ACOMPAÑANDO EMPRENDEDORES: ESTRATEGIAS PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE ([email protected]); Introducción Desde el año 2004 hasta la actualidad desde el Grupo de Extensión “Apoyo a Emprendedores” de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata se realizan distintas actividades con el objetivo de “ejecutar estrategias de fomento de la cultura emprendedora, en forma articulada con organismos públicos e instituciones de la sociedad civil, tendientes a lograr la creación de nuevas empresas y el sostenimiento de las unidades productivas existentes en la economía formal, impulsando el desarrollo local y regional sustentable”. El camino recorrido En los últimos años las políticas públicas en Argentina, han implementado programas para facilitar el accionar de los actores productivos, que se han focalizado en la asociatividad, la innovación o el acceso a una gama amplia de instrumentos de asistencia técnica, capacitación y financiamiento. Sin embargo, no siempre los resultados concretos a nivel local son destacables. Las nuevas y pequeñas empresas no pueden dar respuesta oportuna a las exigencias de los mercados, y el aislamiento que tienen, dificulta la comprensión del entorno y limita su capacidad de reacción para competir, provocando en muchos casos la reducción de puestos de trabajo o, directamente, el cierre. En nuestro país, durante la última década, se evidencia una mayor cantidad de empresas nacidas año a año que en la década anterior. Particularmente, en el gráfico 1 en el año 2004 se puede ver un aumento brusco de la tasa de creación de empresas, lo que puede deberse principalmente a la situación económica que se vivió en el país luego de la crisis del 2001, momento en la cual una gran cantidad de la población cayó en el desempleo. Luego se observa que si bien la tasa de creación de empresas continúa siendo superior a la década anterior, comienza una tendencia decreciente, a la vez que la tasa de cierre de empresas comienza una tendencia contraria, hasta llegar al año 2009, en el cual la tasa de cierre de empresas supera la tasa de nacimientos de las mismas. (Gráfico 1). Es decir, la tasa bruta de nacimiento de empresas a partir de 2009 es negativa. Gráfico 1: Tasa de Creación y Cierre de Empresas, periodo: 1996 a 2009 Fuente: OEDE MTEySS Más allá de la complejidad de variables que explican la situación y la necesidad de abordarse multidisciplinariamente, se puede inferir que en Argentina el emprendimiento se utilizó en parte, como una “salida de emergencia” ante una posible crisis laboral, que es revertida cuando la economía se recupera y se recupera el empleo, y no como una opción por la motivación personal de construir una carrera como empresario. Por otro lado, según el último informe para Argentina del año 2009 del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Argentina presenta la tasa más alta de emprendedores que inician una actividad productiva por necesidad. siguientes LATAM Perú Argentina Brasil Chile indicadores: TEA Actividad Emprendedora en Fase Temprana 20,93% 14,68% 15,32% 14,79% Emprendedor por Oportunidad Emprendedor por Necesidad 70% 50% 61% 73% 28% 47% 39% 25% Por último, según las conclusiones arrojadas por la investigación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo1, en las sociedades de los países de América Latina la cultura social inhibe, en lugar de alentar, las motivaciones empresariales de las personas. Nuestro campo de acción se centra en la ciudad de Mar del Plata, ciudad representativa de la situación social del emprendedorismo en América Latina. Es por ello que es necesario fomentar un cambio en los conceptos, acepciones, creencias y valoraciones otorgadas a los emprendedores y al proceso emprendedor por parte de la cultura local, 1 “Empresarialidad en Economías Emergentes: Creación y Desarrollo de Nuevas Empresas en América Latina y el Este de Asia” Banco Interamericano de Desarrollo, marzo de 2002. que como ya hemos dicho otorga una connotación social negativa de la actividad emprendedora y del perfil del empresario, operando como freno a la motivación del emprendedor por emprender. Para resumir, consideramos que es necesario fomentar el emprendedorismo a través de políticas a largo plazo, con el objetivo de ensanchar la base de emprendedores en las comunidades locales y promover la cultura emprendedora, de modo de generar un entorno favorable para dicha actividad, dados los beneficios económicos y sociales que el proceso emprendedor trae a las economías regionales y, en forma agregada, a la situación económica y social de la nación. Dado que la adquisición de las competencias necesarias para ser empresario es un proceso de naturaleza social, es relevante conocer cómo los distintos ámbitos - la familia, el sistema educativo, las empresas, las instituciones de formación profesionalcontribuyen a forjar la vocación y las actitudes de los emprendedores, sus habilidades y sus conocimientos, es decir, a promover la cultura emprendedora, recordando que la problemática en que nos encontramos inmersos es, fundamentalmente, una problemática de la estructura social actual. El proceso emprendedor como guía En relación a las causas probables de la actual problemática de la falta de una cultura emprendedora en la sociedad argentina, haremos un análisis desde cada una de las etapas del proceso emprendedor, dado que últimamente los estudios e investigaciones analizan el proceso emprendedor en las particularidades de las tres etapas básicas por las que este proceso transcurre. Estas son: la gestación del proyecto empresarial; la puesta en marcha y el desarrollo inicial de la empresa. Se entiende que en cada una de estas etapas existen factores sociales que favorecen o perjudican el desarrollo de la iniciativa empresarial. De esta forma, y teniendo en cuenta el carácter cíclico de los emprendimientos, podremos analizar con cierto grado de detalle los condicionantes y atenuantes de cada uno de los períodos que involucra el proceso emprendedor. En la etapa de gestación del proyecto, el emprendedor encuentra motivaciones tanto económicas como no económicas para convertirse en un incipiente empresario. Así, entre las segundas se encuentran el desarrollo y realización personal. Como hemos analizado anteriormente, la estructura social Argentina resulta ser un factor condicionante para el desarrollo de la vocación emprendedora de muchos de nuestros emprendedores naturales. Por otra parte, el papel que juegan hoy en día los medios de comunicación en la difusión de modelos de empresarios ejemplares en nuestro país es el más bajo de todos los países de Latinoamérica encuestados por el BID en su informe. Y es en este punto en el cual se enfocarán las propuestas del presente proyecto, dado que los medios de comunicación ejercen una influencia significativa sobre las imágenes predominantes en la sociedad. En cuanto a las fuentes de oportunidades de negocios, a nivel mundial las fuentes principales surgen de la venta de productos y servicios a otras empresas. En relación a esto, la estructura económica Argentina necesita un dinamismo que hoy en día no posee. Debido a este escaso dinamismo, los emprendedores deben trabajar con una red de contactos personales mayor que la comparada con otros países a nivel mundial. Por otro lado, y como agentes de la sociedad capitalista, los tres motivos principales por los cuales las personas se sienten motivadas a ser empresarios en argentina son: la autorrealización personal en primer lugar; seguida por poner en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo de la carrera universitaria, y el deseo de mejorar el ingreso personal. Por debajo de estos motivos se encuentran el deseo de contribuir a la sociedad a través de la carrera empresarial. Pasando ya a la etapa de puesta en marcha, los emprendedores argentinos consideran negativas las posibilidades de financiación disponibles, o directamente no las consideran. Entre las causas de esto se podrían mencionarse la falta de información, las costumbres mismas (reacias a adquirir financiamiento de terceros para conservar el control de la firma en manos de los fundadores) o la propensión a comenzar los emprendimientos con ahorros personales y ayuda financiera de familiares y conocidos. Comenzando a analizar la etapa de desarrollo inicial, los emprendimientos se encuentran con una elevada competencia existente en el mercado, que deberían poder sortear a través de la diferenciación y la calidad en sus servicios, en vez de competir en precios,2 así como también aumentar los esfuerzos en actividad de investigación y desarrollo. Pero los emprendedores poseen un pequeño tamaño y se encuentran reacios a trabajar en asociación, por lo que sus pequeñas estructuras individuales, sumado al escaso apoyo que reciben por parte de las instituciones públicas y privadas, los limita en sus posibilidades de asumir mayores costos y grandes riesgos propios de estas actividades, frente al poder de las grandes empresas existentes. Una vez que el emprendimiento está inserto en el mercado, durante los primeros años de vida deberá afrontar la necesidad de comenzar a autofinanciar el emprendimiento mediante la operatoria propia del negocio, para poder comenzar a vivir del emprendimiento y dejar de tener un emprendimiento cuya existencia depende de la posibilidad de realizar aportes personales en forma permanente. Para lograr esta autosustentabilidad financiera, estas pequeñas empresas encuentran amplias barreras en el sistema financiero formal. Actualmente, este mayor financiamiento, si se consigue, queda supeditado al uso del crédito de proveedores y clientes y otras alternativas tales como la postergación del pago de impuestos y servicios públicos, lo que condiciona el crecimiento en lugar de potenciarlo. De esta manera, existen en Argentina muchísimos factores a considerar, arraigados tanto en la cultura de la sociedad en general como en el mercado, que afectan a cada una de las etapas del proceso emprendedor, que limitan la posible expansión de la cultura emprendedora si no se analiza el problema en forma integral y se asumen políticas con enfoques multidisciplinarios, que logren aumentar la masa crítica de emprendedores necesaria en la sociedad para lograr el impulso de la actividad emprendedora como dinamizadora del desarrollo local. 2 Porter, M. E. “What is Strategy?” Harvard Business Review, Nov/Dec 1996 Rediseño del proyecto Con el fin de consolidar estas actividades es que a partir del año 2011 se han propuesto distintas líneas de acción que se ejecuten en forma permanente como estrategia para generar sinergias y contribuir a la construcción de entornos locales y regionales favorables para fomentar el desarrollo de la cultura emprendedora. Consideramos que abarcará todos los actores involucrados, mediante actividades diseñadas para cada línea de acción en particular, a fin de cubrir las necesidades específicas, así como mejorar las posibilidades de actuación de los distintos destinatarios. Las líneas propuestas son: A. Capacitación a emprendedores a través de cursos, talleres, seminarios y jornadas Objetivos Brindar herramientas de gestión para las distintas áreas del negocio que contribuyan directamente al sostenimiento de los emprendimientos productivos. Capacitar a emprendedores en el desarrollo de competencias, habilidades y actitudes emprendedoras, al entrenamiento de sus presentaciones en público y construcción de redes en el ámbito del emprendedorismo. Capacitar a los emprendedores en la formulación del Plan de Negocios y gestión de proyectos productivos tanto para la generación de capacidades de evaluación, seguimiento y control del proyecto como para la presentación a terceros. B. Oficina de Apoyo al Emprendedor Objetivos Brindar asistencia directa y personalizada a emprendedores, a través de asesoramiento, consultorías y tutorías para evaluación y seguimiento de emprendimientos productivos. Facilitar el acceso a las informaciones relevantes para el emprendedor, relativa a posibles fuentes de financiamiento, convocatorias de proyectos, eventos (ferias, congresos), capacitaciones, etc. C. Formación de formadores y capacitadores en emprendedorismo Objetivo Contribuir a la formación de una masa crítica de docentes de instituciones educativas de la región de nivel primario, secundario, terciario y universitario en la temática de emprendedorismo, a fin de generar en los futuros formadores habilidades y técnicas que promuevan los aspectos actitudinales y motivacionales en los potenciales emprendedores. D. Formación de consultores y tutores para evaluación y seguimiento de proyectos Objetivo Formar a los integrantes del proyecto como consultores, para que puedan desempeñarse posteriormente en tareas como planificación, recomendaciones o aasesoramiento en asuntos de gestión, análisis financiero, estudios de mercados, diseño de productos, planes de largo alcance, desarrollo de recursos humanos y otras cuestiones inherentes al emprendimiento. E. Formación de Agentes de Desarrollo o Promotores Territoriales Fortalecer a los organismos e instituciones, a través de la formación de Promotores y Agentes de Desarrollo Local en la región, brindando herramientas, conocimientos, habilidades y destrezas a fin de que animen procesos innovadores de desarrollo local e implementen acciones que fortalezcan la cultura emprendedora. Fortalecer el vínculo entre los diferentes promotores o agentes de desarrollo local de los municipios. Fortalecer las redes y alianzas institucionales. F. Actividades de sensibilización destinados a la comunidad en general Generar capacidades y motivaciones a través de modelos de rol y de las historias de vida de emprendedores mediante la producción de piezas audiovisuales y gráficas para su difusión en distintos medios de comunicación y redes sociales. Revalorizar la figura del emprendedor-empresario como un actor clave para el desarrollo productivo y social.