TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA SALA PRIMERA DE DECISIÓN MAGISTRADO PONENTE JUAN GUILLERMO ARBELÁEZ ARBELÁEZ Medellín, veintitrés (23) de septiembre de dos mil catorce (2014) ACCIÓN: TUTELA ASUNTO: IMPUGNACIÓN DEMANDANTE: MARIO DE JESÚS MOLINA RAMÍREZ EN REPRESENTACIÓN DE LUZ AMPARO ZAPATA VELÁSQUEZ DEMANDADO: FONDO DE PASIVO SOCIAL DE FERROCARRILES NACIONALES DE COLOMBIA RADICADO: 05001-33-33-004-2014-01012-01 PROCEDENCIA: JUZGADO CUARTO (4º) ADMINISTRATIVO DE ORALIDAD DEL CIRCUITO DE MEDELLÍN INSTANCIA: SEGUNDA SENTENCIA SO 55 AP TEMA: Acción de Tutela / Tratamiento Integral / Derecho a la Vida En Condiciones Dignas / Recobro de Servicios NO POS. CONFIRMA SENTENCIA. Se decide sobre la impugnación interpuesta por la entidad accionada contra la sentencia dictada el primero (1º) de agosto de dos mil catorce (2014) que decidió tutelar los derechos fundamentales invocados por el accionante. ANTECEDENTES El Señor MARIO DE JESÚS MOLINA RAMÍREZ, actuando en calidad de agente oficioso de su cónyuge LUZ AMPARO ZAPATA VELÁSQUEZ, acudió a la jurisdicción en ejercicio de la Acción de Tutela de conformidad con el artículo 86 de la Constitución Política y el Decreto 2591 de 1991, para que se accediera a las siguientes: PRETENSIONES Solicita se tutelen los derechos que considera vulnerados y se ordene a la EPS Fondo de Pasivo Social de Ferrocarriles Nacionales el suministro de pañales para su patrocinada de manera vitalicia. HECHOS Manifestó el accionante actuar como agente oficioso de su cónyuge, debido a que ésta tiene serios padecimientos de salud, lo cual le imposibilita valerse por sí misma por cuanto sufre de discapacidad en el lado izquierdo de su cuerpo; es por ello que requiere el uso de pañales para el manejo de su incontinencia urinaria; no obstante la entidad accionada se los negó, al considerar que tales implementos ACTUACIÓN PROCESAL DE LA A-QUO Correspondió por reparto el conocimiento de la presente acción al Juzgado Cuarto (4º) Administrativo de Oralidad del Circuito de Medellín, quien mediante auto del veintiuno (21) de julio de dos mil catorce (2014) admitió la acción de tutela en contra del FONDO DE PASIVO SOCIAL FERROCARRILES NACIONALES DE COLOMBIA y decidió vincular a la FUNDACIÓN MÉDICO PREVENTIVA, concediéndoles un término de dos (02) días para que se pronunciaran sobre los hechos de la acción de tutela. POSICIÓN DE LA ACCIONADA El fondo de Pasivo Social de Ferrocarriles Nacionales de Colombia, contestó indicando que para la prestación de los servicios de salud, contrató a la I.P.S Fundación Médico Preventiva para la atención médica integral que requieran sus usuarios. Considera que de conformidad con el Plan Obligatorio de Salud, el suministro de pañales para adulto se encuentra excluido y por ello no ha vulnerado los derechos fundamentales de la Señora Luz Amparo Zapata Velásquez. Por su parte la Fundación Médico Preventiva, presentó un listado de los términos de referencia contractuales que su juicio están obligados a suministrar, y dentro del mismo aparece un listado de exclusiones que expresamente señala los “Pañales para niños y adultos”; por lo cual solicita sean negadas las peticiones del accionante, en tanto que tal entidad ha obrado conforme a los términos de referencia hay estipulaciones contractuales incluidas en la Selección Abreviada Número 001 de 2012, capítulo 4, numeral 4.24.1. LA SENTENCIA IMPUGNADA El Juzgado Cuarto (4º) Administrativo de Oralidad del Circuito de Medellín, mediante Sentencia del Primero (1º) de agosto de dos mil catorce (2014) resolvió tutelar el derecho de petición de la accionante, y ordenó al Fondo de Pasivo Social de Ferrocarriles Nacionales de Colombia el suministro por dos meses de pañales para adultos, así mismo brindar el tratamiento integral consistente en la continuidad de dicho suministro a la paciente Luz Amparo Zapata Velásquez y autorizó a dicha entidad para repetir ante el FOSYGA por el costo derivado del suministro de tales implementos de aseo. El numeral cuarto de la parte resolutiva de la providencia impugnada, dijo textualmente: “Exonerar a la IPS Fundación Médico Preventiva. Prevenir a la entidad accionada Fondo de Pasivo Social Ferrocarriles de Colombia, para que en lo sucesivo, no vuelva a incurrir en las omisiones que generaron la presente acción constitucional”. Consideró la A quo que, no obstante no haber sido aportado el documento mediante el cual el médico tratante de la Señora Zapata Velásquez le ordena el suministro de pañales para el manejo de su enfermedad urinaria, en atención al principio de Estado Social de Derecho y de la buena fe, era procedente acceder a esta acción respecto de los servicios NO POS, teniendo en cuenta la capacidad económica de la afectada, adicionalmente por cuanto advirtió que la misma padece de pérdida involuntaria de orina de urgencia, frecuencia miccional al día 6 veces, noche 0, se cambia de interior 4 veces por día1. LA IMPUGNACIÓN La Fundación Médico Preventiva impugnó la providencia anterior, solicitó: “NEGAR el mecanismo de la tutela a la Seguridad Social, a la salud en conexidad con la vida, ya que no se han vulnerado los derechos fundamentales pues la FUNDACIÓNMÉDICO PREVENTIVA, ha obrado conforme a los términos de la referencia y estipulaciones contractuales. Se deniegue la acción de tutela impetrada por cuanto, esta NO ES PROCEDENTE por CARENCIA ACTUAL DE OBJETO”. Se decidirá la controversia, previas las siguientes: CONSIDERACIONES Se procede a resolver la impugnación interpuesta por la FUNDACIÓN MÉDICO PREVENTIVA en contra de la sentencia proferida por el Juzgado Cuarto (4º) Administrativo Oral de Medellín, que tuteló los derechos fundamentales invocados por la parte actora. Frente a la procedencia de la Acción de tutela, el artículo 86 de la Constitución Política establece la acción de tutela para que toda persona pueda: “... reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí mismo o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública”. Sobre el tema del derecho a la salud como derecho fundamental, la jurisprudencia de la Corte Constitucional se caracterizó por diferenciar los derechos susceptibles de protección mediante la acción de tutela y los derechos de contenido meramente prestacional, los cuales para ser amparados por vía de tutela, debían tener conexidad con los derechos inicialmente nombrados, es decir, los de primer orden. 1 Folio 8 En la Sentencia T-760 de 2008, hizo un estudio sistemático sobre el alcance en general del derecho a la salud que ha sido protegido por la Corte Constitucional en sus primeras sentencias, a saber: “La primera ha sido estableciendo su relación de conexidad con el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal y el derecho a la dignidad humana, lo cual le ha permitido a la Corte identificar aspectos del núcleo esencial del derecho a la salud y admitir su tutelabilidad; La segunda ha sido reconociendo su naturaleza fundamental en contextos donde el tutelante es un sujeto de especial protección, lo cual ha llevado a la Corte a asegurar que un cierto ámbito de servicios de salud requeridos sea efectivamente garantizado; y, la tercera, es afirmando en general la fundamentalidad del derecho a la salud en lo que respecta a un ámbito básico, el cual coincide con los servicios contemplados por la Constitución, el bloque de constitucionalidad, la ley y los planes obligatorios de salud, con las extensiones necesarias para proteger una vida digna. (…).” Frente al tema de las entidades que tienen a su cargo el pago de los servicios de salud excluidos e incluidos del POS, la Corte ha señalado que de acuerdo con las reglas que rigen el Sistema de Seguridad Social en Salud, las entidades promotoras de salud E.P.S., tienen derecho a solicitar el recobro, por concepto de los costos que les demande la prestación de servicios de salud que se encuentren excluidos en el POS y que hayan sido autorizados por el Comité Técnico Científico de la respectiva entidad, o hayan sido ordenados en decisiones judiciales de tutela2 y, de acuerdo con las obligaciones derivadas del contrato de prestación de servicios, las E.P.S. están obligadas a financiar los servicios de salud incluidos en el POS en los términos que la Ley 100 de 1993 y demás normas complementarias y reglamentarias dispongan. Al respecto la Corte Constitucional en sentencia T-760 de 2008, sistematizó y compiló las reglas jurisprudenciales referidas al derecho a la salud, indicó con relación a la facultad de recobro lo siguiente: “En conclusión, toda persona tiene el derecho a que se le garantice el acceso a los servicios de salud que requiera. Cuando el servicio que requiera no está incluido en el plan obligatorio de salud correspondiente, debe asumir, en principio, un costo adicional por el servicio que se recibirá. No obstante, como se indicó, la jurisprudencia constitucional ha considerado que si (sic) carece de la capacidad 2 Ver entre otras Sentencias SU-819 de 1999, T-760 de 2008 y T-463 de 2008. económica para asumir el costo que le corresponde, ante la constatación de esa situación de penuria, es posible autorizar el servicio médico requerido con necesidad y permitir que la EPS obtenga ante el Fosyga el reembolso del servicio no cubierto por el POS.” “Así, pues, deben cumplirse dos condiciones para que se autorice a la EPS a ejercer la facultad de recobro ante el Estado: (i) por un lado, que el accionante requiera determinado medicamento o tratamiento que no se encuentre incluido en el plan obligatorio de salud y que este sea esencial para salvaguardar su derecho fundamental a la salud; y por el otro, (ii) que la persona no tenga la capacidad de pago para asumir personalmente el costo del tratamiento o medicamento que requiere”3. Al entrar en vigencia la Ley 1438 de 2011, determinó que el recobro al FOSYGA por prestación de servicios médicos excluidos del Plan Obligatorio de Salud, actualmente, opera en un 100% y no por partes iguales entre la E.P.S o E.P.S.-S y el Fondo de Solidaridad Social FOSYGA y las entidades territoriales respectivamente, cuando omitan someter a estudios del CTC los requerimientos excluidos del POS. En cuanto al suministro de implementos, medicamentos o procedimientos, específicamente de pañales desechables, la H. Corte Constitucional se pronunció en Sentencia T- 111 de 2013 así: “Por otra parte, y concretamente en lo relacionado con el suministro de pañales y elementos esenciales para llevar una vida en condiciones dignas, esta Corporación ha indicado además, que en aras de la protección y la garantía efectiva del derecho a la salud, las personas que requieran con necesidad del suministro de estos insumos y elementos, que, aunque no sean medicamentos, deberán proveérsele por parte de la EPS, aunque tales servicios no se encuentren incluidos en el POS. De manera que, es menester resaltar que este Tribunal a través de su jurisprudencia ha estudiado en varias oportunidades el tema del suministro de pañales, bajo el entendido de que si bien no pueden entenderse strictu sensu como un servicio médico, se trata de un elemento indispensable para la salud y para preservar el goce de una vida en condiciones dignas y justas de quien lo requiere con urgencia, que debe ser facilitado aunque no allegue al expediente formula del médico tratante adscrito a la entidad que prescriba el suministro del mismo. Ejemplo de ello, en sentencia T-595 de 1999 la Corte señaló lo siguiente: “La Corte, en numerosa jurisprudencia, ha establecido que la exclusión de ciertos tratamientos y medicamentos de la cobertura del Plan Obligatorio de Salud, no puede ser examinada por el juez de tutela, 3 Sentencia T-094 de 2011 simplemente desde la perspectiva de lo que dice la normatividad, y, en virtud de ello, aceptar la negativa, por no violar las disposiciones respectivas. Se ha reiterado, una y otra vez, que corresponde al juez constitucional examinar el caso concreto, y, de acuerdo con el examen al que llegue, estimará si la negativa de la entidad pone o no en peligro el derecho fundamental a la salud o a la vida del interesado, o algún otro derecho fundamental, que tenga relación con ellos. En el presente caso, el juez de instancia sólo realizó el examen sobre la salud de la paciente, y concluyó que la negativa de la entidad, al no poner en peligro la salud o la vida de la señora Aldana, no violaba sus derechos fundamentales, y, por consiguiente, había que denegar la tutela. Sin embargo, en la sentencia que se revisa, el juez no examinó un aspecto que adquiere especial importancia: la relación entre lo pedido y la dignidad humana. No examinó que se trata de una anciana, que padece demencia senil, que no controla esfínteres y que la situación económica no le permite a su cónyuge suministrarle los artículos de aseo que su situación especial requiere. Y requiere tales pañales, precisamente por la enfermedad que padece. Es decir, existe una relación directa entre la dolencia (no controla esfínteres) y lo pedido. Al respecto, no se precisan profundas reflexiones para concluir que la negativa de la entidad, sí afecta la dignidad de la persona, en uno de sus aspectos más íntimos y privados, y que impide la convivencia normal con sus congéneres. En este caso, la negativa de la entidad conduce a menoscabarle la dignidad de persona y la puede llevar al aislamiento, producto, se repite, de la enfermedad que sufre”. (…) En la sentencia T-437 de 2010, la Corte concedió el amparo a una persona de la tercera edad que había sufrido un accidente cerebro vascular que le ocasionó una parálisis cerebral, y requería el suministro de pañales desechables pero carecía de orden médica que los prescribiera, bajos los siguientes argumentos: “En el caso sub examine, encuentra la Sala que sí se configuran los elementos necesarios para que se conceda la presente acción y se proteja el derecho a la salud y a la vida digna del accionante, por las siguientes razones: 1. Se encuentra demostrado que la persona a favor de quien se interpone la acción, pertenece a la tercera edad (84 años) y padece de parálisis general como consecuencia de un accidente cerebro vascular. De esta manera, en la historia clínica adjunta al expediente de tutela, se indica que: el paciente refiere antecedentes de ACV en 2 ocasiones, y refiere incontinencia urinaria, no controla esfínteres, y gran limitación funcional para realizar actividades físicas además porque presenta insomnio y decaimiento. (SIC) En atención a lo anterior, se infiere que el señor José de Jesús Posada requiere de la utilización de pañales desechables para sobrellevar sus enfermedades. Por ello, para esta Sala resulta claro que la negativa de la Nueva E.P.S. de suministrar tales elementos, vulnera su derecho constitucional fundamental a la salud y a la vida digna. 2. Si bien, en estricto sentido es indudable que en este caso no se trata de la negación de un medicamento que esté fuera del P.O.S. si se refiere, tal como se dijo en los precedentes de este fallo, de la negativa del suministro de unos elementos (pañales y guantes desechables) que tienen incidencia en la salud y la vida digna del progenitor de la peticionaria. 3. Por otra parte, si bien es cierto que en el expediente de tutela no obra fórmula médica que permita precisar que al señor José de Jesús Posada le haya sido prescrito la utilización de pañales por un médico adscrito a la Nueva E.P.S., tal y como se señaló en el numeral anterior, de la historia clínica del paciente se deduce la necesidad de utilizar pañales desechables y guantes desechables dadas las características de las patologías presentadas”. Del mismo modo, esta Corporación en anteriores pronunciamientos y con base en el principio de atención integral ha ordenado el suministro de esta prestación sin que exista una orden médica que los prescriba”4. EL CASO CONCRETO Teniendo en cuanta los hechos anteriormente expuestos, y la impugnación presentada por la IPS FUNDACIÓN MÉDICO PREVENTIVA, en donde manifestó de su inconformidad con la orden impartida en la providencia bajo estudio, encontramos que la Honorable Corte Constitucional en sentencia T322 de 2012 en relación con un caso similar, señaló: “Así las cosas, cuando científicamente no se pueda obtener la recuperación del estado de salud del paciente por el complejo cuadro clínico que éste presenta, se debe entonces propender por garantizarle el nivel de vida más óptimo a través de todos aquellos elementos que se encuentren disponibles, pues con ocasión de sus enfermedades son fácilmente expuestos a afrontar situaciones que atentan contra su dignidad humana, entre otras… Precisamente, en la Sentencia T-899 de 2002, la Corte señaló: “(…) En segundo lugar, porque el derecho a la vida, como lo ha establecido esta Corporación implica el reconocimiento de la dignidad humana, es decir, no se trata de la mera existencia, sino de una 4 Magistrado Ponente: Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, Bogotá D.C., siete (7) de marzo de dos mil trece (2013) existencia digna, en la cual se garanticen las condiciones que le permitan al ser humano desarrollar en la medida de lo posible sus facultades.” También cabe citar la Sentencia T-694 de 2009, en la cual esta Corporación indicó: “(…) esta Corte ha reiterado que el derecho a la vida implica también la salvaguardia de unas condiciones tolerables, que permitan subsistir con dignidad y, por tanto, para su protección no se requiere estar enfrentado a una situación inminente de muerte, sino que al hacerse indigna la existencia ha de emerger la protección constitucional.” Así las cosas, si a las personas que tienen aminoradas sus condiciones de salud no se les salvaguarda su estado bajo unas condiciones tolerables que permitan su subsistencia en forma digna, entonces se les vulneran sus derechos fundamentales, pues no basta que se asuma y se les brinde una prestación de manera simple, sino que ésta debe estar encaminada a asegurar, en todo momento, la dignidad de la persona, razón por la cual no es válido que una empresa prestadora del servicio de salud niegue la autorización y el acceso a un tratamiento, procedimiento, servicio o cualquier otra prestación requerida para, por lo menos, paliar los efectos de la enfermedad”5. Sobre el tema de los reembolsos de los costos de los servicios de salud excluidos del POS a favor de las E.P.S., siguiendo los lineamientos de las Leyes 100 de 1993 y 175 de 2001, la Corte Constitucional ha concluido en sentencia T- 727 de 2011, que la obligación de efectuar el reembolso están a cargo del Fondo de Solidaridad y Garantías - FOSYGA, cuando tales servicios se autoricen dentro del Régimen Contributivo, y a cargo de las entidades territoriales en los casos en que los servicios se reconozcan dentro del Régimen Subsidiado así: “Bajo ese contexto, esta Corporación ha señalado que la distribución de competencias entre el FOSYGA y las Entidades territoriales, para efectos de responder por los servicios médicos no incluidos en el POS, busca mantener el equilibrio financiero del sistema de salud, de manera que los recursos que a ellos se le asignen con suficiencia, mantengan su independencia y sean utilizados y aprovechados en las necesidades de los usuario que cada régimen demanden. Sobre el particular, la Corte en Sentencia T-760 de 2008 sostuvo que: Se advierte que los reembolsos al FOSYGA únicamente operan frente a los servicios médicos ordenados por jueces de tutela o autorizados el CTC en el régimen contributivo. En estos mismos casos, cuando el usuario pertenece al régimen subsidiado, la Ley 715 de 2001 prevé 5 Magistrado Ponente: GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO que los entes territoriales asuman su costo por tratarse de servicios médicos no cubiertos con los subsidios a la demanda.” Bajo estos argumentos, la Sala confirmará el fallo de tutela proferido en primera instancia, pues como bien lo reitera la Corte Constitucional “el derecho a la salud implica no solamente la entrega y prestación de aquellos servicios tendientes a obtener la recuperación del paciente, sino que además, debe prodigársele todos los elementos o insumos que le aseguren una calidad de vida más óptima y un entorno más tolerable”6. Obligación esta de las EPS, quienes podrán repetir en contra de las Entidades Territoriales, tal y como lo ordena el juez de primera instancia. No obstante, la Sala llamará la atención de la entidad accionante, en tanto que evidentemente salió favorecida con la decisión tomada por la A quo en la sentencia impugnada y al presentar estos recursos, simplemente se dilata el suministro de los implementos requeridos por la Señora Luz Amparo Zapata Velásquez en cuanto se estaría alargando la ejecutoria de la decisión de primera instancia, haciendo más gravosa su situación por las condiciones especiales de adulto mayor y como tal, de mayor vulnerabilidad. Por lo expuesto, el TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA, SALA PRIMERA DE ORALIDAD, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, FALLA PRIMERO. SE CONFIRMA la Sentencia del primero (1º) de agosto de dos mil catorce (2014), proferida por el Juzgado Cuarto (4º) Administrativo Oral de Medellín. SEGUNDO. Notifíquese a las partes en la forma prevista en el artículo 30 del Decreto 2591 de 1991. TERCERO. Dentro de los diez (10) días siguientes a la ejecutoria de esta providencia, remítase el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión y comuníquese la decisión al juzgado de origen. 6 Sentencia T-322 de 2012 CÓPIESE Y NOTIFÍQUESE Esta providencia se estudió y aprobó en Sala de la fecha, como consta en Acta Nro. Los Magistrados, JUAN GUILLERMO ARBELÁEZ ARBELÁEZ JAIRO JIMÉNEZ ARISTIZÁBAL RAFAEL DARÍO RESTREPO QUIJANO