas. Mostraba con alguna yo veo a los niños y también pienso: 'Estos ironía sus dudas respecto a que en su época verán el siglo XXI. Yo no..., afortunadamente'. fuera verdadera la imagen que daba don Sabino ¿Ver la prolongación de las grandezas de este de Arana Goiri del "bizkaíno" frente al siglo? No. De ninguna manera. No se lo deseo a "español" (así, por las buenas). Y aún dudaba nadie de mi edad". más de que el "bizkaíno" actual tuviera como programa en su vida el de "trabajo el día En ese mismo trabajo, habla de los mesianismos laborable e iglesia y tamboril el día festivo". La que se dan no sólo en la vida religiosa, sino tragedia del País Vasco se basa, para él, en una también en la política de los pueblos. Es otra falta de adaptación a su espacio y en un "idea fuerza", dice, y los vascos han estado desconocimiento del tiempo en que vive. sometidos a ella más de una vez y a escalas "Conservar tradiciones e idiomas — dice— es distintas. Pero casi nunca el movimiento una cosa. Burocratizar la tradición y forzar el mesiánico ha tenido éxito: "El objeto del amor uso del idioma por medios coercitivos, es más o mes mesiánico, añade, se expresa en fórmulas verbales otros amores: X o la muerte". Y concluye que la cuestión es despejar la incógnita de esa X, porque qué cosa es la muerte muchos la sabemos. "Aunque también podemos pensar —son sus palabras atribuladas—, sobre todo hoy, como los estoicos y decir 'Muerte, no eres un mal'. O imaginar que nos podemos morir, no por muerte violenta o causada por enfermedad senil, sino de asco y de tristeza". parecidas a las que se refieren a «La tragedia del País Vasco familiar. Cuenta Benet, se basa, para él, en una falta que asistía a las tertulias de adaptación a su espacio y en la casa de la calle en un desconocimiento del Alarcón, que allí no se tiempo en que vive. anunciaba nunca al "Conservar tradiciones e visitante; a veces era el idiomas —dice— es una propio don Pío quien abría cosa. Burocratizar la la puerta y arrastrando los tradición y forzar el uso del pies se adelantaba al recién idioma por medios llegado para introducirlo en coercitivos, es otra. el salón; "pero tampoco la Industrializar bien está: pero sirvienta o cualquier otro a base de hacerlo bien. que abriera la puerta — Verdad de Pero-Grullo. dice— se molestaban en Pero es que aquí se ha anunciar a don Pío la llegada industrializado mal y se ha Pero este intelectual insólito era del visitante, aun construido peor".» además una persona amable y cuando fuera un completo sencilla que, por ejemplo, podía desconocido". En varias enseñar a desconocidos, que éramos ocasiones hablé con Caro mi mujer y yo, la casa familiar de Vera, en la Baroja en su casa de Madrid y por la calle en sus que ha muerto, como un museo barojiano, en paseos entre la Cuesta de Moyano y la Puerta donde vivía y trabajaba a temporadas don Pío del Sol. Recuerdo que la última vez que lo vi, y el mismo, entre muchos de sus libros y una sería a princios de los 90, me dijo: “Aquí, buena colección de grabados. Al parecer, ganan elecciones y se creen que han ganado tal confiadas acogidas era costumbre guerras".