Mecanismos de la violencia en la pareja. Dominio y vulnerabilidad Mª Dolores J. Díaz-Benjumea I Congreso para al Estudio de la Violencia contra las mujeres, Sevilla 2010. Dos temas controvertidos en la violencia de género ¿Existe un tipo de personalidad, o un trastorno psíquico previo a la experiencia de maltrato, que ponga a las mujeres en mayor riesgo de quedar atrapadas en relaciones de violencia? La resistencia a dejar la relación y la sucesión en el ciclo vital de relaciones de maltrato, ¿podrían estar basados en fenómenos que apoyarían la tesis de autodestructividad en la mujer, o del llamado “masoquismo” femenino? Respuestas complejas para un tema complejo No deberíamos caer en la homogeneización del cuadro. Hay muchos factores que llevan a las mujeres a dejarse atrapar en relaciones de maltrato. Estos factores se interrelacionan entre sí, y en cada caso algunos tendrán mucho más peso que otros. Si queremos avanzar un objetivo sería ir estableciendo subtipos de mujeres que quedan atrapadas en relaciones de maltrato. Algunos de los factores causales implicados en las relaciones de abuso Pertenecer al género femenino. Los ideales de género, se transmiten por generaciones, están en el imaginario social, pero cada mujer los hace suyos de una manera particular. Contribuyen a la formación de su subjetividad femenina a la vez que son modelados por esta subjetividad. Historia de trauma en la infancia, bien por maltrato o, muy especialmente, por haber sufrido abuso sexual infantil. Una historia en el desarrollo que no haya aportado las bases necesarias para la constitución de un apego seguro. Vivencias continuadas en la niñez de soledad, temor al abandono, falta de reconocimiento o valoración, que en definitiva llevan a formar un estilo de apego ansioso que está en la base de la personalidad dependiente. La vivencia de sufrir la violencia en la pareja, en sí traumática, puede dejar a la mujer sin recursos para defenderse y/o escapar de esa situación. Chiara. La carga de un apego ansioso-1 Motivo de consulta: - Relación actual con un hombre en la que tiene intenso sufrimiento. Historia del desarrollo: - Negligencia parental. - Déficit en el abastecimiento de reconocimiento valoración y contención emocional. Historia vital: - Maltrato psicológico por su marido. - Abuso sexual por su médico. - Sumisión a su pareja actual. Chiara. La carga de un apego ansioso-2 Rasgos de personalidad Buen funcionamiento en diversas áreas vitales. En las relaciones íntimas significativas: Dependencia ansiosa. Compulsión a complacer al otro: sometimiento. Nunca siente enfado. - Chiara. La carga de un apego ansioso-3 Episodio 1: - Desactivación del sentido crítico hacia la pareja. - Desactivación de la agresividad defensiva: sustitución de la agresividad por miedo irracional. Miedo a su agresividad. El enfado es demasiado peligroso cuando se está en una relación en la que uno necesita al otro, por tanto el psiquismo hace esfuerzos intensos para desactivarlo, y para identificarse con la mente del otro, así se evita el peligro de romper la relación, y se puede seguir idealizando al otro. Es lo que sabemos que ocurre en los niños maltratados. Y Chiara fue una niña maltratada. Chiara. La carga de un apego ansioso-4 Procesos relacionales implícitos en la relación de pareja Episodio 2: - Ante la percatación inconsciente de la envidia del otro, Chiara se autodenigra. Episodio 3 - Ante la percatación implícita del placer narcisista del otro por el sufrimiento de ella por él, Chiara cultiva inconscientemente su dolor para satisfacerlo. Chiara. La carga de un apego ansioso-5 Adaptación en la niñez a un entorno patógeno: ▼ Desactivación del sentido crítico hacia la figura de apego Desactivación de la agresividad defensiva. Exquisita sensibilidad para captar los estados mentales del otro, sabe exactamente lo que a él le gusta, aunque no sea consciente de ese saber. Así puede adelantarse a sus deseos, y dedica todo sus esfuerzos a complacerlo. Y así Chiara recupera un sentimiento de control, algo puede hacer para que no la abandone ni la ataque ▼ Mecanismo de identificación con el agresor Mónica. Trauma sexual infantil-1 Motivo de consulta: - Crisis nerviosas, sentimientos depresivos, ansiedad. Trastorno de alimentación no superado. Historia infantil: - Abuso sexual por un familiar desde los 7 a los 9 años. Historia vital: - Relación de maltrato físico y psíquico por una pareja anterior. Mónica. Trauma sexual infantil-2 Objetivo del tratamiento: aportar un vínculo seguro en el que ir elaborando las dos relaciones traumáticas, el abuso sexual infantil y el maltrato por su anterior novio. La recuperación del incidente de violación por su exnovio provoca en su pareja actual celos, control posesivo y agresividad hacia ella: peligro de nueva inmersión en una relación de maltrato. Mónica. Trauma sexual infantil-3 Mónica está mejor, puede poner límites a la agresividad del novio de manera funcional y no someterse a lo que él le exige. Ahora la relación con su novio va bien. ▼ Recrudecimiento de los síntomas: somatizaciones múltiples (gastroenteritis, infecciones vaginales, anemia, colon irritable…), trastorno de alimentación, asco por sí misma, sentimientos depresivos de que su vida no merece la pena. ▼ Mecanismo de identificación proyectiva Mónica. Trauma sexual infantil-4 Relaciones objetales internas e identificación proyectiva Cuando no hay un agente externo que la maltrata, entonces es ella la que se vuelve contra sí misma. Tiene un enemigo dentro de ella y sólo lo aplaca cuando hay un enemigo fuera, y éste es un factor que incide en su vulnerabilidad ante el maltrato. Mónica ha incorporado dentro de sí los dos roles de la configuración relacional en que se vio envuelta en su experiencia de abuso infantil: el de víctima y el de perpetrador. Una parte de ella representa al maltratador, contiene una mezcla de lo que ella vivió que se hacía con ella, junto con su propia rabia y desprecio. Esta parte toma a otra parte de ella, representada en su cuerpo, como víctima. Pero vivir con este enemigo interno es tremendamente perturbador y la única salida es la proyección, afuera, en el otro de esta parte de sí. Este es el componente de Mónica que siente alivio cuando es maltratada por otro, entonces ella ya no se maltrata internamente. Mónica. Trauma sexual infantil-5 ¿Podría llamarse a esto masoquismo? El masoquismo sexual es un juego de roles en el que hay disfrute sexual unido a la representación de una fantasía de violencia controlada y disfrutada por ambos actores. Lo que vive Mónica no tiene nada que ver con el masoquismo. Lo que vive Mónica es una vivencia interna de profundo odio y desprecio hacia sí misma, que se acopla con la violencia ejercida por el otro. Ambas situaciones le producen un intenso sufrimiento. Mónica no disfruta ni con su propio maltrato ni con el de la pareja. Por otra parte, está la tendencia, automática e inconsciente, a buscar una salida que le devuelva alguna paz interior. Nada en este trastorno exime, ni disminuye en absoluto, la responsabilidad del maltratador, (ni moral ni, debería al menos ser así, jurídica), igual que no eximiría de responsabilidad a una persona que asesinara a otra que, en plena depresión, dijera que siente que su vida no merece la pena. Carla. Trauma sexual e ideales de género-1 Motivo de consulta - Síndrome de estrés postraumático por violación con amenaza de muerte hace 18 años, tras el cual no buscó ayuda ni apoyo social alguno. Relaciona el hecho con un episodio de intento de abuso sexual a los 11 años que Carla resuelve sola sin buscar apoyo. Codificación del incidente traumático: Síntomas comunes de estrés postraumático: Imágenes intrusivas, pesadillas, estado de alerta continua, ansiedad, recuerdos somáticos, sentimientos depresivos. Síntomas específicos en Carla: autoculpabilización, autodenigración-sentimientos de vergüenza, rechazo visceral a su persona en general y a su cuerpo en particular. Carla. Trauma sexual e ideales de género-4 Con altísima frecuencia en el acto sexual violento la mujer acaba sintiéndose culpable (Walker, 2009), y eso no puede tener otra explicación que la de ser una secuela de los imperativos sociales de género Durante siglos el imaginario social ha atribuido a la mujer el papel de provocadora siempre que en el hombre surge deseo, más allá de que haya habido intención consciente de provocar, confundiendo el hecho de que su cuerpo provoque deseo con la intencionalidad de provocarlo. La mujer entonces carga con la responsabilidad no ya de controlar sus propios impulsos, sino los del hombre. Carla. Trauma sexual e ideales de género-3 El modelo femenino transmitido que configura la identidad de género de Carla ▼ Saber estar, saber ser: episodio 1 El cuerpo posible provocador de deseo: episodio 2 ▼ Interpretación de la vivencia traumática que responde a imperativos morales de género fuertemente instaurados. Carla se mantiene esclava de una interpretación de la realidad autodestructiva, que la instala en un estado patológico. Carla. Trauma sexual e ideales de género-5 ¿Podría Carla llegar a ser una mujer maltratada en el caso de emparejarse con un hombre violento? Algunas condiciones en Carla simplemente por el hecho de ser mujer: - Autorresponsabilizarse de mantener la armonía de las relaciones de su entorno. - No sentir que es legítimo defenderse y buscar protección si eso supone causar dolor a otros. - Hacerse cargo de los impulsos (sexuales, agresivos) y de las emociones del varón como si fuera responsabilidad propia y no de él regularlos. ¿Existe un tipo de personalidad o trastorno previo al maltrato que aumenta el riesgo de sufrirlo? - Sería simplista considerar que toda mujer es igualmente vulnerable de sufrir maltrato de género en la pareja. - Pero también lo sería considerar que es necesario que la mujer tenga un trastorno previo para que le ocurra. Los imperativos de género o ideales del yo son por sí solos factores de riesgo para ello. ¿Puede explicarse por una de tendencia autodestructiva o masoquista en la mujer? - - - - Sería simplista considerar que una mujer que se mantiene en una relación de maltrato es que obtiene placer en ello y que por tanto podemos llamarlo masoquismo moral. Pero también lo sería negar que existen casos en los que perturbaciones psíquicas producto de traumas en el desarrollo llevan a las mujeres (y no sólo a ellas) a comprometerse en relaciones de maltrato, como mecanismo automático e inconsciente de sentir que disminuye su propia persecución interna. Este mecanismo, que llamamos identificación proyectiva, es un factor que existe, no siempre, sino con cierta frecuencia (pensemos en la alta proporción de mujeres maltratadas que ha sufrido abuso sexual en la infancia), y como tal ha de tenerse en cuenta al evaluar y tratar el caso. Esto en absoluto es pertinente para juzgar moralmente al maltratador, ni debería serlo para juzgarlo legalmente.