Arte contra el pueblo: los retos del arte público en el s.XXI Dr. A: Remesar CER POLIS. Universitat de Barcelona Quisiera, en primer lugar, contextualizar mi intervención, puesto que el título de la misma puede inducir a interpretaciones erradas y erráticas. Les habla un productor de procesos, un personaje que como dice el escultor inglés J. Gingell está "más interesado en hacer que efectivamente las cosas sucedan que no en crear los objetos/ acciones que su actuación posibilita. Un productor de procesos que desarrolla su actividad fuera del "main stream" que caracteriza la actividad docente e investigadora de las Facultades de Bellas Artes en España. Un productor de procesos que articula su actividad en un espacio/tiempo específico que viene definido por los proyectos que coordino. En primer lugar el "Public Art Observatory"i, un proyecto europeo que centra su atención en el análisis de la producción artística, el espacio público y los procesos de regeneración urbana y que está desarrollando metodologías de trabajo en el contexto del artista como "facilitador" y en el contexto de la integración ¿interdisciplinar? del arte, la arquitectura y el diseño urbano en los procesos de desarrollo. Plantear el tema del artista como "facilitador" supone un cambio radical en las concepciones que vislumbran la posibilidad que el arte posea un papel social en nuestro contexto. Un facilitador tendría como misión fundamental el dinamizar procesos sociales, hacerlos emerger y ayudar a su transformación en procesos/objetos/acciones con una fuerte componente estética. Supone, también, desarrollar una gran capacidad de negociación para vehicular/manejar los intereses, motivaciones y deseos de grupos sociales que no son necesariamente homogéneos. Además requiere habilidades políticas y de negociación entre los administrados y la administración lo que en el área social se denomina capacidad de mediación- puesto que en última instancia, este artista-facilitador deberá conseguir recursos económicos de la administración para poner en marcha los proyectos. En definitiva, el artista como facilitador, está llamado a ser un agente muy importante en los procesos emergentes de participación ciudadana en la toma de decisiones sobre la ciudad "pensada", sobre la ciudad "real" y sobre la ciudad "vivida". Por ello este tipo de actividad presupone una capacidad de pensamiento que sea capaz de vincular los tres niveles en que se articula la intervención en el espacio público: el plan, el proyecto y la pieza/acción urbana. Ser capaz de moverse en estas tres escalas, supone, necesariamente, una capacidad de "lenguaje" que incorpore aspectos disciplinares propios de áreas ajenas a la esculturay que metodológicamente sea capaz de concurrir en la puesta en acto diversa que el "proyecto" como método requiere. Pero, además, el proyecto del Public Art Observatory hace especial hincapié en el empleo de las Tecnologías de la Información y las comunicaciones para el desarrollo de su actividad. Por ello aparte de desarrollar "Seminarios 1 internacionales" ( como el de Barcelona o Exeter), "Workshops" (Como los de Rótterdam., Barcelona , Porto), una de las principales actividades del observatorio es mantener un "Databank" de recursos utilizables por cualquiera. Obviamente este Databank se sustenta en una Web. El proyecto supone también procesos de formación. En Barcelona, los hemos centrado en el doctorado interdepartamental “Espacio Público y Regeneración Urbana”. Este doctorado que llega a su sexta edición, tiene dos grandes fuentes que lo han alimentado. En primer lugar el Observatorio. En segundo lugar el interés por el tema de los Waterfronts que se ha concretado en los proyectos interdisciplinares financiados por el MEC (1996-1999 / 1999 -2002). El interés por este tema surge del contexto urbano en el que me ubico: Barcelona y todos sus proyectos de desarrollo. Pero también de una constatación de tipo geohistoriográfica: buena parte de los grandes proyectos de arte público se producen en ciudades que tienen contacto importante con la línea de agua, no exclusivamente con un puerto de mar. El estudio de los waterfronts permite situar la problemática del arte público en una red temática muy rica para el estudio del arte público. No quisiera entrar en el detalle, pero de la investigación de los Waterfronts han aparecido algunas cuestiones cruciales para estudiar el Arte Público. En primer lugar ¿ocupa el Arte Público la posición central que el esquema presenta?. Las visiones estratégicas de algunas ciudades como Birmingham o Cardiff, así parecen demostrarlo. En un contexto social de incremento de la reflexividad 2 (Giddens, Lash & Urry, etc)ii y siendo esta reflexividad de carácter eminentemente estético, podemos establecer una clara analogía entre lo que pretendemos para nuestro cuerpo individual y lo que pretendemos para el "cuerpo colectivo": la ciudad. En cualquier caso es evidente que cuando hablamos de "Arte Público" tenemos en consideración una categoría amplia. H. Senieiii planteaba “El problema endémico del arte público en una democracia empieza con su definición. ¿Cómo puede ser algo y al mismo tiempo público (democrático) y arte (elitista)?¿Quién es el público? ¿Qué es lo que define al arte o a la escultura hoy en este terreno? ¿Qué es lo que lo hace público, su esencia, quien lo ha encargado o su ubicación?.. ¿Discutimos de escultura pública en el contexto del arte o del diseño urbano, o de ambos? ¿Cómo podemos aproximarnos a una tema que hace aparecer la controversia en los media con más frecuencia que el sentido que toma para su audiencia primaria? Mientras que toda una corriente de pensamiento sobre la ciudad revindica, desde presupuestos rosianos (Bohigas, M.A. Roca, I de Lecea...), la necesidad del monumento como elemento fundamental para "hacer ciudad" debido a su carácter aglutinador y cohesionante, desde el interior del arte nos empeñamos en negar el discurso "monumental", reivindicando la "muerte del monumento" como elemento fundamental de la intervención en el espacio público. Siah Armajaniiv en un debate con Cesar Pelli (1986) establecía “ … la meta básica del arte público es desmitificar el concepto de creatividad. Nuestra intención es la de volver a ser ciudadanos. No estamos interesados en el mito que se ha creado en torno a los artistas y por los artistas. Lo que nos importa es la misión, el programa y la obra misma. Por medio de acciones concretas, en situaciones concretas, el arte público ha adquirido un cierto carácter. Una de las creencias fundamentales que compartimos es que el arte público es no-monumental. Es bajo, común y cercano a las gentes. Es una anomalía en una democracia celebrar con monumentos. Una democracia real no debe procurar “héroes” ya que exige que cada ciudadano participe completamente en la vida cotidiana y que contribuya al bien público”. La investigación desarrollada en el contexto del waterfront y del doctorado nos ha permitido aclarar esta cuestión. Cuando desde el Arte se habla del monumento se habla de una determinada "forma" o "tipología" de actuación y concreción escultórica. Cuando desde arquitectura o urbanismo se habla de monumento se está hablando de un determinado elemento de referencia en la organización del mapa de ciudad (Lynch) absolutamente independiente de su tipología, aunque en muchos casos se reivindique la tipología formalmente más pregnante, el obelisco. Pero no quisiera entrar en una discusión que nos llevaría al interior mismo del mundo del arte. Quisiera volver al esquema y pedirles que visualicen la complejidad del mismo. EL gran número de temáticas cruzadas que aparecen y que, en principio, el artista facilitador que mencionábamos, ha de ser capaz de manejar, coordinar y controlar. 3 Tanto la actividad del doctorado - al que tienen acceso estudiantes de diversas procedencias- como los "workshops" desarrollados por el Observatorio, nos han enseñado que abordar esta compleja realidad requiere una aproximación "multidisciplinar" que es imposible tratar de responder a las demandas si no se trabaja en equipo, en equipos complejos. Como decía antes, la metodología de proyecto, este instrumento inventado en el Renacimiento es uno de los recursos básicos para "disponer esta especie de mesa de operaciones logísticas" que supone la realización de un proyecto de arte público. Quisiera en este punto recordar una definición de G.C. Argán v "El proyecto es la creación de un orden para generar/transformar realidad... Nunca se proyecta para, sino siempre contra: 1.la especulación inmobiliaria 2.la explotación del hombre por el hombre 3.la mecanización de la existencia 4.la inercia de las costumbres 5.los tabúes, las supersticiónes, la resignación 6.lo impredecible, la casualidad, el desorden 7.el destino.... El proyecto es estructura, entendida como conciencia estructuradora... (Así) el plano no es el proyecto de una acción futura, sino un actuar en el presente según un proyecto" Una clara diferenciación entre dos realidades distintas en el proyecto: el designio, traducido en la consciencia y la voluntad de transformar la realidad y el diseño como el conjunto de procedimientos que permiten la materialización del proyecto. Posiblemente en el arte público actual sobra diseño y faltan designios. Hay un exceso de mercancías estéticas puestas en circulación por los designios de otros que generan el creciente fenómeno de la "fetichización" del espacio público. Posiblemente sea este el momento de intentar una primera aproximación al concepto de arte público. Los más cómodo sería definirlo por la vía negativa, intentar establecer el catálogo de lo que no es arte público (Remesar, 1997)vi. Sin embargo permítanme que introduzca una posible definición "conjunto de las intervenciones estéticas que interviniendo sobre el territorio desencadenan mecanismos sociales e individuales de apropiación del espacio que contribuyen a co-producir el sentido del lugar " Esta definición implica muchas cosas pero sobre todo que el Arte Público debe producirse como señala Armajani 1.- en contextos concretos 2.- otorgarle la función social de transmitir y formalizar contenidos sociales 3.- entenderla como una producción social y cultural basada en necesidades concretas 4.- dotarlo de un carácter cooperativo 4 Las intervenciones de arte público no son únicamente intervenciones de diseño, sino, fundamentalmente de DESIGNIOS. Designios que deben poseer una estructura semiótica y por lo tanto comunicativa para el "mundo" que nos viene dado por el contexto de la operación Si entendemos el arte público desde esta perspectiva, podemos esperar que los procesos de comunicación - es decir de aceptación/ comprensión que pueden poner en marcha los mecanismos simbólicos de identificación/ identidad y desde ellos los procesos cognitivos y de acción de apropiación del espacio- se comporten de modo similar a los procesos normales de comunicación y que por lo tanto se produzcan los aciertos y errores habituales en situaciones comunicativas. 5 El doctorado y el proyecto Public Art Observatory confluyen en la creación del Centro de Investigación POLIS: Arte, Ciudad, Sostenibilidad de la UB, en el que participan además el grupo Ciudad- Identidad -Sostenibilidad dirigido por el Dr. E. Pol. Esta fusión nos permitió llevar adelante el proyecto de Sant Adrià de Besòs: Usos sociales del río Besòs. Recientemente Mary Miss nos explicaba su proyecto para la ribera del río Milwaukee decía " Un río es una imagen irresistible: lo invisible se hace visible. Una pequeña corriente deslizándose por campos, canales, calles; el agua de las casas y de los lugares de trabajo se acumula en cantidades, intervalos y sitios, a menudo, imperceptibles. Es física y visualmente atractivo con su flujo interminable y variando incesantemente sus condiciones. En el proyecto para el río Milwaukee se han tomado estos procesos como tema del proyecto.... Se me recordaba que un sistema natural existe sobre el terreno a pesar de las condiciones y los ambientes urbanos. ¿Existía manera de usar los elementos que se hallaban en este sitio para rehacerlo, cambiar su uso y su relación con la ciudad? ¿Se puede explorar e imaginar la historia así como los elementos presentes en el río se explore y se imagina? En el proyecto se manifestarán los aspectos físicos del río: cuál es su divisoria de aguas, de dónde viene, cómo mueve, cómo cambia. ¿Hay maneras diferentes de pensar sobre el río y nuestra relación con él, nuevas formas de tratar el agua afluente, de configurar sus bordes, de reintroducir el sistema natural que anima el desarrollo del hábitat bajo y en la superficie del agua? ¿En lugar de una colisión entre los ambientes natural y construido, es posible crear una sutura que configure una unión positiva entre estos elementos?"vii 6 Cuando iniciamos nuestra andadura de dos años en Sant Adrià nos preguntamos cuestiones parecidas, pero variamos totalmente el método de aproximación al problema. El grupo CISviii estaba investigando en dos grandes direcciones. La primera se referia a los procesos de apropiación del espacio. La segunda, vinculada, se refería a si estos procesos permitían extraer conclusiones respecto a los mecanismos de participación necesarios para poner en marcha las Agendas 21 Locales tendentes a la sostenibilidad. Nuestro planteamiento fue el de introducir un designio potente en la investigación: buscar el papel del río Besòs en la definición del modelo de ciudad sostenible que debería ser Sant Adrià. Dadas las características previas, tanto de la investigación de la red CIS, como de las conclusiones del PAO y de la investigación sobre Waterfronts, creímos oportuno desarrollar una estrategia de intervención que facilitara la puesta en marcha de un proceso ciudadano de toma de decisiones sobre los proyectos a realizar en el río Besòs. Es decir pusimos en marcha un proceso de participación real de los vecinos al nivel de: i.Establecer el designio popular sobre el papel del río ii.Desarrollar una estrategia de actuación sobre el territorio que pudiera orientar el desarrollo de los futuros proyectos específicos iii.Desarrollar una estrategia de formación de los vecinos participantes en la experiencia de modo que los resultados pudieran ser repetidos y evaluados por parte de otros vecinos. Esta estrategia se basó en el desarrollo de un "Taller de proyectos" iv.Establecer las condiciones finales para que la ciudad pudiera "confrontar" su visión y designio con las que se estaban elaborando desde las instancias técnicas regionales. En los párrafos que siguen se resume el proceso y los procedimientos Introducción La exposición que visita es el resultado del primer taller de participación ciudadana, desarrollado bajo los auspicios del Área de participación 7 ciudadana del Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs y coordinado por el grupo de investigación «Intervención ambiental: ciudad, arte, sociedad, sostenibilidad» de la Universidad de Barcelona. El recorrido de esta exposición pretende evidenciar el proceso de trabajo y las conclusiones a las que ha llegado el primer Taller de Participación Ciudadana que, a lo largo de más de 9 meses, ha analizado, estudiado y ha aportado soluciones a uno de los problemas estructurales de Sant Adrià: el río Besòs. El taller ha abordado la problemática del río, no sólo desde la perspectiva medioambiental , temática que por descontado es importante para la ciudad, máxime en el contexto de los planes de regeneración del conjunto del río Besòs, sino también desde la perspectiva de rescatar el río en el contexto de la creación de un modelo de ciudad, en el que esta vía de agua, se convierte en un elemento central y articulador del posible desarrollo urbano, social y comunitario de la ciudad. Por ello el tema central del taller ha sido el de los usos sociales que se pueden dar a río en el contexto de su regeneración ambiental. Objetivos del taller Podemos aislar diversos objetivos implícitos en la formulación de este taller. 1.- Objetivo participación. La puesta en funcionamiento del taller y su organización de trabajo tienen como primer objetivo, potenciar la participación de los ciudadanos respecto a pensar, idear y conformar propuestas de uso público para abordar, desde una perspectiva local y propia, los posibles desarrollos y planes de actuación sobre este territorio de la ciudad. 2.- Objetivo información. A través del desarrollo del taller y dadas las características del trabajo que analizaremos más adelante se pretende establecer un sistema de información ciudadana basado en las características de representatividad de los componentes del mismo y en su capacidad de diseminar la información en sus grupos de origen (AA.VV, asociaciones culturales, etc) 3.- Objetivo formación. A través del desarrollo de la actividad se pretende formar a los participantes en temáticas de tipo técnico y en capacidad de análisis territorial y regional. Usualmente este tipo de formación no se produce en los procesos participativos puesto que la intermediación de los técnicos impide a los ciudadanos el desarrollo de sus capacidades discursivas e ideativas. La participación en el taller supone, también, aprender a considerar la distancia existente entre el deseo o las expectativas y la viabilidad de las conclusiones. 4.- Objetivo de extensión a la comunidad. Dadas sus características el sistema de difusión del proceso y resultados del taller posibilitan que de modo directo una buena parte de la población «participe» en la discusión y crítica de los resultados que se obtienen, al mismo tiempo que el taller se convierte en un proceso abierto, al estar 8 abierto a nuevas incorporaciones y a las opiniones del conjunto de la población Metodología de trabajo Habitualmente los procesos de participación ciudadana se plantean desde perspectivas metodológicas propias de las ciencias sociales y de la praxis política. Por lo general estos procesos se convierten en actividades de detección de problemas y de consulta de las posibles soluciones a los mismos y la participación de los ciudadanos queda limitada a estos dos polos del proceso de toma de decisiones sobre los problemas. El taller introduce como núcleo de su actividad la metodología de proyecto. Esta metodología ha sido propia hasta el momento de algunas disciplinas como la arquitectura, el diseño o la ingeniería, y más recientemente se ha extendido a una parte importante de los ámbitos de gestión, tanto en la empresa privada como en la administración pública. La metodología de proyecto se sustenta en tres elementos importantes: 1.- La conceptualización o diseño de escenarios No es posible desarrollar un proyecto si éste no se inscribe en un marco que le otorgue sentido. Este marco puede ser considerado como un escenario en el cuál va a desarrollarse la totalidad del proyecto. El estudio e identifiación de este escenario es el que posibilita la creación de proyectos autónomos, de calidad y sobre todo no miméticos respecto a las imágenes que de las posibles soluciones se puedan tener a través de los medios de comunicación o de otros sistemas informativos. Este diseño de escenarios supone al mismo tiempo, abordar el proyecto local desde una perspectiva más amplia (dialéctica localidad - globalidad) 2.- Acotación del tema a desarrollar En esta fase, tras la construcción del escenario, se procede a delimitar y acotar el tema sobre el cuál versará el taller y a partir del cuál se procederá en las fases siguientes. En esta fase es muy importante rescatar la memoria, bucear en el pasado histórico, antropolológico y cultural que ha definido. Al unísono, se debe desarrollar todo un análisis de la situación presente y actual respecto al tema que se está definiendo. El proceso se desarrolla de modo dialéctico, detectando los problemas y necesidades del presente y contrastándolas con los datos surgidos de la memoria. Es fundamental descubrir que los datos del presente están condicionados por el pasado, pero al mismo tiempo que determinados problemas del presente pueden tener las soluciones que existían antaño. Este procedimiento permite generar signos y señas de identidad que van a definir de modo importante el desarrollo del proyecto. 3.- Los puntos a favor y en contra del tema a desarrollar. Jerarquización/ territorialización de las posibles necesidades Una vez acotado el tema debe ser desarrollado de modo que obtengamos un mapa muy claro de aquello que actúa a favor y en contra del tema definido. La exploración en profundidad de los datos del presente, la puesta en visibilidad de estos datos, el desarrollo de propuestas más o menos imaginativas que permitan superar las debilidades de la situación, son algunos de los procesos que se ponen en marcha. 9 Finalizada este trabajo se procede al ejercicio de intentar jararquizar las aportaciones realizadas en relación a la importancia social que la implementación de las mismas puede conllevar para la población. En el caso que el tema suponga un trabajo sobre el territorio, esta jerarquización debe acompañarse de una territorialización. La morfología del territorio de la ciudad no es gratuita, responde a la evolución histórica de la misma y de su estudio se pueden obtener conclusiones importantes para plantear la territorialización de la jerarquía anteriormente hallada. 4.- La forma de las propuestas. Fase proyectual En un proceso de participación al uso, el taller habría finalizado su actividad. En la fase anterior es posible presentar un informe que recoja la posibilidad de las propuestas. Posteriormente estas propuestas serán releidas y re-interpretadas por el aparato técnico - político de la localidad y traducido en un proyecto formal. Nuestra pregunta fue y es ¿acaso los vecinos no son capaces de desarrollar «la forma» que desearían para los datos y realidades que aportan?. El uso de la metodología utilizada permite responder afirmativamente a esta pregunta. El recurso a la técnica, a las complejidades técnicas, es una barrera que sistematicamente se interpone entre los ciudadanos y la administración pública. Evidentemente la interposición de esta barrera responde a una estructura y sistema de funcionamiento que ha ideo derivando hacia una especie de despotismo ilustrado que plantea que las soluciones finales a las propuestas o proyectos no pueden ser aportadas por el común de los morales puesto que requieren , un filtro, un interfase de carácter técnico. Si analizamos la metodología de proyecto podemos ver como esta argumentación carece de fundamento. La definición de la forma de las propuestas supone dos fases distintas. En una primera fase estas propuestas, que por el momento se traducen en frases del estilo «zonas verdes», «áreas de recreo», etc, deben reconceptualizarse en relación al parámetro de contenido y en relación a unos parámetros generales de tipo formal. Una zona verde puede ser una zona verde de césped o bien una zona verde de vegetación mediterráneo. Formalmente estas zonas verdes pueden tomar diversas formas - las que el territorio permita, las que diseñemos redondas, cuadradas, etc). Planteamos que en esta primera fase proyectual no hay impedimentos de tipo técnico, tan sólo posibilidad de formalizar las propuestas dotándolas de contenido específico y aproximado determinadas soluciones formales. Este proceso lo puede realizar el común de los mortales. En definitiva esta primera fase permite establecer los «esquemas directores» que son radicalmente distintos de la materialización del proyecto, segunda fase, en la que, obviamente, la intervención de determinados técnicos es crucial, tanto para evaluar la viabilidad de la propuesta proyectual, cuanto para plantear las soluciones definitivas a las propuestas contenidas en los proyectos. Nada nuevo si nos atenemos, en el campo urbanístico, a la distancia existente entre los planes directores y las soluciones concretas que se aportan. 5.- La comunicación de la propuesta Los procedimiento habituales suponen una evaluación técnica y política de los resultados de procesos de participación ciudadana. Con la 10 metodología que se propone se plantea la necesidad de una evaluación del taller por parte de la propia comunidad, puesto que se entiende que el proyecto no está acabado si no se revierte a los ciudadanos a quién el proyecto va dirigido. En este sentido, además, para cumplir con los objetivos 1, 2, y 4 (en menor medida el 3), el revertir el trabajo al conjunto de los ciudadanos es esencial. Para ello es necesario desarrollar otra fase del taller en el que los participantes planteen, estudien y diseñen las vías y los modos de comunicación con el resto de la ciudadanía. Creemos que el proceso seguido en Sant Adrià, constituye un buen modelo que permite, con ligeros retoques en función de cada caso, establecer las pautas básicas del sistema de comunicación con la ciudad, con los ciudadanos, al mismo tiempo que potenciar la participación activa de quién lo desee en el desarrollo de la fase final del proyecto. En esquema este desarrollo consiste en: 5.1.- La exposición. Se debe diseñar una exposición que recoja los contenidos, fases, procesos, aspectos y propuestas esenciales del taller. Esta exposición se soporta en dos formatos distintos. Uno es el clásico que permite la itinerancia por la totalidad del territorio de la población, acercando las propuestas a la totalidad de los ciudadanos. Esta forma expositiva debe acompañarse de los nuevos soportes que el uso de la Tecnología de la Información permite: los CD-ROM y las páginas Web (cuando sea posible). La participación se puede potenciar a través de los modos clásicos en las exposiciones. Es decir a través de cuestionarios que capten la opinión de los visitantes. Si es posible, además, estos cuestionarios pueden tener un formato electrónico que hará que otros sectores de la población puedan participar con sus sugerencias. 5.2.- La explicación a los ciudadanos. Aunque la exposición pueda recoger fielmente el desarrollo del conjunto del proyecto, es necesario, de cara a fomentar la participación, que los integrantes del taller desarrollen una intensa tarea de contacto con el resto del tejido asociativo que no ha participado directamente en su desarrollo, organizando sesiones de trabajo con estos grupos de cara a explicar la experiencia «desde dentro», es decir presentar la experiencia centrándose en los aspectos participativos y de proceso de trabajo más que en los aspectos formales de los resultados que la exposición se encarga de desarrollar. En estas sesiones es muy importante recoger las aportaciones , sugerencias, comentarios y críticas que las propuestas del taller suscitan. 5.3.- La visibilidad. El diseño de comunicación implica también la «gestión de medios». El taller ha de ser capaz de dinamizar los medios de comunicación locales (periódicos, revistas, boletines, etc) para que estos informen acerca del taller, de sus resultados, de la exposición. Esta tarea resulta más compleja cuando se accede a medios de comunicación de alcance nacional y , en este caso, la participación del Ayuntamiento puede ser determinante para trabajar en pro de la visibilidad del taller. 6.- El análisis crítico de la propuesta 11 La última etapa metodológica consiste en una evaluación de conjunto del proceso del taller. Esta evaluación tiene dos aspectos diferenciados. Por una parte es importante que las aportaciones del conjunto de la ciudadanía recogidas a lo largo de la itinerancia sean incorporadas al proyecto, siendo la vía electrónica, del CD-ROM y de la publicación final de la experiencia los medios idóneos para ello. Por otra, es necesario que el taller se enfrente a la crítica constructiva de agentes técnicos y especializados que analicen, valoren y expongan de forma pública los pros y contras de las propuestas presentadas. La itinerancia puede concluir con una sesión tipo mesa redonda, en la que un «panel» de expertos aporte sus consideraciones. Estas consideraciones deben ser recogidas en las conclusiones finales. ¿Cuándo finaliza el taller? Formalmente el taller finaliza en el momento en que finaliza la elaboración de las conclusiones. Ello no significa, necesariamente que el trabajo ha finalizado. Existe la posibilidad de que se den procesos autorganizativos que lleven a los componentes del taller a proseguir su trabajo en el contexto de otros contextos participativos. Existe también la posibilidad de que la voluntad de los participante y el interés político del Ayuntamiento lleven a la prolongación del taller, mejor dicho a la continuación del taller, en otro taller que aborde, por ejemplo el desarrollo de aspectos específicos de la propuesta que requieren un tratamiento pormenorizado, o de aquellos aspectos de la misma que han sido criticados o rechazados por parte de la población. En cualquier caso, el taller «X» finaliza en el momento de la elaboración de conclusiones. A partir de ahí se inicia un nuevo taller en el que volvemos a repetir el ciclo expuesto hasta el momento. Impacto del taller Dependiendo mucho en si el sistema de comunicación del taller ha funcionado, el impacto puede ser considerable en el conjunto de la población, especialmente si el Ayuntamiento asume un rol proactivo tendente a incorporar las propuestas o parte de ellas en sus estrategias políticas y de gestión. Sin embargo quisiéramos hacer constar la importancia de otro tipo de impacto que puede tener el taller. Nos referimos a que las experiencias realizadas pueden configurar una especie de «banco de ideas» sobre procesos participativos y proyectos de temática urbana que pueden servir no para el propio Ayuntamiento sino para posibilitar el uso de estos procesos y proyectos por parte de otras Administraciones Públicas locales, tanto a nivel regional, estatal o supraestatal. En este sentido la posibilidad de una diseminación global de las experiencias (p.e. vía Internet) es fundamental. (ver Remesar, A – Pol, E 1999ix Diversas circunstancias políticas han impedido que el taller llegara más allá que a la constitución de una plataforma ciudadana "Besòs 2004" 12 Pero, sin embargo, nos ha permitido consolidar un esquema metodológico que puede servir de orientación a procesos futuros ¿Porqué arte contra el pueblo? Ciudades en competencia Cada estado es un caso, cada ciudad es una caso. La lógica de la fragmentación impide establecer discursos de validez general que permitan explicar los procesos. Cuando hablamos de arte público, normalmente nos quedamos en el nivel del 13 estudio de casos, mejor dicho de la presentación de casos aislados, sin capacidad para extrapolar a otros niveles de discusión. En el contexto de la teoría, se da el implícito de la imposibilidad de trabajar con meta-narrativas, discursos globalizadores que permitan explicar la realidad con independencia de los casos concretos. Ciertamente esta lógica de las metanarrativas define el espíritu del pensamiento científico fundado en el s.XIX y basado en el optimismo del progreso. Sin embargo quisiera señalar dos puntos importantes al respecto. 1.- La emergencia del discurso de lo local, de lo parcial fue reclamada por primera vez desde el campo de la ciencias sociales desde posiciones de izquierda y progresistas. Se reclamaba el estudio de los aspectos específicos de la vida cotidiana frente a las generalizaciones excesivas de las disciplinas particulares. 2.- El desarrollo del discurso de lo local ha sido apropiado por la lógica neo-liberal como tema central a una meta-narrativa – que por cierto nunca se pone en discusión – que pretende demostrar la imposibilidad de ligar los procesos de globalización con los procesos sociales y culturales que se producen sobre un territorio concreto. Mientras que el espacio tiempo de la globalización es el del flujo de información – considerada siempre de forma abstracta, genérica e incluso metafórica- el espacio tiempo del territorio concreto es el de la supervivencia y en pocos casos el de la resistencia. Obviamente no estamos todavía – creo que no estaremos nunca- en la situación de poder desligar el flujo globalizador de los procesos concretos anclados en el territorio. El flujo de la globalización requiere del territorio para existir. O dicho en otros términos, la globalización – basada en la liberalización de los mercados, la informatización de los procesos productivos y el fundamento del conocimiento – puede ser considerada como un modelo territorial del capitalismo multinacional. Un modelo territorial que, ciertamente, supera las fronteras dibujadas por el largo proceso de creación de la sociedad moderna, es decir supera las fronteras de los estados nacionales, pero establece otra geografía, otra geo - política que obliga a las ciudades ( el significante más claro de los procesos de globalización) a estar en un permanente estado de competencia, obliga a las ciudades a actuar como principales agentes económicos del sistema con la finalidad de atraer capitales e inversión, al mismo tiempo que mantener la tasa de puestos de trabajo (aunque sea en sectores nuevos y aunque sea en situación de precario). Las ciudades, ancladas en el territorio, se muestran como los agentes más activos en la expansión y desarrollo del modelo de la globalización. Al mismo tiempo que el escenario más adecuado para desarrollar políticas de desarrollo urbano que permitan la mejora de las condiciones de vida del conjunto de sus residentes. Señala muy bien Diana Cranex (1987) (…) “I will argue that the most influential artworks are created within the context of styles that are shared by members of social groups …. As a group phenomenon, a style represents a kind of collaborative endeavor on aesthetic problems, in the sense that members follow 14 each other’s work and exchange ideas” (op. Cit p. 19) . These Art Styles function as Cultural Networks characterized by draw upon a set of ideas a particular configuration of concepts and symbols the works of the members exhibit the characteristics of that style in varyiing degrees, including all the justificative staments about the style produced by the criticism aparatus En términos de Bourdieu(1994)xi los agentes implicados en la producción de un determinado estilo, en cuanto cultural network, comparten 1.- Posición social. El grupo toma partido con relación al resto del mundo del arte y de la sociedad 2.- Disposiciones (habitus) como principios generadores de prácticas distintas y distintivas 3.- Las tomas de posición, las elecciones que los agentes operan en el dominio de su práctica En cualquier caso como bien señala J. Lewisxii (1990) “the people who benefit from public funding of art are, overwhelmingly, the educated middle class… all the surveys and audience profiles carried out in recent years reveal the same thing; namely that the barriers to most people’s participation in consumption of publicly funded art are class and education” (op.cit. p 13) En este contexto, por lo general las políticas de arte público se centran en la provisión de obras de arte coherentes con el esquema de desarrollo urbano ( de espacios y arquitectura) propuesto en la dirección que señala Zukin (1995) de incrementar, a través de la cultura, la base de la economía del “real state” y de la economía simbólica y posibilitar el desarrollo del “innovative milieu” que señala J. Verwijnen. Arte público por y para el ciudadano Sin embargo muchas veces se olvida la gran diferencia entre arte público y el arte en el espacio público radica en que el primero debe tener como objetivo que los ciudadanos tengan control sobre la estética de su propio ambiente. Tener el control significa en términos de Zukinxiii invertir las tendencias de los procesos de identidad cultural de las imágenes globales hacia lo local, de las instituciones privadas a las públicas y de la pseudodiversidad mediática a lo “común” de la comunidad. El arte público se constituye así en un proceso político ciudadano de enorme importancia, en cuanto es la ciudadanía misma y no los agentes mediadores pertenecientes a las redes culturales que definen los estilos artísticos, la que accede a la definición de los procesos y flujos de estetización del entorno y ejerce, a través de una reflexividad compartida, el control sobre su propio destino expresado en la forma de la ciudad. 15 El papel del artista debe cambiar. “Art often surprises, provokes and even angers viewer. By definition, artists seek to express thoughts, feelings, and perspectives that may never have been seen or heard before. In applying their unique lens to the society around them, they can bring its problems and flaws into sharper focus. Just as they can be the catalysts of beate and conflict, their insight can also promote understanding” ( Bond & Witt, 1995:3)xiv. Se abren nuevas expectativas en la línea del artista como facilitador social ayudando a generar lo que M. Milesxv (1997) señalaba como “new urban discourse” que debe conducir a un “empowerment of the dwellers “ y tratar de ayudar en el cumplimiento de la Agenda i El seguimiento del Public Art Observatory se puede hacer en http://www.ub.es/escult/1.htm ii Lash, S – Urry, J. Economies of Signs and Space. SAGE. London.1994 ISBN 0-80398471-5 iii Sennie, H Contemporary Public Sculpture.Oxford U.P.1992 ISBN 0-19-507318-5 iv in Diamonsen, Diálogos sobre la Arquitectura USA. Barcelona. Gustavo Gili, 1976 v G.C. Argan. Proyecto y Destino. Eudeba. Buenos Aires, 1969 vi Remesar, A. Hacia una teoría del Arte Público. On-line en http://www.ub.es/escult/1.htm, recopilado en Remesar, A @rte contra el pueblo. Tensiones entre democracia y diseño urbano/arte público. Publicaciones de la Universidad de Barcelona. ISBN 84-475-2191-5 vii Miss, Mary. Camino fluvial del Milwaukee, en Brandao, P – Remesar, A (ed) Espaço Publico e a Interdisciplinaridade. (edición en Portugués, Castellano e Inglés) Lisboa. Centro Portugués de Design, 2000 ISBN 972-9445-117 viii Pol, E et al. Metropolis 2000. Paris – Barcelona. Monografies socio-ambientals, 12.Cer POLIS – IAPs, 2000. ISBN 84-475-2412-4 ix Remesar, A – Pol, E Repensar el río. Usos sociales del río Besòs. Barcelona. Publicacions Universitat de Barcelona – Public Art Observatory, 1999. ISBN 84-475-21907 x Crane, Diana The transformation of the Avant-Garde, Chicago university Press, 1987 xi Bourdieu, P Raissons practiques. Paris. Du Seuil, 1994 xii Lewis, Justin Art, Culture & enterprise. London. Routledge, 1990 xiii Zukin, Sharon The Cultures of the Cities.Oxford. Blacwell, 1995 xiv Bond,J- Witt,V: Rebuilding the Public Consensus behind free expression, in Peter,J.A. – Crosier, L.M. The cultural Battlefield. Arts Censorship & Public Founding. Glimsom. Avocs. Pub. 1995 xv Miles, M Art, Space and the City. London. Routledge, 1997 16