LA ESTRUCTURA DE OPORTUNIDAD POLÍTICA Y SU IMPACTO EN EL MOVIMIENTO ESPAÑOL CONTRA LA GUERRA (2003-2004). Isis Sánchez Estellés University of Essex/Universidad de Castilla-La Mancha [email protected] [email protected] 1. LA ESTRUCTURA DE OPORTUNIDAD POLÍTICA EN LA TEORÍA DEL PROCESO POLÍTICO El concepto de estructura de oportunidades políticas corresponde a la teoría del proceso político (TPP). De forma resumida, el énfasis esencial de la teoría del proceso político, tal y como fue desarrollado en los 70 y los 80, es que los activistas no eligen los objetivos, estrategias y tácticas sin un fundamento. Por el contrario, el contexto político genera los agravios entorno a los que los activistas se movilizan, dando preferencia a algunas quejas y postergando otras. La sabiduría, creatividad y los resultados de las decisiones del activista solo se pueden comprender y evaluar atendiendo al contexto político y las reglas del juego en las que ha tomado sus decisiones. (Meyer, 1999) El concepto de estructura de oportunidades políticas se ha utilizado como la variable explicativa clave respecto de dos variables dependientes: la coordinación de las acciones colectivas y los resultados de la actividad del movimiento (McAdam, 1996). Es esta última la que atañe a mi estudio. Una movilización muy activa no tiene efecto necesariamente, si la estructura de oportunidades políticas no está abierta al cambio. En cambio, una escasa movilización puede tener un efecto importante perteneciendo a las propiedades de la estructura de oportunidades políticas (Kitschelt,1986). La idea de estructura de oportunidades políticas, desarrollada de forma implícita por Lipsky (1968), se explicitó más durante la década de los 70: primero por parte de Eisinger (1973), que la puso en funcionamiento transversalmente haciendo uso de las instituciones políticas, más tarde por parte de Piven y Cloward (1977), que afirmaban que la inestabilidad electoral es la fuente más importante de oportunidades políticas. Posteriormente, Jenkins y Perrow (1977) prestaron especial atención a los recursos externos de los trabajadores agrícolas. El concepto fue desarrollado entonces de un modo más formal por Tilly (1978), McAdam (1982), Tarrow (1983) y Kitschelt (1986). El concepto de estructura de oportunidades políticas se ha utilizado para estudiar los movimientos feministas (Katzenstein y Mueller 1987), los movimientos antinucleares (Kitschelt 1986), los movimientos en defensa de los derechos civiles (McAdam 1982), el movimiento pacifista holandés (Schennink 1988) y a organizaciones terroristas italianas de izquierdas (Della Porta 1988). Se ha utilizado en la investigación de Tarrow sobre la insurgencia religiosa (1988) y en su estudio sobre el ciclo de protestas en Italia de 1965 a 1975 (1989). Para comenzar con la definición de EOP, Tarrow señala que la estructura de oportunidades políticas es un conjunto de variables dinámicas que varía de vez en cuando y de un lugar a otro (Tarrow, 1 1994). 1. Varios autores han conceptualizado este conjunto de variables de distinta manera (véase McAdam, 1996), por ejemplo Brockett (1991), Kriesi et al (1992,1995), Dieter Rucht (1996) y Sidney Tarrow (1994). Fundamentalmente, los cuatro autores han distinguido la estructura formal institucional o legal de un sistema político dado de la estructura más informal de las relaciones de poder (McAdam, 1996). Voy a seguir sobre todo la definición de variables de Tarrow para esta exposición. Tarrow define la estructura de oportunidades políticas como «las dimensiones del entorno político que incentivan a la gente para llevar a cabo acciones colectivas afectando a sus expectativas de éxito o fracaso» (Tarrow 1994:85). Tarrow define de forma parecida en un momento posterior la EOP como «los signos consecuentes, pero no necesariamente formales, permanentes o nacionales, de los actores sociales o políticos, que los animan o desincentivan a la hora de hacer uso de sus recursos internos para generar movimientos sociales» (Tarrow, 1996:54)2. En la estructura de oportunidades políticas hay elementos variables y estables. Algunos aspectos de las oportunidades políticas están profundamente arraigados en las instituciones políticas y la cultura, otros son relativamente volátiles, cambiando con los acontecimientos, políticas y actores políticos. Los elementos variables de la estructura de oportunidades políticas son cuatro: 1) apertura del acceso político, 2) cambio en los alineamientos dirigentes, 3) disponibilidad de aliados influyentes, 4) fisuras dentro y entre las élites. Voy a explicar cada uno de los elementos. 1) La apertura del acceso político proporciona incentivos para atacar. Otros autores, como McAdam (1996) lo han denominado La apertura o cerrazón relativos del sistema político institucionalizado. McAdam afirma (1996) que esta primera dimensión enfatiza la importancia atribuida por todos los autores a lo legal formal y a la estructura institucional de una política dada. Peter Eisinger afirma que la relación entre la protesta y la oportunidad política es curvilínea, ni el acceso totalmente abierto ni su ausencia dan lugar al grado máximo de acción colectiva. Eisinger afirma que la protesta es en particular probable «en sistemas caracterizados por una mezcla de factores de apertura y cerrazón» (Eisinger, 1973:15). El acceso en expansión se expresa de manera más obvia a través de las elecciones, cuando se trata de regímenes democráticos. No obstante, considero que hay otro elemento que puede explicar la posibilidad de acceso a la participación, y que está presente en mi explicación del surgimiento y efecto del movimiento contra la guerra. Se trata de las consecuencias de los atentados del 11M en España. En efecto, las consecuencias de los ataques influyeron en el impacto del movimiento antiguerra, especialmente por los acontecimientos del 13 de marzo. Se pueden distinguir entre consecuencias político-legales y consecuencias político-sociales3. 1 2 3 El concepto de estructura de oportunidades políticas se remonta a la última convulsión de Occidente, durante los años 60. (Tarrow,2004:111) Brockett sugiere otra definición útil (1991:254) «la configuración de fuerzas en el entorno (potencial o real) de un grupo político que influye en las declaraciones que hace de sus reivindicaciones políticas». Esta distinción analítica cobra más sentido en la tesis de la autora donde se comparan las consecuencias de los ataques del 11S y del 11M. 2 2) Alineamientos inestables. Este es otro aspecto que incentiva la acción colectiva, la inestabilidad de los alineamientos políticos, que aparece en las democracias liberales como consecuencia de la inestabilidad electoral. Los cambios en el gobierno y los partidos opositores, en particular cuando se basan en coaliciones nuevas, generan incertidumbre entre sus partidarios y pueden inducir a las élites a competir por el apoyo fuera de la organización política. (Tarrow, 1994). 3) Aliados influyentes. De hecho, los contendientes se animan a llevar a cabo acciones colectivas cuando tienen aliados que pueden actuar como amigos ante los tribunales, aliados frente a la represión o como negociadores admisibles. Los partidos son aliados importantes para los disidentes en los sistemas representativos. En términos generales, los partidos de la izquierda favorecen más a los disidentes que los partidos moderados o conservadores (Tarrow,2004). Si los social-demócratas, en concreto, están en la oposición, se benefician de los retos que los nuevos movimientos sociales dirigen al gobierno.. Maguire (1995) por extensión afirma que las interacciones entre los movimientos y los partidos aumentan cuando estos se encuentran en la oposición. Si un partido es un partido potencial del gobierno, podría ofrecer a un movimiento exitoso una oportunidad para llevar a cabo sus objetivos. 4) Élites divididas. Los conflictos dentro y entre las élites incentivan a los grupos no representados para iniciar una acción colectiva. (Tarrow, 2004). Tarrow (2004) sitúa a la represión y a la facilitación del estado dentro de los elementos variables y después habla sobre lo mismo en los elementos estables. Yo voy a situarlas en el elemento variable porque cambian dependiendo de quien esté en el gobierno. Represión y facilitación se ven más fácilmente como dos continuos separados más que como polos opuestos característicos de distintos tipos de estados. Tilly define represión como «cualquier acción de una parte o grupo que eleva el coste de una acción colectiva de los contendientes. Una acción que reduce el coste de la acción colectiva es una forma de facilitación». (Tilly, 1978:100). No todos los países represivos suprimen con la misma eficacia las oportunidades para la acción colectiva (véase Tarrow, 2004). Por otro lado, los efectos de la represión no están claros, al menos respecto a su impacto sobre el nivel de movilización. Aunque es evidente que los niveles extremadamente elevados de represión restan atractivo a la acción colectiva para una gran mayoría de activistas, está menos claro si, a niveles más bajos, una represión mayor podría reducir la cantidad de movilización. En la literatura hay varios ejemplos de movimientos estimulados por la represión. (Kriesi, 1995) La represión puede no disminuir el nivel de movilización, al menos en regímenes democráticos se puede esperar un efecto considerable sobre el repertorio de acciones. En los regímenes democráticos los efectos de la facilitación y la represión en el repertorio de acciones tienden a ir en la misma dirección: niveles elevados de cada uno conducirán a una moderación de las estrategias de movimiento. Elevados niveles de represión conducen a moderación y radicalización al mismo tiempo (Kriesi, 1995). Para el análisis empírico del caso español voy a seguir el modelo de Donatella Della Porta (1996). La autora distingue 5 dimensiones. 1) “Represiva” versus “tolerante”, de acuerdo con el rango de comportamientos prohibidos 2) “selectiva” versus “difusa”, de acuerdo con el grupo de rangos 3 sujetos a represión 3) “preventiva” versus “reactiva”, de acuerdo cuando es la intervención de la policía 4)”dura” versus “blanda” de acuerdo con la fuerza usada 5) “sucia” versus “legal”, de acuerdo con el nivel en que es respetado los procedimientos legales y democráticos. Los aspectos antes mencionados se pueden considerar como los aspectos dinámicos de las estructuras de oportunidades políticas, pero hay otros elementos que pueden considerarse estables. Autores como Peter Eisinger, William Gamson, David Meyer, Hanspeter Kriesi y Herbert Kitschelt han argumentado sobre los elementos estables de la estructura de oportunidades políticas. Se considera relevante la contribución de Kriesi sobre la fuerza del estado y las estrategias preponderantes de los estados frente los que desafían su poder (Tarrow, 2004) Sin embargo, como dice Tarrow se debe evitar el esquematismo. Sería más sencillo utilizar la fuerza del estado como un modo global de predecir la acción colectiva si esta fuera constante, pero la fuerza y la debilidad son valores relativos que varían para los distintos sectores y niveles del estado. Lo mismo acontece con el concepto de «estrategias preponderantes». Por ejemplo, EE.UU. admitía las protestas cívicas organizadas por la clase media, no obstante no admitía los ataques contra la propiedad privada. Como consecuencia de esta diferencia, los Estados Unidos ofrece una puerta abierta a los grupos que persiguen objetivos modestos, denominados movimientos de consenso estudiados por McCarthy y Wolsfon (1992 citados por Tarrow, 2004), pero están en contra de movimientos que desafían al capital o a la seguridad nacional. (Tarrow, 2004). Asimismo, la fuerza del estado y las estrategias predominantes dependen de otro factor que varía como consecuencia de otros factores como guerras, elecciones, nuevas coaliciones de partidos y cambios en la opinión pública. (Tarrow, 2004) Por ejemplo, las «estrategias predominantes» pueden depender del partido que esté en el gobierno, en el caso de España con un partido conservador entre 2001 y 2004 siguió estrategias exclusivas, sin embargo, el partido socialista cuando está en el poder sigue estrategias más inclusivas. . La estructura del estado es una dimensión útil para predecir si los movimientos tendrán oportunidades para iniciar una acción colectiva y dónde lo harán. Al igual que los estados tratan de forma distinta a los contendientes fuertes y débiles, muestran una cara distinta en sectores diferentes y tienen una fuerza distinta a lo largo del tiempo. Por ello, es más útil especificar aspectos particulares de la estructura institucional que se relacionan directamente con los movimientos que cosificar al estado como predictor de la acción colectiva. (Tarrow, 1994). Por todo lo mencionado anteriormente, prefiero utilizar conceptos más funcionales y concretos. Como estoy intentando explicar los elementos estables, prefiero utilizar dos conceptos de Kitschelt (1986): estructuras de acceso político y estructuras de aplicación de la política. Las estructuras de acceso político hacen referencia a cómo algunos elementos del sistema político son más abiertos o cerrados para recibir y absorber reivindicaciones. Las estructuras de aplicación de la política hacen referencia a cómo el sistema pone en marcha las políticas. Según Kitschelt (1986) hay al menos cuatro factores que determinan la apertura de un sistema político a nuevas reivindicaciones. 1) El número de partidos políticos que articulan de forma efectiva las distintas reivindicaciones en la política electoral influye sobre la apertura. Esto se puede complementar con ideas de Tarrow y Kriesi. Como señala Tarrow, es importante para la EOP la estructura del sistema de partidos en la que los movimientos tienen cabida. Un partido fuerte y monolítico es menos propenso a absorber las reivindicaciones de nuevos actores sociales, mientras que un sistema de partido más débil y descentralizado es más fácilmente penetrable por parte de los 4 intereses de los elementos activos. El número de partidos y facciones políticos, grupos que articulan las distintas reivindicaciones en la política electoral, influye en la apertura del sistema político (Kitschelt,1986). Cuando hay muchos partidos, los movimientos sociales encuentran aliados más fácilmente dentro del sistema. Estos aliados pueden ser tanto partidos pequeños como a partidos más grandes y establecidos (Kriesi,1995). Kriesi (1995b) también destaca que el sistema electoral desempeña un papel. La representación proporcional permite un acceso a los contendientes más fácil que los métodos de pluralidad y mayoría. Partidos ya establecidos asumen un riesgo mayor de competir con contrincantes en los sistemas proporcionales que en los de representación plural o por mayoría. Los nuevos movimientos sociales, y, por extensión, se podría decir que todo tipo de movimientos, encuentran aliados dentro del sistema de partidos con sistemas de representación proporcional con mayor facilidad. (Kriesi, 1995b). 2) El segundo elemento en las estructuras de acceso de Kitschelt es la independencia de las asambleas legislativas. La apertura aumenta la capacidad de las asambleas legislativas para desarrollar y controlar políticas con independencia del poder ejecutivo. (Kitchelt, 1986). 3) El tercer elemento son los patrones de intermediación entre los grupos de interés y el poder ejecutivo. Cuando existen vínculos flexibles, se facilita el acceso a nuevos intereses. 4) El cuarto elemento hace referencia al mecanismo de agrupación de reivindicaciones. De hecho, las reivindicaciones deben encontrar la forma para «acceder a los procesos de formación de compromisos y consenso político». (…) (Kitschelt, 1986:63). Kitschelt (1986) también señala tres dimensiones funcionales para caracterizar la capacidad de los sistemas políticos para poner en práctica las políticas. No obstante, voy a ignorar los dos primeros porque no son relevantes para mi análisis. De hecho, centralización vs. descentralización no afecta a la puesta en práctica de las políticas cuando hablamos de política exterior. El segundo, el control del gobierno sobre los participantes en el mercado tampoco afecta a la política exterior. El tercer elemento que Kitschelt señala es la relativa independencia y autoridad del sistema judicial en la resolución de los conflictos políticos. Otro elemento estable importante es la estructura de los medios de comunicación. Cuanto más abierta sea la estructura de los medios de comunicación en un país, más visible será el movimiento para la población (más cobertura) y más probable será que el movimiento social pueda acceder al poder. «Los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en la definición de los actores del movimiento si se les toma en serio como agentes del posible cambio» (Gamson y Meyer, 1996:285). El foco de los medios valida el movimiento como un actor importante. Esto sugiere que la apertura y cerrazón del acceso y atención de los medios es un elemento importante en la definición de la oportunidad política para los movimientos. (Gamson y Meyer, 1996). Las normas y prácticas de los medios y la más amplia economía política en la que actúan influyen en las oportunidades y restricciones en los que los movimientos tienen lugar. Las organizaciones clave en el sistema de los medios confieren posición a los actores. Se insertan en la esfera pública, sugieren a otros medios, élites y públicos, quienes son los actores serios (Gamson y Meyer, 1996). Gamson y Meyer (1996) distinguen entre un elemento estable de los medios de comunicación, que ellos denominan economía organizativa y política de los medios de comunicación, de los otros más volátiles que ellos denominan acceso de los medios de comunicación. Yo lo considero un elemento estable, ya que voy a mostrar cómo los medios actúan en un país de forma independiente de quién 5 se encuentre en el poder. La estructura de los medios de comunicación está interrelacionada con las reglas del sistema político4. ANÁLISIS EMPÍRICO DE LA EOP DEL MOVIMIENTO ESPAÑOL CONTRA LA GUERRA (2003-2004). 2. Voy a dividirlo en elementos variables y estables. En primer lugar, voy a hablar de los elementos variables. 1) La primera dimensión es la apertura del acceso político, al considerarse como un elemento variable de EOP. Yo lo relaciono con las consecuencias de los atentados. Por tanto, analizo cuáles fueron las consecuencias inmediatas de los atentados tanto en el marco político-legal como políticosocial. En el marco político-legal es de destacar que los atentados no produjeron ningún cambio por parte del gobierno en el marco legal contra el terrorismo. Existen varias leyes como la ley de seguridad ciudadana, le ley “corcuera” la “Kale Borroka” o la ley de partidos que desde distintos ángulos tratan el tema del terrorismo, sin embargo y a diferencia del caso norteamericano con la PATRIOT Act los atentados no supusieron un cambio en el marco legal. Por otro lado, tenemos las consecuencias político-sociales. La primera consecuencia de los atentados fue la mentira acerca de la autoría, pero además hubo otra consecuencia: el enfado y la movilización de la población. No había restricciones legales o represión, la respuesta de los ciudadanos fue la movilización. Presento a continuación algunas de las citas que explican las consecuencias de los atentados. Pilar Masana, de Aturem la Guerra dice: «Fueron las mentiras las que hicieron que mucha gente fuera a votar. La gente votó contra el PP, yo no quería ni que ganara el PSOE, ni que perdiera el PP (...). Mi percepción es que Acebes defendió hasta el último momento la tesis de ETA porque sabían que el terrorismo estaba relacionado con la guerra de Irak y que eso podría llevarles a perder las elecciones» En todas las entrevistas se repite la misma idea: la consecuencia inmediata de los atentados fue la mentira y la mentira ocasionó la protesta de la gente el día 13 de marzo tras los atentados. Esta mentira atraía la tensión política que se había generado durante esos años (2001-2004) y conectaba con las movilizaciones anteriores5. 4 5 En este sentido, mi perspectiva es distinta a la de Crossley (2002), que considera como no estable lo que él denomina «la estructura de oportunidades de los medios». Con las movilizaciones anteriores se hace referencia las movilizaciones contra la LOU (2001-2002), el 20J (2002), El Prestige (2003). Para un análisis vease Sánchez, I (2006) “Why did the PP lose the elections in 2004? A discursive analysis response” MA dissertation, University of Essex. 6 “La gente se unía a nosotros de una manera espontánea, porque la gente ya había desarrollado el hábito de manifestarse, no había miedo, había mucha tensión política, la gente salía de los balcones y aplaudía. La gente se había estado manifestando alrededor de 2 años. Fue un largo proceso que culminó con los ataques y la mentira del gobierno. Sin las movilizaciones del 2003, las del 13 de marzo no podrían haber ocurrido” (Jose Luis Gordillo, pacifista, Aturem la Guerra) Debido a la ausencia de nuevas leyes y la organización espontánea de la gente, se produjo una apertura de cambio en el sistema político. 2) No hubieron alineamientos inestables, porque el PP estaba en el gobierno con mayoría absoluta y no necesitó apoyo de otros partidos 3) Otro elemento importante de la EOP es la presencia de aliados influyentes. El principal aliado era el PSOE en el caso de la guerra de Irak de 20036. Se posicionó contra la guerra junto con IU y los principales sindicatos CC.OO. y UGT. Los cuatro actores políticos PSOE, IU, CC.OO. y UGT, eran aliados centrales para los movimientos y conformaron el Foro Social de Madrid junto con otras organizaciones. Zapatero, líder del PSOE, dijo que los ciudadanos tenían que acabar con su invisibilidad y expresar en las calles en la manifestación del 15 de febrero su oposición a la guerra de Irak Sin embargo, el aliado más influyente era el PSOE. De hecho, el PSOE ejercía una fuerte influencia en el grupo mediático PRISA, entre ellos la cadena de radio SER y el periódico El País hicieron una importante contribución al movimiento. El País exigió manifestaciones y las anunció con fechas, lugares y recorrido. El País anunció todo tipo de acciones, acampadas, sentadas, concentraciones, piquetes, manifestaciones, acciones de boicot, cacerolas y ollas y mosaicos humanos (El País, 2003). También es importante destacar que El País informó sobre las protestas el 13 de marzo. Como dice Pau, un activista antiglobalización: «Cuando se produjeron las movilizaciones, desempeñó un papel importante y positivo, difundiendo la convocatoria a las manifestaciones. Obviamente, el PSOE cuenta con medios de comunicación de masas capaces de movilizar más fácilmente que lo que pueden conseguir los movimientos sociales al colocar carteles, hablando con la gente u organizando charlas» José Luis Gordillo, pacifista de Aturem la Guerra menciona que gracias al apoyo del PSOE tuvieron a los medios de comunicación a favor y que la gente de la plataforma aceptó que el mensaje solo podía ser NO A LA GUERRA, sin ningún mensaje añadido de NO A LA OTAN o BASES FUERA. Afirma «A cambio, pensamos que valía la pena porque de ese modo llegaríamos a más gente». Vicky una estudiante activista dijo: 6 Es importante destacar que al principio hubo dudas acerca de si el PSOE debía participar en las manifestaciones o no, «hubo un debate interno respecto a si era conveniente apoyar la acción de las calles o no» (Javier Dolz, Secretario Internacional de CC.OO.). Finalmente, Zapatero apostó por apoyar la acción en las calles. Después de los premios Goya (1 de febrero de 2003) y después de la actuación en el Congreso (5 de febrero de 2003) fue cuando el PSOE convocó la manifestación el 15 de febrero de 2003. No hubo implicación del PSOE en la guerra de Afganistán. La posición de IU (Izquierda Unida) fue más clara en contra de la guerra desde el principio, pero no tenían el poder o influencia sobre los medios de comunicación que tenía el PSOE. IU nació de la movilización antiOTAN en los años 1984-86, cuando el PSOE en el gobierno apostó por la participación de España en la alianza de la OTAN. 7 «Cuando el PSOE interviene, consigue que el problema aparezca en los periódicos, en televisión se anuncia más, y de este modo tiene mayor visibilidad para el movimiento que ya existe, así que gracias a ello apareció en todas las noticias de televisión». Carlos Varea, del Comité de Solidaridad de la Causa Árabe explica: «Lo que estaba claro era que las movilizaciones contra la guerra de Irak tuvieron una implicación que no se ha repetido ni antes ni después, la implicación del PSOE, CC.OO. y UGT, la movilización de 2003, contaron con el apoyo del partido de la oposición, conduciendo a los medios de comunicación. Creo que no es posible imaginar que las movilizaciones contra la guerra no podrían haber tenido lugar si no hubiera habido una conjunción de intereses entre el PSOE y la implicación de los medios de comunicación, el grupo PRISA, El País, la SER, el canal 4 y la radio. Todo ello fue un hecho determinante para que la movilización fuera tan masiva, con esto elimina la marginalización de la situación de Afganistán» Como dice Carlos Girbau, de IU, el apoyo de los partidos, en particular del PSOE, contribuyó al movimiento contra la guerra. «Hubo una conexión entre la posición de los partidos (IU y PSOE) y el movimiento, porque eso contribuyó posteriormente a transformar el rechazo de las manifestaciones en votos contra Aznar» 4) Élites divididas. Se sabe que durante 2003 el movimiento contra la guerra de Irak influyó sobre algunas corrientes y contribuyó a que algunas personas del PP se desvincularan del ejecutivo. Es el caso de Adriano del Moral en Montmeló (Cataluña), candidato a la alcaldía de la ciudad, que puso una pancarta que decía «No al calentamiento, no a las armas de destrucción masiva, no al hambre». Francisco Mariscá, concejal del PP, dimitió por su desacuerdo con la posición del PP respecto a la guerra de Irak. (El Pais, Decenas de actos contra la Guerra se suceden en el centro de Barcelona durante todo el día). En Santa Coloma de Gramanet, Juan Manuel Ruíz García dimitió de su puesto de miembro del Grupo Municipal del Pleno del Ayuntamiento. Dimitió junto con su compañera Concepción Fernández, para votar «sin problemas de conciencia» una moción contra la guerra de Irak que se presentó en esa sesión plenaria. El Sr. Ruíz afirma que el conflicto de Irak es inmoral y antiético porque los inspectores no dispusieron de tiempo suficiente. El Sr. Ruíz explica que en otros problemas como el del Prestige, decidió buscar argumentos para convencerse. No obstante, en ese momento no había elección porque la gente estaba tratando con un problema moral (El País, 2/4/2003) Los concejales del PP en las dos ciudades andaluzas en las que había bases estadounidenses se desvincularon de la línea oficial del PP. En el caso de Morón de la Frontera (Sevilla), cinco concejales del PP votaron a favor de una moción que rechazaba la guerra y el uso de instalaciones 8 de bases aéreas en el conflicto militar. También apoyaron las movilizaciones contra la guerra. Tres de esos cinco concejales del PP anunciaron que abandonarían el partido por su rechazo a la guerra de Irak (El Mundo 26/03/2003). En Rota (Cádiz), todos los concejales de las corporaciones municipales, incluyendo los del PP, hicieron una sentada a favor de una solución pacífica del conflicto. También llamaron la atención de la población respecto a la escala de violencia que empezó en EE.UU. (El Pais, «Los concejales del PP de Morón y Rota se desmarcan de su partido»). El Concejo Municipal de Segovia, en el que gobernaba el PP, envió al Congreso una resolución contra la guerra de Irak (El Mundo, 14/3/2003). Durante los meses de marzo y abril de 2003 se enviaron al Congreso resoluciones aprobadas por el apoyo del PP. Esto ocurrió en Lezuza (Albacete, San Vicente de la Sonsierra (La Rioja) y Los Barrios (Cádiz). El presidente de la comunidad autónoma de Navarra de UPN, se desvinculó de sus miembros del PP. Declaró que no estaba de acuerdo con la posición del ejecutivo sobre la guerra de Irak (El Mundo 20/3/2003). También un diputado del PP se desvinculó de su partido, era presidente de la Comisión de Justicia del Congreso. Afirmó que la paz tenía preferencia sobre la seguridad y que una guerra «contra todo el mundo» no podía basarse en «algunas sospechas», aunque su presidente (Sadam) fuera un «sanguinario» (El Mundo 31/3/2003). Explicó que es parte de las sensibilidades del PP, que piensan que la paz es un valor más importante que la seguridad. También tomó parte en las manifestaciones contra la guerra de Irak la oficina del concejo del PP en Andalucía (El País, 16/02/2003). Todas estas acciones dentro del PP impulsaron el movimiento hacia delante con distintas actuaciones y mostraron al público que el movimiento contra la guerra estaba teniendo algunos efectos. 5) Represión y facilitación por parte del Estado. En el caso del movimiento antiguerra, la represión fue tolerante, selectiva, reactiva, blanda y legal. Tolerante porque la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, selectiva porque allí donde la hubo, fue específica para determinados grupos, especialmente a los más radicales dejando a la mayoría de la población sin injurias, reactiva porque fue siempre después de manifestaciones y acciones, blanda porque, en general, consistió en multas a los manifestantes y más o menos legal porque respetaron las leyes de la democracia, aunque esto último lo analizaremos con detalle. La forma más común de represión fue blanda y legal a través de multas y quejas judiciales. Fue blanda porque consistió en multas, por ejemplo, hubo varios casos en Palma de Mallorca, Valladolid, León, Madrid, Tenerife…. Sin embargo, la catalogación de legal vino acompañada con algunos aspectos de “suciedad” ya que comprometió la libertad de expresión de algunos grupos. Por ejemplo, es conocida la demanda judicial interpuesta por el PP, en contra de la página Web www.noalaguerra.org creada por el profesor Carlos Monedero, donde unos estudiantes llamaban a los diputados del PP “asesinos y cómplices de asesinos”. Este fue el caso también de la investigación por las Fuerzas de Seguridad de la website de información alternativa para movimientos sociales www.nodo50.org , la razón que alegaban es que había campañas amenazando a los líderes del PP. A pesar de esta represión, el movimiento antiguerra continuó manifestándose hasta el final, porque la imagen del movimiento no fue distorsionada y la gente continuó manifestándose sin miedo. Sin embargo, bastante significativo es el hecho de que no hubo represión por parte de la 9 policía en las movilizaciones del 13 de marzo. Robert González de Aturem la Guerra explica: «Tampoco intervino la policía. Todo era un poco extraño. Fue extraño que nos estuviéramos manifestando de forma ilegal el día de reflexión antes de las elecciones, que no ocurriera nada y que la policía no interviniera» A continuación, voy a hacer referencia a los elementos estables y al sistema político en su conjunto: 1) Recordando los elementos de apertura del sistema político a las nuevas reivindicaciones, en primer lugar nos encontramos con la estructura de los partidos políticos. El nombre que se atribuye a los partidos del sistema político es pluralismo moderado o multipartidismo moderado, formado por dos grandes partidos PSOE (centro-izquierda), PP (centro-derecha), uno menos grande en la esfera nacional (IU, Izquierda Unida), y la presencia constante de dos partidos nacionalistas del centro-derecha PNV en el País Vasco y CIU en Cataluña. El resto de cuotas se comparten entre distintas fuerzas regionalistas con distintas ideologías y presencia geográfica. (Roman, 2001:121). Como hay una gran gama de partidos, los movimientos encuentran distintos aliados fácilmente. Como ya he explicado, PSOE e IU eran aliados del partido. Finalmente, los partidos en España son disciplinados y forman partidos de gobierno único, proporcionando al estado más capacidad de actuación. En términos generales, podemos considerar a España un sistema abierto a nuevas reivindicaciones en lo que respecta a los partidos políticos. En lo que concierne al sistema electoral, tenemos un sistema proporcional con correcciones mayoritarias. La provincia es la circunscripción electoral. Para las elecciones al Congreso, la Constitución establece que la ley distribuirá el número total de diputados, asignando una representación mínima inicial a cada circunscripción y distribuyendo el resto en proporción a la población. Hay una barrera legal (3% de votos válidos) en el nivel de circunscripción electoral para asignar los escaños en el Congreso de Diputados. Las fórmulas de conversión de los votos en escaños son sencillas en las dos cámaras (Congreso y Senado). Para la composición del Congreso de Diputados se utiliza la fórmula D’Hondt. Este método tiende a sobre representar en la distribución de los escaños a los partidos con el mayor número de votos, en especial en las circunscripciones pequeñas. En el caso del Senado, el proceso de conversión de votos en escaños es más sencillo. Se aplica un sistema de mayorías en el que se elige a los candidatos que obtienen el mayor número de votos hasta que completan el total de senadores asignados a esa circunscripción. (Crespo, 1997) El sistema que privilegia a los partidos más grandes, ha promovido la formación de mayorías parlamentarias que han creado gobiernos fuertes y estables. (Laiz Castro 2001). Los resultados del sistema electoral son parecidos a los generados en los sistemas de mayorías (Crespo, 1997). Como consecuencia del elemento indicado, la representación parlamentaria se ha concentrado en los dos partidos mayores, PP y PSOE7. 7 Entre 1977 y 1996 los dos partidos más importantes han obtenido el 69,7% de los votos, que se traduce en el 83,7% de los escaños (Crespo, 1997: 240). 10 De este modo, el sistema electoral español diseñado formalmente como un sistema proporcional ha funcionado como un sistema de mayorías, reduciendo las opciones políticas en el Parlamento, fomentando un sistema bipartidista y produciendo gobiernos monocolores. La apertura del sistema de partidos a las reivindicaciones contrasta con el sistema electoral. Esto lleva al uso del «voto útil», la elección de votar a uno de los partidos mayoritarios en lugar de al partido más próximo ideológicamente dentro de los existentes. Esto ocurre en particular con IU en relación con el PSOE. Un elevado porcentaje de votos van al PSOE en lugar de a IU, pues tiene más posibilidades de gobernar. Esto hace que aunque IU fuera un aliado importante del movimiento contra la guerra, el PSOE haya sido el único aliado con posibilidades de gobernar. Este «voto útil» dio lugar a una restricción en el resultado del movimiento contra la guerra. La alternativa de cambio se centró en el PSOE y no en IU, aunque IU tiene desde el principio una posición más clara contra la guerra que el PSOE. 2) El segundo elemento en las estructuras de acceso de Kitschelt es la independencia de las asambleas legislativas. Cuanto más independientemente del ejecutivo desarrollan y controlan las políticas las asambleas legislativas, más abierto es el sistema. Las comisiones son en España órganos de trabajo especializados y llevan a cabo el trabajo ordinario. En España las comisiones son muy numerosas y tienen una doble competencia, desempeñan al mismo tiempo una función legislativa y el control de la función del gobierno. Las comisiones pueden tener competencia legislativa completa (art. 76 de la Constitución española). Una parte importante de la legislación ha sido elaborada y aprobada en comisiones8. La gran actividad de las comisiones es un indicador de que existe un buen nivel de intervención parlamentaria en el proceso de decisión (Sánchez de Dios, 2001). Sin embargo, podemos decir que la producción legislativa es baja en comparación con la de los parlamentos italiano o alemán. Aunque las comisiones llevan a cabo un trabajo excelente, hay algo en la cultura de nuestras élites políticas orientado a otorgar esa capacidad de legislar al poder ejecutivo. Tesis que se refuerza por la importancia de los decretos-leyes (25% de la legislación). (Sánchez de Dios, 2001) Es importante resaltar que el sistema de relaciones legislativo-ejecutivo se ha definido como el más pro-gobierno de Europa, como un sistema de hegemonía del primer ministro (López Nieto, 1997). 3) El tercer elemento hace referencia a los patrones de intermediación entre los grupos de interés y el poder ejecutivo9. Se han mantenido las barreras tradicionales de acceso a los grupos en sus relaciones con la Administración Pública, pero al mismo tiempo, estas Administraciones Públicas exigen la participación de los grupos para el desarrollo de políticas públicas (Molins, 1997). En la historia político-administrativa española, las relaciones entre los grupos de interés y las Administraciones Públicas ha sido particular. Ni la Administración Pública está interesada en tener contacto con los distintos intereses particulares que existen en la sociedad, ni contemplan una relación distinta al «favoritismo». Se estableció una separación radical entre los «intereses 8 9 Más del 25% de las leyes de cada asamblea legislativa. Asimismo, casi el 50% de los actos de control en las distintas asambleas legislativas se han llevado a cabo en comisiones. Hay varios grupos de interés en España: Las empresas se organizan entorno a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), los sindicatos se organizan entorno a dos organizaciones mayoritarias Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO.). Otros grupos entorno a la ganadería y la agricultura son: la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG), el Centro Nacional de Jóvenes Agricultores (CNJA), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). Otros grupos de interés son los colegios profesionales y también la Iglesia Católica y otras organizaciones religiosas 11 generales» representados en la Administración y los «intereses privados» de los particulares. Paralelamente a esta concepción, los canales de comunicación entre los intereses privados y la Administración funcionaban con carácter informal en la tradición del «favoritismo» (Molins, 1997:378). La percepción sobre la necesidad de arbitrar un proceso de colaboración entre los grupos de interés y la Administración Pública se produce a finales de los 70, coincide en el tiempo con el comienzo de la armonía social. Razones de conjuntura-corrupción políticas y el tráfico de influencias dificultaron la adopción de decisiones y la intermediación de intereses, que continúa vinculada a los estilos privados y poco conocidos por la opinión pública, en detrimento de la publicidad y transparencia del proceso (Molins, 1997). En general, la densidad de afiliación a los distintos grupos es muy baja. Como consecuencia, existe cierta desconfianza de los ciudadanos respecto a su capacidad de influir en las políticas públicas a través de su integración en grupos organizados. Está relacionado con una cultura política de participación delegada, donde la confianza genérica en las organizaciones de representación de intereses es compatible con una vinculación mínima a las mismas. Junto a ello, las Administraciones Públicas prefieren relaciones privilegiadas con ciertos grupos a los que dan algunos privilegios. (Molins, 1997). Teniendo en cuenta todo lo referido, podemos decir que la relación entre los grupos de interés y el ejecutivo no es transparente y no promueve la apertura del sistema. 4) El cuarto elemento es la existencia de mecanismos que agrupa las reivindicaciones. A este respecto, el primer mecanismo que agrupa las reivindicaciones de la sociedad son los partidos políticos, de los que ya hemos hablado. Kitschelt (1986) también señala tres dimensiones funcionales para caracterizar la capacidad de los sistemas políticos para poner en práctica las políticas. No obstante, voy a ignorar los dos primeros porque no son relevantes para mi análisis como he señalado anteriormente. El tercer elemento que Kitschelt señala es la relativa independencia y autoridad del sistema judicial en la resolución de los conflictos políticos. La independencia del sistema judicial tiene una influencia en criminalizar los movimientos o no y su relación con la política exterior. En España el Consejo General del Poder Judicial es elegido de forma indirecta por el poder legislativo. En la práctica, el Consejo General del Poder Judicial se ha elegido atendiendo a criterios de los partidos en lugar de a conocimientos profesionales. El interés de los partidos ha frenado el trabajo del Consejo General del Poder Judicial por la falta de consenso entre los partidos mayoritarios para renovar los cargos. El Consejo General del Poder Judicial no está subyugado a ningún control político. La relación entre este y el Ministerio de Justicia se basa en que el primero estudia y diseña la política pública y después la propone al gobierno y al parlamento. El Ministerio de Justicia es el que proporciona los recursos para ejecutar la política aprobada.(Sánchez de Dios, 2001). Parece que hay cierta independencia del poder judicial respecto del ejecutivo, pero en la práctica ha habido muchas conexiones entre la carrera judicial y la esfera política (Alcántara y Martínez, 1997). Medios de comunicación Como señalé anteriormente, la apertura y cerrazón del acceso y atención de los medios es un 12 elemento importante en la definición de oportunidades políticas para los movimientos. (Gamson y Meyer, 1996). Lo primero a destacar es que la economía política de los medios de comunicación es que durante los años de democracia en España el gobierno tuvo una fuerte influencia en las televisiones pública y privada. (Fernández y Santana 2000) Es importante mencionar la televisión es el medio que ejerce mayor influencia sobre los ciudadanos. Desde el principio, en los años de la transición a la democracia (1977-1978 y 1978-1982) los ejecutivos han mostrado en sus políticas una preocupación por el control de la televisión. Los directores generales de RTVE (la televisión pública) son designados por los ejecutivos, mostrando una fuerte relación entre el gobierno y la televisión pública. En el período de transición, el ejecutivo también intervino en la política de los medios de comunicación mediante decretos (Fernández y Santana 2000). El período socialista (1982-1996) también se caracteriza por la intervención del estado en los medios de comunicación, incluso en la televisión privada el gobierno tenía cierta influencia pues promovió una ley con muchas restricciones para potenciar la sociedad civil (Fernández y Santana 2000)10. La razón por la que el gobierno dirige a los medios públicos es la repercusión limitada de la prensa del partido y la limitada presencia de los medios escritos en las clases populares. Los mensajes que promocionan al gobierno se emiten en las emisoras de radio públicas, y en las privadas a favor de la Administración. El resto de los medios privados adopta perspectivas críticas sobre el ejecutivo, incluso formando plataformas mediáticas que impulsan el cambio del gobierno, como ocurrió con la llegada del PP al gobierno en 1996 (Jeréz, Sampedro y Baer, 2000). Es importante destacar, que durante el gobierno de Aznar en el período que estamos analizando (2000-2004), no es una excepción en la relación entre el gobierno y la televisión pública, la TVE-1 estaba más a favor del gobierno. El trabajo de TVE en aquel momento distorsionó el papel de la televisión pública. De hecho, se presentaban las noticias con evaluaciones favorables al ejecutivo y al PP11. TVE censuró en el programa musical del verano una canción crítica con la política de Bush, las movilizaciones contra la guerra de Irak y el caso Gescartera (El País, 1/7/2003). TVE y Antena 3 son canales que dedicaron menos tiempo a informar acerca de las numerosas protestas contra la invasión de Irak. El 8,5% corresponde a TVE, y el 12,3% a Antena 3. Sin embargo, los canales que dedicaron más tiempo a las protestas ciudadanas fueron Barcelona Televisión con un 42,9% dedicado al conflicto, seguido por TV3 (también catalana) con el 26,9%. (El País, TVE-1 la cadena que menos ha informado sobre las protestas contra el conflicto) TVE-1 fue el canal que más voz dio al gobierno al comienzo del conflicto (43,6%). Para Antena 3 y Tele 5, el ejecutivo era una fuente preferible con el 38,9% y el 31,5%. Uno de los puntos importantes de TVE fue que no retransmitió el conocido programa Max. Después del programa de los premios Goya, la gente de la cultura afirmó que había censura por parte del gobierno y que no estaban de acuerdo con ello12. Es importante destacar que se creó un comité contra la información manipuladora formado por 351 trabajadores del ente público. El primer análisis que realizaron fue 10 11 12 En un estudio presentado por Jeréz, Sampedro y Baer (2000), se muestra que los ciudadanos desconfían de la independencia de los periodistas y del poder de los medios. Los ciudadanos en grupos de discusión critican las alianzas políticas del sector privado o el dominio del gobierno del sector público. Como un ejemplo, el PSOE reivindica lo que se ocultó de la realidad del 20 de junio, o la movilización contra la LOU y la parcialidad en el seguimiento del caso del Prestige, o que no se informaran directamente las movilizaciones del 15 de febrero. Es importante tener en cuenta la manifestación de 500 estudiantes en las oficinas de RTVE para denunciar la manipulación de RTVE por parte del gobierno. 13 sobre el período comprendido entre el 28 de febrero y el 5 de marzo de 2003. Muestra que los máximos responsables de RTVE llevaron a cabo actuaciones en las que «no se respetaron los criterios mínimos de veracidad, pluralismo e independencia» sobre el grupo de programas informativos. (Plataforma Cultura contra la Guerra). Desde la llegada del partido socialista al gobierno (1982-1996) se crearon dos grupos mediáticos que continúan en activo en la actualidad. Uno está integrado por el periódico ABC, El Independiente, El Mundo y la COPE radio y a veces Diario 16, que estaba a favor de la oposición, en ese momento representada por el PP. El otro grupo estaba formado por el periódico El País, la SER radio, El Siglo y Canal Plus, más próximos al gobierno del momento, el PSOE. En general, el primer grupo apoya al PP y el segundo al PSOE, ya estén en el gobierno o en la oposición. (Fernández y Santana 2000, Reig 1998). Es importante tener en cuenta que en el momento que estamos analizando, cuando el PP estaba en el poder y el PSOE en la oposición, que tanto El País13 como El Mundo dieron cobertura al movimiento contra la guerra. Durante los años 2003-2004 se publicaron 100 noticias en El Mundo y 251 en El País. Como he señalado con anterioridad, El País y el Grupo Prisa eran aliados importantes del movimiento14. Es importante destacar que la radio, en particular la SER e Internet se consideraron medios muy influyentes en la movilización después de los atentados (Arroyo y Roel, 2006). Respecto al día 11, los atentados, los medios públicos no cuestionaron la tesis oficial acerca de ETA como la autora, aunque no descartaron la autoría islámica. Por otro lado, hubo otros medios que apostaron por la autoría islámica y acusaron al gobierno de ocultar información. (Arroyo y Roel, 2006) 3. BREVE NOTA SOBRE EL FRAMING Del análisis extraído de las 5 organizaciones españolas15 se deduce que no hay disputas entre las organizaciones en cuanto al “framing” del diagnóstico, pronóstico y motivacional (Snow and Benford,1984,1986) del movimiento antiguerra español. Se puede resumir con las siguientes conclusiones: - El movimiento antiguerra se define como antiimperialista, con diversos grados que va desde únicamente antiamericano hasta anticapitalista - El tema Palestina aparece con recurrencia sin causar divisiones en las organizaciones como sucede en el caso americano - Se demanda la retirada de tropas inmediata. - El papel que debería haber tenido la ONU es centro de debate entre la parte más institucional (sindicatos y partidos) y el resto de organizaciones pero no llega a crear división - Al igual que en la anterior el papel de las sanciones a Iraq es debatible pero no llega al punto de fricción, quedaba en segundo plano. - Las razones para la movilización varían desde “Por otro mundo posible” a “Parar una guerra 13 14 15 Es importante destacar que El País es el períodico más leído durante la democracia. (Arroyo y Roel, 2006) También hay otros grupos de medios que nacieron de los periódicos. Prisa empezó con El País, Correo con El Correo Español-El Pueblo Vasco, Godó con La Vanguardia, Recoletos con Marca y Actualidad Económica, 16 con Diario 16 y Zeta con El Periódico de Cataluña, Tiempo. (Arroyo y Roel, 2006:215) En términos generales, en España podemos distinguir entre el Grupo Telefónica, RTVE, Prisa, Zeta, Correo, Godó, Prensa Española, Voz, Moll, Semana, Joly, Nuevo Lunes, Negocios y MAJ. Los más relevantes e influyentes son los tres primeros (Reig, 1998). Se resumen aquí las conclusiones de un capítulo de la tesis de la autora. 14 injusta”, siendo la razón “parar la regresión de la democracia en España” la más nombrada entre las organizaciones. CONCLUSIÓN Recapitulando, en España hay una semi-cerrada estructura de oportunidad política en relación con los elementos estables: la estructura del sistema de partidos, el sistema electoral, la independencia del legislativo, mecanismos de intermediación entre los grupos de interés y el brazo ejecutivo, mecanismos que agregan demandas y la independencia del ejecutivo. Ninguno de estos elementos iluminan el porqué el movimiento antiguerra tuvo un impacto en las estructuras políticas teniendo un cambio de gobierno con la retirada de las tropas de Iraq. Una excepción de estos elementos es la estructura y acceso de los mass-media. En España, aunque los mass media están controlados por el brazo ejecutivo, hay elementos de crítica y plataformas de oposición. Junto a ello, la cobertura del movimiento fue significativa y explica su influencia en la opinión pública y su rol animando a la movilización. En cuanto a los elementos variables, estos son más abiertos y proveen una mayor explicación del resultado del movimiento. La apertura del sistema político junto al análisis de las consecuencias de los ataques, la presencia de aliados como el partido socialista dando la imagen que un posible cambio de gobierno podía parar la guerra, las elites divididas mostrando al público que el PP era débil en esta cuestión y la naturaleza de la represión del movimiento, (no convirtiéndose en un obstáculo para la gente); todo ello explica que el movimiento antiguerra consiguiera su objetivo de retirar las tropas de Iraq. Así mismo la ausencia de disputas del framing permitió que el movimiento se mantuviese unido hasta después de los atentados. BIBLIOGRAFÍA Alcántara, M y Martínez, A (1997) Política y gobierno en España, Valencia, Tirant Lo Blanch Arroyo, M y Roel, M (2006), Los medios de comunicación en la democracia (1982-2005): prensa, radio, televisión e Internet y grupos de comunicación, Madrid, Fragua Brookett, Ch (1991) “The structure of Political Opportunities and Peasant Mobilization inCentral America” Comparative politics pp253-74 Crossley,D (2002), Making sense of Social Movements, Buckingham, Philadelphia: Open University Press. Della Porta, D (1996) “Social movements and the state: Thoughts on the policing of protest” in McAdam, D, McCarthy, J and Zald, M , Comparative Perspectives on Social Movements, New York, Cambridge University Press (1995), Social Movements, Political Violence and the State, Cambridge, Cambridge University Press 15 Eisinger, P (1973) “The conditions of protest behaviour in American cities”, American Political Science Review nº67, pp11-28 Fernández, I , y Santana, F (2000) Estado y medios de comunicación en la España democrática, Madrid, Alianza Gamson, W y Meyer, D (1996) “Framing political opportunity” en McAdam, D McCarthy, J and Zald, M (eds) Comparative perspectives on Social movements, New York, Cambridge University Press Giugni, McAdam, D y Tilly, Ch (1999), How movements matter, Minneapolis, University of Minnesota Press Jenkins, C and Perrow, Ch (1977) “Insurgency of the powerles: Farm Worker movements (19461972), American Sociological Review nº42, pp249-68 Jerez, A, Sampedro, V y Baer, A (2000), Medios de comunicación, consumo informativo y actitudes políticas en España, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas Katzentsein, M y Mueller, C (1987), The Women's Movement of the United States and Western Europe: Conciousness, Political Opportunity and Public Policy, Philadelphia, Temple University Press. Kitschelt (1986), “Political Opportunities structures and Political Protest: Anti-nuclear movements in four democracies” en British Journal of Political Science nº16, pp 57-85 Klandermans, B and Goslinga, S (1996) “Media discourse, movement publicity and the generation of collective action frames: Theoretical and empirical exercises in meaning construction” in McAdam, McCarthy and Zald (eds) Comparative Perspectives on Social Movements, New York, Cambridge University Press Kriesi, H (1991) “The Political Opportunity structure of New Social Movements: Its impact on their mobilization”, WZB nº91-103 Kriesi, H, Koopmans, R, Duvvendak, J and Giugni, M (1995), New Social Movements in Western Europe. A comparative analysis, USA, University of Minnesota Press Kriesi, H, Koopmans, R, Duyvendak, J and Giugni, M (1992) “New Social Movements and Political Opportunities in Western Europe” European Journal of Political Research nº22, pp 219-44 Laiz Castro, (2002), “Las elecciones y los sistemas electorales” in Román, P, Sistema Político Español, Madrid: McGraw-Hill Lipsky, M (1968) “Protest as a political resource” American Political Science Review nº62, pp114458 Lipsky (1970), Protest in City politics, Chicago, Rand McNally. 16 Lopez Nieto, L (1997) “El Parlamento” in Alcántara, M y Martínez, A (eds), Política y Gobierno en España, Valencia: Tirant lo Blanch McAdam, D, McCarthy, J y Zald, M (1996), Comparative perspectives on social movements, New York, Cambridge University Press McAdam, D (1982), Political Process and the development of black insurgency,1930-1970, Chicago, University of Chicago Press McAdam, D (1996) “ Conceptual Origins, current problems and future directions” en McAdam, D, McCarthy, J y Zald, M (eds) Comparative Perspectives on Social Movements, New York, Cambridge University Press pp23-40 Molins, J (1997), “Los grupos de interés” in Alcántara, M and Martínez, A, Política y Gobierno en España, Valencia: Tirant lo Blanch Piven, F and Cloward, R (1979), Poor People's movement, New York, Vintage Reig, R (1998), Medios de comunicación y poder en España: radio, prensa, televisión y mundo editorial, Barcelona, Paidos Román, P (2002) (coord) Sistema político español, Madrid: Mcgraw-Hill -(2002), “Los partidos y los sistemas de partidos” in Román, P, Sistema Político Español, Madrid: Mcgraw-Hill -(2002) “El Gobierno” in Román, P, Sistema Político Español, Madrid: McGraw-Hill Rucht, D (1996) “The impact of national contexts on social movements structures: a crossmovement and cross-national comparison” en McAdam, D, McCarthy, J and Zald, M (eds) Comparative perspectives on social movements, New York, Cambridge University Press Sánchez de Dios (2002), “Las Cortes, el Congreso de los Diputados y el Senado” in Román, P, Sistema Político Español, Madrid: Mcgraw-Hill Sawyers, T and Meyer, D (1999) “Missed Opportunities: Social Movement Abeyance and Public Policy”, Social Problems 46: pp187-206 Tarrow, S (2004), El poder en movimiento, Madrid, Alianza Editorial Tarrow, S (1996) “ States and opportunities: The political structuring of social movements” en McAdam, D McCarthy, J and Zald, M (eds) Comparative Perspectives on Social Movements, New York, Cambridge University Press Tarrow, (1994), Power in movement, Social Movements, Collective action and mass politics in the modern state, Cambridge, Cambridge University Press 17 Tarrow, S (1991) “Struggle, politics and reform: collective action, social movements and cycles of protest” Cornell studies in International Affairs. Western Societies Paper nº21 Tarrow (1983) Struggling to Reform: Social Movements and Policy Change During Cycles of Protest, Western Societies Program Occasional Paper nº15. New York Center for International Studies, Cornell University, Ithaca NY Tarrow (1989) Democracy and disorder. Protest and Politics in Italy 1965-1975, Oxford, Oxford University Press Tilly, C (1978), From Mobilization to Revolution, Reading Mass, Addison-Wesley 18