Trasplante de órganos Esperanza por la vida 2004 Flores Acosta Luis INTRODUCCIÓN El trasplante de órganos es en la actualidad, una respuesta concreta para miles de pacientes con insuficiencias terminales de distintos órganos que, a partir del mismo, logran recuperarse y salvar sus vidas. Pero estas prácticas solo son posibles si contamos con una comunidad informada y concientizada acerca de la importancia de donar los órganos. Entre las diversas actividades que se llevan adelante desde CUCAIBA en pos de la concientización de la comunidad, el brindar información ha ocupado siempre un lugar relevante. Con la convicción de que el debate de esta temática logrará un cambio positivo con respecto a la donación de órganos, consideramos imprescindible la educación a la comunidad. Se plantea el objetivo de "lograr una actitud crítica que permita debatir y analizar las repercusiones de los avances científicos en la vida de los seres humanos". En este sentido, el trasplante nos presenta un desafío al tratarse de un avance médico con enormes posibilidades, pero imposible de ejecutarse sin el consentimiento de la comunidad y que ha llevado a las sociedades a pensar el destino de sus órganos para después de la muerte como posibilidad de dar vida. En el presente trabajo podremos encontrar una propuesta de contenidos en distintas modalidades. 1- El Trasplante de Organos como acto Médico-Social El trasplante de órganos existe en el imaginario del hombre mucho antes de que la ciencia médica pudiera hacerlo realidad. Desde la antigüedad, el hombre imaginaba la posibilidad de reemplazar un órgano enfermo por otro sano y salvar así la vida de quien padecía una enfermedad terminal. En los relatos bíblicos que aluden a la creación del hombre, encontramos algunos ejemplos como la costilla de Adán extraída para dar origen a una nueva vida. En otras culturas como la egipcia, la grecolatina, la hindú, y la azteca hay manifestaciones artísticas de cuerpos a los que se les han cambiado partes por las de otros seres (animales o humanos). En el imaginario cristiano le idea del trasplante está presente en el milagro de San Cosme y San Damián, donde se reemplaza la pierna de un paciente con cáncer por la pierna de una persona fallecida. Más allá de los relatos ficcionales, a mediados de este siglo comenzaron a obtenerse los primeros resultados en materia de trasplantes en distintos países del mundo. Primeros Trasplantes en el Mundo: 1954: 1er. Trasplante Renal exitoso entre dos hermanos gemelos en EEUU 1963: 1er. Trasplante de Hígado exitoso en EEUU 1967: 1er. Trasplante de Corazón en Sudáfrica Entre la dificultades que se presentaron, la más importante sin duda fue el rechazo, ya que el organismo receptor reconocía ese órgano como un cuerpo extraño y por lo tanto generaba anticuerpos para rechazarlo. Esto motivó investigaciones entre el donante y receptor, buscando la histocompatibilidad de tejidos Así es que los médicos comenzaron a investigar el grado de identidad entre el donante y el receptor: la histocompatibilidad. Esto condujo al desarrollo de drogas que permitían evitar el rechazo del órgano o el tejido implantado. Se inicia el desarrollo de drogas en 1976 lo que permitió evitar el rechazo del órgano, posibilitando salvar la vida a miles de personas en el mundo entero 1928 primer Trasplante de Córneas 1948 primer Trasplante Oseo 1958 primer Trasplante Renal 1968 primer Trasplante Cardíaco 1987 primer Trasplante de Médula Osea 1988 primer Trasplante Hepático 1990 primer Trasplante cardio-pulmonar 1999 primer Trasplante de Intestino Así es que en todos los países del mundo se debieron impulsar distintas acciones de información y concientización acerca de la donación de órganos para generar en la población una actitud positiva respecto al tema. 2- El Trasplante como Alternativa de Vida para los Pacientes con Insuficiencias Terminales en Organos o Tejidos: Utilidad e Importancia. El trasplante es un procedimiento médico que consiste en la extracción de un órgano (o parte de un órgano), perteneciente a un individuo vivo o muerto, para ser implantado en otro individuo con sus funciones limitadas. En nuestro país se realizan trasplantes de distintos órganos y tejidos.(corazón, córnea, pulmon, higado, riñon, médula, piel) Los trasplantes de tejidos posibilitan mejorar la calidad de vida de quienes lo reciben. Personas ciegas a las que un trasplante de córneas les permite recuperar la visión, reemplazos de huesos que pueden evitar una amputación o de las válvulas cardíacas, que tienen enormes ventajas sobre las válvulas mecánicas Los trasplantes con donante vivo: en el caso del riñón o del hígado, una persona viva emparentada puede ser donante de otra que esté en espera, ya que es posible vivir con un solo riñón y es posible la segmentación del hígado. La legislación vigente sólo contempla la donación en caso de ser parientes directos. Esta limitación garantiza la inexistencia de ningún tipo de retribución económica por la donación. De todas formas, existe una tendencia en nuestro país de limitar este tipo de prácticas. Es preferible que el órgano provenga de un donante fallecido y no de una persona viva que significará siempre una mutilación. En nuestro país existen cerca de 6000 pacientes a la espera de un trasplante. Son niños, jóvenes y adultos de ambos sexos y de distinta condición económica que, en muchos casos, se han encontrado repentinamente en esta situación y que jamás creyeron que a ellos pudiera pasarles. El Trasplantado y su Calidad de Vida: El transplante de órganos en personas que se encuentran en una situación terminal significa mejorar su calidad de vida, y un nuevo desarrollo en su vida familiar y social, dentro del contexto de una redefinición de su rol como persona, al incorporarse a su medio laboral, solucionando limitaciones socio-económicas como problemas de vivienda, alimentos básicos y otros recursos. Los temores a la muerte y al sufrimiento dejan de ser angustiantes. PORQUE DONAR LOS ÓRGANOS Porque en nuestro país hay miles de personas que esperan la posibilidad de un transplante para salvar o mejorar su calidad de vida. Muchos de ellos son pacientes con enfermedades crónicas o terminales en órganos como el corazón, el pulmón, el hígado, o aquellos pacientes que deben dializarse tres veces por semana para poder sobrevivir y se encuentran a la espera de un riñón. Porque para todos estos pacientes un trasplante significa la posibilidad de volver a la vida: a trabajar, estudiar, disfrutar de su familia, del tiempo libre, elaborar proyectos y pensar en el futuro. Porque cualquiera de nosotros puede necesitar un trasplante y esto no es posible sin el compromiso, de una comunidad consciente y solidaria CON EL ACTO DE DONAR. La ética en los trasplantes de órganos El tema de los trasplantes de órganos no es sencillo, al contrario, es bastante complejo y requiere que al tratarlo se le dé la importancia, seriedad y respeto que implica y exige el estudio de la persona humana “El complejo proceso médico que supone la realización de un trasplante, con un relativamente elevado número de personas afectadas, implica la aceptación y seguimiento de una serie de principios éticos. La autonomía de la persona, la justicia y el no hacer daño y hacer el bien, son principios éticos que deben de ser respetados en cualquier trasplante. Cuando la ética se aplica a la medicina se le llama bioética, y sus principios son de aplicación en todos los procesos médicos, en las tomas de decisiones y particularmente en los trasplantes, debido a la complejidad del acto y al número de personas que afecta el proceso.” Badenes, R. Aplicación de la ética médica “Los principios básicos son: autonomía de la persona en la toma de decisiones; no maleficencia: no hacer daño; justicia: distribución equitativa, y beneficencia: procurando hacer el bien. Autonomía. Significa el respeto absoluto a la voluntad del individuo como persona: el respeto al ser humano en sí mismo y a las decisiones que haya tomado. En los trasplantes se documenta la voluntad, tanto en el momento de donar órganos como al someterse a un trasplante. Particular importancia tiene la manifestación de voluntad cuando una persona fallecida tiene que donar sus órganos, ya que una gran mayoría no se ha manifestado en vida respecto a la donación de órganos, por lo tanto para constatar su voluntad en caso de fallecimiento se recurre a las personas más allegadas. Son momentos muy duros en los que se acaba de perder un ser querido pero, siendo conscientes de la situación, debemos intentar conocer la voluntad del fallecido con el fin de respetar su autonomía y las decisiones que hubiera podido tomar en vida, sin dejar de valorar la importancia que tiene la donación, ya que es la única posibilidad de que se realice un trasplante. Seré, pues, la familia la que nos documente que no hay manifestación en contra, demostrando de esta forma que se esté a favor de la donación, en el único proceso médico generado por la sociedad, al donar los órganos de personas fallecidas para que otras personas se beneficien, cumpliendo así otro de los principios éticos. No maleficencia. Es uno de los principios éticos más históricos y preceptivo en todas las actuaciones médicas. La aplicación a la persona fallecida se reconoce en que en su diagnóstico de muerte es independiente de si va a ser donante; es un acto médico, el certificar que una persona ha fallecido, y en el caso del donante de órganos el certificado lo firman tres médicos que no forman parte del equipo de trasplantes (marco legal). El tratamiento al cadáver es el mismo que el de una intervención quirúrgica reglada, ya que el trasplante comienza con la obtención del órgano. Justicia. Al margen de que el proceso conlleva un cumplimiento legal, interesa destacar la forma de actuación ética, en cuanto a la distribución de los órganos o a quién se va a trasplantar, para lo cual se necesita que la adjudicación sea con arreglo a criterios médicos de máxima efectividad del trasplante y siguiendo protocolos que sean siempre verificables y que demuestren el porqué se ha trasplantado a un paciente y no a otro, teniendo en cuenta que la escasez de órganos es el verdadero factor limitante del número de trasplantes. Justicia equitativa sin más elementos condicionantes que los médicos. Beneficencia. Principio último y finalidad a conseguir con el proceso. El hacer el bien a otras personas, que puede variar desde el seguir viviendo ante la necesidad de un órgano vital, corazón, hígado ó pulmones, hasta cambiarle su vida con un trasplante renal. El beneficio va implícito en la acción, pues para ello se procede al trasplante. El beneficiario, o en este caso la persona que se va a trasplantar, debe ser informada de los beneficios que puede obtener con el trasplante y de los inconvenientes que pudieran surgir, todo ello documentado con lo que se conoce como Consentimiento informado, documento que se firmará tras una explicación completa, detallada y comprensible del proceso a que va a ser sometido, con la particularidad de que podrá renunciar a lo firmado en cualquier momento, cerrando así el proceso y respetando los criterios bioéticos que nos han ocupado en el proceso, respetando el de autonomía de las personas en la toma de decisiones ante los procedimientos que se van a llevar a cabo, y aplicable a todo proceso médico.” Badenes, R.