Supervisión casos clínicos on-line 2 Tomàs J. Motivo consulta: Según me informa telefónicamente su médico de AP, la paciente ha acudido inicialmente sola a la consulta, tras uno de los episodios sincopales señalados, refiriendo no poder acudir con su madre debido a que ésta “trabaja hasta la noche”. En una consulta posterior con madre e hija, su médico de AP constata la existencia de una importante problemática familiar: pésima relación entre los padres de la paciente, que apenas se hablan desde la separación, relación conflictiva, también, entre la paciente y su madre... En dicha entrevista, al parecer, la paciente abandonó el despacho dando un violento portazo cuando se le sugirió la posibilidad de derivación a Salud Mental. ¡OJO! Aceptar una primera consulta de esta naturaleza con una menor de edad puede tener aspectos éticos y legales... Además de la posible situación de “ruptura” (una más) y reacciones de ataque-fuga con el profesional. Parece que lo más pertinente en estos casos, según la Ley 1/96 y la Ley General de Sanidad, es escuchar sin profundizar y dar una inmediata cita acompañada de la figura parental que tiene la guarda. Si no acontece: notificación al Fiscal. Descripción psicopatológica: M.V. se describe como una chica responsable, estudiosa, de pocos amigos “pero buenos”, con arraigados sentimientos de incomprensión que se evidencian en la entrevista, en la que oscila entre la racionalización y normalización de sus conductas y los episodios de irritabilidad en los que evidencia posturas más defensivas (desplazar hacia su madre las responsabilidades del conflicto familiar, desvalorizar al interlocutor señalando que no se le aporta “nada que no sepa ya”...). Actitud bastante típica en l@s adolescentes, máxime en situación de separación/divorcio de las figuras parentales. Por la información de su madre y por la que se desprende en la propia entrevista, impresiona, efectivamente, de ser una persona responsable y controladora, con dificultades para aceptar las decisiones que son tomadas sin contar con ella y que pueden llegar a afectarle personalmente. (¿Responsabilidad o pseudomadurez? ¿Posición defensiva por racionalización o por formación reactiva?) Con frecuencia, en el medio escolar, también parece sentirse “diferente”, rasgo que, sin embargo, aparente potenciar (de hecho, su acento argentino es llamativamente más acusado que el de sus padres, Este hecho acontece en algunos hij@s de la “segunda generación de emigrantes”, sobre todo en situación de conflicto familiar: conflicto manifiesto/latente entre el origen, la filiación-conflicto, la adaptación-aceptación de las situaciones). Desde la separación, y tras el cambio de centro escolar, parece estar, de alguna manera, tratando de “conocerse”, de encontrar una identidad propia que parece sentir que se tambalea desde la separación de sus padres (trata de que la llamen por su primer nombre, cuando siempre se le ha conocido por el segundo...). Identidad: conflicto de la etapa del desarrollo que se hace sintónico con la situación familiar actual y la inmigración... Cuando los conflictos evolutivos y los de la realidad externa se hacen sintónicos y coincidentes temporalmente, su impacto es sinérgico y no solamente sumatorio. Antecedentes personales y proceso desarrollo: - Parto a las 30 semanas de un embarazo que previamente evolucionó sin complicaciones. La paciente pesó 1800 gramos al nacer y precisó permanecer en una incubadora varios días. Según la información de la que puedo disponer, el desarrollo psicomotriz posterior transcurrió con normalidad. La paciente ha presentado siempre un buen rendimiento escolar (algo peor en los últimos meses). El ingreso neonatal es uno de los factores de riesgo más relevantes en el curso de la primera infancia, al producir una ruptura precoz de las primeras conductas de apego, con lo que el vínculo se va estableciendo de forma más insegura. Habría que saber la causa del parto tan precoz: ¿fumaba la madre? ¿trabajaba la madre en un trabajo con desgaste físico o psíquico? - Anemia Ferropénica en tratamiento. Coherente con la sospecha de TCA Antecedentes familiares: Su padre, según refiere, ha precisado terapia de apoyo psicológico desde la separación matrimonial, hace ahora 2 años. ¿Qué diagnóstico clínico? No otros antecedentes psicopatológicos de interés en la familia. Exploración psicopatológica y pruebas complementarias o estudios realizados Consciente y orientada. Disfórica, irritable y ligeramente lábil, excepto cuando en la entrevista está presente su padre, ya que entonces adopta una actitud controlada, seductora y altamente crítica hacia su madre (sintónica con la etapa del desarrollo en UNA adolescente y en situación de separación parental y el padre en posición más “vulnerable”). Discurso coherente, en el que se objetivan sentimientos de rabia e incomprensión. Anhedonia anticipatoria. Astenia de varias semanas de evolución. No síntomas psicóticos. No ideas de muerte ni ideación autolítica. No trastornos del sueño ni del apetito, aunque sí disminución de la ingesta alimentaria en los meses previos, que la paciente atribuye a los motivos que se comentan en otros apartados. No parecen existir trastornos de la imagen corporal. Juicio clínico (diagnósticos diferenciales psicopatológico posible) posibles, diagnóstico clínico y Trastorno Adaptativo con Alteración Mixta de las Emociones y el Comportamiento. (CIE 10: F43.25). - Trastorno de la Conducta Alimentaria no Especificado. (F50.9). Aquí habría que considerar: ¿es realmente una AN no especificada? O bien es una falta de apetito sintomática (R63.0) o anorexia psicógena (F50.8) o TCA en procesos mentales de la infancia y la adolescencia (F98.2)? - Propuesta terapéutica (grado de aceptación, tipo de tratamiento) En la primera entrevista, a la que acuden la paciente y su padre, planteo un abordaje psicoterapéutico que implique la participación, al menos, de los padres de la paciente, bien como encuadre habitual o bien a medida que en las entrevistas individuales con la paciente surjan aspectos que sea relevante abordar en un contexto de familia. Tanto el padre de la paciente como ésta cuando está en su presencia, manifiestan su acuerdo. No obstante, en una segunda parte de la entrevista, a solas con la paciente, ésta se muestra en desacuerdo con acudir a Salud Mental, aunque accede a hacerlo siempre que no tenga que estar presente en las entrevistas con su madre (sí aceptaría, por ejemplo, que sus padres acudiesen sin estar ella presente, de hecho, esta posibilidad parece respaldar su deseo explícito “de que se entiendan entre ellos” e incluso, según mi impresión, el no expresado acerca de una posible reconciliación). Muy interesante. Con la adolescencia hay que tener en cuenta que las condiciones de firmeza del terapeuta deben estar muy claras y consolidadas. El encuadre lo hace el/la psicoterapeuta y se pactan otras cosas. Una vez más se comprueba que los aspectos contratransferenciales deben ser tenidos en cuenta, tanto más con una adolescente. Dato de consideración: al darle pie a pactar el encuadre, ella quiere modificarlo e introducir la variable a la que me refería con anterioridad: sólo acepta a la figura paterna (alianza de la reactualización edípica de la adolescencia, además de verle como más vulnerable o... ¿manejable?) y rechaza a la figura materna (tiene “otro”, además el acuerdo es condición para... ¿un reencuentro facilitado por ella?) Encuadre psicoterapéutico (periodicidad, tipo, duración) En la actualidad la paciente continúa en fase de evaluación y, dependiendo de su asistencia o no a las próximas citas y del grado de implicación familiar, creo que deberá plantearse entonces el tipo de abordaje más indicado. No obstante, como planteamiento inicial, ante una problemática de estas carcterísticas, considero que sería apropiada una intervención a nivel familiar (al menos los padres y la paciente y, a ser posible también los hermanos), con sesiones de 1 hora cada 2-3 semanas, durante un periodo de 5 a 6 meses (unas 12 sesiones en total). En situaciones de ruptura familiar hay una gran dificultad de este tipo de encuadres, pueden reproducir las diferencias relacionales e interpersonales con la focalización en el terapeuta. Si puede haber un reencuentro ya acontecerá... cuando sea. Decía Diatkine: dejen pasar la neurosis de los padres, trabajen con los hij@s... Ya es suficiente... Objetivos a conseguir: Fomentar la cooperación entre los padres de cara al cuidado de sus hijos, tratando de interrumpir el cruce de acusaciones. Como objetivo está bien, pero hay otros espacios y otras formas de llevarlo a efecto... - Potenciar la comunicación dentro del sistema familiar, con el objeto de atenuar los sentimientos de incomprensión de la paciente (y posiblemente de sus hermanos). Un buen refrán castellano: “Cada uno en su casa y Dios en la de todos” - Al hilo de lo anterior, contribuir a favorecer que la paciente encuentre formas más adaptativas de expresar su malestar. A nivel individual y por técnicas de terapia focal - Descripción evolución (por fases del proceso y estado actual, en base a los objetivos propuestos) En el momento actual se encuentra en fase evaluación (he visto a la paciente una vez, con su padre) y a su madre en otra ocasión (en la que la paciente no acudió). Acting de la paciente, pues posiblemente se precisa una clarificación mayor del encuadre Tres sesiones tipo: fase inicial, fase intermedia, fase actual Dadas las características del caso y la fase en la que nos encontramos, describiré únicamente las dos entrevistas mantenidas hasta el momento: A la primera cita acuden la paciente y su padre. Inicialmente, en presencia de éste, la paciente se muestra abordable y seductora, con tendencia a minimizar los episodios de desvanecimiento (que no se habían reproducido en los últimos 10 días, según me confirma su médico de AP). M.V. sí reconoce una disminución de la ingesta alimentaria en los meses previos a la consulta, que atribuye al hecho de que, según ella, su madre no se ocupa adecuadamente de la compra de comida y tampoco supervisa la alimentación de sus hijos, ya que trabaja durante todo el día. Esta versión es apoyada por el padre de la paciente, quien muestra en todo momento una actitud de hipercorrección y amabilidad y un tono victimista. (¡ojo! Si estas alianzas y seducciones ya están explícitas en la evaluación ¿qué no será como franca manipulación o chantaje afectivo-emocional de la realidad en otras situaciones? - Refiere que, tras la separación, (para él “inesperada”), se encuentra extremadamente triste y desesperanzado, lo que le ha impedido continuar trabajando y le ha acarreado, a su vez, problemas económicos graves, que han motivado su traslado a otra población más alejada en la que la vivienda es más asequible. Además, debido a las “pésimas” condiciones del piso que comparte actualmente, según refiere, no puede pasar con sus hijos el tiempo que le corresponde (“por ley”) (un fin de semana cada 15 días) y, relata, sólo los ve “un rato cada 15 días y no siempre”.(realidad, sí... pero con grandes dosis de victimismo y para obtener beneficios secundarios muy patentes...) Mientras su padre describe esta situación, la paciente asiente e incluso añade datos, que ella considera “relevantes” (siempre referidos a su madre), relativos a la “depresión” de su padre.(Beneficio secundario ... para el padre!) Refiere, por ejemplo, que su madre mantiene una relación con otro hombre “casi desde la separación”, que nunca ha dado a su padre la oportunidad de “volver a intentarlo”... (fantasía de omnipotencia y solución... ¡peligro, peligro!...) Cuando la paciente añade estos detalles, es el padre quien asiente con expresión de abatimiento.(beneficio secundario conseguido, nuevo proceso de seducción... hacia la hija) En una segunda parte de la entrevista, sin su padre, la paciente adopta una postura reticente a dar información y, por momentos, llega a mostrarse abiertamente hostil (No interesa este tipo de encuadres... NO ES PROTAGONISTA). Refiere, curiosamente, estar “harta de estar en medio de ellos dos “ (en referencia a sus padres), a pesar de lo cual no deja de señalar a su madre como única responsable de la separación y de los posteriores problemas económicos y de cuidado de los hijos, particularmente de la supuesta falta de alimentos, que ha motivado, según ella, su adelgazamiento de los últimos meses.(Mientras la culpable sea la madre, no existe oposición activa ni reivindicativa en su déficit de apetito o negativa a - ingerir alimentos... prueba y reto al terapeuta: ¿será capaz de diagnosticarla?) Al final de esta primera entrevista, planteo una segunda con la paciente y sus padres, pero ambos (tanto M.V. como su padre), consideran que la madre no aceptará, por lo que propongo una entrevista con ésta y con la paciente. Tras varios cambios sucesivos de la cita (dada la imposibilidad de la madre para acudir por motivos de trabajo, según refiere), acude sólo la madre a la segunda entrevista. (dificultad técnica: dudas sobre las alianzas futuras. Siempre podrá ser descalificada, en cualquier sentido, los contenidos de esta entrevista) En el segundo encuentro, la madre de M.V. me comenta que ésta le ha transmitido que yo solicité que sólo viniera ella y no la paciente.(ya empiezan las manipulaciones: ataque directo al encuadre) - La madre aparenta encontrarse afectada emocionalmente por la situación y profundamente preocupada por enfrentarse a dificultades importantes en relación con el cuidado de sus hijos, aunque niega que dichas dificultades lleguen al extremo de que sus hijos se enfrenten a la falta de provisiones de alimentos en el domicilio. Considera, además, muy difícil el trato con sus hijos (particularmente con la paciente) y culpa de ello a su exmarido. Según su versión, éste les transmite la idea de que ella es la responsable única de la separación, solicitada “para andar con otros hombres porque es una puta”. Ya se inicia el proceso de ping-pong... La madre justifica la decisión de separarse por los problemas existentes en la relación desde años atrás, que ella atribuye a la actitud autoritaria y “posesiva” del exmarido que, según refiere, llegó en alguna ocasión a mostrar heteroagresividad física hacia ella (nunca delante de los hijos). (“Yo no podía dormir, le tenía un miedo horrible...Hasta que me separé, ahora duermo de un tirón”...). No obstante, manifiesta sentimientos de culpa por los problemas económicos a los que han tenido que hacer frente tras el cierre del negocio familiar. La madre se muestra abierta a que se mantengan entrevistas conjuntamente con su marido, siempre que no sean con el objeto de replantear una reconciliación (aspecto que dejamos bastante claro). Por el momento, he acordado con ella una nueva entrevista en un plazo de unos 15 días, a ser posible también con la paciente (aunque su madre cree que no acudirá), para continuar la evaluación y orientación del caso. - Razones para presentar a supervisión (problema, dificultad, “estancamiento”, éxito, ...) - - Dificultades importantes, para acordar, incluso, la determinación de las horas de cita, teniendo en cuenta el horario intensivo de trabajo de la madre y el hecho de que la paciente transmite la información de forma sesgada (y a su vez, es muy complicada la comunicación telefónica con la madre, ya que no tienen teléfono y sólo se puede contactar con ella a través del móvil de la paciente, que nuevamente hace de intermediaria, como se puede observar...). Me parece, como he señalado, indicado un abordaje familiar, pero a su vez me genera importantes inquietudes: En primer lugar, existe la duda de si la paciente acudirá o no a las próximas entrevistas (posiblemente sí lo hará si viene su padre, pero podría no hacerlo si la entrevista es individual o bien a solas con su madre). Una entrevista en la que estén presentes los padres (particularmente si también lo está la paciente), planteará, con toda seguridad, importantes dificultades de manejo (coalición entre padre e hija, madre culpabilizada...), que no sé si podré controlar... Además, existe el riesgo (ya señalado por la madre), de que las entrevistas terminen convirtiéndose en una forma de que el padre se acerque al entorno familiar con el objeto de intentar volver al domicilio, en lo que se verá fuertemente apoyado por su hija...Nuevamente, haría falta tener un buen manejo de la situación y en este aspecto también me siento insegura. Otros comentarios He ido realizando las acotaciones tras la lectura, según aparecen. Creo que puede ayudar a dar respuestas a las dudas y problemas presentados ¿cómo lo ves Cristina? ¿qué te sugieren estos comentarios? Si quieres bibliografía ad-hoc me lo comentas. JL Pedreira Nombre de Psicoterapeuta Cristina Ascensión Godoy