LOS EMISARIOS DEL ESPACIO

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LOS EMISARIOS DEL ESPACIO
Desde la perspectiva del Universo somos únicamente los habitantes del “séptimo
planeta” de un pequeño Sol que flota en uno de los extremos de la galaxia. Ya es hora
de despertar del profundo sueño en que ha estado la humanidad envuelta con el
manto de la ignorancia que han producido las doctrinas humanas. La mies está ya
madura. Este es el tiempo señalado. El círculo del tiempo se está cerrando. El mal será
develado y el ascenso de los hijos de la luz comienza ahora. (Romanos 8:23)
Desde la más remota antigüedad hemos sido visitados por seres provenientes de
otras galaxias tales como Las Pléyades, Alfa Centauro, Zeta Retículo y otras. “Al
comienzo era la Singularidad. Era la Nada y era el Todo. Había terminado un Ciclo y el
Absoluto no se encontraba manifestado. Luego, en un nanosegundo, se manifestó a
través de diversas creaciones. Hubo un Big-Bang y comenzó nuevamente el espacio
tiempo para dar cabida al universo físico y a los Superuniversos espirituales.
El Absoluto crea entonces a los ELOHIM (o dioses menores) que continúan la tarea
creadora en los distintos universos. En nuestro planeta la tarea es derivada a 72
ELOHIM. Los Sumerios les llamaron “ANUNNAKI” que traducido es: “AQUELLOS DEL
CIELO QUE BAJARON A LA TIERRA”. Los Elohim crean entonces a los distintos seres
angélicos (serafines, querubines, tronos, dominaciones, potestades, virtudes,
principados, arcángeles y ángeles), a los elementales de la naturaleza (gnomos,
sílfides, salamandras, ondinas, hadas, ninfas, trasgos, sátiros, faunos, peris, vestigios,
sirenas, etc). Y a los espíritus, que encarnan en el plano físico para comenzar su
evolución.
Pasaron los milenios y el planeta Tierra vio pasar las distintas Eras. De los 72 Elohim
originales solo seis de ellos colocaron atención en nuestro mundo. El Eloah Jehová
desembarcó en la Tierra. Los sumerios le llamaban EN-LIL que traducido es: “Señor del
Comando”. En la primitiva escritura pictográfica sumeria, el nombre En-lil y su centro
de Control de Misión fueron representados como complejas estructuras con altas
antenas y amplias pantallas de radar. Los otros cinco Elohim se llamaban: HASHEM
SHADDAY, QUADOSH, RAMAHAN y ADONAI. Shadday significa: “El Dios de los
Montes”. En Arabe es SHAITAN y en Griego es SATAN. Se han encontrado sellos
cilíndricos sumerios que representan la aparición de esta deidad a un pastor mientras
ascendía entre dos montañas, con un árbol en forma de cohete. ¿El Sneh “arbusto
ardiente” del relato bíblico?
Estos Elohim estaban en contacto telepático con los HA seres de Vega V. Estos seres
eran crueles y déspotas, manipuladores. Uno de esos seres o dioses menores que era
el Logos de ese planeta se llamaba ELYON, que significa Supremo, y consentía la
conducta equivocada de los HA.
Estos Ha gozaban como propia las ansias de poder de los Ha a excepción de
Adonai. Durante milenios los Elohim observaron la conducta de los Ha. A pesar del
plano elevado de los Elohim, el “ego” había hecho presa de algunos de ellos. Los Ha
habían desarrollado tempranamente su tecnología y comenzaron primero con
exploraciones dentro de su sistema estelar y más tarde con viajes interestelares. Así
un día llegaron a la Tierra, y luego se gestó la gran Conspiración.
La Biblia contiene varios pasajes que hablan sobre la crueldad de los Ha,
supervisados por los Elohim. Y Jehová el Jefe Planetario, permisivo con el mal, no se
oponía a la crueldad de los Kosmokrators aunque no aceptaba el compartir su poder
con otros Elohim, pues era celoso de sus posesiones. Algunos escrito prueban que
Elyón igual impuso su dominio real en el planeta Tierra.
El Deuteronomio, en su versión más antigua, dice que cuando Elyón repartió las
naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos según
el números de sus habitantes, reservando para Jehová uno de esos pueblos.(
Deuteronomio 32:8,9).
Jehová aún siendo Jefe planetario permitía que otros Elohim tomaran decisiones
sobre la raza humana. Los dioses menores se reunían periódicamente en un lugar
llamado “La Montaña de la Asamblea” o “El Monte de la Reunión” ubicado en los
confines del Monte Safón (Isaías 14:13). Una moneda del siglo IV a.C., lleva la
inscripción Yahu (“YAHVE”), representa a una deidad barbuda sentada sobre un trono
con forma de rueda alada. En el antiguo Cercano Oriente se suponía que el dios que dominaba
Safón ocupaba también el escalón más alto de la jerarquía de dioses voladores.
Obviamente los que se reunían en esta Asamblea no eran los Elohim, pues estos no
necesitaban de un lugar físico, sino los Ha los Kosmokrators venidos de Vega V. En el Salmo 82
hay constancia de una de esas reuniones: “Elyón se yergue en la Asamblea Divina, en medio de
los dioses juzga: ¿Hasta cuando juzgaréis INJUSTAMENTE y a los MALVADOS mimaréis?... Yo he
dicho: ¡Dioses sois, e hijos de Elyón todos vosotros!. Sin embargo como hombres morirán, y
como cualquiera de los príncipes caeréis” Es obvio que los Ha obedecían a Elyón, y allí Jehová no
tenía parte. No cabe duda que Jehová pactó con Elyón, pues los Ha también se pusieron a su
disposición. En Exodo 31:11 Moisés conversaba en la Tienda de Reunión “cara a cara” con
Jehová y no cabe duda que un ser de Vega V era el que caracterizaba a un dios ya que
conversaban frente a frente “como conversa un hombre con su amigo”,
En ocasiones caminaba de incógnito por el campamento, por lo que exigía que todas
las deyecciones de su pueblo estuvieran debidamente enterradas (Deuteronomio
23:13-15). Esto demuestra que era un hombre como los otros, sensible a la suciedad.
Lo que diferenciaba a los Ha de los humanos, más que su aspecto físico, era el poder
que poseían y que las tribus apodaban la “Gloria de Jehová”. Esa “columna de nube”
que se transformaba en columna de fuego durante las noches de travesía por el
desierto se trataba obviamente de la nave de los Ha.
(La Gloria en el Tabernáculo)
.
La denominada “Gloria de Jehová tenía dos caras, una de ellas, conocida como el
“rostro de Jehová”, era especialmente peligrosa, ya que ningún hombre podía verla y
sobrevivir. Sin embargo Moisés logró verla luego de refugiarse en la hendidura de una
roca, haciendo caso a los consejos de Jehová (Exodo 33:20).
Es evidente que “la cara anterior de Jehová” se trataba de la parte inferior de la nave
de los Ha, donde estaban sus motores, ya que cuando la “Gloria” se situaba sobre la
Tienda de Reunión, Moisés no podía entrar en ella (Exodo 40:34-35), pero cuando
aterrizaba al lado ya no había peligro (Exodo 33:9).
En razón del peligro que significaba el tipo de propulsión que empleaba la nave,
había severas órdenes de que nadie del pueblo se acercara a las inmediaciones donde
ésta operaba. (Exodo 19:12) Dicha nave tenía un poderoso armamento, pues era
capaz de lanzar fuego que abrasaba de golpe a mas de 250 personas. (Números
16:35), o de destruir ciudades enteras. (Génesis 19).
La humanidad debido a la ignorancia o desinformación de sus religiones
tradicionales, siguen creyendo que JEHOVA es el Absoluto, pero los escritos
demuestran que era un dios tribal, no universal, y que su mayor obsesión era repoblar
su territorio con gente que le fuera fiel. De esa manera se aseguraba que no hubiera
ningún foco de idolatría a otros dioses, pues consideraba a ese pueblo “de su
propiedad personal” (Deuteronomio 7:6)
Los registros Sumerios nos dicen que hace 450.000 años aterrizaron los Anunnaki
en nuestro planeta provenientes de Nibiru. Ellos venían a buscar oro por una necesidad
imperiosa que afectaba a la supervivencia en su planeta.
El primer grupo que aterrizó estaba compuesto de 50 astronautas Anunnaki que
significa: “Aquellos del cielo que están en la Tierra”. Amerizaron en el Mar Arábigo, y
continuaron camino hacia el Golfo Pérsico y establecieron allí su primera estación
terrestre E-RI-DU “el hogar construido en lugares remotos”.
Su Comandante era un científico e ingeniero brillante llamado primeramente E-a
“aquel cuya casa está en el agua”; al haber dirigido su aterrizaje en la Tierra se le dio
el nombre de En-ki, “Señor de la Tierra”
No mucho después, más Anunnaki aterrizaron hasta que su número llegó a 600. Un
puerto espacial fue construido en Sippar “pueblo del pájaro” en Mesopotamia, en un
lugar alineado con el Monte Ararat y Bad Tibira, un centro de fundición y refinamiento
además del Centro Médico de Shuruppak todos ellos estaban colocados para formar
una pista de aterrizaje con forma de flecha. En el centro exacto, estaba Nibru-ki, “el
lugar de tránsito sobre la Tierra” (Nippur en Acadio), allí fue establecido el Centro de
Control de Misión.
El Comandante de esta amplia operación en la Tierra era En-lil y su Centro de Control
de Misión fueron representados en la primitiva escritura pictográfica con antenas y
amplias pantallas de radar.
En-ki y En-lil eran hijos de An (en acadio Anu) Gobernador de Nibiru, cuyo nombre
significaba “El, el de los cielos” y estaba representado pictográficamente como una
estrella. En-lil era hijo de otra esposa de Anu que también era su hermanastra. En-lil
era heredero al trono.
Tiempo después las cosas se complicaron cuando Nin-Hur-Sag “Señora de la cima de
la montaña” fue enviada a la Tierra como oficial médico en jefe, hermanastra de
ambos y quien intentara seducir a En-lil y a En-ki ya que según las reglas de sucesión
el hijo concebido con uno de ellos heredaría el trono.
El persistente resentimiento de En-ki, agravado por la creciente competencia entre
los hermanos, afectó finalmente a los descendientes y resultó la causa subyacente de
muchos de los sucesos que sucedieron tiempo después.
Mientras tanto el resto de los cosmonautas trabaja en las polvorientas y asfixiantes
minas en un momento dado, exponen sus quejas y hablan de sus mutuas
insatisfacciones.
(Estatuilla de En-Ki)
Un día todos ellos dejaron sus herramientas y se agruparon frente a la residencia de
En-lil. En-lil ante tal rebelión hizo venir a su padre desde Nibiru. Hubo un Consejo
General y se llegó a la conclusión de que el trabajo era realmente duro y por lo tanto
se suspendería la extracción del oro.
En-ki ofreció la solución. En el sudeste africano vagaba un ser homínido y que podía
ser apto para realizar la tarea de las minas si la “marca de los Anunnaki” fuera
implantada sobre él. Después de muchas deliberaciones, En-ki recibió la orden: “Crea
un lulu” (un trabajador primitivo) y deja que él sufra el yugo de los Anunnaki.
Ninhursag le asistiría. Se realizaron muchas pruebas hasta que el procedimiento se
perfeccionó. Extrayendo el óvulo de la mujer-homínido En-ki y Ninhursag lo fertilizaron
con el esperma de uno de los astronautas. Luego reimplantaron el óvulo fertilizado en
el útero de una mujer astronauta y finalmente se logró el modelo perfecto y Ninhursag
dijo: “!He creado, mis manos lo han hecho!” Lo levantó con sus manos para que todos
pudieran ver al “primer Homo sapiens, el primer bebé probeta de la Tierra.
Para obtener más trabajadores primitivos, se extrajeron más óvulos de mujeres
homónimos, se fertilizaron y se reimplantaron en los úteros de mujeres astronautas
procreadoras, catorce cada vez; siete serían machos y siete serían hembras.
Cuando los terrícolas comenzaron a trabajar en las minas del sudeste de Africa, los
Anunnaki que trabajaban en Mesopotamia comenzaron a sentir celos; ellos también
pedían trabajadores primitivos. A pesar de las objeciones de En-ki, En-lil se apoderó
por la fuerza de algunos terrícolas y los llevó al E-din (Eden) “la residencia de los
justos”, en Mesopotamia. Este suceso quedó registrado en el Antiguo Testamento: “ Y
el Señor tomó a Adam y lo puso en el jardín del Edén, para cultivarlo y cuidarlo”.
Los relojes biológicos de los astronautas estaban preparados para su propio planeta.
Un año de ellos equivalía en la Tierra a 3.600 años terrestres. Para mantener sus ciclos
de vida más tiempo en la veloz órbita terrestre ellos consumían “alimento de la vida” y
“agua de la vida” que eran enviados desde su planeta Nibiru.
En sus Laboratorios Biológicos de Eridu, cuyo emblema era el signo de las serpientes
entrelazadas que actualmente es el signo que representa la salud y era nada menos
que la “cadena del ADN”
En-ki se preguntaba: ¿por qué los hombres homónimos vivían poco tiempo y ¿por
qué los Homo-sapiens vivían más tiempo que los homónimos? ¿Era tal vez por causa
ambiental o debido a condiciones géneticas?
Llevando a cabo más experimentos de manipulación genética en los híbridos y
utilizando su propio esperma, En-ki apareció con un nuevo “modelo perfecto” de
hombre terrestre. Fue llamado Adapa y poseía gran inteligencia y había sido dotado
con la capacidad de procrear, perno tenía la longevidad de los astronautas.
El término bíblico Hebreo para denominar el contacto sexual con objeto de procrear
era”conocer”. En-lil (YHWH o Jehovah) se enfureció al descubrir lo que había hecho Enki. Nunca se había tenido la intención de que el Hombre fuera dotado de la capacidad
de procrear como los “dioses” y temía que el Hombre fuera dotado de vida eterna.
En Nibiru, Anu también estaba perturbado y ordenó que llevaran a Adapa a su
presencia. En-ki atemorizado de que su creación fuera destruida en la residencia
celestial le instruyó para que evitara el alimento y el agua que le fuera ofrecido,
porque podían contener veneno.
Cuando Adapa fue presentado ante Anu, se quedó impresionado por su inteligencia y
porque había aprendido de En-ki “la planificación del cielo y de la Tierra. Anu se
preguntaba qué podía hacer con él ya que En-ki le había distinguido haciéndole un
Shem (nave espacial para ir A Nibiru.
Finalmente Anu decidió que Adapa fuera mantenido y alimentado, “el pan de la vida
le trajeron”, y el “agua de la vida” también. Pero advertido por En-ki, Adapa se negó a
comer y a beber. Cuando sus falsas excusas fueron descubiertas entonces la vida
eterna se había perdido para él.
Adapa fue devuelto a la Tierra, un viaje durante el
cual contempló el “impresionante espacio, desde el
horizonte del cielo hasta el cenit del cielo”. Fue
ordenado como Sumo Sacerdote de Eridu; Anu le había
prometido que la diosa de las Curaciones se ocuparía
de las enfermedades de la Humanidad. Pero el objetivo
fundamental de los mortales, la vida eterna, ya no les
pertenecía. Desde ese momento la Humanidad se
multiplicó y ya no trabajaban en las minas. Construían
casas para los dioses (templos), aprendieron a cocinar,
danzar y a tocar música para ellos.
Tiempo después los jóvenes Anunnaki sin compañía
femenina de su clase para ellos comenzaron a relacionarse sexualmente con las hijas
de los hombres y descubrieron que eran biológicamente compatibles, y “los niños
comenzaron a nacer”.
“Aconteció cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la Tierra, y las hijas
nacieron de ellos, que los hijos de los dioses vieron que las hijas de Adam eran
hermosas. Los Nefilim estaban sobre la Tierra en esos días y más tarde también; estos
hijos de los dioses que cohabitaron con las hijas de Adam y que engendraron hijos con
ellas” (Génesis 6:1-4)
Nefilim traducido tradicionalmente como “gigantes” significa literalmente: “aquellos
que descendieron a la Tierra”. Eran los “hijos de los dioses”, la “gente del Shem”, la
gente de las naves espaciales. Los Din-Gir “Los Justos de los Cohetes”
En aquellos días las mujeres terrestres eran todas muy hermosas y los Nefilim las
vieron y las desearon y se dijeron entre ellos: “Vamos, escojamos mujeres y
engendremos hijos” Entonces Semjaza su jefe les dijo: “ Temo que tal vez no queráis
realmente cumplir esa obra, y yo seré; yo solo, responsable de un gran pecado” Pero
todos le respondieron: “Hagamos todos un juramento y prometamos todos con un
anatema no cambiar de destino, sino ejecutar realmente (ese destino)"”Entonces todos
juntos juraron y se comprometieron acerca de eso los unos hacia los otros con un
anatema. Así, pues, todos ellos que eran 200 y descendieron sobre Ardis la cima de un
monte y lo llamaron Monte Hermón; porque es sobre él donde habían jurado y se
habían comprometido los unos con los otros con un anatema.
Estos son los nombres des sus jefes: “Semjaza, su Príncipe. Arakib, Aramiel,
Kokabiel, Taniel, Ramiel, Daniel, Ezequiel, Baraquiel, Azael, Asmares, Batariel, Ananiel,
Zaquiel, Samsapeel, Satariel, Touriel, Jomujal y Arazeyal. “ Esos son sus jefes de
decena. Todos ellos tomaron mujeres cada uno y tuvieron comercio con ellas y les
enseñaron los encantos y los encantamientos, el arte de cortar las raíces y la ciencia
de los árboles.
También vimos allí GIGANTES, hijos de ANAK, raza de los GIGANTES, y éramos
nosotros a nuestro parecer, como langostas y así les parecíamos a ellos.” (Números
13:33).
Los REPHAIM ocupaban la tierra anterior a los Canaanitas, pero fueron finalmente
derrotados. Los pueblos de los ANAKIM, ZUZIM, y EMIM estaban relacionados.
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