A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 20 de diciembre de 2006, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo de 2078, que conformidad deberá con lo observarse el siguiente orden de votación: doctores Roncoroni, Genoud, Hitters, Soria, Pettigiani, se reúnen los señores jueces de la Suprema pronunciar Corte de sentencia Justicia en definitiva acuerdo en la ordinario causa C. para 92.020, "Banco de La Pampa contra González, Luis Fabián. Cobro de pesos". A N T E C E D E N T E S La Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y de Garantías en lo Penal del Departamento Judicial Necochea confirmó la sentencia de primera instancia que había hecho lugar a la demanda. Se interpuso, por la demandada, recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de dictar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I O N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I O N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Roncoroni dijo: I. La Cámara confirmó el pronunciamiento que había acogido la pretensión. Basó su decisión, en lo que interesa al recurso, en que: Los ataques de la parte demandada en lo referido a la falta de específica inclusión en la transferencia de ciertos pasivos y activos debe resolverse a partir de la pericia contable realizada sobre los libros de la accionante (fs. 479). La culminación del complejo proceso del art. 35 bis de la Ley de Entidades Financieras es el asiento en los libros de la adquirente, asiento que viene a corroborar la transferencia en su faz individual, crédito por crédito (fs. 479 vta.). La experticia y las explicaciones brindadas en razón de ella y de su impugnación fueron efectuadas sobre los citados libros en los que se encuentra asentado el crédito a favor del Banco actor, siendo que la condición que trae el art. 43 del Código de Comercio -complementación de los asientos con la documentación respectiva- no puede implicar una subordinación del valor probatorio de aquéllos a la autenticidad de ésta (fs. 480 vta.). Las constancias del actor emergentes de su contabilidad refrendan su postura en cuanto a la existencia del crédito en su haber y si bien una parte de la documentación que da origen a los asientos contables no es original y ha sido negada por el accionado, éste no ha provocado indicios una que duda razonable surgen de como tales para copias, desvirtuar lo que no los puede entenderse en el sentido de dar crédito probatorio a un montón de fotocopias, sino el de examinar éstas a la luz de la pericia contable, los informes de la Municipalidad y de las restantes pruebas (fs. 481). Computó, para estimar favorablemente, la pericia contable sobre los libros de la actora como pilar básico de la procedencia de la demanda analizada en el contexto de verosimilitud que otorgan el resto de las pruebas (fs. 482). II. Contra esta decisión se alza la demandada, denunciando la conculcación de los arts. 43, 44, 53, 55 del Código de Comercio; 17, 18, 19, 28, 31 de la Constitución nacional, y de la doctrina legal que cita. Aduce la existencia de absurdo en el pronunciamiento. Hace reserva del caso federal. Expresa en suma que: 1) Carecen de eficacia las fotocopias simples y sin autenticar, siendo que en autos, violándose la doctrina legal, se ha dictaminado en base a fotocopias desconocidas, a prueba inexistente y que no ha sido regularmente introducida al expediente, como así también en base a una pericia impugnada por esta parte realizada en base a esas fotocopias, incurriéndose así en absurdo (fs. 494/494 vta.). 2) El actor informó y reconoció que en su poder no tenía originales referidos al crédito que reclamaba en autos, que los mismos estarían en el Banco Central de la República Argentina, siendo que la afirmación no es veraz a tenor del informe emitido por este último, habiendo sido desconocida la totalidad de la documental agregada a la demanda (fs. 495/495 vta.). 3) No surge de la documental de la parte actora que el crédito, motivo del juicio hubiere sido transferido al Banco de La Pampa y así se fundamentó la excepción de falta de legitimación activa por no haber acreditado la actora la titularidad del crédito en cuestión, elemento sustancial de la litis (fs. 496). 4) La pericia contable se realizó, como lo expresa el experto, en base a la documental no reconocida y minutas contables en poder de la actora que no obran en el expediente (fs. 496 vta.). 5) La circular no acredita la transferencia del crédito de autos a favor del actor, no surge de ella que el mismo sea titular, no surge de su texto la inclusión de este crédito como cedido a la actora y no puede ser meritado válidamente para acreditar su cuestionada legitimación (fs. 497 vta.). 6) Un perito no puede introducir documental ni librar oficios como lo ha hecho el interviniente en autos, pues la prueba debe ser introducida regularmente para no afectar el derecho constitucional de defensa en juicio (fs. 498). 7) Ya se ha observado desde el inicio que los libros donde debían constar los asientos contables no los tenía la actora en su poder y así nunca pudo el experto cotejarlos (fs. 498). 8) La documentación no existe, tal el caso de los cupones, o ha sido enmendada o está referida a una cuenta corriente distinta a la que informa el perito, por lo que el sentenciante debió haberse apartado de sus conclusiones (fs. 498 vta.). 9) Las constancias contables deben complementarse con la documentación respectiva, conforme lo dispone el Código de Comercio (fs. 499 vta./500). 10) No puede establecerse cómo realizó el perito su tarea cuando informó que la documentación relacionada con la transferencia de activos y pasivos en base a los términos del compromiso de transmisión entre el Banco de Coronel Dorrego y Trenque Launquen S.A. y el Banco de La Pampa estará a su disposición vía oficio y el Banco Central respondió al mismo que no tenía documentación ni antecedentes de ellos (fs. 500 vta.). 11) Un informe pericial tan irregularmente obtenido no puede ser meritado como prueba decisiva para hacer lugar a la demanda y menos aún cuando resulta avalado con documental que consiste en meras fotocopias o copias corregidas y sin firma de las partes (fs. 500 vta.). III. Entiendo que le asiste razón al recurrente. 1. Conforme ha expresado esta Corte, si al contestar la demanda se reconoce la existencia del crédito que constituye el presupuesto de hecho de la acción articulada alegándose a su vez el pago, ello exonera a la parte actora de la carga de la prueba al respecto e impone a la accionada la obligación de acreditar el pago (art. 375, C.P.C.C.; conf. L. 47.420, sent. del 16-VII-1991 en "Acuerdos y Sentencias", 1991-II-511; "D.J.B.A.", 142-198; Ac. 55.161, resolución del 22-II-1994). Ahora bien, cuando como en el presente caso se ha desconocido o negado derechamente la existencia y legitimidad de la deuda, la carga probatoria acreditar los recae sobre presupuestos la de accionante, quien admisibilidad de debe su pretensión. Advierto que en autos, la parte actora, no ha sido exitosa en la faena procesal de aportar los elementos de convicción necesarios para acoger su demanda. En efecto, no se ha demostrado la existencia de la deuda cuyo saldo insoluto se reclama al demandado. Tampoco se ha probado que lo reclamado integraba los activos del Banco de Coronel Dorrego S.A. y Banco de Coronel Dorrego y Trenque Lauquen S.A., adquirido por la actora. 2. El recurrente señala, reiteradamente, que no se ha acompañado con la demanda ninguna documentación original sino que, por el contrario, sólo se han adunado simples fotocopias que fueron desconocidas y a las que no puede adjudicársele valor probatorio alguno. A su vez, el pretenso acreedor señala (fs. 197 vta.), "que a esta demanda no se acompañaron originales y sí fotocopias por cuanto dichos originales son parte de la documentación general que da cuenta del movimiento general del Banco actor que, forman las actuaciones tramitadas ante el Banco Central de la Rca. Argentina, con motivo de las transferencia precedentemente citada (Bco. de Dorrego y T. Lauquen SA a mi mandante)". Sin embargo, el Banco Central contesta el oficio en estos términos (fs. 359): "... informamos a V.S que la Gerencia de Saneamiento del Area de Supervisión de Entidades Financieras de este Banco Central, señaló que no obra ningún antecedente de la documentación solicitada ni informaciones relativas a la transferencia de activos y pasivos citada". En suma, la documentación acompañada en fotocopia y que fuera expresamente impugnada y desconocida por el demandado, no tiene el respaldo de sus originales. 3. La experticia contable realizada en autos, a mi modo de ver, no permite cambiar la precedente conclusión. Veamos. En primer término corresponde señalar que el experto refiere haber compulsado documentación fotocopiada que le fuera suministrada por la accionante y la que obra en el expediente. Menciona que también ha verificado los registros contables de la accionante. Sobre dicha base el perito informa sobre la existencia de la cuenta corriente 396-3 a nombre de Luis Fabián González en el Banco Coronel Dorrego y Trenque Lauquen S.A. También determina la existencia de una operatoria consistente en la presentación de resúmenes de cupones de venta efectuada en el comercio mediante tarjeta de crédito y el pago anticipado de los mismos por parte del banco. Los resúmenes de cupones se hallan a nombre de "Presertur" (v. fs. 398/399). Advierto manifestado por que el existen experto con discordancias relación a entre la lo cuenta corriente 396-3 y los cupones de tarjetas obrantes a fs. 33, 35, 37, 39, 41, 43, 45, 47, 49, 51, 67, 77, 84, 86, 116 que refieren la cuenta 366/6, hallándose tachado o enmendado sin salvar el número de cuenta en los cupones obrantes a fs. 61, 71, 73, 75, 112, 114, 118, 120, 122, e ilegible por su daño el de fs. 124. Tampoco se ha acreditado en autos qué denominación de fantasía "Presertur", a nombre del cual se hallan los corresponda resúmenes al conforme demandado de lo dice autos. la En experticia, efecto, la Municipalidad informa que Luis Fabián González se encuentra inscripto con un comercio destinado a agencia de viajes, pero sin indicar nombre del mismo (fs. 396), por lo que -más allá de la forma en que tal prueba fuera incorporada al expediente- nada aporta a la postura del accionante. 4. Resulta evidente que siendo la actora un Banco y que encuadrándose su operatoria en el art. 8 inc. 3 del Código de Comercio, haya intentado hacer valer frente al demandado la fuerza probatoria de sus registros contables. Por cierto, no ha tenido éxito. En efecto, el art. 43 del Código de Comercio exige que las constancias contables deben complementarse con la documentación respectiva. En otras palabras, cada asiento debe estar documentado. Si no existe documentación que respalde los mismos, no puede afirmarse que los libros son llevados en legal forma, resultando poco verosímil que el comerciante carezca de toda la documentación relativa al negocio que se encuentra asentado en ellos. El registro contable por Fernández sí sólo no J. C., Madrid, es fuente Código de de obligación Comercio (cf. comentado, Buenos Aires, 2ª ed., tomo I, pág. 94, citando a Uría). La actora lo conecta con un negocio jurídico que ha sido negado y respecto del cual debió aportar prueba, habida cuenta que el asiento es un hecho jurídico en ejecución de negocios jurídicos (cf. Halperín, Isaac, Curso de Derecho Comercial, Depalma, Buenos Aires, vol. I, pág. 168). El recordado principio dimanante del art. 43 del Código de Comercio resulta de plena aplicación al caso de autos, precisamente por ser la actora un Banco, correspondiendo ponderar la idoneidad del material aportado como documentación respaldatoria de los asientos y relativa al negocio jurídico en cuestión. Se trata de simples fotocopias y de cupones que presentan las falencias a las que referí supra. La ausencia de respaldo documental sella la suerte adversa de la pretensión actora y el éxito de la impugnación. Tiene expresado esta Corte que carecen de eficacia probatoria las fotocopias simples y sin autenticar (cf. Ac. fotocopias 42.645, no sent. autenticadas del y 12-IX-1989); desconocidas y por que la las parte afectada carecen de fuerza de convicción (cf. L. 55.206, sent. del 26-VII-1994; L. 72.894, sent. del 25-IV-2001; L. 75.826, sent. del 4-VI-2003). Doctrina y criterio que, a mi juicio, corresponde reiterar en el presente caso. Así las cosas, cabe insistir en que la actora no ha satisfecho la carga impuesta por el art. 375 del Código Procesal justifica bancaria Civil y dicha que Comercial falencia, debería y que tratándose ser no se de especialmente comprende una ni institución cuidadosa en la aportación de la documentación demostrativa de su acreencia por lo que, conforme lo anticipara, el recurso se encuentra fundado y debe prosperar. Si lo que expongo es compartido deberá hacerse lugar al recurso y revocarse la sentencia impugnada, rechazando consecuentemente la demanda incoada por el Banco de La Pampa contra Luis Fabián González, con costas (arts. 68, 289 del C.P.C.C.). Por ello, doy mi voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Genoud, Hitters, Soria y Pettigiani, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Roncoroni, votaron la cuestión planteada también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por corresponde lo expuesto hacer lugar en al el acuerdo recurso que antecede, extraordinario interpuesto y revocar la sentencia impugnada, rechazando la demanda incoada por el Banco de La Pampa contra Luis Fabián González, con costas (arts. 68 y 289 del C.P.C.C.). Notifíquese y devuélvase.