WORLD RAINFOREST MOVEMENT

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WORLD RAINFOREST MOVEMENT
MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES
Secretariado Internacional
Ricardo Carrere (Coordinador)
Maldonado 1858; CP 11200
Montevideo - Uruguay
Tel: +598 2 413 2989
Fax: +598 2 410 0985
E-mail: [email protected]
Sitio web: http://www.wrm.org.uy
Boletín Nº 92 del WRM
Marzo 2005
(edición en castellano)
En este número:
NUESTRA OPINION
- Revisión de certificación de plantaciones del FSC en marcha
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LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS
AMERICA DEL SUR
- Argentina: destrucción de la selva misionera equivale a genocidio de los Mbya Guaraní
- Brasil: préstamo del Banco Mundial a Aracruz viola política forestal del Banco
- Paraguay: la Ley de Deforestación Cero en la Región Oriental
- Perú: Minera Yanacocha retrocede ante resistencia popular
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AFRICA
- África: la red Oilwatch se fortalece en Lagos
- Burundi: conservación de los bosques contra la gente
- Nigeria: “pensamos que era petróleo, pero era sangre” (N. Bassey)
- Sudáfrica: trabajo en redes para canalizar acciones de protección ambiental
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ASIA
- Bangladesh: los Mro resisten su expulsión de un "ecoparque"
- Laos: represa Nam Theun 2, Banco Mundial y corrupción
- Malasia: falso sello verde a madereo en tierras de los Penan
- Madereo legal e ilegal en Vietnam
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LOS ARCHIVOS DE CARBONO
- Rechazan proyecto de plantaciones de carbono de V&M do Brasil
- BioCarbon Fund = ¿manipulando_los_datos_Inc.cárcel.com?
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NUESTRA OPINION
- Revisión de certificación de plantaciones del FSC en marcha
La Revisión de certificación de plantaciones del Consejo de Manejo Forestal (Forest Stewardship Council – FSC)
finalmente está en marcha. La comisión de 12 miembros electa para implementar la primera parte de este
proceso (la “fase de políticas”) se reunió por primera vez del 9 al 11 de marzo en Estocolmo, Suecia. Cuatro
miembros –dos del norte y dos del sur- de cada una de las tres cámaras (social, ambiental y económica) tendrán
a su cargo la tarea de llevar adelante este proceso y elaborar directivas claras para la certificación de
plantaciones en el futuro. Una posible segunda “fase técnica” está ahora siendo discutida por los miembros de
dicho comité.
El WRM saluda este proceso de revisión, que nuestra organización viene solicitando desde hace muchos años y
al que hemos contribuido -desde fuera- de muy diversas maneras. En 1997, el WRM difundió una crítica
detallada de las carencias del principio del FSC sobre plantaciones (“Comentarios sobre el principio 10 del FSC:
Plantaciones”). En 2001 invitamos a los miembros del FSC a que “revisen por completo el tema de la certificación
de plantaciones, que tomen en cuenta la abundante documentación existente referente a la básica
insustentabilidad del modelo de plantaciones forestales y que, o bien excluyan completamente a las plantaciones
de la certificación del FSC o que modifiquen substancialmente el principio 10”. En 2002, en vísperas de la
asamblea general del FSC “exhortamos a los miembros del FSC a abrir la discusión sobre la certificación de
plantaciones en general y sobre el principio 10 en particular”. En 2003 el WRM publicó “Certificando lo
incertificable” un libro basado en estudios de caso que documenta los problemas presentados en Tailandia y
Brasil con las plantaciones certificadas por el FSC. Además hemos producido dos ediciones completas del
boletín del WRM dedicadas a los problemas generados por la certificación de plantaciones y una serie de
artículos críticos sobre la certificación de plantaciones en diversos países.
El WRM participó además en la reunión de Bonn de 2004, en la que se inició el proceso de la Revisión de
plantaciones del FSC, con una presentación en la que expresamos nuestra preocupación por la certificación de
plantaciones del FSC, al tiempo que ofrecimos nuestra asistencia para proporcionar información relevante sobre
los impactos documentados de las plantaciones de árboles en gran escala -tanto certificadas como no
certificadas-, y para acompañar a los miembros de la Comisión de revisión de Plantaciones del FSC a visitar las
comunidades locales afectadas por las plantaciones.
En la reunión de Bonn, hicimos además una serie de recomendaciones para la revisión, siendo la más
importante que el FSC debería suspender nuevas certificaciones de plantaciones industriales de árboles en gran
escala hasta finalizar la revisión. El argumento de esta recomendación era que al iniciar una revisión, el FSC
aceptaba la existencia de problemas que debían ser resueltos y que era tiempo de evaluar la experiencia antes
de avanzar en la certificación de plantaciones. Lamentablemente este pedido de una moratoria no fue discutido
en ese momento. Sin embargo, el tema ha vuelto a surgir en esta primera reunión de la Comisión de revisión,
donde se decidió solicitar opinión sobre el tema al Directorio del FSC.
Si bien tenemos confianza en que la Comisión de Revisión tiene la voluntad y la capacidad para llevar adelante
de forma seria y abierta el proceso de revisión, sentimos la necesidad de expresar nuestra sorpresa ante la
elección de Luis Fernando Jara como representante de la cámara ambiental del Sur. El Sr. Jara es el gerente
general de una compañía –PROFAFOR S.A.- que ha establecido plantaciones de sumidero de carbono en
Ecuador para la fundación holandesa FACE. Estas plantaciones –certificadas por el FSC— han causado graves
impactos sociales y ambientales, que se documentan en una investigación recientemente finalizada (ver
http://www.wrm.org.uy/paises/Ecuador/face.html). No tenemos nada personal contra el Sr. Jara, pero creemos
que ante tales circunstancias se debería reconsiderar su participación en esta comisión, en particular debido a su
involucramiento directo en las plantaciones de FACE-PROFAFOR actualmente cuestionadas.
Mas allá de lo anterior, deseamos expresar nuevamente nuestra confianza en este proceso y reiterar lo que
afirmamos en febrero de 2001: “la fortaleza principal del FSC es su credibilidad pública. La certificación de
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operaciones forestales insustentables --tales como los monocultivos de árboles a gran escala-- pueden erosionar
esta credibilidad. Solo una revisión crítica por parte del FSC de sus propios principios puede incrementar esta
credibilidad. Nosotros esperamos sinceramente que el FSC pueda hacerlo”.
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LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS
AMERICA DEL SUR
- Argentina: destrucción de la selva misionera equivale a genocidio de los Mbya Guaraní
En la provincia de Misiones, ubicada en el nordeste argentino, las autoridades del antiguo pueblo Mbya Guaraní
(ver Boletín Nº 87 del WRM), que habitan lo que hoy constituye la Reserva de Yabotí, han recurrido a la justicia
penal para denunciar por genocidio al gobernador de la provincia, Carlos Rovira.
Los Mbya Guaraní, antiguos habitantes de la selva misionera que durante siglos vivieron como parte de ella sin
sentirse sus dueños, vieron sus territorios amenazados cuando la empresa Moconá Forestal S.A., con el aval del
gobierno provincial, comenzó a deforestar lo que constituye su medio de vida y sustento.
En la presentación judicial los Caciques describen cómo están organizadas sus comunidades desde hace siglos,
y denuncian al gobierno misionero por querer imponerles organizaciones que los propios funcionarios inventaron
"para dividirnos y poder así controlarnos mejor". Raúl Montenegro, Premio Nóbel Alternativo 2004 y presidente
de la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM), afirma que "la gran cantidad de árboles que taló la
empresa Moconá Forestal S.A. en Yabotí pese a la veda, muestra que allí continúa el genocidio silencioso y la
brutal destrucción de la selva”. En los últimos meses, varios niños de las comunidades murieron de desnutrición.
Desde agosto de 2004, Caciques y miembros de unas 40 comunidades Mbya Guaraní se han turnado en la plaza
central de Posadas para pedir el reconocimiento de sus derechos, la devolución de sus territorios ancestrales y la
renuncia del Director de Asuntos Guaraníes. Hasta ahora, el gobernador sigue negándose a recibirlos.
"Mientras los niños Mbya Guaraníes mueren de desnutrición porque el hombre blanco tala su selva y los
margina, el gobierno de Misiones y varias organizaciones extranjeras construyeron una Estación Biológica con
aire acondicionado, calefacción y todas las comodidades", recordó irónicamente Raúl Montenegro. “Conservar no
es inaugurar una estación biológica para que los extranjeros, por más reconocidos que sean, jueguen a los
exploradores. Conservar es proteger lo poco que queda de selva mediante un trabajo conjunto de comunidades
indígenas, gobierno y otros sectores de la sociedad", denunció Montenegro.
Ariel Araujo de la Coordinadora de Pueblos y Organizaciones Indígenas de la Región Chaqueña y Misiones
(COPIRECHA), la organización que acompaña a los Mbya en su lucha, expresó que la insensibilidad del
gobierno "es agobiante e incomprensible. No les importa ver sufrir a niños, mujeres y hombres. Solo quieren que
los indígenas sigan haciendo lo que dice el blanco, lo que dice el gobierno".
En su presentación al tribunal, los Caciques dicen que "nos hemos afincado en la plaza 9 de Julio de la ciudad
de Posadas, que representa 'la libertad' del pueblo blanco, y a la sombra de la estatua que representa 'su
libertad' (para) pedir se detenga la masacre de nuestros niños y ancianos".
Los hechos demuestran que la muerte de la selva es la muerte de su gente. Por eso, conservarla es un
imperativo social y lo contrario constituye un crimen ambiental y un genocidio, como lo denuncia el pueblo Mbya
Guaraní.
Artículo basado en información obtenida de: “Indígenas Mbya Guaraní denuncian penalmente por genocidio a
Gobernador Rovira y Ministros de Misiones (Argentina)”, enviado por Servicio de Información Indígena
SERVINDI, Nº 35, correo electrónico: [email protected]; “Vergonzoso: el gobernador Rovira recibe a
dos ingleses y un estadounidense interesados en Yabotí, pero no a indígenas guaraníes que están en la plaza de
Posadas desde hace 52 días”, FUNAM, http://www.funam.org.ar/ingleses.htm
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- Brasil: préstamo del Banco Mundial a Aracruz viola política forestal del Banco
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El mayor productor del mundo de celulosa blanqueada de eucalipto tiene planes de agrandarse aún más. El año
pasado, Aracruz Celulose produjo 2,5 millones de toneladas de celulosa. La compañía está estudiando cinco
sitios posibles para construir una nueva planta de celulosa con una capacidad de producción de un millón de
toneladas anuales. En los próximos dos años, Aracruz gastará 600 millones de dólares en la modernización de
sus plantas de celulosa ya existentes, y ampliará la superficie de plantaciones de eucaliptos, que ahora ocupan
305.000 hectáreas.
El Banco Mundial está muy afín de ayudar a Aracruz con sus planes de expansión. En noviembre de 2004, el
Directorio de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su sigla en inglés), parte del Grupo del Banco
Mundial, aprobó un préstamo de 50 millones de dólares para Aracruz. El especialista en medio ambiente del IFC,
Meter Neame, me dijo que “El IFC tiene mucho gusto en apoyar a esta compañía brasileña líder en el sector
forestal, así como reconocer sus programas ambientales y sociales y el avance que han realizado en esos
sectores”.
Las plantaciones de Aracruz fueron establecidas en tierras de comunidades locales, entre ellas de los pueblos
indígenas Tupinikim y Guaraní. Aracruz construyó su planta de celulosa en el Estado de Espírito Santo, en una
aldea Tupinikim llamada Aldea de los Monos.
En febrero de 2005, el WRM recibió una copia de un informe filtrado del IFC, en el que el personal de dicho
organismo informaba al Directorio sobre el préstamo propuesto. En el informe, el personal del IFC desestimaba
las críticas a Aracruz: “Aracruz ha sido objeto de acusaciones relativas a sus prácticas ambientales y sociales,
típicamente de organizaciones no gubernamentales (“ONGs”) con fines políticos o anti plantaciones”. El personal
del IFC aparentemente no consideró conveniente preocupar al Directorio con hechos embarazosos, tales como
una ocupación por parte del MST (Movimiento de los Sin Tierra) de las plantaciones de Aracruz, que tuvo lugar
en abril de 2004. El personal del IFC no explicó al Directorio que los pueblos indígenas Tupinikim y Guaraní
continúan protestando contra la conversión de sus tierras en plantaciones de eucaliptos por parte de Aracruz.
El personal del IFC sí le dijo al Directorio que habían realizado una evaluación de las “prácticas de
sustentabilidad” de Aracruz, que incluyó reuniones con “autoridades locales, líderes de comunidades, analistas
de mercado y ONGs”, según el informe del IFC a su Directorio. Le pedí a Peter Neame, del IFC, una lista de la
gente y las organizaciones con las cuales se había reunido el IFC durante su evaluación de Aracruz. También le
pedí los apuntes de las reuniones de consulta.
Neame declinó brindar la información requerida y en su lugar me ofreció el Resumen de Evaluación Ambiental. El
resumen no brinda información alguna sobre las reuniones. No obstante, la respuesta de Neame revela las
carencias de la consulta del IFC con la gente local. Explicó que el Resumen de Evaluación Ambiental “fue dado a
conocer públicamente aquí en Washington y también a nivel local en Brasil”. Añadió luego que “Ni los grupos
locales ni la sociedad civil plantearon problema alguno en respuesta a esta información”.
El préstamo del IFC infringe la política forestal del Banco Mundial, que exige que “las actividades de extracción
comercial a escala industrial” deban “ser certificadas por un sistema de certificación forestal independiente,
aceptable para el Banco”. El IFC tiene su propia política forestal, que no hace mención alguna a la certificación.
Pero, según el informe del IFC al Directorio, cuando el Banco Mundial elaboró su nueva política forestal en 2002,
el IFC “indicó al Directorio … que estaba de acuerdo con el criterio de certificación”.
El personal del IFC no le dijo al Directorio que en 1999 el SCS (Scientific Certification Systems), una empresa
certificadora acreditada ante el FSC (Forest Stewardship Council), comenzó una evaluación de una parte de las
plantaciones de Aracruz y concluyó que la empresa no cumplía con las normas del FSC. En vez de informar
sobre ello, el personal del IFC escribió en su informe al Directorio, que Aracruz tiene como objetivo certificar
todas sus plantaciones dentro de un programa de certificación brasileño llamado CERFLOR.
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Para ser aceptable ante el Banco Mundial, un sistema de certificación debe reconocer los derechos de los
pueblos indígenas. Las normas deben elaborarse con la “participación significativa” de ONGs, población local y
pueblos indígenas. El sistema de certificación debe basarse en “normas de resultados objetivas y medibles”.
Debe ser independiente. Sus procedimientos de toma de decisiones deben ser “justos, transparentes
independientes y concebidos para evitar conflictos de interés”.
CERFLOR no cumple ninguno de esos requisitos. CERFLOR ni siquiera menciona a los Pueblos Indígenas.
Aracruz formó parte de la formulación de la norma, pero no hubo participación alguna de pueblos indígenas y
fueron muy pocas las ONGs involucradas. En lugar de especificar normas de resultado mínimas, CERFLOR
exige la aplicación de planes y programas. Para acceder a las normas de CERFLOR hay que pagar una tarifa.
Los resúmenes de las evaluaciones no están disponibles públicamente. En lugar de evitar conflictos de interés,
CERFLOR parece destinado a fomentarlos. Aracruz representa a la Asociación Brasileña de Celulosa y Papel en
el Subcomité Técnico Forestal del Comité Brasileño de Certificación.
El IFC encomendó a un “especialista forestal independiente” que verificara si CERFLOR cumple con la política
forestal del Banco Mundial. Neame no accedió a mi solicitud de recibir una copia del informe del consultor.
Neame me dijo que CERFLOR “es en general compatible con los requisitos de un sistema aceptable conforme a
lo especificado en la política forestal del Banco Mundial”. Para Neame, los problemas con CERFLOR son
simplemente “áreas que pueden ser mejoradas”.
Si bien el personal del IFC reconoció en el informe al Directorio que “CERFLOR todavía no cumple íntegramente
con la nueva política del Banco”, decidieron que “para el futuro sería conveniente que tanto IFC como Aracruz
trabajasen en forma cooperativa con los organismos brasileños de acreditación y fijación de normas … para
mejorar las normas y procedimientos de CERFLOR y que lleguen a ser íntegramente aceptables”.
Este criterio, escribió el personal del IFC, “puede ser tenido en cuenta para estar a la altura del espíritu de la
nueva política del Banco”. Pero si el Banco Mundial puede decidir simplemente que los préstamos deben cumplir
únicamente con el espíritu y no con la letra de las políticas del Banco, entonces de poco sirven las políticas.
Por Chris Lang, e-mail: [email protected]
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- Paraguay: la Ley de Deforestación Cero en la Región Oriental
El 13 de diciembre de 2004 el Congreso paraguayo aprobó la Ley Nº 2524 “De prohibición en la Región Oriental
de las Actividades de Transformación y Conversión de Superficies con Cobertura Boscosa”. La misma fue
conocida posteriormente como la Ley de Deforestación Cero. Esta Ley menciona que su objetivo principal es
“propiciar la protección, recuperación y el mejoramiento del bosque nativo en la Región Oriental” por lo cual, a
partir de la fecha de promulgación de la presente Ley y por un periodo de dos años, queda “prohibida la emisión
de permisos; licencias, autorizaciones y/o cualquier documento jurídicamente válido, que ampare la
transformación o conversión de superficies con cobertura de bosques nativos, a superficies destinadas a
aprovechamiento agropecuario en cualquiera de sus modalidades; o a superficies destinadas a asentamientos
humanos”.
El Paraguay es un país en el cual los decretos tienen sus historias y por decreto se han declarado, prohibido,
permitido o promocionado un sin número de acciones, algunas de ellas beneficiosas y otras con resultados
catastróficos para la ciudadanía. El Decreto Ley 2524/04 no escapa del esquema en el cual son elaboradas y
aceptadas las Leyes en el país. Esta situación nos lleva a considerar ciertos puntos que guardan relación con la
efectividad de dicha Ley para “propiciar la protección, recuperación y el mejoramiento del bosque nativo” así
como el contexto temporal y social en el que aparece la Ley:
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- El 2 de noviembre de 2004, un mes antes de la promulgación de la Ley 2524, la Secretaría del Ambiente
resuelve mediante la Resolución Nº 1133, que “las Licencias Ambientales o Declaraciones de Impacto Ambiental
otorgadas por la Secretaria del Ambiente (SEAM) en el Marco de la Ley de Impacto Ambiental, para planes de
uso de la tierra, no contemplan la Autorización de Desmontes, quedando bajo exclusiva responsabilidad del
Servicio Forestal Nacional, la aprobación de desmontes propuestos en los planes de uso de la tierra”. De esta
manera la SEAM deja en manos del Servicio Forestal Nacional (dependencia del Ministerio de Agricultura y
Ganadería) la responsabilidad de otorgar los permisos para desmontes.
- La región Oriental del país cuenta con menos de un millón setecientas mil hectáreas de bosques remanentes
de las más de ocho millones quinientas mil hectáreas con que contaba hace cuarenta años. Esta deforestación
fue impulsada por el propio gobierno a través de planes de extensión de la frontera agrícola, créditos blandos
para los grandes latifundistas y con la especulación inmobiliaria tras la construcción de carreteras y dos grandes
represas, todas estas acciones enmarcadas dentro de planes y créditos brindados especialmente para estas
actividades por instituciones financieras internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco
Mundial y con el asesoramiento técnico de la FAO, en la mayoría de los casos. Muchos de estos planes y
proyectos continúan hasta hoy sin cambio alguno.
- La Ley tiene un período de duración de dos años inicialmente, tiempo que no permite ver cambios, mejoras o
recuperación alguna en la mayoría de las zonas que han sido deforestadas, las cuales están hoy ocupadas por
latifundios ganaderos o monocultivos de soja.
- La Ley no hace mención a la Región Occidental del País (la cual representa el 61% del territorio), cubierta en
gran parte por bosques sobre suelos sumamente frágiles y donde la deforestación está avanzando a pasos
agigantados, dejando tras de sí desertificación, pobreza y expulsión de comunidades indígenas de sus territorios
ancestrales.
- La Ley aparece en un momento de gran tensión social y de movilizaciones campesinas que buscan reivindicar
su derecho a la tierra.
La rápida promulgación de esta Ley, más los puntos anteriores, nos hacen dudar del objetivo real del decreto y
por sobre todo de su efectividad para detener la deforestación, cuando las verdaderas causas no son analizadas,
cuando todavía hoy las autoridades responsables de promocionar y hacer cumplir las leyes son las primeras en
violarlas.
Ejemplos de lo anterior se dan todos los días y el 28 de enero de este año, a poco más de un mes de haber sido
aprobada la ley, un “honorable” Diputado de la Cámara Baja del Congreso dio uno de ellos, al ordenar la
liberación de un camión que transportaba rollos (madera sin aserrar) de manera ilegal. El camión, el chofer y los
rollos no tenían documentos, pero aún así el diputado ordenó su liberación y amenazó a la fiscal, que había
detenido el camión, con removerla del cargo. Estas acciones del diputado han motivado la reacción de la
sociedad civil, quienes piden en este momento su desafuero. Sin embargo, éste será un trabajo muy difícil, ya
que el diputado en cuestión pertenece al partido en el poder y con mayoría en el Congreso.
Todo lo anteriormente expuesto, más otros innumerables casos de abuso de poder y de desidia de las
autoridades cuando se trata de temas ambientales y por sobre todo sociales, nos dejan con muchas
interrogantes acerca de esta Ley y su efectividad como mecanismo para frenar el proceso de deforestación, ya
que además no presenta más alternativa que la prohibición, sin mencionar procesos de uso sustentable,
ordenamiento territorial y recuperación de aquellas zonas que han sido deforestadas.
Por: María José López, Sobrevivencia, correo electrónico: [email protected],
www.sobrevivencia.org.py
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- Perú: Minera Yanacocha retrocede ante resistencia popular
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En Perú, los departamentos donde prevalece la minería ostentan los más altos niveles de pobreza del país. Tal
es el caso de Cajamarca, donde está ubicada la Minera Yanacocha --51.35% de cuyas acciones las posee la
transnacional estadounidense Newmont Mining Corporation, 43.65% el grupo nacional Benavides y el 5% la
Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial.
Minera Yanacocha actúa en Cajamarca desde 1993 y es la segunda mina de oro más grande en el mundo. Si
bien Cajamarca aporta alrededor del 10% de las exportaciones del país, es el quinto departamento más pobre
del país, con 77.4% de su población viviendo en la pobreza y 50.8% en la extrema pobreza.
El 2 de setiembre de 2004, cerca de 3.000 campesinos marcharon hacia el campamento de la empresa Minera
Yanacocha (ver Boletín Nº 86 del WRM), ubicado en el Cerro Quilish, exigiendo que no se realizaran las nuevas
labores de exploración proyectadas en Quilish, Yanacocha Sur y Cuenca Porcón. Se trata de una zona con un
ecosistema muy frágil, ubicada en una parte alta, en cabecera de cuenca. Quilish está a sólo 8,5km. de la planta
de tratamiento de agua potable “El Milagro”. Según estudios e informes técnicos, su exploración y posterior
explotación pondría el agua en grave riesgo de envenenamiento, con la consiguiente repercusión en la salud y la
vida de la población del área urbana y rural, además de un creciente desabastecimiento de agua.
A los enfrentamientos entre campesinos y efectivos policiales le siguió el ataque desde un helicóptero facilitado
por el Ejército, de donde lanzaron bombas lacrimógenas contra los manifestantes para dispersarlos. El
enfrentamiento terminó con varios lesionados, entre ellos un herido de bala, y varias detenciones, incluso de
niños y ancianos.
A los pocos días, en una marcha multitudinaria realizada el 15 de setiembre, día de paro regional, la población
cajamarquina exclamaba: “Escucha Yanacocha: Cajamarca se respeta”, “Pueblo inteligente defiende el medio
ambiente”, “La vida es un tesoro que vale más que el oro”, “Queremos agua limpia y no contaminada”, “¡Si se
puede, Sí se puede!”
La contundente protesta cívica del pueblo de Cajamarca por su legítimo derecho a consumir agua limpia, libre de
metales pesados, dio sus frutos. Después de dos semanas de movilizaciones y protesta cívica, el Ministerio de
Energía y Minas dejó sin efecto la autorización expedida a la minera Yanacocha en el cerro Quilish. Se instalará
una Mesa de Diálogo para discutir las alternativas concretas a problemas concretos ocasionados por Minera
Yanacocha. La sociedad civil presentará sus propuestas al Estado Peruano.
Queda por delante la tarea de seguir informando y organizando. Pero el pueblo está claro y dice: “Cuando las
lagunas de cianuro se filtren por nuestros ríos, no nos salvarán ni el oro ni el dinero ¡despierten cajamarquinos!”
Artículo basado en información obtenida de: “El retroceso de Yanacocha”, Iván Salas Rodríguez, enviado por
SERVINDI, Nº 31, correo electrónico: [email protected]; “Cajamarca dignidad”, Iván Salas Rodríguez,
http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=13944; “Impacto de la minería en América Latina”, Mines
and Communities, http://www.minesandcommunities.org/Action/press545.htm
inicio
AFRICA
- África: la red Oilwatch se fortalece en Lagos
El petróleo es un grave problema a nivel mundial, dado que su uso está generando el cambio climático debido a
la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera. Al mismo tiempo, el petróleo representa un problema
inmediato aún mayor en las áreas donde se extrae, en particular en los trópicos. En estas regiones, la
exploración y la explotación petrolera producen impactos graves sobre las poblaciones locales, destruyendo sus
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vidas y formas de sustento a través de la deforestación, la degradación de los bosques y la destrucción de los
ecosistemas costeros, que a su vez generan violaciones generalizadas de los derechos humanos y
empobrecimiento generalizado.
En ese contexto, se realizó del 1º al 3 de marzo en Lagos, Nigeria, una importante reunión convocada por
Oilwatch-África: la “Conferencia sobre petróleo, conflictos por recursos y formas de sustento en África”. Esta
reunión contó con la asistencia de representantes de ONGs, académicos, medios de comunicación y legisladores
provenientes de Camerún, Chad, República del Congo (Congo-Brazzaville), Ghana, Mozambique, Nigeria,
Sudáfrica y Sudán, así como de América Latina, América del Norte y Europa. El WRM estuvo presente en la
conferencia.
Asume Osuoka, coordinador de Oilwatch-África, inició la reunión expresando la importancia simbólica de que el
encuentro se realizara en Nigeria, país que muestra mejor que ningún otro la paradoja del petróleo y el gas. “En
tanto las compañías transnacionales se van con sus mega ganancias y el gobierno nacional obtiene ingresos de
gran magnitud de la venta de crudo en los mercados internacionales, el pueblo de Nigeria es uno de los más
pobres del planeta. La generación y el suministro de energía eléctrica son deplorables, ya que la mayor parte de
los nigerianos no tienen acceso a la electricidad. Las infraestructuras sociales están colapsando a gran
velocidad, a pesar de que el gobierno obtiene 20 mil millones de dólares de la venta de petróleo. La ausencia de
responsabilidad y transparencia en la administración del petróleo y las alteraciones de los sectores más
productivos de la economía han traído como consecuencia el empobrecimiento masivo y la frustración de la
población”, afirmó.
En palabras de Nnimmo Bassey, presidente de Oilwatch-África y director ejecutivo de la ONG nigeriana
Environmental Rights Action (ERA), “el anuncio del descubrimiento de petróleo en cualquier territorio es
comparable a la declaración de guerra contra ese territorio”. Y agregó “el petróleo destruye el medio ambiente,
contamina el agua y el aire y también contamina la estructura social, destruye los bosques, destruye la vida y las
formas de sustento. Para el petróleo nada es sagrado”.
Los participantes de la Conferencia de Lagos compartieron sus experiencias en los distintos países
representados, y todos ellos sumaron elementos al cuadro general descrito previamente. Además, compartieron
su voluntad de resistir la expansión de la industria del petróleo, creando alianzas dentro y fuera del continente.
Los participantes también identificaron el problema adicional que produce la militarización creciente del Golfo de
Guinea por parte de los Estados Unidos y algunos países europeos -en particular Francia- “alimentada por su
deseo de controlar los recursos de petróleo y gas de África, incluidos sus planes de establecer bases militares en
Sao Tome y otros países del continente”, y agregaron que “la expansión de la cooperación militar con regímenes
seudo-democráticos en África constituye una amenaza grave y preocupante, que representa en realidad una
declaración de guerra hacia la región”.
Para enfrentar esa situación, la conferencia convocó a “los grupos de la sociedad civil del continente y a otros
grupos igualmente preocupados por este problema en el extranjero, a condenar fuertemente esta agresión
latente de los EE.UU. y Europa contra África, y a utilizar todos los medios necesarios para asegurar el completo
retiro de estos países de la región”.
Además, los participantes exigieron “una moratoria sobre la exploración y el desarrollo de nuevos campos
petroleros y de gas en el continente como medida de corto plazo, y que se realicen esfuerzos para desarrollar
fuentes alternativas de energía y la prohibición a largo plazo de la explotación de combustibles fósiles”.
Más importante aún, la reunión tuvo por resultado el fortalecimiento de Oilwatch-África, que ahora contará con
una voz aún más fuerte para enfrentar las actividades destructivas de las compañías transnacionales de petróleo
y gas. Como dijera Esperanza Martínez de la Secretaría de Oilwatch Internacional: “Resistir, organizarse, pelear
es la única forma de sobrevivir. Compartir experiencias y coordinar acciones, la mejor forma de hacerlo. Ese fue
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el objetivo de esta reunión y la participación activa de todas y todos han hecho de esta conferencia un gran
éxito”.
La declaración final (en inglés) de la conferencia está disponible en:
http://www.wrm.org.uy/deforestation/oil/OilwatchAfrica.html
inicio
- Burundi: conservación de los bosques contra la gente
Burundi es un país sin salida al mar cuya superficie alcanza los 27.834 km². Además de sufrir las secuelas de
una prolongada guerra civil que ha cobrado la vida de miles de civiles, Burundi es un campo de batalla para el
ejército de Rwanda y las milicias del Congo.
La población de Burundi supera los cinco millones y está distribuida geográficamente en forma despareja;
muchas poblaciones han sido desplazadas por la crisis económica y la guerra y obligadas a cambiar su forma de
subsistencia.
Tras las sucesivas colonizaciones holandesa y belga, a las que se añaden divisiones pre-coloniales y problemas
entre los propietarios de la tierra y los agricultores de las comunidades, este país carga con un antiguo legado
colonial. La falta de acceso a la tierra ha sido una importante causa de deforestación. Los bosques, antes
extensivos, constituyen hoy el 9% de la superficie total de tierras.
El gobierno de Burundi, sin atacar las verdaderas causas del problema y aceptando la destrucción como hecho
consumado, ha prohibido recientemente a un grupo de agricultores de la provincia de Cibitoke el acceso a la
reserva natural del bosque de Kibira, un bosque de montaña que abarca 40.000 hectáreas, aduciendo que la
agricultura había llevado a la destrucción del bosque en tal medida que la zona "podría convertirse en un
desierto".
Este es el enfoque típico de un gobierno presionado por el capital mundial con intereses en la prospección
biotecnológica y el turismo, que pretende establecer reservas forestales y parques nacionales vacíos de gente,
como islas perdidas en medio de un contexto de devastación.
"En [la norteña provincia de] Kirundo la gente se está muriendo debido a la escasez de alimentos; nos preocupa
que el gobierno no nos permita cosechar nuestros cultivos en la zona de Masango y sin embargo no haya sido
capaz de alimentar a todas las personas que se mueren de hambre en Kirundo", dijo el representante de los
agricultores Michel Niyonsaba, de 44 años.
Niyonsaba añadió que las fuertes lluvias recientes habían destruido sus hogares y algunos de sus cultivos, pero
que el gobierno no los había ayudado. La severa escasez de alimentos que asola el norte de Burundi afecta a
más de medio millón de personas e incluso ha causado la muerte de algunas. Uno de los principales motivos es
la disminución de las lluvias.
La prohibición afecta a todas las actividades agrícolas en la zona de Mirundi de la Comuna de Bukinanyana. El
presidente Niyindereye declaró que la administración local también pondría fin a la agricultura en la zona de
Ruhororo de la Comuna de Mabayi, en especial en la frontera con Rwanda y en el bosque natural de Nyungwe.
En protesta contra la prohibición de sembrar, los agricultores expresaron que las tierras que cultivaban habían
sido otorgadas a sus mayores en 1954. Añadieron que se los expulsó de la reserva en 1980, cuando se
proyectaron los parques nacionales del país.
"Yo tenía trece años cuando nos echaron", dijo Niyonsaba. Desde entonces, continuó, intentaron a menudo
regresar a las tierras en los fértiles bosques, enfrentándose siempre a la resistencia oficial.
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Un funcionario del Instituto nacional de conservación del medio ambiente y la naturaleza (Institut National de la
Conservation de l’ Environnement et de la Nature, INCEN) dijo que la mayor parte de la destrucción forestal de la
zona había comenzado a fines de 2004, luego de que el gobernador (que ahora ha sido separado de su cargo),
distribuyera tierras de los bosques a vecinos agricultores. Según el funcionario, la prohibición fue impuesta en un
momento en que muchos de los agricultores aún no habían sembrado sus semillas.
Parte del bosque se destruyó también durante la guerra civil de Burundi, que duró una década, cuando las
fuerzas de seguridad permitieron a las personas que vivían cerca de la carretera entrar a los bosques para
limpiarlos de los arbustos donde se sospechaba había rebeldes escondidos.
En la larga cadena de agentes responsables del desarrollo injusto, las víctimas finales son el eslabón más débil y
son acusadas del desastre, dejándolas luego libradas a su suerte.
Artículo basado en información tomada de: “Burundi: Farmers decry eviction from forest reserve”, Integrated
Regional Information Networks (IRIN), http://www.irinnews.org/report.asp?ReportID=45447
inicio
- Nigeria: “pensamos que era petróleo, pero era sangre” (N. Bassey)
Nigeria tiene la superficie de bosque de manglares más grande de África, la mayor parte en el delta del Níger,
donde 11.700 kilómetros cuadrados de bosques de pantano albergan especies únicas de plantas y animales.
Sin embargo, esta riqueza invaluable está en peligro debido a la industria del petróleo que controlan
transnacionales como Shell, Agip, Mobil, Texaco y Chevron. Estas compañías han contribuido no solo a la
destrucción de los bosques sino también a la explotación y la violación de los derechos humanos de las
comunidades locales, propagando conflictos y muerte (ver Boletín Nº 56 del WRM).
Recientemente, la comunidad Odioma en el área del gobierno local de Brass en el Estado Rivers fue afectada
por una tragedia. Como pasa siempre en el delta del Níger, el problema tuvo su origen en una exploración
petrolera, y puede rastrearse al año 1998 cuando Shell descubrió la existencia de petróleo en Owukubu, un
pantanal en la vecindad de la comunidad. La propiedad de esta área había dado origen a una disputa local entre
las comunidades de Odioma y Obioku, que aún no había sido resuelta al comenzar Shell sus operaciones de
perforación en el área en enero de 2005.
La comunidad de Odioma sufrió un fuerte impacto y se sintió agraviada cuando la compañía Shell comenzó las
perforaciones de los pozos petroleros y diseñó una estación de flujo denominada Toru-9. Los pobladores se
concentraron en gran número en el área exigiendo que la compañía detuviera las obras hasta que se realizara
una consulta adecuada a la comunidad y se les acordara el debido reconocimiento de su calidad de propietarios
de Owukubu. Los jóvenes de Odioma ocuparon el lugar de las obras y sólo pudieron ser retirados tras la
intervención de personal militar proveniente de una comunidad vecina.
Inmediatamente, la crisis comunal se transformó en una bola de nieve que desencadenó una serie de fatalidades
inenarrables. Una delegación de rivales en el reclamo por la indemnización, que según se informa se dirigía a
Brass en misión de paz, fue supuestamente emboscada y atacada por líderes de Odioma. Doce personas
habrían resultado muertas.
En respuesta, una Fuerza Especial Conjunta dirigida por oficiales del ejército y la marina de Nigeria invadió
Odioma el 19 de enero. Los informes establecen que su actuación no solo tiene el carácter de “ejército de
ocupación”, sino además de “operación de exterminio”. Como en otras operaciones de este tipo realizadas antes,
el ejército invasor prendió fuego a muchísimas viviendas, asesinando a más de 1.500 personas, dejando además
cientos de heridos y unas 3.000 personas detenidas como rehenes, según declaró el vocero de la comunidad de
Odioma, Philemon Dickson. El resto de la población escapó, huyendo hacia el bosque de manglares y hacia
otros poblados.
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“Cuando ayer llegaron los soldados a la comunidad con sus barcos de guerra, nuestro pueblo creyó que
llegaban en son de paz, y nadie se resistió. Nuestros jefes se reunieron inmediatamente en el palacio del
Amanyanabo a esperar a los soldados para que les explicaran su misión, pero no hubo tiempo para nada más
que para los disparos, unos tras otros, ... disparos y más disparos. Los soldados le disparaban a todos, y
comenzaron a quemar nuestras casas a la orilla del río”, declaró Dickson.
Los miembros de la comunidad que escaparon informaron que actualmente los soldados peinan el bosque que
bordea el poblado de Odioma en busca de personas que se hayan refugiado allí, llevándolas a adentrarse en los
pantanos y calas, que en la mayoría de los casos están infestados de mosquitos y son prácticamente
inhabitables. Es probable que sobrevengan más muertes, no sólo producto de las balas provenientes de los
fusiles de los soldados sino a causa del hambre y las enfermedades.
Mientras tanto, Shell, cuya operación en Owukubu es la causa del conflicto en el área, no ha dicho una palabra.
Como dice el fuerte poema de Nnimmo Bassey: “bolsas de lágrimas secas/ arroyos contaminados/ las cosas son
reales/ cuando se encuentran en sueños / vemos sus armazones con la marca de Shell/ detrás de los escudos
militares/ horcas perversas, horribles, llamadas torres de perforación petrolera/ que perforan nuestras almas./
Pensamos que era petróleo, pero era sangre.”
Artículo basado en información obtenida de: “The Odioma Tragedy”, This Day,
http://allafrica.com/stories/200503030172.html; “Briefings on the Odioma genocide 2”, Ogele Club,
http://www.unitedijawstates.com/ogele.htm; “Again, genocide in the Niger Delta”,
http://www.unitedijawstates.com/odioma.htm#odioma
inicio
- Sudáfrica: trabajo en redes para canalizar acciones de protección ambiental
El 5 de marzo de 2005 se llevó a cabo una reunión de la sociedad civil de Mpumalanga en un galpón del criadero
de truchas de Tim Brewer, en Katrinasrus, cerca de Machadodorp. Este lugar un tanto a trasmano brindó a la
mayoría de los participantes la oportunidad de explorar rutas poco transitadas. Concurrieron cerca de 50
personas, algunas llegadas de lugares tan lejanos como Gauteng y KwaZulu Natal.
Esta reunión fue convocada por Philip Owen, de Geasphere, y tuvo como objetivo "permitir a las diversas
organizaciones el intercambio de conocimientos y una mejor comprensión en cuanto a... temas de interés común,
y discutir formas de... trabajar en red en forma más eficaz". La oratoria abarcó temas radicalmente diversos,
desde "salvar el mono vervet" al relato desgarrador sobre la difícil situación de las personas que viven sobre los
yacimientos de carbón abandonados, que arden todavía, cerca de Witbank.
Tony Ferrar presentó el Plan de conservación de la biodiversidad de Mpumalanga; por su parte, Philip Owen
disertó sobre la amenaza que las plantaciones forestales comerciales, siempre en expansión, plantean a
nuestras praderas, que están desapareciendo. Owen señaló que nuestras praderas protegidas no llegan al 3% y
que en promedio las praderas se componen de unas 4.000 especies de plantas, de las cuales solamente el 11%
corresponde a pastos y el resto a hierbas de hoja ancha, bulbos, etcétera.
El presidente de TimberWatch, Wally Menne, de Durban, habló sobre lo dudosa que resulta la captura del
carbono mediante plantaciones forestales comerciales. Menne señaló que las plantaciones funcionan como
sumideros de carbono solamente durante unos doce años y que la degradación asociada a los monocultivos
forestales supera por lejos todo beneficio generado por la absorción del carbono.
George Dor, secretario general de Jubilee Sudáfrica e integrante del Foro de redes por la justicia ambiental
(Environmental Justice Networking Forum) habló sobre la deuda ecológica. Como ejemplo de deuda ecológica
impaga se citó el drama de una comunidad de Ga-Pila que fue expulsada por Anglo Platinum y recibió una
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compensación inadecuada. El grupo de Dor lucha para que las grandes empresas paguen la debida
compensación en casos de injusticias similares.
En la última parte de la reunión se analizaron formas de interrelacionar las organizaciones presentes para así
poder compartir conocimientos y recursos. Se creó una base de datos, disponible para todos, con la información
de contacto y un resumen de las actividades de cada organización; se creó también una línea telefónica de
apoyo que permitirá que las personas hagan preguntas y planteos para ser luego derivadas, utilizando la base de
datos, a los individuos u organizaciones mejor capacitados para brindar asistencia en un determinado problema
ambiental.
Esta reunión significó un esfuerzo para empezar a movilizar a los activistas y organizaciones ambientalistas
hacia la formación de un grupo más efectivo e intercomunicado en la sociedad, de modo que sean capaces de
compartir recursos y apoyar las luchas de los demás. Esperamos que, en el futuro, sigamos construyendo, con
reuniones similares, los cimientos del impulso que se ha creado para encontrar otras formas de alcanzar un
mayor grado de comunicación y cooperación.
Por Philip Owen, Geasphere, correo-e: [email protected]. Por más información comunicarse con
[email protected]
inicio
ASIA
- Bangladesh: los Mro resisten su expulsión de un "ecoparque"
Los Mro (conocidos también como Mru) son uno de los Pueblos Indígenas que desde hace mucho tiempo
habitan en las colinas de Chittagong. Para su sustento dependen del bosque, donde no solamente cazan sino
que también se dedican al cultivo de variedades locales, la producción agropecuaria colectiva y la jardinería.
En el caso de los Mro, el grado de su dependencia de su bosque refleja sus conocimientos etnobotánicos. Según
un estudio del Instituto de Ciencias Forestales y Ambientales de la Universidad de Chittagong, “la conservación
de los conocimientos indígenas de la tribu Mro puede conservar también los bosques, lo que puede ser un
instrumento para la conservación de los bosques” en Bangladesh.
Sin embargo, las políticas oficiales se inclinan por los proyectos que sustituyen los bosques y sus pueblos por
jardines para turistas (los llamados 'ecoparques'), supuestamente en aras del desarrollo económico y para
preservar el medio ambiente. Los Pueblos Indígenas saben bien que dichas políticas implican que se los expulse
y se despejen miles de acres de bosque, cortando árboles y nivelando el terreno para construir carreteras que
serpentearán por las colinas permitiendo el pasaje de los automóviles.
Hace algún tiempo, el establecimiento del ecoparque de Madhabkunda-Muraichhari también implicó el desalojo
de cientos de familias Khasia y Garo que vivían en las colinas. En aquella ocasión Rang Lai Mro, dirigente del
Comité para la protección de los bosques y los derechos territoriales de Chittagong, declaró: “Luego de que el
departamento forestal adquiriera 20.000 acres de tierra en nombre de la Forestería Social, cientos de familias
que vivían en las colinas fueron desarraigadas y expulsadas de sus hogares ancestrales en Bandarban, por citar
sólo este caso”.
Ahora el gobierno propone otro ecoparque en las tierras de la comunidad Mro, más precisamente en la cadena
de Chimbuk, en el distrito de las colinas de Bandarban. Los Mro, cuyo papel fundamental como protectores del
bosque ha sido reconocido incluso en investigaciones académicas, corren el peligro de ser expulsados de su
propio hogar.
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Rang Lai Mro, presidente del Consejo Social Mro, dijo que 700 familias serían desalojadas en caso de que el
gobierno ponga en práctica su proyecto de construir un ecoparque en un terreno de 5.500 acres en los “upazilas”
(subdivisiones administrativas rurales de los distritos) de Sadar, Roangchhari, Ruma y Lama.
Por consiguiente, los indígenas de la zona han declarado que resistirán cualquier intento de establecer un
ecoparque que implique su desplazamiento. El llamado a la resistencia surgió de una movilización realizada en
Empu Para, a 36 kilómetros de la sede del distrito de Bandarban. El Comité para la protección de la tierra y la
preservación del bosque organizó la movilización de 500 jefes de familia de la comunidad Mro. El próximo paso
será la realización de una reunión con todos los jefes y dirigentes de base en las distintas regiones para delinear
un programa de resistencia a esta iniciativa.
Artículo basado en información tomada de: “Indigenous people to resist eco-park in Bangladesh”, PraxisNews,
enviado por Zakir Kibria, correo-e: [email protected]; “Foundation of ‘controversial’ Eco-park to be laid
today”, Rajat Kanti Goswami, Moulvibazar, http://www.sdnbd.org/sdi/news/pages/eco-park/eco-park.htm;
“Bangladesh Hills Rumble With Discontent, Sharier Khan, http://www.banglarights.net/marginalised/marzinalized8.htm; “Traditional forest utilization practice by the Mro tribe in Bandarban region, Bangladesh”,
http://www.bnp2004.com/p/p219.pdf, “Planned Eco Park: Unrest brewing in Bandarban: Indigenous leaders held
meetings, decide to resist”, Monirul Islam Monu, http://www.thedailystar.net/2005/03/14/d50314070176.htm,
distribuido por PraxisNews, Zakir Kibria, correo-e: [email protected]
inicio
- Laos: represa Nam Theun 2, Banco Mundial y corrupción
El 31 de marzo de 2005, la Junta de Directores del Banco Mundial decidirá si apoya o no una serie de préstamos
y garantías para la represa hidroeléctrica Nam Theun 2 en Laos.
El Banco Mundial ha estado involucrado con la represa Nam Theun 2 desde 1989, cuando financió un estudio de
factibilidad. Sin las garantías del Banco Mundial para cubrir los riesgos de los inversionistas, los bancos
comerciales no financiarán el proyecto. A cualquier altura de los últimos 16 años el Banco Mundial podría haber
decidido no apoyar este proyecto y el proyecto hubiera muerto. El Banco Mundial, por lo tanto, es por lo menos
en parte responsable de lo que ha ocurrido en el proyecto durante este tiempo.
El Banco Mundial argumenta que su participación en el proyecto Nam Theun 2 es importante para que el
proyecto sea un medio de reducir la pobreza en Laos. En noviembre de 2004, Ian Porter, el director regional del
Banco Mundial para Laos, dijo en una reunión de los Directores Ejecutivos del Banco que “el argumento del
proyecto descansa en la utilización adecuada de los ingresos para la reducción de la pobreza y la gestión
ambiental”.
Desde 1989 se ha venido talando el área del embalse de 450 km2 y se han devastado las formas de sustento de
los 6.000 integrantes de pueblos indígenas que viven en la Meseta Nakai. De continuar el proyecto, la pesca y el
sustento de 130.000 personas más que viven río abajo de la represa quedarán destruidas. “Además, tendrá un
grave impacto en la flora y fauna de la Meseta Nakai, poniendo incluso en peligro la supervivencia de elefantes
asiáticos y patos de ala blanca. El 11 de marzo de 2005, ONGs y académicos tailandeses escribieron a Ian
Porter, del Banco Mundial, explicándole el impacto que han tenido las represas en los elefantes de Tailandia, y
ahora Nam Theun 2 inevitablemente provocará un aumento del conflicto entre la gente del lugar y los elefantes”
(ver la carta --en inglés-- al final de este artículo).
La compañía maderera Bholisat Pattana Khed Phoudoi (BPKP), dirigida por el ejército lao, comenzó a talar la
zona del embalse a principios de la década de 1990. La compañía taló dentro de áreas protegidas e incluso una
zona del bosque que se suponía era un bosque comunitario para la gente que sería desalojada de la zona del
embalse.
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BOLETIN 92 del WRM
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En 2002, Supalak Ganjanakhundee, un periodista del periódico tailandés The Nation, estimó que BPKP había
ganado aproximadamente 70 millones de dólares anuales por las actividades de madereo. Un año después,
BPKP quedó prácticamente en bancarrota y solo sobrevivió merced a donaciones del gobierno.
Hace cuatro años escribí a Helmut Schaffer, el entonces Director Ejecutivo alemán en el Banco Mundial, para
preguntarle qué había hecho BPKP con el dinero que había ganado del madereo de la zona de embalse. Ni
Schaffer ni el personal del Banco al que Schaffer pidió se encargaran de mis preguntas, las respondieron.
Parece que nadie en el Banco Mundial se preocupa particularmente por el destino de los dineros de BPKP. En
respuesta a mi pregunta sobre BPKP, Ian Porter me dijo en febrero de 2005, “No tenemos información específica
sobre la recaudación y uso de los ingresos por concepto de madereo que usted menciona”.
La compañía Italian-Thai Development Public Company comenzó a perforar túneles asociados con la represa,
anticipando la decisión del Banco Mundial de apoyar el proyecto. La compañía eléctrica Nam Theun 2 Power
Company (NTPC), los ejecutores del proyecto, obtuvieron el contrato de construcción de la represa para la
empresa Italian-Thai sin que se hubiera llamado a licitación pública. Italian-Thai es parte de NTPC. Otro miembro
de NTPC, Electricité de France, ganó el contrato de dirección de la construcción, también sin haber licitado.
El 15 de febrero de 2005, Christian Delvoie, director de infraestructura regional para el Banco Mundial, dijo a
Radio Free Asia, “En todos los proyectos financiados por el Banco, apenas se detecta algún caso de corrupción,
vamos al gobierno y cancelamos el contrato inmediatamente”.
Le pedí a Delvoie que explicara exactamente lo que el Banco está haciendo para detectar corrupción en el
proyecto. Le pregunté si el Banco había encomendado evaluaciones independientes, de dominio público, que
investigaran la forma en que los ejecutores de la represa se habían concedido a sí mismos los contratos sobre el
proyecto, así como las actividades de BPKP en el proyecto. Y le pregunté a Delvoie cómo podría obtener copias
de esos documentos.
Once minutos después de haber enviado mi mensaje electrónico, Delvoie me respondió. No contestó ninguna de
las preguntas ni me dijo cómo podía obtener copias de los documentos. “Hemos investigado la mayoría de los
puntos que usted plantea”, escribió. Cuando le pregunté que quería decir con la palabra “la mayoría”, me pidió
que no leyera entre líneas. “Investigamos, y documentamos debidamente, todos los contratos de compra, y
estamos conformes porque cumplen nuestras directrices”, escribió. No me dijo cómo podría obtener copias de
los documentos que el Banco había elaborado para llegar a esta conclusión.
En 1999, James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, dijo, “La libertad de prensa no es un lujo. La libertad
de prensa está en el corazón mismo de un desarrollo equitativo”. Describió la libertad de prensa como un “faro en
busca de la corrupción y prácticas desleales”. Lamentablemente, no hay libertad de prensa en Laos.
En Laos el estado controla todos los periódicos. Bajo el decreto gubernamental anti corrupción, los periodistas
deben procurar la autorización del Estado antes de informar sobre prácticas corruptas. El decreto prohíbe a los
periodistas revelar documentos oficiales secretos. No es de sorprender que la corrupción no figure en los titulares
de prensa en Laos.
Hace un tiempo un empleado del Banco Mundial me llamó por teléfono. Quería hablar sobre la represa Nam
Theun 2 en Laos pero con la condición de que guardara el anonimato. Mencionó algo que había oído la última
vez que estuvo en Vientiane: el sonido que hacían los funcionarios gubernamentales de Laos hojeando los
nuevos catálogos de Mercedes-Benz. El suave, palpitante sonido de la corrupción.
Por Chris Lang, correo electrónico: [email protected]
La carta al Banco Mundial está disponible en: http://www.wrm.org.uy/countries/Laos/NamTheundam.html
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- Malasia: falso sello verde a madereo en tierras de los Penan
El 18 de octubre de 2004, Samling Plywood, empresa maderera de Malasia, recibió la certificación de manejo
forestal de parte del Consejo para la Certificación de la Madera de Malasia (Malaysian Timber Certification
Council, MTCC) por el madereo supuestamente sustentable de una de las últimas zonas contiguas de bosque
tropical primario de Sarawak que todavía perduran.
Cerca del 80% de la concesión certificada es territorio Penan tradicional, donde los Penan vivieron
tradicionalmente como nómadas hasta establecerse como sedentarios, bajo influencia británica, a mediados del
siglo XX. Actualmente hay en la zona por lo menos 410 hogares, con una población estimada de 2.000 personas.
Aunque luego de volverse sedentarios los Penan comenzaron a practicar la agricultura itinerante cultivando arroz
de altura, todavía dependen en gran medida de la selva tropical primaria para la caza y la recolección, con lo que
satisfacen una parte importante de sus necesidades alimentarias (proteínas, frutas, etc). La selva tropical
primaria es también la cuna de la cultura y la mitología de los Penan y alberga varios sitios de gran importancia
para este pueblo, tales como tumbas ancestrales, el árbol ipoh (Antiaris toxicaria), que suministra el veneno para
sus dardos, la palma sago (Cycas revoluta), la caña ratán y árboles de sándalo (Santalum album). En la zona
viven, además de los Penan, un número indeterminado de otros Dayak.
“Aquí vivíamos en paz hasta que las empresas madereras vinieron a perturbar nuestra vida e instalarse en
nuestro bosque”, escribió el jefe Bilong Oyau en nombre de los Penan que firman una carta. “Muchos de
nosotros hemos sufrido debido a las operaciones de madereo de Samling: nuestros ríos están contaminados,
nuestros lugares sagrados han sido dañados y nuestros animales huyen, perseguidos por personas que nos
quitan nuestro sustento y nuestra cultura. (...) No podemos aceptar que ahora se otorgue a Samling un
certificado para que siga violando nuestros derechos consuetudinarios nativos”. Los Penan de estas
comunidades se quejan también del daño sustancial sufrido por sus fuentes de agua potable como resultado del
madereo.
Aunque los Penan han resistido la destrucción de sus tierras y sus bosques con piquetes para impedir el tránsito
de camiones y maquinaria para el madereo, el MTTC no los consultó antes de otorgar la certificación de su selva.
Además, la información obtenida en 2001 por el satélite IKONOS indica que el manejo que Samling practica en
esta concesión particular es cualquier cosa menos sustentable. La grave destrucción del bosque es visible
incluso en baja resolución.
Si Samling logró acceder a la zona hoy certificada es por haber recurrido a la fuerza policial y militar, y si bien ha
logrado extraer madera del lugar, esto ha sido en contra de la voluntad expresa de las comunidades afectadas,
en una clara violación de sus derechos humanos. Las comunidades Penan apelaron al MTCC para que revoque
la certificación de inmediato.
Este es un ejemplo más de falso sello verde otorgado a una actividad social y ambientalmente destructiva como
lo es el madereo industrial. Para las grandes empresas se trata apenas de otra herramienta de comercialización
para ganar nuevos mercados, a menudo conformados por personas bien intencionadas de los países del Norte,
quienes, muy lejos del lugar, creen que así contribuyen a la conservación de los bosques.
Artículo basado en información extraída de: “Penan protest against the certified logging of the last primeval
forests of Sarawak (Malaysia)” y “Report on the Malaysian Timber Certification Council (MTCC) certification of the
Sela'an-Linau Forest Management Unit in the Ulu Baram area of Sarawak / Malaysia”, enviados por Lukas
Straumann, Bruno Manser Fonds, correo-e: [email protected]
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- Madereo legal e ilegal en Vietnam
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BOLETIN 92 del WRM
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El madereo ilegal es moneda corriente en Vietnam. Los periódicos vietnamitas informan frecuentemente de
nuevos escándalos en materia de madereo. Algunos ejemplos del año pasado ilustran el tema. En enero, el
periódico “People's Army Newspaper” (del Ejército Popular) contó del arresto del “conocido comerciante
maderero” Nguyen Van Hung. En junio, el “Labour Newspaper” informó que hombres de la guardia del ferrocarril
habían interceptado el transporte por tren de madera extraída ilegalmente. Y en noviembre finalizó el mayor juicio
realizado hasta ahora por madereo ilegal en las montañas de la zona central. Pioneer informó que el Tribunal
Popular de Kon Tum sentenció a 19 personas, entre ellas 10 funcionarios de gobierno, por madereo ilegal y por
haber recibido sobornos.
Pamela McElwee, estudiante de doctorado de la Escuela Forestal y de Estudios Ambientales de la Universidad
de Yale, ha investigado el madereo ilegal en Vietnam durante varios años. En un artículo de reciente aparición,
“You say illegal, I say legal" (Usted dice ilegal, yo digo legal), expone algunas de las cuestiones planteadas por la
tala ilegal en Vietnam.
McElwee compara las grandes actividades de extracción ilegal de madera con las “pequeñas acciones de cientos
de miles de leñadores locales que necesitan desesperadamente madera”. Explica que si bien el Estado a
menudo culpa a la población local por la deforestación, de hecho el propio Estado ha “contribuido de manera
significativa” al problema.
Cuando el gobierno nacionalizó los bosques del país (a mediados de la década de 1950 en Vietnam del Norte, y
después de la reunificación del país en 1975 en el sur), los entregó al sistema de Empresas Forestales del
Estado. “El Estado, y no la población local, taló vastas extensiones en las montañas de Vietnam, hasta dejarlas
completamente desnudas”, escribe McElwee.
McElwee hace referencia a una evaluación de las acciones de Unión Industrial-Agrícola-Forestal Easup.
Formada en 1979 en la provincia Dak Lak, en las montañas centrales, la Unión supuestamente debía apoyar a
200.000 personas, organizadas en aldeas con nombres como “Aldea del Bosque Verde”. Más de 20.000
personas se trasladaron de las zonas bajas para trabajar para la compañía maderera. La Unión extrajo madera
por un valor de 2 a 3 millones de dólares por año; después de diez años había talado aproximadamente la mitad
del volumen de madera en pie que se había estimado que había en el bosque en 1979. McElwee concluye que
las actividades de madereo de la Unión provocaron grandes cambios en la provincia, incluso “elevadas tasas de
migración de las tierras bajas a las montañas, pérdida de derechos sobre la tierra por parte de minorías
indígenas y expansión de sistemas agrícolas de cultivo de arroz húmedo en zonas más aptas para el cultivo
migratorio debido a los bajos niveles de riego y a los suelos e inclinaciones altamente variables”.
Además de haber talado grandes zonas de bosques del país, el Estado parece incapaz o reticente a resolver el
madereo ilegal. McElwee describe cómo una banda de madereros ilegales de Yen Bail, en la zona norte de
Vietnam, utilizaron dinamita para construir caminos permanentes dentro del bosque y hasta marcaron los árboles
que querían talar, aparentemente sin temor a ser enjuiciados.
La madera talada ilegalmente en Vietnam es transportada en camiones, trenes e incluso aviones de compañías
aéreas vietnamitas. “Esos tipos de conexiones indican que la gente implicada no son operadores a pequeña
escala sino poderosas figuras conectadas a vastas redes de contrabando”, señala McElwee.
El Departamento de Protección Forestal, que vigila el madereo ilegal en Vietnam, con frecuencia está
involucrado con las Empresas Forestales del Estado en actividades de madereo ilegal. Los menguados salarios
del personal de protección de los bosques, de unos 30 dólares por mes, son caldo de cultivo para la corrupción
generalizada.
Cuando el personal del Departamento de Protección Forestal intenta detener a madereros ilegales, suele
encontrarse en inferioridad numérica y con menos armas que ellos. En febrero de 2005, el periódico “Labour”
informó que de 30 a 40 personas habían atacado a una patrulla forestal en el Parque Nacional Bu Gia Map,
después que ésta los descubriera transportando madera ilegal.
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Si bien en 2004 el Departamento de Protección Forestal descubrió más de 50.000 violaciones a la Ley de
Protección y Desarrollo Forestal, muchos de esos casos fueron de delitos a pequeña escala. En un puesto de
control del Departamento de Protección Forestal, entre Camboya y el puerto costero vietnamita de Nha Trang,
McElwee vio camiones del gobierno cargados de madera proveniente de Camboya que utilizaban papeles
fraudulentos para pasar el puesto, mientras se detenía y multaba a agricultores locales que llevaban en sus
tractores de tres ruedas leña o madera para construcción de vivienda, sin los papeles necesarios.
Durante un trabajo de campo de un año, en la provincia Ha Tinh, en la zona norte de Vietnam, McElwee
entrevistó a aldeanos que viven cerca de la Reserva Natural de Ke Go y de la Empresa Forestal del Estado Cam
Xuyen. La mitad de las 104 familias con las que conversó percibía alguna forma de ingreso por la venta de
productos forestales tales como leña, carbón, ratán o plantas medicinales.
McElwee descubrió que el Departamento de Protección Forestal se centra casi totalmente en el mercado local
donde los aldeanos venden leña, pero no hace nada para detener el madereo ilegal y transporte de madera
cometido por la policía fronteriza y el ejército.
Una campaña radial del gobierno empeoró las cosas cuando explicó que la referida Reserva Natural es
propiedad del gobierno y que por lo tanto la población local no está autorizada a acceder a ella. El jefe de una
aldea comentó a McElwee, “¿Por qué no impedimos que la gente entre a la reserva? Podríamos hacerlo, pasan
por nuestra aldea todos los días. Pero el gobierno nos dice una y otra vez que es de propiedad del gobierno.
Entonces tiene que ser el gobierno el que impida a la gente entrar, no nosotros”.
Los aldeanos consideran que la utilización que hacen de la madera tiene escaso impacto en los bosques,
comparado con los madereros en gran escala, que utilizan botes para transportar los troncos de la Reserva Ke
Go. Los aldeanos preguntaron a McElwee, “¿Qué tiene de malo sacar un árbol de vez en cuando? Es tan sólo
para construir una casa. Todos necesitamos una casa”.
Por Chris Lang, e-mail: [email protected]
Artículo basado en información obtenida de: Pamela McElwee, "You Say Illegal, I Say Legal: The Relationship
Between 'Illegal' Logging and Land Tenure, Poverty, and Forest Use Rights in Vietnam," Journal of Sustainable
Forestry, Vol. 19, No. 1/2/3, 2004. http://www.haworthpress.com/web/JSF
inicio
LOS ARCHIVOS DE CARBONO
- Rechazan proyecto de plantaciones de carbono de V&M do Brasil
Por segunda vez, el Comité Ejecutivo del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) ha rechazado las razones
expuestas por Vallourec & Mannesmann do Brasil solicitando dinero de créditos de carbono para plantaciones
industriales de árboles.
En una reunión celebrada en Alemania (23-25 de febrero), el Comité Ejecutivo del MDL del Protocolo de Kioto
decidió seguir la recomendación de su Panel de Metodologías y rechazar el último borrador de metodología de
proyecto de “sustitución de combustible evitada” presentado por V&M do Brasil. Este documento técnico es la
base sobre la cual se establece el monto de crédito de carbono que puede vender un proyecto MDL. Allí, V&M do
Brasil argumenta que solamente puede continuar utilizando el carbón vegetal de sus plantaciones de eucalipto
para alimentar sus fundiciones de hierro a través de un ingreso adicional proveniente de la venta de créditos de
carbono. Según la empresa, de lo contrario, deberá recurrir al carbón mineral – un combustible más lesivo desde
el punto de vista climático.
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La credibilidad de estas aseveraciones está seriamente cuestionada. Cuando el Panel de Metodologías del MDL
rechazó por primera vez el argumento de V&M en mayo de 2003, señaló sus “dudas” sobre el escenario
presentado por la empresa: que la sustitución por el carbón mineral es inevitable en el marco de las tendencias
actuales de la industria del hierro en Brasil, a menos que se consigan fondos adicionales provenientes de los
créditos de carbono. En febrero de 2004, el Panel expresó su preocupación por la “naturaleza inmaterial de la
actividad del proyecto y el riesgo moral relacionado con el hecho de que [éste] consistiera en continuar con las
mismas prácticas actuales”.
La decisión de rechazar la propuesta de V&M por segunda vez, es una mala señal para el controvertido proyecto
Plantar, que también incluye un componente de “sustitución de combustible evitada”. El proyecto Plantar, que
expandirá las plantaciones de eucalipto en unas 23.000 hectáreas de “cerrado” (un tipo de bosque de sabana),
es promovido por el Fondo Prototipo de Carbono del Banco Mundial, como el único proyecto de sumidero de
carbono del Fondo, pero ha sido criticado por numerosas organizaciones de la sociedad civil brasileña por sus
impactos ambientales y sociales negativos. Las ONGs criticaron esta propuesta de expansión de las
plantaciones de árboles, argumentando que los créditos de carbono generados por las plantaciones de árboles
no tienen valor climático, entre otras razones, porque no es posible verificar en forma suficiente las reducciones
en emisiones producidas por la plantación de árboles.
La decisión del Comité Ejecutivo del MDL aumenta todavía más el peso de los argumentos de quienes hace
mucho tiempo vienen manteniendo que la capacidad de las plantaciones de absorber una cantidad de carbono
especificable no es verificable y que plantar árboles para generar créditos de carbono no es una solución para
combatir el cambio climático. Por el contrario, distrae la atención respecto de la adopción de medidas en materia
de eficiencia energética y de economías basadas en el uso de energías renovables.
Por Jutta Kill, SinksWatch, correo electrónico: [email protected], www.sinkswatch.org
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- BioCarbon Fund = ¿manipulando_los_datos_Inc.cárcel.com?
A principios de marzo de 2005 los primeros proyectos de sumideros de carbono promovidos por el
BioCarbonFund del Banco Mundial entraron en la primera etapa de registro como proyectos del MDL
(Mecanismo de Desarrollo Limpio) en virtud del Protocolo de Kioto. En el sitio web establecido por el Banco
Mundial para la financiación del carbono se publicó, más o menos por la misma fecha, un formulario para que los
responsables de los proyectos de sumideros de carbono que se presentarán ante el BioCarbonFund pudieran
calcular las tasas de captura del carbono. En este formulario se daban ejemplos un tanto irreverentes de cómo
completar algunos datos. Se destaca la sección “Contacto (preferentemente correo electrónico)”, completada con
la dirección “fred@data_fiddling_Inc.jail.com” (literalmente, fred@manipulando_los_datos_Inc.cárcel.com).
Hace mucho tiempo que SinksWatch argumenta que los cálculos para determinar el ciclo del carbono en un
bosque (y así calcular los créditos de carbono) adolecen de graves defectos, y también que estos números no
pueden verificarse a causa de la naturaleza complicada y siempre cambiante de los ciclos del carbono entre los
bosques, la atmósfera y los océanos. Este intercambio natural de carbono entre bosques, atmósfera y océanos
discrimina entre el carbono biológico (en los árboles, por ejemplo) y el carbono fósil, que rara vez entra a la
atmósfera sin la intervención humana (por ejemplo la utilización de combustibles fósiles). Por lo tanto, el
almacenamiento del carbono en los árboles es temporario y las plantaciones forestales que hoy actúan como
"sumideros de carbono" bien pueden convertirse en "fuentes de carbono" en el futuro próximo. Como señaló
Sten Nilsson, del International Institute for Applied Systems Analysis (IIASA) de Austria, en una publicación de
2000, "El estado actual de los conocimientos relativos a fuentes y sumideros de carbono no puede determinar
los niveles y flujos de carbono con suficiente precisión como para formar la base del Protocolo [de Kioto] o
cualquier plan viable de comercialización".
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BOLETIN 92 del WRM
Marzo 2005
Haciendo caso omiso de esto, quienes proponen estos proyectos de sumideros de carbono, como por ejemplo el
BioCarbon Fund, están intentando hacer algo imposible, haciendo de cuenta que los cálculos que aparecen en
los documentos de sus proyectos técnicos son de una precisión que según muchos científicos no puede lograrse.
Pero quizás fred@manipulando_los_datos_Inc.cárcel.com no sólo está empezando a dudar de la retórica de los
sumideros planteada por la unidad financiadora del carbono del Banco Mundial. ¿Podría estar también
preocupado por los potenciales riesgos de "Inc.cárcel"? En una presentación realizada durante la COP 10 (que
tuvo lugar en Buenos Aires en 2004) la empresa de cemento Holcim, que participó en la creación de proyectos
del MDL pero luego se retiró, declaró que el MDL en su forma actual creará "nuevas Enron con los promotores
de los proyectos" y "nuevas Arthur Andersen con auditores y analistas". ¿El resultado final será que vayan a la
Inc. cárcel?
Por Jutta Kill, SinksWatch, correo-e: [email protected]
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