Prólogo de Jutta Schmitt

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Venezuela:
Revolución, Éxodo y Emancipación
Ensayos para la Práxis y Teoría Socialista
Franz J. T. Lee
Venezuela: Revolución, Éxodo y Emancipación Ensayos para la Práxis y Teoría Socialista
Franz John Tennyson Lee Imprenta de Mérida, C.A.
Todos los derechos reservados. Este libro no podrá ser reproducido ni total ni parcialmente sin el previo
permiso del autor.
Primera Edición
“HECHO EL DEPÓSITO DE LEY” Depósito Legal: LF96520077801651 ISBN:
Concepto Gráfico: Yolfred M. Graterol Perdomo Diseño de Portada: Yolfred M. Graterol Perdomo
Diagramación: Yolfred M. Graterol Perdomo
Corrección ortográfica: Jutta Schmitt
Hecho en la República Bolivariana de Venezuela Impresión: Imprenta de Mérida, C.A. (IMMECA) Editorial:
IMMECA
Prólogo
Lo más difícil de un proceso revolucionario y emancipatorio es, sin duda, dejar atrás lo acostumbrado, pisar el
terreno de lo desconocido y enfrentar la creación de lo nuevo con conciencia, constancia y coraje. Nada más
problemático que liberarse de los viejos usos y costumbres; nada más complicado que salirse de la ideología y
práctica, de este nefasto quehacer cotidiano automático sin reflexión, de este topos (lugar) en el que se cría, se
fomenta y se auto reproduce, en cada instante y en cada espacio, el sistema del cual queremos escapar. La
relación amo esclavo o explotador-explotado, al igual que la ideología capitalista enclavada en nuestras mentes
y su práctica acompañante, este ‘pensar’ ciego que no se traduce en hacer y este `hacer’ automático que no se
conecta con el pensar, son los garantes de la perpetuación eterna del sistema capitalista explotador y opresor.
Cada sociedad de clase se reproduce no sólo en y a través de sus estructuras económicas de explotación, sus
instituciones políticas de dominación, sus prácticas sociales de discriminación y sus guerras militares de
destrucción, sino en lo más profundo de la psiquis de las clases explotadas de manera que ellos mismos desean
y cementan, perversamente, su propia opresión. Por ello no sólo es cuestión de éxito o fracaso sino de vida y
muerte el que tengamos una revolución que no sólo sea impulsada o hasta implantada `desde arriba’ gracias a
una coyuntura favorable, sino que también haya nacido
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como producto de la conciencia de clase y de las necesidades sentidas y comprendidas de las clases explotadas.
Proceso revolucionario que no nazca en primer lugar como producto de la lucha de clases ‘desde abajo’ corre el
peligro de un aborto involuntario ya que, psico-políticamente hablado, aquél esclavo al que se le concede su
libertad como un ‘regalo desde arriba’ por parte del amo, de repente no sabe qué hacer con su condición de
hombre libre y se vuelve a poner a la orden de su amo, por miedo a la libertad, incapacidad de tomar
auto-responsabilidad e incapacidad de pensar y actuar por su propia cuenta, producto de la sumisión de toda una
vida. Así es como origina la perversión de la sumisión deseada, equivalente a la alienación humana total, sin la
cual el oprimido ya no parece poder vivir.
Es cuestión de la observación aguda que hiciera Wilhelm Reich en su Psicología de masas del fascismo, cuando
constató, que no es el hecho que un hombre hambriento robe o que un trabajador explotado se declare en
huelga, que requiere una explicación científica, sino todo lo contrario: Lo que requiere una explicación
científica es el hecho que la mayoría de los hambrientos no roban y que la mayoría de los trabajadores
explotados no se declaran en huelga. En otras palabras, es la gran interrogante psico-política de por qué la vasta
mayoría de seres humanos explotados, oprimidos, discriminados y maltratados no se rebelan contra el orden
social existente aun cuando éste atenta tan abierta y brutalmente contra sus intereses de clase y al fin y al cabo
contra sus propias vidas. Parte de la respuesta la encontramos en la manera cómo la ideología de las clases
dominantes, por medio de un constante bombardeo de sus grandes medios de comunicación y propaganda, ha
logrado obnubilar la realidad explotadora al mejor estilo orwelliano, presentando la esclavitud como libertad, la
guerra como la paz, lo irracional como lo racional, lo destructor como lo productivo, lo bárbaro como lo
civilizado y lo bestial como lo propiamente humano. Este control mental y emocional cada vez más refinado y
perverso actúa constantemente sobre la mente de sus víctimas y hace programable su comportamiento a tal
grado que impide cualquier posibilidad de un verdadero acto de liberación.
La otra parte de la respuesta reside en un código establecido de normas, tradiciones y ‘valores’ agrupados en
torno a la religión, que
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fomenta el síndrome del mesianismo, paternalismo y masoquismo, además de la pasividad e impotencia ante el
‘destino divino’ por un lado, y el autoritarismo, machismo, sexismo y hasta racismo por otro lado.
Por todo ello, dejar atrás la ideología, dejar atrás las creencias y emprender, con ciencia y con paciencia, el
arduo camino de la conciencia, de la conciencia de clase, luchar en contra de condiciones que hacen del ser
humano una criatura humillada y arrodillada, luchar contra un sinfín de temores, complejos e incertidumbres,
vencer el miedo a lo nuevo, es el camino de la revolución, del éxodo, de la emancipación. No hay necesidad de
recurrir, por enésima vez, a la religión, a un ente divino o Mesías terrenal para aclarar o explicar lo
desconocido, ni tampoco para señalarnos el camino hacia la salvación. La historia de la salvación no es nuestra pertenece la los que creen en un dios y a todos aquellos que acostumbran convertir a las y los más destacados
pensadores, filósofos, luchadores sociales y revolucionarios en dioses o diablos, mistificándolos de una manera
que su verdadero legado histórico quede opacado, o ante la veneración ciega, o ante el odio visceral. La
respuesta a lo nuevo, a lo desconocido, la constituimos nosotros mismos: las mujeres y los hombres nuevos del
siglo XXI, que emergemos haciendo camino, revolución, éxodo y emancipación.
En este sentido, los siguientes Ensayos para la Práxis y la Teoría Socialista nos brindan un aporte inapreciable.
Son diagnóstico, advertencia y camino a la vez. Nos señalan los peligros del fascismo mundial que siguen
amenazando con aplastar el experimento bolivariano, nos recuerdan la necesidad de un partido de vanguardia
socialista, nos exhortan a que emprendamos una verdadera revolución cultural, nos instruyen en conceptos
básicos del socialismo científico y filosófico, y nos dan, no obstante las profecías oscuras para este siglo XXI,
un optimismo militante basado en nosotros mismos, según el lema de León Trotsky: dum spiro spero - mientras
respire, tendré esperanza.
En Mérida, el 27 de Abril de 2007,
Jutta Schmitt
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Prefacio
A estas alturas transhistóricas fluyentes, cuando nos encontramos :n la sombra global más oscura de la muerte y
en vísperas de una posible guerra nuclear mundial, resulta simplemente increíble ver, en que se ha convertido la
especie humana, esta ‘flor más bella de la naturaleza’ que se auto denomina la `corona de la creación’. Hoy ya
son miles de iraníes inocentes, sobre todo mujeres y niños, que son sentenciados a la muerte por causa de unas
ganancias mil millonarias de petro-dólares estadounidenses, explotados por Bush y los conglomerados
petroleros, llámense Exxon Mobil, Chevron, Texaco, Total entre otros. Dentro del complejo industrial militar
todo el mundo se vuelve nervioso y algo de lo cual Michael Ruppert advirtió, ahora se convierte en una
verdadera realidad fuerte y oscura: la espada de Damocles del peak oil gira sobre Washington D.C. y casi roza
las cabezas de Bush, Rice y compañía. Regresan los viejos tiempos del arma burgués-democrática, la panacea
del `reino del terror’: Robespierre y Danton le dan la bienvenida a la familia Bush y sus amigos bajo la
guillotina de la justicia universal y la paz mundial.
Nunca antes las clases dominantes han temblado tanto como en este ominoso hic et nunc, nunca antes un
‘ganado’ desesperado ha percibido de manera tan tangible su inevitable carnicería por los millones, nunca antes
la humanidad ha estado tan cerca de un genocidio global, de una batalla global entre un dólar moribundo y un
euro condenado, de una catástrofe militar de semejante tamaño.
Y aún, la arrogancia de la clase dominante corporativa, las mentiras obvias y abiertas, la inmoralidad bárbara y
perversa, las masacres despiadadas, el terror desenfrenado y el merodeo horroroso, acompañados por una eterna
sed sanguinaria de aquellos
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parásitos imperialistas y bastardos corporativos que caracterizan al actual globofascismo, todo esto hace sombra
a lo que hicieron monstruos farisaicos del pasado como Draco, Nerón, Calígula, Hitler, Stalin, Franco,
Verwoerd y Pinochet.
La perversión global está tomando dimensiones megalómanas, ocultando la bancarrota total, el carácter
liliputiense, la naturaleza cíclope y el colapso total de milenios de una civilización occidental, griega, judía,
cristiana, alienada y alienadora. Sí, al fin los amos lo lograron, se terminó el juego, ¡alea jacta est!
La sobre producción dio paso a la destrucción total de la naturaleza y la sociedad en el planeta Tierra. Por haber
destruido la negación del capitalismo y por haberle negado un mínimo chance al socialismo y marxismo,
durante más de dos siglos, el egoísmo y la avaricia capitalista e imperialista condenaron a todas las especies a
una larga y sufrida agonía. Todo aquello que llegó a existir a causa de las bombas atómicas de Hiroshima y
Nagasaki ahora merece perecer, incluyendo los amos billonarios más recientes de China, India, Rusia y Brasil.
La globalización siembra orgullosamente el viento y construye muros de penas, pero pronto recogerá su
tempestad dialéctica. Los terroristas belicosos regresan del frente de batalla a casa y es para ellos que se
construyeron las armas electromagnéticas y los campos de concentración fascistas alrededor del planeta.
El año 2007 es un año decisivo para la Revolución Bolivariana que apoyamos incondicionalmente:
Nostradamus, Orwell, Thomas Bearden y Michael Ruppert ya nos advirtieron hace siglos y décadas.
El hombre, el hombre dominante, sus computadoras en una partícula (quantum), sus colonias en la Luna y en
Marte, sus ondas escalares, sus ovejas y sus guerreros exterminadores clonados, su genoma, su sistema de
posicionamiento global, sus scramjet y ‘platillos voladores’, propulsados con la tecnología de Nikola¡ Tesla,
todo esto ya no lo puede salvar, y tampoco su ‘madre de todas las bombas’ o sus armas de destrucción masiva.
Tío Sam: tu dólar ni siquiera vale el papel sobre el cual está impreso, y ¡alerta¡: también los ‘bonos’ de PDVSA
que se basan en
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el dólar quedarán sin valor dentro de 10 años, sus dueños perderán miles de millones de bolívares.
Sí, pato Dagoberto: fallaste en contar más allá de uno, de un uni-verso, de la uni-versidad, nunca aprendiste ir
más allá de ‘A’ en el abecedario de la vida galáctica esférica.
Amo billonario: la lógica formal, las ‘verdades absolutas’, la ideología religiosa, tus creencias dogmáticas, al
igual que el geocentrismo y tu egocentrismo son los que han causado tu caída inexorable, el inevitable fin de tu
hegemonía e imperio global, tu fin histórico ha comenzado. Bombardear a Irán, Pakistán, Cuba, Venezuela o
China no detendrá tu muerte.
Sí, metrópolis: gnothi seauton, ¡conócete a ti mismo!
Patria, hombre-dios patriarcal: tus genios de la antigüedad e ilustración, Sócrates, Kant y Hegel, te han
enseñado la dialéctica. Junto a Marx explicaron lo que es una contradicción, una afirmación y una negación, lo
que es tu relación amo-esclavo aquí en la Tierra. Tu talón de Aquiles no sólo es la verdad, también lo son tu
propio esclavo, tu siervo y tus trabajadores. Tu otro yo es el trabajador, si lo matas, te matas a ti mismo. Y si él
te mata, el resultado será el mismo. En Los Condenados de la Tierra, Frantz Fanon nos ha explicado este
catarsis emancipador: para aniquilar al colonizador hay que erradicar a los dos, al colonizador y al colonizado,
al amo y al esclavo.
Si los trabajadores del mundo destruyesen la división internacional del trabajo y el mercado mundial, entonces
todos terminarían en el infierno viviente. Y si no lo hacen, entonces, como Marx advirtió, tú mismo terminarás
junto a todos tus trabajadores en la barbarie infernal terrenal.
Esto es el trilema actual del éxodo y de la emancipación. Dentro del actual universo laboral unilateral ya no
existe liberación posible, tendremos que trascender, transmutar hacia una verdadera creatividad y creación.
Por esto, la Revolución Bolivariana necesita urgentemente una nueva lógica, ciencia, filosofía y un nuevo
conocimiento, una nueva moral, una nueva revolución cultural, un nuevo ser humano, una nueva existencia y
trascendencia humana, una santísima trinidad humana emancipatoria con su propia práxis, teoría y excelencia.
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Claro, esto no es sólo un asunto local, parroquial, nacional o continental, sino tiene que ver con la emancipación
global y globalizada.
Se fueron los días del reformismo social democrático, de las alianzas entre capital y trabajo, de los sindicatos,
los partidos políticos y movimientos guerrilleros; cualquier esfuerzo emancipatorio con un mínimo chance para
su realización tiene que ser de carácter social, a nivel continental y global. La razón por qué la Revolución
Bolivariana está amenazada desde adentro la he explicado en un mensaje del Año Nuevo 2007:
“Generalmente, como pueblos oprimidos, si de repente se realizan todos nuestros sueños políticos dentro del
capitalismo y de la democracia, entonces tenemos toda la razón del mundo para preocuparnos y para averiguar
dónde las cosas andaban mal. En Venezuela, ganar 11 elecciones seguidas contra el neoliberalismo y el
globofascismo es una advertencia para la Revolución Bolivariana y para nuestro venidero ‘partido unido
socialista’. Si los soldados de las Naciones Unidas en Sudamérica, o sea de nuestros amigos chilenos,
uruguayos, bolivianos y brasileños matan a mujeres y niños inocentes en Haití en nombre del tío Sam, entonces
más vale que seleccionemos con más cuidado a nuestros camaradas o que les enseñemos el verdadero
‘socialismo cristiano’.”
De todos modos, “la crítica revolucionaria siempre es constructiva, porque protege y defiende los intereses de
clase de los más pobres entre los pobres, de los haitianos, de los ‘parásitos’ y ‘recogelatas’ de este mundo.
Aquél, que en el 2007 olvida los intereses humanos de los miles de millones de humanos pisoteados alrededor
del globo, no merece llamarse socialista, cristiano, demócrata, bolivariano o marxista”.
Nos encontramos en el epicentro del caldero de la guerra de ideas, de los ‘psy-ops’, del control mental y del
holocausto mental. Si a estas alturas de nuestras vidas el pensar, la teoría y la filosofía están más allá de nuestro
alcance y se han vuelto algo imposible,
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bueno, entonces sólo nos queda reconocer que hemos perdido el tren transgaláctico a la libertad ya desde hace
mucho tiempo, y que estamos condenados al `llanto y rechinamiento de dientes’, al eterno infierno en este
planeta tóxico, contaminado y dejado de la mano de dios, al único infierno real-existente.
Porque ahora es el momento en que la Revolución Bolivariana tiene que revelar sus verdaderos colores, tiene
que separar el grano socialista germinando de la paja capitalista reformista podrida, estamos experimentando un
momento inmensamente crítico. La revolución se encuentra ante un cruce y tiene que elegir o la afirmación o la
negación del sistema mundial: o bien el camino hacia el capitalismo reformista y al propio infierno, o bien la
autopista al socialismo y a la emancipación humana.
No tenemos alternativa, tenemos que actuar, pensar y superar de, por y para nosotros mismos, aquí, ahora y en
todas partes, todo el tiempo.
Este libro es el tercero de una secuencia que ha empezado en diciembre del 2005 con la publicación de mi libro,
Venezuela: De la Revolución Bolivariana a la Emancipación Humana, seguido por el segundo libro cuya
coautora es Jutta Schmitt, titulado Venezuela: La Revolución Bolivariana pasando el Rubicón, publicado en
diciembre del 2006. Hoy, quiero dar las gracias a todos los amigos y camaradas que han hecho posible esta
trilogía, especialmente a Jutta Schmitt, Martin Schmitt, Maybelli Araque, Iris Buehler, Stella Buehler, Axel
Schmidt, Jesús Nery Barrios y Magda Uzcátegui, quienes prestaron su ayuda inapreciable con sus trabajos de
corrección y revisión de los manuscritos. Un agradecimiento especial a Roy S. Carson de VHeadline.com quien
nos ofreció la libertad de difundir nuestras ideas e informar los lectores en todo el mundo acerca de los avances
de la Revolución Bolivariana en nuestra querida Venezuela. Este libro es un reflejo de esta experiencia
revolucionaria-emancipatoria.
Además, vaya nuestro profundo agradecimiento a la Imprenta del Estado Mérida (IMMECA) y a su
extraordinario presidente, un bolivariano de verdad y tronco de revolucionario, Humberto Martínez, a Yolfred
Graterol y a todo el personal administrativo y obrero de esta
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casa editorial; sin ellas y ellos nuestras publicaciones no hubieran visto la luz. ¡Un gran abrazo a todos!
Finalmente, no dudamos que la Revolución Bolivariana sí puede llegar a su quo vadis emancipatorio, y en el
espíritu revolucionario de León Trotsky hacemos retumbar su consigna, la que enunció hace un siglo, antes de
la Revolución Rusa de 1905, con optimismo militante: ¡dum spiro spero! ¡Mientras respire, tengo esperanza!
Franz J. T. Lee. Mérida, Venezuela. 11 de abril de 2007.
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