Clase Nº 3

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CLASE III. P y C I
Cuenca presenta los conectores más específicos de la argumentación:
Conectores específicos
Relaciones de
Contrastativos
a)Oposición; b)Sustitución; c) Restricción; d)
Contraste.
Causales y consecutivos
a) Causa; b) Consecuencia; c) Conclusivos.
Distributivas
Condicionales
Generalizadores
Ejemplificadores
Antonio E. Di Stefano establece la siguiente clasificación
TIPO
SIGNIFICADO
Otros conectores de igual
valor
I INTRAORACIONALES
a) De coordinación
Copulativos
y
Además, también, ni
Disyuntivo
o
o
Alternativos
pero
Aunque, sino, sin embargo,
no obstante, con todo.
Distributivo
No solo, sino también
Por eso, por consiguiente
Consecutivo
Por lo tanto
Por eso, por consiguiente, en
consecuencia.
Temporal
cuando
Antes, siempre, después
Final
para
A fin de, con el objeto de
Causal
porque
Puesto que, ya que, como
Consecutiva
Si, entonces
Si bien, por más que, aunque
b) de subordinación
Condicional
Con tal que, siempre que
II EXTRAORACIONALES
a) ordenadores
En primer lugar, en segundo
lugar, por último
Para comenzar, en primera
instancia, para continuar, por
otra parte, finalmente, para
terminar.
b) anafóricos
Relación
En relación con; respecto de;
(al respecto), asimismo; del
mismo modo.
semejanza
Igualmente; esto; o sea
Apositivo (reiteración)
Reiteramos; es preciso volver
a explicar.
Resuntivo
Para resumir; en síntesis
Caballero y Larrauri presentan el siguiente cuadro en el que se recogen los tipos de conectores
más habituales en el discurso filosófico; en él señalan las funciones de cada uno:
TIPOS DE CONECTORES
EJEMPLOS DE CONECTORES
Causa: Indican que los enunciados que los
siguen explican o dan razones de los
enunciados antecedentes.
Porque, pues, puesto que; dado que<, ya
que; por el hecho de que; en virtud de.
Certeza: Indican que los enunciados que lo
siguen son enunciados ya probados por el
autor (tesis validadas) o enunciados
aceptados por una comunidad.
Es evidente que; es indudable que; nadie
puede ignorar que; de hecho; en realidad;
está claro que.
Condición: siempre que en un texto
aparezca un condicional, este va seguido de
una consecuencia. Puede suceder que la
palabra que introduce un enunciado como
consecuencia de otro no vaya precedida de
ningún conector. En estos se ha de hacer
explícito un entonces (o cualquier otro
conector de consecuencia) aunque en el texto
no esté.
Si, con tal que; cuando: en el caso de que;
según; a menos que; siempre que; mientras;
a no ser que.
Consecuencia: Indican que los enunciados
que los siguen son efecto de los
razonamientos antecedentes o de una
conclusión.
Luego; entonces; por eso; de manera que; de
donde se sigue; así pues; así que; por lo
tanto; de suerte que; por consiguiente; de ello
resulta que; en efecto.
Oposición: Estos conectores señalan que los
enunciados que vienen a continuación
contienen alguna diferencia respecto de los
que le preceden. La diferencia puede no ser
más que un matiz o, por el contrario, puede
ser algo totalmente opuesto a lo afirmado
anteriormente.
Pero; aunque; contrariamente; en cambio; no
obstante; ahora bien; por el contrario; sin
embargo; mientras que.
Otros: elementos que se utilizan para
Entiendo, pienso, creo, desde mi punto de
introducir una oposición.
vista; a mo modo de ver.
PROPUESTAS DE TRABAJO
Lea los textos “Censura y agravio” y “Ferrari y la censura”. Identifique el género discursivo.
Defina la problemática abordada y el punto de vista sostenido, teniendo en cuenta el tipo de
cita (directa, indirecta, alusión) y su valor en el texto.
“Censura y agravio”
Señor Director:
“La censura es una de las armas más eficientes de los regímenes dictatoriales. Amordazar la
expresión del diseño implica obliterar la mente y degenerar los espíritus”. La explicación
simplista del relato de Babel (Génesis 1: 9) es que fue la arrogancia de aquella sociedad que,
habiendo alcanzado cierto desarrollo tecnológico, pretendía construir una torre hasta los cielos
mismos para que el hombre morase con los dioses, lo que generó la ira de Dios. Sin embargo,
hay quien propuso ( Rabi Ovadiah Seforno, 1550) una explicación alternativa. El relato
comienza diciendo: “Toda la tierra tenía un solo idioma de donde se deduce que la idolatría era
una expresión de fe impuesta por un régimen tiránico.
Por ello, el castigo (¿o la bendición?) divino fue la confusión de las lenguas. Pues al decir del
exegeta, es a través del discurso y mediante el intercambio de ideas que se arribará al
encuentro con el Creador.
Sin embargo, la crítica por más fuerte y contundente que fuere, no puede caer en el agravio.
Estas reflexiones vienen a colación de la discusión instalada en la sociedad argentina referente
a la exposición de las obras de las obras de un famoso artista plástico, en las que se pretende
expresar una crítica a la fe y a la jerarquía eclesiástica, mediante imágenes que son vistas cual
cruel burla por los muchos que tienen en las mismas un símbolo caro a su credo y ser.
Comprendo que el artista en su arrebato inspirador vaya creando aquello que viene a su mente
y a su sentir. Pero si bien la obra es el fruto de lo más íntimo de su espíritu, ésta, una vez
expuesta, es dirigida hacia el otro, a quien pretende impactar de alguna u otra forma.
Cuando la crítica se manifiesta mediante la ofensa pierde su efectividad, no alcanza su
objetivo, solo hiere al prójimo. El Levítico (19:17) enseña: “No odies a tu hermano en tu
corazón, reprender habrás de reprenderlo”. La crítica es un elemento sustancial para el diálogo,
nutriente indispensable para nuestra maduración espiritual, mientras sea sustentada en el
respeto y la consideración para con el prójimo, a quien se pretende enmendar y no denostar
con la misma.
De acuerdo con el profesor Sefonías (3:9), en el fin de los tiempos, Dios trocará el idioma de
los pueblos por un idioma claro, para que todos puedan invocar con él el nombre de Dios y
servirle hombro a hombro. Seguramente que es el idioma que sabe reflejar el respeto y el
efecto hacia el otro y que desesperadamente debe forjarse para hallar mancomunadamente el
sentido de la existencia.
Rabino Dr. Abraham Skorka.
FERRARI y la CENSURA
Señor Directo:
En los últimos días los ciudadanos asistimos a través de los medios a una contienda entre la
muestra de un artista gráfico (León Ferrari) y ciertas facciones de la Iglesia Católica.
El arte, históricamente, ha precedido siempre a las instituciones que sueñan quedar fosilizadas
en el desarrollo de la historia. Con dar la mirada hacia atrás podemos darnos cuenta de que
aquellos artistas que en su momento parecieron salirse de un orden establecido, poco después
fueron aceptados e integrados en el vivir social. Su visión que pareció alocada terminó
enloqueciendo a la sociedad.
El arte, cuando es arte, hace pensar. El arte, cuando es arte, se muestra muchas veces
trasgresor y provocador. La provocación libre y suelta del arte generalmente choca con los
fundamentalismos dogmáticos. Es doloroso, a mi modo de ver, de la jerarquía eclesical en
Buenos Aires , en relación con la muestra de Ferrari. Doloroso porque en vez de haber
aceptado el desafío del pensar, volvió los pasos hacia atrás y echó manos a una suerte de
acusaciones inquisitorias del tiempo medieval y de una país de Jauja.
La palabra más escuchada fue blasfemia. ¿No hubiera sido mejor tomar un camino de diálogo
desde el sentido estético? En vez de sangrar por la herida, ¿no hubiese sido más provechoso
reflexionar sobre qué imagen de Dios pinta Ferrari y qué imagen de Dios defiende “la Iglesia”?
No. La censura, la barbarie y la irracionalidad parecen haber manejado el juego.
Pero volvamos a la blasfemia. Esta palabra arrojada por algunos sobre la muestra tiene un
efecto de boomerang. Si tomamos los evangelios de Mateo y Marcos, y dirigimos nuestra
mirada al enjuiciamiento de Jesús, encontramos que la Condena a muerte de Cristo se abre
camino a través de la acusación de blasfemia:”Entonces el sumo sacerdote se rasgó las ropas,
diciendo ha blasfemado” (M 26:65) Releo las acusaciones realizadas a la muestra, de donde
vienen y a dónde van, y me parece encontrar cierta analogía con los tiempos de Jesús. Pero
mejor no hablar de esto, no vaya a ser que los “representantes de Cristo” sean los que
opresores de la vida y los acusados sean los cristos de hoy que seguimos crucificados.
P. Leandro Calle
Propuesta 2
Elija una de las hipótesis que transcribimos y escriba tres argumentos a favor o tres en contra.

El estado debe proveer en forma gratuita de preservativos a los jóvenes entre los 12 y
18 años.

Se debe impartir educación sexual en todas las escuelas

La fabricación de medicamentos debe estar exclusivamente en manos del Estado.
PROPUESTA 3
A partir del siguiente corpus de textos, producir un texto argumentativo entre 30 y 40 líneas que
responda a una hipótesis. Para la producción escrita deberá:

Elaborar un título que diferencie su texto de otros.

Organizar la estructura del texto.

Planificar y analizar la argumentación.

Respetar la estructura del discurso argumentativo.

Revisar con un compañero, reformular ideas, corregir, transcribir.
La desesperación pendular de América Latina.
Hay que alcanzar la dignidad humana.
C. Fuentes.
Introducción al Informe de la Comisión latinoamericana y del caribe a la Conferencia Mundial
sobre Desarrollo Social. Copenhague, 6 al 12 de marzo de 1995-
San Jerónimo de México. Algo se está agotando en Latinoamérica: los pretextos para justificar
la pobreza. Ni raza, ni clima, ni latitud, ni etnia sirven para dar razón a la existencia de
doscientos millones de pobres. La pobreza ha dejado de ser destino religioso, resignado pero
feliz, preferible a la riqueza que tiene, como el camello por el ojo de la aguja, vedado el ingreso
al cielo. “Vivir nacer, en la dura ceniza agachados”, así describía Pablo Neruda a la fatalidad de
la pobreza.
Cada vez resulta menos convincente el pretexto colonial. También fueron colonias Canadá,
Estados Unidos y Australia y son naciones ricas. Pero también fueron colonias los países
francófonos de África que siguen siendo pobres. ¿La culpa es de Iberia?. ¿La Castilla
miserable de Antonio Machado? Quizás. Pero después de doscientos años de independencia,
los países de América Latina ya no pueden achacarle noventa millones de seres en pobreza
extrema a la Contrarreforma. Es probable que muchos de nuestros males le sean atribuibles a
Felipe II. Aunque sea cierto, también es remoto. Más amparo tuvieron, en todo caso, los
desamparados, bajo la tutela de las leyes de Indias y el respeto a la monarquía española hacia
las tierras de las comunidades indígenas, que bajo las constituciones republicanas que
autorizaron el despojo en nombre del mercado y el genocidio en nombre del progreso.
VAIVÉN
¿Latinoamérica es pobre porque no se ha desarrollado?, ¿o no se ha desarrollado porque es
pobre? Causa y efecto se anulan mutuamente, contribuyendo a ese vaivén, a esa
desesperación pendular que un día Germán Arciniegas ubicó entre la libertad y el miedo, entre
la anarquía y la dictadura. Huérfanos seculares de la razón y el progreso, los latinoamericanos
buscamos ávidamente teologías que nos den la fe, si no la razón, y seguridad, di no progreso.
De Santo Tomás de Aquino a Kart Marx pasando por Rousseau, Comte y Bergson y siguiendo
con Keynes, Hayek y Friedman, somos comunicantes desamparados en busca de una iglesia.
Nos tragamos todas las hostias, así sean ruedas de molino. Y nos va mal, pronto descubrimos
que al Diablo que nos engañó, impidiéndonos llegar a la Tierra Prometida del Desarrollo, la
Democracia y la Justicia. Nos cuesta aceptar que el diablo somos nosotros mismos y que,
como en el poema de William Blake, las puertas del cielo y del infierno son contiguas y de
nuestra propia hechura.
DESIGUALDAD Y POBREZA
La desigualdad y la pobreza nos marcan con un hierro candente. Lo que se gana, se pierde:
pobreza y desigualdad generan desesperanza y resignación a veces, pero también mueven
voluntades. Apenas se les presenta la oportunidad del ascenso social, nuestros hombres,
mujeres, y niños lo toman. Doy un ejemplo. El abuelo llegó del campo con el impulso de la
Revolución, la Reforma agraria, las comunicaciones, la industrialización. Nuestro primer
secretario de Educación, José Vasconcelos, le dio al joven abuelo la primera escuela y el
primer libro. El hijo, en la segunda generación, pasó de la clase obrera a la clase media, y
desde joven adquirió libros y en ellos encontró sus señas de identidad- de Borges y Neruda a
Gabriel García Márquez y Rubén Darío. Pero el nieto, golpeado por la crisis económica de la
década perdida, debió abandonar los estudios a los trece años, irse a la calle para
complementar el ingreso familiar, vender chicles en las intersecciones de las grandes avenidas,
disfrazarse de payaso, suicidarse lentamente tragando fuego para entretenimiento de los
transeúntes o unirse a pandillas criminales. Menhinos da rua en Brasil, guanines en Colombia,
vidas partidas por el rayo de la pobreza, vidas perdidas en las Ararjeas del subdesarrollo.
LA EDUCACIÓN ES EL ARMA
¿Podríamos transformar esa tradición perniciosa? Solo si en el nivel nacional le damos
prioridad a la educación como arma para combatir la pobreza. Sin ello, jamás desarrollaremos
nuestro vasto potencial humano para desarrollar nuestros igualmente vastos recursos
naturales. Sin una educación que llegue a la sociedad entera, no podremos mantener el
equilibrio deseado entre Estado y Mercado. Sin alfabetización no llegamos a la ciencia ni a la
tecnología y, por lo tanto, quedaremos a la vera de la revolución informativa y de la
prosperidad: ninguna economía moderna arrancar con más de cuarenta por ciento de
analfabetos. Pero, sobre todo, sin educación nunca aproximaremos nuestra inmensa
creatividad a nuestra intensa, debilidad institucionalidad política y económica. Sin educación
nunca crearemos la necesaria comunidad en cada país latinoamericano. La comunidad como
compromiso, no como fatalidad.
“Gobernar es poblar” dijo en el siglo pasado el pensador argentino Juan Bautista Alberdi. Hoy
diría:”Gobernar es educar”. El vigor de la América Latina reside en su población. Esa población
quiere alcanzar plenamente la dignidad ciudadana. De población a ciudadanía. En este
proceso indispensable, la cultura se acerca a la política, la creatividad a la economía y la
pobreza cederá a la prosperidad. Una prosperidad modesta, democrática, civilizada,
memoriosa, con la que los latinoamericanos contribuyamos a partir de nuestra experiencia
social, intelectual, artística y jurídica, a un mundo cada día más problemático, más inédito, más
perplejo ante lo que deja atrás y lo que aún no percibe. La cultura fluida de América Latina
tiene raíz histórica, pero también promesa auroral. No en balde nuestro primer escritor mestizo,
el Inca Gracilazo de la vega, lo anunció desde el siglo XVI:”Mundo solo hay uno!.
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