Los gremios agrícolas ponen en apuros la próxima ronda del TLC http://www.portafolio.com.co/port_secc_online/porta_econ_online/2005-0526/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-2081694.html El incumplimiento de E.U. en definir fechas para responder la oferta agrícola de Colombia motivó el rechazo de ese sector de la economía. A las 9 de la mañana de ayer comenzó en las instalaciones de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, una junta citada para definir la posición a seguir por parte del sector agropecuario en la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. La participación fue masiva pues estuvieron presentes los representantes de 36 gremios que hacen parte de la junta del gremio cúpula del sector agropecuario. Varias horas de consulta, de definiciones internas e incluso de notificación a funcionarios del gobierno requirieron los gremios para pronunciarse sobre su negativa a apoyar la participación del gobierno en la próxima ronda de negociaciones de Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. La decisión se tomó por unanimidad. Aunque algunos gremios han mostrado su interés en la negociación, la acumulación de hechos en este proceso ha generado un ambiente de molestia para el sector agropecuario en general. Al término de la reunión, funcionarios de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, comenzaron a redactar dos cartas y un comunicado a la opinión pública en el que anunció públicamente su decisión de no acompañar al gobierno en la ronda. Para los gremios agrupados en la SAC, “el país no debe ir a la ronda de Guayaquil”, que se cumplirá del 6 al 10 de junio próximo. Pero el gremio fue más allá: le recordó al gobierno –particularmente notificó al jefe negociador- que en la reunión de Plaza de Artesanos, que se cumplió el 12 y 13 de mayo pasado con el sector privado, se había oficializado el compromiso de no asistir a la ronda de Guayaquil “si no se definía previamente la fecha de reunión de la mesa de acceso en agricultura, la cual no se podría llevar a cabo entre el 6 y el 10 de junio”. Este pronunciamiento no fue nuevo para algunos altos funcionarios, que desde ayer estaban prácticamente notificados de la decisión de la SAC. Al interior del gobierno el tema ha generado también sus divisiones, pues mientras algunos consideran que se debe asistir a la ronda de Guayaquil, otros creen que ‘por cuestión de honor’ no debe acudirse a esa cita. Ayer en horas de la tarde el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, apoyó de manera firme la decisión de la SAC de no ir a Guayaquil. Sin embargo, a esa hora Arias no había leído el comunicado del gremio. Más tarde, luego de tenerlo en sus manos, el ministro señaló que quería tomarse un tiempo para analizar el tema. Extraoficialmente se supo que en horas de la tarde comenzaron las consultas al más alto nivel del gobierno para definir una posición. Para hoy está previsto que la SAC envíe una carta al presidente Alvaro Uribe en la que respaldará al ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, pues el gremio está en contra de continuar en el proceso mientras los norteamericanos sigan incumpliendo en el tema agropecuario. Por su parte el jefe negociador, Hernando José Gómez, no quiso hacer comentarios respecto a la posición de la SAC, pues señaló que es necesario hacer consultas, incluso con el Presidente, para hacer un pronunciamiento. “Apenas nos damos por notificados” dijo Gómez sobre el pronunciamiento de la SAC, aunque reconoció que había tenido conversaciones previas con Rafael Mejía, el presidente del gremio. Mesa lenta Pero la falta de fecha este no es el único tema que tiene molestos a los gremios agropecuarios. Internamente, desde hace varias semanas se libra una pelea entre los directivos que apoyan que el equipo colombiano siga presentando propuestas – a pesar de no haber recibido ningún tipo de respuesta- y quienes consideran que ya ha sido suficiente de movimientos y que sólo hasta que E.U. muestre seriedad y comience a responder. Este hecho incluso salió a luz pública hace dos semanas, cuando, tras no lograr acuerdo sobre si el equipo colombiano debía seguir enviando propuestas o no a E.U., el 6 de mayo se envió un paquete en el que se ofrecían condiciones favorables en trigo y oleaginosas a cambio de obtener un trato favorable en etanol, hierbas aromáticas y frutas y hortalizas. La presentación de este paquete hizo ‘estallar’ una crisis porque algunos gremios –entre ellos los implicados en las ofertas- se quejaron de la actitud del gobierno de continuar presentando propuestas a E.U., cuando ese país ni siquiera había respondido a las peticiones hechas tres rondas atrás. “Uno va a negociar y si la contraparte no responde, entonces a qué va”, dijo Rafael Hernández, presidente de la junta directiva de la SAC, quien ha expresado en varias oportunidades su inconformidad por la actitud asumida por el equipo de E.U.. Para el directivo, no tiene sentido estar en una negociación en el que sólo hay disposición por una sola parte (Colombia). El detonante: la falta de fechas Las categóricas afirmaciones expresadas ayer por la SAC en un comunicado no dejaron dudas sobre la molestia que existe en el sector agropecuario por lo que se ha considerado una ‘tomadera de pelo’ por parte de Estados Unidos, que tras 9 rondas de negociación no ha dado respuestas serias a los planteamientos que ha hecho el país. El ‘detonante’ que provocó la expedición del comunicado de la SAC fue la falta de fechas, pero también los avances nulos que se observan tras nueve rondas de negociación. En el tema de las fechas, los empresarios consideran que se está dando un trato desconsiderado a Colombia. A menos de 10 días de realizarse la ronda de Guayaquil, el equipo negociador de E.U. no ha querido definir una fecha para adelantar la reunión bilateral sobre el tema agrícola. En el caso de Ecuador y Perú desde hace más de dos semanas se tienen definidas las fechas en las que se realizarán estas reuniones. La de Ecuador está prevista para la próxima semana en Washington. Esta, sin embargo, se ha presentado como una ronda para ‘desatrasar’ el proceso, pues en la pasada reunión de Lima se suspendieron las conversaciones tras la caída del presidente Lucio Gutiérrez del poder. Para Perú se fijó como fecha el 15 y 16 de junio, también en Washington. A Colombia no le dieron fecha y no le han dado explicación. Aunque hay quienes señalan que la falta de fecha es una ‘estrategia’ del equipo negociador de Estados Unidos, nadie se explica por qué faltando sólo dos rondas y sin avances concretos en esta mesa, al equipo norteamericano le da por hacer este tipo de jugadas. Aunque se esperaba que una conversación telefónica que sostuvieron ayer el jefe de la mesa agrícola por la parte colombiana, Felipe Jaramillo y la jefe de esta mesa en E.U., Mary Latimer, permitiera definir esta fecha, tampoco se logró nada. De hecho, hoy nuevamente hablarán los dos negociadores y la esperanza en el equipo colombiano es que por fin se sepa si los norteamericanos quieren o no reunión en esta mesa. En busca del paquete completo La inconformidad del sector privado colombiano y la necesidad de tener mayores precisiones sobre el curso de la negociación motivaron a comienzos de esta semana al jefe negociador, Hernando José Gómez, a viajar a Washington para reunirse de urgencia con sus pares americanos. Pero ayer, tras las reuniones, su reporte fue bastante conservador para lo que esperaban los gremios del sector agropecuario. En una de las cartas enviadas ayer por la SAC a Gómez, los gremios señalaron que el interés de Estados Unidos es no sólo obtener paquetes como los que ha presentado Colombia hasta el momento, sino obtener un “paquete global”. Según la carta, Estados Unidos le reiteró a Gómez que no dará respuestas concretas a las solicitudes presentadas por Colombia el pasado 6 de mayo “hasta que no se le presente una propuesta o paquete de negociación global” lo que en opinión del gremio agropecuario “nos ratifica la poca disposición del gobierno de ese país (E.U.) para avanzar en las negociaciones agropecuarias hasta tanto Colombia ponga sobre la mesa todo su capital negociador en beneficio de ese país, de manera unilateral y sin contraprestación visible a favor de los intereses nacionales hacia el mercado de ese país y sin dar muestras de garantía sobre su disposición de brindar acceso real a los productos colombianos”. El gremio interpretó esta posición como un ‘veto’ de Estados Unidos para hablar de temas que son de interés para los empresarios del sector agropecuario “en casos como el del azúcar y el etanol o su negativa a hacer ofertas claras y concretas sobre otros bienes como frutales, hortalizas, tabaco, cigarrillos y lácteos entre otros”. Se quejaron también de la permanente insistencia del equipo norteamericano de cambiar las reglas de juego de la negociación “e imponer metodologías de trabajo que no cumple, como las diseñadas en Tucson, Arizona”, que interpretaron como una estrategia deliberada para tratar todos los temas del sector agropecuario “como un residuo de la negociación, con el interés de imponer sus condiciones al final del proceso y convertir la negociación agrícola en una adhesión a los intereses estadounidenses y no a un proceso equilibrado, equitativo y justo para las partes”. ‘No estamos peleados con el Gobierno’, afirma Asocaña El presidente de Asocaña, Ricardo Villaveces, dijo que los pronunciamientos de la SAC responden a una intransigencia de Estados Unidos a negociar con Colombia y a la negativa de responder las propuestas que a lo largo de un año se han hecho, dentro de una estrategia de negociación de ese país. Señaló que los pronunciamientos no se pueden interpretar como un distanciamiento con el Gobierno, porque puede ser más bien una herramienta más en las negociaciones, al explicar que así como Estados Unidos esgrime la negativa del sector privado de su país para tocar temas como los del azúcar, Colombia también puede utilizar cuando estime conveniente el mismo argumento. Un dirigente gremial que participó en la decisión anunciada al final de la tarde de ayer por la SAC, pero que prefirió no identificarse, dijo que aunque muchos pueden percibirla como un acto más de rebeldía de los productores tiene en el fondo dos sentidos que al final buscan darle fuerza negociadora a Colombia. El primero es el de fortalecer la posición negociadora de Colombia frente a Estados Unidos y la otra es fortalecer la capacidad de negociar entre los actores colombianos de cara al acuerdo comercial que está en marcha. Se conoció que los cuestionamientos provienen tanto de los posibles sectores perdedores como los cerealistas y los que se han declarado potenciales ganadores de un Tratado como los azucareros, los tabacaleros, lo que indica que es una posición que tomaron los agricultores en su conjunto y no porque favorecer a los productores de maíz y de palma que en las últimas semanas habían expresado desacuerdos por la forma como Colombia hizo la última mejora de oferta el pasado 6 de mayo. Al interior de la SAC tampoco existe mucho acuerdo sobre la actitud que varios sectores han tenido con el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, cuando se le achaca que perjudica las negociaciones al plantear un TLC menos profundo para el sector agropecuario de no resultar satisfactoria la disposición de Estados Unidos, como ha ocurrido hasta el momento. Se crítica al Ministro Arias pero quien analiza el grado de profundidad de Estados Unidos en las negociaciones agrícolas, fue uno de los planteamientos que se hicieron entre los gremios que hacen parte de la SAC. Y añade un dirigente gremial, en torno a supuestas diferencias con el ministro de Industria, Jorge Humberto Botero, “a quién se le ocurre que el Minagricultura sea menos Uribista y menos gobiernista que el mismo Botero”. Como apoyo al Ministro, hoy la SAC presentará una carta en la que el sector le manifiesta su respaldo. Además de no asistir a las ronda de Guayaquil, los gremios cancelaron las reuniones técnicas que debían comenzar ayer en la tarde con el equipo negociador colombiano del sector agrícola. Colombia debe poner multas a productos agropecuarios de E.U. Fuertes críticas a la posición defensiva que ha tenido el país en la negociación del tema agropecuario surgieron durante un foro organizado por la ETB sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. El exministro Guillermo Perry sostuvo que mientras los países de América Latina y particularmente Colombia tienen en el sector agropecuario a una fuente de negocios potencialmente muy atractivos, el manejo de la negociación ha sido más bien defensivo. En este tema coincidió el norteamericano William Cline, experto del Center for Global Development and Institute for International Economics, de Washington, quien planteó la necesidad de que, ante los abultados subsidios y ayudas que da Estados Unidos a sus productores agropecuarios, en un TLC Colombia debería pedir compensaciones. Según Cline, las tradicionales ayudas de E.U. generan un desequilibrio en su comercio, por eso en un tratado bilateral los países como Colombia deberían establecer multas, cuotas u otro tipo de penalizaciones para hacer más equitativo el comercio en el tema agropecuario. El experto coincidió en la importancia de que los países se inserten en el comercio internacional y busquen aprovechar las ventajas de la globalización, pero señaló que este proceso debe darse de manera justa y equilibrada. Al foro también asistió el expresidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti quien reconoció la importancia que para las economías en desarrollo tienen el libre comercio. Sanguinetti señaló que Colombia tiene una oportunidad fabulosa al negociar con Estados Unidos, pero reconoció que se deben tomar precauciones para evitar distorsiones comerciales que terminen afectando al país. Sin claridad en propiedad intelectual Pese a que el Gobierno es muy optimista en considerar que en la undécima ronda de negociaciones se cerrará la mesa de propiedad intelectual, el panorama no es muy claro. Para el presidente de Asinfar, Alberto Bravo, la dificultad radica en que los negociadores de Estados Unidos no han realizado propuesta alguna en materia de medicamentos en las últimas rondas de negociaciones, con lo cual no ha habido avances. Además aclaró que la pretensión de ese país de obtener una mayor protección de tiempo por demora injustificada se había entendido como si fuera solo para las entidades de carácter nacional, pero en realidad la propuesta consiste en que se compense al momento en que el laboratorio realiza la solicitud de registro sanitario ante la FDA. Con lo cual, según explicó Bravo, la patente estaría protegida por 10 años más, lo cual contradice la normatividad nacional que fija un tiempo de cinco años. Ante esta situación el dirigente gremial consideró que es imposible culminar la negociación en dos rondas, se requieren más. Por su parte, el ministro de Comercio, Jorge Humberto Botero, dijo que el margen de negociación de Colombia en este tema es muy reducido porque los intereses de la salud pública son mas importantes que los comerciales. Colombia estaría dispuesta a trasladar la protección de datos de prueba contenida en la ley al tratado de libre comercio, también cedería en la compensación por tiempos perdidos por negligencia oculta de autoridad nacional en disfrute de patentes y se pondrá una regla de transparencia para que una persona pueda oponerse a una patente si tiene en curso una similar y considera que puede verse trasgredida. La petición de Colombia es que haya una protección de la biopiratería y se den herramientas claras en el conocimiento de culturas raizales. Sin embargo, no ha habido respuesta de EU. En la décima ronda de negociaciones que se realizará en Guayaquil entre el 6 y el 11 de junio el tema de medicamentos no se abordará.