WORLD RAINFOREST MOVEMENT

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WORLD RAINFOREST MOVEMENT
MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES
Secretariado Internacional
Ricardo Carrere (Coordinador)
Maldonado 1858; CP 11200
Montevideo - Uruguay
Tel: +598 2 413 2989
Fax: +598 2 410 0985
E-mail: [email protected]
Sitio web: http://www.wrm.org.uy
Boletín 78 del WRM
Enero 2004
(edición en castellano)
EL TEMA CENTRAL DE ESTE BOLETÍN: EL FORO SOCIAL MUNDIAL
El Foro Social Mundial se ha convertido en un espacio internacional que congrega una pluralidad y diversidad de
visiones e intereses con el objetivo común de crear las condiciones para “otro mundo posible”. El WRM ha
participado en este proceso desde el principio, y una vez más ha sido parte activa en la IV reunión del Foro
Social Mundial realizada en Mumbai, India. Esta edición está totalmente dedicada a las actividades realizadas
por las organizaciones relacionadas con los bosques, dirigidas a destacar el aspecto social de los bosques como
medio de sustento para los pueblos que los habitan y los que dependen de los mismos para su sustento, así
como los impactos sociales de su destrucción y degradación.
En este número:
NUESTRA OPINION
- Los bosques y los pueblos de los bosques en el Foro Social Mundial 2004
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ACERCA DEL FORO SOCIAL MUNDIAL
- De foro en foro, otro mundo es posible
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LOS BOSQUES EN EL FORO SOCIAL MUNDIAL
- Nuevos avances: la Iniciativa de Mumbai sobre los Bosques
- Los impactos de la conservación
- Política ambiental mundial: el juego del engaño
- Desplazamiento forzado: el resultado final del “desarrollo”
- Con la mira en las plantaciones de monocultivo de árboles
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BOLETIN 78 del WRM
Enero 2004
NUESTRA OPINION
- Los bosques y los pueblos de los bosques en el Foro Social Mundial 2004
La deforestación se percibe comúnmente como un problema ambiental que tiene como resultado la pérdida de
biodiversidad y que provoca impactos sobre los recursos hídricos y el suelo. Sin embargo, esto es solo parte del
problema.
Los bosques están, de hecho, habitados por millones de personas cuyo sustento depende de los recursos que
ellos proveen: alimentos, madera, combustible, medicamentos, fibras, forraje, etc. La preservación de los
bosques es, por tanto, crucial para satisfacer las necesidades de subsistencia de esos millones de personas, que
solo en India se estiman en unos 150 millones.
La deforestación y la degradación de los bosques promovidas por los gobiernos, resultado del madereo
industrial, las represas, la minería, la explotación petrolera, la cría industrial de camarones, las plantaciones, la
agricultura orientada a la exportación, no ha disminuido en lo más mínimo en la mayoría de los países,
provocando impactos graves sobre un número enorme de personas.
La respuesta de los gobiernos a la deforestación --la demarcación de áreas protegidas-- también afecta a las
comunidades que habitan en los bosques y a las que dependen de ellos, a quienes o bien se les expulsa de su
territorio o se les impide utilizar los recursos que ese territorio contiene. En la mayoría de los casos, lo absurdo e
injusto de este enfoque de conservación radica en que aquellos a los que se expulsa son precisamente quienes
han asegurado por siglos un manejo sustentable de ese bosque al que ahora se declara “protegido”.
Creemos por lo tanto, que el problema de los bosques debe ser tratado en el Foro Social Mundial como forma de
resaltar el aspecto social de los bosques y, en ese contexto, tratar de avanzar hacia el logro de la protección de
los bosques y de los derechos de los pueblos de los bosques. Las actividades llevadas a cabo, que resumimos a
continuación, reunieron a activistas y pueblos de los bosques, permitiendo un animado intercambio de
experiencias e ideas sobre el tema.
Y lo que es más importante, estas actividades posibilitaron la elaboración de un proyecto de declaración de
principios (la “Iniciativa de Mumbai sobre los Bosques”), que apunta a crear un movimiento mundial basado en un
criterio común sobre la conservación de los bosques y el respeto a los derechos de los pueblos que habitan en
ellos (ver artículo al respecto).
Este enfoque común se basa en el reconocimiento de los derechos de los pueblos de los bosques y en la
necesidad de fortalecer su rol de custodios y administradores del bosque. En el marco de este enfoque, el papel
principal del Estado es el de crear un entorno propicio para que las comunidades manejen los bosques en forma
adecuada. La sociedad civil (que se beneficia de los servicios y productos que suministran los bosques) también
debe cumplir un papel protagónico de apoyo a las comunidades en su esfuerzo por manejar y conservar el
bosque.
Creemos firmemente que la Iniciativa de Mumbai sobre los Bosques constituye una respuesta adecuada al
problema de los pueblos de los bosques, que desean proteger sus bosques, que necesitan protegerse de los
agentes externos y que tienen el conocimiento necesario para manejarlos de forma adecuada. Esperamos que
todas aquellas personas que comparten este enfoque se unan a este proceso, fortaleciendo así la lucha por la
conservación de los bosques y la protección de los derechos de los pueblos de los bosques.
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ACERCA DEL FORO SOCIAL MUNDIAL
- De foro en foro, otro mundo es posible
En enero de 1998, y coincidente con la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos --la pequeña y
lujosa estación de esquí en Suiza que da nombre a dicho evento-- 192 organizaciones de 54 países,
congregadas en la Acción Global de los Pueblos, lanzaron una “Declaración contra los Globalizadores de la
Miseria”.
El Foro Económico Mundial es una organización empresarial cuyos integrantes pertenecen a las 1.000 empresas
más poderosas del mundo, cruciales en la formulación de las políticas empresariales y directivas de alcance
mundial. Cada año realizan un foro estratégico en Davos, donde es posible encontrar a personalidades
conocidas como Mike Moore, Director General de la OMC; Michael Dell, presidente de la empresa Dell
Computer, la mayor proveedora de computadoras del mundo; Carleton Fiorina, presidenta de Hewlett-Packard,
otra de las principales proveedoras de hardware de computadoras y servicios de tecnología de la información;
Bill Gates, presidente de Microsoft y la persona más rica del mundo; George Soros, presidente del mayor fondo
de inversión de alto riesgo; Richard Parsons, integrante de AOL Time Warner, la mayor compañía de
comunicación y medios de difusión del mundo.
Pero la centralización acelerada del poder político y económico causado por la globalización y su cambio gradual
hacia instituciones antidemocráticas y cerradas, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), fue creando
su propio proceso antagónico. Los pueblos de los países del Tercer Mundo, así como los sectores pobres y
excluidos de los países industrializados, que han sufrido y sufren los devastadores efectos de la globalización
económica y la dictadura de instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco
Mundial, la OMC y los gobiernos que sirven a sus intereses, buscaron salidas.
A fines de 1998 algunas organizaciones sociales hicieron una invitación abierta a celebrar un Davos Alternativo.
Se trataba de demostrar que las cuestiones económicas planteadas por el Foro Económico Mundial no son de
interés mundial sino tan solo de un determinado grupo de intereses, que existen otras fuerzas que responden a
la diversidad mundial, y que es urgente que los responsables de tomar decisiones consideren otras formas de
analizar los temas económicos y de abordar el desarrollo. Fue así que en el Foro de Davos de 1999 cientos de
manifestantes se hicieron presentes y lanzaron la consigna “Libertad, no librecomercio”.
Mientras tanto, iba tomando cuerpo la idea de que ya no sirve introducir paliativos o mejoras a este mundo, sino
que es imprescindible crear otro. En una búsqueda de respuestas a ese desafío de construir “otro mundo” en que
la economía esté al servicio del ser humano y no al revés, el comité de organizaciones brasileñas concibió y
organizó en enero de 2001, en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, el Primer Foro Social Mundial. Alrededor de
20.000 participantes se reunieron en torno a la consigna “Otro mundo es posible”.
Se trataba de crear un lugar abierto para la reflexión, el debate democrático de ideas, la formulación de
propuestas, el libre intercambio de experiencias y la creación de vínculos y contactos entre grupos y movimientos
de la sociedad civil opuestos al neoliberalismo y a la dominación del mundo por el capital. Y realmente, el Foro
Social Mundial constituyó una plataforma abierta para discutir estrategias de resistencia al modelo de
globalización formulado en Davos por las grandes transnacionales y sus gendarmes: los gobiernos nacionales, el
FMI, el Banco Mundial y la OMC.
Como el propio Foro Social Mundial lo establece en su Carta de Principios, se trata de “un espacio plural y
diversificado, no confesional, no gubernamental y no partidario, que articula de manera descentralizada y en red
a entidades y movimientos que estén involucrados en acciones concretas por la construcción de un mundo
diferente, local o internacional … abierto a la diversidad de géneros, etnias, culturas, generaciones y
capacidades físicas”. En grandes términos existe la idea común de construir una sociedad planetaria en la cual
los seres humanos, tanto entre ellos como con el planeta, logren establecer relaciones armoniosas.
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En los dos años siguientes, Porto Alegre volvió a ser sede de este creciente proceso mundial y permanente de
búsqueda y elaboración de alternativas con dimensión internacional. En el segundo Foro participaron más de
55,000 personas provenientes de 131 países, en tanto que 100,000 personas asistieron al tercero. Para 2004,
con la intención de ampliar su alcance, se decidió que el Foro Social Mundial se realizaría en la India, acercando
la posibilidad de participación a otros pueblos de la región.
A esta altura, el Foro Social Mundial se ha separado totalmente del evento que le diera origen. Lejos quedó el
Foro Económico Mundial de Davos, que indudablemente pasó a segundo plano a la hora de destacar las
noticias, comprobando que crece la convicción de que la creación de otro mundo no solo es posible sino que
resulta impostergable.
El WRM participó desde el inicio en este proceso proactivo de la sociedad civil, sumándose a este espacio que
fomenta la creación de nuevos vínculos y sirve para estrechar los ya forjados. También ha participado con el
objetivo de incorporar el tema de los bosques a la agenda social, destacando la dimensión social que cumplen,
tanto por constituir el medio de vida de millones de personas como por su condición de base de la supervivencia
humana en el planeta. Por otra parte, también hemos señalado los graves impactos de las plantaciones en gran
escala de monocultivos de árboles, impuestas mundialmente dentro de un esquema que favorece principalmente
a los grandes capitales y no hacen más que agravar el deterioro de las condiciones sociales y ambientales de
quienes constituyen las mayorías del planeta.
El Foro Social Mundial forma parte del camino del WRM, y en este crisol de ideas y propuestas estaremos
aportando las nuestras, así como nuestra convicción y voluntad de contribuir a la creación de ese “otro mundo
posible”.
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LOS BOSQUES EN EL FORO SOCIAL MUNDIAL
Los artículos que siguen a continuación resumen las actividades conjuntas realizadas por el WRM, el Foro de
Delhi y el Foro Nacional de Pueblos de los Bosques y Trabajadores de los Bosques de India (National Forum of
Forest People and Forest Workers of India) en el Foro Social Mundial. Estos materiales apuntan a compartir los
temas planteados en ese encuentro con todas aquellas personas interesadas en la problemática de los bosques
y los pueblos de los bosques, que no pudieron asistir al evento.
- Nuevos avances: la Iniciativa de Mumbai sobre los Bosques
Varias organizaciones preocupadas por los bosques y los derechos de los pueblos de los bosques realizaron una
reunión estratégica durante el Foro Social Mundial para discutir acerca de las formas de avanzar en estos dos
temas. El resultado fue un proyecto de declaración de principios que apunta a crear un movimiento mundial
basado en un enfoque común sobre la conservación de los bosques y el respeto a los derechos de los pueblos
de los bosques.
Se invita a todas las personas preocupadas por este tema a brindar sus opiniones sobre el proyecto de
declaración, hacer comentarios y sugerencias para mejorarlo y unirse al proceso.
La Iniciativa de Mumbai sobre los Bosques
Somos un grupo de participantes del Foro Social Mundial 2004 en Mumbai que creemos que los asuntos de los
bosques son, en esencia, sociales y políticos y que las comunidades de los bosques se ven cada vez más
afectadas por la globalización. Estamos de acuerdo en que existe la necesidad de crear un movimiento mundial
que garantice la conservación de los bosques y el respeto de los derechos de los pueblos sobre los bosques, a
partir de los siguientes principios:
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1- Los pueblos que habitan los bosques y que utilizan sus recursos para satisfacer sus necesidades de
subsistencia son los verdaderos administradores y gobernantes de esos bosques y gozan de derechos
inalienables sobre ellos.
2- La protección y conservación de los bosques exige que estos derechos sean garantizados.
3- El mecanismo institucional para el control social que tienen los pueblos de los bosques --incluidos los pueblos
indígenas y otras comunidades que dependen de los bosques-- sobre los bosques evolucionará de acuerdo con
las necesidades socioecológicas y económicas de las comunidades y adoptará diferentes formas según los
diversos perfiles culturales de las comunidades en las distintas partes del mundo.
4- Los gobiernos deben asegurar que exista un entorno propicio para el manejo comunitario de los bosques.
5- Los gobiernos deben asegurar que la legislación y las políticas respeten los principios anteriores.
6- La sociedad en general, que se beneficia enormemente de la amplia variedad de productos y servicios que
brindan los bosques, debe apoyar a las comunidades en su esfuerzo por manejar y conservar los bosques.
7- Las ONGs y otras organizaciones de la sociedad civil en el ámbito nacional e internacional, comprometidas
con la conservación de los bosques y la protección de los derechos de los pueblos de los bosques, deben
cumplir un papel de apoyo a las iniciativas de los pueblos para proteger y manejar los bosques.
8- No deben permitirse los llamados “proyectos de desarrollo y conservación” que llevan a la deforestación, la
degradación forestal y al desplazamiento de las comunidades de los bosques y sus medios de subsistencia.
9- Dada la responsabilidad presente y pasada del Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales
en la degradación socioambiental de las zonas de bosque, estas instituciones no deben tener ningún tipo de
participación en la formulación de políticas y proyectos relacionados con los bosques.
10- El intento de las empresas, gobiernos e instituciones internacionales de convertir la naturaleza y los bosques
en mercancía es inaceptable.
Este proyecto de declaración de principios intenta ser una primera contribución al inicio de un proceso mundial
de creación de lazos de solidaridad entre movimientos, grupos y personas individuales que trabajan en
cuestiones vinculadas con los bosques en el ámbito local, nacional e internacional. Apelamos a todos ustedes
para que brinden sus opiniones sobre este proyecto, adhieran a él y se unan a este proceso.
Mumbai, 20 de enero de 2004. Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, Foro de Delhi, National Forum of
Forest People and Forest Workers of India, Jharkham/Save the Forest Movement (India), New Trade Union
Initiative (India), Amigos de la Tierra Internacional, WALHI/ Amigos de la Tierra Indonesia.
Si desea enviar comentarios o adherir a la Iniciativa puede hacerlo enviando un correo electrónico a:
[email protected] (en el cual incluya su nombre, organización y país), o directamente a través de nuestra página
Web en: http://www.wrm.org.uy/declaraciones/formulario_Mumbai.html
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- Los impactos de la conservación
El taller organizado en el Foro Social Mundial sobre “El desplazamiento forzado y las comunidades del bosque”
(1) permitió a los participantes comprender mejor la injusticia medular del criterio predominante de conservación
de los bosques, y al mismo tiempo comprender que este enfoque es incapaz de preservarlos.
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El mundo está profundamente preocupado por la deforestación, particularmente en los trópicos. Sin embargo, la
destrucción del bosque está directamente vinculada con un modelo de desarrollo basado en la explotación de los
recursos contenidos en las áreas boscosas: madera, minerales, petróleo, hidroenergía, suelos para plantaciones
forestales y otros monocultivos lucrativos. El resultado final no es el desarrollo sino la deforestación y la
degradación de los bosques, que conducen a la pérdida de medios de subsistencia y al empobrecimiento y
desplazamiento de las comunidades que dependen de los bosques.
Si bien ese modelo de desarrollo es cada vez más cuestionado por los movimientos populares, los gobiernos se
rehúsan a cambiarlo. Al mismo tiempo, algunos intereses empresariales presionan para lograr la conservación de
los recursos que necesitan proteger: la biodiversidad y el agua. En la mayoría de los casos, esto significa
preservar las áreas boscosas prístinas, que contienen altos niveles de diversidad biológica y que son las fuentes
del agua. Esos recursos son estratégicos para las industrias farmacéutica y biotecnológica: para la primera su
conservación implica la obtención de ganancias potenciales a través de las plantas medicinales, mientras que
para la segunda, significa mantener una vasta reserva genética disponible para la manipulación genética. Las
empresas trasnacionales del agua se interesan cada vez más en acceder a esas mismas zonas de bosques,
ricas en recursos hídricos. En los tres casos existe el interés de preservar las áreas de bosques tan intactas
como sea posible, pero no existe el más mínimo interés en la supervivencia de las personas que habitan las
áreas boscosas de las que esas empresas buscan apropiarse.
El mecanismo que se promueve a nivel mundial para garantizar la conservación de los bosques coincide con los
intereses mencionados anteriormente: la demarcación de “áreas protegidas”, sin pobladores. En general las
zonas elegidas son las más ricas biológicamente y están, en su mayoría, ocupadas por los pueblos de los
bosques que han manejado el bosque en forma sustentable. De hecho, el área ya era protegida por ellos, pero
una vez que el gobierno la declara como “protegida”, eso implica el desalojo de las personas que la habitan. Esta
injusticia tremenda rara vez es percibida por el público en general, quien o bien desconoce la existencia de los
pueblos de los bosques o cree (influenciado por el gobierno a través de los medios) que los pueblos de los
bosques son una amenaza para los bosques y, por lo tanto, deben ser desalojados para garantizar su
conservación.
A través de la aplicación de este mecanismo, millones de personas han sido expulsadas de su hogar --el bosque- y han perdido, por tanto, su medio de subsistencia. Este proceso continúa hasta ahora, en nombre de la
conservación de la naturaleza.
Pero no se está conservando la naturaleza. La declaración de áreas protegidas implícitamente declara, al mismo
tiempo, cuáles son las áreas que están “desprotegidas”: todo el resto. Cuando un gobierno declara
orgullosamente que “el 10% del país está bajo un sistema de áreas protegidas”, también está declarando que el
90% está desprotegido y abierto a la destrucción.
Además, la expulsión de los pueblos de los bosques implica que el bosque ya no estará verdaderamente
protegido y que las actividades ilegales (tala, caza) comenzarán a agotar los recursos forestales.
La experiencia en todo el mundo muestra que la mejor forma de garantizar la conservación de la biodiversidad es
incorporar la conservación a los sistemas de producción. La experiencia también demuestra que la mejor forma
de proteger los bosques es empoderar a las comunidades que tienen verdadero interés en la conservación de los
bosques: las comunidades que los habitan. Ellas son los custodios tradicionales y verdaderos, y reconocerlas
como tales es el punto de partida para la conservación de los bosques.
(1) Taller organizado por el National Forum of Forest People and Forest Workers, el Foro de Delhi y el
Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales. Panelistas: Ricardo Carrere, WRM; Usha Romanthan, abogado,
investigador y activista; Milton Fornazieri, Secretariado Internacional/MST; Ashish Kothari, Environmental Action
Group; Anil Garg, activista; Smithu Kothari, Lokayan. Las siguientes personas dieron su testimonio sobre el
impacto que sufrieron por el tipo de conservación reseñado previamente: Phubri Devi, de la región de Kaimu,
distrito de Soubhadra; Shamila Ariffin, activista de Sahabat Alam Malaysia; Babu Uram, de la región de Pathri,
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distrito de Haridwar; Kanak Sing de la tribu Munda, Estado de Jharkhand, miembro del movimiento Save the
Forest.
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- Política ambiental mundial: el juego del engaño
La realización de un taller sobre política ambiental mundial (1) permitió la discusión de diversos temas y actores
vinculados con los bosques y los pueblos de los bosques: áreas protegidas, cambio climático, biodiversidad,
Banco Mundial.
Las diferentes “soluciones” a los problemas ambientales mundiales (la deforestación, la pérdida de la
biodiversidad, el cambio climático) fueron contextualizadas como parte del enfoque de apropiación de la
naturaleza con fines de lucro, llevado a cabo a través de organismos como el Banco Mundial, el FMI y la FAO, y
a través de mecanismos totalmente nuevos, supuestamente creados para proteger el medio ambiente.
El Banco Mundial y otros actores promueven lo que denominan “madereo sustentable”, facilitando la intrusión de
los capitales más rapaces en los bosques primarios. Como resultado, los bosques han sido degradados y los que
todavía quedan --particularmente los tropicales-- están amenazados en todo el mundo. Junto con los bosques
está desapareciendo una enorme cantidad de especies. Esto ha provocado impactos en las comunidades de los
bosques, que se han disgregado dejando a sus miembros librados a su propia suerte. Solamente en la India,
desde la independencia, unos 35 millones de personas han sido desplazadas, y procesos similares están
ocurriendo en las zonas de los trópicos.
La Convención sobre Cambio Climático no solo no ha logrado cumplir su función en cuanto a la reducción de las
emisiones de gases de efecto invernadero, sino que ha sido un instrumento de promoción de las llamadas
plantaciones para sumideros de carbono (monocultivos forestales), permitiendo que las empresas continúen
contaminando y a la vez produciendo impactos sobre los medios de sustento de las poblaciones locales y sobre
la naturaleza.
La política ambiental mundial fue descrita como el “juego del engaño”. Los gobiernos engañan a los pueblos y les
hacen creer que se está haciendo lo necesario para enfrentar los problemas ambientales mundiales, cuando de
hecho no se está haciendo prácticamente nada. Como resultado, el cambio climático, la pérdida de la
biodiversidad y la deforestación siguen poniendo en riesgo el futuro de la humanidad.
Para facilitar este engaño se ha inventado todo un idioma y el poder se ha apropiado del lenguaje del movimiento
ambientalista, cambiando su significado. En el taller se utilizó el “Mecanismo de Desarrollo Limpio” de la
Convención sobre el Cambio Climático como un buen ejemplo de esto. Aunque no es “limpio” en absoluto (fue
creado para permitir que los contaminadores contaminen) ni tiene relación alguna con el “desarrollo” (salvo que
se considere la creación de los vertederos de carbono en el Sur como una forma de desarrollo), el mecanismo le
da al público desinformado la impresión de que apunta al tipo de desarrollo limpio que la mayoría de las
personas desearía que existiera.
El Banco Mundial fue identificado como uno de los más prominentes actores de ese “juego del engaño”. Después
de años de otorgar préstamos para la construcción de carreteras que abren los bosques a la explotación,
préstamos para represas hidroeléctricas en gran escala, préstamos para la explotación forestal industrial, la
explotación petrolera, la minería y cada causa imaginable de deforestación y degradación forestal, el Banco
decidió repentinamente ser bueno y aprobó una nueva política de bosques que evitaría que el propio Banco
continuara destruyendo la selva tropical. Por supuesto, esto fue en gran medida el resultado de años de
campañas de las ONG en contra de los préstamos del Banco. Pero el hecho es que terminó siendo también
parte del juego del engaño: el Banco nunca aplicó esa política. Diez años después llevó a cabo un proceso muy
publicitado y participativo para revisarla, y el resultado fue la aprobación de una política mucho más débil, de la
cual probablemente solo se lleguen a ejecutar sus peores aspectos.
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Se resaltó que el Banco Mundial tiene un hermano mayor (el Fondo Monetario Internacional) y que trabajan
juntos. Una de las mayores y mejor documentadas causas de la deforestación son los programas de ajuste
estructural impuestos por el FMI y llevados a cabo a través de préstamos del Banco Mundial, pero esto, por
supuesto, está fuera del alcance de la nueva política de bosques del Banco. De cualquier manera, la función del
Banco Mundial no es la de proteger los bosques ni tampoco, de hecho, erradicar la pobreza, principio incluido
dentro de su mandato con el único propósito de engañar. La función del Banco Mundial es la de abrir espacios
en el Sur para las empresas del Norte, y en este punto todos concordarán en que ha hecho un trabajo brillante.
Los problemas ambientales mundiales son, no obstante, muy reales y no se debe permitir a los gobiernos y a las
organizaciones internacionales que sigan jugando este juego del engaño. Se deben tomar medidas, y rápido.
Sabemos que otro mundo es posible.
(1) Organizado por: National Forum of Forest People and Forest Workers, Foro de Delhi y Movimiento Mundial
por los Bosques Tropicales. Panelistas: Praful Bidwai, Roy Burman, Medha Patekar y Ricardo Carrere.
inicio
- Desplazamiento forzado: el resultado final del “desarrollo”
El tema de los bosques estuvo también presente en una de las conferencias del Foro Social Mundial, incluido en
un tema más amplio: “El desplazamiento inducido por el desarrollo. Perspectivas y estrategias” (1).
Todos los oradores resaltaron la relación existente entre el llamado desarrollo y el desplazamiento --forzado y
“voluntario”-- de los pobladores locales afectados por los proyectos de “desarrollo”. Actividades como madereo,
represas, plantaciones, minería, áreas protegidas, turismo, han tenido un resultado en común: la apropiación de
tierras y recursos pertenecientes a las comunidades locales y el desplazamiento de millones de personas
afectadas por esos proyectos.
También se dejó en claro que los problemas presentados no eran únicos, sino que se repetían en la mayoría --si
no en todos-- los países del sur. Las represas destruyen los bosques y las formas de sustento de los pueblos
locales en una diversidad de países que va desde India a Brasil; los resultados del madereo han sido los mismos
tanto en África como en América Latina y Asia; la minería ha sido igualmente perjudicial en Sudáfrica que en
Filipinas. Los países mencionados fueron, por tanto, “casos” en un vasto mar de destrucción que abarca todo el
Sur.
Entre los casos presentados, creemos pertinente resaltar los impactos menos conocidos del turismo sobre los
bosques costeros y los recursos pesqueros. Uno de los oradores (Hare Krishna Devnath, líder del Movimiento de
pescadores) comenzó afirmando que “las montañas, los mares y los bosques atraen a las personas” y que“son
entregados al turismo para proporcionar placer a quienes disponen del dinero y el tiempo para disfrutarlos”. Pero
para hacer eso posible “se desaloja a los pescadores de esos lugares”. Especialmente en las últimas dos
décadas, en “países como Malasia, Indonesia, Tailandia e India, el turismo ha desplazado a miles y miles de
pescadores de sus bosques y se han entregado las tierras a la gran industria”. Dado que el turismo se ha
convertido en una industria mundial, ese tipo de “desarrollo” constituye una amenaza importante para numerosas
comunidades en todo el mundo.
De esta forma, el llamado “desarrollo” ha sido positivo para unos pocos y negativo para la mayoría. En el caso
de los bosques, implica el desplazamiento de los pueblos que los habitan en beneficio de las empresas que los
destruyen.
También se demostró que la llamada conservación crea problemas graves a las comunidades de los bosques -incluso el desalojo forzado-- al tiempo que no aborda las verdaderas causas de la deforestación, profundamente
enraizadas en el modelo de desarrollo dominante.
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En este contexto resultó importante proporcionar ideas para avanzar en el cuestionamiento tanto al modelo de
desarrollo dominante como a su “solución” antipopular al tema de la conservación.
La Iniciativa de Mumbai sobre los Bosques fue, así, lanzada oficialmente en esta conferencia, como forma
simbólica de subrayar el aspecto social de la deforestación y la conservación de los bosques y a la vez resaltar el
hecho de que nació en el contexto de un Foro Social Mundial.
(1) Organizada por: National Alliance of People’s Movements, India; Movimiento Brasileño de Pueblos afectados
por las Represas (MAB), Brasil; Anti Privatization Forum, Sudáfrica; Focus on the Global South, Filipinas;
Lokayan; National Forum of Forest People and Forest Workers; Mines, Minerals and People; Narmada Bachao
Andolan; Delhi Forum, India y el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales. Panelistas: Smithu Kothari de
Lokayan, Director de programa de Seeds of Hope and Tribal Self Rule; Trevor Nwane, Anti Privatization Forum,
Sudáfrica; Indu Netam, Mines, Minerals and People, India; José Josevaldo de Oliveira, Movimiento Brasileño de
Pueblos afectados por las Represas (MAB), Brasil; Hare Krishna Devnath, líder del Movimiento de Pescadores;
Ricardo Carrere, Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, Uruguay; Ashok Choudari, National Forum of
Forest People and Forest Workers, India; Walden Bello, Focus on the Global South, Filipinas y Medha Patkar,
National Alliance of People’s Movements, India.
inicio
- Con la mira en las plantaciones de monocultivo de árboles
Las plantaciones industriales de árboles tienen una larga historia de impactos sociales y ambientales negativos.
Fue así que se consideró que era absolutamente necesario dedicar un taller específico sobre el tema en el Foro
Social Mundial. Participantes de un amplio espectro de países compartieron sus experiencias en torno a este
problema.
La reunión comenzó con un panorama general del problema de las plantaciones y la confusión que genera el uso
de definiciones falsas como “bosques plantados”. Los participantes estuvieron de acuerdo en que las
plantaciones de monocultivo de árboles no tienen nada en común con los bosques, salvo el hecho de que en
ambos hay árboles. Los monocultivos no cumplen ninguna de las funciones que tienen los bosques en relación
con el funcionamiento de los ecosistemas, y por el contrario, producen impactos negativos sobre el agua, los
suelos, la flora, la fauna y los seres humanos.
Uno de los impactos más importantes de las plantaciones es la apropiación de grandes parcelas de tierra que
previo el establecimiento de las mismas, satisfacían las necesidades de supervivencia de pueblos locales. En
casos como el de Sarawak (Malasia), se considera que las empresas forestales plantadoras de árboles son
peores que las empresas taladoras. Esto se debe a que estas últimas cortan los mejores árboles y degradan el
bosque pero finalmente se van, mientras que las empresas plantadoras cortan todos los árboles del lugar,
plantan los suyos y se quedan. La apropiación de tierras es total y permanente, privando así a los pobladores
locales de todos los recursos a los que antes tenían acceso.
En todos los casos, las plantaciones se promueven con la promesa de generar empleo, pero la realidad
demuestra que después sucede totalmente lo contrario. Como prueba de ello se presentó el caso de Indonesia:
en todas las zonas de plantación, el resultado final es la pérdida neta de empleo. Cuando los bosques y las
tierras de cultivo son sustituidos por plantaciones industriales de árboles, los pobladores locales pierden sus
fuentes de ingreso y sustento. Por otra parte, los escasos trabajos temporales que proporcionan las plantaciones
no son una solución al problema de desempleo que ellas mismas generan.
Los impactos que en general se perciben como ambientales son al mismo tiempo sociales. Es el caso de los
impactos sobre el agua. En Tailandia, gran parte de la lucha contra las plantaciones de eucaliptos se centró en el
agotamiento de los recursos hídricos que estos árboles producen, en zonas donde el agua es esencial para el
cultivo de arroz. En este país, los pobladores locales llaman al eucalipto “el árbol egoísta”, precisamente por la
forma en que agota los recursos hídricos.
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Se hizo énfasis en que el eucalipto no es el problema y que otras especies importantes de árboles utilizados en
plantaciones (pino, teca, melina, acacia, palma aceitera) son igualmente negativas en términos sociales y
ambientales. Es interesante destacar que aunque las primeras luchas documentadas contra las plantaciones de
eucalipto tuvieron lugar en India, un participante de ese país habló de los impactos de una antigua plantación de
teca en su región, que actualmente está privando a la comunidad de los beneficios que le solía proporcionar el
bosque.
También surgió en la discusión el tema de la certificación y se plantearon diversos ejemplos que demuestran que
la certificación está debilitando las luchas locales contra las plantaciones. Al mismo tiempo que se reconoce que
las plantaciones nunca deberían ser certificadas como “bosques” (porque no lo son), se planteó también que el
principio del Consejo de Manejo Forestal (FSC por su sigla en inglés) sobre las plantaciones es tan débil que ha
permitido la certificación de casi todas las plantaciones.
Los participantes reafirmaron su compromiso de oponerse a la proliferación en el Sur de las plantaciones de
monocultivo de árboles social y ambientalmente destructivas, y de colaborar entre sí para fortalecer esa lucha.
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