Entrañables uacemitas de todos los sectores y colores, Querido Doctor Enrique Dussel, Estimados invitados y amigos que nos honran con su compañía: Vengo en nombre del sector académico a esta triste y alegre despedia. Triste, porque marca el final del interinato del Dr. Dussel, alegre, porque abre las puertas a nuevas y prometedoras posibilidades, pues como dijera el filósofo y poeta español, Miguel de Unamuno: "Y si doloroso es tener que dejar de ser un día, más doloroso sería acaso seguir siendo siempre uno mismo, y no más que uno mismo, sin poder ser a la vez otro, sin poder ser a la vez todo lo demás, sin poder serlo todo." Hace un año con cincuenta y nueve días, confiamos nuestra Universidad al Dr. Dussel, quien amablemente, y quizá un poco o un mucho a su pesar, nos dio el sí. Eran tiempos aciagos. Desde meses atrás, quien ocupara el cargo de la rectoría había lesionado la legalidad de la UACM y puesto en tela de juicio la viabilidad de nuestro proyecto educativo. Si entendemos la palabra viabilidad en su acepción original, podremos dimensionar de nueva cuenta la gravedad del momento que vivíamos. Es decir, si entendemos por "viabilidad" la "capacidad de vivir", veremos que la UACM había recibido una amenaza de muerte. Desde una perspectiva romántica, se trataba de un momento trágico, donde parecía que no había salida alguna. Pero como lo ameritaba la ocasión, la comunidad uacemita dimensionó la amenaza que se cernía sobre ella y valientemente se puso de pié para defenderse con sus mejores recursos. Fueron largos meses de lucha creativa de todos los sectores y en todos los frentes por un motivo incuestionable por legítimo: rescatar a nuestra Universidad de un destino funesto. En la recreación de ese escenario vale la pena señalar la falla de quienes intentaban dar el golpe fatal a nuestra Universidad. Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que las acciones en contra de la UACM se fundaba en la absoluta desconfianza de su proyecto educativo, de su Ley y de su comunidad. Se apyaban en un discurso, 1 desarrollado por los detractores de nuestra casa de estudios desde su fundación, pero ahora disfrazado de caballo de Troya. Nuestra querida UACM, la más joven de las universidades públicas, como toda hija menor nació con la estrella de la rebeldía. El proyecto educativo y la Ley de la UACM son expresión sensible de una visión de la educación superior, cansada de modelos excluyentes y autoritarios. Esto ha irritado a propios y extraños desde los primeros días. Algunas voces elitistas y arrogantes se han empeñado en sostener que la UACM es inviable, que no es eficiente, que la universidad debe reservarse sólo para quienes alcanzan los méritos requeridos. La UACM transgrede este mandato oligárquico desde sus orígenes, de ahí la irritación que provoca. Además, la UACM propone un proyecto educativo que pone en tela de juicio las formas tradicionales de hacer educación. El cuarto motivo de la Ley de la UACM es enfático en este sentido. El llamado a la innovación es un gran reto cuando por innovación entendemos "Una batalla a la realidad tal cual es, a lo mecánico, rutinario y usual, a la fuerza de los hechos y al peso de la inercia." Cuando reconocemos que la innovación "supone una apuesta por lo colectivamente construido como deseable, por la imaginación creadora, por la transformación de lo existente." Cuando aceptamos que la innovación "reclama la apertura de una rendija utópica en el seno de un sistema que, como el educativo, disfruta de un exceso de tradición, perpetuación y conservación del pasado." (Escudero, 1988:86) Insisto, la desconfianza en el proyecto de la UACM, en su ley y en su comunidad pusieron a nuestra Universidad en jaque. Y a pesar de que los frutos de nuestra casa de estudios eran y son palpables, los detractores internos y externos se empeñaban en despojarnos de toda credibilidad. En semejante escenario, con una Universidad muy vulnerada, surge la figura del Doctor Enrique Dussel armado de un atributo invencible: la confianza. El doctor Dussel se ofrece, con toda ecuanimidad, primero a mediar en el conflicto y luego a ocupar el 2 cargo de rector interino, porque él sí cree en la viabilidad de la UACM, porque él si confía en su Ley y en su comunidad. Este actuar virtuoso basado en la confianza restituye el equilibrio perdido e ilumina el futuro de nuestra Universidad. Porque confiar es pensar que cierta cosa es buena y eficaz y por ende, es procurar su desarrollo y porvenir. En aquel memorable discurso de toma de posesión del 8 de marzo, el Dr. Dussel bosquejó la responsabilidad de su interinato en cuatro tesis, mismas que dan cuenta de las profundas raíces de su confianza. En primer lugar hizo referencia a las fuerzas que sostienen a cualquier comunidad universitaria: la unidad, el objetivo común, la profunda solidaridad entre los maestros y discípulos, en torno al amor y disciplina del saber. En segundo lugar, resaltó la conexión que existe entre la auto-determinación política de un pueblo y la investigación científica. Y enfatizó que sin autonomía política no hay desarrollo científico real, objetivo, nacional, a largo plazo. En tercer lugar, el Dr. Dussel subrayó el valor de la docencia en "la formación de una comunidad científica creativa en el largo plazo." Y, finalmente, nuestro rector interino destacó que la formación ética y con responsabilidad social es un arma para enfrentar la profunda corrupción de la sociedad actual y lograr la emancipación política del país. (Dussel, 2013) Con estas cuatro razones el Dr. Dussel nos hizo saber que su confianza en la UACM se basaba en una valoración equilibrada de dos elementos clave: la luz de la ciencia y la fuerza del amor. En ese momento, supimos que el Dr. Dussel confiaba en nuestra Universidad por poderosas razones: porque tenía la evidencia científica para hacerlo y porque su sistema límbico le indicaba que aquí encontraría un nicho favorable para cultivar el amor y el entusiasmo al saber y la disciplina paciente y generosa. Como nadie es profeta en su tierra, necesitábamos que alguien de la estatura del Dr. Dussel viniera a decir públicamente: "la UACM es un proyecto comunitario e interdisciplinario que debemos desarrollar." Por eso es que las y los uacemitas de corazón estamos tan agradecidos. El Dr. Dussel no dudó en poner al servicio de la UACM su nombre y su prestigio; y humildemente nos cubrió con un curriculum 3 impresionante, repleto de publicaciones, títulos de grado, distinciones internacionales, actividades docentes, universidades y ciudades en el mundo donde ha dictado cursos, conferencias, ponencias y seminarios y organizaciones académicas de las que ha sido miembro. Además, el Dr. Dussel generosamente dejó de lado sus compromisos y funciones académicas para dedicar largas horas a la administración de la UACM y se expuso, como cualquier miembro de la comunidad, a la ingratitud de interminables reuniones colegiadas. ¿Cómo no estar profundamente agradecidos con el maestro que nos ha dado tantas muestras de confianza, erudición y paciencia? Estimado Dr. Dussel, estamos en deuda con usted. Es hora de empezar a resarcirlo y la mejor manera es replicando su ejemplo. Usted fortaleció a la UACM en la defensa de su autonomía. Nosotros seguiremos por el mismo camino con la clara consciencia de que la autonomía significa no sólo la exclusión de todo interés ajeno a la universidad, sino también la responsabilidad de ejercer un autogobierno eficaz y responsable dentro de los marcos legales vigentes. El desafío es enorme pues requiere de una comunidad altamente educada, una comunidad capaz de pensar de manera crítica, analítica, inteligente y autónoma. Por eso desde aquí invito a todas y todos los uacemitas a confiar en nuestro proyecto educativo, a confiar en nuestra Ley; a confiar en nuestros órganos de gobierno; y los exhorto a seguir esforzándonos por ejercer el uso de la razón, de la ciencia y de la cultura para superar todo tipo de falacias, tabúes y obsesiones, para dejar de lado cualquier interés ilegítimo que dañe a nuestra amada casa de estudios. La UACM es una universidad generosa y noble, merecedora de toda la confianza, porque está fundada sobre un proyecto educativo sólido y una ley envidiable por muchas instutuciones de educación superior en Mexico y el mundo. La UACM es una universidad que merece todo el respeto y apoyo de los gobernantes de la ciudad, porque tiene una planta docente de primera y una comunidad estudiantil ávida de conocimiento. La UACM es una universidad que merece el apoyo de la sociedad en su conjunto porque atiende a los hijos e hijas de la ciudad de Mexico, todos ellos 4 exponentes de futuros profesionistas formados en un espititu critico, cientifico y humanista. Guiados por la confianza en el Proyecto educativo de la UACM, por el respeto a su marco legal y el reconocimiento a sus órganos de gobierno, los uacemitas sabremos conducir nuestra Universidad a un puerto seguro y retribuir a la ciudad de México con todas las bondades que una universidad pública puede ofrecer a la comunidad que le da vida. Querido Dr. Enrique Dussel, en nombre de las profesoras y profesores de la UACM, le ruego de corazón reciba nuestro más profundo respeto y agradecimiento. María Jiménez Mier y Terán San Lorenzo Tezonco, D.F., a 6 de mayo de 2014 Dussel E. (2013) Discurso de toma de posesión al cargo de rector interino de la UACM (consultado en ) http://www.elrincondeanahi.com.ar/2013/03/enrique-dussel-rector-interinoe.html#ixzz30cjj0nKq (el 3 de mayo de 2014) Escudero J. en Pascual R. (1988) La gestión educativa ante la innovación y el cambio II Congreso Mundial Vasco, Narcea, Madrid. de Unamuno M. Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (consultado en) http://www.sacerdotesoperarios.org/libros/Miguel%20de%20Unamuno%20%20Del%20sentimiento%20tr%C3%A1gico%20de%20la%20vida.pdf (el 3 de mayo de 2014. p. 108) 5