Durban: Los acuerdos para frenar el cambio climático en peligro Dentro de escasos días, el 28 de noviembre, se inaugura en Durban la Convención del Clima de Naciones Unidas, COP 17, en la que estaba previsto que se firmara, atendiendo a las recomendaciones de la comunidad científica, un acuerdo vinculante y justo de fuertes reducciones de gases de efecto invernadero y evitar así que el cambio climático se hiciera irreversible. Así se consensuó en la pasada Convención del Clima celebrada en Cancún en 2010. Pero es preciso reconocer que en estos momentos, a menos de una semana de iniciarse la cumbre, las expectativas no son nada positivas: los buenos propósitos enunciados en Cancún parecen haberse desvanecido. Obviamente, ello no es debido a que ha disminuido el peligro de un cambio climático de graves consecuencias: La Agencia Internacional de la Energía (AIE) acaba de advertir de que “los países no pueden seguir basando su consumo en energías contaminantes” y que si prosigue el consumo energético actual se provocará una situación irreversible. La AIE concluye que apenas tenemos cinco años para intentar amortiguar los efectos del cambio climático -con drásticas reducciones de las emisiones de CO2 y un decidido impulso de las energías renovables- antes de que perdamos el control del mismo con consecuencias catastróficas. En el mismo sentido, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) ha presentado el avance de un informe científico, que se publicará completo la próxima primavera, en el que se muestra la vinculación entre el incremento de fenómenos atmosféricos extremos (huracanes, tornados, lluvias torrenciales e inundaciones, sequías, olas de calor…) y el cambio climático ya iniciado, anunciando un grave empeoramiento de su frecuencia e intensidad si no se limitan las emisiones. Y no se trata únicamente del empeoramiento de los fenómenos atmosféricos: entre otras graves consecuencias podemos mencionar el retroceso de glaciares y fusión de los casquetes polares, la pérdida de biodiversidad, la extensión de plagas, daños en la agricultura, incremento de las hambrunas y un largo y creciente etcétera. El acuerdo sigue siendo absolutamente necesario y cada vez más urgente, porque el problema sigue agravándose y cada vez disponemos de menos tiempo para rectificar. Pero muchos gobiernos y buena parte de la ciudadanía parecen centrar ahora su atención exclusivamente en la crisis económica, perdiendo de vista la gravedad de una degradación ambiental que pone en peligro el futuro próximo de la humanidad. Sabemos, sin embargo, que la crisis actual no es coyuntural ni meramente económica, sino indicio de una situación de emergencia socioambiental planetaria, fruto de un crecimiento económico depredador que no toma en consideración sus consecuencias de degradación para un plazo cada vez más cercano. Y sabemos que, por consiguiente, la salida de la crisis no puede buscarse en volver atrás para seguir ahondando en comportamientos suicidas para nuestra especie. Es necesario un clamor ciudadano para modificar estas políticas. Estamos aún a tiempo de reorientar la forma de relacionarnos entre nosotros y con el resto de la naturaleza y sentar las bases de un futuro sostenible: podemos y debemos aprovechar esta crisis para impulsar un desarrollo auténticamente sostenible, una Economía Verde, que Ban Ki-Moon, Secretario General de Naciones Unidas, ha calificado como “La gran máquina de empleos verdes”, con inversiones productivas en, por ejemplo, nuevas tecnologías de energía renovable y de eficiencia energética y alimentaria que disminuyan, al propio tiempo, nuestra huella ecológica y eviten las consecuencias catastróficas de un cambio climático irreversible. Es necesario un clamor ciudadano para que la convención de Durban no constituya un nuevo fracaso, sino un paso decisivo hacia la sostenibilidad. El Colegio de Químicos se dirige a la opinión pública y a todas las instancias sociales Universidades y demás centros educativos, Asociaciones Científicas y Culturales, sindicatos, ONGs, partidos políticos, medios de difusión, etc.- para que reclamemos de los responsables políticos la firma en Durban de un acuerdo que no puede seguir posponiéndose poniendo en peligro nuestro futuro.