Restaurando el Celo por Dios - Madrid International Christian Church

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Iglesia Internacional Cristiana en Madrid
International Christian Churches
SoldOut Discipling Movement
Domingo 23 Octubre 2011
Prédica
Me consume el celo por tu
casa!
Contents
Introducción ........................................................................................................................ 2
El Celo de Jesús es Nuestro Ejemplo .................................................................................. 2
Por qué Perdemos el Celo por Dios? .................................................................................. 4
Cristianismo sin Celo por Dios = Muerte Espiritual ........................................................... 6
Restaurando el Celo por Dios ............................................................................................. 9
Que el Celo por Dios Nos Transforme! ............................................................................ 11
Desafíos y Conclusiones ................................................................................................... 12
Introducción
He escuchado muchas veces justificarnos en los pecados de otros, como individuos y
como Iglesias, muchos dicen, “mira la Iglesia en Corintio qué mal estaba y aún así era la
Iglesia de Dios!” justificando con ellos y otorgándose el permiso de pecar contra Dios.
Aunque estas interpretaciones de las escrituras solo lo hacen para justificar su propio
estilo de vida, y pasan por alto que Pablo llamó a los Corintios a la reconciliación con
Dios, porque cuando alguien ha dejado de estar unido a Dios necesita ser reconciliado!
20 Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros;
en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios!
2 Corintios 5:20 La Biblia de las Américas (LBLA)
También he escuchado decir “mira a Saúl y David, aunque Saúl no agradaba a Dios,
David le respetó”, intentando con eso justificar un liderazgo pecaminoso y alejado de
Dios, pero que desea mantener el control, el poder y continuar sometiendo a las personas
a sus caprichos.
Cuánto engaño, cuánta mentira, pero eso pasa porque nos alejamos de Dios, y nos
alejamos de Dios al amar más nuestras vidas y al mundo, perdiendo así el celo por las
cosas santas, por Dios mismo!
Por eso cuando vemos a alguien con celo por Dios le llamamos extremista, o incluso
decimos que finge y quiere llamar la atención o que tiene motivos ocultos, queremos
muchas veces que nuestra falta de celo no sea evidenciado por alguien que sí lo tiene!
Dónde está nuestro celo por Dios hoy? A dónde nos está llevando nuestra frialdad
espiritual? Es tiempo de tomar decisiones radicales para a gloria de Dios en nuestras
vidas ahora!
El Celo de Jesús es Nuestro Ejemplo
El principal problema de los grupos religiosos hoy es la falta de celo por Dios, la religión
se ha instalado en una cómoda coexistencia con el mundo, en donde la religión es la parte
“buena” del mundo, la parte “moral”, la que le aconseja y que cuando necesitamos
sentirnos bien con nosotros mismos la religión es el lugar ideal donde uno va a lavar su
alma para encontrar “descanso espiritual”, qué ridículo es esto! El mundo tiene una visión
distorsionada de lo que es el mundo espiritual porque no conoce ningún mundo espiritual,
solo tiene un motón de ideas y presuposiciones de los que se aferra para enfrentar lo
desconocido o lo inevitable!
En el mundo de hoy coexisten pacíficamente miles de religiones inútiles bajo la filosofía
de “no te metas conmigo que yo no me meto contigo” o “vive y deja vivir”, para muchos
esto es la religión y el cristianismo, un sincretismo religioso repugnante a los ojos de
Dios!
Pero cuando vamos a Jesús podemos entender correctamente qué significa una verdadera
relación con Dios, qué significa honrar y dignificar a Dios en nuestras vidas, con Jesús
podemos entender realmente la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Veamos el siguiente pasaje:
13 La Pascua de los judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén, 14 y encontró en el
templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban dinero allí
sentados.
15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó a todos fuera del templo, con las ovejas y los
bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas; 16 y dijo a los que
vendían palomas: Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de
comercio.
17 Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: EL CELO POR TU CASA ME
CONSUMIRA.
18 Entonces los judíos respondieron y le dijeron: Ya que haces estas cosas, ¿qué señal
nos muestras? 19 Jesús respondió y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo
levantaré. 20 Entonces los judíos dijeron: En cuarenta y seis años fue edificado este
templo, ¿y tú lo levantarás en tres días?
21 Pero El hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por eso, cuando resucitó de los muertos,
sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la
palabra que Jesús había hablado.
Juan 2:13-22 La Biblia de las Américas (LBLA)
Mira la escritura, cómo Jesús al ver que el templo de Dios estaba siendo profanado por
comerciantes y vendedores se indignó por Dios, la expectativa de Cristo era encontrar en
el templo un lugar consagrado a Dios, en este pasaje se hace alusión a la escritura:
9 Me consume el celo por tu casa;
en mí han recaído las ofensas de los que te insultan.
Salmos 69:9 Dios Habla Hoy (DHH)
en donde el salmista había describe su situación después de que “por amor de ti he
sufrido vituperio”, podemos imaginar el sentir de Cristo al ver profanado el templo de
Dios cuando este había costado la vida de muchos profetas e iba a costar la vida del Hijo
de Dios, en un sacrificio que iba a traspasar de dolor el corazón de Dios, por eso Jesús se
indignó cuando vio que en el lugar donde se debía honrar a Dios se estaba imponiendo el
hombre con sus intereses y actividades sobre la dedicación del templo a Dios.
Ubicando la situación en nuestros tiempo, cuál hubiera sido nuestra respuesta?
difícilmente hubiera sido la de Jesús, y eso lo podemos ver fácilmente por el estilo de
vida que llevamos hoy mismo, ¿estamos honrando a Cristo en todas las situaciones? ¿le
predicamos día a día sea oportuno o no lo sea? ¿le honramos con nuestras miradas,
nuestros pensamientos, nuestras palabras o nuestra moralidad? Es altamente probable que
nuestra respuesta hubiera sido la opuesta a Cristo tomando como base nuestros hechos
actuales. ¿Hubiéramos podido olvidarnos de las apariencias y el qué dirán y defender la
honra de Dios respaldados por una vida integra?
Pero mira lo que pasó con Sus discípulos: “22 Por eso, cuando resucitó de los muertos,
sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la
palabra que Jesús había hablado.”, es decir en algún momento pudieron darse cuenta y
entender el celo de Cristo!
Nosotros hoy tenemos la Biblia donde podemos ver la vida y las acciones de Jesús en la
tierra de principio a fin mientras estuvo aquí, por eso hoy podemos aprender de Su celo
por Dios y de cómo lo vivió, hoy NO tenemos excusa para no vivir y ser como Cristo,
hoy tenemos todo para tener el mismo celo que Cristo tuvo por las cosas de Dios!
Es tu celo por las cosas de Dios notorio como lo fue el de Cristo? Cristo no se intimidó,
ni se avergonzó de actuar conforme el celo de Dios, arriesgo su persona a ser maltratada
por aquellos que habían tomado el control del templo desafiando así a poder de su época,
se puede notar lo mismo en nuestras vidas?
Por qué Perdemos el Celo por Dios?
En nuestra vida como cristianos hay momentos en que estaríamos dispuestos a dar todo
por Cristo, quizá porque atravesamos momentos de ánimo donde nuestras emociones se
disparan y la efusividad nos inspira a cualquier cosa, pero cuando pasan esas emociones
volvemos a lo que es el estándar real de nuestras vidas, y muchos nos sentimos frustrados
de no estar siempre encendidos para Cristo, siempre dispuestos a darlo todo por Él.
Te has preguntado si el día de hoy está tu celo por Dios encendido? Si revisas tus hechos
durante las semanas pasadas, o los meses pasados, o los años pasados, ¿ha habido un celo
por Dios constante y creciente? O ¿es tu vida un sube y baja en la moralidad, el honor, la
verdad, el respeto a Dios o la dedicación y el sacrificio?
Leamos la siguiente escritura:
11 Después, los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová y sirvieron a los
baales.
12 Dejaron a Jehová, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de
Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus
alrededores, y los adoraron, provocando la ira de Jehová. 13 Dejaron a Jehová, y
adoraron a Baal y a Astarot.
14 Se encendió entonces contra Israel el furor de Jehová, quien los entregó en manos
de salteadores que los despojaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor,
a los cuales no pudieron ya hacerles frente.
15 Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como
Jehová había dicho y se lo había jurado. Y se vieron en una gran aflicción.
16 Jehová levantó jueces que los libraran de manos de quienes los despojaban; 17
pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales
adoraron. Se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres, que obedecían
a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así.
18 Cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de
manos de los enemigos mientras vivía aquel juez; porque Jehová era movido a
misericordia al oírlos gemir por causa de quienes los oprimían y afligían.
19 Pero acontecía que, al morir el juez, ellos volvían a corromperse, más aún que sus
padres, siguiendo a dioses ajenos para servirlos e inclinándose delante de ellos. No se
apartaban de sus obras ni de su obstinado camino.
20 Se encendió, pues, la ira de Jehová contra Israel, y dijo: «Por cuanto este pueblo
traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz, 21 tampoco yo
volveré más a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué
cuando murió».
22 Así quería probar a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová,
andando en él, como lo siguieron sus padres.
23 Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin expulsarlas de una vez, y no las
entregó en manos de Josué.
Jueces 2:11-23 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Qué increíble pasaje que narra el amor de Dios y Su compasión por el pueblo que había
elegido, Él siempre ha querido hacer una nación dedicada a Él, un pueblo santo
consagrado a hacer Sus obras. En el caso de Israel Dios mismo era su Rey y su Juez, pero
el corazón de Israel no estaba muchas veces dispuesto para Dios!
Miremos lo que dice la escritura: “12 Dejaron a Jehová, el Dios de sus padres, que los
había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los
pueblos que estaban en sus alrededores, y los adoraron, provocando la ira de Jehová. 13
Dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.”, vemos que los israelitas se habían
olvidado de que Dios les había sacado de Egipto, de la esclavitud a la que los tenían
sometidos, habían olvidado Sus grandes obras y milagros, se olvidaron que Dios era el
Dios de sus padres, que no era alguien desconocido y del cual no hubieran oído hablar o
no conocieran Sus hechos y maravillas, y cuando se dejaron a Dios sus corazones se
fueron tras lo que no es Dios, podemos ver cómo el pueblo de Israel, el pueblo elegido
había perdido su celo por Dios al olvidarse de lo que Él había hecho por ellos.
Se olvidaron de Él a tal punto que se sintieron atraídos hacía las cosas paganas, se fueron
tras los dioses de los pueblos que estaban alrededor y los adoraron, qué situación tan dura
para Dios, tener que soportar la ofensa e infidelidad de los israelitas con dioses que nada
son!
Cuando nosotros ponemos nuestra mirada en las cosas del mundo y nos olvidamos de
Dios perdemos nuestro celo por Dios y las cosas santas, cuando dejamos de estar
consagrados a Él y el mundo pagano nos domina y nos seduce entonces perdemos todo
celo por Dios!
Aquí el pueblo israelita solo seguían sus deseos, sus instintos, lo que mejor las parecía,
quizá dejaron de ver que como Dios no les complacía en lo que ellos deseaban y no podía
ver el poder de Dios así actuando en su vida le abandonaron, quizá pueda estar pasando
eso hoy en nuestras vidas, cuando no vemos que Dios nos da el trabajo que queremos, la
esposa que queremos, o el trato que queremos entonces le abandonamos. A cambio de
qué estás hoy abandonando a Dios?, qué has permitido que destruya tu celo por Dios?
Perdemos el celo de Dios porque dejamos de estar consagrados a Él y permitimos que el
mundo nos arrastre hacía él.
Perdemos el celo por Dios porque amamos más lo nuestro, nuestras propias vidas al
extremo de ser como Judas Iscariote vendiendo a Cristo por una cuantas monedas, solo
que en nuestro caso esas monedas ahora son el placer, la comodidad, la vergüenza, la
cobardía ante el qué dirán, perdemos el celo por Dios porque amamos más nuestra
“calidad de vida”, qué estás dando hoy a cambio de Dios? por cuánto le estás vendiendo
en tu vida?
Muchos autodenominados cristianos quieren ver un “dios lleno de amor” que pasa por
alto sus pecados y su infidelidad con el mundo, porque les conviene ver las cosas de esa
manera para poder seguir disfrutando de una vida de pecado y una supuesta “vida
espiritual”, pero no quieren reconocer que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre, y
cuando leemos en la escritura “14 Se encendió entonces contra Israel el furor de Jehová,
quien los entregó en manos de salteadores que los despojaron, y los vendió en manos de
sus enemigos de alrededor, a los cuales no pudieron ya hacerles frente.”, estamos
leyendo al mismo Dios en el Nuevo Testamento! Dios no cambia, Él es perfecto, pero
muchos prefieren ver en el Antiguo Testamento un Dios incongruente con el Nuevo
Testamento y prefieren voltear la mirada cuando entienden de un Dios celoso de Su
santidad, la escritura dice que el furor de Dios se encendió ante la maldad de los israelitas
y muchos quieren ver hoy un Dios indulgente, pasivo, casi dormido ante el pecado el cual
perdona incondicionalmente sin importar cuánto sea ofendido, por eso sus vidas están
estériles de frutos dignos de Dios!
Las transgresiones repetidas de los israelitas a la voluntad de Dios hicieron que Él
probara sus corazones para saber “si procurarían o no seguir el camino de Jehová,
andando en él, como lo siguieron sus padres.”, Dios nos ha dado también a nosotros la
libertad de elegir si seguiremos sus caminos o no, Dios quiere que a pesar de las
dificultades que atravesemos nuestra confianza en Él sea firme y crezca más y más,
cuando prueba Dios tu corazón hoy con circunstancias difíciles, qué encuentra en él?
Perdemos nuestro celo por Dios por no permanecer en la obediencia a Él.
Cristianismo sin Celo por Dios = Muerte Espiritual
EL celo por Dios nos mantiene vivos, nos ayuda a tener el mismo sentir que Cristo tenía
hacia Dios, el celo por Dios nos hace apartarnos del mal y consagrarnos a Cristo, a Su
causa, a Su misión, a Su propósito, sin el celo por Dios vivimos un supuesto cristianismo
que es estéril e inútil!
Hoy muchos quieren vivir un cristianismo sin compromisos, qué no estrese o altere su
vida cotidiana, muchos buscan NO ser radicales con el pecado para no ser rechazados por
sus sociedades, al contrario, quieren vivir un cristianismo que sea bien visto y respetado,
que les dé un estatus moral y de vida superior y que garantice su calidad de vida!
Hoy muchos se hacen llamar cristianos sin tener celo por Dios, estando en paz con el
mundo, muchos quieren vivir con los beneficios de ser cristianos y tener el mundo a su
favor, muchos llamándose cristianos viven una doble moral, mientras que otros viven en
el orgullo de su vida ejemplar y protegiendo a toda costa sus beneficios y su calidad de
vida.
Hoy muchos auto-denominados “cristianos” quieren vivir vidas respetables, tener hijos o
hijas ejemplares, tener buenos trabajos y que la gente se acerque a ellos para pedirles
consejo haciéndolos sentir maestros y sabios, pero nunca evangelizan, nunca sacrifican
más allá de su comodidad, nunca se dan a los pobres y necesitados porque tienen una
agenda muy llena, nunca aborrecen el pecado ni llaman a otros a aborrecerlo, pero se
llaman “cristianos” a sí mismos!
Pero veamos qué dice la escritura:
14 »Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: Así dice el Amén, el testigo fiel y
verdadero, el principio de la creación de Dios: 15 » “Yo sé todo lo que haces, y sé que
no eres frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras frío o caliente! 16 Pero como eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” 17 Tú dices: “Yo soy rico; he llegado
a tener muchas riquezas. No carezco de nada.” Pero no sabes que eres un desventurado,
un miserable, y que estás pobre, ciego y desnudo. 18 Para que seas realmente rico, yo te
aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego, y vestiduras blancas, para que te
vistas y no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Unge tus ojos con colirio, y podrás
ver. 19 A todos los que amo, yo los reprendo y los castigo; así que muestra tu fervor y
arrepiéntete. 20 ¡Mira! Ya estoy a la puerta, y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la
puerta, yo entraré en su casa, y cenaré con él, y él cenará conmigo. 21 Al que salga
vencedor, le concederé el derecho de sentarse a mi lado en mi trono, así como yo he
vencido y me he sentado al lado de mi Padre en su trono. 22 El que tenga oídos, que oiga
lo que el Espíritu dice a las iglesias.»
Apocalipsis 3:14-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Mira el corazón de Dios expresado a través del Espíritu Santo en la escritura, dice Cristo
“¡Cómo quisiera que fueras frío o caliente!”, ese es el mismo Dios del Antiguo
Testamento, un Dios que rechaza la tibieza y la mentira, un Dios que nos llama a tomar
una posición definida frente a Él, o recogemos con Él o desparramamos contra Él!
Cuando no tenemos celo por Dios no somos ni fríos ni calientes, no damos ninguna señal
de vida, cuántos cristianos hay que según ellos se encuentran en “su proceso”, viviendo
como en un estado vegetativo en el cual no dan ningún fruto, no comparten su fe, no
proclaman las obras de Dios con determinación y gozo, no ayudan a otros a convertirse al
cristianismo para salvar sus almas, no confrontan al mundo con su pecado, mucho menos
se confrontan a sí mismos con su pecado, inclusive consienten en que otros vivan
esclavizados al pecado porque hay que ser comprensivos y tolerantes!
Pero eso no es por lo que Cristo vino a morir en la cruz “16 Pero como eres tibio, y no
frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.””, Jesús no vino a dejar su sangre en la cruz para
vivir en la comodidad y en la tibieza del mundo! Pero así viven los paganos y el mundo
religioso hoy, y siempre, queriendo mezclar lo sagrado con lo impuro!
Cuando nos vemos “buenos”, cuando pensamos “ya no soy tan malo como antes” o “yo
no hago tanto mal” hemos perdido la visión y el celo por las cosas de Cristo, por eso
Cristo dice “17 Tú dices: “Yo soy rico; he llegado a tener muchas riquezas. No carezco
de nada.””, condenando así al mundo religioso, cuando nos volvemos religiosos
pensamos que somos “modestamente mejor que los paganos” y aunque a veces no lo
confesamos explícitamente, lo vivimos! Cuántos religiosos he encontrado que sienten que
su vida “es mejor” que antes, instalados en una vida feliz y plácida que armoniza con el
mundo, sin darse cuenta que el mundo los ha absorbido, los ha engañado y los ha
arrastrado lejos de Dios, por eso cuando se confronta a los religiosos se siente ofendidos
de que “su paz” sea perturbada, y sus florecen sus odios y su intolerancia.
Mientras uno se vea a sí mismo como teniendo riquezas y fortaleza es imposible por
acercase a Dios, por eso los religiosos no pueden acercarse a Dios!
Pero si vemos la actitud que Cristo quiere ver de nosotros “Pero no sabes que eres un
desventurado, un miserable, y que estás pobre, ciego y desnudo”, entonces entendemos
que en realidad nosotros no tenemos nada, que este mundo es pasajero y destinado a la
destrucción, y que por lo tanto no vale la pena aferrarse a nada de él, tenemos que asumir
la visión de Cristo, mientras no estemos en el Cielo al lado de Dios siempre estaremos
necesitados de su misericordia, seremos ciegos, miserables, ciegos y desnudos hasta que
nuestra esperanza se vea cumplida en el Cielo. Cómo estás viéndote hoy? Es la felicidad
tu distintivo mientras otros sufren y lloran por el sufrimiento que el pecado deja en sus
vidas? Estamos siendo hoy “cristianos” cómodos engordados de una vida placentera
mientras vemos destrucción y muerte a nuestro alrededor?
Estamos desnudando nuestras almas a través de la escritura frente a Dios y Su elegido
“18 Para que seas realmente rico, yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el
fuego, y vestiduras blancas, para que te vistas y no se descubra la vergüenza de tu
desnudez. Unge tus ojos con colirio, y podrás ver.”? Cristo quiere darnos lo necesario
para poder alcanzar la vida eterna, pero necesitamos por causa de Él, dejar todo lo que
podemos poseer en este mundo. En dónde está puesto nuestro celo hoy?
Perdemos el celo por Dios cuando dejamos que la religión mundana seduzca nuestros
sentidos y colme nuestros deseos de prosperidad y placer material.
Restaurando el Celo por Dios
Porque no vale la pena vivir una vida a medias, todos de alguna manera sabemos cuando
no estamos haciendo todo lo que pudiéramos hacer, aunque muchas veces acallamos
nuestras conciencias, cuando vemos alguien necesitado en la calle y en nuestra mano está
la posibilidad de ayudarle y nos desentendemos de él, sabemos en nuestra conciencia que
algo bueno hemos dejado de hacer, nuestra conciencia está ahí para recodárnoslo.
Si en verdad amamos a Dios no podemos estar mucho tiempo dejando que el mundo
pisotee el sacrificio de Cristo y hunda en el pecado nuestras convicciones, cuando vemos
y entendemos el perfecto y sublime amor de Cristo en la cruz entendemos que
necesitamos con urgencia restaurar el celo de Dios en nuestras vidas.
Veamos cómo lo hicieron algunos hombres:
1 Mientras Israel estuvo viviendo en Sitín, el pueblo empezó a prostituirse con las
mujeres de Moab, 2 las cuales invitaban al pueblo a participar en los sacrificios de sus
dioses, y el pueblo comía de esos sacrificios y adoraba a esos dioses. 3 Y como el pueblo
acudía a Baal Pegor, el furor del Señor se encendió contra Israel, 4 y el Señor le dijo a
Moisés:
«Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos delante de mí a pleno sol. Sólo así
mi ira se apartará de Israel.»
5 Moisés dijo entonces a los jueces de Israel:
«Mate cada uno de ustedes a los suyos que hayan acudido a Baal Pegor.»
6 Mientras los israelitas lloraban a la entrada del tabernáculo de reunión, un israelita
llegó y, a la vista de Moisés y de toda la congregación de los israelitas, presentó una
madianita a sus hermanos. 7 Al ver esto Finés hijo de Eleazar, que era hijo del sacerdote
Aarón, se levantó de en medio de la congregación y, con una lanza en la mano, 8 se
lanzó tras aquel israelita. Al llegar a su tienda, con su lanza atravesó por el vientre a los
dos, al israelita y a la mujer. Al instante, cesó la mortandad entre los hijos de Israel, 9
aunque ya habían muerto veinticuatro mil de ellos.
10 Entonces el Señor habló con Moisés, y le dijo:
11 «Llevado por el celo que yo mismo tengo por mí, Finés hijo de Eleazar, hijo del
sacerdote Aarón, ha hecho que mi furor se aparte de los hijos de Israel. Por eso no los he
consumido. 12 Por lo tanto, dile que yo he establecido ya mi pacto de paz con él. 13
Tanto él como sus descendientes contarán con el pacto del sacerdocio perpetuo, por
haber mostrado celo por su Dios y por haber hecho expiación por los hijos de Israel.»
Números 25:1-13 Reina Valera Contemporánea (RVC)
La escritura nos muestra la indignación de Dios ante la falta de celo del hombre por la
Santidad de Dios “3 Y como el pueblo acudía a Baal Pegor, el furor del Señor se
encendió contra Israel, 4 y el Señor le dijo a Moisés: «Toma a todos los príncipes del
pueblo, y ahórcalos delante de mí a pleno sol. Sólo así mi ira se apartará de Israel.»”,
pero esto es algo que hoy los “cristianos” no quieren ver, prefieren ver en el Nuevo
Testamento un Dios que “pasa por alto todo lo malo por amor”! que insostenible visión
de Dios!
Para restaurar el celo por Dios en nuestras vidas necesitamos ser radicales con el pecado
y alejarnos de Él para consagrarnos a Dios, necesitamos entregarnos a Su Palabra en
obediencia! Necesitamos llamar a los que desean amar a Dios con un amor sincero para
respetar y honrar Su Santidad a cualquier precio!
Recuerdo algunos que llamándose cristianos en una congregación supuestamente
cristiana se enfurecieron cuando les llamamos a vivir de acuerdo al celo de Dios, y al
confrontárseles con su vida hedónica y superficial con la que denigraban el sacrificio de
Cristo se pusieron en contra de nosotros, los mismos que unas semanas atrás se llamaban
a sí mismo “amigos” y “hermanos”, que compartieron nuestra mesa en casa una gran
cantidad de veces y disfrutaron de las bendiciones que Cristo daba a nuestra vida!
En medio de la convulsión que provoca el llamar a vivir con el celo de Dios hay
oportunidad para que los corazones sean expuestos, Dios permite que los conflictos
vengan cuando somos llamados a vivir vidas radicales en santidad en consagración a Él.
En el caso de los israelitas podemos ver que “6 Mientras los israelitas lloraban a la
entrada del tabernáculo de reunión, un israelita llegó y, a la vista de Moisés y de toda la
congregación de los israelitas, presentó una madianita a sus hermanos.”, es decir que
mientras unos pueden desear con urgencia restaurar el celo de Dios en sus vidas, otros
pueden estar completamente fuera del propósito y la visión de Dios, aquí vemos como un
israelita llegó con una mujer pagana entre el pueblo elegido por Dios, y no solo eso sino
que la presentó a sus hermanos, el hombre estaba completamente ciego por el pecado,
había perdido completamente el celo por la Santidad de Dios!
Eso es lo que encontramos en el sincretismo religioso de hoy, “cristianos” que viven
vidas con doble estándar queriendo alcanzar las bendiciones de Dios y el placer del
mundo! Uno puede ver los domingos en muchas congregaciones que los Domingos todos
parecen pueblo de Dios, pero entre semana se asemejan más a una congregación de
Satanás, y aparte tiene el cinismo de decir que no tienen que tener todos el mismo celo
por Dios, con que unos lo tengan está bien!
Pero cuando estamos en el letargo espiritual, viviendo cínicamente el cristianismo y nos
enfrentamos a alguien con celo por Dios nos sentimos incómodos, nos sentimos
perturbados, alterados, mira lo que paso en la escritura “7 Al ver esto Finés hijo de
Eleazar, que era hijo del sacerdote Aarón, se levantó de en medio de la congregación y,
con una lanza en la mano, 8 se lanzó tras aquel israelita. Al llegar a su tienda, con su
lanza atravesó por el vientre a los dos, al israelita y a la mujer.”, hubo un hombre, Finés
quien se levantó para hacer una diferencia, hubo un hombre que decidió restaurar el celo
por Dios entre el pueblo, un hombre que no pensó en sí mismo, o en el qué dirían, sino
que su corazón fue movido por el celo por Dios.
Quizá cuando leemos esto podemos pensar que fue extremista, pero ese pensamiento solo
revelará donde está nuestro celo por Dios y la tibieza en la que vivimos instalados, Finés
fue un hombre que no se conformó a ver cómo otros hombres ofendían la Santidad de
Dios, y decidió poner fin al pecado y a la ofensa contra Dios.
Cómo estamos hoy nosotros? Somos acaso cristianos armonizando con el mundo y su
maldad? O la timidez y la vergüenza del qué dirán nos paralizan para no restaurar el celo
por Dios? Estamos llamando a otros a llevar el celo por Dios a sus propias vidas y que
sea evidente? O hemos caído en la complicidad de permitir que el pecado y la maldad se
instalen entre nosotros?
Que el Celo por Dios Nos Transforme!
Hemos visto cómo Finés fue un hombre que se decidió a restaurar el celo y la Santidad de
Dios en el pueblo, en nuestro caso gracias a Cristo no será necesario darle muerte a nadie
por nuestro celo por Dios, aunque sin embargo en realidad si está involucrada la muerte,
pero la espiritual que se infringen a sí mismos los que pecan contra Dios, la cual será peor
que la muerte física!
Necesitamos ser como Finés dejando que el celo por Dios transforme nuestras vidas,
veamos cómo lo veía Pablo:
8 Aunque la carta que les escribí los entristeció, no lo lamento ahora. Y si antes lo
lamenté viendo que esa carta los había entristecido por un poco de tiempo, 9 ahora me
alegro; no por la tristeza que les causó, sino porque esa tristeza los hizo volverse a Dios.
Fue una tristeza según la voluntad de Dios, así que nosotros no les causamos ningún
daño; 10 pues la tristeza según la voluntad de Dios conduce a una conversión que da por
resultado la salvación, y no hay nada que lamentar. Pero la tristeza del mundo produce
la muerte. 11 Su tristeza, que fue según la voluntad de Dios, ¡miren qué resultados ha
dado! Los hizo tomar en serio el asunto y defenderme; los hizo enojar, y también sentir
miedo. Después tuvieron deseos de verme, sintieron celos por mí y castigaron al
culpable. Con todo lo cual han demostrado ustedes que no tuvieron nada que ver en este
asunto. 12 Así pues, cuando les escribí aquella carta, no lo hice pensando en el ofensor
ni en la persona ofendida, sino más bien para que se viera delante de Dios la
preocupación que ustedes tienen por nosotros.
2 Corintios 7:8-12 Dios Habla Hoy (DHH)
Como en el caso de Finés, muy seguramente lo que hizo entristeció también a los
israelitas, matar a un hombre nunca ha sido cosa menor, muy probablemente ese hombre
y la mujer madianita tenía familia, alguien quien les amara y les doliera sus vidas, pero el
celo mostrado por Finés, aunque doloroso, ayudó al pueblo a honrar la Santidad de Dios.
Podemos ver en la situación que enfrenta Pablo en este pasaje que su celo por Dios
provocó dolor y tristeza entre los corintios, “8 Aunque la carta que les escribí los
entristeció, no lo lamento ahora. Y si antes lo lamenté viendo que esa carta los había
entristecido por un poco de tiempo”, pero el resultado fue agradable a Dios
afortunadamente, como con Finés y el pueblo a veces necesitamos que alguien más nos
ayude a restaurar nuestro celo por Dios, en el caso de Pablo los corintios necesitaban que
Pablo les ayudará a ver en dónde estaban y que necesitaban hacer cambios profundos
para honrar a Cristo como Señor de sus vidas.
Y podemos ver la actitud de los corintios “9 ahora me alegro; no por la tristeza que les
causó, sino porque esa tristeza los hizo volverse a Dios. Fue una tristeza según la
voluntad de Dios, así que nosotros no les causamos ningún daño;”, es decir ellos no
actuaron con soberbia y a la defensiva, sino fueron vulnerables con Pablo y aceptaron la
ayuda que el Espíritu de Dios les daba a través de la situación que enfrentaban. Así que
“10 pues la tristeza según la voluntad de Dios conduce a una conversión que da por
resultado la salvación, y no hay nada que lamentar” para restaurar nuestro celo por Dios
necesitamos enfrentar el pecado de la manera agradable a Dios: humillándonos frente a
Cristo! Y el resultado fue tan increíble que se hizo evidente, su humildad, su corazón
humilde frente a Cristo hizo que Dios les concediera tener nuevamente el celo de Dios en
su corazón!
Cuando nos determinamos a restaurar el celo de Dios en nuestras vidas Dios pone todo lo
necesario para poder llevarlo a cabo, solo tenemos que ser humildes y constantes con
Dios “¡miren qué resultados ha dado! Los hizo tomar en serio el asunto y defenderme;
los hizo enojar, y también sentir miedo.”, y los resultados será evidentes!
Por eso debemos apreciar las dificultades, las pruebas, las luchas en nombre de Cristo,
porque a través de ellas Dios está dispuesto a forjar nuestros corazones para restaurar en
nosotros el celo por Él mismo “12 Así pues, cuando les escribí aquella carta, no lo hice
pensando en el ofensor ni en la persona ofendida, sino más bien para que se viera
delante de Dios la preocupación que ustedes tienen por nosotros.”
Cuánto te ha transformado el celo por Dios? Es claro el celo de Dios en ti al punto que
Dios y los hombres puedan verlo? pero no presumir religiosamente con otros, sino para
Cristo sea reconocido como el que transforma nuestros corazones!
Estás determinado a recuperar tu celo por Dios?
Desafíos y Conclusiones
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El Celo de Jesús es Nuestro Ejemplo: Identifica en qué áreas de tu vida no hay un
verdadero celo por Dios, sé humilde con Dios y reconoce en qué punto puedes
encontrarte hoy.
Por qué Perdemos el Celo por Dios?: Examina qué cosas han influido para que
pierdas tu celo por Dios, y determínate a ponerlas frente a Cristo para comenzar
ya a transformarlas!
Cristianismo sin Celo por Dios = Muerte Espiritual: Está vivo espiritualmente?
Examina con honestidad a la luz de la escritura si en verdad estás vivo como
cristiano, utiliza Gálatas, Romanos, 1 Timoteo acerca del pecado,
Restaurando el Celo por Dios: determínate a hacer un plan basado en la Biblia
concreto y alcanzable en el corto plazo que te permita restaurar el celo de Dios en
las diferentes áreas de tu vida,
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Que el Celo por Dios Nos Transforme!: Sé como Finés, deja que el celo de Dios
brille en ti, pero en lugar de dar muerte a alguien más dale vida espiritual
compartiendo lo que Cristo con Su poder ha hecho en tu vida para brindarle la
mima oportunidad que Dios te ha brindado a ti.
Y que el celo de Dios se restaure en nosotros para Su gloria y honra por siempre!
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