39. Socialismo siempreverde: ¿Es la Lucha de Clases reconciliable con el Cristianismo?

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39. Socialismo siempre verde: ¿Es la Lucha de Clases reconciliable con el Cristianismo?
Ciertamente, cada uno tiene el derecho de tener sus propias ideas, pensamientos y conceptos. Sin embargo, en el
momento que los aplicamos a realidades sociales e históricas, cuando conciernen la lucha de vida o muerte de
millones, tenemos que ser muy cuidadosos en cuanto a su aplicación se refiere. Además, cuando conciernen a la
Práxis y Teoría Revolucionaria, al Socialismo y a la Emancipación, entonces, no tenemos otra alternativa sino
que ser científicos y filosóficos.
Lo siguiente es una contribución seria y científica al llamado revolucionario del Presidente Hugo Chávez Frías a
inventar al "Nuevo Socialismo del Siglo XXI". (http://espanol.vheadline.com/readnews. asp?id=32983)
Aplicando conceptos científicos y filosóficos centrales como socialismo de manera indiscriminada y a la ligera,
como lo hacían Stalin e Hitler, equivale buscar serios problemas sociales y ala confusión y esclavitud mental.
En mi comentario publicado en Vheadline el 10 de Abril de 2005: Venezuela: Revolutionary sublime cliffs,
where angels fear to tread, ("Venezuela: sublimes escollos revolucionarios que los ángeles temen salvar") he
advertido acerca de la falacia de tratar de relacionar a Jesucristo y Carlos Marx en el marco de la discusión de
un "Nuevo Socialismo", sin conocer lo que el propio socialismo científico y filosófico ha subrayado en torno a
este asunto delicado.(http://www. vheadline.com/readnews.asp?id=29955)
A lo mejor, el recalentamiento irreflexivo de un rancio brebaje ideológico, es decir, querer inventar una nueva
versión de la Teología de Liberación, seguramente tendría desastrosos resultados en relación
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a la revolución global, haciéndole el juego a la reacción fascista. El Estalinismo, Marxismo-Leninismo,
Catolicismo Romano, al haber fabricado versiones engañosas del socialismo, ya han seriamente perjudicado y
desacreditado al Marxismo y socialismo en los ojos del mentalmente ya controlado público mundial en general.
Aquí, en América Latina, nosotros no necesitamos repetir, una vez más, este error fatal.
En primer término, respecto a la verdadera existencia terrenal, real y concreta de Jesucristo - dejando al un lado
todas las mentiras, los milagros y demás engaños religiosos -, no hay ninguna prueba a ciencia cierta, ninguna
prueba científica, ninguna evidencia histórica, ninguna referencia contemporánea en absoluto que comprobara
la existencia real de Jesús, y mucho menos en los términos en los cuales se nos ha presentado su vida en los
cuatro evangelios censurados, por ejemplo, que su fecha de nacimiento haya sido el día 25 de Diciembre, 0001,
y que después, San Juan o San Marco, sentados a sus pies, hayan grabado cada palabra que expresó como las
futuras verdades absolutas, y que luego haya resucitado de la muerte y ascendido al cielo, y demás farsas.
De hecho, la existencia terrenal del Sócrates platónico o del Platón socrático es también dudable, aunque, en
este caso, al menos sí existen tres contradictorias referencias históricas de sus contemporáneos. Hasta la
existencia de William Shakespeare es un enigma. El asunto crucial es, que no podemos desarrollar un
socialismo nuevo, genuino y auténtico basado en datos dudosos y existencias ficticias.
En segundo lugar, el concepto histórico y el proceso social que se conoce como "socialismo" no es nada nuevo;
ha existido ya desde hace siglos. Añadiéndole un adjetivo como "nuevo", "neo-" o "nuestro" no renueva, no
rejuvenece a esta realidad histórica. De hecho, para actuar y pensar algo realmente novedoso, tenemos que
examinar primero, qué es el "socialismo cristiano", qué es el "socialismo científico y filosófico", o de lo
contrario no vamos registrar sino un patente que ha existido ya desde hace una eternidad.
En cuanto al "socialismo cristiano", conste que la fundamental y devastadora crítica a la religión formulada por
Ludwig Feuerbach,
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Carlos Marx y Federico Engels, constituía precisamente el nacimiento del mismo socialismo científico. La
crítica a la religión, la crítica a toda ideología medieval, primitiva, a las fantasías, quimeras, fantasmagorías,
dogmas, doctrinas, la crítica a la esclavitud mental y a las mentiras, según Marx, es la condición previa
indispensable de toda crítica social al capitalismo global. Los eminentes "padres fundadores", teóricos de la
Revolución Francesa e Industrial, de la democracia burguesa capitalista moderna, eran todos materialistas
mecánicos, es decir, eran ateístas. Separaron Iglesia y Estado, reemplazaron Dios por el Becerro de Oro, por la
Razón, por el Capital.
En tercer lugar, como explicamos en ocasiones anteriores, el socialismo no cayó del cielo como maná. Es un
producto histórico del capitalismo mismo, es su negación. El entero orden mundial, conocido como
globalización, que es un concepto eufemístico para el imperialismo, afirma a sí mismo como capitalismo y
niega a sí mismo como socialismo. Dialécticamente, transhistóricamente, el socialismo es una parte intrínseca
del capitalismo, es su propia negación.
Aceptar cualquier otra explicación a-científica del socialismo, lógicamente resultaría en perder el tren
transhistórico revolucionario que elimina a todas las formas de explotación económica, dominación política,
discriminación social, militarización universal y alienación humana. Un socialismo que no esté dirigido hacia la
aniquilación permanente de esta quintaesencia capitalista, no es "nuevo", y ni siquiera merece el nombre
"socialismo".
Por definición, el socialismo es lo nuevo, lo original y lo auténtico per se; sus armas - la Revolución, la Práxis y
Teoría - son dirigidas en contra de esta paja religiosa e ideológica que es más vieja que Matusalén, en contra del
obsoleto y podrido pantano que es el proceso de trabajo histórico en su fase capitalista, imperialista.
Para saber qué es el socialismo en acción y pensamiento, Marx tuvo que sentarse durante cuarenta años en la
librería del Museo Británico en Londres y estudiar día y noche. Para comprender de algún modo de qué se trata
con el Socialismo Científico y Filosófico,
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hoy día necesitaríamos toda una Universidad Bolivariana, con los más excelentes profesores y estudiantes de
América Latina, para poder obtener una idea de cómo realizarlo y cómo transcenderlo hacia la Emancipación
humana completa.
Permítanos citar de manera extensa lo que todos los Bolivarianos urgentemente deberían hacer hic et nunc, lo
que urgentemente deberían aprender acerca del socialismo:
"Nos hemos liberado físicamente, ¿pero qué pasó con nuestro pensar, nuestros pensamientos y con nuestro
espíritu? ¿No fue esto también el alegato de liberación de José Martí y de Simón Bolívar? Y, ¿qué fue lo que
pasó con nuestras sagradas ideas, sentimientos, sensaciones y emociones originales? ¡Todavía hoy y desde hace
cinco siglos hay un eco esperanzador de ellos en el Delta del Orinoco y en la Amazonía! Por lo menos ahora
nuestra Constitución Bolivariana verdaderamente democrática les garantiza su pleno derecho de existencia a
nuestros pueblos indígenas y a sus creencias autóctonas. ¿Qué fue lo que trató de borrar a nuestras ideas
originales de la faz de la tierra? ¿Qué fue que las reemplazó? Y, ¿por qué defendemos la religión y la ideología
colonial y neocolonial en todas partes y en la vida diaria con nuestras propias vidas?" (Op.cit.)
Según las leyendas religiosas, Jesucristo supuestamente originó de África del Norte y del Medio Oriente, pero
las correspondientes ideas religiosas no aparecen reflejadas en el Nuevo Testamento, todo lo contrario, es
saturado con doctrinas religiosas provenientes del Estoicismo, de las doctrinas imperiales, feudales. Y estas
ciertamente no sirven para inventar el socialismo latinoamericano moderno. Hemos explicado este asunto
problemático de manera siguiente:
"¿Porqué sólo tememos a los 'extraterrestres' socialistas, comunistas, terroristas, ateístas y Marxistas? ¿Quién
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nos ha inculcado este miedo? Y, ¿por qué amamos tan profundamente a nuestra religión importada, que
sólo nos pinta `angelitos blancos'? ¿Sabemos cómo la religión europea fue fabricada teológicamente en
el viejo mundo, desde Platón a Plotino, San Agustín, Marco Aurelio, Epitecto, Séneca, San Tomás de
Aquino, hasta el Papa Gregorio?" (Op.cit.)
Por supuesto, en nuestras misiones educacionales, podríamos incluir un estudio del socialismo cristiano,
originario, pero entonces, para empezar, tendríamos que liberarnos de toda nuestra carga religiosa censurada,
obtener las escrituras sagradas tal cual como fueron escritas originalmente, incluyendo los Macabeos, y los
numerosos evangelios quemados o botados por la Inquisición, por ejemplo, él de Marción, y luego, transportar
la real y verdadera Sagrada Biblia completa en varios idiomas y versiones, con el avión presidencial a
Miraflores para estudiarlo todo hasta el 2021.
En efecto, esto es lo que necesitaríamos en términos de transporte y tiempo necesario para un estudio religioso
serio, para ver cómo entonces podríamos "reconciliar" el Cristianismo con el Marxismo. Pero, esto no es
necesario. Los marxistas auténticos ya han hecho el trabajo para nosotros, nosotros solamente tenemos que
estudiar lo que he señalado en comentarios anteriores.
Seguramente, para aquellos revolucionarios que son o somos cristianos, aparte de ganar y pedir por nuestro pan
diario, es válido y necesario conocer todas estas cosas y estar conscientes en qué estupideces realmente
creemos. ¡Esto es incluso nuestro sagrado deber revolucionario! También es la razón de por qué estamos yendo
a la escuela y ala Universidad Bolivariana.
La verdadera interrogante es la siguiente: ¿Se puede reconciliar la lucha de clases con el Cristianismo?
Ahora, ya que estamos tratando de formular la práxis y teoría socialista de la Revolución Bolivariana, es
menester recordar que el inalienable deber revolucionario de todos los Bolivarianos es que evitemos crear más
"vacas sagradas" y que desarrollemos una
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práxis científica y teoría filosófica sobre las realidades religiosas e ideológicas. Hemos alertado que
"no tenemos otros 500 años para "des-alienar" al mundo, el momento emancipatorio es aquí y ahora - o nunca.
Nuestros esfuerzos son delicados y tienen que ser manejados con guantes de seda, hay que ser extremadamente
cuidadoso, no obstante, como nuevas mujeres y nuevos hombres, si no lo hacemos nosotros, ¿quién jamás lo
hará para nosotros?" (Op.cit.)
El problema radica en que algunos de los mejores de nosotros no están conscientes de la real situación global,
de los peligros genocidas estadounidenses, a los cuales nos enfrentamos.
El socialismo es el golpe mortal para el capitalismo; quien levanta su rifle ya no está para bromas. Por
consiguiente, nuestros intelectuales y compatriotas marxistas deberían explicarnos urgentemente cómo funciona
este arma invencible, descubierto por Marx y Engels. Mientras tanto, este arma no es solamente una espada o un
látigo, es el propio brazo humano de la fuerza de trabajo, del poder social.
No es el petróleo que hace girar al planeta Tierra, sino es la fuerza de trabajo de los trabajadores, es el Poder
Ciudadano. ¡Esto es socialismo, esto es lo que el capital, lo que el fascismo global, los EE.UU. más temen!
No obstante, desesperadamente, una y otra vez, hasta el cansancio, nuestro Presidente Chávez tuvo que
recordarnos, especialmente a algunas de las figuras políticas más importantes, que la peor corrupción es la
corrupción de los mejores. Sin nuevas mujeres bolivarianas y nuevos hombres bolivarianos no habrá ningún
socialismo, ningún nuevo socialismo en ninguna parte.
Carlos Marx, el padre del socialismo científico y filosófico, al definir científicamente la religión, ha establecido
los criterios para toda discusión revolucionaria y seria, que imposibilita el mezclar el socialismo con el
cristianismo, o el agua con el aceite:
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"El hombre crea a la religión, la religión no crea al hombre, de hecho, la religión es la auto-conciencia
del hombre mientras no haya logrado fundamentar sus pies en el universo . ... La religión es la teoría
general de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica en forma popular, su punto de honor
espiritual, su entusiasmo, ... Es la realización fantástica del ser humano, en cuanto que el ser humano no
posee una realidad verdadera. Por lo tanto, la lucha contra la religión indirectamente es una lucha
contra aquél mundo cuyo aroma espiritual es la religión . ... El sufrimiento religioso es al mismo tiempo
una expresión del sufrimiento real y una protesta contra él. La religión es el suspiro de la criatura
oprimida, es el corazón de un mundo sin corazón y el alma de unas condiciones sin alma. Es el opio del
pueblo."
(Marx, Introducción a la Crítica de la Filosofía de Derecho de Hegel, 1844)
En todo caso no importa si resultamos exitosos o no, en lo que concierne el esfuerzo de unir a Jesucristo y
Carlos Marx en un "matrimonio socialista feliz", la religión quedará para siempre como la aureola divina de la
explotación y dominación perpetuada por la clase dominante, como un termómetro científico para medir la
inmensa miseria, pobreza y alienación que existe en la Madre Tierra. Aniquilar las condiciones coloniales,
capitalistas e imperialistas que necesitan tal invento fantástico, es abolir y demoler la religión misma, y con ello
a sus fantasmas y quimeras.
Un posible mundo eventualmente emancipado, el socialismo siempre verde, consistirá en una existencia
creativa, creadora, recta y orgullosa, donde nadie necesita ponerse de rodillas ante unas trinidades sagradas o
unos amos divinos, terratenientes opulentos y belicistas beatificados.
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