Opinion editorial – global alliance on disaster risk reduction

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Opinion Editorial – Alianza Global en reducción de riesgos de
desastres
Reduciendo las consecuencias humanitarias del cambio climático
Este año, el mundo ha visto desastre tras desastre afectando a millones de personas en cada
continente y regiones del mundo. Las inundaciones han ocurrido a lo largo de Asia y están
inundando grandes áreas de Africa. Las tormentas han afectado a comunidades vulnerables en
América, y ahora están arrasando con China y el Sureste Asiático.
Millones de vidas se han interrumpido, incontables hogares y negocios han sido arrasados o
llevados por el viento, y miles de personas han muerto. Pero de todo esto, lo más alarmante es
pensar que el 2007 puede convertirse en un año prototípico; un ejemplo de la “nueva”
normalidad.
Un legado de cambio climático
Mucho de las discusiones públicas sobre el cambio climático se ha enfocado en reducir las
emisiones de gases, en presionar a los países con altos índices de emisiones de gases
invernaderos y en reducir el impacto del cambio climático en las futuras generaciones. Es sólo
hasta ahora que se ha logrado un mayor entendimiento de que hay que hacer mucho más para
reducir el desastroso impacto del cambio climático que se está afectando a esta generación.
Alrededor del mundo, más de 250 millones de personas son afectadas por desastres cada año.
De acuerdo con el Panel Inter-gubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones
Unidas, el número de eventos climatológicos extremos como las tormentas y olas de calor –
eventos en el corazón de todo el sufrimiento causado este año- continuará aumentando como
resultado del cambio climático.
Nuestra propia experiencia confirma esta tendencia. Entre el 2004 y el 2006, el número de
desastres que la Cruz Roja y la Media Luna Roja atendió incrementó de 278 a 482.
Significativamente, las inundaciones y otros eventos meteorológicos influenciaron este
aumento. En el 2004, la Cruz Roja y la Media Luna Roja brindó asistencia humanitaria en 54
inundaciones. Al 2006, esta figura se había incrementado hasta 121 inundaciones. Hasta la
fecha, la Federación Internacional ha atendido a personas en más de 100 inundaciones.
Es evidente que más se tendrá que hacer para poder hacer frente a estos aumentos. Para la
Cruz Roja y la Media Luna Roja, esto significará una mayor demanda a nuestros mecanismos
de preparación y respuesta. Entonces nosotros, por supuesto, continuaremos a mejorar y
fortalecer nuestras capacidades locales, regionales y globales. Pero creemos que la respuesta
debe ir acompañada de esfuerzos significativos y sistemáticos para contener las amenazas
naturales – para cortar los desastres de su paso.
Creemos que debe haber más inversión en, y compromisos para, la reducción de riesgos de
desastres.
La reducción de riesgos busca reducir la posibilidad de la ocurrencia de un desastre haciendo
todo lo posible, antes del evento, para proteger la vida, disminuir el daño y fortalecer las
capacidades de las comunidades vulnerables para recuperarse rápidamente de la adversidad a
la que se enfrentan.
Las soluciones a veces se encuentran en las cosas sencillas como educar a niños y niñas en
qué hacer ante una situación de emergencia, o sembrar árboles en cerros inestables para
ayudar a detener los deslizamientos de tierras. Las más complejas incluyen sistemas de alerta
temprana, protección de costas, construcciones sismo-resistentes y mejor planificación
urbana.
El punto aquí es que no existe cosa alguna como los desastres naturales. Las inundaciones
tormentas, olas de calor, incendios, e inclusive eventos no-climáticos como terremotos son
amenazas naturales. Solamente se convierten en desastres cuando revelan las debilidades
fundamentales de una comunidad, pueblo, ciudad o barrio. Piensa en un huracán Categoría 5
que se forma en el Atlántico, pero que se disipa antes de que toque tierra, es el tercer artículo
en un canal del clima en cable. Pero si no se disipa, y si llega a tierra, entonces
sistemáticamente y violentamente expone las debilidades sociales y pone en descubierto las
vulnerabilidades.
Los ya menos privilegiados sufren más. Las amenazas naturales y los desastres que activan
afectan a todos los países, pobres y ricos, pero mucha gente pobre vive en lugares expuestos y
peligrosos dónde las calamidades seriamente interrumpen la forma de hacerle frente a la vida
y atrasa su desarrollo. Los pobres se vuelven más pobres y la falta de recursos se profundiza.
Hoy, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja
presenta su visión estratégica para la reducción de riesgos de desastres. La Alianza Global en
Reducción de Riesgos de Desastres es nuestro firme compromiso de aumentar y mejorar los
esfuerzos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y reducir el impacto de las amenazas
naturales como las inundaciones y huracanes en comunidades propensas a desastres por
medio de acciones preventivas de proteger la vida, disminuir el daño y incrementar la
resiliencia.
Durante los próximos 12 meses, la Federación Internacional iniciará una evaluación detallada
de los programas de reducción de riesgos globalmente en un esfuerzo para identificar vacíos,
necesidades y experiencias exitosas. Al finalizar el proceso se lanzará una estrategia detallada
de reducción de riesgos basada en evidencias que podrá acercar a todos los actores claves que
trabajan en temas de reducción de riesgos de desastres como las Agencias de Naciones
Unidas, Organizaciones Non-Gubernamentales (ONGs), Ministros de Estado así como otros
actores involucrados como las instituciones académicas, organizaciones de meteorología y el
Banco Mundial.
Hoy, millones se encuentran en riesgo de amenazas naturales. Como podemos considerar esto
como algo natural?
Por: Markku Niscala, Secretario General
Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja
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