Trabajo Don Juan T.

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“Don Juan Tenorio y el período Romántico del siglo
XIX”
ntroducción
El mito de Don Juan da cuenta de sujetos y arquetipos que han tenido no sólo
presencia en el tiempo, sino trascendencia y universalidad ya que permanecen en la
memoria colectiva de los pueblos. Don Juan como personaje aparece por primera vez en
“El Burlador de Sevilla” 1630 obra escrita por el monje español Tirso de Molina, quien
nació en el siglo XVI. Dicha leyenda es continuada por José Zorrilla en su obra “Don Juan
Tenorio“de 1844.
Han existido muchas interpretaciones en torno a Don Juan Tenorio definiendo
verdaderas tendencias en cuanto a su análisis, así por ejemplo:
Don Juan es visto como el símbolo de lo masculino y del conquistador perpetuo,
domina por su arrojo, fuerza, por su honor y su reputación de galán bravo.
“Don Juan, mito eterno, ha venido a convertirse cualesquiera que sean sus grados- en símbolo viviente de
la seducción amorosa masculina, de la agresividad sexual,
del conquistador irresistible, del hombre audaz y disoluto
que convierte el placer en fin de todas sus acciones. De
aquí su condición de “burlador”, es decir, de hombre que
busca a la mujer para la satisfacción egoísta de su goce, y
escapa a toda permanente coyunda.”1.
Una vez que Don Juan ya posee a la mujer que deseaba, la abandona, pues pierde la
atención y su interés por ella.
Don Juan como expresión del patriarcado. El homo centrismo es un rasgo
predominante en la obra, en donde Don Juan representa la antítesis e implica la opresión del
arquetipo femenino. Desde esta óptica Don Juan actúa amparado por una cultura y dentro o
imbricado en las normas que lo favorecen, implicando estas normas, la negación de la
personalidad de la mujer. Ante los hombres Don Juan también aparece como un personaje
atractivo al cual hay que arrimarse, es decir, seduce o cautiva a sus compañeros desde su
virilidad. Esto queda reflejado a lo largo de la obra por quienes se agrupan en torno a él
para escuchar sus historias.
1
Frenciasco Arias Solis, “El gran mito de Don Juan” [email protected]
2
El varón con conductas donjuanescas percibe al amor como algo deportivo, lúdico,
como una competencia permanente y esto lo vemos en el personaje literario que juega
apuestas con otros varones desafiándolos a que traten de conquistar mayor cantidad de
mujeres que él.
Don Juan implica la búsqueda desesperada de la figura materna o el intento de
recuperar a la madre en cada mujer. Por lo tanto, sería una fantasía edípica. En esta visión
Don Juan estaría representado en el lenguaje de Freud por el “Ello” y Doña Inés por el
“Super yo”. La leyenda devela un supuesto imaginario erótico masculino como anhelo de
poder, dominio, libertinaje que se refleja en la conquista compulsiva.
Por otra parte, hay quienes señalan que Don Juan es un personaje que representa la
transgresión, la transfiguración de valores o la inversión del platonismo2 en términos que
pugna por iniciar una moral desde la tierra desde lo mundano, profano, desde lo dionisiaco.
Según Foucault los dos grandes sistemas de reglas que Occidente ha concebido para regir el
sexo - la ley de la alianza y el orden de los deseos- “son destruidos por la existencia de Don
Juan”.
Como vemos existen muchas interpretaciones cada una de las cuales, desde la
perspectiva especulativa3, posee ciertos rasgos lógicos, coherentes. Sin embargo, para
poder abordar la obra de José Zorrilla tomaremos en consideración el mito desde el siglo
XIX desde su contexto histórico, siglo de la obra Don Juan Tenorio, para esto nos
adentraremos en la principal corriente que sustentaba el pensar del autor, a saber: El
Romanticismo. Tanto para la caracterización de personajes como para entender la propuesta
del autor apelaremos a esta corriente estética. Esta exigencia previa nos ha llevado además
a ingresar en uno de los principales inspiradores del romanticismo, como es J. J: Rousseau.
El presente trabajo buscará dar respuesta a la siguiente problematización:
¿Por qué Don Juan en la obra es redimido por el amor de Doña Inés? En este sentido ¿Se
recoge el mito como respuesta a la restauración tanto de la Santa Alianza (del absolutismo
que intenta volver al orden previo a la Revolución Francesa) como al período napoleónico o
del imperio francés (período marcado por la muerte de los ideales de la República). Por lo
tanto, representa los propios anhelos liberales de la España del siglo XIX?
2
Es Platón quien desarrolla un quiebre o fractura de mundos en el entendido que la realidad o ser se escinde
en dos una invisible y otra visible, parágrafo 79ª. En la invisible existe el alma y en la visible el cuerpo. De lo
siguiente se concluyen las siguientes consecuencias: En primer lugar, lo Divino, inmortal, inteligible,
uniforme, indisoluble que se presenta en identidad consigo mismo, esta en el estadio del alma. Lo invisible.
Parágrafo 80b y en segundo lugar lo humano, mortal, multiforme, ininteligible, disoluble. Lo que nunca se
presenta en identidad consigo mismo, pues siempre esta en movimiento (movimiento es corrupción para el
mundo griego), éste es el estadio del cuerpo. Lo visible. 80b. Para Platón prima el mundo de las ideas sobre el
del cuerpo, de ahí que surja por parte del cristianismo la idea del alma encarcelada en el cuerpo, siendo el
cuerpo el sostén de las tentaciones y lo pecaminoso que se opone a las ideas puras, eternas contenidas en el
alma. Platón,”Fedón, Fedro” Ed. Alianza, Madrid, 1995.
3
Especular proviene de especulum, espejearse, reflejarse, mirarse, reflexionar. La reflexión le permitió a
Hegel unificar el dualismo cartesiano.
3
Contexto histórico
El siglo XIX está marcado por la restauración o el retroceso de las ideas
democráticas en Europa, no obstante, también es un período marcado por la Revolución
Industrial, por el ascenso del capitalismo y la consecuente consolidación de la burguesía.
Este cambio no es unívoco sino que se presenta como un proceso desigual en toda Europa.
Así por ejemplo, es en Francia donde las luchas contra la clase feudal (nobleza y el
clero) por parte de la burguesía son de carácter radical, cuyo hito fundamental está dado por
la toma de Bastilla en 1789, dichas luchas se encaminaron hacia una ruptura o revolución
por parte de esta nueva clase ascendente que busca consolidar políticamente sus avances en
lo económico, sin embargo, dicho proceso adquiere el carácter de una revolución
democrático burguesa por la amplia participación de las masas populares, tanto de sectores
de la pequeña burguesía, artesanos, obreros pobres, campesinos, capas bajas de la población
urbana y demócratas burgueses.
La burguesía, sin embargo, buscaba legalizar su igualdad con los estamentos
feudales a partir de la República, por medio, de la “Declaración de los derechos del hombre
y del ciudadano”4 Igualdad, fraternidad, libertad, propiedad y soberanía del pueblo. La
República nace en 1792 y fue posible gracias a esa participación de todas estas clases, la
política de regulación y limitación de los precios es una consecuencia de la presión de las
masas populares, oponiéndose a la libertad de comercio promovida por la gran burguesía
quien obstruyó dichas medidas. El período del terror o dictadura tuvo en un comienzo
participación popular, participación que fue disminuyendo a medida que los jacobinos o la
montaña fueron adoptando medidas más favorables a comerciantes e industriales o pasaron
directamente a reprimir las manifestaciones obreras perdiendo de esa manera base de
apoyo. La muerte de Robespierre (seguidor de Rousseau) marca el cambio del poder a
sectores conservadores dando término al período Jacobino. A dicho período Jacobino le
sucede tras el golpe de Estado de 1794 un Directorio que dio paso a una monarquía
burguesa. En efecto, el período Napoleónico esta marcado por una amnistía a nobles.
Involucra un quiebre con respecto al sueño republicano y una clara alianza de clases (alta
burguesía con sectores nobles), existiendo además una restauración del culto cristiano
(desaparece calendario republicano), se reconoce nuevamente la esclavitud y se niega la
equiparación de derechos por parte de las colonias (esclavitud de los negros de Haití, las
Antillas, Sto. Domingo, entre otros). El imperio Napoleónico surge en un contexto de
guerras expansionistas nacionales con Austria, Inglaterra, Prusia, Rusia etc., es así como
Francia en su intento de bloquear el comercio de Europa para aislar a Inglaterra (“bloqueo
continental”), bloqueo que se ve impedido por el comercio de España y Portugal, hace
necesario el control de España por parte de Francia, de esta manera abdica Carlos IV
instaurándose el hermano de Napoleón en España. El pueblo español se sublevará
desarrollando una guerra de guerrillas contra los franceses, la falta de un rey legítimo da el
pretexto para que las colonias españolas se independicen.
4
Se proclamo la libertad de pensamiento, de prensa, de reunión, de cultos, derecho al trabajo y a la
instrucción. Los mayores de 21 tenían derecho al voto. Sin embargo, la igualdad de los ciudadanos era formal
ya que en los hechos no actuaba y por otra parte se recalco la inviolabilidad de la propiedad privada.
4
Las relaciones entre Francia y Rusia se deterioran por la falta de suministro ingles.
En 1812 con ejército de 20 naciones y 600.000 soldados liderados por Francia preparan la
invasión a Rusia. Se gana la batalla de Borodino. 14 de septiembre entran en Moscú
(ansiosos de alimento y refugio debido a la política de campo arrasado de Rusia pero sólo
encuentran una ciudad en ruinas). El 19 de octubre 115.000 soldados con 40.000 heridos
emprenden la retirada. 40.000 llegaran a Alemania. En 1813 continúan las campañas
desastrosas. Pierde en la batalla de Leipzig. Los Austriacos, Bábaros, Prusianos llegan al
Rhin mientras los ingleses desde España cruzaban los Pirineos. Esto hace que Napoleón
abdique el 11 de abril 1814. Es desterrado dos veces primero a la isla Elba y
definitivamente a la isla de Santa Elena tras la derrota ante Inglaterra en la batalla de
Waterloo.
En otros países el proceso había sido menos traumático desarrollándose una
revolución desde las alturas con monarquías constitucionales, este será el caso de
Inglaterra, Alemania, más tarde se sumará España.
Tras la derrota definitiva de Napoleón se firma el acuerdo de Viena surgiendo la
política de restauración. Que en lo fundamental buscaba fortalecer nuevamente a las
monarquías, para este efecto las relaciones internacionales quedaban reguladas por la
“Santa Alianza” de 1815 (Es decir, por Austria, Rusia, Prusia). De esta manera, existe una
reordenación de Europa a partir de la vuelta a una paz basada en las monarquías. Tenían
además una política de intervención para mantener el orden acordado. Se delimitaron los
intereses de las grandes potencias y se repartieron las correspondientes esferas de
influencia.
En síntesis, de las antiguas potencias coloniales, solo Inglaterra logrará una
supremacía por sobre las demás naciones como Francia, Holanda, España, Portugal. Para el
desarrollo de la Revolución Industrial propio de los siglos XVIII, XIX y por tanto, para el
surgimiento del capitalismo fue importante la concentración de la riqueza, lográndose ésta
sólo por medio la pauperización de las masas, la separación violenta del trabajador de los
medios de producción y del campesino de la tierra, es decir, por medio del surgimiento del trabajo
asalariado. A esto se añadió el saqueo de las colonias bajo relaciones de desigualdad que
contribuyó a forjar el capital y el surgimiento de la gran industria pesada en los países de
Europa. Desde esta óptica volver a las relaciones monárquicas y clericales sólo rezagaría o
frenaría el proceso y las nuevas fuerzas productivas. Es por esto, que la Santa Alianza tenía
sus días contados, pues buscaba detener las aspiraciones nacionalistas de pequeños estados
como Alemania e Italia oprimidos por las grandes potencias.
Este va a ser el panorama en que se va a desenvolver la vida de José Zorrilla (18171893) especialmente a nivel de urbe (Madrid) en ateneos literarios bohemios. Su tiempo
esta marcado por pugnas entre la monarquía representada por Fernando VII y el
liberalismo. En 1820 vuelve la inquisición, la censura, existiendo insurrecciones liberales.
Fernando VII no había podido mantener su régimen absoluto contra la oposición, es por
esto, que la Santa Alianza intervendrá nuevamente España a través de Francia (1823).
España se empezará a industrializar, pero aún continuará con convulsiones internas.
5
Las nacientes burguesías nacionales necesitaran un movimiento espiritual para la
dominación. Este movimiento intelectual debía oponerse al renacimiento y neoclasicismo,
al mismo tiempo debía representar también una edad de oro pero en vez en vez de centrar
su interés en el siglo de oro de Pericles lo haría en la Edad Media cristiana. Dicho
movimiento será el Romanticismo.
El Romanticismo
“A los entusiasmos de la revolución francesa, a sus excesos
y a sus ilusiones siguió la reacción de las viejas clases
sociales y al imperio napoleónico sucedió el Tratado de
Viena y la voluntad de resucitar antiguos ideales, sobre
todo aquellos contra los cuales la acción revolucionaria
había sido excesiva y contraproducente. A la Europa
neoclásica sucedió la Europa romántica, los ideales de la
razón eran reemplazados por los del sentimiento, el anhelo
de libertad de las naciones y de las clases oprimidas,
traicionando por el utópico iluminismo que había chocado
con la realidad histórica, intentaba reponerse por medio
del valor que se necesitaba en la conspiración”5
En el siglo XIX el romanticismo pasa a ser el pensamiento dominante, esto quiere
decir que la clase que ejerce el poder material en la sociedad es, al mismo tiempo, quien
ejercerá su correspondiente poder espiritual absoluto. Por consiguiente, sólo es la burguesía
quien tenía a su disposición los medios para la producción material y espiritual. Esto hace
que se le sometan los sectores de quienes carecen de los medios necesarios para producir
espiritualmente. Por lo tanto, las ideas hegemónicas de una época son la expresión ideal de
las relaciones materiales dominantes.
“Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión
ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas
relaciones materiales dominantes concebidas como ideas;
por tanto, las relaciones que hacen de una determinada
clase la clase dominante son también las que confieren el
papel dominante a sus ideas. Los individuos que forman la
clase dominante tienen también, entre otras cosas, la
conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en
cuanto dominante como clase y en cuanto determina todo
el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo
que lo hagan en toda su extensión y, por tanto, entre otras
cosas, también como pensadores, como productores de
ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas
de su tiempo”6
Historia del Arte,”El arte moderno y contemporáneo”, Ed. Grijalbo, P. 420.
Carlos Marx – Federico Engels, “La Ideología Alemana”, Coedición Ed. Pueblos Unidos- Ed. Grijalbo,
Montevideo – Barcelona, 1972, PP 50-51.
5
6
6
Si bien es dominante como ideología el romanticismo es un fenómeno sumamente
complejo y contradictorio. Existen dos tendencias principales en el romanticismo:
1. El Romanticismo tradicionalista que posee una concepción irracionalista, que es
devota a la antigüedad y sus formas político sociales, que ama los monumentos
ancestrales y las viejas dinastías Desde esta perspectiva se culpa a la edad
racionalista de haber llevado hasta la Revolución Francesa. Es por esto, que la
invasión napoleónica desarrolla una respuesta nacionalista por parte de los sectores
tradicionalistas. Así por ejemplo, la burguesía Alemana se horrorizo ante la
violencia desatada por lo Jacobinos “cuando los jacobinos derrocaron a los
girondinos, cuando empezó el “terror”, el fervor de la burguesía alemana “se trocó
en odio fanático hacia la revolución” se asusto “de la manera plebeya de acabar de
una vez con los enemigos de la burguesía”7
2. El romanticismo liberal se da principalmente en Francia y España (1810) es
progresista y anti tradicionalista. Representante de Francia es Victor Hugo. Existe
una adhesión a la constitución histórica, al sentimiento de libertad, a la propiedad
colectiva. Por lo expuesto en último lugar también existe un tipo de romanticismo
rupturista, trasgresor.
El romanticismo implica una nueva corriente de ideas que tiene su expresión tanto
en la literatura como en la pintura, la música, y la política. En él existe un fuerte
individualismo pesimista que se encuentra influenciado por el “liberalismo, como sistema
básico de relaciones económicas, y por la razón del intelectual contra los vínculos
anónimos que genera el sistema, disolvente del antropocentrismo clasicista.”8
Es decir, en cuento teoría política representa la libre competencia, la iniciativa individual
sin trabas o reglas provenientes del Estado o instituciones. De esta manera, tanto el
liberalismo como el romanticismo eran el adversario tanto de los sistemas conservadores
como de los democráticos. Asimismo, corresponde a una actitud específica frente a los
cambios que se gestaban en la Europa propia del siglo XIX (la restauración, las luchas por
parte de los nuevos estados nacionales como expresión de las burguesías en ascenso, del
liberalismo, la Revolución Industrial, etc.).
El romanticismo representa un agotamiento en cuanto a la participación activa del
ciudadano en el que hacer público y político, pues, posee un origen anárquico individualita.
El romanticismo tradicional sirvió a la reacción feudal para idealizar el Medioevo;
exhortando a volver al pasado como a unas condiciones ideales de vida espiritual. Esto era
consecuencia de la incapacidad momentánea de nacientes burguesías como la de Alemania
que se veían arrastradas a la evasión o a una tendencia que huye o se retrae de la realidad,
por la impotencia, el miedo, el escepticismo causada como ya hemos dicho por la etapa del
jacobinismo, pero también daba cuenta de la consolidación y posterior paralización del
proyecto burgués en países como Francia en donde se relegaba a un segundo plano las ideas
democráticas radicales siendo expresión del agotamiento de la burguesía como clase
transformadora. Para el romanticismo liberal, sin embargo, el rescate del estado de
Julián Constantín, “Método y sistema de Hegel”Ed. Grijalbo, México, 1971, P. 35.
Capítulo Universal, Eduardo Romano, “El Romanticismo Francés”, Ed. América Latina, Buenos Aires,
1968, P.74.
7
8
7
naturaleza, de las leyendas populares permitía crear cierto sentido de nacionalidad e
identidad que no era otra cosa que el crecimiento del comercio, del mercado sobre la base
de la cultura, lenguaje, pasado histórico, raza, economía, territorio común pilar para el
surgimiento de los Estados naciones modernos. Dicha visión se oponía al cosmopolitismo
napoleónico que era visto como el ideal de los invasores. Contra esos valores se resaltan
nuevos conceptos como patria, genio nacional, genio de la raza, esta última visión revelaba
las pugnas entre la propia burguesía procedente de diferentes países, la competencia por
adueñarse o crear un nuevo orden mundial.
En síntesis, el romanticismo como expresión de la alta burguesía propugnaba frente al
régimen absoluto de la época de la restauración, la idea de una monarquía constitucional
basada en la representación popular. El parlamento debía ser representado por las clases
cultas y acaudaladas, el estado debía permitir la ganancia privada y el esfuerzo
expansionista de los particulares. De esa forma, las corrientes nacionales promovidas por el
romanticismo (por Herder) se unieron a las ideas liberales. Por lo tanto, es una reacción
contra la Revolución Francesa y el movimiento ilustrado, por consiguiente, se vincula a
posiciones del absolutismo feudal y a las de la alta burguesía.
Por último, detrás del romanticismo existe una reacción contra el despotismo de la razón,
contra la universalidad de conceptos y normas que eran promovidos desde el clasicismo y
neoclasicismo. El sentimiento y la pasión, propio del romanticismo, se oponen a la razón o
la ordenación de la vida por parte del racionalismo propio del siglo XVIII. De esta manera,
se busca superar el subjetivismo cartesiano, el solipsismo, el “yo pienso aislado” busca
encontrarse con una realidad histórica.
Análisis de la obra
La visión de los personajes principales
Don Juan Tenorio está compuesto de dos partes, la primera (una noche del carnaval
de 1541) consta de cuatro actos y la segunda (una noche de 1546), de tres. La primera parte
es una mezcla de comedia de capa y espada y de drama romántico. El primer y segundo
actos se centran en el libertino, el burlador (la rendición de cuentas de la antigua apuesta y
el cerco a Doña Ana). Los subtítulos que da Zorrilla a sus actos son significativos:
"Libertinaje
y
Escándalo"
y
"Destreza".
El tercero y el cuarto ("Profanación" y "El Diablo a las puertas del cielo") más que
del seductor -lo cual añade connotaciones del libertino-, giran alrededor del seductor
seducido, del descubrimiento del amor y la frustración de no poder alcanzarlo.
La segunda parte entra de lleno en el género de la "comedia de magia", del drama
religioso romántico. Argumentalmente sustentada sobre el tema del "convidado", sus tres
actos ("La sombra de doña Inés", "La estatua de don Gonzalo" y "Misericordia de Dios y
apoteosis del Amor") tratan sobre la muerte y salvación del protagonista, ya no un libertino
ni un amante sino un rebelde contra la divinidad de la que se cree despreciado.
8
Uno de los elementos más constantes sobre los que se fundamenta el tiempo
dramático de la acción es la reiteración de la noción de apuesta y plazo: Hasta la escena XII
del primer acto se vive el suspenso del plazo de una apuesta hecha un año antes. En esa
misma escena, se realiza una nueva apuesta para la que se da un plazo de seis días, pero que
todo el mundo entiende que es de cumplimiento inmediato. La segunda parte, se inicia con
el plazo general de una noche para que concluya la apuesta de doña Inés con Dios, que
además se entrecruza con los pequeños plazos que suponen las dos invitaciones a cenar.
Los personajes representan sectores acomodados nobleza, clero, órdenes de
caballería con sus costumbres y lenguaje propio de Sevilla.
El personaje de Don Juan
Don Juan es un personaje literario, de raíces bíblicas, un personaje que es parte de
un mito popular hispánico que representa algo de la cultura medieval. Es un hombre
aficionado a las mujeres, sin distinción.
“Por donde quiera que fui,
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé
Yo a los palacios subí,
Yo los claustros escalé
Y en todas partes dejé
Memoria amarga de mí.”9
Está representado por un noble sevillano mujeriego. Su criado es un villano, vive en
la ciudad. El personaje femenino lo constituye Doña Inés, a quien con engaños, conquista.
Don Juan es cínico, burlón, carece de escrúpulos para con las mujeres. Junto a él, hay un
elemento cómplice, que se traduce en un deseo de inautenticidad, haciendo de él un
hombre irreflexivo. Junto a estos, está el padre burlado, y los hombres asesinados por él en
escaramuzas, es decir, Don Gonzalo y Luis Ulloa este último es el padre de Doña Inés
que vuelve después de ser asesinado tras la invitación que el propio Don Juan le hiciere a
cenar después de muerto, a modo de burla y desafío. En Don Juan encontramos un miedo a
la muerte; el tiempo no pasa por él, aspira inconscientemente a la inmortalidad. Con esto
también encontramos la idea de la intemporalidad.
En “Don Juan Tenorio” se salva don Juan, quien se redime por el amor (idea
romanticista), a diferencia del don Juan de Tirso de Molina, quien muere condenado por
sus pecados.
9
Zorrilla José, “Don Juan Tenorio”, ED. Universitaria, Santiago, P.38.
9
Don Juan es el hombre de los sentidos. Es la representación que ha encontrado su
base para ilustrar al hombre del placer. Desde la aparición de don Juan se ha querido
indagar ¿quién es y qué representa don Juan?
Para Kierkegaard “Es el lado sensual e instintivo presente en todos nosotros. Es
eminentemente el lado sensible. Es quien encuentra seguridad y fuerza en la percepción
sensible y en la sensualidad”. Es decir, Don Juan entra en contacto con el mundo a partir de
lo sensible. Esta actitud impulsiva de don Juan para con las mujeres, podría ser interpretada
como un ocultamiento o un terror a la homosexualidad. Don Juan es contrario o lo más
alejado de la filosofía. Es una imagen de la literatura, que sirve para recordarnos que no
existe ningún concepto capaz de dar cuenta de la existencia humana en abstracto, que
elimine, desdeñe o reprima la sensualidad. El ejemplo de don Juan demuestra al rededor de
mil años de freno de las pasiones de una época. Ningún concepto de la existencia humana
será norma de la existencia si deja fuera la sensualidad.
Don Juan es el ser del libertinaje, es el hombre que conquista sin reflexionar y da
testimonio del desconocimiento de un aspecto: el instintivo. Cada época cultural tiene un
icono. Don Juan representa el reino de la carne que se enfrenta al reino del espíritu. Es el
hombre que tiene el espíritu primitivo, antes que se asiente la reflexión. El representa el
deseo o búsqueda de todos los placeres. Es una búsqueda sin fin caracterizando una
esperanza frustrada.
“Partid los días del año
entre las que ahí encontráis.
Uno para enamorarlas,
otro para conquistarlas,
otro para abandonarlas,
dos para sustituirlas
y una hora para olvidarlas”10
Es un seductor que persigue el placer de los sentidos, es un hidalgo que le gusta ser
amado pero no puede amar. Para él la vida es un presente provisional, por lo tanto, su vida
posee un desarrollo circular revestido de placeres fugaces. Es el hombre atrevido de la
conquista fácil y pasajera que no logra intimar sino someter a dominio a una futura victima
o pareja. No busca el amor sino la satisfacción de los deseos. Para él las mujeres forman
una galería anónima. De esta manera, es un “hielo ardiente” o un hombre que no quiere
colocarse reglas de freno. Por lo tanto, su vida implica una negación a reconocer que somos
seres para la muerte. Es una pasión llevada al extremo y un egoísmo frustrado. Es decir, la
búsqueda del placer tiene un espiral aumentativo que hace que el hombre no se sienta
satisfecho nunca. Esto le hace perder el dominio de sí. Una vez aumentado el carácter del
placer deja de ser placer y pasa a ser dolor. Entonces se manifiesta otro momento que es el
dolor, que es lo mismo que decir “el placer no cumple la sensación que promete, no cumple
su promesa, no queda nada, por lo tanto, necesita ser aumentado o redimido”.
El individuo que se deja llevar por el placer pierde la autonomía, su filosofía
esteticista consagra su vida a llenarse de cosas caras y exquisitas, en donde todo está
10
Ibíd., P.43.
10
dedicado al culto del cuerpo. En este pensamiento existe una inteligencia frustrada, que no
está dominada por la voluntad, terminando por ser una existencia inmadura. Don Juan
representa una experiencia moral realista, para quien el pecado era un conocimiento
necesario oponiéndose de esta manera a la metafísica cristiana.
Es por esto que es o se le caracteriza por ser seductor, maestro en las artes de la
lucha, el ser indiferente a las normas y las leyes sociales, orgulloso, arrogante,
indisciplinado, harto de fortuna, vigor, un ser individualista, pero sin identidad propia. Es
individualista porque va en contra de las normas de comportamiento de la sociedad. Pero su
propio sentido del honor lo hace dependiente de ir siempre en contra de la sociedad. Posee
un juego de riesgo y apuestas, pero también de dependencias frente a la opinión de los
demás, la necesidad de un público, de la adulación. El hecho de que Don Juan sea
despojado, en el transcurso de la obra, de su herencia es significativo, porque su padre le
está dejando fuera del orden genealógico y, por lo tanto, social. Le ha quitado el nombre del
Padre precisamente porque Don Juan ha quebrantado la Ley del Padre. La salvación del
alma de Don Juan en ese mismo lugar -por virtud del amor y del sacrificio de Doña Inésreestablece el orden quebrantado, vuelve a poner las cosas en su sitio. La sociedad,
simbólicamente representada en el panteón, ha recobrado su estructura, está de nuevo
intacta. Por lo tanto, Don Juan es un ángel y demonio a la vez porque su vida se mueve
siempre entre oscilaciones extremas, entre la salvación y la condenación, entre el amor y la
burla, entre la vida y la muerte, entre el honor y el deshonor, etc.
Doña Inés
Doña Inés personifica el modelo romántico en el sentido que es sensible, frágil,
pálida, soñadora, virginal, angelical con una mirada absorta en los cielos, viviendo en el
claroscuro de los salones neogóticos leyendo álbumes de versos.
“No comen –ironiza un espectador-, se sustentan de
aire; las mujeres de bien parecer pretenden alimentarse
únicamente de pétalos de rosa. Crearon la costumbre, en
la mesa, de llenar y de perfumar su copa solamente con
sus guantes, para demostrar su sobriedad.”11
Estas mujeres lánguidas se complacen por encontrar en el hombre la protección
respetuosa que el romanticismo pone de moda. La dulce fragilidad que es necesario poner
al abrigo de un convento, más aún cuando se trata de mujeres de fortuna. Con una
educación rudimentaria que las habilitaba más para los cuidados del hogar, se deleitaban a
menudo con una literatura delirante, alimento sentimental y moral (que posee cierta
analogía con respecto a nuestras actuales teleseries). Por otra parte, existe en Doña Inés
una exageración de la sensibilidad, un predominio de lo emotivo ante la razón u orden
neoclásicos, una tendencia al ensueño, fantasía e imaginación. Esto se evidencia en la
languidez, los suspiros, desmayos, las confidencias a media voz y la seducción a partir de la
escritura, versos pomposos y refinados cuyo vocabulario amoroso carga de misticismo.
11
Grimial Pierre, “Historia Mundial de la Mujer” Ed. Grijalbo, Barcelona – México, 1974, P.106.
11
Explota en pasión e incluso desmayos ante versos caballerescos que la sitúan como ángel,
Santa, reflejo divino, muñeca preciosa, inocente belleza y fragilidad que debe ser protegida.
Pese a ser el prototipo de la mujer pura, santa, neurótica. Doña Inés es prefigurada por
Zorrilla como antítesis de Don Juan. En este sentido, ella encarnaría el honor, la virtud, la
religión y el respeto a la tradición, pero también el triunfo a través de la suavidad, y
fragilidad en términos que logra la “reconversión” de Don Juan. Sigue amándolo a pesar de
todo. En este sentido, se cumple la propuesta del Romanticismo en la cual el amor está más
allá del bien y del mal. Por lo tanto, siempre se cumple de manera trascendente el ideal
cristiano platónico.
Las figuras de Don Gonzalo, padre de Doña Inés, y de Don Diego, padre de Don
Juan, dan cuenta de cierta nobleza feudal de larga data que se entronca con ideales
caballerescos medievales ortodoxos. Sus acciones en la obra están encaminadas a proteger
la honra de su familia y sus hijos (especialmente a Doña Inés), es así como Don Gonzalo
Ulloa va a la hostería a cerciorarse de la supuesta fama de Don Juan de vividor, como
forma de proteger a su hija doña Inés. Averiguar la conducta del prometido de su hija. Don
Diego por su parte también busca comprobar en terreno lo que se habla de su hijo, una vez
comprobados estos temores desheredara a Don Juan.
Luis Mejia representa un antagonista de Don Juan que a lo largo de la obra será
superado y muerto por este último. Sus apuestas en torno a quien era mejor “burlador” y
arrojado, marcaran el acontecer de la hostería Laurel. La apuesta entre Luis Mejia y Don
Juan Tenorio queda bien expresadas en palabras de Don Luis:
“Vinimos a apostar quién de ambos sabría obrar pero,
con mejor fortuna, en el termino de un año”12
Don Luis Mejía reúne también las características del tenorio. Cuando es vencido por
Don Juan pierde la confianza de sí, teme que Don Juan lo venza nuevamente esta vez
burlándolo con su prometida.
Los criados en la obra se inclinan o apoyan a sus respectivos patrones o a quien
posea más dinero. Es así como Brígida contribuye al encandilamiento o enamoramiento de
doña Inés, recibiendo para estos efectos una paga por parte de Don Juan. Un criado llamado
Ciutti señala que con Don Juan “Varea la plata”13
En la segunda parte del texto es importante la atmósfera de reflexión para el futuro
arrepentimiento que se desarrolla en el panteón creado por Don Diego en honor a los
muertos por Don Juan, don Gonzalo y Luis Ulloa, y doña Inés que muere de pena por su
amado. Don Juan vuelve a España años después de los asesinatos encontrándose a su arribo
con su estancia (solar) cambiado por obra de su padre don Diego.
12
13
Zorrilla José, op. cit., P.36.
Ibíd., P. 22.
12
Las imágenes de piedra de doña Inés y luego don Gonzalo se aparecen para tratar de
hacer recapacitar al sacrílego. Existen apelaciones a su conciencia, llamando al
arrepentimiento y ha someterse al tribunal de la justicia divina del más allá.
“Al sacrílego convite
Que me has hecho en el panteón,
Para alumbrar tu razón
Dios asistir me permite.
Y heme que vengo en su nombre.
A enseñarte la verdad,
Y es: que hay una eternidad
Tras de la vida del hombre.”14
Más adelante señala:
“Dios, en su santa clemencia,
Te concede todavía
un plazo hasta el nuevo día
Para ordenar tu conciencia.”15
Don Juan a último momento se arrepiente cuando las sombras y esqueletos se
abalanzan sobre él. Es en ese momento que doña Inés extiende su mano para tomar a don
Juan y elevarlo al cielo.
“¡Clemente Dios, gloria a Ti!
Mañana a los sevillanos
Aterrará el creer que a manos
De mis victimas caí.”16
El panteón se convierte de esta manera en un monumento que recuerda el horror de
la conducta equivocada y deshonrosa. La idea de la muerte con imágenes macabras y ruinas
interpretan cierto estado de ánimo del personaje. El panteón busca develar las honduras
ignoradas del espíritu. Por su parte, las estatuas de piedra, las ruinas, las tumbas, lo lúgubre,
la noche, lo sombrío, fantasmas y la muerte actúan como un modo de evocación, memoria o
de leyenda. Estos diferentes elementos sobrenaturales están traspasados de un espíritu
cristiano.
14
Ibíd., P.138.
Ibíd., P.139.
16
Ibíd., P.152.
15
13
Las invitaciones e interpretaciones desde una perspectiva romántica
En las obras existe cierta reminiscencia al pasado medieval justamente marcado por
la ambientación, el tiempo y el discurso de sus personajes. En otras palabras en el
romanticismo es recogida la nomenclatura o el decorado de Rosseau por parte de sectores
nobles, absolutistas o liberales adornando sus consignas con la “melancolía propia de una
clase dirigente desplazada que conspira o transa para recuperar posiciones que considera
inalienables respecto a su rango y jerarquía intelectuales”17
Desde una perspectiva romántica también se puede extraer una crítica al mal uso
que hace Don Juan de las artes, las letras, costumbres, de las formas protocolares y del
boato, en el entendido que a partir de la lengua y la palabra escrita se engaña, se finge, para
obtener por todos los medios posibles el fin propuesto. Esto lo desarrolla Rousseau
señalando que en la antigüedad:
“Los hombres hallaban su seguridad en la facilidad de
conocerse recíprocamente; y esa ventaja, cuyo valor ya no
apreciamos, les evitaba muchos vicios. Hoy, cuando las
investigaciones más sutiles y un gusto más refinado han
reducido a principios al arte de agradar, reina en nuestras
costumbres una deformidad vil y engañosa, y todos los
espíritus parecen haber sido echados en el mismo molde; la
cortesía exige incesantemente y el decoro ordena; se huye
siempre de los usos pero nunca de su propio genio. No nos
atrevemos a parecer lo que somos”18
Rousseau señalará que los títulos formales, los ornamentos, los protocolos pueden
ocultar deformidades. Existe un mal uso de costumbres. En otras palabras ¿que ha creado la
ciencia y el arte ilustrado? Nuestro filósofo responderá que los falsos saberes, las
exigencias, cargas, y deberes llevan a la degradación de costumbres o han reprimido la vida
instintiva, sentimental, natural.
“Las sospechas, los recelos, los temores, la frialdad, la
reserva, el odio y la traición se ocultarán siempre bajo el velo
uniforme y pérfido de la cortesía, bajo esa urbanidad tan
elogiada que debemos a la ilustración de nuestro siglo”19
Estas ideas erradas han facilitado el desarrollo de malas costumbres, siendo un
ejemplo de aquello el proceder del “burlador”. Es por esta razón que en Rousseau, padre
espiritual del romanticismo, se manifiesta la necesidad de alejarse o separarse de esos falsos
saberes. Para lo cual se plantea reencontrar los valores naturales que en lenguaje de “Don
Juan Tenorio” vienen dados por los valores de la península, pues son valores que redimen.
Capítulo Universal, Eduardo Romano, “El Romanticismo Francés”, Ed. América Latina, Buenos Aires,
1968, P.75.
18
Rousseau J. J., “Discurso sobre las ciencias y las artes”, Ed. Aguilar, Buenos Aires, 1962, P. 32.
19
Ibíd.., P. 32
17
14
El romanticismo apropiándose de dicha argumentación opondrá a la razón ilustrada, y al
neoclasicismo los ideales nacionales de la España del medioevo cuyo icono más
representativo, por lo menos en esta obra están dados por la imagen de Doña Inés. Sólo de
esta manera se supera la contradicción principal como es que Don Juan quien no se somete
a nadie termina finalmente sometiéndose a don Gonzalo en primera instancia y
definitivamente a doña Inés quien simboliza o encarna el discurso religioso.
Don Juan se ampara además en la desigualdad moral, la violencia de los poderosos,
que no son otra cosa que hombres artificiales motivados por pasiones ficticias.
“preguntándose siempre a los demás lo que nosotros somos, y
no atreviéndonos a preguntarnos a nosotros mismos, en medio
de tanta filosofía, de humanidad, cortesía y máximas sublimes,
no tenemos otra cosa que un exterior superficial y engañoso,
honor sin virtud, razón sin sabiduría y placer sin felicidad.”20
Para Rousseau toda diferencia moral y política al igual que el uso de la violencia por
parte de sectores privilegiados tiene su origen en las relaciones de propiedad21. Para él, la
desigualdad moral y la política, vienen establecidas por el consenso de los hombres, es
decir, por convenciones.
En una palabra, competencia y rivalidad por una parte; y por
otra, oposición de intereses, y siempre el oculto deseo de
obtener beneficios a expensas de otro. Todos los males son el
primer efecto de la propiedad y el inseparable séquito de la
naciente desigualdad”22
Don Juan representa al dueño de la propiedad, al encomendero, que se sirve de las
leyes y de los prejuicios sociales para lograr sus conquistas y luego quedar inmune. De esa
forma extiende sus relaciones de dominio no sólo al ámbito material sino al de las
relaciones sociales, de parejas. Sólo desde ésta lógica es posible ver al otro no como
realización sino como límite, como cosa a someter como lo ve Don Juan. Por otra parte,
puede hacer del otro, a quien somete vía propiedad, salario, entre otros, una extensión de su
propia voluntad.
“El rico concibió por fin el proyecto más reflexivo que jamás
ha entrado en el espíritu humano; y fue emplear en su
Rousseau J. J., “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”, Ed. Aguilar, Buenos
Aires, 1960, P. 128.
21
Para Rousseau el origen de la propiedad esta en el trabajo. Este una vez creado desarrolla su propia lógica
que se formaliza en leyes“el trabajo es lo único que, dando derecho al cultivador sobre el producto de la
tierra que ha labrado, se le da, por consecuencia, sobre el suelo, por lo menos hasta la recolección; y así de
año en año, al ejercer posesión continua, se transforma en propiedad…La partición de esas tierras entre los
nuevos dueños produce una nueva clase de derecho. Es decir, el derecho de propiedad, diferente del que
resulta de la ley natural” Rousseau J. J., “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”,
Ed. Aguilar, Buenos Aires, 1960, P. 101.
20
22
Ibíd., P. 103.
15
provecho las mismas fuerzas que le atacaban, tomar a sus
adversarios por defensores suyos, inspirarles otras máximas y
darles otras instituciones que fuesen para ellos tan favorables
como adverso les era el derecho natural”23
En suma, para el padre espiritual del romanticismo:
“Tal fue o debió de ser el origen de la sociedad y de las leyes,
que dieron nuevas trabas al débil y nuevas fuerzas al rico;
destruyeron sin esperanza de recuperarla la libertad natural;
fijaron para siempre la ley de la propiedad y de desigualdad;
hicieron de una torcida usurpación irrevocable derecho, y por
beneficio de algunos ambiciosos, sujetaron a todo el genero
humano para lo sucesivo al trabajo, a la servidumbre y a la
miseria.”24
De esta manera la única salida esta en volver a la institución primitiva, a una cultura
o nacionalidad que se puede recoger desde las leyendas o los cantos populares que le dan
un carácter histórico y no abstracto a una patria. Toda separación o alejamiento de dicha
institución lleva al camino de la degradación y corrupción.
“Dedúcese de los expuesto que, siendo la desigualdad casi nula
en el estado de naturaleza, saca su fuerza y acrecentamiento
del desarrollo de nuestras facultades y del progreso del espíritu
humano, llegando al fin a ser permanente y legítima por la
constitución de la propiedad y de las leyes.”25
Lo que existe como solución es volver a tipo de sociedad más autentica basado en
un tipo de propiedad colectiva. “Por que-como señalará Rousseau- según el axioma del
sabio Locke, “no es posible que haya injuria en donde no hay propiedad”26
“El primero a quien, después de cercar un terreno, se le ocurrió
decir “Esto es mío”, y halló personas bastante sencillas para
creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil.
¡Cuantos crímenes, guerras, muertes, miserias, y horrores
habría ahorrado el género humano el que, arrancando las
estacas o arrasado el foso, hubiera gritado a sus semejantes:
“¡Guardaos de escuchar a este impostor; estáis perdidos si
olvidáis que los frutos son para todos y que la tierra no es de
nadie!”27
23
Ibíd.., P.106
Ibíd., P. 107.
25
Ibíd., P. 128.
26
Ibíd., P. 97.
27
Ibíd., PP. 88-89.
24
16
Por supuesto el cuestionamiento a la propiedad era algo inalcanzable e indeseable
por parte de la clase burguesa que sólo buscaba consolidar la suya. Es por esto, que el
romanticismo sólo toma algunos elementos del pensamiento de Rousseau (quien es visto
como un representante de la pequeña burguesía radicalizada).
A modo de síntesis son las relaciones de propiedad las que permean las sociales
entregándole a la clase dominante no sólo un discurso y una legalidad en la cual se puede
desenvolver con soltura sino le entrega incluso la facultad de no acatar dichas normas y
mantenerse impune. Es por esto que la transgresión de Don Juan si bien se opone al
discurso religioso, espiritual, a los valores caballerescos, enalteciendo lo sensual, lo
mundano, profano etc., destruye relaciones sociales, pues es excluyente o se erige desde el
poder arbitrario de una clase minoritaria.
“respondiendo sólo a la idiosincrasia de los hombres en cuyas
manos esta el poder”28
Por otra parte, apelar a los valores de Doña Inés como hace Zorrilla posee
elementos conservadores contradictorios pues existe una negación de la mujer, que actúa
como exclusión de la misma, de la vida pública y política para encerrarla en la esfera
familiar, domestica, en el convento. A la época sólo la República29 se había preocupado de
la mujer pero con la muerte de la misma (de la república) se había vuelto a una visión
conservadora en torno a la mirada femenina. Es así como el “Código de Napoleón”
establece en su Artículo 213:
“El marido debe protección a la mujer, la mujer
obediencia a su marido”. La mujer casada esta afectada de
incapacidad: “no puede pleitear sin la autorización de su
marido”;”no puede vender, dar, hipotecar, adquirir a
título oneroso o gratuito, sin el concurso del marido”será,
pues, el marido quien “administre de por sí los bienes de la
comunidad; él puede vender, alienar, hipotecar sin
necesidad de consultar a la esposa”.30
Según Rousseau el problema de la vida es el amor, pero el destino de la mujer se
reduce a un “matrimonio arreglado” de ahí su melancolía. Esto lleva a un sentimiento
antinatural que en caso de adulterio se castiga a través de una reclusión que va de tres
meses a dos años, la indagación de la paternidad está prohibida. La mediocridad de la
instrucción, el conformismo como educación las inhibía de todo posible aporte activo en las
Hokheimer Max, “Historia, metafísica y escepticismo”Ed. Altaza, Barcelona, 1988, P.36.
Es así como Condorcet es el primero en percibir el problema de la situación de la mujer en la sociedad.
Desde 1789 se genera un movimiento con Rosa Lacombe o Théroigne Méricourt dicho impulso se rompe a
partir de 1794. Estas reivindicaciones las tomará la clase obrera, como por ejemplo Jean Michel en la comuna
de París, entre otros.
30
Grimial Pierre, “Historia Mundial de la Mujer” Ed. Grijalbo, Barcelona – México, 1974, P.93.
28
29
17
esferas tanto de la vida pública como de la administración de sus propios bienes. Existía
cierto pensionado para sectores pudientes en donde las mujeres:
“aprenden religión, lectura, ortografía, un poco de
historia, y de geografía, algo de botánica, de física, de
medicina, y artes de adorno, y, durante las tres cuartas
partes del día, trabajos manuales”31
Se programa la vida de las mujeres pudientes32 y se degrada las de sectores
populares con trabajos forzados con salarios de subsistencia cayendo muchas veces en la
prostitución.
La académica de la Universidad de Concepción, profesora Patricia Pinto, en su
trabajo sobre Don Juan Tenorio denominado "De la jaula a la red”, refiriéndose al papel de
la mujer en este caso Doña Inés en la satisfacción del hombre (Don Juan) afirma lo
siguiente:
“La idea de que las mujeres como género existen para
beneficio del varón se remonta en nuestra cultura
occidental judeo-cristiana al Génesis, a la versión y lectura
ortodoxa de éste. También a la cultura clásica
grecorromana.
Desapego a lo material y un culto al sentimiento, a lo
espiritual, expresado aquí en la figura de Doña Inés”33
En otras palabras tanto el romanticismo como el liberalismo y la burguesía como
clase no tienen ninguna nueva o buena novedad con respecto a la mujer. El romanticismo
sólo da cuenta de la existencia de grandes cambios sociales propio del siglo XIX en el
sentido que muchas fortunas se quebrantaron después de la revolución y el imperio
llevando a muchas mujeres de sectores acomodados o venidos a “menos” a escribir poesía,
31
Ibíd., P.95.
En los primeros años de vida se internaban en un pensionado, de los 16 a 17 años después del pensionado
eran destinadas al matrimonio (que era la alianza de dos familias). Se establecían listas con columnas de las
jóvenes, así en la primera columna iba el nombre, en la segunda, la dote en cifras, en la tercera las
“esperanzas”, con atractivos, deformidades, educación, sentimientos religiosos (pero para que esto fuese
efectivo tenía que sobrepujar las 50.000 libras de renta).Consistía en unir “dos fortunas para crear una
fortuna mayor” Grimial Pierre, “Historia Mundial de la Mujer” Ed. Grijalbo, Barcelona – México, 1974,
P.96. El protocolo que lleva al matrimonio seguía la siguiente secuencia: Grandes cuidados en la aparición de
la debutante en el espacio público (opera, gran baile etc.), en la presentación de la muchacha. Negociaciones
“discretas” entre familias acorde al origen de clase o estatus social. Entrevista “fortuita” y “breve” en la
Iglesia o paseo. Petición de mano. Período corto de noviazgo con obligaciones rituales; ramo de flores,
entrevistas bajo vigilancia de un rodrigón, preparación del ajuar, del canastillo, visitas a familias amigas. Se
firma contrato ante notario. Fiesta donde se expone el ajuar, la canastilla, regalos. Matrimonio civil y religioso
tienen lugar en la misma mañana. La mujer se presenta ataviada, escotada, con los brazos desnudos, y con
flores naturales que simbolizan su pureza.
32
33
Villarroel Patricia Pinto, “De la jaula a la
Don Juan Tenorio de Zorrilla” Universidad de Concepción, P. 4.
red
en
un
mundo
patriarcal:
18
cuentos, novelas, etc. Desde esta perspectiva el romanticismo es un consuelo; las
insatisfechas de la vida se persuaden de que tal es el destino de las almas nobles, que ellas
son incomprendidas a causa de su misma superioridad.
“De este sentimiento que las satura, extraen la melancólica
justificación y las dulzuras secretas de sus sueños
quiméricos.”34
Por último, se debe ser enfático el romanticismo implica un engaño, pues existe una
contradicción o confrontación entre la situación real versus los mitos que la literatura
oficial confería. Desde esta perspectiva la mujer es encerrada en el seno de la familia, se le
somete a la ley de la clase dominante que posee rasgos patriarcales, actuando su
idealización a modo de mecanismo de compensación. El culto romántico no abolía en
manera alguna el código de Napoleón. Por lo tanto, responde a una realidad sentimental
restringida frágil propia de las clases acomodadas, siendo un engaño cruel para las mujeres
de condición humilde y las de trabajo, como la mujer obrera que vive en la miseria. Para la
mujer como para los sectores populares no existe igualdad moral, social, política. El
romanticismo exige virtudes a las mujeres que no se imponen a los hombres.
†
34
Grimial Pierre, “Historia Mundial de la Mujer” Ed. Grijalbo, Barcelona – México, 1974, P.108.
19
Esquema de actos, espacios y núcleos argumentales
I, acto I
Presentación de Don Juan
Llegada de D. Gonzalo
Llegada de D. Diego
Encuentro entre de D. Juan y D. Luis. Realizan una segunda
Hosteria del Laurel
apuesta.
D. Gonzalo recrimina a don Juan
D. Diego se encara a su hijo y renuncia a él
Don Juan y Don Luis son apresados: la apuesta sigue en pie.
I, acto II
D. Luis concierta una cita con Doña Ana para protegerla de Don
Juan
D. Juan rapta a D. Luis
Calle de doña Ana
D. Juan concierta con Brígida su visita al convento y con Lucía,
criada de Doña Ana, el modo de entrar en casa de su ama.
I, acto III
Dña Inés lee la carta de D. Juan delante de Brígida.
Don Juan rapta a doña Inés
Celda de doña Inés
La abadesa y D. Gonzalo descubren el rapto
I, acto IV
Don Juan y Doña Inés se declaran su amor
D. Luis viene a matar a Don Juan por haber burlado a Doña Ana.
D. Gonzalo viene a recuperar a su hija y a prender a Don Juan.
Quinta de don Juan
D. Juan mata a D. Luis y a D. Gonzalo
Don Juan huye
II, acto I
El escultor informa a D. Juan, que descubre la muerte de Doña
Inés
D. Juan reflexiona sobre su vida pasada
La sombra de doña Inés advierte a Don Juan de su inmediata
Panteón de los Tenorio
muerte
Centellas y Avellaneda interrumpen a Don Juan
Don Juan Invita a cenar a sus amigos y a la estatua de Don
Gonzalo
II, acto II
Cena con Centellas y Avellaneda
La estatua se presenta e invita a Don Juan a su mesa
Aposento de don Juan
La sombra de doña Inés confirma el mensaje de D. Gonzalo
Disputa con Centellas y Avellaneda. Se retan a duelo
II, acto III
Reflexión de D. Juan sobre la autenticidad de las visiones
La estatua pretende arrastrar a don Juan al infierno
Panteón de los Tenorio
Arrepentimiento de D. Juan
Doña Inés interviene para salvar a Don Juan.
20
Bibliografía
Fuente Primaria

Zorrilla José, “Don Juan Tenorio”, ED. Universitaria, Santiago.
Fuentes secundarias

Carlos Marx – Federico Engels, “La Ideología Alemana”, Coedición Ed. Pueblos
Unidos- Ed. Grijalbo, Montevideo – Barcelona, 1972.

Grimial Pierre, “Historia Mundial de la Mujer” Ed. Grijalbo, Barcelona –
México, 1974, P.106.

Historia del Arte,”El arte moderno y contemporáneo”, Ed. Grijalbo.

Hokheimer Max, “Historia, metafísica y escepticismo”Ed. Altaza, Barcelona,
1988

Julián Constantín, “Método y sistema de Hegel”, Ed. Grijalbo, México, 1971, P.
35.

Platón,”Fedón, Fedro” Ed. Alianza, Madrid.

Rousseau J. J., “Discurso sobre las ciencias y las artes”, Ed. Aguilar, Buenos
Aires, 1962.

Rousseau J. J., “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”,
Ed. Aguilar, Buenos Aires, 1960.
Revistas y trabajos de apoyo

Capítulo Universal, Eduardo Romano, “El Romanticismo Francés”, Ed. América
Latina, Buenos Aires, 1968, P.74.

Frenciasco Arias Solis, “El gran mito de Don Juan” [email protected]

Villarroel Patricia Pinto, “De la jaula a la red en un mundo patriarcal:
Don Juan Tenorio de Zorrilla” Universidad de Concepción.
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