Acta del I Seminario de Formación de Formadores

Seminario Internacional “Formación de Formadores para el Desarrollo Rural”
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Seminario Internacional “Formación de Formadores para el Desarrollo Rural”
ACTA DE PROCESO Y COMPROMISO
14 de noviembre de 2008
El Seminario Internacional “Formación de Formadores para el Desarrollo Rural”,
realizado entre el 10 y 14 de noviembre de 2008 en las ciudades de Montevideo y
Tacuarembó, fue convocado por 3 e instrumentado por 16 instituciones y organizaciones
de carácter académico, gremiales de productores y asalariados rurales, servicios públicos
y profesionales, a saber: Facultades de Agronomía y de Veterinaria, Comisión Sectorial de
Extensión y Actividades en el Medio, Comisión Sectorial de Enseñanza, Casa de la
Universidad de Tacuarembó, Consejo de Educación Técnico Profesional, Consejo de
Educación Primaria, Administración Nacional de Educación Pública, Escuela Nacional de
Formación Agronómica (Francia), Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria,
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, Programa Uruguay RuralMGAP, Instituto Plan Agropecuario, Instituto Nacional de Colonización, Unión Nacional de
Trabajadores y Asalariados Rurales y Comisión Nacional de Fomento Rural. Fue declarado
de Interés Departamental por la Junta Departamental de Tacuarembó, de Interés
Educativo por la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura, y de Interés
Ministerial por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y por la Dirección Nacional
de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio
Ambiente. La participación de la Escuela Nacional de Formación Agronómica (ENFAFrancia) y el apoyo de la Embajada de Francia abrieron la oportunidad de plantear esa
discusión en un contexto internacional vinculado a la Maestría en Educación Agraria que
se desarrolla en Argentina y Brasil, aumentando el desafío de este evento al que
concurrieron más de 340 personas de siete países: Argentina, Brasil, Ecuador, Francia,
México, Paraguay y Uruguay.
Los convocantes invitamos y nos invitamos a pensar y generar un ámbito de encuentro y
discusión sobre el quehacer institucional y el desarrollo rural, desde el rol inexcusable de la
educación de nuestra gente en todos los niveles. Consideramos que este Seminario no es
el inicio de un proceso de elaboración teórica y práctica. Los trabajos expuestos por las y
los participantes así lo evidencian. Menos aún pretendemos que constituya un fin en sí
mismo o el cierre de una etapa. Muy por el contrario, quienes en él participamos pensamos
que este Seminario ha sido un mojón más en la búsqueda colectiva de las mejores
alternativas de vida para nuestros compatriotas en cada uno de los países aquí
representados.
Las acciones de la Universidad y del sistema educativo en general cobran cabal sentido si
aportan al conjunto de la sociedad y si, desde ella, son valoradas. De igual forma ocurre
para con el rol de los servicios públicos y las organizaciones de productores y asalariados
rurales, en tanto ellas se deben a quienes las integran y sostienen.
El Seminario Internacional “Formación de Formadores para el Desarrollo Rural”
conectó dos temas de indudable trascendencia que por sí solos suscitan la atención y
preocupación de los más diversos actores de la sociedad. Repensar la función de los
formadores, resignificando las prácticas desarrolladas, las estrategias de formación, la
complejidad del acto educativo y los procesos de enseñanza y de aprendizaje puestos en
juego, es sin duda una tarea que debe ser encarada por amplios colectivos en forma
participativa y crítica.
Montevideo – Tacuarembó, Uruguay. 10 al 14 de Noviembre de 2008
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Desde un abordaje interdisciplinario, donde todos los actores aportan lo suyo en un
proceso de investigación y de acción, se consideró necesario repensar las dinámicas del
desarrollo rural a la luz de los fracasos históricos que han tenido los diferentes modelos en
América Latina, desde sus niveles de aplicabilidad hasta los impactos socio-económicos y
culturales en los distintos actores sociales, jerarquizando los saberes locales, revisando los
impactos ambientales, los niveles de afectación de los recursos naturales y su
disponibilidad para las futuras generaciones. Esta tarea de indudable trascendencia debe,
necesariamente, ser encarada en forma colectiva y participativa, conscientes de que la
construcción de la sociedad no es tarea de unos pocos; que ella crece en el debate y la
sana confrontación de las ideas en un clima de respeto y libertad, dando cabida a la mayor
diversidad de visiones e intereses.
En función de estas consideraciones, el objetivo central de este encuentro se relacionó con
la generación de una instancia amplia y abierta de conocimiento y articulación de
experiencias a ser debatidas con el propósito de repensar los procesos de formación para
los diferentes colectivos que construyen el desarrollo rural, a la vez que se generan nuevos
procesos cada vez más democráticos, críticos y autogestionarios.
Los resultados de esa construcción colectiva afloraron en la diversidad y riqueza de los
trabajos y experiencias presentadas desde Francia, Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay
en las distintas instancias de conferencias y exposiciones de este encuentro, lo cual nos ha
brindado la oportunidad de conocer y confrontar diferentes realidades, ideas y opiniones
sobre la educación, la formación de formadores y el desarrollo rural.
La dinámica del Seminario Internacional se estructuró en torno a un eje temático y
conceptual medular: la Formación de Formadores, y a dos ejes estrechamente vinculados,
subsidiarios y concurrentes: el Desarrollo Rural y la Educación. A continuación se presenta
una rápida reseña de los aportes y reflexiones centrales surgidos del trabajo de las Mesas
y Conferencias de los participantes, relativos a cada eje y a su conjunto.
La Formación de Formadores es enseñanza, formal y no formal, pero con la mirada y los
métodos puestos en esa población en particular cuya intención, vocación o trabajo los
convierte en actores incidentes en los procesos de desarrollo: los docentes, los
profesionales, los extensionistas, los promotores sociales. Dentro de este Eje Temático se
expusieron trabajos que, aportando a la formación de formadores, se enfocan desde dos
ángulos diferentes: la articulación de políticas y organización del sistema a nivel general y
la materialización de esa formación en experiencias y procesos específicos.
Del trabajo de la semana se extraen:
• el carácter interdisciplinario, imprescindible, de la formación de los formadores y los
agentes del desarrollo rural.
• el gran esfuerzo y preocupación por la formación docente, tanto en los conceptos
disciplinares como en la capacidad para enseñarlos.
• las acciones de la Universidad y ANEP para promover procesos que contribuyan a
“borrar” las barreras entre el interior y Montevideo.
El Eje temático de la Educación se nutrió con gran parte de los trabajos presentados por
los maestrandos de Brasil que participan de la Maestría promovida por ENFA. Las
exposiciones y debates abordaron el tema desde miradas múltiples sobre el currículo y las
didácticas específicas, articulando investigación educativa e investigación técnica, donde
participan profesores, profesionales-estudiantes y estudiantes de distintas fases del
sistema educativo. Si bien la mayor parte de los trabajos refieren al ámbito universitario,
los hubo también sobre los otros componentes del Sistema Educativo y sobre la educación
no formal, con planteos teóricos, prácticos y reflexiones sobre la praxis.
Se profundizó en la investigación como proceso de enseñanza, el análisis y la propuesta
de cómo mejorar la formación de formadores. En particular, se planteó la problematización
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de la enseñanza en función de la realidad en que se inserta, la incorporación de la
investigación en el aula, la motivación de los estudiantes, la resignificación y respeto de los
saberes populares y la formación de los docentes hacia un profesional-docente reflexivo y
crítico de su propia práctica y del sistema en que opera, de modo tal que le permita actuar
mejorando su desempeño y el de los estudiantes.
La interdisciplina, como enfoque y herramienta de comprensión de la realidad y de la
formación docente, fue citada en forma recurrente pero aludiendo a que aún debe ser
profundizada en su implementación práctica, ya que nadie niega sus virtudes pero muchos
encuentran verdaderos problemas para hacerla realidad.
La inter-institucionalidad se presentó como estrategia para potenciar los procesos
educativos en condiciones de equidad; pero también se reconocen las dificultades en su
implementación.
Los espacios para la formación de formadores con este nuevo enfoque deben construirse
o reconstruirse, ya que la reproducción de antiguos mecanismos sólo construye barreras
más grandes que impiden los procesos interdisciplinarios e interculturales.
El Eje temático del Desarrollo Rural se centró en los efectos generados por, entre otros
factores, la educación en sentido amplio, donde los "formadores" -docentes, profesionales,
extensionistas, promotores y otros- desempeñan un rol fundamental y ejercen presión
social, consciente o inconscientemente, para mantener el statu quo o promover cambios
en alguna dirección y desde alguna de las concepciones del Desarrollo. Los trabajos
abordaron la discusión de políticas y estrategias del desarrollo rural, caracterizaciones de
los actores sociales del medio rural y experiencias concretas de puestas en terreno de
acciones que contribuyen al desarrollo agropecuario. Uno de los elementos que emergió
inmediatamente fue el de establecer con claridad “a qué Desarrollo Rural nos estamos
refiriendo”.
Freire, citado reiteradamente, entiende que tanto el desarrollo como el subdesarrollo son
considerados como el conjunto de ideas y concepciones, esperanzas, dificultades, valores
y desafíos en interacción dialéctica con sus contrarios, buscando la plenitud. Éste es el
marco teórico básico que a nuestro entender debe guiar la formación de los formadores y
en función del mismo ésta debe contribuir a la formación de seres “imaginativos y
curiosos”, seres autónomos y críticos que construyan su propia historia, como dice Freire
(1998): “Lo que no podemos, como seres imaginativos y curiosos, es parar de aprender a
buscar, de investigar la razón de ser de las cosas. No podemos existir sin interrogarnos
sobre el mañana, sobre lo que vendrá, a favor de qué, contra qué, a favor de quién, contra
quién vendrá, sin interrogarnos en torno de cómo hacer concreto el “inédito viable”
demandando de nosotros la lucha por él”.
Al respecto, el Maestro Soler aportó su visión al Seminario estableciendo que:
“He afirmado que presiento un cierto acuerdo en cuanto a la naturaleza integral que
han de tener tanto el desarrollo general como el desarrollo rural. No sé si nos resulta tan
fácil coincidir en cuanto a la profundidad que se ha de dar a las acciones de desarrollo
rural. Personalmente sigo creyendo útil la definición del Diccionario Larousse ya
mencionada: se trata de transformación de estructuras, no de simple crecimiento, no de
pequeños cambios. Por supuesto, allí donde las estructuras hayan sido transformadas en
función de un proyecto de sociedad compartido, el desarrollo rural habrá de preservar y
perfeccionar ese proyecto, elevando siempre la mira en términos de justicia social,
reordenamiento territorial, mejoramiento de la calidad de la vida, plena vigencia de todos
los derechos. Allí donde no se da esta situación, cuidémonos de no hacer del desarrollo
rural un simple paliativo, un mal remiendo, o una estafa. Suele ocurrir”
Del trabajo de la semana surge también que:
• Hemos vivido la oportunidad de reunir países miembros del MERCOSUR y otras
regiones, en la propuesta de discutir la integración de la Enseñanza y el Desarrollo
Agrícola, con una clara demostración que la cooperación internacional debe ser
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una acción presente en todas nuestras discusiones, en un marco de respeto por las
diferencias y soberanías.
• No es sencillo en los marcos de Acuerdos Institucionales establecer el “qué” y el
“cómo” hacer para que las intervenciones generen verdaderos procesos
participativos desde el inicio de ellas, que permitan la liberación y empoderamiento
de las comunidades sobre el destino que prefieran para sí, rompiendo con las
relaciones de dependencia y con la concentración de poder y saber.
• No es sencillo conciliar los tiempos, intereses, necesidades y objetivos de las
comunidades, de las instituciones, de los individuos, para focalizar las energías en
los procesos y/o en los productos de las acciones emprendidas.
El Desarrollo Rural “nos toca a todos; cada cual desde su punto de vista”; lo importante es
darnos el espacio para el intercambio, la discusión y la discrepancia en un clima de
tolerancia y de profundo respeto por las libertades de expresión, individuales y colectivas.
Las propuestas deben transitar un proceso de construcción que requerirá el compromiso y
el esfuerzo de las instituciones locales, regionales y nacionales (públicas y privadas); en tal
sentido las instituciones participantes visualizan como una oportunidad poder trabajar en
proyectos vinculados a la Formación de Formadores para el Desarrollo Rural Sostenible,
constituyendo para ello ámbitos regionales e interinstitucionales cuya misión sea la
formación dirigida a docentes, técnicos, agentes comunitarios, productores y trabajadores.
Dice el Maestro Soler en su mensaje al Seminario: “ninguno de nuestros países parte de
cero. Todos han realizado importantes experiencias de promoción del desarrollo rural,
generalmente condicionadas por circunstancias político-partidarias. En muchos casos se
dispone de un caudal legislativo importante, regulador de algunos aspectos básicos del
desarrollo rural. Es de urgente prioridad aplicar esas disposiciones y dar cumplimiento a
los compromisos contraídos al más alto nivel en reuniones regionales e internacionales en
favor de un más justo y racional uso de la tierra, del bienestar de las poblaciones rurales y
de la contención de su éxodo a las zonas urbanas o al extranjero. En algunos países – el
Uruguay es uno de ellos – se dan ahora circunstancias favorables para una intensificación
y sistematización de las acciones de desarrollo rural. La realización de este Seminario lo
demuestra y es deseable que en el mismo se planteen y resuelvan una serie de
interrogantes de orden conceptual, organizativo y metodológico, de modo de estimular una
nueva etapa en que el desarrollo rural de América Latina resurja con enfoques
transformadores, integrados, bien dotados de recursos y con previsiones para el medio y el
largo plazo”.
Podemos entonces preguntarnos:
¿Cómo hacer de los centros educativos y de la formación de profesores y otros agentes
sociales, nacionales y locales, un espacio clave del desarrollo de las comunidades?
¿Cómo hacer para que, por encima de los intereses corporativos o institucionales, primen
los valores de respeto, libertad, democracia y autonomía que permitan a las comunidades
ser dueñas verdaderas de su destino?
¿Cómo construimos entre los sudamericanos una cooperación mutua y sostenida que
incluya también la cooperación Francesa y de otras naciones?
¿Cómo nos articulamos dentro de cada país para obtener que nuestros gobiernos
establezcan políticas de promoción para esos fines?
Quienes hemos participado en este Seminario internacional convenimos y nos
comprometemos a impulsar los siguientes puntos:
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1.- Que los productos de este Seminario Internacional contribuyan a situar la formación de
formadores para el desarrollo rural en la agenda de las instituciones organizadoras y
en la de todos los participantes del evento, promoviendo una nueva etapa de reflexión
individual y colectiva sobre el valor y sentido de lo que hacemos, comprometiéndonos
para continuar trabajando en profundidad para producir propuestas alternativas que
verdaderamente conduzcan a estrategias de desarrollo sustentable y que mejoren las
condiciones de vida con y para la población rural.
2.- Proponemos generar un sistema de formación docente y de actores sociales para el
área agraria que abarque todos los niveles, formales y no formales -primaria,
secundaria, técnica, tecnológica y universitaria-, donde también participen otras
instituciones y organizaciones para su orientación, desarrollo y evaluación.
3.-
Hacemos hincapié en la necesidad de desarrollar verdaderos procesos
interdisciplinarios, con metodologías de proyectos y solución de problemas reales,
aplicando los conceptos de la pedagogía constructiva y de base humana.
4.- Reivindicamos la necesidad del sinceramiento y humildad institucional, profesional y
personal al pretender desarrollar procesos de cambio que valoren, respeten y
promuevan el desarrollo libre de las comunidades de nuestros países, conscientes de
que sólo serán verdaderos si ocurren primero en cada uno de nosotros.
5.- Impulsamos los procesos de real descentralización en nuestros países para superar la
inequidad educativa, social y económica que aqueja a los “no visibles” de nuestro
medio rural. Si no sabemos construir capacidades locales reproduciremos un
neocolonialismo desde las urbes centrales.
6.- Reclamamos a las autoridades y conductores de nuestras instituciones, organizaciones,
gobiernos locales y nacionales que propicien todos los ámbitos y apoyos posibles que
permitan la expresión sencilla, pero cierta, de los valores fundamentales de nuestra
sociedades: la democracia como ámbito de construcción colectiva, la libertad para
decir y ser escuchado, la tolerancia y el respeto por lo y los diferentes, el derecho a
una vida digna y la equidad de acceso para todas y todos a las mejores oportunidades
que nuestras sociedades puedan ofrecer.
7.- Que lo que hoy vivimos y expresamos en este Seminario se convierta en un mojón que
aporte al largo camino ya recorrido y por recorrer en la construcción de nuestras
identidades y destinos como naciones libres, independientes y hermanadas.
En Montevideo-Tacuarembó, Uruguay, 14 de Noviembre de 2008
Firmas:
gm-jp08
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