Excmo. Sr., es un honor representar a la Comunidad de la Facultad de Ciencias del Mar en tan merecido acto de reconocimiento a su persona. Para los que convivimos con Vd durante años, tiene una significación emocional adicional muy especial. Resumir en varios minutos la gran cantidad de experiencias compartidas con el Ser Humano que hoy honramos, es tarea harto difícil. Ello supondría sumar sus múltiples facetas: como Profesor de Investigación del CSIC y Director del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, como científico y humanista, como Catalán Universal y Canario de Adopción, como portador de la Medalla al Mérito Civil, como Miembro de La Academia de Artes y Ciencias de Catalunya, como Dr. Honoris Causa de esta Universidad”. Viajero incansable, ha llevado por cerca de 70 países el fruto de su trabajo y su pasión por la investigación marina en la estanca y oscura postguerra Española. No en vano, experimentó la represión del régimen por defender publicaciones científicas en su bella lengua materna. Fue objeto de curiosidad de colegas extranjeros que miraban a la hermética España franquista con desdén, no falto de admiración, por los trabajos que presentaban, plenos de creatividad (tan española), de método e interés científico, de resultados. Formó parte y compartió amistad, trabajo y sueños, con una escuela de investigadores que han marcado una gran parte de la historia científica española: Lopez-Capont, Larrañeta, Oliver, Margalef. El mundo les consideraba, junto a la escuela japonesa, uno de los mejores grupos de Ecología Marina del planeta. Ellos cimentaron fieles a nuestra herencia marinera española, las bases de la actual excelencia investigadora en Oceanografía de nuestro país y por ende, de esta facultad. Una tarea, personificada en la persona que hoy honramos. De hecho, los primeros viajes del Dr. Bas a Canarias se remontan a la década de los setenta, cuando dirigió las primeras campañas oceanográficas españolas, las ATLOR, en las décadas de los 70 y 80 en la cuenca Noroccidental africana. En aguas del aquel entonces banco canario sahariano que tan bien conoce. Por su gran experiencia, y visión formativa, por su entusiasmo y curiosidad científica que aún emanaba en el momento de su jubilación, fue propuesto para asesorar durante 12 años (de 1988 hasta 1999) a esta Universidad y ayudar a consolidar este Centro y estos estudios. Enseñó en el aula, formó un grupo de investigación, ayudó a consolidar la Facultad de Ciencias del Mar en la que tanto creía y a la que tanto defendía en foros nacionales e internacionales. Ayudó a convertir nuestro Centro en una referencia científica y formativa de fama internacional. Pero además, y aunque el contrato no lo incluyera, el que suscribe le vió saltar una valla en plena calle de Tomas Morales, con el objeto de unirse a la cabeza de la histórica manifestación multitudinaria (300000 personas), que se celebró en las Palmas un día de mayo de 1988, reclamando una Universidad para esta isla. Como nos explicó posteriormente “en este momento debía estar junto a mi Rector y su comunidad universitaria…” entendía que no era lícito negar las aspiraciones de cultura y desarrollo científico de todo un pueblo…de cualquier pueblo.... allá donde estuviere”. “Y es que aquí, donde me veis, a mis 65 años, soy mucho más revolucionario que todos vosotros”…. Comenzó su andadura en nuestra Facultad, ejerciendo como docente e investigador. Dispuso de tres becarios predoctorales para formar un equipo. Contábamos con toneladas de ilusión, kilos de espíritu de sacrificio y solo 3000 euros anuales que, sinceramente y visto el astronómico precio de adquisición y tratamiento de las muestras, no daba para muchas alegrías. Recuperábamos los fondos invertidos en la compra de las muestras de atunes y caballas con la venta interdepartamental de pescado recién muestreado y limpio, bajando con ello, al mismo tiempo, el nivel de colesterol de nuestra Facultad a mínimos heroicos jamás soñados. Un hito para el grupo fue la adquisición de nuestro primer ordenador. Un IBM 086, con monitor monocromo verde, diez megas de disco duro, medio mega de memoria RAM. Ello se añadía a la “larga lista” de material con el que contábamos: dos ictiómetros de madera, dos balanzas, 6 tijeras, 6 pinzas y 6 lancetas. Un científico eminente y un grupo de jóvenes ávidos de ciencia. Si…..Fueron años difíciles, pero muy gratificantes. Muestreos y embarques sistemáticos, campañas, viajes… Fue tiempo de trabajo intenso, docente e investigador. Recuerdo con mucha “magua” las conversaciones sobre lo humano y lo divino a la sombra de una taza “muy corta de café y con mucha leche”. Nos animaba constantemente a viajar. Nos sugería (y cuando usted sugería algo aquello significa a todos los efectos HÁGALO) a asistir a workshops y reuniones allén de los mares. A congresos y comisiones nacionales e internacionales, a desarrollar estancias de formación en el extranjero. Aún recuerdo y me sigo riendo que en más de 50 vuelos intercontinentales en estos 15 años, aún no he tenido la oportunidad de batir el record absoluto de un Gran Canaria IslaReunion que me consiguió en una agencia “perdida en la montaña” que la pela era la pela”. Pasé 40 horas en un vuelo que actualmente se hace en 12 horas (parís-reunion). 2 días volando… utilice 4 monedas. Me hablaron en 6 lenguas. ….La combinación haría de un vuelo de una compañía de bajo coste un viaje en bussiness.class. Y hete aquí que entre 1991 y 93, su equipo progresivamente como flamantes Investigadores doctores que empiezan a dirimir su propio camino. Su propio futuro. Hoy día este Grupo de Investigación, cuenta con 4 Profesores Titulares de Universidad y 8 sexenios. Cuenta con varios CTIs., ha defendido 15 Tesis Doctorales y múltiples DEAs. Un Master de postgrado universitario… El grupo, su GRUPO, ha desarrollado y desarrolla programas con importantes instituciones europeas y extranjeras. Ha publicado más de 200 trabajos en prestigiosas revistas indexadas y suma además unas 40 estancias en centros de investigación de excelencia internacional. Su Grupo ha depositado en diciembre de 2010, un droide submarino que cruzó un océano por primera vez en la historia de la oceanografía en el Museo Smithsonian de Washington DC. Un droide que lleva adosado una pequeña pegatina de esta Facultad como símbolo del trabajo de su Grupo y de la impronta que nos transmitió. Obvia por ello decir gracias Dr. Bas por su inestimable dirección y experiencia sin la cual este sueño, Su sueño, no se habría convertido en realidad. Por ello y creo que en el nombre de todos y cada uno de los miembros de esta Comunidad universitaria, “su Facultad”, le transmitimos nuestro más sincero agradecimiento por la aventura humana que hemos compartido juntos. Sabe además, que el que esto suscribe le profesa un profundo cariño, un gran respeto y veneración. Forza, vent, mar i honor a tots. Moltes gracies, Dr. Bas.