"DOS DE MAYO" GOYA ( doc )

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E l D o s d e Ma y o d e 1 8 0 8 e n M a d r i d
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Este cuadrito es un boceto preparatorio del gran cuadro Dos
de Mayo de 1808 en Madrid, conocido también como La carga
de los mamelucos en la Puerta del Sol, que se guarda en el
Museo del Prado. Es uno de los acontecimientos del
levantamiento del pueblo madrileño contra los franceses.
1814
Óleo sobre papel y
tabla
Los dos grandes cuadros del dos y tres de mayo fueron
realizados por Goya en 1814. El pintor se había dirigido por
24 x 32 cm
Zaragoza, IberCaja
escrito el 24 de febrero de ese a año a la Regencia, presidida
por el cardenal de Toledo Luis de Barbón y Vallabriga,
manifestando «sus ardientes deseos de perpetuar por medio
del pincel las más notables y heroicas acciones o escenas de
nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa», y
para poder pintar tales obras pedía una ayuda económica. El
9 de marzo se accedía a su petición, concediéndole el pago
de «lienzos, aparejos y colores», además de 1.500 reales de
vellón mensuales mientras durase la realización de esos
cuadros.
Este boceto se haría por entonces, sobre un soporte poco
frecuente, papel sobre madera. Hoy sabemos, por estudios
radiográficos realizados a algunas pinturas hechas durante los
años de la Guerra de la Independencia por Goya, que
reaprovechó lienzos para pintar sobre las pinturas existentes.
Goya utilizaría el papel sobre madera ante la falta de lienzo,
debido a las carencias de materiales que padeció el pintor
como consecuencia de la guerra. Para hacer los cuadros
grandes, como acabo de señalar, la regencia le abonaría el
importe de los materiales, lo que evidencia esas carencias
señaladas.
El boceto es conocido desde mediados del pasado siglo. Ya
Yriarte (1867) y Ossorio y Bernard (1868) hacen referencia en
sus biografías de Goya a que el pintor y erudito aragonés
Valentín Carderera, primer gran reivindicador del genio de
Fuendetodos, poseía este bello boceto del cuadro grande. El
biógrafo francés lo titula Le Deux Mai - Attaque de la
cavalerie de Murat. En el inventario de la colección de
pintura de Carderera, en la relación B de pinturas sobre
tabla, se menciona un boceto original de Goya para el cuadro
de El 2 de Mayo del Museo del Prado, con marco dorado y un
valor de 1.200 reales de vellón. A su muerte pasó a sus
protectores, los duques de Villahermosa. Viñaza (1887)
vuelve a hacer referencia a este «precioso boceto» que tenía
Carderera. En propiedad de la familia Villahermosa ha
permanecido hasta el año de 1996, en que ha sido adquirido
por IberCaja.
Se representa, al igual que en el gran cuadro definitivo, la
reacción violenta del pueblo madrileño contra los miembros
de la guardia mameluca, mercenarios egipcios al servicio de
Napoleón desde su campaña de Egipto, y contra los soldados
franceses
del
mariscal
Murat.
Aunque
se
ha
venido
identificando el escenario del acontecimiento con la Puerta
del Sol, hay estudiosos como R. Andioc que lo sitúan en las
proximidades del Palacio Real. De todos modos, como
destaca Tomlinson, no hay nada seguro que indique que se
trate en concreto de la Puerta del Sol, pero, si así fuese, la
perspectiva sería distinta, mirando hacia el Palacio Real.
También se han resaltado los puntos de contacto que tiene el
cuadro del Dos de Mayo con estampas populares que
narraban el levantamiento madrileño contra los franceses
(Bozal,
Tomlinson),
como
las
de
López
Enguidanos,
publicadas en 1813. A su vez, estas series populares debieron
estar motivadas por la tragedia en tres actos El día dos de
Mayo, representada en 1813 por Antera y Baus e Isidro
Maiquez.
Sobre un fondo de perspectiva sesgado, hay una acumulación
de figuras en primer plano, en trepidante movimiento, con
escorzos violentos. Más que exaltar el heroísmo, como bien
ha apuntado Valeriano Bozal, Goya se interesa por plasmar el
dramatismo y el patetismo humano. Hay varias diferencias
entre este boceto y el cuadro definitivo. Empezando por la
izquierda, el soldado francés que yace muerto en el suelo,
tiene en el boceto la cabeza hacia abajo, y no hacia arriba.
El paisano que acosa con un chuzo al caballo tiene otra
posición en el cuadro definitivo y sólo se ve media figura, lo
que hace pensar que el cuadro del Prado pudo ser recortado
en su extremo izquierdo. Esa figura guarda evidentes
similitudes con el paisano que saca el chuzo del cadáver de
un soldado francés en el dibujo preparatorio (Prado) del
Desastre 27 titulado Caridad, y en dicho grabado, y con el
hombre que en sendos dibujos preparatorios (Prado) y
Desastre 28, Populacho, intenta ensartar el cadáver de un
francés introduciéndole un cuzo por el recto.
El madrileño que salta sobre el mameluco con calzón azul en
el cuadro definitivo lo lleva ocre claro. El mameluco que está
a caballo en el centro empuña un alfanje hacia arriba y no en
posición de asestar una puñalada como aparece en el cuadro
grande del Prado. Junto a él, el otro mameluco queda más
destacado y esgrime un alfanje en el definitivo. Sólo aparece
uno de los dos caballos de éstos en el boceto. En el extremo
de la derecha, uno de los mamelucos del boceto que van a
caballo se ha transformado en el cuadro grande en un
coracero francés, en actitud de combate más violenta.
En primer plano, el paisano de espaldas que está hiriendo con
un puñal al caballo blanco es semejante, salvo uno de los
brazos, al hombre que en el dibujo preparatorio (Prado) del
Desastre 14 ¡Duro es el paso!, sujeta la escalera para que no
se
caiga.
Esta
coincidencia
pone
de
manifiesto
la
coetaneidad del boceto con la preparación de dibujos y
planchas de la serie final de grabados de los Desastres de la
guerra, coincidencia no sólo temática, sino también formal,
con reutilización de figuras de aquellos en este boceto. Otros
pequeños detalles del fondo están más definidos en el cuadro
del Prado.
Arturo Ansón Navarro. 1996
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