cobro de la indemnización del art

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LEY 26.773
“Inconstitucionalidad de la opción excluyente”
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* por Dra. María Victoria Muffarotto
XXIV Jornadas Académicas
Jóvenes Abogados de la Prov. de Buenos Aires
QUILMES
18 Y 19 de Octubre
Año 2013
COMISIÓN:
Derecho Laboral y Derecho Procesal Laboral
TEMA:
AUTOR: Dra. María Victoria Muffarotto
DNI: 30.169.857
DOMICILIO: Gandini N° 215- Piso 1°- Junín (B).TELEFONO: 2364- 4420001 – Cel: 236- 15-4602614
E-MAIL: [email protected]
Fecha: 18 y 19 de Octubre de 2013.-
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LEY 26.773
“Inconstitucionalidad de la opción excluyente”
SUMARIO:
I) Introducción. II) Desarrollo. III) Conclusión Final. IV) Propuesta.
I.- INTRODUCCIÓN
La ansiada y tan esperada Ley 26.773 denominada “Régimen de ordenamiento de la
reparación de los daños derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales, fue finalmente sancionada en fecha 24 de Octubre de 2012 y promulgada
en fecha 25 de Octubre de 2012, conformando conjuntamente con la vieja Ley de
Riesgos del Trabajo (Nº 24.557) y sus modificatorias, el Decreto 1694/09 y sus normas
complementarias y reglamentarias y las que en el futuro las modifique o sustituya, el
“Nuevo Régimen Normativo de Reparación de los Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales”.- (Art. 1º)
Pero, a poco de haber sido sancionada esta nueva ley, ya es objeto de criticas y
reproches por la doctrina y objetada en alguno de sus puntos por la jurisprudencia
nacional.
Es cierto que ni bien se comienza a estudiar el artículo primero de la ley, el olfato del
abogado laboralista se activa en estado de alerta, sospechando lo peor.
Este nuevo cuerpo normativo de reparación al pronunciarse tan explícitamente cerrado y
aislado, lo hace sospechoso.Si bien no podemos dejar de admitir ni reconocer que este nuevo régimen de reparación
viene a mejorar ciertos aspectos negativos del sistema anterior, no podemos obviar que
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al mismo tiempo deja de lado todo el arduo trabajo doctrinario superador elaborado
hasta el momento.
No es intención de este trabajo abordar todos los planteos y/o cuestionamientos
constitucionales que podrían realizarse a la luz de este nuevo régimen normativo de
reparación de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, que por cierto,
son muchos, pero al menos se intentara desplegar uno de los aspecto, a mi entender,
mas controvertido, como lo es el de la “opción excluyente” que establece la nueva ley
26.773 en su art. 4º, tesis que ya fuera ampliamente superada por la jurisprudencia de la
C.S.J.N. en infinidades de fallos.
II.- DESARROLLO
Para comenzar con este planteo, sugiero no perder de vista que, aquel trabajador que
sufrió un accidente de trabajo o se encuentra padeciendo una enfermedad profesional, es
una persona que esta sufriendo y pasando por un mal momento, conjuntamente con su
familia, pero que además, por la circunstancia de ser un trabajador debió transitar por
una serie de tediosos tramites administrativos y burocráticos que todos conocemos; y
todo ello, por disponer su fuerza de trabajo a favor de otra persona que se beneficia
económicamente del mismo, esta aclaración parecerá muy obvia pero vale la pena
recordarla en este momento.
Así, en estas circunstancias planteadas la nueva ley 26.773, en su art. 4º, parr. 2º,
establece:
“…Los damnificados podrán optar de modo excluyente entre las indemnizaciones
previstas en este régimen de reparación o las que le pudieran corresponder con
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fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas de
responsabilidad no serán acumulables…”
Esta disposición evidentemente esta inspirada en el antiguo sistema de la Ley 9.688 y
subsiguientes, previas a la actual 24.557. Sin embargo, el sistema antiguo de opción por
la vía civil o la del seguro laboral, ha quedado sobrepasada por la jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación.
No solo ha permitido la jurisprudencia del Más Alto Tribunal la acumulación de los dos
sistemas indemnizatorios (el de la ART y el integral civil) sino que ha ido más allá y ha
permitido que se reclame civilmente a la propia ART, no al empleador, en determinados
casos.- (En “Torrillo Atilio Amadeo y otro c/Gulf Oil Argentina S.A. y otro”, la CSJN, en fecha
31/03/2009, extendió la responsabilidad civil a las ART por incumplimiento u omisión de sus
obligaciones.)
Ahora bien, cabe preguntarse si un trabajador que se encuentra atravesando una
circunstancia desagradable como lo es un in fortuito laboral y/o el padecimiento de una
enfermedad profesional, se encuentra, por si solo, en verdaderas condiciones de poder
discernir, el sistema que mejor o mejor dicho, que mas justamente le repare el daño
causado.
Al tratarse de una opción excluyente entre dos sistemas distintos de reparación de
daños, implícitamente se advierte una renuncia por el sistema no escogido.Receptada por la Corte Suprema la vigencia del principio de progresividad, que según
su jurisprudencia opera especialmente en materia de laboral, es inadmisible la regresión
normativa en la medida que se prohíbe al trabajador lo que antes no se vedaba.
De allí que mal puede la ley consagrar la opción excluyente, cuando la legislación
anterior (mas allá de sus vicios no invalidantes de esta previsión beneficiosa) la dejara
explícitamente de lado.
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Es evidente también que jamás podría considerarse renunciable lo que la ley 24.557
consagró como “irrenunciable”. De lo contrario también resultaría flagrante la violación
del principio de progresividad y su regla instrumental.
Continuando con el texto del artículo, la norma dice en segundo lugar:
“…El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción judicial en
uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos efectos sobre el
evento dañoso….”
Esta disposición complementa la palabra “excluyente” utilizada por el legislador en el
párrafo anterior.
En mi caso, pondría en duda si la OPCION que debe realizar el trabajador dependiente
en estas extremas circunstancias y obligado por el nuevo régimen legal, se trataría de un
hecho voluntario lo que implicaría la presencia de discernimiento, intención y libertad
(art. 897 C.C.), o si estaríamos en presencia de un acto viciado y aquí en honor a la
brevedad, me remito a los vicios de la voluntad.
Acaso, un trabajador en estas ingratas condiciones no se encontraría en un estado de
necesidad, en donde la voluntad de optar entre uno u otro sistema no seria del todo
libre???
Parte muy optimista de la doctrina, ve esta posibilidad de OPCION que ahora otorga la
ley a los trabajadores, como un avance, un progreso de la reglamentación, en
contraposición con el anterior sistema que directamente vedaba dicha chance de poder
optar, haciéndose referencia al art. 39 inc 1º de la ley LRT.Declarada inconstitucional la prohibición de accionar fijada en el ap. 1º del art. 39 de la
LRT, la Corte Suprema estableció claramente que la solución no eximía a las
aseguradoras de abonar las prestaciones a su cargo.
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Consagró así la admisión jurisprudencial del cúmulo, que ratificó al desestimar la
aplicación de la teoría de los actos propios al fallar las causas “Cachambí” y “Llosco”.
Sobre la base de tales fallos se ha expedido la doctrina, concluyendo mayoritariamente
que se trata de precedentes que no podían ser soslayados a la hora de reformar el
régimen de la ley 24.557.
De esta manera, con la vasta y calificada jurisprudencia y doctrina elaborada por nuestra
Corte Suprema de Justicia de la Nación en los últimos años sobre el tema en cuestión, y
que a modo de ejemplo cito casos de renombre como el de “Aquino”, parece más que
sorprendente como esta ardua tarea intelectual de nuestro mas alto tribunal de justicia se
ha dejado completamente de lado al sancionarse la Ley 26.773.
Principios tan fundamentales en la materia y tan ampliamente aceptados por la doctrina
como lo son el Principio de Progresividad, No Regresión, Reparación Integral, entre
otros, parecieron totalmente olvidados a la luz del nuevo régimen legal.
No perdamos de vista que el art. 11 de la ley 24.557 se encuentra plenamente vigente, al
no ser derogado expresamente por la norma posterior, la cual estable una forma de
derogación de artículos explicita (art. 17 inc. 1º).Art. 11 “Las prestaciones dinerarias de esta ley gozan de las franquicias y privilegios
de los créditos por alimentos. Son, además, irrenunciables y no pueden ser cedidas ni
enajenadas”.La norma que pretende tornar renunciable lo que la misma ley consagra como
irrenunciable (art. 11, ap. 1º, LRT), se constituye en una abierta coacción tendiente a
evitar el ejercicio del derecho a peticionar justicia (art. 18 C.N.) y obtener resarcimiento
en la medida del quebranto sufrido (art. 19 C.N.). Y por ello la acción en procura de la
reparación integral debe contener el numerario que surge de la tarifa. Del mismo
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principio emana la regla que indica que no es lícito interpretar que la percepción de una
indemnización menguada (“opción” que no resulta libremente ejercitada en función de
la condición del dañado), por un sujeto que depende de su labor y ha sufrido un
infortunio, implica renuncia a obtener lo que constitucionalmente le corresponde (art. 19
cit.) y le veda el acceso a la justicia, que es constitucionalmente irrestricto (art. 18, cit.).
De allí que la pretensión en procura de la indemnización total debe ser ejercitable con
prescindencia de que se hubiera percibido la tarifa (con deducción de aquella) o
transitado procedimiento alguno para obtenerla.
Máxime cuando, la ley no contempla la exigencia de patrocinio letrado obligatorio para
valorar la renuncia, ni la intervención de autoridad administrativa o judicial para
verificar la validez del acto (art. 15 LCT).
III.- CONCLUSION
No cabe ninguna duda que esta nueva ley de reparación de accidentes y enfermedades
laborales (Ley 26.773), en mucho de sus aspectos ha omitido toda la ardua
jurisprudencia y doctrina elaborada por la Corte Suprema de Justicia en los últimos
años.Con lo que respecta al tema objeto de análisis en este trabajo, la “opción excluyente”,
lejos de brindar un manto de luz a toda esta cuestión, nuevamente nos enfrenta en la
discusión sobre la validez constitucional de dicha norma, anteriormente porque impedía
que los trabajadores victimas de accidentes y/o enfermedades profesionales persigan el
cobro de la indemnización por la vía civil (reparación integral), y ahora porque los
obliga a tener que OPTAR (a ciegas) entre uno y otro sistema de reparación, implicando
ello una renuncia oculta, en evidente violación a derechos constitucionales.
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Se trata de determinar si el legislador validamente puede crear un sistema específico
para la reparación de los daños del trabajo que fuera distinto y autónomo del régimen
general de responsabilidad por daños que establece el Código Civil para todos los
habitantes, y que solo indemniza daños materiales y, dentro de estos, únicamente el
lucro cesante. Ello, claramente se contrapone con el principio de igualdad ante la ley, no
discriminación, progresividad, reparación integral, etc.
La relevancia práctica de esta cuestión reside en que, por mas que se hayan elevado los
montos y adicionado sumas de dinero, en general, las indemnizaciones obtenidas por
aplicación de las normas civiles serán más altas que las tasadas en este nuevo régimen,
ya que el reclamo por vía civil incluye otros rubros como el daño moral, daño estetico,
daño al proyecto de vida, entre otros.Obviamente, todo ese argumento pro-operario se contrapone con la “previsibilidad”,
factor necesario en todo sistema de seguro, en
este caso garantizada por la
indemnización tarifada.Tan perjudicial es excluir a los trabajadores del régimen civil de responsabilidad como
la de obligarlos a tener que optar de manera excluyente entre uno u otro sistema de
reparación, porque ambos caminos conducen a lo mismo, importan un trato desigual,
injusto y discriminatorio hacia la persona del trabajador.
IV.- CONCLUSIONES FINALES
PROPUESTAS
1) Obligar a un trabajador a tener que “optar de manera excluyente” entre las
indemnizaciones previstas en el nuevo régimen de reparación establecido en la
Ley 26.773 y/o las que le pudiera corresponder con fundamento en otros
sistemas de responsabilidad, implica un trato injusto, desigual y discriminatorio,
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asimilándolo al impedimento de la reparación por la vía civil contemplado en el
art. 39 de la Ley 24.557.2) La opción excluyente, al implicar una renuncia al sistema no escogido, sin saber
de antemano cual de ambos sistema repararà mas justa y/o integralmente el
daño, debe ser considerada inconstitucional.-
Dra. María Victoria Muffarotto
ABOGADA
T° VII- F° 139 -C.A.D.J.J.-
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