WORLD RAINFOREST MOVEMENT MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES

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WORLD RAINFOREST MOVEMENT
MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES
Secretariado Internacional
Ricardo Carrere (Coordinador)
Maldonado 1858
11200 Montevideo - Uruguay
Tel: +598 2 403 2989
Fax: +598 2 408 0762
Email: [email protected]
http://www.wrm.org.uy
BOLETIN 40 del WRM
Noviembre, 2000
En este número:
NUESTRA OPINION
- Quienes no resolvieron nada en La Haya
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LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS
AMERICA DEL SUR
- Argentina: un turbio proyecto de sumidero de carbono
- Brasil: Aracruz encontrada in fraganti destruyendo bosques nativos
- Chile: proyecto forestal amenaza producción de vinos
- Presidente de Weyerhaeuser promueve plantaciones en Guyana
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AMERICA CENTRAL
- Guatemala: iniciativa de concesiones madereras a comunidades genera polémicas
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AFRICA
- Gabón: la nueva Ley Forestal y las empresas transnacionales
- Kenia: derechos territoriales de las poblaciones locales son ignorados
- Nigeria: la elección de Shell entre ganancias y principios
- Tanzania: impasse para la industria camaronera en los manglares del Delta del Rufiji
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ASIA
- India: minería y plantaciones ponen Parque Nacional en riesgo
- Laos: Suecia se beneficia de subsidios en el sector forestal
- Malasia: campaña contra proyecto de plantaciones y fábrica de celulosa en Sabah
- Malasia: ¿Dónde está Bruno Manser?
- Tailandia: un sistema de manejo comunitario de bosques basado en la diversidad
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OCEANIA
- Australia: convirtiendo bosques primarios en astillas para desarrollar "energía renovable"
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- Aotearoa/Nueva Zelandia: juego sucio de empresa maderera al descubierto
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GENERAL
- Preocupación por la revisión de la política de pueblos indígenas del Banco Mundial
- Películas sobre bosques y plantaciones son premiadas
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NUESTRA OPINION
- Quienes no resolvieron nada en La Haya
La Sexta Conferencia de las Partes de la Convención sobre Cambio Climático finalmente terminó y poco
parece haber logrado para comenzar a resolver el problema del calentamiento global. Esto no llega como
ninguna sorpresa, dado que la mayoría de los delegados gubernamentales --salvo contadas
excepciones-- se centraron más en tratar de lograr beneficios para sus países y empresas en el marco del
comercio de carbono que en hallar reales soluciones al desastre climático que se avecina.
De hecho, la conferencia se pareció más a un mercado callejero que a una reunión de Naciones Unidas.
Una nueva generación de corredores de bonos de carbono se hizo presente en grandes números,
sumando sus voces a las más tradicionales “ONGs de negocios”, compuestas por empresas petroleras y
otros grandes contaminantes de la atmósfera. El lobby de la industria nuclear también participó
prominentemente en el evento, intentando vender su “energía limpia” como una solución al cambio
climático.
Desafortunadamente, otros actores más respetables, incluyendo a algunas ONGs ambientalistas, también
exponían sus mercaderías, intentando vender bosques y plantaciones como meca nismos para la “corta de
emisiones” o como “sumideros de carbono”. Esta actitud generó algunas divisiones entre las ONGs y
Organizaciones de Pueblos Indígenas y debilitó la posiciones de aquellos genuinamente interesados en
hallar soluciones al cambio climático. También los gobiernos del Sur estuvieron divididos en torno a varios
temas y en particular en lo referente al denominado Mecanismo de Desarrollo Limpio.
El ambiente era mucho más humano fuera del centro de conferencias. Una manifestación organizada por
Amigos de la Tierra, por ejemplo, tuvo un éxito enorme. Personas de todo el mundo unieron sus fuerzas
apilando bolsas de arena para formar un gigantesco dique frente al centro de conferencias. Aunque el
dique fue concebido como un símbolo de la suba de las aguas que se producirá a consecuencia del
calentamiento global, también pudo ser percibido como un dique para proteger al mundo de las decisiones
--o de la falta de decisiones-- que estaban siendo adoptadas al interior del edificio.
Y ese fue precisamente el principal problema: la falta de voluntad política para comenzar a hacer lo que
todos saben que se requiere hacer. O más bien, demasiada voluntad política de parte de las grandes
empresas que dominan la política en los Estados Unidos, Canadá, Aust ralia, Japón y otros países
industrializados, contando con el apoyo de sus ejércitos de tecnócratas y dóciles funcionarios públicos. Es
por ello que la declaración del Presidente francés Chirac criticando la marcha de las negociaciones se
constituyó en una grata sorpresa. Entre otras cosas, afirmó que desde 1992 las Partes se habían
retrasado demasiado en la adopción de acciones para combatir el cambio climático e hizo un llamado de
atención contra ulteriores retrasos. Además, destacó el hecho de que los Estados Unidos producen un
cuarto de todas las emisiones del mundo y que sus niveles de emisión per cápita son tres veces
superiores a los de Francia. Invitó a los Estados Unidos a unirse a otras naciones industrializadas para el
logro de una transición exitosa hacia una economía eficiente en materia de uso de los recursos
energéticos. Señaló que los Estados Unidos tienen el deber de dar el ejemplo mediante el desarrollo de
formas de consumo y producción más económicas en términos de recursos naturales.
Los delegados estadounidenses obviamente no se mostraron muy contentos respecto a lo que estaban
escuchando y tampoco les gustó el apoyo de Chirac a un acuerdo efectivo y equitativo que deje abierta la
posibilidad de su desarrollo posterior, un mecanismo independiente e imparcial en materia de
cumplimiento, reducciones efectivas en las emisiones de los países del Norte y asistencia a los países
más vulnerables al cambio climático, para que se puedan adaptar a sus consecuencias. Al señalar que
cada país tiene la obligación de establecer estructuras que permitan reducir sus propias emisiones a un
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mínimo sobre una base sustentable, Chirac enfatizó que la implementación de proyectos para reducir
emisiones en otros países no debería ser vista como un medio para evita r la adopción de medidas a nivel
doméstico. Hizo un llamamiento para un enfoque prudente en el uso de sumideros de carbono para
mitigar el cambio climático y sostuvo que el objetivo último debería ser la convergencia de las emisiones
per cápita.
Sin embargo, el discurso de Chirac fue apenas un breve paréntesis en el marco de transacciones a
puertas cerradas destinadas a impedir la adopción de todas las medidas por él planteadas. La corta de
emisiones nunca estuvo verdaderamente en la mesa de negociación. Tampoco lo estuvo la eficiencia
energética ni las energías renovables. Aún menos la equidad y la justicia. El lobby empresarial hizo bien
su trabajo y las perspectivas de ingresos financieros a corto plazo para unas pocas élites nublaron el
cerebro de muchos delegados de países del Sur, cuyos países y pueblos serán quienes más sufran por el
cambio climático. La obtención de algunos dólares para proyectos de conservación de bosques y
plantaciones, financiados por destacadas empresas contaminadoras, fue el obj etivo de muchos, sin
importar demasiado si tales proyectos serán o no efectivos para enlentecer el calentamiento global. Como
consecuencia de tales ofertas de soborno, los Estados Unidos y Japón obtuvieron su ganancia, reflejada
en el apoyo logrado hacia algunas de sus posiciones.
"¡Resuélvanlo!" (Work it out!) fue la consigna oficial de la Conferencia de La Haya. Una consigna simple
pero elocuente para quienquiera que desee entender y hacer algo al respecto, pero aparentemente vací a
de significado para la mayoría de los delegados presentes en La Haya. Las futuras generaciones
enfrentadas a los impactos del cambio climático los recordará como quienes NO resolvieron nada.
(*) Las citas del discurso de Jacques Chirac fueron tomadas del Earth Negotiations Bulletin
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LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS
AMERICA DEL SUR
- Argentina: un turbio proyecto de sumidero de carbono
Mientras los gobiernos discutían en La Haya los supuestos beneficios de la inclusión de bosques y
plantaciones en el llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto de la Convención
sobre Cambio Climático, un insólito proyecto en Argentina daba la razón a quienes se oponían a su
inclusión.
En efecto, en febrero de este año la empresa "El Foyel S.A.", nueva propietaria de un pr edio de 7.800
hectáreas ubicado en la zona de El Foyel, en la sureña Provincia de Río Negro, solicitó la autorización del
Servicio Forestal Andino para abrir y rehabilitar varios kilómetros de caminos dentro del bosque del lugar
y para talar unas 300 hectáreas de ese valioso monte para reemplazarlo por una plantación de pinos
oregón y radiata. El predio es lindero al Parque Nacional Nahuel Huapí, en las cercanías de la turística
ciudad de Bariloche.
Tres meses más tarde, sin contar con autorización alguna, la empresa comenzó con las operaciones de
corta, lo que motivó la intervención del Servicio Forestal Andino por "flagrante infracción al código
forestal", que causó la destrucción de un centenar de cipreses y otro tanto de ñires, maitenes y otros
árboles nativos. Sin embargo, ese episodio fue tan sólo la punta del iceberg de una situación mucho más
turbia. El proyecto implica de hecho la destrucción no de 300 sino de 4.500 hectáreas de bosque y su
reemplazo por plantaciones de pinos.
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Para cubrir el emprendimiento con una máscara "verde", el proyecto --cuyos objetivos esenciales son la
producción de madera y el cobro por servicios de captura de carbono -- propone realizar un manejo
“sustentable” de un área de más de 1.800 hectáreas de especies nativas incluyendo lenga y ciprés.
Las fuertes conexiones de los empresarios implicados con autoridades locales han permitido que, pese a
sus características, el proyecto ya haya obtenido la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental por
parte de CODEMA, el organismo provincial de medio ambiente. Ahora se espera la aprobación final por
parte del Departamento Forestal, aunque el proyecto está paralizado por haber recibido sanciones por
iniciar trabajos de apertura de caminos antes de tener las aprobaciones definitivas .
Pobladores, académicos y técnicos han expresado su oposición al proyecto. La ONG "Comunidad de
Limay" ha iniciado una campaña para detenerlo, presentando a su vez un recurso legal sobre la base de
que no ha existido un proceso de consultas públicas y que el proyecto es contradictorio con la legislación
vigente que protege los bosques nativos. Asimismo los doctores Thomas Kitzberger y Estela Raffaele, de
la Universidad Nacional del Comahue, advierten que el establecimiento se encuentra lindero a un parque
nacional y en un área donde se proyecta diseñar el Corredor Norpatagónico, para favorecer la movilidad
de las especies y proteger así la biodiversidad. En su informe cuestionan también las técnicas de “manejo
sustentable” propuestas para las 1.800 hectáreas de bosque que no serán cortadas. Por su parte, el
Servicio Forestal Andino ha señalado que la tala en gran escala del ñire puede afectar negativamente a
otras especias nativas, como el ciprés, que crecen asociadas a él. Existe también preocupación de qu e la
agresiva capacidad de regeneración del pino oregón, resulte en la sustitución de las especies nativas.
Asimismo se ha cuestionado la supuesta función de sumidero de carbono de la plantación proyectada.
Otros científicos de la Universidad Nacional del Comahue señalan que no existe evidencia alguna por la
cual la plantación de pinos sea más eficiente que el bosque para absorber anhídrido carbónico.
El domingo 5 de noviembre este cuestionamiento ganó la calle, cuando ONGs ambientalistas de Chubut y
Río Negro organizaron una marcha "a favor de la biodiversidad que puebla los bosques más australes del
planeta", en la que participaron el Proyecto Lemu, el Movimiento Antinuclear Chubutense, grupos
indigenistas Mapuche y Tehuelche, Greenpeace-Argentina y la Sociedad Ornitológica de Puelo, Atech y
Cetera.
Si bien la imagen de la Argentina se asocia a extensas praderas, no menos cierto es que a fines del siglo
pasado, la Argentina contaba con más de 100 millones de hectáreas entre selvas y bosques. Actualmente
quedan en pie menos de 20 millones, de las cuales la mitad está sufriendo un acelerado proceso de
degradación. La expansión de los monocultivos forestales de pino y eucalipto constituye una amenaza
directa para estos ecosistemas sobrevivientes y el caso de El Foyel es uno más en una larga lista de
destrucción de los bosques.
Como otros implementados en otros países, este proyecto de "absorción de carbono", muestra claramente
que este enfoque no constituye una solución para el clima global --ya que libera más carbono por
deforestación del que absorbe por la plantación de árboles-- y que además causa graves perjuicios
sociales y ambientales a nivel local. Sin embargo, constituyen un excelente negocio para un puñado de
empresarios, para los cuales el drama del cambio climático no es sino una nueva y buena oportunidad de
hacer dinero.
Artículo basado en información obtenida de: Lucas Chiappe, Coordinador del "Proyecto Lemu",
24/10/2000 y 19/11/2000; correo electrónico: [email protected] ; Juan Carlos Villalonga, Greenpeace
Argentina, 24/10/2000, correo electrónico: [email protected] ; "Algunos datos de los daños
ecológicos en nuestro país" por Ramón Regés, Noviembre 2000.
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- Brasil: Aracruz encontrada in fraganti destruyendo bosques nativos
Durante casi una década, Aracruz Celulose ha estado gastando mucho tiempo y dinero para mostrarse
como un ejemplo de empresa social y ambientalmente responsable. Ha negado consistentemente los
impactos negativos de sus operaciones en los estados brasileños de Espírito Santo y Bahía y ha llegado
hasta a afirmar que jamás ha llevado a cabo operaciones de deforestación. Información reciente muestra
lo contrario.
El 20 de octubre, mientras se llevaba a cabo una audiencia pública organizada por el Centro de Recursos
Ambientales (CRA) para discutir la expansión de las plantaciones de eucaliptos de Aracruz Celulose en el
extremo sur del estado de Bahía, las organizaciones de la sociedad civil local cons tataron que en una
propiedad recientemente adquirida por la empresa en la municipalidad de Caravelas se estaban cortando
árboles nativos.
Este crimen ambiental fue filmado por las organizaciones y presentado el mismo día en la audiencia
pública que se estaba llevando a cabo en Posto da Mata, Nova Vicosa. Varios ejecutivos de Aracruz,
incluyendo el gerente ambiental de la compañía estaban presentes en la reunión.
Melquiades Spinola --coordinador de la ONG local CEPEDES-- dijo que este episodio muestra que el
discurso ambiental de la compañía es muy diferente de su práctica ambiental. "Aracruz subestima a las
organizaciones de la sociedad civil y a las agencias estatales. Aún durante el proceso para obtener la
licencia de expansión de sus plantaciones, sus actividades de campo son llevadas a cabo de una manera
depredadora", afirmó Spinola.
Según activistas de CEPEDES y del centro para la Defensa de Derechos Humanos --quienes presentaron
las coordenadas geográficas exactas del informe escrito-- Aracruz había adquirido recientemente ese
predio de Carlos Ancine Fae. Trabajadores de la compañía contratada por Aracruz, declararon que nadie
del departamento ambiental del contratista había estado presente durante el trabajo llevado a cabo con el
uso de un tractor, ni durante la aplicación de herbicidas.
José Augusto Tosato, representante de CEPEDES, afirmó que el CRA necesita incrementar su
seguimiento de Aracruz, para determinar si todas las condiciones impuestas para el otorgamiento de
licencias previas han sido cumplidas y particularmente para continuar llevando a cabo la zonación
ecológica y económica del extremo sur de Bahía, tal como fuera instruido por el gobernador Cesar Borges
el 17 de mayo de este año, pero que aún no ha comenzado a ser implementada.
Según el coordinador del Grupo Ambiental de Bahía, el gobierno decidió suspender el licenciamiento de
Aracruz hasta que el proceso de zonación haya sido completado. "Nosotros esperamos que esta decisión
sea llevada a cabo, ya que si la zonación es implementada de una manera participativa y con los
instrumentos y metodologías adecuados servirá para salvaguardar los intereses de la sociedad de la
región en su conjunto, restringiendo la expansión de los monocultivos y garantizando mejores condiciones
para la conservación ambiental".
Artículo basado en información de: Maiza de Andrade, "Empresa é flagrada destruindo árvores na região
extremo-sul", A Tarde Online, 24/10/00 (
http://www.atarde.com.br/materia.php3?mes=10&ano=2000&id_materia=260036 )
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- Chile: proyecto forestal amenaza producción de vinos
Durante décadas en el valle del Itata pequeños y medianos propietarios han desarrollado actividades
económicas basadas en la producción de vinos y hace poco tiempo han logrado obtener "denominación
de origen" para la producción de vinos finos de exportación. Con el trabajo de muchos años han logrado
desarrollar una actividad que tiene un enorme potencial económico y social.
En enero de este año la COREMA (Comisión Regional del Medio Ambiente) de la VIII región, decidió
rechazar la instalación del proyecto "Complejo Forestal Industrial Itata" que se ubicaría en este mismo
valle y el que comprende actividades ligadas al rubro forestal entre las que se encuentra la instalación de
una planta de celulosa en el Valle del Itata. La razón dada para el rechazo fue que este proyecto
generaría impactos ambientales negativos. La empresa proponente del proyecto --Celulosa Arauco y
Constitución S.A.-- pertenece al grupo Angelini, uno de los más poderosos del país.
Usando los mecanismos que le otorga la ley, Celulosa Arauco apeló la decisión a la instancia superior, la
CONAMA (Comisión Nacional del Medio Ambiente). De acuerdo a la Ley de Bases del Medio Ambiente
cuando se presenta una situación de este tipo, el organismo encargado en definitiva de resolver la
viabilidad ambiental del proyecto es el Consejo de Ministros, instancia superior de la CONAMA. Para
decidir en forma adecuada el Consejo de Ministros cuenta con el apoyo del Consejo Consultivo,
organismo de consulta, que en teoría cuenta con representantes de distintos sectores --organizaciones no
gubernamentales, científicos, centros académicos independientes, trabajadores, empresarios y gobierno.
En realidad sus representantes no son elegidos democráticamente por las propias organizaciones, sino
que son nombrados por el Presidente de la República.
Sorpresivamente, hace pocos días el Consejo Consultivo decidió recomendar al Consejo de Ministros la
aprobación ambiental de este proyecto. ¿Cómo se explica esto? Varios servicios públicos, además de un
Panel de Expertos de la Universidad Católica contratado especialmente para analizar el proyecto, han
opinado que la instalación de la planta de celulosa en el valle del Itata es incompatible con la actividad
económica que se desarrolla actualmente en la zona: la vitivinicultura. La instalación del proyecto
produciría un conflicto entre dos actividades económicas incompatibles: la existente vitivinícola - turística
versus la forestal-industrial.
Por otra parte, desde sus inicios este proyecto ha tenido un fuerte rechazo en las cinco comunas
aledañas al lugar de instalación del Complejo Itata (Ranquil, Coelemu, Trehuaco, Quillón y Portezuelo).
Esta oposición no es antojadiza y se fundamenta en que la instalación de una planta de celulosa es
altamente contaminante, pues en el proceso industrial de producción de celulosa se usan compuestos
químicos clorados que son considerados compuestos tóxicos peligrosos y además se ge neran "dioxinas",
que son sustancias mutagénicas, las cuales aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer. O sea, se
generarían graves impactos ambientales además de daños en la salud y calidad de vida de las personas
que habitan en este valle.
Un argumento normalmente esgrimido por este tipo de emprendimientos es la generación de empleo, hoy
en día tan escaso en nuestro país. No obstante, también en este sentido la recomendación del Consejo
Consultivo no resulta comprensible, pues hoy en día existen 3.000 empleos fijos en la zona --producto de
la actividad vitivinícola-- contra 1.200 empleos que podría llegar a generar la instalación del Complejo
Forestal Itata en todas sus actividades.
Esta situación plantea muchas interrogantes. ¿Qué se está evaluando realmente? ¿La capacidad de
ejercer presión e influencia de uno de los grupos económicos más importantes del país, o el impacto
ambiental del proyecto? ¿Son consideradas realmente las comunidades y las economías locales a la hora
de decidir que es mejor para ellas?
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Ahora toda la responsabilidad está en manos del Consejo de Ministros. Su decisión señalará en los
hechos cuál es, efectivamente, la política ambiental y económica del actual gobierno.
Por: Flavia Liberona, RENACE, 10/11/2000; correo electrónico: [email protected]
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- Presidente de Weyerhaeuser promueve plantaciones en Guyana
El Dr Conor Wilson Boyd --presidente de Weyerhaeuser Forestlands International, una empresa
propietaria de un total de 11 millones de hectáreas en Norte América y establecida en 32 países -- realizó
una presentación durante una reunión organizada por el Iwokrama International Rainforest Centre for
Rainforest Conservation and Development (Centro Internacional de Bosque Tropicales Iwokrama para la
Conservación y el Desarrollo de los Bosques Tropicales) el pasado mes de octubre en Georgetown.
La presentación del presidente de Weyerhaeuser fue enfocada principalmente hacia la promoción de
plantaciones. Sin embargo si --como dijo el Dr Boyd-- "la perspectiva empresarial de las compañías
debería tomar en consideración los impactos sociales y ambientales en las comunidades", entonces está
claro que las plantaciones de árboles no deberían ser promocionadas a escala industrial, que es
precisamente lo que empresas como Weyerhaeuser están haciendo.
Los monocultivos a gran escala --que son el tipo de plantaciones que están siendo implementadas por
compañías tales como ésta a través del mundo-- ya han probado tener efectos perjudiciales tanto sobre la
gente como sobre el ambiente, entre ellos la deforestación. Las plantaciones no "alivian la presión sobre
los bosques nativos". Por el contrario, ellas constituyen el paso final de un proceso de degradación del
bosque que termina por sustituir los biodiversos bosques locales con monocultivos de árboles exó ticos.
Lo anterior no es sólo una cuestión "ambiental", sino que es también un problema social. Los pueblos que
habitan los bosques o que dependen de los mismos perciben a las plantaciones como un desastre aún
peor que la tala, ya que las plantaciones expropian sus territorios permanentemente. Esto significa que
son privados de todos los recursos suministrados por el bosque, incluyendo alimentos medicinas, fibras,
leña, material de construcción, etc.
El Dr Boyd también sostuvo que las plantaciones generan empleo y agregó que crean más puestos de
trabajo que los proyectos de agricultura intensiva. Esto es totalmente falso. Las plantaciones generan muy
pocos puestos de trabajo y los mismos son estacionales, de baja calidad y se generan sólo durante la
fase de plantación. Una vez que los árboles han sido plantados, el empleo cae drásticamente hasta el
momento de la cosecha. Pero aún durante la cosecha, la tecnología moderna en uso implica que se
requieran sólo unos pocos trabajadores para operar las modernas máquinas cosechadoras.
El verdadero problema que Weyerhaeuser está ahora enfrentando --el mismo que las demás empresas
madereras-- es que han agotado los recursos forestales mundiales a través de prácticas forestales
insustentables y ahora necesitan vastas cantidades de materia prima barata para continuar en el negocio.
En consecuencia, lo que están haciendo ahora es moverse hacia el sur para encontrar tierras y mano de
obra baratas, bajos estándares ambientales y crecimiento rápido de los árboles, de mane ra de asegurar
su propio abastecimiento de madera --el suyo propio, no el de "el mundo"-- para así poder continuar
promoviendo los insustentables niveles de consumo en el norte. El mismo discurso presentado en Guyana
está siendo planteado por ejecutivos de las empresas madereras en los países del sur. Mientras tanto, las
poblaciones locales y el medio ambiente continúan sufriendo los impactos de las plantaciones
"sustentables" que estas empresas promueven para su propio beneficio.
Artículo basado en información obtenida de: Andrew Richards, "Plantations seen as vital to forest
sustainability", Stabroek News, 26/10/00
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AMERICA CENTRAL
- Guatemala: iniciativa de concesiones madereras a comunidades genera polémicas
Desde 1995 se viene implementado en Guatemala un nuevo tipo de iniciativa de conservación de
bosques. De acuerdo a sus promotores, la iniciativa intenta unir el desarrollo sustentable basado en la
comunidad con la protección de los bosques del Petén en la zona de uso múltiple de la Reserva de la
Biósfera Maya, el área protegida más extensa de Centroamérica.
El gobierno concedió recientemente a cinco organizaciones comunitarias --mayormente formadas por
campesinos de subsistencia-- permiso para talar árboles en los bosques vecinos por los próximos 25
años. El proceso está siendo observado para ver cuán efectivas serán estas concesiones forestales
manejadas por las comunidades, tanto en la reducción de la deforestación, como en aportar recursos
financieros a los residentes locales. El Centro de Agricultura Tropic al, Investigación y Educación Terciaria
(CATIE) con base en Costa Rica, y la agencia de parques de Guatemala (CONAP), dos ONGs nacionales
(Naturaleza para la Vida y Propetén) y la agencia estadounidense internacional para el desarrollo (USAID)
están apoyando este tipo de concesiones en él área.
Desde el punto de vista oficial, el incremento de la población en el área del Petén es el factor principal de
degradación y destrucción de los bosques. El gobierno aduce que la población del Petén --actualmente
compuesta por unos 90,000 habitantes-- se está expandiendo a una tasa elevada y que desde 1986 los
pobladores han deforestado casi un 10% del área de la reserva. El razonamiento fundamental de la
iniciativa es que las comunidades con concesiones tendrán un contrato con el estado y que por ende van
a impedir que otra gente se asiente en el área o conviertan el bosque para otros usos, y que al mismo
tiempo obtendrán beneficios económicos de la explotación forestal. Las comunidades que no cumplan con
los contratos perderían sus concesiones.
Sin embargo, tales puntos de vista ignoran la influencia de otras actividades que provocan la degradación
de la reserva, como por ejemplo las concesiones petroleras otorgadas por el propio gobierno (ver Boletín
21 del WRM) y la tala ilegal, que ha afectado especialmente al cedro (Cedrela odorata) y la caoba
(Swietenia macrophilla).
Además, las concesiones mencionadas están enfocadas hacia la producción maderera, ignorando que los
bosques no son solamente una fuente de madera para las poblaciones locales, que encuentran variados
usos para los productos no-madereros suministrados por los bosques. Como resultado, el otorgamiento
de concesiones se ha enfocado exclusivamente en la producción maderera. Por ejemplo: la comunidad de
Uaxactún encontró difícil obtener una concesión, ya que sus planes no incluían la tala, pero sí la
explotación de productos no-madereros. Algunas comunidades que obtienen su sustento del uso de los
diferentes productos del bosque, principalmente "xate" (Chamaedorea spp) y "chicle" (Manilkara achras)
se están dedicando progresivamente a la extracción de troncos, lo que ha generado conflictos internos
entre quienes desean mantener su estilo de vida tradicional y aquellos que prefieren centrarse en
operaciones de madereo.
El concepto de "uso forestal sustentable" está también bajo cuestionamiento, ya que los impactos sociales
y ambientales de la tala no han sido tomados en cuenta, y además caben dudas sobre si en todos los
casos será posible lograr una ganancia monetaria. También hay aseveraciones de que las actividades de
las ONGs acompañantes no han beneficiado a las comunidades y se dice que han enfocado sus
actividades para perpetuarse. Por lo menos una de ellas ha sido cuestionada por tratar de interferir en la
organización interna de las comunidades de campesinos, en tanto que sus actividades deberían limitarse
a ayudarlos en el proceso de manejo comunitario del bosque.
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Todo lo anterior ha conducido a diferentes opiniones con respecto a este enfoque, que deberá ser
analizado cuidadosamente antes de seguir adelante. Las comunidades locales --y no los actores
externos-- deberían ser los verdaderos beneficiarios y los productos no-madereros deberían tener
prioridad sobre la producción de madera, de manera de asegurar el uso sustentable del bosque y el
bienestar de la población local.
Articulo basado en la información obtenida de:
( http://headlines.igc.apc.org:8080/enheadlines/968724096/index_html ); Elmer López, 11/19/2000, e-mail:
[email protected] ; Carlos Albacete, 16/10/2000,e-mail: [email protected]
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AFRICA
- Gabón: la nueva Ley Forestal y las empresas transnacionales
El proyecto de Ley Forestal que está siendo discutido en el Parlamento de Gabón promueve la
industrialización de madera dentro del país. Según el Ministro de Aguas y Bosques, la nueva ley
establecerá reglas más estrictas relativas a la explotación de los bosques en el país. Las concesiones a
las empresas privadas se otorgarán por un período de tiempo mayor, supuestamente para favorec er la
regeneración de los bosques. El gobierno elegido en diciembre de 1998 argumenta que su política trata
de conciliar el interés de los diferentes actores involucrados, con el objetivo de proteger los bosques y al
mismo tiempo diversificando sus productos. El sector forestal gabonés se ha basado hasta ahora en la
exportación de un solo producto: madera de okoumé sin industrializar.
Aunque esta iniciativa, que tiende a la diversificación de la economía del país, pueda ser considerada
positiva desde un punto de vista macroeconómico, algunas preguntas medulares permanecen sin
respuesta. Una de ellas es la del control público sobre el uso de los recursos naturales. En Gabón, como
en otros países de Africa, debido a las limitaciones estructurales institucionales, las normas de protección
son pobremente implementadas y sin controles en cuanto a su cumplimiento. ¿Posee la nueva legislación
mecanismos financieros que aseguren que las operaciones de las compañías sean controladas
efectivamente?
El segundo punto relevante es el de los tan nombrados "actores involucrados". Mientras que las
compañías madereras transnacionales, responsables por la destrucción de los bosques tropicales en el
país, siguen siendo los actores más importantes, los habitantes de los bosques continúan siendo
ignorados. Alternativas tales como el manejo comunitario de bosques y la instalación de industrias
procesadoras locales no son tomadas en cuenta. Además, la nueva ley forestal parece beneficiar
especialmente --si no exclusivamente-- a las grandes empresas madereras. De hecho, a la Société
Forestière des Bois Tranchés, Leroy Gabon, Thanry, Groupe Rougier, Société de Grumes de la Ngounie y
a otras grandes companías se les garantizarán sus concesiones por mayores períodos de tiempo y casi
seguramente serán quienes industrializarán la madera rolliza, obteniendo por ende los beneficios
derivados del mayor valor agregado de los productos.
En el contexto de una economía fuertemente dependiente de la explotación de los recursos naturales, con
una importante deuda externa, una débil organización de las comunidades rurales y de la sociedad civil,
prevalece la visión colonial de ver al bosque como una mera fuente de extracción de madera, manejada y
explotada por empresas privadas extranjeras. La nueva Ley Forestal no parece ayudar para revertir esta
situación.
Artículo basado en información obtenida de: "Vers l'adoption d'une nouvelle loi forestière", Panafrican
News Agency, Noviembre 3, 2000, "Slave and Enclave. The Political Ecology of Equatorial Africa", Marcus
Colchester, WRM, 1994.
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- Kenia: derechos territoriales de las poblaciones locales son ignorados
Si bien los pueblos indígenas y las comunidades rurales son quienes sufren directamente la destrucción
de la selva por parte de intrusos, la mayoría de los gobiernos nacionales los describen como ocupantes
clandestinos y responsables de la destrucción del bosque y de la extinción de la flora y la fauna, por lo
que los amenazan con el desalojo o con acciones directas para expulsarlos de sus tierras. A menudo este
tipo de abusos está vinculado con concesiones forestales otorgadas a empresas madereras --lo que
constituye una absurda paradoja si el propósito de las autoridades fuera proteger la selva -- o con la
intención declarada de proteger especies en peligro, considerando que la conservación de la naturaleza
solamente es posible en ausencia de seres humanos. Ambos tipos de abusos se están dando en Kenia y
los siguientes son sendos ejemplos ilustrativos al respecto.
Los Ogiek --un pueblo cazador-recolector y productor de miel, que habita desde tiempos inmemoriales en
la Selva Mau y sus áreas adyacentes-- ha sido amenazado una vez más por las autoridades para que
abandonen sus tierras ancestrales. En 1991 el estado reconoció parcialmente sus derechos territoriales
para una porción de los bosques de Tinet, lo que en realidad no derivó en un mejoramiento de su
situación. Hoy en día los Ogiek --que son alrededor de unas 5.000 personas-- han sido empujados a una
región marginal de lo que fueron los bosques de Mighty Mau y Mt. Elgon. Esta es la consecuencia de un
proceso que se inició en tiempos de la colonia y continuó luego de que el país se independizara.
Los sucesivos gobiernos han ignorado sistemáticamente los derechos territoriales ancestrales de los
Ogiek y han asignado grandes extensiones de áreas ocupadas por bosque a las élite s en el poder.
Además, parte de los bosques remanentes fueron otorgados en concesión a empresas madereras, lo que
llevará a su rápida destrucción. Aunque Kenia ha ratificado varios tratados internacionales vinculados con
la protección de los derechos de los pueblos indígenas --tales como el Pacto Internacional sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos -no han sido respetados a la hora de formular e implementar políticas concretas.
Un segundo ejemplo de abuso vinculado a los derechos territoriales se relaciona con la conservación. Los
residentes de las localidades de Ngao y Ndera están oponiendo resistencia al plan a ser implementado
por el Servicio de Vida Silvestre de Kenia en el Distrito Tana River de Coast Province --con apoyo
financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF)-- a efectos de proteger al manabí de cabeza
roja, una especie de mono en peligro de extinción. Las promesas oficiales de compensación a los
propietarios de la tierra ha dividido a la población local: un grupo acepta mudarse de sus predios sobre la
ribera del río, en tanto el otro ha decidido permanecer allí, sosteniendo que no hay dinero que pueda
compensar la pérdida de sus tierras y el drástico cambio de su estilo de vida. De hecho se les ha
propuesto mudarse a la zona llana semiárida de Ozi y Kipini, donde no hay ríos.
Molu Shambaro, un líder local y miembro del Parlamento del distrito, quien se opone al traslado, ha
expresado que los derechos de los moradores deben ser respetados y ha propuesto que el Servicio de
Vida Silvestre invite a la población a participar en la campaña para proteger al manabí del Río Tana, en
lugar de forzarla a dejar sus tierras. Shambaro afirmó que si se involucra a la gent e se logrará la
compatibilidad entre la conservación y el estilo de vida tradicional en la zona. Asimismo acusó tanto a las
oficinas del gobierno como a la contraparte del GEF por prácticas corruptas, que son consideradas la
principal razón del fracaso de los proyectos de conservación en el país.
Artículo basado en información obtenida de: International Network of Forests and Communities,
27/10/2000, correo electrónico: [email protected] ; http://www.forestsandcommunities.org ;
Thousands Face Eviction to Conserve Kenya's Tana River Mangabey, by Naftali Mungai,
http://ens-news.com/ens/oct2000/2000L-10-20-01.html
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BOLETIN 40 del WRM
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2000
- Nigeria: la elección de Shell entre ganancias y principios
Shell continúa difundiendo una inteligente y engañosa propaganda, difundida a través de avisos en la
prensa más influyente del Norte, con el objetivo de mejorar su deteriorada imagen y convencer a la
opinión pública de que es una compañía preocupada por el medio ambiente. La campaña "Ganancias y
principios: ¿hay elección?" está basada en hermosas fotografías de animales salvajes, bosques
exuberantes, caras tiernas de personas africanas y es acompañada de textos como: "Nuevamente en
Shell estamos descubriendo las recompensas de respetar el ambiente cuando hacemos negocios". "Si
estamos buscando petróleo y reservas de gas en regiones sensibles, nosotros consultamos ampliamente
a los diferentes grupos con intereses locales o globales para asegurar que la biodiversidad en cada lugar
sea preservada". "En Shell estamos comprometidos a apoyar los derechos humanos fundamentales.
Invertimos en las comunidades de nuestro entorno para crear nuevas oportunidades y crecimiento".
Sin embargo, en el Delta del Níger la realidad no podría estar más apartada de la imagen que la empresa
intenta mostrar. Desde 1958, cuando Shell llegó a la región, una pesadilla comenzó para los Ogoni, una
nación indígena de aproximadamente 500.000 personas que estaban viviendo en el área. Contando con el
apoyo de los sucesivos gobiernos Shell tomó posesión de Ogoniland. Como en otras partes del mundo
donde se explota petróleo, el resultado ha sido una alta tasa de desempleo y pobreza, devastación
ambiental y la pérdida de los medios de sustento de la población local. La represión ha sido brutal.
Aproximadamente 80.000 personas vieron sus aldeas destruídas y unas 2000 personas fueron muertas
por las fuerzas armadas estatales. El pasado 10 de noviembre se cumplió el quinto anive rsario de los
asesinatos de los líderes ambientales Ken Saro Wiwa, Barinem Kiobel, John Kpuinen, Saturday Dorbee,
Paul Levura, Nordu Eawo, Felix Nuate, Daniel Gboko y Baribor Bera. Su "crimen" fue luchar por los
derechos de su gente contra los abusos cometidos por Shell y el gobierno militar nigeriano que la estaba
apoyando.
En 1993 los Ogoni declararon a Shell "persona non grata" y lograron expulsarla de sus tierras. Pero luego
de una ausencia de siete años la compañía está amenazando con volver a Ogonila nd. En abril de este
año se informó que el único objetivo de Shell era retirar sus instalaciones restantes, que estaban
causando problemas ambientales en el área debido a la emisión de gases venenosos y a la fuga
descontrolada de efluentes. Sin embargo, en octubre Shell admitió que sus verdaderas intenciones eran
reactivar sus 125 pozos petrolíferos en la región. Sí esto sucede, el resultado será el incremento de la
violencia, la connivencia y la miseria. Está claro que Shell tiene la respuesta a la pregunt a de si hay
elección entre ganancias y principios. La respuesta es sí y la elección son las ganancias.
Artículo basado sobre información obtenida de: "Some things never change" por Andy Rowell y Owens
Wiwa, The Guardian, 8/11/2000; "Greenwash Award: Shell. Clouding the Issue" por Kenny Bruno,
15/11/2000 ( http://www.corpwatch.org/greenwash/shell.html ); MOSOP Ogoni, 17/11/2000, correo
electrónico: [email protected]
inicio
- Tanzania: impasse para la industria camaronera en los manglares del Delta del Rufiji
En el Delta del Rufiji, en el sudeste de Tanzania, se extienden unas 53.225 hectáreas de manglares en
buen estado. Los mismos no sólo constituyen un elemento clave para el ambiente de la región, sino que
también colaboran con la estabilización de la línea de costa, aumentan el área de tierra al acumular
sedimentos y producir detritos, preservan la calidad del agua y sirven como barreras rompeviento,
además de constituir la fuente de medios de vida para los miles de personas que viven en la zona (ver
Boletín 12 del WRM).
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BOLETIN 40 del WRM
Noviembre
2000
En abril de 1999 la mobilización de ONGs tanzanesas logró que se emitiera una orden que suspendía los
planes de la African Fishing Company para instalar una camaronera de 10.000 hectáreas en el Delta del
Rufiji. Si el proyecto se hubiera implementado, una tercera parte del delta hubiera ido a parar a manos de
la empresa por un lapso no menor a los diez años, amenazando de esa manera los medios de vida de
cientos de campesinos y pescadores de la zona y provocando severos impactos ambientales q ue
hubieran puesto en situación de riesgo el futuro de toda la región.
El tribunal constituido por tres jueces designado para la instancia se desintegró cuando uno de sus
miembros se jubiló y otro fue transferido. El caso todavía no fue asignado a otro tribunal y parece ser que
por el momento no hay suficientes magistrados como para constituir uno nuevo. Entretanto, se comenta
que la empresa está enfrentando severas restricciones financieras, que la han obligado a vender parte de
su patrimonio. Si bien la situación todavía no está clara, parece ser que los esfuerzos desarrollados por
ciudadanos y organizaciones preocupados ha logrado --al menos por el momento-- salvar los manglares y
los medios de vida de la población local.
Artículo basado en información obtenida de: Late Friday News, 71st Edition, October 2000; correo
electrónico: [email protected]
inicio
ASIA
- India: minería y plantaciones ponen Parque Nacional en riesgo
El permiso de trabajo temporal otorgado a la empresa Kudremukh Iron Ore Company (KIOCL) para
continuar la extracción de hierro en el Parque Nacional Kudremukh, localizado en la región de los Ghats
Occidentales en el estado de Karnataka, ha dado lugar a severas críticas de ONGs ambientalistas
nacionales e internacionales, quienes han estado ejerciendo presión sobre las autoridades para denegar
el pedido de la empresa.
KIOCL ha estado operando en las regiones de Aroli y Malleshwara del Parque Nacional Kudremukh, bajo
un contrato de arrendamiento por 30 años, el cual expiró en julio de 1999. Desde entonces la empresa ha
estado haciendo campaña para obtener una extensión de 20 años para el arrendamiento, pero solo se le
han concedido permisos para operar por un término de dos años consecutivos.
Los impactos de la minería en el área son evidentes. Un informe de la ONG India Environmental Support
Group (Grupo de Apoyo Ambiental) (ESG) demuestra que muchas variedades de peces han desaparecido
debido a la contaminación y señala que los campesinos se quejan acerca del deterioro de la productividad
de la agricultura aguas abajo debido a la deposición de desechos provenientes de la explotación minera.
La contaminación del río ha provocado un incremento en los casos de enfermedades entre los aldeanos.
En 1987 una cañería de desechos de 67 metros se rompió y su derrame alcanzó el río Yennehole, lo que
produjo graves daños ambientales.
¡La única acción supuestamente llevada a cabo por KIOCL para mitigar los impactos en los ríos y en los
bosques del área ha sido plantar árboles exóticos! La compañía aduce haber implementado un programa
de "reforestación", plantando 7,5 millones de acacias, eucaliptos y otras especies exóticas. Si dichas
afirmaciones fuesen ciertas harían las cosas aún peor, ya que la sustitución de una porción del bosque
por una plantación impide la regeneración del bosque secundario, de esa manera empobreciendo el
ambiente. Tanto la minería como las plantaciones son una causa directa de la deforestación. Sin
embargo, el caso de Kudremukh constituye un caso particular, donde ambas actividades se combinan
para destruir el bosque.
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BOLETIN 40 del WRM
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El gobierno estadual ha ordenado un estudio de impacto ambiental para ser llevado a cabo antes de la
adjudicación de una extensión del contrato de arrendamiento. Sin embargo, esto no es visto como una
garantía suficiente por los ambientalistas locales. Leo Saldanha de EGS dice: "Yo sinceramente creo que
una campaña pública sistemática es la opción más apropiada para asegurar el fin de la minería en
Kudremukh. No hay nada como la voluntad popular para forzar a un gobierno dispuesto a violar
compromisos públicos y la ley".
Artículo basado en información obtenida de: Drillbits & Tailings; 18/8/2000. Volume 5, Number 13
inicio
- Laos: Suecia se beneficia de subsidios en el sector forestal
El 7 de noviembre de 2000 se inauguró oficialmente una fábrica de madera laminada en Nabong Farm, a
30 kilómetros de Vientiane, la capital de Laos. Sus instalaciones están valuadas en U$S 2,9 millones.
Inicialmente la fábrica venderá pallets a IKEA, la gigantesca empresa minorista sueca, y en un futuro
producirá muebles de la marca Vicwood. El financiamiento fue obtenido por diversos prést amos --U$S
550.000 de IKEA, U$S 800.000 de la Corporación Financiera Internacional (CFI), rama del sector privado
del Banco Mundial y U$S 300.000 de Wsedfund, contraparte sueca de la CFI. La materia prima provendrá
de 1.200 hectáreas de plantaciones de eucalipto en Burapha, y de las proyectadas 10.000 hectáreas de
plantaciones del Proyecto de Plantaciones Industriales del Banco de Desarrollo Asiático (BDA).
La publicidad de Burapah anuncia que la fábrica habrá de ofrecer "hermosas maderas duras" a "exigent es
mercados del mundo, sin destruir los bosques tropicales". Sin embargo, mientras IKEA ha encontrado una
nueva fuente barata de materia prima, con o sin la fábrica de Burapha, la corta de la selva en Laos
continúa.
El Grupo Burapha está conformado como para aprovechar al máximo los subsidios disponibles para el
desarrollo de plantaciones forestales en Laos. La empresa es subsidiaria de la compañía sueca Silvi Nova
AB, y en Laos comprende tres firmas: BAFCO (Burapha Agroforestry Co. Ltd.), NAFCO (Nabong Farm Co.
Ltd.) y BDC (Burapha Development Consultants Co. Ltd.). Las dos primeras son joint -ventures de carácter
comercial: BAFCO produce y exporta productos de madera de sus plantaciones, en tanto NAFCO es una
empresa en el rubro granja, que abastece a Vientiane de leche, pollo y huevos. BDC juega un papel
completamente distinto, al ser la mayor empresa consultora del país, que trabaja en el área de análisis
financiero, ingeniería, medio ambiente, agricultura, ganadería y desarrollo rural.
A principios de los años 1990, Burapha Development Consultants (junto a Jaakko Poyry de Finlandia)
ganó un contrato para servicios de consultoría para el Proyecto de Plantaciones Industriales del BDA,
evaluado en U$S 16 millones. Hoy en día, la fábrica del Grupo Burapha en Nabong compra madera de las
plantaciones de eucalipto establecidas por dicho Proyecto.
En 1995 Jaakko Poyry y Burapha produjeron un informe para el BDA realizando comentarios sobre la
Directiva 186 de la ley sobre plantaciones del gobierno de Laos. Entre las recomendaciones de la
consultoría estaba la de la reducción de las tasas de exportación. En otras palabras, los consultores
recomendaron aumentar las ganancias de su propia compañía a expensas de la tierra y los medios de
vida de los pobladores locales.
Cuando el gobierno de Laos requiere la asesoría de unos consultores forestales mediante un proyecto
financiado por el BDA, debe creer que está consiguiendo el mejor consejo que el dinero pueda comprar.
Empero, en el caso de Burapha hay un claro conflicto de intereses. La compañía recomienda otorgar más
subsidios a través del BDA para producir madera barata que Burapha compra y exporta. No llama la
atención entonces lo que un representante de Burapha en Vientiane manifestó acerca del proyecto del
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BDA: "Para Burapha el proyecto ha sido un éxito, pero no estoy seguro acerca del éxito del proyecto
como un todo".
Por: Chris Lang, correo electrónico: [email protected]
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- Malasia: campaña contra proyecto de plantaciones y fábrica de celulosa en Sabah
Un proyecto de plantaciones forestales que ocuparía casi el 3% del territorio de Sabah, al norte de Borneo, y
significaría la desaparición del 6% de sus bosques primarios --de por si ya cada vez más escasos-- está
siendo promovido en Kalabakan por parte de una joint-venture conformada por Innoprise Corporation Sdn
Bhd, Lions Group de Malasia y China Fuxing Pulp and Paper Industries de China. El megaproyecto de
plantaciones y fábrica de pulpa, cuyo costo ha sido evaluado en U$S 1.100 millones, determinará la
sustitución de 240.000 hectáreas de bosque por el monocultivo de una especie de acacia (Acacia mangium)
de rápido crecimiento, originaria de Australia.
El proyecto ha generado críticas debido a los consabidos impactos que provocará y por no haber siquiera
cumplido los débiles requerimientos ambientales de Sabah. Según la legislación para la conservación del
ambiente allí vigentes, la corta de un bosque de 500 hectáreas o más, al igual que todo emprendimiento de
plantación de árboles de 500 hectáreas o más, requiere de una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). Sin
embargo, ya se han cortado 12.000 hectáreas en el área del proyecto propuesto, sin que se haya llevado a
cabo ni una sola EIA. Innoprise Corporation aduce que no se requiere EIA, puesto que la operación de
madereo fue aprobada antes de que dicho procedimiento se hiciera obligatorio por ley, y anunció la pr óxima
corta de otras 33.000 hectáreas. La empresa ignora olímpicamente la Ley de Calidad Ambiental del Gobierno
Federal, del año 1974, y la Orden de Calidad Ambiental, del año 1987, que obligan a realizar una EIA previa
en estos casos. Sahabat Alam Malasia (SAM) --Amigos de la Tierra-Malasia-- ha denunciado que al permitir
que la corta continúe sin la EIA obligatoria, el gobierno de Sabah está ignorando por completo los impactos
ambientales de las actividades de madereo y manipulando la ley en favor de los intereses de las grandes
empresas y en detrimento de la conservación del bosque.
Con toda razón se teme que esta enorme plantación provoque impactos devastadores sobre el ambiente. La
plantación cortará el mayor tramo continuo de selva remanente en la región, que se extiende entre el Valle
de Danum y la cuenca del Maliau, ambos clasificados como Areas de Protección Clase Uno. La zona posee
un alto grado de biodiversidad, incluyendo 120 especies de mamíferos, 280 de aves y más de 2.500 de
diferentes árboles. Este ecosistema rico en biodiversidad corre el riesgo de ser sustituido por un agrosistema
uniforme y pobre en biodiversidad. Ya hay información de que el avistamiento de animales salvajes es más
frecuente, probablemente porque estén huyendo de la zona ya cortada. Considerando que la mayor parte del
área del proyecto presenta una importante pendiente, la corta de la plantación expondrá al suelo
directamente a la erosión provocada por la lluvia. De ese modo los sedimentos podrían alcanzar la
vegetación de manglar de la Bahía Cowie, destruyendo los recursos marinos. Las consecuencias ya son
evidentes: cuando se llevan cortadas tan sólo 12.000 hectáreas, ya hubo inundaciones en el Valle de Danum.
El microclima también se verá afectado una vez que la selva sea reemplazada por una plantación,
tornándose más seco y cálido. Además, esto podría crear condiciones negativas para la propia plantación,
tornándola más proclive al riesgo de incendios.
Los efectos de la fabricación y el blanqueo de celulosa son también amenazantes. El uso del cloro para el
blanqueo ha hecho que esta industria sea la tercera mayor fuente de dioxina y derivados en el mundo. Este
problema se agrava por el hecho que Malasia carece de una política de prevención del daño causado por
dioxinas. Dicha industria emite además --entre otros gases contaminantes-- dióxido de carbono, óxidos
sulfurosos y cloroformo. Lo que es más, en los efluentes de la industria de la celulosa y el papel han sido
identificados alrededor de 300 productos químicos, entre los cuales contaminantes orgánicos, clorofenicoles
y compuestos ácidos y organoclorados.
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A fin de evitar una ulterior destrucción, SAM ha hecho un llamamiento al gobierno del Estado de Sabah y al
gobierno Federal a disponer el cese de toda actividad de corta, iniciar acciones legales contra los
responsables de la corta de las 12.000 hectáreas sin EIA, llevar a cabo una completa EIA del proyecto,
procurar obtener genuinos insumos por parte del público en relación con la revisión de la EIA en su conjunto,
dada la magnitud y escala de los impactos ambientales previstos. Además se lanzó una campaña a nivel
internacional de oposición al proyecto.
Artículo basado en información obtenida de: "International alert to save Sabah Rainforests from Pulp and
Paper project in Kalabakan" by Friends of the Earth Malaysia - Sahabat Alam Malaysia (SAM), October 2000.
Correo electrónico: [email protected]
inicio
- Malasia: ¿Dónde está Bruno Manser?
Desde mayo de este año, Bruno Maser se encuentra desaparecido. Este activista por los derechos
humanos quería visitar a sus amigos, los nómades Penán en Sarawak, quienes está n rodeados por
empresas madereras, el ejército y la policía. Parece ser que nunca llegó a su destino. Los grupos
enviados a buscarlo no han tenido éxito. Ahora el cuerpo diplomático suizo se ha involucrado en la
búsqueda. Manser pudo haber sido arrestado, haber tenido un accidente o haber sido asesinado.
Esperamos sinceramente que ninguna de estas situaciones haya ocurrido. Entretanto, extendemos
nuestro más sincero apoyo a la familia y amigos de Bruno.
Por más información (en inglés) sobre la situación de Bruno Manser:
http://www.wrm.org.uy/castellano/sarawak/Manser.html
Artículo basado en información obtenida de: Ruedi Suter. "The Swiss Diplomatic Corps have started an
official search for the rain forest protector". Correo electrónico: [email protected]
inicio
- Tailandia: un sistema de manejo comunitario de bosques basado en la diversidad
Entre los por lo menos 400 sistemas de "manejo comunitario de bosques" en las tierras altas de la regió n
Norte de Tailandia se encuentra el de la aldea de Khon Saai en el Distrito Chiang Dao de la Provincia de
Chang Mai. El sistema comprende 57 hectáreas de tierras agrícolas en las que se cultivan al menos diez
tipos distintos de arroz en terrenos escalonados ubicados en los fondos del valle. Alrededor de diez
variedades de arroz de tierras secas se cultivan en las colinas, con rotaciones de 3 a 5 años.
Las aproximadamente 643 hectáreas de bosques de uso comunitario están diferenciadas de las 980
hectáreas de bosques protegidos, comprendiendo seis tipos diferentes de bosques nativos. A nivel local
se cultivan unas 58 hierbas medicinales de las que los aldeanos dependen, algunas de ellas en un jardín
farmacéutico protegido ubicado en medio de la selva. Tomados en conjunto, los alimentos y las medicinas
obtenidas del bosque representan el equivalente a U$S 700 al año para cada uno de los 22 hogares del
poblado. Además de suministrar madera para uso a nivel local, los bosques también ayudan a preservar
los cursos de agua que bañan el área y que proveen de agua para la agricultura y el consumo, así como
17 especies de peces cuidadosamente conservadas, que constituyen un suplemento alimenticio de la
población local.
Todos los componentes del sistema --agricultura, bosques de uso comunitario, bosques protegidos,
pesquerías-- son interdependientes. Para su sobrevivencia el esquema depende de la protección por
parte de los campesinos. Por ejemplo, el uso del fuego es cuidadosamente controlado por la población
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local, de modo que el bosque local no ha sido objeto de devastadores incendios, tal como sucede en las
vecinas plantaciones de monocultivos forestales.
El monitoreo permanente, junto al nuevo sistema de reglas y multas que rigen el uso del bosque, de los
cursos de agua y de los suelos agrícolas, ayudan a mantener el mosaico biótico local. La vigilancia
política resulta también crucial. En 1969, la población local se asoció con funcionarios gubernamentales
para conjurar la amenaza de devastación del área por parte de las madereras comerciales. Hoy en día los
campesinos de Mae Khong Saai están enfrentando un decreto del gobierno, del año 1993, que ordena su
retiro del Santuario de Vida Silvestre establecido en 1978 en las tierras que ellos habitan y protegen.
La insistencia de los lugareños en el manejo local obviamente es buena para la biodiversidad del área.
Durante un reciente estudio rápido de la vida silvestre al interior y los alrededores de la aldea se avistaron
numerosas especies, lo que indica que el área es una de las más biodiversas de Tailandia. La variedad
de ecosistemas locales permite que allí vivan osos, ciervos, gibones, jabalíes y varios tip os de gatos
salvajes, así como 200 especies de aves.
Sólidamente integrada a las economías, políticas y culturas de las tierras bajas, Mae Khong Saai no
podría estar más lejos del cliché romántico de la comunidad completamente aislada y autosuficiente.
Además de comercializar productos del bosque, muchos miembros de la comunidad periódicamente
realizan trabajos fuera de la comunidad, en algunos casos en ciudades distantes. Lo que es más, en la
defensa de los medios de vida locales y la biodiversidad de los que dependen, los residentes de Mae
Khong Saai han establecido alianzas parciales con comunidades similares a lo largo de las montañas del
norte de Tailandia y también con ONGs de base urbana. Podría incluso decirse que la comunidad debe su
actual identidad y modo de vida en la periferia, en parte a la historia de las difíciles relaciones entre el
pueblo Karen que allí vive y el estado tailandés moderno --nacionalista y racista- que se ha desarrollado
en el correr del siglo pasado. El éxito de su sistema de manejo de bosques dependerá en gran medida de
su capacidad para dialogar y negociar con los pueblos de las tierras bajas y con los poderes
internacionales en la renovación de sus estrategias para el logro del control local
Artículo basado en información obtenida de: "Environmental Improvement Department, Northern
Development Foundation, Project for Ecological Recovery, Northern Watershed Development Project,
Northern Farmers Network, and villagers from three Northern Thai communities", Raayngaan Phol Ka an
Wijay Rueang Khwaam Laaklaai Thaang Chiiwaphaap lae Rabop Niwet nai Khat Paa Chum Chon Phaak
Nuea Tawn Bon, Chiang Mai, 1997. Resumido por Larry Lohmann, quien agradece a Montri Chanthawong
por suministrarle el libro que él ayudó a compilar.
inicio
OCEANIA
- Australia: convirtiendo bosques primarios en astillas para desarrollar "energía renovable"
En 1997 el gobierno federal australiano promulgó un reglamento para los bosques de Tasmania,
aboliendo los cupos de exportación de astillas. Consecuentemente North Limited --el mayor exportador de
astillas del país-- anunció planes de incrementar la producción de astillas de los bosques nativos de
Tasmania, que actualmente se eleva a aproximadamente 3,4 millones de toneladas anuales. ONGs
ambientalistas de Tasmania expresaron su preocupación por esta medida, que abriría las puertas para la
destrucción de los bosques primarios de eucaliptos en la isla, los cuales constituyen parte del Patrimonio
Nacional Australiano (ver boletín 7 del WRM).
Una nueva amenaza pende ahora sobre los ya escasos bosques primarios: una propuesta del gobierno,
incluída en la Ley de Energía Renovable, la cual promueve la generación de electricidad mediante el
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astillado de bosques primarios --considerados una "fuente de energía renovable"-- con la meta de reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las reformas propuestas a este proyecto de ley por otros partidos con representación parlamentaria, que
apuntan a la utilización de otras fuentes de energía renovable --tales como la solar y eólica-- en vez de
bosques nativos, fueron rechazadas por los representantes del gobierno y por el principal partido de
oposición. Los verdes australianos criticaron severamente la iniciativa y acusaron a ambos partidos de
estar en las manos de las compañías de astillas de madera. El senador Brown afirmó que la iniciativa fue
el resultado de las presiones de las compañías de astillas de madera, quienes necesitaban nuevos
mercados ya que se estaban enfrentando a la dura competencia de las plantaciones sudamericanas en e l
mercado papelero japonés. Esto muestra cuán perverso es el mercado global de la pulpa y papel: las
vastas plantaciones de árboles para celulosa en América del Sur resultan en graves impactos ambientales
y sociales en esa región, mientras que al mismo tiempo constituyen la causa indirecta de la destrucción
de bosques nativos en Australia. Todo ello para alimentar la voraz industria papelera japonesa.
Dada el área relativamente pequeña ocupada por bosques en Australia, dicha iniciativa parece no tener
una justificación razonable. Adicionalmente, es contradictoria con la posición australiana en la
recientemente celebrada COP6 en La Haya, donde sus delegados expresaron su fuerte apoyo para la
inclusión de los bosques en el denominado Mecanismo de Desarrollo L impio para mitigar el calentamiento
global. Todo esto parece no tener sentido para nosotros, pero obviamente lo tiene para las compañías
astilladoras, quienes se beneficiarán ampliamente de esta ley "verde".
Artículo basado en información obtenida de: Worldwide Forest/Biodiversity Campaign News, , "Australia
Promotes Native Old-Growth Woodchipping as Renewable Energy" ("Australia promueve el astillado de
bosques primarios nativos como energía renovable"), 8/10/2000; e-mail: [email protected]
inicio
- Aotearoa/Nueva Zelandia: juego sucio de empresa maderera al descubierto
La reciente publicación en EE.UU. de un libro que detalla la conspiración entre el gobierno, la industria y
varias empresas de relaciones públicas para desacreditar al movimiento ambientalista en Nueva Zelandia,
ha generado sorpresa en círculos ambientales y oficiales de ese país.
"Secretos y mentiras: la anatomía de una campaña de relaciones públicas en contra del movimiento
ambientalista" (título original: "Secrets and Lies: The anatomy of an anti -environmental PR campaign"), es
el resultado de una investigación a cargo de los periodistas Nicky Hager y Bob Burton, basada en
información de documentos de circulación interna filtrados de la empresa maderera estatal Timberlands y
su consultora en relaciones públicas, la subsidiaria en Nueva Zelandia de la conocida firma británica
Shandwick. El libro revela que el principal objetivo de la campaña de relaciones públicas de Timberlands
era neutralizar el discurso de los grupos ambientalistas que se oponen a sus planes de corta. Timberlands
ha estado deliberadamente tratando de desacreditar a las organizaciones ambientalistas comprometidas
en la campaña, diciendo que son pequeñas y extremistas, y que divulgan información falsa --aún cuando
en realidad conoce muy bien a los principales grupos ambientalistas, incluyendo algunos con una visión
conservacionista, que se oponen a dichas actividades-- y amenazando con la vía legal para desalentar a
la población a que se sume a las protestas.
Timberlands pagó a Shandwick New Zealand para hacer un seguimiento de todas la acciones de
oposición y declaraciones de prensa y para hallar formas para contrarrestarlos. Asimismo, se contrataron
personas para quitar pintadas y pancartas de las paredes y columnas de alumbrado en la ciudad de
Wellington, lo que constituye una violación a la libertad de expresión. Ad emás, hay pruebas de que
Timberlands trató de manipular a las comunidades locales en la región de West Coast, prometiéndoles
una mejora en la infraestructura y los servicios, para así obtener el apoyo de éstas a sus planes de corta
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masiva del bosque nativo, y al mismo tiempo denostar a los ambientalistas "extremistas". Por ejemplo,
ofreció colaborar con la Asociación de Directores de Escuela de West Coast a cambio de que las escuelas
locales apoyaran a Timberlands y sus actividades en la zona.
Pero no sólo la sociedad civil fue objeto de las maniobras de Timberlands. La empresa también ha estado
procurando que el Partido Laborista modifique su posición en materia forestal, temerosa de que un
eventual cambio de gobierno en noviembre de 1999 hiciera que se frenara la corta de los bosques. De
hecho esto ocurrió, ya que el gobierno elegido en esa instancia --una coalición de los laboristas, la
Alianza y los Verdes-- obligó a Timberlands a renunciar a sus planes de corta de vastas áreas de los
bosques húmedos de haya ubicados en la costa oeste de la isla del sur (ver Boletín 30 del WRM). La
estrategia adoptada por Timberlands en este sentido también incluyó el brindar apoyo a sus aliados
--entre los cuales se contaban algunos académicos, la Asociación de Mueblería s de Nueva Zelandia y
otras organizaciones vinculadas al negocio de la madera-- para que escribieran cartas a los líderes
laboristas, atacando a los conservacionistas y a la política contra la corta de los bosques adoptada por
ese partido.
Artículo basado en información obtenida de: "Secrets and lies: the anatomy of an anti -environmental PR
campaign" ( http://www.watertalk.org/reports/secrets_and_lies.html )
inicio
GENERAL
- Preocupación por la revisión de la política de pueblos indígenas del Banco Mundial.
La política de 1991 del Banco Mundial sobre pueblos indígenas (Directriz Operacional 4.20) conform a una de
las diez denominadas "políticas de salvaguarda". que apuntan a asegurar que las operaciones financiadas
por el Banco no causen impactos ambientales y sociales adversos en los países prestatarios. La OD4.20
busca asegurar que los funcionarios del banco, gobiernos prestatarios y agencias implementadoras lleven a
cabo acciones positivas para salvaguardar los derechos de los indígenas, asegurando la tenencia de tierras y
el acceso a los recursos, mitigando los impactos negativos del desarrollo, garanti zando la participación y
asegurando el recibo de beneficios.
Desde mediados de los años 90, la OD4.20 y otras políticas de salvaguarda incluyendo la Política Forestal,
han estado sometidas a un proceso de revisión como parte de una "conversión" amplia del Banco. El Banco
argumenta que es necesario simplificar y racionalizar sus políticas, ya que los lineamientos más claros
mejorarán la calidad del cumplimiento de las medidas de salvaguarda.
Consecuentemente, el Banco circuló en 1998 un "Documento de Enfoque" ("Approach Paper"), sobre la
revisión de la OD4.20 entre las organizaciones indígenas y las ONGs. El documento propuso que la revisión
debería concentrarse en clarificar definiciones y procedimientos. En respuesta, los pueblos indígenas y los
que abogan por los derechos indígenas aclararon al Banco que cualquier política revisada debería ser más
firme que la directriz existente, particularmente en lo referente a derechos a la tierra y a la autodeterminación.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil también han estado exigiendo al Banco que lleve a cabo una
extensiva revisión de la implementación, para que de esa manera cualquier revisión de la política tome en
cuenta los puntos de vista indígenas y encare las reales dificultades que el Banco ha tenido en efectivamente
implementar su política. Sin embargo, el Banco ha resistido la presión de llevar a cabo una verdadera
revisión. Mientras tanto, el proceso de revisión se ha empantanado en el Banco durante los pasados dos
años.
Para demostrar la necesidad de una revisión completa, en mayo del 2000 el Forest Peoples Programme
(Programa para los Pueblos Indígenas) y el Bank Information Center (una importante ONG con base en
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E.E.U.U que realiza un seguimiento al Banco), organizaron un taller en Washington DC sob re "pueblos
indígenas, bosques, y el Banco Mundial". El taller discutió ocho estudios de casos de Latinoamérica, Africa y
Asia preparado por los pueblos indígenas en base a sus propias experiencias sobre diferentes operaciones
que reciben asistencia del Banco que están afectando sus comunidades y territorios. Los objetivos primarios
del taller fueron examinar la calidad de la implementación de la OD4.20 durante los años 90 y contribuir a la
actual revisión de las políticas del Banco Mundial sobre Pueblos Indígenas y sobre Bosques.
El taller llegó a la conclusión de que el cumplimiento de la OD4.20 es a menudo débil y algunas veces
altamente insatisfactorio, especialmente en lo referente a las necesidades críticas de la participación de los
pueblos indígenas y en asegurar sus derechos a la tierra. Por ejemplo, no hubo ni un solo caso donde los
pueblos indígenas sintieron que ellos habían participado de una manera significativa durante la fase de
preparación del proyecto. El taller demostró como los pueblos indígenas aún se encuentran usualmente peor
luego de los proyectos del Banco, debido a reiterados patrones en materia de cumplimiento inadecuado, que
incluyen:
- La no armonización de las políticas de los prestatarios con los estándares internacionales y las políticas del
banco
- Estudios de línea de base superficiales o ausentes en la preparación de los proyectos
- Omisión de reformas legales requeridas
- Omisión de procedimientos en la etapa de evaluación
- Falta de elementos requeridos para la capacitación.
- Derechos de los publos indígenas no asegurados en materia de tierras y de recursos
- Omisión del requerido 'Plan de Desarrollo de Pueblos Indígenas'
- Distribución inadecuada de beneficios
- Supervisión ineficaz
- Escasa disposición para hacer cumplir los acuerdos establecidos en los préstamos
Estudios de caso adicionales llevados a cabo por ONGs y presentados en el taller, revelaron que en aquellos
casos en que la OD4.20 fue implementada efectivamente en operaciones del Banco, ello fue el resul tado de
largos tiempos de preparación, intensivos aportes de los funcionarios, la disposición a pagar "costos de
transacción" inusualmente altos, compromisos más estrechos por parte de los gobiernos prestatarios para
implementar reformas y para llevar a cabo procesos de toma de decisiones genuinamente participativos, tanto
en la preparación como en la implementación de los proyectos.
Los estudios de caso tambien mostraron los obstáculos estructurales y financieros para una efectiva
implementación. Se señaló que el Banco no tiene ni el tiempo, ni los recursos, ni los incentivos para adherirse
adecuadamente a políticas de salvaguarda tales como la OD4.20. Una conclusión central del taller fue que la
clarificación de las políticas no mejorarían por si solas la implementación. Es esencial que el Banco Mundial
también encare reformas importantes en la estructura de incentivos y marco de presupuesto para su trabajo
de salvaguarda. Un cumplimiento más efectivo también requerirá:
- Una política revisada de Pueblos Indígenas que adhiera a las leyes internacionales, siga el principio de
consentimiento previo e informado, reconozca y asegure los derechos consuetudinarios a las tierras y
recursos y aporte mecanismos para la resolución de conflictos.
- Mecanismos más fuertes de cumplimiento para respaldar las condiciones establecidas en los acuerdos de
préstamos.
- Mayor rendición de cuentas, tanto por parte del Banco Mundial como de los gobiernos prestatarios a los
pueblos indígenas, con acuerdos cuyo cumplimiento se pueda exigir a nivel de los tribunales nacionales.
- Supervisión y seguimiento independiente, con indicadores acordados basados en el desempeño.
- Orientación más clara a los funcionarios en materia de interpretación y aplicación de la política.
- Mecanismos más fuertes para la particicpación y acceso a la información en los idiomas apropiados.
- Aplicación de la política a préstamos de ajuste estructural.
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Todo parece indicar que el primer borrador de la Política Revisada de los Pueblos Indígenas (de ahora en
adelante denominada OP4.10), será difundido públicamente a comienzos del 2001, cuando el Banco iniciará
una serie de reuniones consultivas regionales para discutir el borrador con organizaciones pueblos indígenas
y de la sociedad civil. Basados en la "conversión" de otras políticas de salvaguarda como la Política de
Reasentameinto Involuntario, grupos indígenas y quienes los apoyan están preocupados de que la política
revisada de pueblos indígenas pueda ser hasta más débil que la OD4.20. El temor es que la política pueda
ser positiva en algunos asuntos como la participación y la distribución de beneficios, pero que dé marcha
atrás en los temas duros asociados a los derechos sobre las tierras y a la autodeterminación. La
preocupación es que el Banco pueda adoptar una política más ambigua, "a prueba" del Panel de Inspección
del Banco, que no proveerán a los pueblos indígenas de bases sólidas para presentar sus casos ante el
Panel de Inspección. Debemos estar vigilantes para prevenir que esto no suceda.
Por: Tom Griffiths, Forest Peoples Programme, e-mail: [email protected]
(El informe completo del taller FPP-BIC está disponible en www.wrm.org.uy , www.bicusa.org o
www.gn.apc.org/forestpeoples . Copias en papel del resumen del informe del taller, copias de estudios
individuales de casos indígenas e informes más detallados sobre la revisión de las políticas de los Pueblos
Indígenas y de Bosques del Banco se pueden obtener del Forest Peoples Programme en:
[email protected])
inicio
- Películas sobre bosques y plantaciones son premiadas
Tres películas relacionadas con la conservación de los bosques y los problemas causados por las
plantaciones con destino a la producción de celulosa recibieron un premio en el 17o. Festival
Internacional de Cine Ambiental, que se llevó a cabo del 18 al 22 de octubre de 2000 en el
Friedrichsbau-Lichtspiele en Freiburg, Alemania.
El Premio Ökomedia "Lince de Oro" por la mejor realización periodíst ica fue otorgado a la película: "The
dirty business with white paper" (El sucio negocio del papel blanco), por los alemanes Inge Altemeier y
Reinhard Hornung, que trata sobre la producción de celulosa en Indonesia. La película documenta las
enfermedades sufridas por la población indígena, la apropiación indebida de tierras y la destrucción de los
bosques tropicales. Esta producción también rastrea las responsabilidades hasta el cuartel general de
grandes compañías alemanas y al corazón mismo del gobierno.
"Ancient yet modern: cork, a natural product" (Antiguo pero moderno: corcho, un producto natural) ganó el
Premio Ökomedia "Lince de Oro" por la mejor película de naturaleza. Su autor, el suizo Vadim Jendreyko,
presenta el ejemplo del alcornoque para mostrar el uso de una materia prima renovable en nuestra vida
diaria. La película pone énfasis en la necesidad de conservar los valiosos bosques de alcornoques del sur
de Europa.
El conflicto instigado por el arribo de una compañía maderera malaya a una aldea c omunitaria en la isla
Salomón es mostrada en "Since the company" (Desde la llegada de la compañía), por el australiano
Russell Hawkins, quien ganó el Premio Promocional de la Ciudad de Freiburg. El autor saca conflictos
clave a la luz --conflictos entre quienes quieren seguir llevando un estilo de vida tradicional y aquellos
propensos a vender sus valiosos bosques por dinero.
Artículo basado en información obtenida de: Ökomedia Institut 2000, 25/10/2000; e -mail:
[email protected] (Aquellos interesados en obtener copias de estas películas pueben contactar
a: Ökomedia Institut, Nussmannstrasse 14, D-79098 Freiburg, tel ++49-761-52024, fax ++49-761-555724).
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