PLATICA # 1 ¿QUE HAGO CON MI VIDA? OBJETIVO.- Que el joven se detenga, reflexione y se cuestione para que tome conciencia de su vida y se forme un ideal. DESARROLLO INTRODUCCIÓN - Búsqueda del sentido de nuestra existencia. - Componentes esenciales de nuestra existencia Vivimos en el mundo Convivimos con otros Somos parte del mundo Libertad creciente - Continuando la búsqueda Vayamos al origen de nuestra vida Vayamos al origen del ser humano - El hombre es perfectible - El hombre es la conjunción de dos elementos irreductibles Cuerpo Alma Inteligencia Voluntad Libertad - Responsabilidad de la propia vida - Un alto en tu vida - Ideal Características Pleno Vital Posible Comunitario PLATICA # 1 ¿QUE HAGO CON MI VIDA? OBJETIVO.- Que el joven se detenga, reflexione y se cuestione para que tome conciencia de su vida y se forme un ideal. El hombre, es el único ser de la creación que interroga constantemente a la vida. El niño de los cuatro a los siete años, solo sabe preguntar ¿Por qué?, de los ocho en adelante se pregunta además del porque el ¿Para qué?. Cuando el hombre madura, tropieza con una pregunta que nunca ha podido responder fácilmente ¿Quién soy yo?, ¿Que es el hombre? y ¿Qué sentido tiene este universo?. Estas preguntas no desaparecen con la madurez, ni decaen con la vejez, si no que se plantea siempre de nuevo aunque de forma diferente. Pregunta el estudiante, pregunta el padre de familia, pregunta el obrero, el creyente, el incrédulo, el enfermo en su lecho de dolor y el sano. La pregunta se matiza según la condición, la situación o el estado. El asunto fundamental, el sujeto a quien tal cuestión se dirige, es algo que afecta al objeto de la propia vida, a la felicidad. Todo aquello que nos ocupa sea penoso o grato, se confunde con esta pregunta; todo lo que hacemos es una llamada tierna, poderosa y urgente a la existencia; queremos que sea feliz para nosotros; que tenga un sentido pleno. Pero el curso de nuestro trabajo, la vida intima de nuestra familia, no son solo pregunta a la vida, sino también de la vida. De nuestras propias manos brotan las respuestas, lo que hacemos es ya un cumplimiento de nuestro anhelo de que la vida tenga para nosotros un sentido. La respuesta no está en el viento, está en el hombre mismo, el hombre busca la felicidad fuera de sí, sin pensar que en el mismo la puede empezar a encontrar. ¿Podemos detenernos un momento para describir brevemente nuestra vida en la tierra?. Vamos a intentarlo con la enumeración de cuatro componentes esenciales de nuestra existencia, que son tal vez, cimientos de nuestra propia felicidad. VIVIMOS EN EL MUNDO: Es cierto que vivimos con las cosas, plantas y animales de este mundo. Desde nuestro primer grito tomamos contacto con esta tierra, ocupando un lugar y desempañando un rol de juego, (palpando, jugando, cambiando, trabajando, construyendo, calculando, pensando, admirando, etc.). Todos tenemos una función que desarrollar. El hombre se da cuenta que vive en el mundo, en un país determinado, que parte de una familia y que es importante dentro de ella, que tiene una función como hijo, hermano, sobrino y que los demás esperan que cumpla dicha función. A medida que ya se va realizando, se sentirá más o menos satisfecho con su persona, dependiendo en que tanto se cumple, pudiéndole dar esto un sentido a su vida. CONVIVIMOS CON OTROS: Pocas verdades como estas. Una vida sin semejantes es imposible, no podría hablar, ni pensar, ni amar, ni siquiera haber nacido. Nos necesitamos mutuamente, nos amamos unos a otros, el niño no tiene una madre solamente para que lo cuide, ya que esto lo puede hacer algún día una maquina. El niño necesita de su madre como persona, la sociedad actual (y todas las sociedades) son una trama de amistad, de confianza y de amor, la convivencia es una respuesta importante a la pregunta sobre el sentido de la vida y sobre la felicidad. Todo un largo día de oficina puede no tener para el sentimiento de una persona más que un objeto, una finalidad; estar en la noche con su mujer y sus hijos, conviviendo con los que ama. Podemos encontrar realmente sentido para nuestra vida al convivir con los demás, mas cuantas veces vaciamos de sentido nuestra existencia cuando defraudamos la confianza de los demás, cuando preferimos el yo al nosotros. Muchas veces todas las relaciones afectivas llegan a perderse por las envidias, por los rencores, por los malos entendidos, el orgullo y la incomprensión perdiéndose así también el sentido que el hombre había encontrado a su vida (si no vivo para encontrar mi felicidad y ayudar al otro a encontrarla para poder compartirla, aun no se ha encontrado el verdadero sentido a la vida). SOMOS PARTE DEL MUNDO: Estamos formados de los mismos materiales que la tierra que nos rodea. Los elementos más destacados del contenido del cuerpo humano son: fierro, fósforo, azúcar, magnesio y grasa entre otros. De tal forma somos parte de este mundo que sin esta materia, sin los procesos de nuestras materias cerebrales, no podríamos pensar ni tomar resoluciones. Nos podemos gloriar de la armonía y perfección de nuestro cuerpo con todos sus maravillosos órganos, sin embargo… se deteriora, hay dolor, cansancio, también hay miseria. Como el cuerpo puede darle algo de sentido a nuestra vida, no se lo da todo por tantas limitaciones. LIBERTAD CRECIENTE: El cuarto componente de nuestra existencia consiste en que el hombre es también más que su cuerpo. Un animal por su olfato y vista, tiene noticias sin duda de las cosas y seres que lo rodean, pero no es capaz de tomarlo así. Por eso tampoco puede darse cuenta de que existe, sus acciones están determinadas por estímulos y señales. No tiene libertad… también nosotros estamos determinados por percepciones, impresiones y estímulos, pero en nosotros hay una claridad que se hace cargo conscientemente de todo, hasta nuestro mismo pensamiento y lo hace objeto de reflexión. Tal es el misterio señero de nuestro “YO”. Esto mismo nos da entender que somos responsables. No estamos sometidos por entero a los estímulos y reflejos, como un animal, si no que podemos enfrentarnos con las cosas, con una libertad muy concreta. Este hechos de que somos un fragmento del mundo, capaz de pensar y conmoverse, seres dotados de libertad creciente, que pueden decidirse por el bien, es también algo que calma nuestra existencia, pero incluso aquello que constituye la corona del hombre y que le pone por encima del animal, su conciencia y su libertad. El descubrir estos componentes no le da sentido total a nuestra vida, por eso el hombre continuara buscando el porqué de su existencia. CONTINUANDO LA BÚSQUEDA VAYAMOS AL ORIGEN DE NUESTRA VIDA: No podemos conformarnos con decir que nuestra vida tiene un sentido solo porque nuestros padres nos lo dieron, el hombre continuara buscando el porqué de su existencia pudiendo decir que el está en el mundo, no puede ser tampoco un accidente biológico, está aquí por algo, pero... ¿Qué es ese algo que le da sentido a su vida?. No puede dejar que pase el tiempo, sin darse una respuesta así mismo, viviendo de una manera rutinaria, despertar, comer, trabajar y dormir, para repetir el ciclo cada día, sino todo lo contrario; el hombre por su estado de inconformidad que posee, tratara de vivir mejor cada vez, de ir manteniendo mejores relaciones con los demás, de ir incrementando sus conocimientos, de ir perfeccionándose, encontrando así una base sólida del porque vivir. VAYAMOS AL ORIGEN DEL SER HUMANO SOBRE LA TIERRA: Es evidente que, cuando más profundamente descendemos en el pasado, tanto más primitiva parece la forma del hombre. A lo largo de la historia hemos ido creciendo, evolucionando, progresando. Por ejemplo, hoy se enseña en la escuela mucho más de lo que se sabían o necesitaban nuestros antepasados, el peligro de epidemias a desaparecido en grandes proporciones de la tierra, enfermedades aparentemente incurables, han sido curadas por la medicina, aumenta el tiempo libre, las posibilidades de desplazamiento a la comunicación. Es cierto que el progreso que sirve para promover el bien, puede servir para difundir el mal, pero ya empezamos a vislumbrar una solución más sólida a la pregunta sobre el sentido de la vida; podemos perfeccionarnos. EL HOMBRE ES PERFECTIBLE Si no detenemos un poco y nos ponemos a analizar esas preguntas que nos hacemos a nosotros mismos: ¿QUIEN SOY?, ¿Qué HAGO CON MI VIDA?, etc. Nos podemos dar cuenta que la respuesta está en nosotros mismos y en la búsqueda de esa respuesta no podemos dar cuenta de que somos seres que podemos llegar a perfeccionarnos si nosotros queremos. Porque nosotros tenemos todo para llegar a ser perfectos solo que siempre hemos vivido con la frase “NADIE ES PERFECTO SOLO DIOS” y es cierto, pero con los dones y facultades nosotros podemos alcanzar un buen nivel de perfección ya que somos seres que estamos formados de dos elementos irreductibles que son: CUERPO y ALMA. El cuerpo y el alma no se miden de un modo circunstancial. El cuerpo no es un instrumento del alma, el alma y el cuerpo han sido hechos uno para el otro, se funden, se compenetran y al menos en esta vida, uno no puede ser sin el otro. Lo íntimo de esta unión resulta evidente por la manera en que interactúa, por ejemplo, si el hombre sufre una preocupación es su alma la afligida, pero esto repercute en su cuerpo con ulceras y otros desarreglos. Si el miedo o la ira sacuden al alma, el cuerpo refleja la emoción, palidece o se ruboriza y el corazón late más aprisa, así de muchas maneras distintas el cuerpo participa en las emociones del alma. El alma es el espíritu del hombre y como espíritu, es ser inteligente y consciente, que no solo es invisible, si no que absolutamente inmaterial, tampoco se puede medir, no tiene anchura, longitud o profundidad, es el alma la que da vida y entidad al hombre, es el motor de su existencia. Es el alma la que hace que el hombre no se limite a una búsqueda en la que pueda satisfacer sus necesidades básicas. Alimento, placer y evitación del dolor, si no que lo inquieta a contemplar la belleza, conocer la verdad y amar el bien, dándole una sed de valores superiores a los materiales. LA INTELIGENCIA: Por ella podemos traspasar los límites de lo creado y llegar hasta lo no creado (imaginamos maravillas), por ella el hombre puede llegar a dividir lo indivisible (el átomo), por ella conocemos y comprendemos verdades, razonamos y dominamos los impulsos corporales, deducimos nuevas verdades y hacemos juicios sobre el bien y el mal. El objeto de nuestra inteligencia es el conocimiento de la verdad. Si en este momento estamos pensando y reflexionando sobre el problema de nuestra vida, es porque tenemos inteligencia, porque el hombre es inteligente, ha progresado. LA VOLUNTAD: Es la potencia del alma que mueve a hacer o no hacer una cosa. Es la potencia que permite iniciar, continuar o terminar las acciones que se han decidido llevar a cabo. La voluntad se encuentra en todos los actos racionales del hombre. La inteligencia y la voluntad se necesitan imprescindiblemente una a la otra, pues ellas determinan, simultáneamente que “yo” actué libremente. LA LIBERTAD: Por la libertad, tu puedes aceptar o rechazar, amar o no amar, ser o no ser, por tu libertad tienes dominio de ti mismo, de tus elecciones y de tus actos, eres señor de tu propio destino. Libertad, es la elección inteligente del bien (descubriendo la verdad y el bien, aceptándolas con todas sus consecuencias). Si no se hace inteligentemente el bien, se puede llegar a lo que es libertinaje, es decir, abusar de la libertad, es cuando enfocamos nuestras acciones a cosas que aparentemente somos libres de hacer, pero no traen consigo ningún beneficio. Ejemplo: los jóvenes que se sumergen en el alcohol, las drogas, sin medir las consecuencias de sus actos. Por lo que es importante recalcar, como ser libres nos lleva a descubrir la verdad y el bien con todas sus consecuencias. La libertad es una espada de dos filos que llevas empuñada en tu mano para luchar, conquistar, triunfar en tu vida y DARLE SENTIDO o bien, puedes con ella herirte y perjudicar tu vida. RESPONSABILIDAD DE LA PROPIA VIDA (Reflexionar sobre el ALTO) ¿Qué implica lo anterior?, una responsabilidad muy grande. Eres el arquitecto, es decir, cada hombre tiene responsabilidad de sus propios actos, de su vida, es el único que debe decidir la manera de ejercer su libertad, él es el único que debe buscar su felicidad y realizarse, es quien debe contestar el ¿por qué? y ¿para qué? Vive. Tal vez viviste durante 17, 18, 20 años sin darte cuenta todavía de que vivías, tal vez nunca pensaste que tenías que hacer algo con tu vida. Hoy has descubierto que la vida es un problema para el hombre y que el hombre no se puede considerar como tal, mientras no se enfrente a este problema. Dicen que lo más difícil cuando se busca la verdad no es encontrarla sino vivir conforme a ella. Ahora sabemos que tienes que hacer algo con tu vida. ¿Qué harás?, solo tú puedes decidirlo. De tu realización, de que tú logres darle sentido a tu vida dependerá que todos también lo hagan. De nuevo ¿Qué harás?. Nosotros te proponemos que te formes un IDEAL. ¿QUE ES EL IDEAL?, es lo que estamos buscando, es lo que le va a dar sentido a la vida, que para poderlo alcanzar, nos tendremos que ir fijando metas ya sea a corto o largo plazo, las cuales actúan como escalones que nos van acercando mas al IDEAL. Existen metas inmediatas, que son realizables en el tiempo mismo en que se establecieron. Metas a corto plazo que pudieran realizarse en términos de meses y metas a mediano y largo plazo, que pudieran implicar algunos años. Todas ellas como ya se mencionó nos irán acercando al ideal, el cual debe cumplir con las siguientes características: PLENO: Que sea total, que lo incluya todo, que en todos los aspectos de mi vida se encuentre mi ideal, cualquier acción que haga, me tiene que ir acercando a él, comprometiéndome para toda la vida. POSIBLE: Que sea realizable, que se pueda alcanzar a través de esfuerzos continuos pero que exista siempre la esperanza de llegar a obtenerlo algún día y que no haya impedimento mayor a mis valores y limitaciones. VITAL: Que sea digno y noble de mí, que me satisfaga en todo momento de mi vida y que no pueda vivir sin él. COMUNITARIO: Estar conscientes que formamos parte de una comunidad, que nuestro IDEAL no nos debe de aislar de los demás porque de muchas formas necesitamos de alguien para lograrlo.