Labi Sergio Juan c/ Telecom Argentina Stet France Telecom S.A. s

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Labi Sergio Juan c/ Telecom Argentina Stet France Telecom S.A. s/
incumplimiento de servicio de telecomunicaciones
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, Sala III
06/07/2010
Fallo:
En Buenos Aires, a los 6 días del mes de julio del año dos mil diez, hallándose reunidos
en acuerdo los Señores Vocales de la Sala III de la Excma. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal a fin de pronunciarse en los autos "LABI
SERGIO JUAN c/ TELECOM ARGENTINA STET FRANCE TELECOM SA s/
incumplimiento de servicio de telecomunicaciones", y de acuerdo al orden de sorteo el
Dr. Antelo dijo:
I. El señor Juez de primera instancia hizo lugar parcialmente a la demanda promovida
por Sergio Juan Labi y condenó a Telecom Argentina S.A. ("Telecom") al pago de $
6.074, sus intereses a la tasa activa del Banco de la Nación Argentina desde la audiencia
de mediación hasta el pago del crédito, y las costas del juicio (fs. 311/314vta.).
El magistrado consideró que la demandada había sido responsable de los perjuicios
sufridos por el actor a raíz del corte de la línea telefónica de su local comercial (48332227) ocurrido durante los meses de septiembre a diciembre de 2002. Ante la falta de
elementos para cuantificar el daño, acudió al artículo 165 del Código Procesal, fijando
el lucro cesante en $ 6.000, con más $ 74 en concepto de gastos (fs. 313vta, tercer
párrafo y fs. 314, segundo y tercer párrafo).
II. Apeló únicamente la actora (ver recurso de fs. 319, concedido a fs. 320), quien
expresó agravios a fs. 333/337vta., dando lugar a la contestación de fs. 339/341vta.
Hay también un recurso del letrado patrocinante de la actora deducido contra la
regulación de honorarios (fs. 319vta.) que será tratado, de corresponder, al finalizar el
presente Acuerdo.
Los tres agravios que expone la recurrente se refieren a la insuficiencia del monto
indemnizatorio.Cuestiona que el a quo haya calculado el perjuicio sobre la base de las
testimoniales obrantes en el beneficio de litigar sin gastos y la certificación contable de
ingresos y ventas acompañada con la demanda, omitiendo valorar los dichos de los
testigos del principal y la prueba instrumental que -según ella- daban cuenta de lo
exiguo del resarcimiento y de las frustraciones de distintas contrataciones de relevancia.
Toda vez que Telecom no apeló el pronunciamiento, la condena en su contra quedó
firme, lo que restringe la jurisdicción de este Tribunal a la queja descripta anteriormente
(art. 271 del Código Procesal).
III. Antes que nada, corresponde atender el planteo de la demandada referido a la
errónea concesión del recurso por no cumplirse el requisito de apelabilidad que surge
del art. 242 del Código Procesal (texto según ley 26.536 , B.O. 27-11-2009, ver
contestación de agravios, fs. 339, punto 2).
Frente a la reforma introducida por la ley citada, esta Sala ha admitido las apelaciones
siempre que el agravio superase el mínimo vigente a la fecha de su interposición (causas
nº 6568/07 y nº 11.803/07, falladas el 6 y el 13 de mayo de 2010, respectivamente).
En el sub lite, el recurso fue interpuesto el 28 de octubre de 2009 y concedido dos días
después (ver cargo de fs. 319vta. y proveído de fs. 320). El monto base para apelar en
ese momento era el de $ 4.369,67 (art. 242, texto según ley 23.850 ). En atención a que
la suma representativa de la queja ante esta instancia es superior a ese mínimo, la
apelación es admisible y ha sido bien concedida.
Sin perjuicio de ello, y a mayor abundamiento, observo que el agravio del apelante en
este caso está dado por la diferencia entre lo pedido al demandar ($ 35.000, fs. 50) y lo
efectivamente reconocido en la sentencia ($ 6.074, fs.314).
Ese cálculo arroja como resultado $ 29.000, cifra que supera el monto mínimo para
apelar según el nuevo texto del art. 242 del CP.
IV. Cuando la existencia del daño está fuera de discusión, el Juez está facultado para
fijarlo prudencialmente (art. 165 del Código Procesal). Por cierto que ello no significa
que esté habilitado para obrar arbitrariamente. Para tener una idea de la ganancia
frustrada, examinaré la prueba a la luz de la sana crítica (art. 386 del Código Procesal).
El testigo Lionel Alejandro Uberman, productor televisivo, declaró que por el tercer
trimestre de 2002 intentó comunicarse con el señor Labi para que condujera parte de un
programa de televisión por cable. Como no consiguió ubicarlo después de varios
intentos, se llevó a cabo un casting y el actor fue reemplazado por la señorita Marcela
Mayoral. El programa empezó en el mes de enero de 2003. En febrero de ese año,
superada la interrupción del servicio telefónico, el actor se incorporó al show televisivo
con una participación distinta respecto de la que originariamente había pensado el
productor, percibiendo como retribución segundos de publicidad con canjes que
equivalía aproximadamente a $ 4.500 mensuales (fs. 137/137vta.).
Hay un elemento que permite justipreciar el rubro acertadamente calificado por el
magistrado de la instancia anterior (cons. tercero, segundo párrafo, fs. 313vta.). Me
refiero al lucro cesante frustrado como consecuencia del corte del servicio, corte cuya
ilegitimidad fue expresamente declarada por el a quo y que devino firme.
Tengo en cuenta, además, que la profesión del señor Labi -animador de fiestas, mago,
ventrílocuo, actor y showman (fs. 37, punto 3, primer párrafo)- se relaciona con la
actividad artística y recreativa en general. Se trata de un ambiente en donde no existen
formalidades a la hora de contratar que permitan constatar con precisión el número
promedio de presentaciones mensuales y el valor pagado por los distintos servicios que
se ofrecen (v.gr. contratos de canje de fs.29/31 y 35, reservados en sobre a fs. 49vta. y
elevados a fs. 328vta.). Un colega del actor y un productor artístico que fueron citados a
declarar en autos dieron cuenta de ello: "Nos contratan por medio de los teléfonos de
contacto tanto sean productores como clientes particulares?" (fs. 139vta., resp. a la
séptima pregunta); "?dispongo de un teléfono ? a través del cual canalizo las posibles
contrataciones ? perdí todo tipo de contacto con él, porque la única forma de
comunicarme que tenía era a través del teléfono comercial" (fs. 143/143vta., resp. a la
tercer y cuarta preguntas).
El reconocimiento del actor en el medio quedó demostrado (ver testimoniales de fs. 143,
resp. a la primera y segunda preguntas y documental reservada en sobre). Al no ser un
principiante y contar con vínculos ya establecidos desde hace tiempo, la consecuencia
lógica que corresponde proyectar es que en los últimos tres meses del año debe crecer la
demanda de trabajo por ser la temporada alta para la realización de eventos, tanto
sociales como empresariales (bodas, fiestas empresariales de fin de año) y para la
planificación de aquellos shows a realizarse en los lugares turísticos durante las
vacaciones de verano (ver testimonios de fs. 139/139vta. y 143/143vta).
Por lo tanto, entiendo que esta apreciación de los hechos amerita elevar la
indemnización por el lucro cesante del actor a la suma total de $12.000, para lo cual
tengo en cuenta tanto el certificado contable de fs. 28 relevado por la perito (ver original
reservado en sobre y reconocimiento de fs.
146 y fs. 223vta.), como lo dejado de percibir como consecuencia de haber sido
reemplazado en su oficio según surge de lo expuesto por los testigos Uberman, Gatti y
González Pedace (fs. 137/137vta., 139/139vta., fs. 143/144vta.).
En consecuencia, propongo modificar la sentencia apelada elevando el monto de
condena a $12.000, con costas (art. 68, primera parte , del Código Procesal).
Así voto.
Los Dres.Recondo y Medina, por análogos fundamentos adhieren al voto precedente.
Con lo que terminó el acto firmando los Señores Vocales por ante mí que doy fe.
Fdo.:
Guillermo Alberto Antelo.
Ricardo Gustavo Recondo.
Graciela Medina.
Es copia fiel del original que obra en el T? 4, Registro Nº 240, del Libro de Acuerdos de
la Sala III de la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial
Federal.
Buenos Aires, 6 de julio de 2010.
Y VISTO: lo deliberado y las conclusiones a las que se arriba en el Acuerdo precedente,
el Tribunal RESUELVE: modificar la sentencia apelada elevando el monto de condena
a pesos DOCE MIL ($ 12.000), con costas (art. 68, primera parte, del Código Procesal).
En virtud de lo dispuesto por el art. 279 del Código Procesal, déjese sin efecto la
regulación de fs. 314vta.
Por los trabajos realizados en primera instancia, y considerando la naturaleza del
proceso (fs. 49), el monto de la condena, comprensivo del capital e intereses, el
resultado del juicio, las etapas cumplidas y el carácter en el que actuó cada profesional,
así como el mérito, la eficacia y extensión de su labor, se fijan los honorarios de los
letrados patrocinantes de la actora, doctores Daniel Stragá y Gustavo Manuel González,
en las sumas de ($.) y ($.), respectivamente; y de los letrados apoderados de la
demandada, doctores Silvina Nowik, Luís A. Remaggi y María Julieta Granata, en ($.),
($.) y ($.), respectivamente (art. 279 del Código Procesal; arts. 6, 7 , 9, 10 , 19 , 37 y 38
de la ley 21.839, modificada por la 24.432 ).
En atención a las cuestiones sobre las que debió expedirse la perito Andrea Tinetti, su
incidencia en el mérito de la causa y la extensión de sus informes (fs. 221/224 y
256/257), se establecen sus honorarios en ($.).
En lo concerniente a los trabajos de la segunda instancia, visto el resultado de la
apelación y el mérito, la extensión y eficacia de las tareas llevadas a cabo por la letrada
patrocinante de la actora, doctora María del Carmen Verdú, se fijan sus emolumentos en
($.); y los del letrado apoderado de la demandada, doctor Luís A. Remaggi, en ($.) (arts.
6, 7, 9 y 14 de la Ley de Arancel).
Regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvase.
Guillermo Alberto Antelo.
Ricardo Gustavo Recondo.
Graciela Medina.
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