Descargar la obra

Anuncio
TÍA CHIRIPOSA
La gallina vendedora
AUTOR: Javier Maraví Aranda
MONOLOGO
PERSONAJE
Una gallina vendedora de huevos.
La gallina es una migrante, vestida sencillamente con un
mandil. Lleva una canasta con su mercadería. Puede usar una media máscara o
solamente una cresta.
GALLINA
(Ingresa pregonando). ¡Huevos, casera huevos!, huevos de doble yema, de mamá
Chiriposa y papá Kalakunka, calato cuello pues...aproveche señora que están
baratitos, directamente del productor al consumidor. Recién saliditos, calientitos,
aproveche. ¡Hay!,nadie quiere...comprendo, comprendo...hacemos una cosa, les
rebajo la mitad de su precio... ¡Ahora sí, casera! Medio kilito, un kilito, cuánto
quiere, caserita, cacerola. ¡Ay mamallay mamay! ¿Nadie desea? Sí pues, la vida
está bien cara, ya no se puede vivir, ahora el kilo de pollo está por las nubes; ¡ a
mí ni me miren ah! Porque esas miradas me hacen recordar: cuando un día,
regresando al corral, se me hizo tarde en el camino, casi ya no veía, oscuro,
oscuro, andaba... de repente, humo negro se levantó en mi delante, ¿quién estará
quemando? me preguntaba... luego me rodeaba, me rodeaba, entre humo me
encontraba, de repente ahí se apareció la Peste, es decir, la muerte.
Era un señor grande de cara ceniza, sus cabellos rojizos ardían como candela y
en sus ojos hervía su sangre azul, con su sonrisa engañosa y su boca hambrienta
me dijo: “Estás buena Chiriposa, te voy a llevar a mi granja, allí tendrás trabajo,
comida adentro, cama adentro, todo adentro” ...así diciendo, así haciendo con su
mano hablaba, luego como remolino daba vueltas a mi alrededor, hasta
marearme y caer al suelo. Así, me llevó a la inmensa granja donde todo era
1
alambrado, había fila de gallinas, fila de pollitos, blanquitos, igualitos. El señor
peste gritoneando nos ordena, rapidito y con cuidado encajonamos los
huevos...“Si rompen uno, me pagan cinco”, decía.“Estos otros a la incubadora”,
completaba. Entre maquinarias reventaban los pollitos...pío, pío, pío...no sabían ni
quien era su mamá, de inmediato los separaban renegando: “Para comer nomás
valen”, les gritaba. Cuando ya estaban pollos, ya los ponían para venta.
¡A nosotras, poniendo inyección! Poniendo inyección nos hacían poner bastantes
huevos, hasta no poder, hasta quedarnos pura pluma. De repente, chiquito sin
cáscara salía, a veces no salía y el señor Peste se enfurecía: “¿Qué te has creído
Chiriposa?, ¿qué te pasa?, o ¿estás culeca?” decía. Parecía que el mundo se le
iba a caer encima, qué culpa tendremos si todos los días nos dan vitaovo,
nicovita, vitaovo, nicovita, inyección, vitaovo, nicovita, inyección...
¡Ay! Recordando triste me ponía, antes pues, comíamos maicito, trigo, cebadita,
hierbita, picoteábamos en el campo, gorday, gorday era. Los kalakunkas a mi
rededor paraban cocoroco, cocoroco, cocoroco, diciendo; a cada rato patas arriba
los dejaba, alzando mis alas
correteaba, mi chakwash anciana me decía:
“wallpacha gallina Chiriposa, no te alejes de la casa”. Ya ves, ya ves lo que me
pasó, mala vida se pasa en la granja, cuando nos enfermábamos con moquillo no
había medio que nos acuda, cuando quería nos mataba una por una o por montón
también.
Una tarde, que tanto va a ser diciendo, nos reunimos de chico a grande bulla en el
gallinero, por tanta bulla se enteró el señor Peste y se apareció de inmediato con
sus cabellos agitados de candela, sus ojos que nos alumbraba fijamente y entre
sus dientes decía...“¿Qué alboroto es este?”. De puro susto en silencio se quedó
la reunión, y ardiendo, ardiendo, dejando ceniza se hizo humo de nuevo. “Mucho
cuidado que el pollo está escaso”, nos amenazó.Y de nuevo comenzó la bulla: yo
opino el pío, pío; yo digo el cocoroco; mejor la tía, tía. No nos poníamos de
acuerdo, mientras un grupo discutía, los pollitos ya estaban cantando:
CANCION
Los pollitos dicen
2
pío, pío, pío.
Cuando tienen hambre
cuando tienen frío
HABLADO
Los pollos unidos
jamás serán vencidos
¡ra! ¡ra! ¡ra!.
Pero la peste comenzó a averiguar: “¿Quién es la tía, tía? ¿Quién es la
alborotada? Dime, no te voy a hacer nada”. Diciendo de uno en otro andaba,
hasta que una mañana se me presentó para matarme: “Gallina vieja da buen
caldo”, diciendo. ¿Qué creen...un picotazo, una aletada y me escapé del gallinero,
corría desesperadamente por la calle, de repente, adelante se me presentó:
“Productos la granja”, diciendo. ¡Cocoróc...! corrí para el otro lado. “Pollos a la
brasa, pío pío”, ¡cocoróc!, dando vuelta escapaba. “Crocantes, ricos, doraditos,
saladitos en Kentucky Fried Chiken”. ¡Cocoróc...! Hay caseritas no se cómo me
escapé de la Peste, sino ya estaría pollo broster también.
Al día siguiente salí en el periódico en primera plana:“Gallina Chiriposa fue
despedida por alborotada”. Desde entonces vivo en un corralito de esteras sobre
la arena, allí nos reunimos kalakunkas, picochuecas, plumosas, chiriposas, todos
saltamos y cacareamos juntas. A mí, me han nombrado comisión de venta, es por
eso que ando con los huevos. ¡Huevos, casera, huevos! Para seguir vendiendo
les voy a cantar un huaylarsh, así bien picadito, música del pío, pío y letras
rascaditas por todo el corral. Y va dedicado para todas las gallinas, los gallos y
especial para los pollitos.
CANCION
En esta granja que estamos viviendo,
en esta granja que estamos pisando,
pío, pío, pío, pío, no alcanza nada,
pío, pío, pío, pío, ni un maíz.
Pío, pío, pío, pío, ya es momento,
3
de terminar con toda esta peste,
pío, pío, pío, pío, luego sembrar,
un maizal lleno de felicidad.
Por eso cantemos nuestra canción,
y levantemos un nuevo corral,
donde no haya enfermedad,
donde no haya desigualdad.
-GRACIAS-
4
Descargar