Audiencia Provincial de -------Sección----Juzgado de Instrucción nº----- de ----Juzgado de lo Penal nº -- de ---Proced. Abreviado ----/---Sumario ------/----Ejecutoria ----/---(poned solamente los datos que correspondan) AL JUZGADO DE LO PENAL/ A LA SALA (póngase a cuál de los dos se dirige) FULANO DE TAL Y TAL, cuyas demás circunstancias personales ya constan en la causa arriba indicada, por medio del presente escrito ante el Órgano jurisdiccional competente comparezco y, en virtud de los arts. 24 de la Constitución Española y 14.2d del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como mejor proceda en Derecho, D I G O: 1.- Que en su momento fui condenado por el Juzgado o Tribunal al que me dirijo en aplicación de las disposiciones del Código Penal vigente. 2.- Que la L.O. 5/2010 de 22 de junio, que entrará en vigor el 23 de diciembre de 2010, tipifica una respuesta más benevolente hacia el comportamiento por el que resulté condenado. Por ello, en principio de aplicación retroactiva de la ley penal más favorable previsto en el art. 2.2. CP debe procederse a la revisión de la sentencia dictada en su momento “aunque se estuviere ejecutando”, acomodándose a lo preceptuado por la última reforma del Código Penal. A mayor abundamiento, la Disposición Transitoria 1ª in fine de la mencionada LO 5/2010 señala que “una vez que entre en vigor el presente Código, si las disposiciones del mismo son más favorables para el reo, se aplicarán éstas”. 3.- Que a la entrada en vigor de la nueva Ley debe estar realizada la revisión de condena, al efecto de aplicárseme la liquidación resultante de manera inmediata. Debe significarse que, a partir del 23 de diciembre, cualquier dilación en la ejecución de la nueva pena resultante, especialmente si supusiera una prolongación indebida de la privación de libertad, supondría una gravísima responsabilidad del órgano judicial. 4.- Sin perjuicio de lo anterior, no se pueden retrasar las consecuencias de la decisión del legislador que deben tener inmediato efecto sobre los procesos penales en curso y, aún con mayor razón, sobre la ejecución de las sentencias, sobre todo cuando suponen privación de libertad. La aplicación de la norma más favorable sin dilación es una auténtica exigencia constitucional, además de por la razones alegadas, como expresión del principio de prohibición del exceso, de interdicción de la arbitrariedad (SSTC 177/94, 203/94, 99/2000) y como consecuencia de la dimensión material del principio de legalidad contemplado en el art. 25 CE. De una lectura rápida y superficial de la norma podría concluirse que sería suficiente con esperar a que la ley entre en vigor para proceder en su momento a la revisión de la sentencia o a la reconducción del procedimiento. Sin embargo, en cuanto que la situación de transitoriedad afecta de manera directa y negativa al valor superior de la libertad, consagrado constitucionalmente, y cualquier forma de menoscabo hacia el mismo supondría la quiebra de elementales principios jurídicos. Debemos empezar señalando que la vacatio legis es un período que otorga el legislador a los ciudadanos para que tomen cuenta de la aprobación de una norma y singularmente de las consecuencias jurídicas que de ella se derivan. Como es evidente, esto tiene una especial importancia en el campo penal y en la función motivadora de la norma y sus fines preventivos. Atender a la verdadera naturaleza de la vacatio legis es muy relevante: constituye fundamentalmente una “garantía del ciudadano” llamada a asegurar su razonable conocimiento de la norma aprobada, generar seguridad jurídica y articular la necesaria publicidad de la ley. Es contrario a la lógica y al sentido común decirle a un ciudadano sancionado por la legislación aún vigente que constituye para él una garantía de legalidad, seguridad jurídica y publicidad el cumplir en prisión la pena privativa de libertad para que, meses después –en algunos casos ya presumiblemente liquidada-, el ciudadano “tome conocimiento” de que los supuestos por los que resultó sancionado no llevan aparejada pena de cárcel o la tiene más liviana. La situación es tan contraria al sentido común que obvia un esfuerzo argumentativo mayor: no se puede utilizar una garantía contra su beneficiario, supondría un abuso de derecho y un uso antisocial del mismo, proscritos ambos por el art. 7.2 del Código civil. Sería convertir la norma benévola en verdugo. En definitiva, agotar la vacatio legis, interpretando el periodo de transitoriedad contra reo, además de violentar el contenido sustancial del art. 9 (interdicción de la arbitrariedad), del art. 24 (sometimiento a procedimiento y limitación de libertad sin causa) y del art. 25 CE (derecho de todo ciudadano a que la legalidad penal se acomode a las exigencias constitucionales) supondría, en palabras del Tribunal Constitucional, “un patente derroche inútil de coacción que convierte a la norma en arbitraria y que socaba los principios elementales de justicia inherentes a la dignidad de la persona y al Estado de Derecho” (SSTC 55/96 y 136/99). En virtud de todo lo cual, al Órgano jurisdiccional competente S O L I C I T O: Disponga a la mayor brevedad la revisión de la sentencia dictada en su momento, aplicándoseme los preceptos más favorables de la L.O 5/2010, procediendo a una nueva liquidación de condena, en el caso de que proceda disponiendo mi inmediata puesta en libertad, o remitiendo a la mayor brevedad la nueva liquidación al Centro penitenciario con el fin de que sobre el nuevo cómputo me sean aplicados los beneficios y disposiciones tratamentales que procedan. Es Justicia que pido, a ---- de --------- del año 2010. Firma x (como siempre que se presenta algún escrito, se pedirá copia sellada del mismo)