ETAPA ORAL Esta es una etapa que se extiende desde el nacimiento hasta el destete. Se observa que el bebe sigue haciendo movimientos con la boca después de mamar, mientras que su aspecto exterior es de placer y de tranquilidad. En este estadio se distinguen dos fases: una primitiva (0 a 6 meses) y una tardía (6 a 12 meses). Partiendo de la función alimenticia, la succión no tardará en separarse de ella, para convertirse en una actividad libidinal, sobre la cual se insertan las pulsiones del ELLO, que encuentran por la excitación rítmica de la boca y de los labios. Esta sexualidad infantil tiene la característica de ser autocrática, este es, el encontrar su objeto en el propio cuerpo para la obtención del placer. Su relación con la madre cuando lo baña, lo cambia, lo abraza, estos contactos producen en él sensaciones visuales, táctiles y auditivas ligadas a ellas, y su presencia y persona pasan a ser su primer objeto de amor. Luego aparece la sonrisa y los balbuceos, como primeras formas de comunicación pre lingüística. El niño se identifica poco a poco con su madre, si ella sonríe, él sonreirá, si ella habla él balbucea y la relación con su madre se irá desarrollando de esta manera sumado a las imágenes, sonidos y palabras. La actitud frente al mundo externo será heredada de este modo de relación de amor. El bebé se lleva a la boca todo objeto que le interese ya que es una manera de incorporarlo y tenerlo. Con respecto a la fase tardía, con la aparición de los dientes y del destete, el acto de succionar se transforma en el acto de morder, donde combina con la libido aparece la pulsión destructora y agresiva, que da a la satisfacción libidinal infantil, un carácter sádico. En este estadio el YO comienza a diferenciarse progresivamente del ELLO, y los comienzos de su funcionamiento están ligados a la relación existente entre la satisfacción y la privación y, comenzando el principio de placer a entrar en conflicto con la realidad. El niño se dirige toda la libido sobre sí mismo, tomándose a sí mismo y a su cuerpo como objeto de amor. EL SUPER YO todavía no existe; el YO funciona con la incorporación o introyección, que deriva de la succión y que consiste en la absorción del mundo exterior al YO: la proyección, en la cual el niño pone en el mundo exterior deseos que rechaza en sí mismo, y la negación, que caracteriza la constitución del YO en sus relaciones con el ELLO y con el mundo exterior. El destete: “Un pequeño drama” El destete produce en cada niño un inevitable sufrimiento que debe soportar aunque le cueste: quiere el seno de su madre sólo para él; ve en él una inagotable fuente de placer, de vida y de bienestar. Pero, en un momento dado, este deseo suyo es traicionado por la madre, que le quita el pecho, y él a su vez se vuelve agresivo; y por ser hostil, enemiga porque le ha quitado el pecho, y él a su vez se vuelve agresivo; y por otra parte, no puede ni quiere renunciar a la relación amorosa de la madre. De esta manera, el niño desea incorporar la figura de su madre para seguir mamando leche, pero también desea destruirla por el sufrimiento que le provoca, y por eso muerde a su madre. Es probable que surjan perturbaciones en el destete: alteraciones digestivas y dificultades en la desnutrición. También la succión del dedo pulgar en este período puede hacerse más intensa, porque el niño quiere recuperar, aunque de manera menos completa y agradable, el tipo de satisfacción que le proporcionaba succionar el seno de la madre. A pesar de estas dificultades con las que choca el niño destetado, no debemos pensar, que esta seria de estados desagradables que atraviesa deba considerarse como un mal para él. Justamente sucede lo contario, en efecto, sólo es a través de una capacidad activa y creativa para reaccionar este sufrimiento psicológico es como el niño evoluciona. El papel de imitación y de la identificación. La capacidad de reproducir un modelo, al principio simplemente percibido y lo adquiere y lo fortalece con facultades humanas con el contacto del alrededor. Según Piaget, los tres primeros meses, desde el simple contagio vocal (desde los primeros días, los lloros de un lactante desencadenan automáticamente los del vecino), esta evolución desembocan en un principio muy rudimentario la imitación. Entre las tres y nueve o diez meses, el lactante emite de manera cada vez más sistemática gestos y movimientos conocidos y que pueden relacionar partes visibles de su cuerpo. El niño se vuelve poco a poco capaz de imitar no sólo movimientos no visibles sobre el cuerpo propio, sino que también modelos nuevos (12 a 18 meses). Durante este período es cuando aparecen las primeras imitaciones verbales de palabras adultas. Las primeras imitaciones e identificaciones con los gestos de otro, que aparecen ya ente los 6 y 9 meses, no eran más que reproducciones, como un espejo, de los gestos del adulto; el niño se colocaba inconscientemente del lado del adulto y se esforzaba en hacer lo mismo que él. El resultado del proceso de identificación es un cambio en el YO del niño, este cambio se manifiesta en la personalidad del niño como crecimiento de la autonomía. Es evidente que la relación madre-hijo, son los procesos de identificación los que interviene en primer lugar en el niño y que ejercen una fuerte influencia en el desarrollo. La imitación (que puede llegar hasta la identificación) del bebé por la madre, por los padres que, en su relación con este último producen sus vocalizaciones, sus gestos, su manera de hablar, sus entonaciones, etc. Fijación: Etapa Oral Interés en las gratificaciones centradas en la boca como: chupar, comer, morder, besar y acariciar, el bebé siente placer al contacto con la piel materna. Si el niño disfruta fuertemente por comer en exceso, puede tener una fijación en esta fase y desarrollar una personalidad oral receptiva que seguirá buscando por medio de la boca. Como el placer de fumar, el comer de más y el ser una persona crédula. Por otro lado, si se frustran repentinamente los placeres orales pueden quedar fijaciones que van a crear una persona oral agresiva, que procura el placer siendo agresivamente verbal y hostil hacia los demás. La fase oral comienza desde el nacimiento hasta los 12 a 18 meses. “En conclusión, aquí en la etapa oral se debe tratar al niño como el objeto de amor, llenarlo de atención, demostrarle lo valioso que es para que cuando crezca el niño tenga muy buena autoestima e independencia. En esta etapa se da la ambivalencia del apego y el desapego y se sabe que marca al individuo de tal manera que en un futuro puede sufrir algún tipo de desorden en la personalidad o bien ser una persona equilibrada.” Observaciones Nombre: Agustín Melano- 2 Meses La mayor parte del tiempo se la paso durmiendo a pesar que manteníamos una charla entre nosotros. En un momento se despertó, se largo a llorar, la madre le dio de mamar, estuvo un buen rato y vimos como la acariciaba la teta, como si fuera algo muy valioso. Al terminar de tomar la leche, erecto y siguió durmiendo. Nombre: Valentina Salessi 9 meses Estuvo la mayor parte despierta, sentada en el suelo cerca de su mama, jugando con sus juguetes (Sonajero, ositos de peluche, ladrillitos didácticos), los cuales se los fue poniendo en la boca repetidas veces, su mama la retaba pero ella hacía caso omiso. Le agarro hambre, comió un postrecito y siguió jugando, en un momento llego el perro y la lamio. Se asusto y se largo a llorar hasta qué su mama el tomo en brazos y se tranquilizo. Nombre: Román Mattio – 9 meses y medio Se despertó cuando nos oyó tocar el timbre y no se puedo volver a dormir. Al vernos nos sonrió y se sentó en su cochecito y empezó a mirarnos. Le dimos una bombita que teníamos cerca y empezó a jugar un rato, la mordía, la tocaba, se la pasaba por la boca hasta que en un momento la hizo estallar. Se asusto por el ruido, estuvo a punto de llorar así que inflamos y le dimos otra bombita y repitió las mismas acciones hasta que fue hora de tomar la mamadera y nos retiramos. Nombre: María Pía y Amparo Clemente. (Gemelas) 1 año y 15 días. Como típicas gemelas hacían todo junto, en un momento en su habitación estaban ambas jugando a tocar música con instrumentos de juguetes y mientras una tocaba la otra bailaba y viceversa. Mantenían una conversación fluida hasta que se pelearon por un piano de juguetes. Su Padre las reto y se largaron a llorar las 2 y salieron corriendo en busca de su madre. En el transcurso del día se las pudo ver unidas de vuelta haciendo más travesuras. “En conclusión se observo que a medida que fuimos observando distintos bebes de distintas edades se van haciendo más activo, se van relacionando y van empezando a reconocer el mundo que los rodea. Pasamos de un bebe de 2 meses que lo único que hizo fue dormir, tomar la teta y seguir durmiendo a bebes de 9 meses y más en los cuales se los veía interactuar consigo mismo y con nosotros, desde sus propios juegos hasta la pelea de las gemelas. En fin podemos sacar por lo visto como los más pequeños disfrutaban de llevarse objetos a la boca y succionarlos como si fuera algo delicioso y preciado por ellos.” Etapa Anal La etapa anal va de 2 a 3 años. La zona en que se desarrolla es el ano y la uretra. El objeto caracterizado son las heces y la finalidad: el control Esta etapa presenta 2 sub-etapas: • La primera llamada etapa expulsiva, donde el placer se consigue expulsando las heces. • La segunda sub-etapa es la retentiva, en ésta retentiva el placer se consigue reteniendo las heces, ya que éstas estimulan las zonas erógenas dominantes en esta etapa. Esta etapa tiene gran trascendencia en la vida futura de los niños, aunque la mayor parte de las personas lo desconoce. El niño ha descubierto que él produce cosas que son deseadas por los demás, pero siente que eso que él produce es suyo, le pertenece, lo quiere retener, porque además, le produce placer, por eso retiene, retiene..., hasta que llega a un punto en que se hace en la ropa, muchas veces después de haber estado varias veces sentado en la “pelela “para que hiciera allí. Este hecho generalmente, genera reacciones violentas de su madre o de quien esté a cargo de su cuidado, siendo descalificado con expresiones tales como: son un niño feo, sucio, malo, etc. Muchas veces acompañan estas palabras gestos de rechazo y hasta golpes. Todo esto hace que el niño asocie suciedad con descontrol, angustia, amenaza de pérdidas, por ejemplo, del amor de su madre. Cuando el niño es obligado a estar largas horas sentado para que haga, muchas veces amenazado con que si no lo hace así se le castigará, asocia el acto de “dar” con sufrimiento. Las heces tienen un valor simbólico, designan lo que es propio, lo que me pertenece, que lo doy si quiero, si me obligan a darlo, siento que me son arrancadas contra mi voluntad, lo que genera rabia, rencor y el secreto deseo de venganza, el deseo de “cagar” a quien lo hace. En el futuro este sujeto no será generoso, será egoísta con lo suyo, será avaro y cada vez que tenga que dar algo que le pertenece sufrirá mucho (por ej. dinero). No podrá sentir el placer de “dar”. Para que el niño pueda superar esta etapa y seguir de esta manera fortaleciendo su autoestima hay que cambiarle el placer que él siente en retener las heces por un placer más grande: el del aplauso, el reconocimiento, los regalos, de esta manera él sentirá el deseo de dar para recibir la recompensa y reconocimiento de los demás. Este niño está aprendiendo a ser generoso, a sentir más placer en dar que en retener. Cuando no lo logra, hay que comprender y no hacer de esto algo dramático y desestabilizador, sino actuar con paciencia, consolándolo, incluso, porque no pudo llegar a tiempo, para que no se sienta fracasado y que con este hecho ha perdido nuestra estima. ¿Qué pasa si no desarrollamos bien esta etapa? Si no se supera esta etapa, el sujeto queda patinando en ella y frente a situaciones de angustia o para sentirse equilibrado, necesita mantener “controlado” el entorno: son los neuróticos obsesivos, que necesitan que todo esté en perfecto orden, siempre limpio y nunca es suficiente, limpian sobre lo limpio, desinfectan, sufren terriblemente si algo escapa a su control, incluso las personas, lo que hace muy difícil la convivencia. Estas personas generalmente generan la misma patología en sus hijos, ya que viven en casas donde no se nota que hay niños porque todo está impecable. Son personas que son esclavas de la suciedad, están siempre pendientes de la mugre y viven para limpiarla. Cuando sufren situaciones de angustia por algún suceso de su vida sienten con más desesperación el deseo de control. Actividad “RAQUEL Y JAIME” 1. ¿De qué habla el artículo? Hace una comparación entre 2 hermanos, Raquel, la mayor, y su hermano menor Jaime. Este articulo habla sobre la problemática que tuvo que afrontar Raquel al momento de empezar a retener sus esfínteres en comparación con su hermano. 2. ¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre los 2 casos presentados? La principal diferencia es que Jaime no tuvo los mismos problemas que su hermana al pasar esta etapa, en vez Raquel, no puedo afrontar normalmente esta ya que sentía celos de su hermanito. Entonces por lo leído en el artículo, Raquel tuvo una regresión a cuando ella era bebe, por ende no quería pasar a formar parte de otra etapa ya que al hacer esto, según ella, no recibiría la misma atención que tiene su hermano y manifiesta su enojo por medio de hacerse pis encima lo cual no le permite avanzar. En las similitudes podemos mencionar que ambos, al principio tuvieron dificultades, pero Jaime pudo afrontarlo mejor y obtener un desarrollo normal. 3. ¿Por qué, según el artículo los niños necesitan ensuciarse? Porque para ellos es una descarga, necesitan de ensuciarse para liberar tensiones por más pequeñas que sean. El acto de ensuciarse además de ser para ellos una descarga, también tiene otros puntos a favor. Por ejemplo los hace conectar con la naturaleza y el exterior, los hace sentir libres, que pueden ser dueños de ese mundo al que nosotros llamamos patio. Cada vez que un chico tiene contacto con el medio ambiente tiene sensaciones que, al ser procesadas, ayudan al crecimiento del cerebro. Se sienten felices llenarse de pies a cabeza con barro o arena. Otro punto a favor también es que los hace más fuerte al desarrollar su sistema inmunológico al entrar en contacto con bacterias y microorganismos que se encuentran en el ambiente. 4. ¿Qué ocurre cuando los padres no permiten ensuciarse mientras juegan? Como ya mencionamos anteriormente puede ocurrir que no terminen de desarrollar exitosamente esta etapa, lo cual va a traer serios trastornos en el infante. Si no lo dejan ensuciarse, el niño ya cuando sea adulto va a desarrollar una personalidad en donde no puede haber ninguna suciedad alrededor de él, lo cual en algunos casos extremos se van a desarrollar patologías como trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo en donde adquieren una manía excesiva por mantener el orden y la limpieza de un lugar, ya sea su casa o lugar de trabajar. También puede desarrollar fobias como por ejemplo: • Amatofobia: Temor al polvo • Ataxofobia: Temor al desorden • Bacilofobia: Temor a bacterias y microorganismos • Misofobia: Temor a los gérmenes o a la contaminación por suciedad Fijación. Freud teorizó que los niños que tienen conflictos durante este período de tiempo en donde se desarrollan la personalidad. El concepto de fijación ocurre cuando hay un exceso de gratificación en esta etapa, lo que desarrolla una personalidad en extremo desorganizada, o por el contrario, cuando la gratificación no ocurre, dando origen a un individuo sumamente organizado. Lo cual puede desarrollar personalidad cruel, destructiva u ordenada, también puede influir a que sea tacaño o terco. Algunos psicoanalistas creen esta es una de las causas de la homosexualidad. A esto se lo puede llamar una “Fijación Retentiva Anal”, “En conclusión, la pulsión en la etapa anal es ensuciarse, ya sea con pinturas o con barro, pero aquí el niño aprende a que se puede equivocar y los errores tienen solución. El que pasa bien la etapa anal es una persona que no roba, es trabajadora y buena. Se origina la fobia, cuando el niño le teme a uno de sus padres y desplaza ese temor que le tiene a alguien significativo, a un objeto o a un animal.” ETAPA FÁLICA Esta etapa dura entre los 3 y 6 años; el niño y la niña descubren sus órganos sexuales, a causa de la excitación de la micción y por los tocamientos repetidos que tienen lugar durante el aseo. Los bebes tienen juegos eróticos manuales, y generalmente esta actividad cesa por sí misma y aparece a los 3 años. Descubren la diferencia de los sexos. Los padres le imponen una renuncia al interés por las heces en nombre de la estética y la moral, y él se adapta a dicha imposición a fin de retener el amor paternal. Cuando lo logra, comienza a centrar su interés en los genitales. El primer objetivo de la curiosidad es la pregunta “¿de dónde vienen los niños?”. Este interés es despertado por el nacimiento de algún hermano o por la identificación con algún amigo que está triste o alegre porque tiene un hermanito. Los niños de esta edad comienzan con los “porque”. Estas preguntas en realidad parecen no esperar la respuesta del adulto. Las primeras teorías sobre el embarazo son, digestivas: el niño cree que la madre comió algo y que el parto es una evacuación, con lo que el bebé recién nacido es asimilado a las heces. El papel de las relaciones sexuales entre los padres todavía le resulta oscuro. La segunda pregunta es “¿Cuál es la diferencia entre un niño y una niña?” Esta pregunta aparece entre los 4 y los 5 años. Advierte que la niña no tiene pene, pero trata de negarlo pensando que tiene uno más pequeño o que le va a crecer. Cuando aparecen las amenazas de mutilación genital, toma conciencia de la posibilidad de la pérdida de su propio miembro (angustia de castración). A medida que el niño crece, la madre ya va dejando de ocuparse de él en forma exclusiva. El niño necesita menos de compañía, juega más tiempo con sus juguetes y su voz, ya tolera jugar solo puesto que, aunque lo haga, los padres no lo van a abandonar. Aparece el “obedecer” o el “portarse bien” con la promesa diferida de una satisfacción, o sea “si se porta bien recibirá tal cosa”; esto le enseña la noción del tiempo ya que antes todo ocurría en el presente. Empieza a existir el enseguida y el mañana. Los niños que no temen perder el amor de sus padres es no lo tuvieron o porque lo tuvieron condicionalmente, tienen problemas de conducta. Matar es inmovilizar: ése es el sentido que al principio cobra la muerte para el niño. El niño juega a matar por ambición y omnipotencia sádica; el sentido de este acto es reducir lo animado al estado animado. El niño a la niña descubren que no son el único amor de la madre, que pueden ser abandonados por otros intereses de ella; su padre o sus hermanos se transforman en sus rivales. Hacia los 4 años y medio, el varón juega a golpear y a matar a su padre en una lucha emocional con él y trata de acaparar toda la ternura de la madre; le promete casarse con ella y tener hijos: entra en el período “complejo de Edipo”. La niña vive un período similar, hacia los 3 años y medio: se comporta de manera seductora con el padre, se muestra coqueta y afectuosa de él y trata de acaparar toda su atención y afecto. ¿Qué ocurre con esta situación llamada edípica que se instala a los 4 años y cuyo máximo despliegue es a los 6 años? Para adaptarse a la naturaleza, el niño debe: 1-abandonar la rivalidad con el progenitor del mismo e identificarse con él; 2- debe desarrollar las cualidades que harán del muchachito un hombre y de la niña una mujer. En el varón, se asiste al final del complejo de Edipo y en la niña al comienzo, ya que ésta, decepcionada por la falta del pene de su madre, se dirige en un primer momento al padre, pero finalmente se identifica con su madre, que para ella está castrada, porque descubre que no tiene pene, y aparecen la vergüenza y la formación del “súper yo” es el resultado de la incorporación de los mandatos prohibitivos y morales de los padres. El Ello es la fuente de las pulsiones que buscan satisfacción y el Yo es el mediador entre el mundo interno y externo para la satisfacción de las pulsiones. Las nuevas teorías psicológicas sobre la sexualidad femenina ponen el énfasis en la revaloración del rol femenino: la mujer no se dirigiría al padre porque la madre esta castrada sino para comprobar si él está tan orgulloso de ella, porque es tan femenina como la madre. Jardín de infantes: el niño entra en sociedad Todo niño que haya superado los dos años tiene la necesidad de niños de su misma edad, no solo para divertirse, sino para aprender a congeniar. La mejor edad para inscribir al niño en el Jardín, es generalmente, a los 3 años. Al principio muchos niños se vuelven excitables y se cansan enseguida. Pero al cabo de pocas semanas casi todas se adaptan y se ponen al ritmo de los otros. Si le vacila en llegar esta adaptación, debe tratárselo con cierta elasticidad: emplear días, o semanas si es necesario, para que se acostumbre poco a poco. Hay Jardines que aceptan desde los dos años. Tal edad es indicada cuando el niño es de naturaleza expansiva y tiene tendencia a ser independiente, si la clase es pequeña y la profesora es tan afectuosa y comprensiva como para difundir al niño el asentamiento de seguridad que le es tan necesario. El juego El juego se inicia pronto, y a través del mismo y de diferentes maneras, el niño empieza a conocer su cuerpo, a sí mismo, a su madre, a otras personas y al ambiente que lo rodea. Para comprender a un niño hay que acercarse a él desde las primeras semanas y observarlo mientras juega. El juego no es un simple pasatiempo, sino una actividad propiamente dicha, seria y esforzada, a través de la cual se empiezan a desarrollar las capacidades del niño, desde muy pequeño: es su manera de explotar, aprender y progresar. Hablamos, obviamente de un tipo de juego totalmente espontáneo, que empieza como por casualidad hacia el tercer mes, cuando el niño, por ejemplo, en un momento de tranquilidad, mientras está echado en su cuna, encuentra sus manos y sus dedos: los toca, los abre y los chupa. El juego tiene una doble función: A) De conocimiento del cuerpo. B) De descarga de la tensión; el niño aprende y prueba el placer. En este período el principal instrumento de juego es su cuerpo, con todas las novedades que hay que descubrir, y el cuerpo de quien lo cuida, sobre todo de la madre: principalmente, su rostro y sus manos. A través del juego, el niño aprende sin que por el momento se le enseñe nada. Necesita poca cosa, un trozo de telas de colores, una pelota blanca, un cubo de goma… pero sobre todo requiere tranquilidad. El juego: una forma de vida El juego hace aprender muchas cosas, pero su función no se acaba ahí: le permite al niño hacer frente a sus propios sentimientos, que ya en la edad más tierna están claramente presentes. Todas las cosas están para jugar, y por lo tanto, para aprender, para tranquilizarse, divertirse y sacar de ellas placer. El hecho de que un niño coma los primeros alimentos sólidos suele convertirse también un agradable juego, ya que “saborea” también los alimentos con las manos o la nariz. Lo que a veces es un suplicio para el niño y la madre, si el pequeño intenta comer solo prematuramente, puede convertirse de esta manera en un momento delicioso. Los gritos de protesta por la cuchara que le meten en la boca son sustituidos por gritos de “éxtasis”. Los primeros juguetes ¿Qué se puede regalar a un bebé de pocos días? Y, ante todo, ¿vale la pena regalarle algo? Las más recientes investigaciones en psicofisiología han desmentido algunos viejos mitos y han demostrado, por ejemplo, que el niño está en condiciones de ver nítidamente desde la primera semana de vida, a una distancia de 20cm. Por otra parte, su aparato auditivo está perfectamente desarrollado. Igualmente, la capacidad táctil está bien desarrollada y el niño sabe reaccionar con placer o repulsión al tocar diversos tejidos o sustancias. Etapas del porque Sorprendido y contrariado frente a un “no” de los padres, el niño inaugura la etapa de los porqués. Primero, tímidamente, y, después, más insistentemente, hasta llegar a convertirse en un auténtico torrente. Y no es fácil acertar con las respuestas. ¿Cuándo empieza este período? En torno a los dos años, fase en la que el pequeño aprende a expresarse y pasa de las palabras aisladas a las auténticas frases, aunque sean breves. Se dirige a los adultos, a los otros niños o, incluso, a la muñeca o al osito. A veces, dialoga consigo mismo, inventando historias o repitiendo las frases que ya ha oído. Y es precisamente entonces cuando empieza a preguntarse los primeros porqués. Hacia los dos años, el niño se da cuenta de que existen dos realidades: por un lado las cosas concretas, visibles, y por el otro las palabras que representan. Y no se trata, como para nosotros los adultos, de dos mundos distintos. Para él, están unidos en parte uno y el otro: la fantasía y la realidad, y viceversa. En esta fase crucial, su curiosidad es insaciable. En un primer tiempo, está dirigida hacia los aspectos de la vida familiar que no le son claros. Por ejemplo, se pregunta por qué el padre, la madre, los hermanos y las hermanas mayores tienen una vida, para él misteriosa, fuera de casa. "¿Por qué Sara va al colegio? ¿Por qué no juega siempre conmigo? ¿Por qué el papá y la mamá van al trabajo? Por qué... Por qué..." El niño repite infinitas veces un repertorio de preguntas muy parecidas, ya sea para aprender, ya sea para poner a prueba la disponibilidad de sus padres. Muchas cuestiones afectan a las personas para él más queridas, otras a las palabras, y particularmente a los nombres, sobre los que cada vez quiere más explicaciones Preguntas más frecuentes. • ¿Por qué el mar es azul? • ¿Por qué se extinguieron los dinosaurios? • ¿Por qué vomitan fuego los volcanes? • ¿Por qué hay pobres y ricos? • ¿Por qué llueve? • ¿Por qué quema el fuego? • ¿Por qué el perro y el gato no se quieren? • ¿Por qué la gente muerte? ¿Cómo responder estas preguntas? 1. No sirven las explicaciones detalladas, sino sólo prestar un poco de atención y, sobre todo, proporcionarle seguridad en línea con las profundas exigencias emotivas del niño. 2. Es fundamental no banalizar sobre lo que el niño nos está preguntando, sino intentar comprender sus preguntas, para descubrir qué miedos, qué dudas o qué exigencias se esconden detrás de ellas. 3. Un niño necesita, sobre todo, sentirse tranquilo y seguro, y tener cerca puntos de referencia importantes. 4. Al mismo tiempo, el niño debe obtener respuestas claras a sus preguntas, de forma que consiga comprenderlas sin dificultades, por ejemplo, a través de cuentos. 5. Sin embargo, no siempre las preguntas nacen de la dificultad del pequeño para comprender y aceptar la realidad que le rodea. A veces, estas preguntas reflejan una excesiva seguridad, propia de los niños que se sienten muy queridos y protegidos, y que, por ello, crecen creyéndose omnipotentes. 6. Para estos niños, la imposibilidad de hacer lo que hacen sus hermanos mayores (como ir al colegio), o el no poder estar siempre con sus padres, se puede convertir en una verdadera frustración. 7. Incluso, en el caso de que el niño se crea omnipotente, es necesario darle respuestas sencillas y decididas, aunque evitando ser demasiado severos. Es necesario explicar al niño el por qué de ciertas prohibiciones. 8. Además de ser definida como la "edad de los por qué", la fase que un niño atraviesa en torno a los dos años también es conocida como la “edad de los no”. El niño, en efecto, además de preguntarse sobre la realidad en la que vive, empieza a percibir el sentido de la propia unidad corporal, se reconoce en el espejo y se percibe a sí mismo como a un individuo autónomo. 9. En torno a los dos años, el niño se puede mostrar muy caprichoso. Por una parte, está asustado porque se siente solo frente a un mundo inmenso y, por otro lado, se siente estimulado a descubrir hasta dónde le puede llevar aquella energía vital apenas descubierta. 10. A los padres no les queda más remedio que esperar a que este período pase, intentando mostrarse pacientes y atentos a las peticiones del niño: pronto, el pequeño encontrará otras formas, más tranquilas y creativas, para afirmar su propia personalidad e independencia. Análisis de la actividad de Matías Historieta Nº 1 • ¿Qué te parece que quiera saber Matías? Como puede observarse en la historieta Matías expresa claramente su necesidad de conocer (pregunta el porqué de todas las respuestas de la mama).Esta necesidad de conocer surge de la exploración de nuevos contextos, y en la historieta lo que Matías intenta saber no es el contenido de las respuestas a las preguntas especificas (porque se hace de noche, porque sale la luna, etc.) Sino más bien lo que le interesa es la atención del adulto, las respuestas a su necesidad de conocer, más que el contenido mismo de la respuesta; es decir a Matías le daría lo mismo “cualquier respuesta” dada por su mama, lo que Matías pretende es “una respuesta”, la que sea. • ¿Qué preguntas suelen hacer los chicos en la etapa de los porque? Las preguntas típicas de esta etapa son habitualmente: ¿De dónde venimos? ¿Cómo nacemos? Generalmente todas las preguntas están relacionadas con el origen de las cosas, específicamente con el origen del hombre, de ellos mismos. Preguntan el porqué de todo (necesidad de conocer). • ¿Qué actitudes suelen adoptar los padres con las preguntas de los niños? Los padres suelen contestar con respuestas imaginarias o a veces no contestan, ya que suelen cansarse de sus repetitivas y sucesivas preguntas sobre los ¿Por qué? • ¿Cuáles son los temas que a los padres más les cuesta tratar? Explicar de dónde vienen los bebes, la muerte de un familiar, temas sexuales, y más considerando que todavía no son capaces de entender ciertas explicaciones. Historieta Nº 2 Los sentimientos que Matías experimenta son claramente sentimientos ambivalentes, puede notarse un excesivo sentimiento de amor y admiración hacia su padre y repentinamente sentimientos de odio y desprecio. Puede observarse entonces claramente la presencia de una mezcla de sentimientos, es decir no son solo de admiración. Por otra parte como sabemos en esta etapa, la identificación con el progenitor juega un papel muy importante, pero inevitablemente Matías no puede dejar de sentir a su padre como “rival”, por eso expresa un intenso amor/odio en una misma situación, claramente expresa sus sentimientos ambivalentes. “A partir de lo expuesto anteriormente, concluimos que dicha etapa es crucial para la estructuración de la personalidad infantil; ya que se trata de una etapa que implica ciertos conflictos en las relaciones cotidianas, como resultado del desarrollo de la propia identidad y el deseo de ser uno mismo (muy acentuado esto durante esta edad). Podríamos decir que la imitación de los modelos adultos, la interiorización de las primeras normas y valores y la identificación con otros significativos son manifestaciones o conductas típicas que caracterizan esta etapa; la formación de la conciencia moral está también presente (“qué está bien y qué está mal”,- consolidación del Súper Yo con la resolución del Complejo de Edipo-). Los logros psíquicos durante esta etapa son entonces, el Complejo de Edipo, Complejo de Castración, el Súper Yo y la identificación femenina o masculina.” Fijación. De 3 a 6 años. El niño empieza a relacionarse con el sexo opuesto, se preocupa por sus genitales y por padres del sexo opuesto. Si se identifica con el sexo opuesto, esto podrá ser una fijación de por vida. Lo que llevaría a una homosexualidad adquirida Etapa de Latencia Se extiende aproximadamente entre los cinco años y medio (determinado por la finalización del Complejo de Edipo) hasta los once o doce años. Entre los seis y siete años el niño/a - dirá Freud- “sufre el desarrollo de una detención o regresión del desarrollo sexual, que en los casos socialmente más favorables se da el nombre de período de latencia. Esta latencia puede también faltar, no trae consigo indudablemente una interrupción completa en la actividad de los intereses sexuales. La mayor parte de los sucesos o tendencias psíquicas anteriores al período de latencia sucumben entonces a la amnesia infantil y caen en aquel olvido de que ya hemos hablado, y que nos oculta nuestra primera infancia”. En cuanto a la detención del desarrollo sexual (como consecuencia de la represión de los deseos incestuosos y los sentimientos de culpa vivenciados durante el proceso edípico), en este período se observa el surgimiento de aspiraciones éticas y morales, la realización de las relaciones de objeto, y una disminución de las actividades sexuales, podría decirse que aparece una desexualización e inhibición de los fines sexuales; de esta manera el niño olvida la perversión polimorfa y contra los impulsos desarrolla la ética de la moral social, aparece un marcado interés por los aspectos cognitivos. Aquí el Súper Yo se desarrolla y amplía sus contenidos, que no solo van a ser las limitaciones e imposiciones procedentes de los padres, sino que van a extenderse también a las aprendidas en la escuela y en las relaciones con los compañeros; recordemos que el comienzo de este período coincide con la entrada a la escuela, por lo que el ámbito de relaciones se amplía, es decir surgen nuevos modos de relaciones (niño-docente/niñocompañeros), nuevas identificaciones. Es una etapa muy importante ya que se produce la adquisición de los conocimientos necesarios para la vida. Se olvidan las vivencias sexuales infantiles y este olvido posibilita la escolarización. Sin embargo la etapa de latencia no es pasiva, ya que en ella se terminan de sintetizar activamente los elementos elaborados en otras etapas, y se integra a la personalidad la pertenencia a una determinación sexual. La educación escolar primaria y la sociedad global, poco a poco llegan a ser significativas para el niño, enseñándole los roles para la vida futura. También aquí se define la personalidad social del individuo. A esta edad, pueden aparecer trastornos escolares o dificultades para expandirse socialmente, porque el niño no tiene confianza en sí mismo, esto dependerá de la resolución de las etapas anteriores. Freud habla de período y no de fase ya que si bien pueden observarse manifestaciones sexuales, “no se puede hablar de una nueva organización de la sexualidad”. En cuanto a la socialización o desarrollo social, muy marcado en este periodo, cabe realizar un breve recorrido por la evolución de dicha capacidad. Antiguamente, se consideraba que los niños no sabían socializar -mantener entre sí relaciones e intercambios satisfactorios- antes de alcanzar cierta edad, entre los seis años (inicio del parvulario) y después en los tres años (inicio de la guardería); sin embargo, se ha podido comprobar que los niños pequeños (ya desde el nacimiento) saben comunicarse entre sí poniendo en funcionamiento unos sistemas particulares en lo que utilizan toda clase de signos no verbales o pre verbales de los que ya disponen el primer año de vida (desde las sonrisas hasta los gorjeos, pasando por palmadas, las caricias, los empujones, etc.). Por eso hoy en día, más que de “socialización” se prefiere hablar de “desarrollo social”, como si el niño tuviera que aprender a ponerse en comunicación con sus semejantes en vez de tener una profunda necesidad innata y el deseo de conseguir dicha comunicación. El adulto debe preocuparse de proporcionar al niño ocasiones de encuentro con otros niños, de favorecer situaciones aptas para satisfacer su necesidad de relaciones y de intercambios, de reconocimiento de los demás y de entrenamiento en las tácticas para captar la atención de otros. Sí se debe tener en cuenta que el niño muy pequeño no puede afrontar muchos interlocutores a la vez; y si bien puede alterar momentos en que se relaciona con uno o con dos niños a la vez, por momentos se convierte en “espectador” (por ejemplo en el cochecito) de los juegos colectivos a los que se entregan otros niños mayores, lo cual le resulta también muy agradable. Después de los seis meses de edad y a medida que va creciendo, perfecciona su estrategia de comunicación. Es evidente que, cuando adquiere una mayor autonomía motora, cuando empieza a sentarse y gatear, desarrolla una gama de nuevas posibilidades para expresar sus propios deseos. Hacia los ocho o nueve meses, el “grupo de juegos”, se transforma en un terreno privilegiado para los intercambios comunicativos. Constituye realmente una especie de “rodaje” social, al término del cual, después del primer año, los niños han aprendido a iniciar una interacción social y a reaccionar ante ella. El contexto de la guardería favorece que el niño pueda tener este tipo de experiencias, pues se trata precisamente de un contexto infantil colectivo, que ofrece al niño la posibilidad de alternar los contactos con grupos homogéneos de su misma edad. La organización del espacio, la calidad de los objetos, el tamaño del grupo, la actitud del adulto, todo ello constituye una suma de factores destacados e indispensable para la comunicación entre niños sea cada vez más significativa, eficaz y gratificante. Y durante el primer año el niño manifiesta su propio estilo individual en sus relaciones con sus compañeros. Los padres no deben alarmarse si ven que su hijo es demasiado agresivo o excesivamente tímido en sus intercambios con otros niños. A medida que crece adquiere la capacidad de expresar sus propias necesidades afectivas con creciente eficacia, y con un vasto repertorio de comportamientos adaptados a las diversas situaciones. Lo que sus padres ofrecen a sus hijos determinará la posibilidad continua de tener contactos con otros niños. Solo así puede el pequeño descubrir, a través de la experiencia personal, y del tanteo, cuáles son los modos de comunicación más eficaces para conquistarse un lugar entre los demás. Así con el ingreso a la educación primaria deberá, como ya se mencionó anteriormente, aprender y experimentar nuevas relaciones; las relaciones entre compañeros están muy implicadas en la socialización infantil, es por ello que resultan tan importantes para la salud mental posterior, las competencias sociales futuras, la dominación de impulsos agresivos, la aparición de “inteligencia social” (adoptar el papel de otros niños), el razonamiento moral e intelectual, etc.Estas relaciones posibilitan la independencia del niño y poco a poco dan lugar al cumplimiento de ciertos roles dentro del grupo, que posteriormente se extenderán a la sociedad en general. “En conclusión podría sintetizarse a partir de lo expuesto anteriormente, que se produce en el período de Latencia una serie de modificaciones en el niño en diferentes aspectos de su desarrollo: • • • Personal: mayor concentración de niños/as en el ámbito de la adaptación social, de nuevas tareas intelectuales y relacionales (nuevos contextos de interacción: familia-escuela); junto con el conocimiento progresivo del propio yo. Cognitivo o intelectual: nueva manera de pensar, más lógica y mas estratégica, ampliación y organización de los conocimientos. Social: mayor comprensión de los demás, de las relaciones interpersonales y de los sistemas sociales. “ ADOLESCENCIA Y ADICCIONES Las adicciones en la adolescencia constituyen un problema de salud pública muy importante. Los riesgos y daños asociados a las adicciones en la adolescencia varían para cada sustancia y son sumamente peligrosos. Por Esto, es necesario tener en cuenta las variables personales como el grado de su motivación, conocimiento o experiencia del uso de sustancias adictivas en la adolescencia, y las propiedades específicas de éstas, así Como la influencia de los elementos adulterantes. Lo que hace que las sustancias adictivas en la adolescencia sean nocivas es que se vuelven en contra de uno mismo y de los demás. Al principio se obtiene cierta gratificación aparente, igual que con un hábito. Pero pronto su conducta empieza a tener consecuencias negativas en su vida. CONSECUENCIAS DE LAS ADICCIONES EN LA ADOLESCENCIA Las consecuencias negativas asociadas a adicciones en la adolescencia afectan a muchos aspectos diferentes de la vida de una persona. Estas consecuencias son muy diversas: Las personas que comienzan a beber antes de los 15 años tienen una probabilidad cuatro veces mayor a desarrollar dependencia al alcohol Los adolescentes que toman alcohol tienen los mismos riesgos que los adultos de padecer enfermedades hepáticas, pancreáticas, derrames y ciertos tipos de cáncer. Los adolescentes que usan alcohol tienen una mayor probabilidad de estar sexualmente activos lo que los expone al riesgo de adquirir ETS o VHI. Ciertos estudios han demostrado que los adolescentes que consumen que aquellos que no consumen. Se han asociado intentos, planificaciones y ejecuciones de suicidios en jóvenes que consumen alcohol. ¿CÓMO SUPERAR LAS ADICCIONES EN LA ADOLESCENCIA? Existen diversos centros de rehabilitación y muchos tipos de tratamientos para adicciones en la adolescencia. Elegir los adecuados, siendo éste para uno mismo o para un ser querido, es sumamente importante ya que va a Determinar la recuperación de una vida normal y saludable para la persona que sufre de adicción. ADOLESCENCIA Y FAMILIA La familia es la institución social que recibe al ser humano desde su nacimiento y del cual emerge más tarde la adolescencia constituyéndose en la fuente de sus relaciones más duraderas y su primer sustento económico. La familia tiene el poder de producir más recursos para lograr cambios en los adolescentes, en ella aprenden valores, principios, normas y costumbres que le afectaran por toda la vida. Las y los adolescentes son sumamente vulnerables a los cambios que se dan en la estructura familiar como son enfermedades, crisis de la mediana edad, divorcios, familias ensambladas, etc. Toda familia donde se esté viviendo con un o una adolescente, podría ser considerada como una familia en crisis, ya sea por la presión que puedan imponer o por el conflicto inter-generacional que en ella ocurra; esto es así porque mientras los adolescentes viven su propia crisis, los padres enfrentan la crisis de la edad media con lo que implica la cercanía a la tercera edad. Cada uno de estos períodos de la vida supone una revisión personal, de colaboración de la propia identidad y de planeamiento del futuro. ADOLESCENCIA Y ESCUELA ¿Cómo motivar el vínculo entre la escuela y los adolescentes? Como siempre se destaca, es de vital importancia el compromiso e inherencia de la sociedad en su conjunto para con el ámbito escolar. Es por ello que cada quién desde su espacio puede y debe contribuir con su aporte. La adolescencia es una etapa muy compleja, de permanente cambio e inestabilidad emocional sumada a una introversión a veces difícil de penetrar. Es por eso, que en la medida que sus tiempos y espacios lo permitan, acercarse a la cultura adolescente y rescatar lo valioso de la misma, sin críticas, será un buen paso hacía el diálogo y la apertura comunicativa. Las situaciones grupales favorecen el logro de aprendizajes significativos y el uso adecuado de las relaciones entre compañeros, constituye una estrategia para procurar un entendimiento profundo sobre distintos temas, incluído las problemáticas de adiciones. Esto requiere que existan momentos en los que los alumnos puedan relacionarse entre sí. El docente debe procurar genera situaciones de luego de abordar una temática favorecen tareas de cooperación, expresión de diferencias individuales, tolerancia de las opiniones distintas y ayuda mutua. La escuela debe proponerse como eje motivador central, generar proyectos y puestas en marchas concretas y comprometidas para el desarrollo de los futuros adultos de un país. En la búsqueda de una mejor educación, conceptuar, menospreciar y subestimar una etapa tan conflictiva de la vida como lo es la adolescencia en un joven, es pecar de la mayor de las ignorancias. ETAPA DE LA ADOLESCENCIA Grupos en la adolescencia: La sociabilidad es la capacidad que permite al individuo vivir con los otros y en grupo y favorece la comprensión hacia el otro, el desarrollo de la empatía y la simpatía. La simpatía consiste compartir con el otro, los sentimientos, la tristeza, la alegría; por otro lado, la empatía, consiste en ponerse en el lugar del otro, y por lo tanto elegir. Los factores que inciden en la elección, van cambiando con el tiempo. La simpatía en la adolescencia se dirige hacia la personalidad del otro en su totalidad, y tiene en cuenta sus cualidades afectivas. Para adivinar la elección del otro hay que colocarse mentalmente en su lugar, mirarse a sí Mismo como se supone que los otros nos están mirando. Esto permite de percibir que el adolescente no sólo quiere encontrar un amigo, sino el hecho de que necesita vivir la amistad, pues pasa del plano de cooperación, al diálogo confidencial, fundamental en esta etapa. Cuando surge el amor hacia otro sexo, esta amistad cambia su característica transformándose en adulta. La amistad te integra a la sociedad, facilita el refuerzo y la socialización del YO. Si las amistades juveniles constituyen un aprendizaje de las relaciones interpersonales, pertenecer a un grupo o banda, aparece como un aprendizaje de la vida en sociedad, en lo que podrían llamarse los grupos normales. El adolescente espera del grupo que le permita la conquista de su autonomía, pero una vez que llega a ser independiente abandona el grupo, lo cual es generado especialmente, por las relaciones con el otro sexo Al formar un grupo con “semejantes” favorece a la seguridad del adolescente. El grupo es un fenómeno típico del adolescente, un lugar intermedio entre la familia y la sociedad, donde encuentra seguridad, sentido de pertenencia y contención. El grupo podría objetivarse como un espacio de contención de las responsabilidades sociales y de la diferenciación sexual, pero a la vez los incluye en la misma sociedad como seres sociales y sexuales. Esta ilusión del grupo como objeto de protección y a la vez de inclusión, en una sociedad diversa y que exige responsabilidades, es transitoria, pero les provoca tranquilidad en un período de cambios de núcleos de pertenencia, debido a la crisis de identidad característica de la adolescencia. El adolescente descubre en ese período cambiante, que su cuerpo en transformación, constituye una unidad con el YO, que va a permitirle la integración en nuevos núcleos de pertenencia generacional y social “En conclusión podemos decir que la adolescencia es la gran rebeldía de nuestra vida, empezamos a notar grandes cambios en nuestros cuerpos, en nuestra forma de ver el mundo, en nuestra personalidad, en todo. La mayoría de nosotros nota un alejamiendo de la familia y le da más importancia a nuestros grupos de amigos, porque decimos que son los únicos que nos entiende. Estamos expuestos a todo tipo de adicciones pero sabemos decir no frente a ellas pero lástima que hay quienes no. En la escuela notamos, que ya no tenemos ganas de estudiar, estamos vagos, nos quejamos por todo, un verdadero dolor de cabeza para nuestros padres y profesores. Pero que hay que hacerle, de eso se trata la adolescencia, de una rebeldía de la cual nos sentimos orgullosos de hacerla, del amor platónico que sentimos hacia alguien o de las pequeñas cosas las cuales exageramos como si fuera lo peor de todo. Eso es ser un adolecente.” Entrevista entre niños y niñas desde 3 hasta 15 años. “¿Qué quieres ser cuando seas grande?” Entre 2-6 años Básicamente intentan copiar las profesiones de sus padres. Por ej.: Veterinarios, médicos, dentistas, agropecuarios, maestras, etc. Otro solo se conforma con ser papa y mama. Conclusión: “Podemos decir que estos niños a esta edad quieren ser los que sus padres son a modo de imitarlos. Otros no contestaron por no saber. Algunos pocos solo quisieron ser mamá y papá, a esto último nosotros los relacionamos con el complejo de Edipo y Electra ya que se da en esta edad.” Entre 7-15 años. Se destacan maestra, policía, veterinario y peluquera. Profesiones relacionadas con el deporte también figuran. Editor, medico, contador, científico, son las minorías. Conclusiones: “No saben muy bien lo que van a seguir en un futuro, pero empiezan a tener una idea. Algunos copiaban lo que decían el compañero de al lado. A medida que llegamos a los de la pubertad, estos ya empiezan a manejar una mayor idea de que seguir.” Entre 16-25 años 25-50 años Ya tienen casi decidido o siguieron lo que quisieron, son profesiones tales como Veterinario, contador, profesor, medico, abogado y administrador de empresas. Conclusión: “Están decididos piensan estudiar, y los más grandes estaban terminando y otros viven de lo que eligieron.” Entre 50 años en adelante. Los cuales tuvieron la oportunidad de seguir un estudio, eligieron que seguir, mientras que los que no pudieron llegar a estudiar eligen profesiones que eran comunes en su época por ej.: Maestros, Modistas, Agropecuarios, Conclusión: “Podemos decir que aun pasado el tiempo, siguen eligiendo profesiones comunes en su época, los que más lamentan son los que no pudieron seguir adelante con sus estudios” Cuadro comparativos entre juegos de nuestra época con los actuales. Ambas etapas (Latencia y fálica) Ayer La Pica El viejo y todas sus variantes Las bolitas La mancha A la pelota Elástico Tejo Pandilla Muñecas A la casita Saltar la piola Juegos de mesa Hoy Juegos de video (Play, Xbox, Wii, Compu, etc.) Pica Bolitas Elástico El viejo y todas sus variantes A imitar programas de tele Muñecas A la casita A la patineta Pandilla Tejo A la pelota Fuente: Candela y Aitana Bollatti, Ignacio Picco, Matías Mago, Paulina Lynch, Renzo Mattio, Tomas Ramb y Francisco Martina “Llegamos a la conclusión que ahora en la actualidad se siguen jugando a los mismo juegos que nosotros jugábamos cuando éramos mas chicos pero ahora hay un plus, es que ahora ya esta mas masificado el uso de consolas de video hay otra forma de divertirse. También notamos que la mayoría de los chicos respondió que prefieren jugar a la compa o a la play en vez de jugar algún juego de mesa. Ahí se ve una clara disminución referido a los juegos de mesa, nosotros cuando jugábamos esas tarde lluviosas era una de las formas de diversión sana que teníamos, como olvidar esas tarde jugando a las cartas, al ajedrez o al monopoly. Ahora en vez de jugar a estos prefieren jugar a juegos más violentos como el GTA, MORTAL KOMBAT, CONTER STRIKE, ETC.” Desarrollo del dibujo. De 1 a 3 años: los primeros trazos generalmente no tienen sentido y el niño no parece darse cuenta de que podría ser de ellos lo que quisiera. 3 años: realizan la cabeza que implica todo el cuerpo, los brazos y las piernas no se diferencian a igual q los brazos. 4 años: ya la cabeza se diferencia, le dibujan los ojos, nariz, boca y el pelo. Al dibujar piernas y brazos, a veces surgen confusiones en donde ubicarlas. De 5 a 7 años: a la persona ya la diferencian bien, y le agregan al dibujo un entorno jugando con su imaginación. Los ojos y extremidades ya están bien determinados, al dibujo ya le agregan la vestimenta. Hay diferenciación sexual. De 8 a 16 años: El dibujo va evolucionando cada vez más, agregando más detalles a la cara, piernas, manos y los trazos son más prolijos. De 17 a 50: El dibujo es realista, se tiene seguridad de al trazarlo. Es muy detallista, y se van perfeccionado las distintas partes del cuerpo. Al final de esta edad si empezará la famosa involución del dibujo. De 50 en adelante: Presentan una clara disminución del dibujo. Van volviendo etapas, hasta que es tal la disminución que llega hasta el cefalópodo como un niño de dos años. El dibujo en la formación del niño. Los primeros años de vida son probablemente los más cruciales en el desarrollo de una criatura. Durante este período el niño comienza a establecer pautas de aprendizaje, actitudes y cierto sentido de sí mismo. El arte puede contribuir enormemente a este desarrollo, pues el aprendizaje tiene lugar en la interacción del niño y el ambiente. Tocar, manipular, sentir o cualquier forma de percibir y de reacción frente al medio es en la base para una producción de forma artística ya sea en el nivel de un niño o de un artista profesional. El primer trazo es un paso muy importante en su desarrollo, es el comienzo de la expresión que no solamente lo va a conducir al dibujo y a la pintura, sino también a la palabra escrita. La manera en que se reciban estos primeros trazos y la atención que se les preste puede ser la causa de que el niño desarrolle actitudes que aun poseerá cuando comience su escolaridad formal Colección de dibujos. Conclusiones. De 1 a 3 años: “Podemos señalar que en los dibujos de estos niños están garabateando. Algunos usan bien la proporción de dibujos otros solo utilizan una parte de toda la hoja. Algunos le pusieron nombre y hasta nos pegaron papelitos amarillos.” De 5 a 7 años: “Los niños en esta edad sostienen ya una imitación de cómo dibujar. Hacen el famoso cefalópodo, algunos son más específicos que otros. Utilizaron colores para hacerlos.” De 8 a 16 años: “Hallamos una clara diferenciación de espacio en algunos dibujos, se nota el cielo y el horizonte, hay mas detalles que en los observados anterior mente, aunque hay algunos que siguen haciendo cefalópodos cosa que nos preocupo. Hacen una clara especificación del cuerpo humano, le sumaron detalles como chulas, vestido. Una se olvido de hacerle los ojos por lo que supusimos que se olvido.” De 17 a 50: Concluimos que hay una clara distribución de espacio con respecto a la hoja, en cuento a la figura humana es proporcional, le añaden detalles realistas. Las partes sexuales están muy bien marcadas. Llegando al final de la edad se puede observar una involución del dibujo. De 50 en adelante: “A medida que son mayores las personas más se nota la involución. Algunos dibujos parecen con un trazo tembloroso otros intentan copiar algo pero no les sale. Hay algunos caso en los cuales vimos un cefalópodo lo cual indica que esas personas estar involucionando y dibujan igual que un niño de 3 o 4 años.”