PROPUESTA DE MODELO DE LEGISLACIÓN AUTONÓMICA SOBRE CONTRATOS PÚBLICOS RESERVADOS PARA CENTROS ESPECIALES DE EMPLEO Es una labor prioritaria y fundamental de los poderes públicos el promover las condiciones necesarias y remover los obstáculos que impidan o dificulten la inclusión y la participación de todos los ciudadanos en la vida económica, política cultural y social. En este sentido, se manifiesta el artículo 9.2 de la Constitución Española cuando señala que corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; así como remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud, y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social. Uno de los sectores con especiales dificultades de inclusión es el de la personas con discapacidad, debiendo tenerse en cuenta las dificultades que en muchas ocasiones tienen estas personas para acceder a un puesto de trabajo digno y de calidad. A estos efectos cobran especial relevancia los Centros Especiales de Empleo, los cuales desarrollan una evidente función social al tener como objetivo fundamental el de emplear a personas con discapacidad. Estos centros, auténticas empresas, muchas de ellas de iniciativa social, desempeñan un papel fundamental en la lucha por evitar la exclusión 1 social atendiendo a numerosas personas con discapacidades, recogiendo de esa manera una larga tradición en nuestro país. Así, el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, en su artículo 43.1, define los Centros Especiales de Empleo como “aquellos cuyo objetivo principal es el de realizar una actividad productiva de bienes o de servicios, participando regularmente en las operaciones del mercado, y tienen como finalidad el asegurar un empleo remunerado para las personas con discapacidad; a la vez que son un medio de inclusión del mayor número de estas personas en el régimen de empleo ordinario". Además, estos Centros ya han demostrado su eficacia y su productividad, llegando a convertirse en empresas consolidadas dentro de sus respectivos sectores, que ofrecen sus bienes y servicios al mercado en condiciones absolutamente competitivas. Por tanto, el grupo social de las personas con discapacidad debe ser objeto de una protección preferente por parte de las Administraciones Públicas, y una de las maneras de fomentar la creación de empleo para las personas con discapacidad es a través de la contratación pública de estos Centros Especiales de Empleo. En consecuencia, esta Comunidad Autónoma considera que debe ser un objetivo prioritario de la misma el fomentar la creación de empleo de la personas con discapacidad por lo cual considera esencial la contratación pública de los Centros Especiales de Empleo. El vigente Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector 2 Público, establece, en su Disposición Adicional quinta, la posibilidad de que se establezca una reserva de participación en los procedimientos de adjudicación a los Centros Especiales de Empleo. Establece así la citada Disposición Adicional 5ª “Podrá reservarse la participación en los procedimientos de adjudicación de contratos a Centros Especiales de Empleo, o reservar su ejecución en el marco de programas de empleo protegido, cuando al menos el 70 por 100 de los trabajadores afectados sean personas con discapacidad que, debido a la índole o a la gravedad de sus deficiencias, no puedan ejercer una actividad profesional en condiciones normales. En el anuncio de licitación deberá hacerse referencia a la presente disposición”. Como se observa, dicha norma no establece una obligación imperativa de reservar contratos a Centros Especiales de Empleo, sino la posibilidad de que los órganos de contratación establezcan dicha reserva. Y ello hace que en multitud de casos no se esté aplicando tal opción en la práctica, al haberse dejado como una posibilidad meramente facultativa de las Administraciones contratantes. Por ello mismo resultaría muy positivo que tal reserva de contratos adquiriera un carácter algo más preceptivo, al menos en un porcentaje mínimo, lo que podría perfectamente producirse si los propios órganos de contratación se obligaran a ello en virtud de la potestad que la citada Disposición Adicional quinta les otorga. Como se ha indicado, esta reserva legal para estas entidades que desarrollan una importantísima función social, ayudaría al mantenimiento, crecimiento y potenciación de una estructura básica para la plena inclusión laboral, y, por tanto, social, de los trabajadores con discapacidad, considerándose esta facultad de los órganos de 3 contratación como una clara acción muy eficaz para garantizar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad en nuestro país. En virtud de todo lo anterior, por parte de las Comunidades Autónomas, y en aras de promover la contratación pública de los Centros Especiales de Empleo, se considera necesario establecer, con carácter legal, una reserva mínima de contratos a dichas entidades, la cual podría tener un importe mínimo obligatorio del 10 % del importe de los contratos adjudicados en el ejercicio anterior. De esta manera los concretos contratos objeto de reserva se podrían seleccionar partiendo de un porcentaje aproximado del 10 % del volumen de contratación anual del ejercicio anterior, pudiendo incluso quedar excluidos del cómputo, de entenderse ello necesario, los contratos de obras y de concesión de obra pública. Así se evitaría que dichos contratos reservados fueran muy poco significativos a efectos económicos, sin que tampoco alcanzaran en absoluto un número excesivo. Al amparo de esa reserva en la adjudicación se podría prever igualmente que los órganos de contratación eximan de la obligación de constituir garantía a los centros, entidades y empresas contratados, sobre la base, reiteramos, de la importante función social que estos desarrollan. Con esta reserva de contratos se muestra igualmente el compromiso de las Administraciones Públicas hacia el grupo de las personas con discapacidad, aplicando medidas de acción positiva. Además, no solo no generaría coste económico alguno, sino que incidiría muy favorablemente en la creación de empleo y en la productividad y competitividad. 4 La propuesta normativa se concreta en la redacción del siguiente tenor: “Artículo Único: Reserva de contratos a Centros Especiales de Empleo. 1. Los órganos de contratación de esta Comunidad Autónoma, así como de sus Organismos Autónomos y de sus Entidades dependientes, reservarán la adjudicación de un porcentaje de un 10 por 100 del importe total anual de su contratación a Centros Especiales de Empleo de iniciativa social, cuando al menos el 70 por 100 de los trabajadores afectados sean personas con discapacidad que, debido a la índole o a la gravedad de sus deficiencias, no puedan ejercer una actividad profesional en condiciones normales. Quedan excluidos del cómputo los contratos de obras y de concesión de obra pública. El porcentaje de esta reserva social en cada órgano de contratación se establecerá sobre el importe total anual de su contratación en el ejercicio anterior. 2. Únicamente podrá justificarse el incumplimiento del indicado porcentaje de reserva en la falta de presentación de ofertas aceptables en los expedientes en los que se solicitaron o en la no inscripción en el Registro de Contratistas de empresas que cumplan los requisitos y adecuación al objeto contractual reservable. 3. En todos los anuncios de licitación de contratos cuya adjudicación se considere conveniente reservar a Centros Especiales de Empleo de iniciativa social, deberá hacerse referencia a la presente disposición. 5 4. Los órganos de contratación eximirán de la obligación de constituir garantía a los centros, entidades y empresas contratados al amparo de la reserva a que se refiere la presente Disposición. Esta exención se reseñará y justificará en los pliegos en base a la importante función social que tales centros, entidades y empresas desarrollan. 5. Se consideran Centros Especiales de Empleo de iniciativa social aquellos promovidos y participados en más de un 50 por 100, directa o indirectamente, por una o varias entidades privadas sin ánimo de lucro, sean asociaciones, fundaciones, cooperativas de iniciativa social u otras entidades de la economía social, y que, en sus estatutos o en acuerdo social, se obliguen a la reinversión integra de sus beneficios para la creación de oportunidades de empleo para personas con discapacidad y la mejora continua de su competitividad y de su actividad de economía social.” Febrero de 2014. CERMI www.cermi.es 6