Saneamiento contable y depuración de saldos en el sector público

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Saneamiento contable y depuración de saldos en el sector público. Ley 710 de 2001 y
Decreto 1282 de 2002. Las entidades públicas tendrán que adelantar la gestión administrativa
necesaria, para allegar la información y documentación suficiente y pertinente que acredite la realidad
y existencia de las operaciones para proceder a establecer los saldos objeto de depuración
CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA
Bogotá, D.C. marzo 31 del 2003
Concepto: 000919
Doctora
SANDRA STELLA SÁNCHEZ QUINCHE
Jefe División Administrativa
Superintendencia Bancaria de Colombia
Calle 7 No 4 – 49
Bogotá.
ASUNTO: LEY 710 DE 2001 Y DECRETO 1282 DE 2002
-SANEAMIENTO CONTABLE Y DEPURACIÓN DE SALDOS EN EL SECTOR PÚBLICO:
Aplicación Proceso do Responsabilidad Fiscal.
I. ANTECEDENTES.
Recibimos su oficio calendado el 10 de febrero de 2003, en el cual nos plantea algunas
inquietudes respecto de la aplicación de la Ley 716 de 2001 y su Decreto Reglamentario 1282
de 2002, en relación con un proceso de responsabilidad fiscal que cursa en esta Entidad.
Sobre el particular plantea los siguientes interrogantes:
1. Teniendo en cuenta que actualmente la responsabilidad esta constituida como
"Responsabilidad en Proceso", ¿Es necesario, esperar el fallo de la Contraloria General de la
República, para constituir el registro de Responsabilidad Fiscal? O ¿Cuál es el paso a seguir,
toda vez que existe un fallo penal en contra de los acusados?
2. Si el pago al que están obligados los acusados, en la apelación de Sentencia absolutoria de
la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D. C. No. 3716
(1100131040012000147-01) del 20 de agosto de 2002, no ingresa a las cuentas de la
Superintendencia Bancaria, ¿Cuál sería el registro contable que en este caso se debe imputar?
3. En la actualidad el asiento contable de la responsabilidad en proceso en esta
Superintendencia, se imputa en sumas iguales a los exfuncionarios Trujillo Scarpetta y Pachón
Palacios, de conformidad con el numeral 1.4 del resuelve de la Sentencia absolutoria antes
mencionada, que afirma; “Condenar a los dos primeros implicados (Trujillo Sacarpeta (sic) y
Fuentes Pereira), al pago solidario de los perjuicios materiales causados con la infracción de la
proporción señalada en el cuerpo de este proveído, en el término no mayor a un año, contado a
partir de la ejecutoria de la sentencia, a favor de la parte afectada". En este orden de ¡deas, se
pregunta: ¿Se debe cambiar el registro contable de la responsabilidad fiscal de Pachón
Palacios a Fuentes Pereira?.
4. En el evento, de que los acusados se declaren y se confirme que no pueden cancelar la
multa que como pena accesoria, les impuso la justicia, ¿Se puede efectuar el proceso de
depuración de saldos de conformidad con lo establecido' en la Ley 716 de 2001 y su Decreto
Reglamentario 1282 de 2002?.
//. CONSIDERACIONES JURÍDICO LEGALES.
Frente a los anteriores interrogantes, considero necesario manifestar en primer lugar que
dentro de la órbita de su competencia, el Máximo Organismo de Control Fiscal, no posee
facultades relacionadas con la expedición de reglamentaciones contables.
Estas facultades fueron conferidas al Contador General de la Nación, de conformidad con lo
establecido en el artículo 354 de la Carta, y lo Ley 298 de 1996.
Igualmente, debemos tener presente el inciso cuarto del artículo 267 de la Constitución Política,
donde señala que la Contraloría General de la República, no tendrá funciones administrativas
distintas de las inherentes a su propia organización.
Sin embargo, teniendo en cuenta que en su primera inquietud pregunta, si es necesario esperar
un fallo de la Contraloría General de la República para constituir el registro de responsabilidad
fiscal, consideramos pertinente traer a colación lo relacionado con el proceso de
responsabilidad fiscal que aquí se tramita,
La responsabilidad fiscal tiene su fundamento constitucional en oí numeral 5° del artículo 267
de la Norma Superior, que prescribe como atribución del Contralor la de establecer la
responsabilidad que se derive de la gestión fiscal. A su turno, este mismo precepto se
complementa con lo dispuesto en el articulo 124 de la misma Carta Política, según el cual, la
ley determinará la responsabilidad de los servidores públicos y la forma de establecerla, para
tal efecto se expidió La ley 610 de 2000, la cual modificó la Ley 42 de 1993.
Los fundamentos constitucionales en que reposa el proceso de responsabilidad fiscal previsto
en el numeral 5° del articulo 268 de la Constitución, atribuyen entre otras funciones, al
Contralor General de la República, la de establecer la responsabilidad que se derive de la
gestión fiscal, imponer las sanciones pecuniarias que sean del caso, recaudar su monto y
ejercer la jurisdicción coactiva sobre los alcances deducidos de la misma.
La Gestión Fiscal es, de acuerdo con la doctrina, el conjunto de actividades económico jurídicas relacionadas con la adquisición, conservación, explotación, enajenación, consumo o
disposición de los bienes del Estado, así como el recaudo, manejo e inversión de sus rentas en
orden a cumplir los fines del Estado.
Así mismo, la Honorable Corte Constitucional ha sostenido que el proceso de responsabilidad
fiscal, atendiendo a su naturaleza jurídica y a los objetivos que persigue, presenta las
siguientes características1:
"a) Es un proceso de naturaleza administrativa, en razón de su propia materia, como es el
establecimiento de la responsabilidad que corresponde a los servidores públicos o a los
particulares que ejercen funciones públicas, por el manejo irregular do bienes o recursos
públicos. Su conocimiento y trámite corresponde a autoridades administrativas, como son: la
Contraloría General de la República y las contralorías, departamentales y municipales.
b) La responsabilidad que se declara a través de dicho proceso os esencialmente
administrativa, porque juzga la conducta de un servidor público, o de una persona que ejerce
funciones públicas, por el incumplimiento de los deberes que les incumben, o por estar incursos
en conductas prohibidas o Irregulares que afectan el manojo de los bienes o recursos públicos
y lesionan, por consiguiente, el patrimonio estatal.
Dicha responsabilidad es, además, patrimonial, porque como consecuencia de su declaración,
el imputado debe resarcir el daño causado por la gestión fiscal irregular, mediante oí pago de
una indemnización pecuniaria, que compensa oí perjuicio sufrido por lo respectivo entidad
estatal.
Adicionalmente, la declaración de la referida responsabilidad tiene indudablemente incidencia
en los fundamentales de las personas que con ella resultan afectadas (intimidad, honra, buen
nombre, trabajo, ejercicio de determinados derechos políticos etc.)
1 Corte Constitucional Sentencia SU – 620 del 13 de noviembre de 1996. Magistrado Ponente
Dr. Antonio Barrera Carbonell.
c) Dicha responsabilidad no tiene un carácter sancionatorio, ni penal ni administrativo
(parágrafo art. 81, ley 42 de 1993) En efecto, la declaración de responsabilidad tiene una
finalidad meramente resarcitoria, pues busca obtener la indemnización por el detrimento
patrimonial ocasionado a la entidad estatal. Es, por lo tanto, una responsabilidad
independiente y autónoma, distinta de la disciplinarla o de la penal que pueda
corresponder por la comisión de los mismos hechos. En tal virtud, puede existir una
acumulación de responsabilidades, con las disciplinarias y penales, aunque se advierte
que si se percibe la indemnización de perjuicios dentro del proceso penal, no es
procedente al mismo tiempo obtener un nuevo reconocimiento de ellos a través de dicho
proceso, como lo sostuvo la Corte en la Sentencia C-046/94. (se destaca).
Por lo tanto, el Proceso de Responsabilidad Fiscal es independiente y distinto a los procesos
civil, penal y disciplinario previsto en cada una de las normas legales, ya que éste tiene sus
fundamentos constitucionales en el articulo 268 numeral 5°, y anteriormente en la Ley 42 de
1993, artículos 72 a 89, la cual fue modificada por la Ley 610 de 2000,
Es oportuno observar, que hasta tanto no haya un pronunciamiento de fondo dentro del
proceso de responsabilidad fiscal, es decir, un fallo con responsabilidad fiscal debidamente
ejecutoriado, esta Entidad no podría activar diligencias de cobro en contra de los implicados.
Ahora bien, en lo que se refiere a las demás inquietudes, es importante señalar el articulo 3° Gestión Administrativa- de la Ley 716 de diciembre 24 de 2001, que dispone:
"Las entidades públicas tendrán que adelantar la gestión administrativa necesaria, para allegar
la información y documentación suficiente y pertinente que acredite la realidad y existencia de
las operaciones para proceder a establecer los saldos objeto de depuración".
Tal como lo plantea la norma transcrita, las entidades deben adelantar las acciones tendientes
a establecer su verdadera situación financiera y patrimonial, a través de los mecanismos
expresamente señalados en la ley.
Así mismo, oí Decreto 1282 de Junio 19 de 2002, expedido por el Ministerio de Hacienda y
Crédito Público, por el cual se reglamenta la Ley 716 del 24 de diciembre de 2001, en su
artículo 3°, sobre Actuación Administrativa establece:
"Los representantes legales de las entidades y organismos públicos obligados al saneamiento
contable, establecerán las políticas y procedimientos necesarios para garantizar que se
identifiquen, clasifiquen y determinen, previo estudio sustentado, las respectivas partidas
contables que deberán ser sometidas a consideración de la instancia correspondiente para su
castigo o depuración". .
De conformidad con las disposiciones anteriormente transcritas, corresponde por competencia
a la Contaduría General de la Nación de conformidad con articulo 354 de la Carta, y la Ley 298
do 1996, responder a sus interrogantes sobro la aplicación de la Ley 617 de 2001 y su Decreto
Reglamentario 1282 de 2002.
///, CONCLUSIÓN.
Lo anterior nos lleva a concluir que, teniendo en cuenta que el control fiscal que ejerce la
Contraloría General de la República de conformidad con el artículo 267 de la Constitución
Política, es posterior y selectivo, este Ente de control al ejercer su función fiscalizadora sobre el
manejo de los recursos, bienes o valores que estas administran, no puede intervenir en los
procesos administrativos de las entidades públicas para la toma de sus decisiones, pues de lo
contrario, esta actuación se constituiría en coadministración y, se desnaturaliza su función
fiscalizadora.
Cordialmente.
IVAN DARIO GOMEZ LEE
Directora Oficina Jurídica
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